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LUGARES DE CUENTO
EL AEDO #12
Ha sido coordinado por Diego Magdaleno y realizado por el Grupo de Revista de la Comisión de Contenidos
de AEDA cuyas personas integrantes son: Laura Escuela, Pep Bruno, Carolina Barreira, Alberto Sebastián
y Diego Magdaleno.
D.L.: GU-206/2011
AEDA no se hace responsable de las opiniones vertidas por los autores y autoras de los artículos.
EL AEDO #12
REVISTA DEL MUNDO DE LA NARRACIÓN ORAL
PRIMERA ÉPOCA | DICIEMBRE 2022
LUGARES DE CUENTO
NARRACIONORAL.ES
Índice
TABLA DE CONTENIDOS
INTRODUCCIÓN
UN CAMINO DE MIGAS
PARA ESTE AEDO
Alberto Sebastián, Laura Escuela, Pep Bruno, Carolina Barreira
y Diego Magdaleno __ _____________________________________ 0 5
DE LA HOGUERA AL ESCENARIO
Alberto Sebastián __ ______________________________________ 0 7
EL ESPACIO, CONTINENTE
DE LO INMATERIAL
Diego Magdaleno ________________________________________ 1 2
EL ESPACIO EXTRAORDINARIO
Laura Escuela ___________________________________________ 4 4
HABITAR EL CUENTO
Pep Bruno _ _ ____________________________________________ 5 5
DESPEDIDA
DESPEDIDA
Comisión de Contenidos de AEDA __________________________ 6 0
INTRODUCCIÓN
Un camino de migas
para este Aedo
ALBERTO SEBASTIÁN, LAURA ESCUELA , PEP BRUNO,
CAROLINA BARREIRA Y DIEGO MAGDALENO
Quienes esto firmamos pensamos que contar y que, ojalá, os permitan a vosotras y vosotros
cuentos es una propuesta artística muy versátil. disfrutar de él.
Incluso en los sitios más insospechados puede Hemos realizado una clasificación de los dis-
llegar a suceder el cuento contado. De hecho, tintos espacios de cuentos en función de criterios
tenemos la convicción de que allá donde se pone diversos: estos son los criterios y los nombres,
el cuentista surge el espacio escénico y todo estas son nuestras propuestas.
queda dispuesto para que el cuento sea conta-
do y el público pueda disfrutarlo. Solo hacen CONVENCIONAL / NO CONVENCIONAL
brozar un punto el camino que en estas primeras Los lugares donde tradicionalmente se con-
páginas se inicia, dejamos aquí esbozadas algunas taban cuentos: alrededor del hogar en invier-
pistas que nos han permitido realizar este trabajo no, a la fresca en las puertas en verano, en los
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soportales de algunas ermitas e iglesias, etc., que se cuenta de manera continuada (aunque
los hemos denominado espacios «tradicionales». no sea de forma regular), lo hemos denominado
Y a los lugares en los que normalmente desem- así, «estable».
peñan su actividad los narradores y narradoras
profesionales (también denominados neonarra- FÍSICO / NARRATIVO
dores, narradores urbanos, etc.) que surgieron Al lugar (la sala, el teatro, la habitación…)
en nuestro país a partir de la década de los ochen-donde se están contando y escuchando cuentos
ta del pasado siglo y se han ido consolidando lo hemos denominado espacio «físico». El sitio
como colectivo profesional, los hemos llamado
donde sucede el cuento, ese territorio de ficción
lugares «contemporáneos». La escuela y la biblio-
en el que se mueven los personajes, lo hemos
teca, dos lugares que no eran ajenos al cuento,
denominado espacio «narrativo» (o ficticio,
se han convertido en los espacios de cuento con-
en algunas ocasiones).
temporáneos de referencia.
Esperamos que disfrutéis acompañándonos
EFÍMERO / ESTABLE en esta visita a los lugares por donde el cuento
contado transita, llenándolos fugazmente con pai-
Al sitio donde se cuenta una única vez (dentro
de la programación de un festival, por ejemplo), sajes, personajes y sucedidos maravillosos.
lo hemos denominado «efímero». Al lugar en el Saludos cordiales.
COMISIÓN DE
CONTENIDOS DE AEDA
06 EL AEDO #12
E S PA C I O S D E L C U E N T O
De la hoguera al
escenario
ALBERTO SEBASTIÁN
Siempre que hablamos de narración oral debe- Sabemos que fue en la reunión alrededor de la
mos considerar que hay una línea invisible, pero hoguera donde las comunidades de cazadores-re-
tangible, que separa lo que siempre fue una acti- colectores compartían lo acaecido en sus jorna-
vidad cultural proveniente del pueblo iletrado, das cinegéticas y creaban los códigos que dotaban
que no inculto, de la narración oral contemporá- de identidad al conjunto de individuos, iniciando
nea, que no propone otra cosa que tratar de lle- eso que se ha dado en llamar «memoria colec-
var a la escena «formal» algo que nunca precisó tiva». En todas las culturas ha sido la oralidad
de ella para mantenerse viva. la herramienta que ha permitido crear y trans-
En un juego lingüístico fácil, podríamos decir mitir la conciencia de grupo, establecer el lugar
que lo que siempre estuvo «ob skena» (fuera que se ocupa en el mundo, fue la palabra la que
de la escena pública para los griegos, de donde ayudó a imaginar de dónde procede todo lo que
proviene el término latino obscenus), en los últi- observamos y nos rodea, la que permitió orga-
mos cuarenta años viene reivindicando un hueco nizar y ritualizar, comprender los ciclos natu-
justamente en ese espacio que venían ocupan- rales, anticipar las migraciones de los animales
do disciplinas artísticas «serias» como la danza, que eran la base de la subsistencia (carne, pieles,
el teatro, o la música, que ya hicieron la misma huesos y astas), explicar qué vegetales y frutos
transición hace varios siglos, con las vicisitu- eran comestibles y también por qué el sol, la luna
des históricas ya conocidas. En mayor o menor y las estrellas hacen su viaje diario a través del cie-
medida toda manifestación artística pasó por ser lo, qué relación tienen entre ellos o de dónde
tachada de impía o pagana, y por tanto prohibida procede la lluvia, el viento o el trueno. Inventar
por la Iglesia, y necesitó su tiempo para pasar y contar historias acerca de todo ayudó a ordenar
del ritual al ámbito popular, luego a la corte o al el caos y a conformar las primeras comunidades
corral de comedias y de ahí al gran escenario. compuestas por clanes familiares. Hay quien
La narración oral lleva mucho menos tiempo sostiene también que las imágenes y símbolos
reivindicando ese último espacio, que todavía que aparecen en las paredes de las cuevas en el
ha de conquistar plenamente. En este artículo paleolítico son las primeras expresiones gráficas
trataremos de mostrar los distintos contextos que ayudaban a transmitir y fijar lo que era más
en los que esta disciplina, seguramente la más trascendente, pero incluso siendo así, es fácil ima-
antigua y al mismo tiempo y en otro sentido, ginar que esos dibujos irían acompañados de la
novísima, se ha venido situando. palabra para alcanzar su significado pleno.
08 EL AEDO #12
sión y estuvieron publicándose con éxito duran- nes adaptadas de los cuentos que recogieron,
te más de doscientos años. Hablamos de Mada- fue replicada en toda Europa por Alexander
me d’Aulnoy y sus Contes des fées, de Charlotte Afanasiev (Rusia), John Francis Campbell (Esco-
de Caumont de La Force, autora de Les contes cia), Peter Asbjornsen y Jorgen Moe (Noruega),
des contes, de la Condesa de Murat (Contes de fées Giuseppe Pitrè (Sicilia), Vuk Stefanovic Karadzic
y Les nouveaux contes des fées) y de Jeanne-Marie (Serbia), Herminie T. Kavanagh (Irlanda), Arvid
Leprince de Beaumont (Magasines des enfants), August Afzelius (Suecia), Elias Lönnrot y Julius
entre otras autoras y autores que popularizaron Krohn (Finlandia), Jón Árnason (Islandia)...
en sus obras motivos y personajes que procedían En 1846, William John Thoms acuñó el tér-
del cuento oral y que fueron traducidas a las prin- mino «folklore», que se refiere a las manifesta-
cipales lenguas europeas. ciones culturales, creencias, prácticas y costum-
En este mismo siglo se dio a conocer en Fran- bres tradicionales de un grupo y cultura y que
cia una colección de cuentos que llevaba cien- se transmiten de generación en generación.
tos de años contándose de viva voz en oriente: En el mismo siglo surge el método finlandés
Las mil y una noches. Entre 1705 y 1717, Antoi- o histórico-geográfico, que trata de reflexionar
ne Galland publicó doce tomos de relatos prove- sobre el porqué de que un mismo cuento aparezca
nientes de manuscritos de los siglos XIII y XIV en distintas culturas y lugares geográficos, a partir
y otros escuchados de viva voz a un narrador oral de la comparación entre distintas versiones.
