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REPORTE DE CASOS CLÍNICOS DE PROBLEMAS EN APARATO

REPRODUCTOR DE HEMBRA Y MACHO EN CANINOS

1.- INTRODUCCIÓN
El sistema endocrinológico de los mamíferos está constituido por órganos glandulares los cuales
secretan sustancias que funcionan como mensajeros químicos llamados hormonas, éstas son
sintetizadas y secretadas por tejidos especializados y son liberadas principalmente al torrente
sanguíneo usando tres vías: autocrina, paracrina y endocrina, por el efecto de un estímulo en
particular, para estimular un órgano blanco. El medio de comunicación entre los órganos para que
estas hormonas lleguen a su células blanco se le llama eje fisiológico. Uno de los más estudiados y
conocidos es el eje hipotálamo- hipófisis-gónadas, el cual participa en los ciclos reproductivos de los
animales,así mismo las hormonas que participan en este eje son las hormonas liberadoras de
gonadotropinas (GnRH), la hormona foliculoestimulante (FSH), la hormona luteinizante (LH), la
progesterona, estradiol, oxitocina, y prostaglandinas en hembras y testosterona en machos (Hill y
Wyse, 2006; Guzmán 2017). A su vez el sistema endocrino reproductor puede presentar alteraciones
en su síntesis, secreción y funcionamiento. Dentro de las patologías endocrinas reproductivas en
pequeñas especies se encuentran afecciones que comprometen la correcta funcionalidad en el
aparato reproductor de hembras y de machos (Mejías et al., 2019)

En machos estas enfermedades abarcan a un grupo amplio de patologías endocrinas donde


destacan, por su mayor frecuencia la prostatitis, los abscesos, los quistes intraprostáticos, la
hiperplasia benigna, infertilidad y las neoplasias ( Laredo et al., 1998). De estos padecimientos los
quistes intraprostáticos son de las patologías con menor prevalencia en la clínica de pequeños
animales, de alta incidencia en perros viejos y animales no castrados, debido a que los quistes pro
Esta condición de la glándula sexual ha sido objeto de varios estudios, tratando de aclarar su
patogenia y proponer nuevas alternativas para la prevención y el tratamiento, sean estos médicos o
quirúrgicos. Se considera que la mayoría de los casos de esta enfermedad están sin diagnosticar
debido a la manifestación subclínica. Otro foco importante es la similitud de trastornos de la próstata
de los perros y los humanos, por lo tanto, los estudios pueden favorecer la aplicación de ciertas
técnicas de diagnóstico o tratamiento en estas especies (Johnston et al, 2000).

En las hembras las patologías del aparato reproductor más comunes se encuentran la piómetra,
quistes foliculares, vaginitis, tumor venéreo transmisible (TVT), tumores ováricos y síndrome de
remanente ovárico (SRO). Éste último es unos de los que tienen mayor incidencia ya que se presenta
cuando en las oforosalpingoesterectomía no se retira correctamente todo el ovário. Este padecimiento
produce que las hembras sigan entrando en celo, es decir, que las hembras presente sangrados
como en los ciclos reproductivos el diagnóstico más eficaz para este padecimiento es la laparotomía
exploratoria dando como tratamiento la resección de remanente ovárico (Sorribas, 2007).

2.- HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA Y QUISTES


PROSTÁTICOS EN CANINO MACHO
2.1. DESCRIPCIÓN DE CASO CLÍNICO
2.1.1 Reseña

Especie: Canideo

Raza: Border Collie

Sexo: Macho

Edad: 7 años

Nombre : Toby

2.1.2 Historia Clínica

Se presenta a consulta canino macho entero Border Collie con cuadro de vacunación y
desparasitación completo, acude a consulta por presentar signología de hematuria poliuria
intermitente que mencionan los propietarios lleva evolución de un mes.

Se decidió realizar como pruebas diagnósticas: Bioquímica sanguínea, Examen general de


orina,hemograma y Ultrasonido abdominal.