de Alepo (Siria): Hanna Diyab. En él se basará ya en el siglo XX Anti Aarne
La publicación de Las mil y una noches para elaborar un catálogo del cuento popular,
dio lugar a un interés creciente por los cuentos luego mejorado por el norteamericano Stith
de temática oriental, que se había puesto de moda Thompson y en este siglo XXI por el alemán
entre las clases pudientes europeas. Hans-Jörg Uther para una clasificación de 2399
Mención aparte merece el Popol Vuh, de la tipos de cuentos repartidos en cuatro categorías,
cultura maya. Un conjunto de narraciones mito- que ha servido para componer catálogos nacio-
lógicas del pueblo quiché, en la actual Guatemala, nales unificados según un sistema internacional
originalmente orales y desde muy antiguo trans- uniforme.
mitidas mediante jeroglíficos. Fue transcrito El cuento popular lleva más de un siglo siendo
de manera anónima a la lengua quiché en caracte- objeto de estudio en las principales universida-
res latinos tras la conquista de América, a media- des del mundo desde la lingüística, la etnología,
dos del siglo XVI, y al español a comienzos la antropología y otras disciplinas académi-
del XVIII por Fray Francisco Ximénez, si bien cas, pero ¿qué ocurre con las personas que se
hay dudas de que en ambas ocasiones se fuera han encargado de su transmisión oral? ¿Qué lugar
absolutamente fiel al corpus oral original. han ocupado?
Fue durante el siglo XIX donde se produjo En muchos casos, quienes se encargaban
el giro más importante en la conciencia del valor de recopilar las historias simplemente obvia-
de los cuentos populares, no ya como diverti- ban a la persona que se las había transmitido.
mento cortesano o fundamento de obras litera- Lo importante era la historia, no quien la conta-
rias que buscaban dar una pátina de arte «serio» ba, mero intermediario entre un texto oral y el
a lo que eran consideradas manifestaciones pro- oyente, como si fuera posible una oralidad neu-
pias del pueblo sencillo e inculto. Los principa- tra, o todas las voces fueran iguales.
les trabajos de recopilación de cuentos populares Más adelante sí empezaron a consignar
en este siglo tendrán una consideración académi- el nombre y profesión de los y las narradoras,
ca y en algunos casos sirvieron para ayudar a ela- pero muy poca veces son valorados en su jus-
borar la gramática de lenguas que estaban siendo ta medida. Conocemos dos casos en los que los
reivindicadas con el surgimiento de los nacio- investigadores de renombre sí lo hacen:
nalismos en todo el continente tras las guerras Giuseppe Pitré, estudioso y recopilador
napoleónicas. La labor de recopilación de cuen- del siglo XIX ya nombrado, escribe con devo-
tos populares de los hermanos Grimm, que logró ción sobre Agatuzza Messía, narradora analfabeta
una popularidad nunca vista, si bien en versio- que le aportó muchos de los cuentos que publicó,
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rrió a partir de las dos últimas décadas del pasado Estos son los espacios que nos resta por ocu-
siglo, pudiendo afirmar que se trató de un fenó- par plenamente. En otros países como Francia,
meno global, y simultáneo, al menos en el mundo donde hemos visto que el inicio del fenómeno
occidental. fue en la misma época que en el resto del mundo
En España, en los años setenta, podemos situar (hace menos de cincuenta años), sí disfruta de un
los inicios de esta corriente, que se consolidaría estatus superior al de otros países, circunstan-
a partir de los ochenta y noventa con la aparición cia probablemente achacable al reconocimiento
de los primeros festivales de narración y el Mara- que en este país tiene cualquier disciplina artís-
tón de los Cuentos de Guadalajara, y con el nuevo tica, y en general la cultura, pero creo que cons-
siglo, de los primeros encuentros de profesionales tituye una loable excepción en el conjunto de los
de la narración y el nacimiento de asociaciones países occidentales.
de narradores y narradoras. Probablemente esto tenga que ver con varios
En este corto espacio de tiempo hemos vis- factores: la asociación de esta disciplina con el
to que los espectáculos de narración oral ya no público infantil, tradicionalmente menos valorado
se limitan a trabajar con materiales tradiciona- que el adulto, la ausencia de una enseñanza formal
les o álbumes infantiles. Son numerosos los y como arte escénica (y de la propia consideración
las artistas que transforman en narración oral como tal), cierto conformismo o falta de interés
textos literarios de autorías diversas o propios, por ocupar espacios más prestigiosos por parte
películas, cómics, o ponen en escena espectácu- de los y las profesionales, que propicia el descono-
los para bebés, demostrando que es una disci- cimiento, y de nuevo el desinterés por parte de las
plina en continua evolución y que las personas personas que programan en teatros…
que han hecho de ella su oficio buscan constan- Yo no me resigno a que esto sea siempre
temente agrandar su ámbito de creación. así. Sé que en este momento todavía estamos
Desde el comienzo de esta puesta al día de una consolidando como oficio algo que siempre
disciplina ancestral, en nuestro país fueron se desarrolló en el ámbito informal y domés-
los centros escolares y las bibliotecas los lugares tico, y que hemos dado grandes pasos en ese
que posibilitaron este fenómeno, por lo que cre- sentido. Sé también que otras disciplinas artís-
ció muy ligado a la educación y a la animación ticas (clown, títeres, circo…) tienen las mismas
lectora. Por otra parte, profesionales que que- dificultades para llegar a las programaciones
rían acercar sus espectáculos a personas adultas de teatros y auditorios, pero considero que es
lo hacían en cafés y bares, no tanto en pequeñas responsabilidad nuestra como profesionales
(y menos en grandes) salas de teatro. Aunque esforzarnos en que nuestros espectáculos sal-
es cierto que hoy en día un puñado de profe- gan de los festivales de narración y compartan
sionales están presentando sus espectáculos los grandes escenarios con el teatro, la danza
de narración en las programaciones de las redes u otras artes consideradas «mayores».
de teatros de diferentes comunidades autónomas, Los cuentos, la oralidad de siempre y la con-
sigue siendo algo excepcional. temporánea, lo merecen.
ALBERTO SEBASTIÁN
La narradora oral Estrella Ortiz, en su libro Contar con los cuentos, publicado en la editorial Pala-
bras del Candil, hace referencia al «espacio pensativo». Al preguntarle sobre ello para esta revista
nos escribe lo siguiente:
En los alrededores del año 2000 leí las aventuras de Winny de Puh de A. A. Milne, con
verdadera pasión y sorpresa. De ese libro fue de donde tomé el término del «lugar
pensativo» al que se refiere el protagonista cuando se retira para inventar una poesía
para su amigo Porquete. Me gustó tanto que lo incorporé en el repertorio de ese mismo
año. Entonces no sabía que ese lugar (inmaterial) se iba a quedar conmigo hasta la fecha,
y tal vez para siempre.
Lleva camino de ello, ya que todavía me acompaña a la hora de contar cuentos para
criaturas pequeñas y se ha convertido en mi fórmula mágica para empezar y cerrar
la sesión, pues el lugar pensativo es el espacio de imaginación en el que te atrapan los
cuentos. Tú no los traes, son ellos los que vienen a ti; y para conjurarlo lo que hago es
cantar una pequeña canción. De modo que con este sencillo rito el momento inicial se
inviste de una extrañeza maravillosa: ¿qué va a pasar aquí, ahora?
Para crear este instante prodigioso tan solo se necesita estar en silencio y darle espacio,
hacer un hueco a las palabras. Escuchar el latido del viento. Porque eso es lo que ocurre
cuando nos ponemos a contar cuentos: creamos un espacio invisible alimentado de
tiempo. También de muchas más cosas, por supuesto, pero esta es la chispa que prende
el momento inicial. De manera que el fuego no solo vive en las manos y la boca del
cuentista, sino que todas las personas allí congregadas participan de esa creación.
Luego, a la hora de cerrar el momento de los cuentos, vuelvo a cantar la canción, ahora
acompañada por el público; y esta vez lo hago con la invitación expresa de que busquen
su lugar pensativo particular —su habitación propia, que diría Virginia Wolf— para que
continúen siendo atrapados por los cuentos, las poesías y los canturreos. Porque este lugar
siempre se encuentra donde y cuando cada uno y cada una quiera. Solo hay que poner la
intención, y darle espacio.
A propósito de ello, me resuenan poderosamente estas palabras finales del libro
Las ciudades invisibles de Italo Calvino: «El infierno de los vivos no es algo por
venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días,
que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es
12 EL AEDO #12
| Estrella Ortiz | Amaia Yurrebaso
14 EL AEDO #12
Hay cánones fáciles para crear esa armonía,
y hay que tener cuidado al innovar porque
es fácil sacar al espectador de la historia si hay
muchos cambios de iluminación y bruscos.
Pero una buena iluminación que acompañe
psicológicamente a la narrativa te hace salir
de un espectáculo con sensación de haber
oído algo más que una historia, sin ser
muy consciente de por qué, pero se siente
más vivida.
16 EL AEDO #12
| Elena Jiménez
(Sevilla), diplomada en Magisterio Musical (UCA) der mejor a los protagonistas de la historia,
y educación social (UNED). Desde hace 20 años cuál es su personalidad o cómo van evolucio-
forma parte de diversos proyectos musicales nando emocionalmente durante los distintos
que abarcan desde el jazz, la música clásica y un acontecimientos en el hilo narrativo.
amplio abanico en cuanto a músicas tradicionales
europeas (especialmente gitanas y judías). Su pro- ¿Cómo crea y cambia el espacio la música?
yecto principal es el grupo El Domador de Medu- Al hilo de la pregunta anterior sería intere-
sas, galardonado con el 1º Premio del Trebu- sante también remarcar que en la descripción
festival (2019). Ha acompañado musicalmente del ambiente no solo se trata de una cuestión
a cuentistas como Filiberto Chamorro, Alberto emocional, también hay parámetros como
de Vivo del cuento, Manuel de Piratas de Alejan- las dimensiones del espacio. Así, con la músi-
dría, Diego Magdaleno… puntualmente a Yoshi ca podemos hacer que quien escucha pueda
Hioki, Laura Escuela, Noelia Camacho… sentir que la acción se desarrolla en un lugar
amplio o pequeño, incluso si hay mucha lumi-
Para ti ¿qué es musicar un ambiente? nosidad u oscuridad, si es un lugar armonioso
Creo que la música, como otras artes, tie- o caótico… Para conseguir crear estos espa-
ne una serie de herramientas que pueden cios, los músicos tenemos varias herramien-
servir para que quien recibe la información tas. Por citar algunas de ellas, podemos des-
o los estímulos (en este caso sonoros) lle- tacar la elección de los timbres y sonoridades
guen a entender mejor y sobre todo sentir especiales que nos da cada instrumento, el uso
el ambiente al que queremos que viaje con su de recursos melódicos y armónicos específi-
imaginación. Musicar un ambiente significa- cos, el juego rítmico, el contraste de dinámi-
ría, así como que la música te va a situar en un cas (entendida en música como un paráme-
estado emocional con respeto a esa situación tro que se basa en las distintas intensidades
que estamos describiendo. Te ayuda a enten- de volumen que podemos conseguir en la inter-
18 EL AEDO #12
la música instrumental usa numerosos recur- en seguir la música, sino que tiene que ser
sos que se han ido fraguando a fuego lento libre de coger los caminos que va sintiendo
y mano a mano con un código cultural deter- en el momento y con la tranquilidad que le
minado. Quiero decir que en nuestra cultu- da saber que el músico va a seguirlo. De igual
ra se va creando un lenguaje propio musical manera, el narrador o narradora también pue-
al que se le atribuye a modo de consenso de dejarse sorprender por propuestas musica-
determinadas características y reacciones pre- les que le pueden inspirar e incorporar en su
visibles en el oyente. Así, los músicos vamos narración. La confianza y complicidad entre
recopilando recursos tímbricos, melódicos, narración y música en este caso sería esencial.
rítmicos, armónicos… que sabemos que van
a evocar emociones, ambientes, rasgos de per- ¿Qué diferencias observas al musicar un esce-
sonalidad e infinidad de elementos que con- nario para un narrador oral en comparación
forman una historia. Estamos inmersos en una con un actor de teatro o una película de cine?
cultura audiovisual que amolda nuestras per- Afortunadamente he tenido la oportuni-
cepciones, algo que puede ser un aliado con el dad de unir la música con el cine, el teatro,
uso de los llamados clichés y que nos asegura la narración oral, la danza, poesía, pintu-
ese entendimiento. Pero artística y personal- ra… y lo que he podido constatar es que
mente veo interesante también sobrepasar cada una de ellas tiene sus especificidades
estos consensos y arriesgarse a no ofrecer
por su propia naturaleza, pero también
siempre lo esperable.
el arte lo hacen las personas. Quiero decir
que podemos encontrar a un actor de teatro
¿Qué haces para musicar el escenario cuando
totalmente rígido en su papel y controlan-
el artista no trae un esquema concreto sino
do al milímetro cada parámetro de la esce-
solo unas indicaciones abiertas?
na, pero también hay actores o espectáculos
Me he encontrado en situaciones muy diver-
teatrales que se conciben desde la improvisa-
sas acompañando con música a la narración
ción y están abiertos a un arte más libre. En la
oral, y una de ellas es ni siquiera conocer
narración oral también creo que podemos
de antemano la historia. Tanto en esta situa-
encontrar esas dos dicotomías, dependien-
ción como incluso conociendo el argumento
do del propio narrador o narradora. En el
o incluso con arreglos pactados de antema-
caso del cine no hay «tutía», la película es ya
no creo que lo más importante es mantener
un resultado cerrado, siempre tendrá el mis-
un escucha muy activa, incluso no perder
mo metraje, ritmo… Pero aun así los músicos
el contacto visual con el narrador o narrado-
ra, ya que el propio movimiento del cuerpo podemos jugar en cada visionado con dis-
nos da muchas claves sobre la historia que se tintas propuestas musicales para una misma
está contando. Otro aspecto, y del que ya película. No hay bidireccionalidad, pero,
he hablado anteriormente, sería tener un buen aun así, dentro de la rigidez del cine en este
banco de recursos musicales incluidos en tu sentido, encontramos esa libertad creati-
propio repertorio y saber en qué contextos va en la música. Desde hace ya once años
son más apropiados hacer uso de ellos para fundamos el proyecto Cinetones, dedicado
conseguir ambientar la narración. Podríamos a hacer espectáculos de cine mudo con músi-
decir que esta circunstancia se enmarca en la ca en directo. Este proyecto, por ejemplo,
improvisación, recurso musical que creo esen- me ha entrenado muchísimo para ampliar
cial en el trabajo de un músico. Aunque no lo mis recursos en las sesiones de narración
parezca, la propia improvisación tiene sus téc- oral, pero también, al contrario. El haber
nicas y se trabaja de antemano para que pueda trabajado con distintos compañeros y com-
darse de forma natural. Muy importante sería pañeras de la narración oral me ha enriqueci-
también dejarse sorprender por el narrador, do muchísimo para humanizar esos recursos,
estar abierta a sus propuestas. Creo que quien que luego he podido aplicar en este proyecto
está narrando no debe sentirse encorsetado de cine y música.
Las características del espacio ¿en qué medi- ANTECEDENTES EN LA BIBLIOTECA PEDRO LAÍN
20 EL AEDO #12
go de Dos Hermanas, de la que fue sucursal bajo a la lectura y narración Las bibliotecas cuentan,
la misma dirección hasta el año 2010, que se tras- un programa de cuentacuentos con una perio-
lada a su ubicación actual. dicidad semanal dirigido a un público familiar.
La biblioteca de Dos Hermanas lleva progra- Las bibliotecas cuentan es un taller de anima-
mando cuentacuentos desde el año 1983, cuando ción a la lectura y narración para niños puesto
los cuentos eran contados a los niños por volun- en marcha en las dos bibliotecas de Dos Herma-
tarios en el interior de un viejo autobús que se nas y dirigida a los niños que desean iniciarse
encontraba anclado en la parte delantera del jar- de una manera lúdica y divertida en el hábito
dín que rodeaba a la antigua biblioteca. de la lectura. La actividad se desarrolla semanal-
Después se vivió una etapa dorada, coin- mente en las dos bibliotecas de la ciudad.
cidiendo con los años en los que Chelo Rojas El objetivo que la biblioteca persigue al pro-
se hizo cargo de la sala infantil. En esa tempora- gramar esta actividad es crear lectores, dan-
da las narraciones de cuentos eran casi a diario, do a conocer a los niños, con la complicidad
ella se hacía llamar la brujita Meleninda y solía de los padres, todo el mundo mágico y divertido
disfrazarse e improvisar teatrillos. que pueden descubrir en la lectura.