2.1.3 Pruebas Diagnósticas

Examen Clínico: sin alteraciones

Interpretación EGO : Hematuria

Interpretación Bioquímica: Hipercolesterolemia

Interpretación de Hemograma: sin anormalidades

Interpretación US Abdominal: compatible con hiperplasia prostática benigna, prostatitis crónica, con
quiste intraprostático y posible absceso paraprostático.

2.1.4 Diagnósticos Diferenciales

● Metaplasia escamosa
● Estenosis de uretra
● Adenocarcinoma de Próstata
● Abscesos
● Prostatitis
● Infección urinaria

De acuerdo a los resultados obtenidos en los análisis el diagnóstico definitivo es compatible a


prostatitis crónica, con quiste intraprostático y un posible absceso paraprostático.

2.1.5 Tratamiento

El tratamiento de elección fue realizar prostatectomía y orquiectomía.

2.2 REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA


La próstata es la glándula accesoria más importante del canino, se sitúa cerca de la unión de la vejiga
y la uretra pélvica (Thibaut et al., 2009); es dependiente de andrógenos y su composición histológica
consta de un parénquima glandular y un estroma intersticial que se rodea de una cápsula externa
(Gobello et al., 2002). Tiene como función aportar líquidos seminales durante la eyaculación para
facilitar el transporte y supervivencia de los espermatozoides (Peña et al., 2013).

Durante la vida del perro el desarrollo de la próstata se puede dividir en tres etapas: la primera
corresponde al período de embriogénesis y del desarrollo postnatal inmediato y finaliza cuando el
animal tiene 2-3 años, la segunda consiste en una fase de desarrollo hipertrófico exponencial que es
dependiente de los andrógenos y en la última etapa se observa una involución senil, que comienza
cuando la producción de andrógenos disminuye (Thibaut et al., 2009).

El perro sufre de diversas patologías prostáticas las cuales son comunes y suelen tratarse de
procesos infecciosos, hormonales o embriológicos (Thibaut et al., 2009), sin embargo conforme
avanza la edad del perro y si es un macho entero aumenta la probabilidad de presentar patologías
prostáticas asociadas principalmente a origen hormonal. Las razas medianas y grandes son más
propensas a presentar este tipo de enfermedades como el Doberman Pinscher y el Pastor Alemán.
Los principales trastornos que afectan a la próstata son la hiperplasia benigna, metaplasia escamosa,
inflamación, abscesos, quistes paraprostáticos y neoplasias (Peña et al., 2013). La mayoría no
presenta signos clínicos y estos pueden ser intermitentes e incluyen dificultad en la micción y
defecación y hematuria (Echeverry et al., 2008).

La hormona clave en la estimulación del crecimiento de la próstata canina, la cual promueve el


desarrollo de los componentes estromales y glandulares es la dihidrotestosterona (5 alpha-DHT) que
es convertida a partir de la testosterona (T2) por la acción de la 5 alpha reductasa dentro de las
células epiteliales prostáticas. Los perros experimentan una reducción moderada en la concentración
de T2 y 5 alpha-DHT durante la vida adulta, mientras que las concentraciones de estradiol (E 2) no
sufren cambios con la edad. Los estrógenos inducen los receptores nucleares de 5 alpha-dHT y
aumentan la sensibilidad de la próstata a 5 alpha-DHT (Gobello et al., 2009). La 5 alpha-DHT
produce un efecto mayor porque ésta se une al receptor con una afinidad dos veces mayor que la T 2
(Thibaut et al., 2009).

La hiperplasia prostática benigna (HPB) es una patología estrechamente relacionada con la edad y
con la condición de macho entero del perro; la HPB tiene como características el aumento en el
número y tamaño de las células epiteliales de la próstata (Memon, 2007). Una HPB inicia con la
alteración de la relación andrógeno:estrógeno secretada por los testículos, por lo cual los estrógenos
promueven esta patología al aumentar los receptores de andrógenos en el tejido prostático; al ver una
mayor producción de 5 alpha-dHT en la próstata es la principal causa de la BPH (Smith, 2008).