Ya en la década de los noventa llegó Pepepé- Durante estos años, los cuentos nos han per-
rez y los cuentacuentos profesionales comenza- mitido acercar a los niños temas tan importantes
ron a ser contratados por ambas bibliotecas. como la familia, el reciclaje y el medio ambiente,
la alimentación saludable, etc.; nos han ayuda-
LA NARRACIÓN ORAL EN LA BIBLIOTECA do a conocer las fiestas de una manera distin-
DE MONTEQUINTO
ta con historias sobre Andalucía, la Navidad,
Los cuentacuentos se iniciaron en la bibliote- el Carnaval, etc. y transmitir y educar en valo-
ca de Montequinto en el año 1995. Al principio res con cuentos que tratan de la paz, la igual-
se hacían una vez al mes en el Club Social Entre- dad, la solidaridad, etc. Además, la colaboración
torres, en el colegio Poetas Andaluces, y poste- de los usuarios y la conmemoración de fechas
riormente se trasladaron a los salones parroquia- significativas nos han permitido programar
les. En estos primeros años el narrador encargado cuentos signados, cuentos danzados, cuentos
de la actividad fue Pepepérez. por la igualdad...
A los pocos años de inaugurarse, la biblioteca
había sobrepasado los 2500 socios, motivo por el ESPACIOS DE LA NARRACIÓN ORAL
EN MONTEQUINTO
que en 1999 se inició una reforma para ampliar
sus servicios. Durante las obras de ampliación Los espacios de narración oral en esta biblio-
y el curso 2000-2001, el salón de usos múltiples teca han sido varios y variados: jardín, sala
del Colegio Público Gloria Fuertes fue el esce- pequeña de lectura, sala grande, patio, teatro,
nario del programa mensual de cuentacuentos. parque y plaza.
Por aquel entonces se creó el Club Cuen- Es por eso que hemos considerado hablar
tacuentos; se hacía entrega a todos los niños con Santos Fernández Lozano, bibliotecario
de un carné especial de cuentacuentos y se envia- en Montequinto y encargado de coordinar
ba por correo postal una carta a los miembros las sesiones de narración oral. Quien, siendo
del club informando de las actividades de anima- testigo de los cambios de espacio que hemos
ción a la lectura. enumerado, ha escuchado narrar en la progra-
Fueron muchas las personas que frecuentaron mación estable a Filiberto Chamorro, Alicia
Bululú, Jhon Ardila, La Cháchara, Sandra Cerezo
la biblioteca de aquella primera época y la recuer-
dan como un espacio familiar, agradable, modes- y Diego Magdaleno.
to, muy limpio y primorosamente arreglado. También han narrado de forma puntual Pepe-
pérez, Nicolás Buenaventura, Carlos Arribas
TALLER DE NARRACIÓN ORAL LAS BIBLIOTECAS Carloco, Anabel Gandullo, Juan Gamba, Rubén
CUENTAN Flecha, José Luis Mellado, Pablo Hoyos, Carmen
En octubre de 2001 la actividad da un gran Solís, Miguel Nevot, Maísa Marbán, Caroline
salto al ponerse en marcha el taller de animación Mantoy, Lezim Kimvowama, Aurora Maroto,
Isabel Cabrera, Nacho Terceño, Nelson Calde- Eso hace también que la relación entre
rón, Laura Dippólito, Carolina Rueda, Israel la biblioteca y los narradores haya sido siempre
Hergón, Jesús Buiza, Lola Jiménez, Ana Mari- de respeto y que, más allá de lo laboral, se hayan
sa Maccagno, Luis Pecha, Paula Martín, Carlos creado vínculos afectivos que han facilitado
Pachón, Clara Piñero, Patricia MCGill, Aurora la comunicación para buscar conjuntamente
Maroto, Carmen Sara Floriano, Rammsés Moc- y en cada momento lo mejor para la actividad
tezuma … todos ellos compartieron sus cuentos en cuanto a espacios, horarios, etc.
traídos de todas partes de España y de países El segundo punto a tener en cuenta es que
como Argentina, Colombia, Chile, Congo, Fran- trabajamos los espacios de la biblioteca como
cia, México o Paraguay. puntos de encuentro donde las personas pueden
Gracias, Diego, por acercar a los lectores de El reunirse e interrelacionarse de manera informal,
AEDO un pedacito de esta biblioteca y de las his- para la asistencia a una actividad o por el simple
torias que en ella se han contado y escuchado. placer de estar.
Todo lo expuesto anteriormente es información Es importante reseñar que la actividad
fundamentada en datos y hechos; a partir de aho- del cuentacuentos, excepto en pandemia, siem-
ra, el relato se convierte en opinión basada en la pre se ha programado en abierto para todos
reflexión y la percepción de la actividad a partir los públicos, sin restricciones de edad ni de aforo.
del año 2000 que llego a la biblioteca. Este hecho, por una parte, enriquece y fomenta
El primer punto de partida de todas las accio- la participación, pero también dificulta en oca-
nes que se llevan a cabo en la biblioteca es nuestra siones su desarrollo, especialmente al narrador
visión de la biblioteca como un servicio público que encuentra un público muy diverso en cuanto
donde lo más importante son las personas con las a edades se refiere.
que hacemos el camino: usuarios, narradores, La programación en un lugar u otro ha veni-
personal bibliotecario. do determinada casi siempre por circunstancias
22 EL AEDO #12
| Montequinto. Jardín biblioteca pequeña
ajenas a la propia actividad. Todos los espacios des de un público que, sentado en el suelo, per-
que hemos habitado en cada una de las sesiones manecía apretado desde la puerta de entrada
de cuentacuentos tienen factores a favor y en hasta los mismísimos pies del narrador. Tenía-
contra. En cada uno de ellos el comportamien- mos la percepción de pertenecer al fantástico
to del público es distinto y, por lo tanto, tam- club de los cuentacuentos y vivir cada semana
bién lo es el resultado y, a veces, la respuesta un momento mágico.
del narrador. En este espacio de narración, lo mejor y lo
peor eran las dimensiones. Por la parte negati-
SALA PEQUEÑA EN PEQUEÑA BIBLIOTECA va, el espacio requería de un gran esfuerzo para
El primer espacio fue una sala pequeña, su preparación y era incómodo; además, se com-
en una pequeña gran biblioteca; la singularidad partía con el resto de servicios de la biblioteca,
de este espacio era la preparación del mismo. y esto generaba molestias a los usuarios.
Se reorganizaron las estanterías que albergaban Pero esas mismas carencias y limitaciones
la colección y, como si de un puzle se tratara, generaban un clima de unidad entre el público,
cada martes las familias, los narradores y el porque todos éramos conscientes de que el espa-
personal bibliotecario se afanaban en despla- cio que se disponía era el mejor posible en ese
zar el mobiliario que permitía crear un espacio momento y era clara la cercanía y complicidad
de unos 30 metros cuadrados. Cuando la asisten- con el narrador. Además, como actividad de ani-
cia era mayor, se invitaba a las personas adul- mación a la lectura, el contacto con la colección
tas a quedarse fuera privándose de asistir a la y su préstamo era directo.
actividad por el buen desarrollo de las sesiones En estos primeros años, el narrador se acom-
de narración oral. pañaba con frecuencia de otros elementos y obje-
Era tal la ilusión con la que se vivía este tos para llevar a cabo la narración de los cuentos.
momento que no importaban las incomodida- Era también frecuente la participación en estas
sesiones de «invitados especiales» que contaban inquietudes. Era una biblioteca con un carácter
un cuento o hacían juegos de magia, enrique- abierto y participativo que recibía 50 000 visi-
ciendo así la actividad unas veces o interfiriendo tas anuales y contaba con un programa de cuen-
en ella otras. tacuentos en el que participaban cerca de 3000
El 28 de febrero, Día de Andalucía, marcaba personas.
la fecha de comienzo del cuentacuentos en el jar- Teniendo en cuenta la dimensión que esta-
dín, un espacio más amplio, que permitía estar ba tomando el servicio y su actividad cultural,
y disfrutar de las historias en familia, incluso ya se estaba fraguando la nueva biblioteca y para
con la posibilidad de merendar en el mismo que el arquitecto encargado del diseño tuviera
recinto de la biblioteca. El narrador, por su par- en cuenta las necesidades de la actividad narra-
te, se adaptaba fácilmente al espacio con ayuda tiva, se le invitó a asistir a una sesión de cuen-
de algún amplificador del sonido para su voz. tos en la minúscula biblioteca. Asistió, conoció
En ambos casos, ya fuera con alfombras de linó- al público y vio cuales eran las necesidades.
leo o en el mismo césped, las personas estaban
sentadas en el suelo SALA GRANDE EN GRAN BIBLIOTECA
Durante este periodo inicial fueron desgra- El 1 de octubre de 2010 se inaugura el Cen-
nando sus cuentos el grupo Espacio Abierto (Cha- tro Cultural Biblioteca de Montequinto. Con el
ro y Ana), Angelina Delgado y el grupo Baobab cambio a la nueva biblioteca y la disponibilidad
(Filiberto y Diego), acompañados en muchas de un espacio mayor, el cuentacuentos se conso-
ocasiones por los «invitados de honor», madres lida como la actividad de animación a la lectura
y padres que se animaban a contar historias para más importante, contando para las sesiones fami-
hacer la sesión más participativa. Posteriormente liares con la presencia de grandes narradores.
coordinó el programa de cuentacuentos el colecti- Estas sesiones se realizan inicialmente en la
vo La Cháchara, cuyo trabajo nos permitió contar sala infantil juvenil de la biblioteca que dispo-
con la presencia de narradores de todo el mundo. ne de 186.74 m2 y 40 puestos de lectura. Es una
La biblioteca fue asumiendo nuevas respon- biblioteca dentro de la biblioteca con un mobilia-
sabilidades, creciendo muy comprometida con la rio especial en cuanto a formas, tamaños y colores.
misión de llevar lectura, educación, información La sala dispone de colecciones y recursos docu-
y cultura a los ciudadanos de un barrio vivo y con mentales apropiados para niños, niñas y jóvenes.
24 EL AEDO #12
| Montequinto. Patio
El paso del cuentacuentos a la sala infantil-juvenil El resultado no era siempre el esperado, pues
de la nueva biblioteca hizo que creciera también a veces se convertía en un espacio más para el jue-
en cuanto a la participación. go que para la escucha, en un espacio de encuen-
Con la sala abierta al resto de servicios y con tro de padres y madres que veían en ese momen-
la sala reservada para la actividad. Sentados en el to el ideal para contarse sus propias historias.
suelo y sentados en sillas a modo de teatro y a su vez Cuando el público no respondía con la
en distintas orientaciones. Instalando focos para atención necesaria, afectaba al resto de perso-
cambiar la iluminación a fin de crear un ambiente nas deseosas de escuchar cuentos y especial-
más propicio para la escucha... se ha ido trabajando mente al narrador, que tenía que elevar su voz
este espacio de muy diversas formas hasta encon- y en ocasiones interrumpir la sesión para recla-
trar la que permitía un mejor desarrollo de la acti- mar un silencio respetuoso con la importancia
vidad. Nunca hubo problemas de aforo. del momento.
En los últimos años de la actividad en este En esta sala la narración se hacía junto al Rin-
espacio, previo a la pandemia, la sala al completo cón de los sueños:
se reservaba una tarde a la semana. Las mesas «Cuentan que donde comienzan los sueños
se retiraban, las sillas se ubicaban a modo es el rincón donde cobran vida nuestros cuentos,
de teatro, se bajaban las persianas, se encendían y dicen que, en este rincón, abrazado a la tierra,
los focos, se cerraba la puerta que comunicaba está creciendo un árbol mágico, y dicen que junto
con el resto de la biblioteca… y a narrar. a él viven seres fantásticos. Hay un lugar donde
Podría decirse que es la sala ideal para se puede soñar cómodamente. Un lugar donde
el fomento de la lectura a través de la narra- leer, escuchar aventuras, imaginarlas y com-
ción oral: amplia, insonorizada, con mobiliario partirlas. Allí encontrarás cuentos de hadas,
especial y con recursos bibliográficos de todo de duendes, de dragones, de búhos sabios...».
tipo. Sin embargo, es una sala tan bien equipa- En pandemia, Las bibliotecas también cuen-
da que invita a la dispersión y a la distracción tan… en el patio
y, por tanto, en algunas ocasiones, el desarrollo En marzo de 2020 la pandemia nos sacó
de las sesiones de cuentacuentos requería de un de nuestra zona de confort y nos obligó a buscar
mayor esfuerzo por parte del narrador y del per- nuevos espacios donde poder seguir programan-
sonal bibliotecario. do el cuentacuentos cumpliendo todas las normas
de distancia y seguridad. Por primera vez desde Con capacidad para 150 personas sentadas,
el año 1995 se limitó el aforo. se ha mostrado como un espacio escénico ideal
La actividad se trasladó al patio, donde se ins-
para la actividad. No hay que mover mobiliario
taló una pequeña tarima para el narrador y un ni se necesita limitar el aforo. No afecta al nor-
fondo de tela con motivos literarios. Se modifi- mal desarrollo del servicio en la sala infantil y sí
caron los horarios y duplicaron las sesiones (parase complementa con ella al no perder el vínculo
no perder ninguna sesión aplazada y atender a la necesario entre la actividad de animación a la
demanda del público). Reservas de plazas. Mas- lectura, la colección y el servicio de préstamo.
carillas (el narrador no). Además, nos permite formar e informar a los
Este espacio, al aire libre, es amplio y reco-más peques y sus familias sobre la forma en la
gido, se encuentra junto a la sala infantil-juve- que hay que estar en un teatro. Y hemos descu-
nil. Con el clima que hay en Sevilla se podrían bierto que la atención y la escucha son mayores
hacer «meriendas con cuentos» durante varios y el comportamiento en este espacio es mejor.
meses. Por su parte, los narradores se adaptaron Todos estos factores inciden positivamente
fácilmente a él, eso sí, con la ayuda de un equipoen la organización y desarrollo de la actividad,
de sonido. tanto para la biblioteca como para los narra-
El público en este espacio ocupaba su silla dores, y, por tanto, para todas las personas
y no estaba permitido, por las medidas COVID, que cada martes en sesión familiar se acercan
cambiarse ni estar fuera del asiento. Así que, a la biblioteca de Montequinto ávidos de escu-
el comportamiento mejoraba respecto a la sala char historias.
infantil, y por lo tanto la respuesta del narrador En este mismo espacio desde hace doce años
y el resultado de la sesión. se mantiene un programa estable de cuentos para
público adulto coordinado por La Cháchara y que
TEATRO - SALÓN DE ACTOS
bajo el nombre de Las Mil y Una ofrece una pro-
Cuando se pudieron programar de nue- gramación variada con narradores de distintas
vo actividades en espacios cerrados, en lugar regiones con la idea de acercar al público de Mon-
de regresar a la sala infantil y juvenil se optó tequinto los más variados estilos y acentos.
por realizar la actividad de cuentacuentos en el
pequeño teatro del centro cultural. Y ahí se rea- OTROS ESPACIOS DE LA NARRACIÓN ORAL
lizan en la actualidad las sesiones de narra- EN MONTEQUINTO
ción oral con una participación de entre 80 y De forma excepcional se realizan paseos
100 personas. con cuentos por el cercano Parque de los Pinos,
26 EL AEDO #12
| Exteriores de Dos Hermanas. Narrador Jhon Ardila
donde existen casetillas con libros a modo La programación semanal de los cuentacuen-
de puntos de lectura. tos es un factor a favor de la actividad, nos per-
Una vez al año, la biblioteca organiza la Feria mite fidelizar con los usuarios e ir generando
del Libro del barrio en la que desde hace 26 años pequeños cambios que redundan en el beneficio
no faltan actividades de narración oral en el espa- de todos.
cio público donde se ubica. Cuando el público utiliza un espacio dispuesto
También se han programado cuentacuentos a modo de teatro siempre es mayor la atención
para otros acontecimientos, como la inaugu- y el respeto con el que se escucha. Esto hace
ración de la Plaza Ignacio Pérez Romero, para que participe más de las historias y establezca
celebrar el Día de la Diversidad Funcional o en con el narrador una relación más fluida.
el marco de la actividad Comparte TU Estrella. Por su parte, el narrador se muestra más cer-
Conjuntamente con la biblioteca Pedro Laín cano, incluso más animoso en su forma de narrar.
Entralgo se han organizado sesiones de cuen- Y muestra su agradecimiento por haber podido
tacuentos en un espacio intermedio entre ambas volcar toda la energía en la narración del cuento
bibliotecas, concretamente junto al Lago de la y no en aspectos ajenos a la historia.
Vida en la Ciudad del Conocimiento de Dos Her- Otro elemento a tener en cuenta son los recur-
manas. Para conmemorar el Día Mundial del Libro sos empleados por el narrador. Más allá de la voz de
con la actividad Bicicuentos o para conmemorar cada uno con sus tonalidades, cuando el narrador
el Día Mundial de la Narración Oral a propuesta hace uso de otros elementos (palo de lluvia, obje-
de la Asociación de Profesionales de la Narración tos para crear música o sonidos, etc.) capta mejor
Oral en España. la atención de los participantes. Si se acompaña
Y colorín colorado… del álbum ilustrado de la historia, además de ense-
Aunque a lo largo de la exposición sobre ñar a los más pequeños el vínculo de los cuentos
estos 27 años de la narración oral en la biblioteca con los libros y la lectura, hace que estos muestren
de Montequinto se ha ido respondiendo en parte mayor interés intentando relacionar las imágenes
a las preguntas formuladas, nos centramos ahora con aquello que escuchan.
más en el enunciado de las mismas. En el caso de los narradores, la profesionali-
Los cambios de comportamiento observados dad siempre ha estado por encima de las circuns-
en el público han venido dados por las propias tancias que proporciona cada uno de los esce-
circunstancias ambientales, por los recursos uti- narios en los que se ha narrado. Creo que lo
lizados, por la disposición del espacio, incluso que más condiciona al narrador es el feedback
por el horario elegido para las sesiones. de las personas que se acercan a la actividad.