La HPB predispone al desarrollo de prostatitis infecciosa debido a la presencia de bacterias vía


ascendente, así como la formación de microquistes que al conectarse entre ellos forman cavidades
visibles macroscópicamente, denominándose quistes prostáticos (Mir et al., 2010). Los quistes
prostáticos se presentan dentro de Ia glándula o tienen una comunicación física con eI parénquima
prostático. Se cree que se desarrollan como resultado de Ia acumulación de secreciones prostáticas
debido a Ia obstrucción de los conductos en eI parénquima prostático . Es común que se presenten
en forma concurrente con otra enfermedad prostática, principalmente la hiperplasia prostática
benigna, metaplasia escamosa ó neoplasias. También se ha sugerido que algunos son de origen
congénito . Usualmente existe comunicación entre eI quiste y Ia uretra prostática (Viotti, 2005). La
prevalencia de los quistes prostáticos en razas de perros grandes es de un 14% de los cuales el 42%
presenta infecciones bacterianas, que puede ser transferido al semen (Bigliardi et al., 2018). La
presencia de abscesos prostáticos es de baja frecuencia y está asociado en la complicación de un
quiste infectado o una prostatitis severa (Levy et al., 2014).

El desarrollo de quistes prostáticos o parenquimatosos se relaciona estrechamente con la HPB,


especialmente con la fase tardía de la misma denominada HPB compleja, como resultado de la
obstrucción de los conductos parenquimatosos que produce la acumulación de secreciones
prostáticas. Los tumores de células de Sertoli o los estrógenos exógenos pueden producir metaplasia
escamosa. La metaplasia escamosa también puede ir acompañada de quistes prostáticos, del mismo
modo que en la HPB, estos se desarrollarían a partir de una oclusión de los conductos prostáticos,
produciendo éxtasis de las secreciones con dilatación acinar progresiva. Otra hipótesis para su
desarrollo es que algunos son congénitos;los quistes más pequeños tienden a fusionarse formando
cavidades mayores. Se encuentran limitados por epitelio que puede ser transicional, cuboide o
escamoso, llenos de secreciones y detritos celulares (Hedlund, 2009).

Los quistes paraprostáticos constituyen una patología genital muy poco frecuente en el perro. Los
quistes asociados a la glándula prostática son de varios tipos. De una parte, la hiperplasia benigna de
la próstata, presente en el 87 % de los perros no castrados mayores de 5 años de edad, conlleva a
menudo la aparición de quistes intraparenquimatosos de pequeño tamaño (hiperplasia quística);
asimismo, la presencia de múltiples abscesos pueden conferir a la glándula una apariencia similar. Un
segundo tipo de quiste, llamado de retención, se origina por la obstrucción de conductos prostáticos
que puede asociarse a metaplasia escamosa, formando una gran acumulación de líquido dentro de la
próstata. Los quistes paraprostáticos adquieren su denominación en virtud de su situación adyacente
a la glándula, habiéndose propuesto diversos mecanismos explicativos de su formación (Gascon et
al, 1994)

En cuanto al método de diagnóstico la ecografía es la técnica de examen por excelencia para una
correcta evaluación de la próstata (Mir et al., 2010), una de las técnicas es la vía transrectal la cual
permite la observación completa de esta glándula y el diagnóstico de lesiones tanto en el borde
caudal como en el craneal, así como realizar mediciones de la próstata y poder estimar si existe algún
grado de hiperplasia. Otra de las técnicas es la vía transabdominal el cual es un método seguro y
conveniente ya que se puede usar el transductor sectorial que se encuentra habitualmente en clínica
de pequeñas especies, requiere de ciertas especificaciones como la vejiga llena y que la próstata se
encuentre en posición abdominal, no necesita la sedación del paciente como en el caso de la vía
transrectal. Uno de los inconvenientes de la vía transabdominal es la dificultad para la visualización
del margen caudal o incluso la glándula completa ya que se interponen grupos musculares y la
estructura ósea pélvica (Thibaut et al., 2009).