“
Una de las finalidades principales de la biblioteca es crear y consolidar el hábito de la
lectura en los niños desde los primeros años». La literatura infantil (cuentos, poesías,
canciones, adivinanzas) cumple la función esencial de poner al pequeño en contacto con
los libros; de ahí la importancia de los cuentos con el fin de favorecer la comunicación
y expresión oral de los niños de estas edades y el aprendizaje de la lectoescritura para
etapas educativas posteriores.
“
Por ello, desde el año 1995 nos reunimos en la biblioteca de Montequinto para disfrutar
del acto milenario de contar y escuchar cuentos. Una actividad repleta de oportunidades
para descubrir o reafirmar conceptos de nuestra vida cotidiana, o para trasladarnos a
momentos y espacios imaginarios y ajenos a nuestra rutina diaria. Todo en torno a la
palabra, en un lugar donde se cobijan escritas casi todas las historias de nuestra cultura:
la biblioteca.
(Diego Magdaleno)
“
Una biblioteca que ocupa un espacio cercano a la comunidad a la que sirve, que va dando
respuestas a las necesidades adquiridas por unos usuarios cada vez más comprometidos
y que aspira a ser un punto de encuentro y convivencia de sus vecinos, un espacio para el
desarrollo de la creatividad y la innovación, un lugar para compartir experiencias y sobre
todo, para crecer como personas.
Con el deseo de que estos diálogos hayan sido y siendo conscientes de que muchos otros aspec-
de provecho para tomar más consciencia sobre tos quedan en el tintero, concluimos este artículo
el espacio que habitamos al contar historias dejándolo abierto para seguir dialogando.
DIEGO MAGDALENO
28 EL AEDO #12
Lugares donde
se cuenta
CAROLINA BARREIRA (LILI CUENTACUENTOS)
experiencia de contar en La Casa de Los Grifos, y trenzando historias». Y agrega, para referirse
una villa romana del año 50, que se encuentra a la escucha del público, «al ser un lugar tan her-
en Alcalá de Henares y que conserva, en muy moso y con tanta historia, tanto el público como
buen estado, la mayor y mejor colección de pin- yo estuvimos con una actitud especial de escu-
tura mural de la época en España. «Yo articulé cha, no sé cómo explicarlo, todos sentimos
toda la sesión (de mitología) a partir de los gri- que era un privilegio contar/escuchar allí y la
fos (que dan nombre a la casa), ese fue el tema escucha era extremadamente respetuosa. Contar
de partida, la punta del hilo de la que ir tirando allí fue algo inolvidable».
Casa de los Grifos. Alcalá de Henares. La con- anterior. En sus propias palabras: «por más vuel-
tada fue organizada por el colectivo Légolas den- ta que le daba no me sentía a gusto con el posi-
tro de la celebración de los 25 años de la decla- ble repertorio... lo resolví inventando una histo-
ración de Alcalá de Henares como Patrimonio ria específica para ese lugar, con las montañas
de la Humanidad. de alrededor, el dolmen, el poblado... Es la vez que
Los espacios influyen en la elección del reper- más inquisitivamente ha influido el espacio
torio y si no se encuentra el cuento adecuado, en mi repertorio ¡hasta tener que inventarlo
se inventa. Como le sucedió a Diego Magdaleno para ese lugar! La historia fue escrita y publicada
al contar, esta vez, en el dolmen de Menga (Ante- en un libro por la Junta de Andalucía... pero no es
quera, Málaga), con mayor antigüedad que el lo mismo leerla que escucharla allí, in situ».
30 EL AEDO #12
Similar experiencia la del narrador Salva Tras-
to quien contó dentro de la torre principal de un
castillo árabe, y recuerda que «aunque la acústica
no era buena, el ambiente que se creó, la ener-
gía que nos rodeaba invitaba al recogimiento
y a la escucha, además del olor que era entre
húmedo y a tierra. Similar experiencia vivida
por Paula Carbonell al referirse a contar dentro
de iglesias: «las iglesias son lugares pensados para
el recogimiento y una vez desacralizadas conser-
van sus características rituales, así que cuando
se programa en esos espacios, ayudan al hecho
de contar por la solemnidad del espacio».
Hablamos de espacios con historia en los que la
idea de detener el tiempo o de perder la noción
de este se hace real, como lo afirman los comenta-
rios de Filiberto Chamorro y Juan Gamba. El pri-
mero se refiere a la experiencia de contar en el
Corral de Carbón, Granada (siglo XIV), ocasión
en la que «por el ambiente creado, un cuento
| Corral de Carbón, Granada
tradicional duró la sesión completa» y agrega:
«Fue la primera vez que me ocurrió». En el caso
Similar situación le ocurrió a Salvador Atienza de Gamba, se encontraba contando en un palacio
quien contaba en una antigua bodega habilitada al aire libre y perdió la noción del tiempo: «en
como sala de exposiciones en una casa de la cul- el momento de hacer referencia a que ya se había
tura. «Para el público, este echo de venir de ple- hecho de noche miré al cielo y, efectivamente,
na luz y entrar como a las catacumbas generaba ¡¡se había hecho de noche!! Pero yo no me había
en la gente un halo de misterio que modificó percatado hasta que lo dije».
lo contado hacia lo misterioso. Terminó tenien- Puede suceder también que la historia y energía
do un tono de “historia oculta”, de miedo incluso, del lugar sea tan poderosa que influya y modifique
a lo que sumaba el eco y la penumbra que daba la forma de narrar. Francisco Bordón nos deve-
el lugar». la cómo al contar en el Teatro Circo de Marte,
Charo Pita, tuvo ocasión de contar en la sina- espacio creado en 1871 inicialmente para peleas
goga del Agua de Úbeda (siglo XIV), acompaña- de gallo, el espacio escénico le obligó a respetarlo
da por Manuel Vilas al arpa. Como en los casos y adaptarse. Era tal la presencia del lugar que «le
anteriores, el espacio influyó en la temática de los conté más al edificio que al público, y fue genial».
relatos, en esta ocasión medievales. En cuanto a la Elia Tralalá por su parte nos comenta cómo
escucha del público, la narradora nos comenta: adapta el espacio al contar dentro de iglesias. «Es
«la sonoridad y el recogimiento del lugar, de pie- extraño contar delante del altar mayor, con el
dra, frío, cerrado, surcado de arcos, hizo que el patrón mirándote a la espalda. Para que no haya
público se sintiese trasladado en el tiempo y en demasiado “ruido” en este sentido, suelo poner
el espacio y la historia resonó en las cien per- un telón negro tras de mí que enmarque».
sonas que abarrotaban la sinagoga. En principio, Puede suceder que la adaptación al espacio
el espectáculo estaba diseñado para adultos, pero, no la haga el narrador, sino el público, como
como sucede a veces, se habían llevado a algún nos cuenta Paula Mandarina en su experiencia
peque. Habría una docena entre diez y doce años. de contar en lavaderos. Puede suceder que sea
Ni abrieron la boca ni se movieron del asiento, verano y el momento del cuento sea el térmi-
tal era la atmosfera de escucha que se había crea- no de una calurosa ruta a pie. ¿Cómo se adap-
do. Fue un momento mágico, un paréntesis en el ta el público? Con los pies en el agua mientras
ritmo que impone lo cotidiano». la narradora cuenta. O bien, buscando la sombra.
Por último, quisiera cerrar este apartado para ambientar las historias, comenta Raquel
de espacios con historia para referirnos a los González desde Santa Cruz de Tenerife, y lo
Balcones de Jaca, lugar emblemático desde 1930 corrobora, desde Guipúzcoa, Saioa, quien apro-
al proclamarse desde ellos la primera alcaldía vecha el monte para invitar al público joven
republicana. Desde estos balcones se cuentan a buscar gamusinos y, al llegar la noche, «hacer
cuentos y son muchos los narradores que los un fuego y realizar una contada. Los ruidos de la
han nombrado como espacio a recordar, como noche, el viento... añaden un efecto que lo hace
es el caso de Erica González, quien escoge este maravilloso».
lugar como el espacio inolvidable: «me que- La noche es una buena aliada para generar
do con el público de Jaca escuchando debajo atmósferas mágicas, y es que de noche y en
de los balcones, en ese lugar había mucha magia... la naturaleza vemos menos. Sabe de esto Néstor
era un contar emocionada de ver la reacción, Bolaños quien recuerda lo sucedido al contar,
el ambiente, ver cientos de cabezas reír y emo- en Lanzarote, dentro de una cueva. Aquí, la falta
cionarse contigo». de luz generó poca visibilidad provocando que
«la escucha fuera total. Los cuerpos se oían y el
B. LA NATURALEZA COMO ESPACIO silencio era cómplice». Y es que en la natura-
DE CUENTO leza no hace falta nada para contar, como dice,
La naturaleza es protagonista y escenario desde Sevilla, Diego Magdaleno: «en el bosque
de múltiples cuentos en la literatura. Por eso no necesito equipo de sonido, ni álbum ilustra-
no era de extrañar que fuera un espacio que con- do... ni nada. Ahí está todo. Siento que somos
voque a la narración oral, en sus múltiples formas: oyentes, cuentistas y personajes a la par».
ya sea el bosque o el monte, con sus noches de La naturaleza nos regala escenarios especia-
«boca e lobo», o el desierto, con el cielo plagado les que vuelven al público más cómplice, como
de estrellas. nos cuenta Jesús Tirado al referirse a contar
Bosque y monte se presentan como escena- debajo de grandes árboles en la naturaleza,
rios perfectos, con sus atmósferas llenas de magia un bosque o en un parque, a público infantil.
32 EL AEDO #12
Además, la naturaleza nos entrega o sugiere preciosas y el mar cerca (en el marco del Festival
el repertorio. Y en esto son varios los narradores Mueca de Santa Cruz de Tenerife) para recordar-
que coinciden. Magdaleno comenta: «Elijo cuen- nos otra bella cualidad que tiene la naturaleza: Aco-
tos que me va sugiriendo el camino y lo que en ger al narrador, darle calma, y contener de igual
él sucede con la gente, los animales y las plantas», forma al público. Recuerda: «Estuve muy cómoda,
y Tania Muñoz recuerda los caminos de regreso segura de que mi voz llegaba sin problema, agrade-
después de algunas contadas. En uno de esos paseos cida por el cuidado de la organización en la elec-
termina en un bosque al lado del cementerio. «Era ción del espacio, las condiciones... Disfruté mucho
de noche y la gente iba con linternas, Aurora Maro- contando y no tenía ninguna prisa».
to estaba conmigo y contó un cuento de brujas. Y como hemos hablado de naturaleza y su for-
Al final apagamos las luces, nos quedamos en silen- ma de influenciar las sesiones de cuento, cerra-
cio y miramos el cielo con estrellas». Y sigue recor- remos este apartado con la genial invitación
dando otra ocasión, esta vez en Cocentaina, Ali- que recibió Pep Bruno para contar en un espacio
cante, «iba con Jordi Raúl Verdú, otro narrador natural como es una playa, cerca del mar, espa-
valenciano y nos pasamos todo el rato contándonos cio del que no hay más experiencia que esta…y
historias de lobos, fue fantástico…». Y suma a estos que de hecho no llegó a concretarse… «Me pro-
senderos inspiradores la experiencia de Antonio pusieron contar cuentos eróticos en una playa
Fumero, aunque en su caso la experiencia trajera nudista. Decliné la invitación argumentando
algunas consecuencias personales: «Era un sendero que resultaría muy evidente cuando yo estuvie-
junto a un barranco, y la temática de los cuentos ra entregado en cuerpo y alma a las historias».
el agua. Pues influyó dejando aparecer insegurida-
des que creía superadas». C. CUANDO EL ESCENARIO SE MUEVE…
Y es que, sin duda la naturaleza es moviliza- Los programadores de cuentos (públicos, pri-
dora en muchos aspectos. Y si no, preguntadle vados, colectivos e independientes) buscan nue-
a Raquel López acerca de su experiencia de contar vos espacios para convocar nuevas audiencias para
en el desierto, y les dirá: «Solo saber que estaba los cuentos. En este apartado enunciamos aquellos
allí lo hacía todo diferente y especial, con una que fueron los más nombrados y que coinciden
alegría inmensa». O escuchar a David Acera, en ser experiencias en que la acción de contar
que ha contado cuentos en la comunidad indíge- se ve sometida a importantes factores externos y,
na de Ranchería en el oriente cubano, tras varias a la vez, a las infalibles leyes de la gravedad. Y es
horas de camión y dos horas a caballo. Al llegar que contar cuando tu escenario se está moviendo,
al lugar se encontró rodeado de «taínos», pueblo requiere estar dispuestos a la aventura.
originario de Cuba. Nos cuenta el narrador: «No De contar en autobuses tenemos los recuerdos
sabía muy bien que contar y acabé conectando de Estrella Escriña, Juan Gamba y Pedro Mantero.
con la comunidad gracias al maíz, la base de la Nos cuenta Juan Gamba que la experiencia
alimentación que nos ofrecieron y lo que comía la vivió en México. «Tenía que hacerlo muy bre-
mi abuelo hasta la guerra de España en la que fue ve e insistir todo el rato en que no iba a pedir
militar. El marco me aportó una extraña mezcla dinero, para que me miraran». Pedro Mantero
de calma y excitación». se movilizó en un autobús urbano de Córdoba,
Hemos comenzado con los bosques y el mon- invitado por una asociación de vecinos que rei-
te, nos hemos venido por senderos caminando vindicaba que no anularan esa línea. El conductor
y hemos entrado a algunas cuevas, cruzado no tenía ni idea y costó convencerlo. Y la gente
un desierto, descansado bajo algunos árboles que iba subiendo en las paradas creían que era
y visitado una comunidad indígena… para llegar una cámara oculta.
a la ciudad, y adentrarnos, como no, en la natura- Todo indica que en estas experiencias la orga-
leza cautiva de los jardines y patios, pero no por nización es fundamental para su buen funciona-
ello menos exuberantes, cautivadores y, claro miento. Como da cuenta Estrella quien recuerda:
está, llenos de inspiración cuentera. «Fue una campaña por el día del libro del ayun-
Cristina Verbena nos traslada a un patio cana- tamiento de Fuenlabrada, y fue maravilloso.
rio con un pequeño escenario, microfonía, plantas El público estaba cautivo y muy sorprendido.
34 EL AEDO #12
E. ESPACIOS QUE MARCAN un camino de baldosas amarillas»... emocionando
inevitablemente al narrador.
LAS RESIDENCIAS DE ANCIANOS Y CENTROS
DE DÍA LOS COLEGIOS
Hay varias coincidencias en señalar que un Se trata de otro espacio en el que también
espacio muy particular para contar y que les ha coinciden con mucha frecuencia los narradores.
marcado como narradores, son las residencias De hecho, un 96% de los encuestados cuenta
de mayores. No por el espacio físico como tal, en centros educativos, y para muchos este es un
sino por las atmósferas que estos lugares tienen espacio que deja huella, que te marca. Son luga-
y por cómo te condicionan a la hora de la elec- res en los que los cuentos despiertan «la magia
ción del repertorio, de la forma de narrarlo y de buena» como señala Aurora Cuero. Y es que la
la escucha. experiencia nos ha ido contando que esa mis-
Hay un acuerdo en mencionarlo como ma atmósfera que se creaba en la naturaleza,
espacios que impresionan, para el que hay que de manera natural, muchas veces los narrado-
estar preparados y ser muy flexibles, porque res podemos re-crearla en estos espacios. Agre-
hay muchas variables que manejar. Como señala ga Aurora «creo que contar con el nivel de luz
Alberto Sebastián «en una residencia te puedes atenuado, en espacios pequeños, acentúa la sen-
encontrar con personas con capacidades supe- sación en los niños de estar en una intimidad
riores a las mías compartiendo sesión con otras que comparten con la narradora. Así mismo,
cuya capacidad de atención y escucha está mucho es posible generar una hoguera artificial alrede-
más limitada. Eso es algo que condiciona y cam- dor de la que se cuenten los cuentos. Cada cria-
bia el esquema que llevas preparado». tura trae su palo y su piedra y con todas ellas
Aquí, las palabras de Elia Tralalá son a tener construimos el fuego comunitario que nos hace
en cuenta: «En las residencias de ancianos debes olvidar dónde nos encontramos y viajar fácil-
tener una gran capacidad de adaptación a las mente a lugares de cuento».
circunstancias y estar preparado a la improvi-
sación». Y es que habla por sus diferentes expe- F. ESPACIOS MENOS HABITUALES
riencias, desde llegar con un cuidado vestuario Hospitales y cementerios resultaron ser los
y ser vestida completamente con el traje EPI dos espacios menos señalados por los narrado-
(en pleno contexto de pandemia) a «que cantes res en esta ocasión. Nos ha parecido interesante
un romance y un hombre, que se supone que ve recalcar este hecho porque nos parecen lugares
poco y oye menos, lo tararee contigo; que en en los que la narración ha tenido y tiene un lugar.
mitad de un cuento una señora de cien añitos Cristina Verbena nos comentó que ha tenido
que está sentada tranquilamente en una silla la ocasión de contar en hospitales: en una sala
se quede dormida y se caiga. Por suerte no le común y también, en dos ocasiones, yendo habi-
pasó nada, aparte del chichón. Y que al acabar tación por habitación.