El tratamiento más efectivo y estandarizado para BPH es la castración, en el caso de que el perro sea
de alto valor reproductivo existen tratamientos farmacológicos como el uso de Finasterida que es un
esteroide sintético que inhibe a la 5 alpha reductasa impidiendo que la T2 se convierta en DHT. El
tratamiento de elección para los quistes es la escisión quirúrgica o la prostatectomía (Gobello et al.,
2002); también se puede realizar la punción de los quistes y drenarlos pero existe el riesgo de
ocasionar una peritonitis iatrogénica (Mir et al., 2010). El uso de plasma rico en plaquetas promueve
el reordenamiento en el tejido del quiste causando que la cápsula conectiva que rodea el
revestimiento epitelial de los quistes tratados desaparezca y los líquidos sean reabsorbidos por
tejidos adyacentes; la cavidad quística desaparece dejando un pequeño remanente (Bigliardi et al.,
2018).

3.- SÍNDROME DE REMANENTE OVÁRICO (SRO)


3.1. DESCRIPCIÓN DEL CASO
3.1.1. Reseña

Especie: Canideo

Raza: Mestiza

Sexo: Hembra

Edad: 4 años 6 meses.

Nombre: Canela

3.1.2. Historia Clínica

Se presenta a consulta Canino hembra mestiza con cuadro de vacunacion y desparasitacion


completo, con reporte de ooforosalpingohisterectomía realizada hace 3 años, acude a consulta por
presentar signología de estros recurrentes y comportamiento sexual. Los propietarios refieren que
dentro de los signos presentes se encuentran; sangrados recurrentes (Metrorragia), receptividad a la
monta, vulva edematizada, que se extiende de 15 hasta 30 días cada 8 meses después de la
Oforosalpingohisterectomia y sin embargo no quedaba gestante.

Se decidió realizar como pruebas diagnósticas: Bioquímica sanguínea, hemograma,citología vaginal y


ecografía.

3.1.3. Pruebas Diagnósticas

Examen clínico: Vulva rosada, edematosa, con presencia de descarga sanguinolenta leve.

Pruebas de Laboratorio: Hemograma y Bioquímica sanguínea sin hallazgos clínicos.


Interpretación US Abdominal: Sin alteraciones en los cuatro cuadrantes y al revisar por debajo de
los riñones no se alcanza a apreciar estructuras ováricas, en el ligamento suspensorio debajo del
riñón izquierdo

Imagen 1: En la imagen de la izquierda se aprecia como debería de encontrarse un remanente ovárico que aún
se encuentra sostenido en el ligamento suspensorio, mide
aproximadamente 1.5 mm. En la imagen de la derecha se aprecia el
riñón izquierdo de la paciente y no se aprecian estructuras ováricas.

Citología vaginal: Células superficiales queratinizadas de


coloración eosinófila y anucleadas. No se observan células
parabasales y basales.

Imagen 2: Citología Vaginal de “Canela”

3.1.4. Diagnósticos Diferenciales

● Neoplasia Vaginal
● Vaginitis
● Piometra de muñón uterino
● Traumatismos
● Terapia con estrógenos exógenos
● Coagulopatías

De acuerdo con los resultados obtenidos en anamnesis, examen clínico, estudios de laboratorio y
ecografía, el diagnóstico definitivo fue Síndrome de Ovario Remanente en cavidad abdominal.

3.1.5. Tratamiento
El tratamiento de elección fue la laparotomía exploratoria para la extirpación quirúrgica del tejido
remanente o la utilización de progestágenos sintéticos para suprimir la acción hormonal estrogénica,
sin embargo el propietario se negó a la cirugía y no acudió días después para establecer terapia de
progestágenos.

3.2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA


La esterilización quirúrgica de animales domésticos ha sido realizado durante muchos siglos y se
considera que es de las cirugías más comunes, confiables y efectivas dentro de la práctica clínica en
pequeñas especies (Sontas et al., 2007). La oforosalpigohisterectomía (OSH) es la técnica quirúrgica
realizadas rutinariamente para la esterilización de animales hembra, y las complicaciones
relacionadas con este procedimiento quirúrgico van desde problemas de anestesia, hemorragia,
dehiscencia, abscesos e infecciones (Sontas et al.,2007; Stone 2003). El síndrome de remanente
ovárico (SRO) es una complicación de la ovariectomía u ooforosalpingohisterectomía, causada por la
persistencia del tejido ovárico activo aun sostenido por el ligamento suspensorio a pesar que se
realizó la cirugía (OSH), que tras la revascularización, vuelve a ser funcional produciendo estrógenos
y progesterona y por consecuencia presentar signos de proestro y estro.(Pichon 2014; Sontas et
al.,2007).Una segunda causa es la caída de una pequeña porción del tejido dentro de la cavidad
peritoneal u abdominal poco después la extracción adecuada de los ovarios. Este tejido podría unirse
al mesenterio y revascularizarse volviendo a ser funcional en algún momento de la vida de la perra
(Sousa 2007; Páramo y Balcázar 2005),ambas situaciones asociados a un error quirúrgico por parte
del cirujano (negligencia profesional),en donde meses e incluso años post-cirugía el animal puede
volver a manifestar signos clínicos típicos del proestro o el estro tales como, edematización de la
vulva, descargas sanguinolentas y cambios conductuales (inquietud, receptiva a la monta) (Páramo y
Balcázar 2005; Sangster 2005; Pichon 2014; Sousa 2007) La presencia de un remanente ovárico en
la perra además de los signos típicos de estro incluyen el aumento en la predisposición de neoplasia
de células de la granulosa,neoplasias vaginales, neoplasias de mamaria y procesos infecciosos
como piometra de muñón asociado a la liberación de hormonas esteroideas (Perez 2014; Christensen
2013).

El diagnóstico se basa en la anamnesis, los signología clínica, la citología vaginal, ecografía, análisis
hormonal (PG <1 ng/ml y E2 <15 pg/ml) y laparotomía exploratoria ( Feldman y Nelson 2004,
Romagnoli, 2004)

Antes del inicio de cualquier tratamiento, debe de confirmarse el diagnóstico definitivo de SRO, para
establecer así el tratamiento optimo.El único tratamiento recomendado para el SRO es la extirpación
quirúrgica del tejido remanente (Feldman y Nelson 2004; Sontas et al., 2007) y aunque no se
recomienda, se puede considerar el tratamiento farmacológico de por vida con medicamentos
supresores de celo (Progestágenos sintéticos) sólo si el propietario no está dispuesto a aceptar una
cirugía o si los intentos quirúrgicos anteriores no han resuelto el problema.

Dentro de la clínica veterinaria de los progestágenos sintéticos más usados se encuentran acetato de
megestrol y el acetato de Medroxiprogesterona teniendo como mecanismo de acción; bloqueando a
GNRH vía retroalimentación negativa, a la misma vez inhibiendo la producción de FSH y LH, teniendo
como resultado la desaparición de los signos de proestro-estro además de la inhibición de la
conducta sexual de la hembra (Romagnoli 2004; Pérez 2014).
El uso durante toda la vida de acetato de megestrol y acetato de medroxiprogesterona se ha
mencionado en el tratamiento médico de SRO dentro de la clínica veterinaria en pequeñas especies
(Feldman y Nelson 2004; Romagnoli, 2004) aunque dentro de los efectos secundarios del uso crónico
de progestágenos sintéticos se reporta el aumento de la incidencia de tumores de la glándula
mamaria, la inducción de la secreción de la hormona del crecimiento, Diabetes mellitus, endometritis
y piometra (Sontas et al., 2007; Romagnoli, 2004; Pérez, 2014). Aunque su uso responsable depende
de dosis, via de administracion, momento del ciclo en el que se encuentra el animal y la duración total
del tratamiento(Perez, 2014).

4.- DISCUSIÓN
Como menciona Peña et al., (2013) el perro sufre de diferentes patologías en la próstata siendo las
razas medianas y grandes más propensas a desarrollarlas y la posibilidad de presentarlas aumenta
con la edad del perro y si es un macho entero, esto concuerda con el presente caso al ser un perro de
raza mediana, tener 7 años y sin previa esterilización. El paciente llegó a consulta al presentar
hematuria intermitente durante 1 mes, como menciona Echeverry et al., (2008) los perros que
desarrollan esta patología rara vez presentan signos clínicos y dentro de ellos se encuentran
hematuria, problemas de micción y defecación y llegan a ser intermitentes. Como tratamiento se
decidió realizar una intervención quirúrgica, prostatectomía y orquiectomía, al observar en el US
abdominal que es compatible con hiperplasia prostática benigna, prostatitis crónica, con quiste
intraprostático y posible absceso paraprostático, de acuerdo a Gobello et al., (2002) el tratamiento
más efectivo para HPB es la castración y en los quistes prostáticos es la prostatectomía, en el caso
de que los dueños del paciente no hubieran accedido al procedimiento quirúrgico o el perro fuera de
alto valor reproductivo se hubiera aplicado un tratamiento farmacológico usando Finasterida para la
HPB. Otro tratamiento para los quistes prostáticos como indica Bigliardi et al., (2018) es la
administración de plasma rico en plaquetas provocando la reabsorción del líquido dentro de los
quistes y la desaparición casi total de los quistes.

Como reporta Smith (2008) una alteración en la relación andrógeno:estrógeno secretada por los
testículos, en la que los estrógenos aumentan los receptores de andrógenos en el tejido prostático y
al ver una mayor producción de 5 alpha-dHT en la próstata promueven la BPH, es por eso que al
realizar la orquiectomía se retira el sitio donde se lleva a cabo la síntesis y liberación de T 2 por lo que
describe Gobello et al., (2009) la 5 alpha-DHT es convertida a partir de la T 2 por la acción de la 5
alpha reductasa dentro de las células epiteliales prostáticas promoviendo el desarrollo de los
componentes estromales y glandulares.

Por otro lado en el caso de la hembra la presencia de remanente ovárico en la paciente se le atribuye
a un error quirúrgico del cirujano como la principal causa según Sangster (2005) y Pichon (2014) que
coincide con nuestro caso clínico. La signología que presentaba la misma coincide con los signos
asociados a SOR como mencionan Páramo y Balcázar (2005), que con los análisis de laboratorio,
ecografia, citologia vaginal y examen clínico realizados resultan indispensables para establecer el
diagnóstico definitivo de SOR como lo establece Feldman y Nelson (2004), sin embargo para
establecer un diagnóstico más preciso, se debe realizar una medición de hormonas como la
progesterona y estradiol circulantes en sangre, aparte de fungir como diagnóstico ayuda en el
tratamiento con terapia farmacológica progestágenos según Romagnoli y Pérez (2004). En cuanto a
la citología vaginal Alm y Holst (2007) mencionan que un canino hembra con OSH debe estar siempre
en anestro, ya que no hay desarrollo suficiente para provocar los celos, también mencionan que las
hembras cuando presentan SRO pueden presentar estro, diestro y metaestro, es decir, un ciclo
normal. Lo cual concuerda con nuestro resultado de citología vaginal, debido que, aunque la paciente
ya se le había practicado OSH seguía presentando ciclos,

Otra herramienta de diagnóstico es el ultrasonido abdominal, esta técnica puede ser muy útil si el
SRO esta muy desarrollado y que se encuentre aún en el ligamento suspensorio debajo del riñón
según los menciona Feldman (2004). Sin embargo si el remanente ovárico se encuentra ectópico
(adherido a pared abdominal o en mesenterio) Johnston et al (2001) y Sontas et al (2007) mencionan
que el diagnóstico más preciso es realizar un abordaje quirúrgico como laparotomía exploratoria, que
también funge como el mejor tratamiento,lo cual no coincide en nuestro caso ya que los propietarios
se negaron al tratamiento.

5.- CONCLUSIONES
La importancia del conocimiento de una buena salud reproductiva en animales de compañía es de
vital importancia y en el caso de la reproducción de caninos reservarse únicamente a fines
zootécnicos. En cuanto a clínica de pequeñas especies la mejor manera es la prevención de las
alteraciones del aparato reproductor con métodos quirúrgicos como la OSH y/o la orquiectomía.
Cuando esto falla, el diagnóstico y tratamiento oportuno eficaz es la mejor opción para resolver dichas
alteraciones, reduciendo así enfermedades indeseables reproductivas o el incremento en la tasa de
población.

6.- BIBLIOGRAFÍA

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