unos te digan que se lo han pasado muy bien, En cuanto a contar en los cementerios, Jackeli-
y otra a la que le pregunta una de las empleadas ne de Barros nos comenta que, con ocasión de cele-
si le ha gustado, conteste: ¡no!». brar los diez años del fallecimiento de un señor,
Algo en lo que coinciden los narradores le solicitaron preparar una sesión de cuentos: «Fue
que han vivido la experiencia de contar en una maravilloso porque trabajé a partir de recuerdos
residencia es que cuando se da la magia, se te y anécdotas de la vida del difunto, facilitados
olvida todo lo malo o complejo que pueda haber por familiares y amigos. Fue un momento de reco-
sido la sesión y su escenario. Así lo comenta gimiento, alegría y humor. Fue un reto que me
Estibi Mínguez quien, en una sesión con adultos, ayudó a retomar una costumbre muy antigua, la de
pero esta vez en el Instituto de Enfermedades contar historias entorno al difunto. Solo que en
Neurológicas de Castilla-La Mancha, en Guadala- esta ocasión fue diez años después de su falleci-
jara, al invitar a los mayores a pensar y nombrar miento. También me permitió hacer una recrea-
aquello que les gustaría recibir de regalo, un hom- ción de algunos ritos funerarios antiguos que el
bre mayor, llamado Agustín le dijera «Yo quiero público disfrutó y yo también».
36 EL AEDO #12
CONCLUSIONES FINALES: en el público, especialmente en la escucha. Y es,
El espacio, sin duda, influye y modifica la for- en muchos momentos, el generador de la selec-
ma en que contamos, seamos conscientes o no ción del repertorio, especialmente cuando habla-
de este hecho. Influye tanto en el narrador como mos de contar en la naturaleza.
(En la encuesta realizada se nombran muchos espacios en los que en algún momento se han
contado cuentos. Hemos querido preparar una lista donde, sin repetir ninguno, se nombran todos,
según un relativo orden alfabético.)
A: autobuses, anfiteatros, azoteas, almacén de un bar, aula de colegio.
B: barcos, balcones, bosque, bolera, bodas, barrancos, balcón en La Mata, bodegas antiguas
(Yunqueras).
C: claustros, carpas, cárceles, cementerio, casas particulares, castillo, cuevas, cárcel, Cueva
de los Verdes, (Lanzarote), centro comercial, caseta de campaña, centro de día, chiringuitos
en la playa, Castell Vell de Castelló, casas de acogida en África, casa consistorial, Corte
Concepción, carro tirado por mulas, la Cripta de los Mendoza (en la Iglesia de San
Francisco), casa de Neruda en Valparaíso-Chile, caballerizas del Palacio Ducal (Pastrana).
D: desierto, depósitos de agua (Alicante)
E: expositores maquinaria agrícola, estaciones del metro, escenario de un teatro, entre
embarcaciones, ermitas, escaleras, esquina del agua, Ermita de Belén (Albacete)
F: fiesta, feria ganadera, faro, rincones sombreados de fincas, el foso de los monos de El Retiro,
junto a una fuente de piedra.
G: garaje de Benicàssim.
H: hospitales, hoguera, hoteles, huertos, hogueras de san Antón.
I: iglesia
J: jardines, jardines botánicos.
L: laguna en la naturaleza, lavaderos, lavadero de Vilafamés.
M: mercado de abastos, monumentos, montaña, monte, mercado de Vinaròs y también el de
Segovia, mezquitas, molino, museo La cueva pintada, en Gáldar, (Gran Canarias)
O: oficinas de turismo
P: parques, plazas, puerto, palacios, parque de viveros de Ulia, patios, parking subterráneo,
palacete, pinar, piscinas, pinada, cerca de un pozo, patios privados, plaza de toros preparada
para la ocasión, el Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo.
R: residencias de mayores.
S: sinagoga, senderos en la naturaleza, salón casa particular, el Salón Chino (del Palacio de la
Cotilla).
T: taxi, terrazas junto al mar, tienda de campaña, teleclub de Cantavieja
CAROLINA BARREIRA
(LILI CUENTACUENTOS)
| Pep Bruno
En este número de el AEDO dedicado a los luga- Esto deja fuera eventos de una gran trayecto-
res de cuento hemos habilitado un rincón para ria como el «Alcalá Cuenta» (Alcalá de Henares,
los espacios históricos, esos lugares con mucho Madrid), o el «Cuenteando que es Gerundio»
cuento o, mejor, esos lugares que llevan mucho (Aguilar de Campoo, Palencia), o el «Contando
tiempo siendo hábitat natural del cuento contado.
Cuentos» (Salamanca), o el «Festival de Narrado-
Hemos establecido un criterio temporal para
res Orales de El Espinar» (El Espinar, Segovia),
considerar que un lugar es histórico: aquellos
por poner algunos ejemplos que comenzaron
sitios en los que se programan y suceden cuentos
su andadura en 2001.
contados de manera continuada desde el pasado
siglo hasta nuestros días los hemos considera- Dicho esto, aquí va un listado de lugares
do lugares históricos del cuento contado, espa- con mucho cuento. Pero antes vayan por delante
cios con solera, programaciones de historias nuestras disculpas porque es posible que no estén
con mucha historia. todos los que son. Pero sí son todos los que están.
38 EL AEDO #12
FESTIVALES En 1996 se inició el Festival Internacional
El decano de los festivales de narración del Cuento de Los Silos (Tenerife). El festival
en España, el «Cuenta con Agüimes», comen- surge tras asistir su director, Ernesto Rodríguez
zó su andadura en 1991 en la Villa de Agüimes Abad, al Maratón de los Cuentos de Guadalajara,
y quedar prendado de la fiesta de la palabra dicha.
(Gran Canaria). Vivió años de mucha activi-
Y aunque el festival no es un maratón propiamen-
dad con extensiones por, prácticamente, todas
te dicho, sí que lleva en su ADN la celebración
las Islas Canarias e incluso el norte de la penín-
popular del cuento contado. El Festival Interna-
sula (con la propuesta de «Conta con Narón»)
cional del Cuento de Los Silos goza de muy buena
de la mano de su director, el añorado y querido
salud y convierte al municipio de Los Silos en la
Antonio Lozano. En la actualidad el festival con-
capital del cuento contado durante los días de su
tinúa con su propuesta narrativa de gran calidad.
celebración.
Un festival que comenzó en el mismo año También en 1996 apareció el BITA, el Fes-
(unos meses más tarde), pero que ya no está, tival de Narración de Cuenca, que se celebra
es el FIO, el Festival Internacional de la Orali- con periodicidad bianual. Las siglas BITA (Bie-
dad de Elche (Alicante). A pesar de que ya no nal Internacional de Teatro de Actor) pueden lle-
existe lo traemos aquí porque sí pervive una de var a confusión puesto que la asociación que lo
sus extensiones, los Cuentos a la luz de la Luna organiza está centrada, desde 1994, en discipli-
que se realizan cada julio en Jaca (Huesca). Este nas escénicas como la narración oral o los títeres,
evento de dos días comenzó, como decíamos, además del teatro. Por eso cada dos años el BITA
siendo una extensión del FIO, pero en el año 2000 incluye un completo programa de narración oral
inició su andadura de manera independiente. para la ciudad de Cuenca.
Fue en el año de 1997 cuando, vinculado en Alcalá La Real (Jaén) a lo largo de tres o cuatro
al Maratón de Cuentos de Guadalajara, nació días de julio. La programación de narración oral
el Festival de Narración Oral de Guadalaja- ha estado siempre muy cuidada a pesar de que
ra. Este festival pretende ser un espacio en el el festival en un gran evento que reúne a unos
que los narradores y narradoras profesionales cuantos miles de personas durante su celebración.
puedan contar espectáculos completos durante En 1999 comienza su andadura «En Úbeda
el maratón, pero no en su escenario principal se cuenta», una fiesta muy popular de la palabra
(en el Palacio del Infantado), sino en el Teatro dicha. Este gran evento de narración está organi-
Moderno. Desde hace unos pocos años el Festival zado por la Asociación Malión, cuyos componen-
dejó de ocupar las dos tardes del maratón (vier- tes, en su mayoría profesores y profesoras, y todos
nes y sábado) y pasó a ocupar solo una tarde (la ellos entusiastas del arte y el folklore, habían asis-
del sábado), cediendo la otra para los Inauditos. tido y disfrutado de otros festivales de cuentos
En 1998 surge el Cuentantón, itinerario (como Cuenta con Agüimes, el FIO, el Maratón
de narración oral de las hogueras de Chelva de cuentos de Guadalajara…) y decidieron poner
(Valencia). Es el primero de los grandes even- en pie un evento de narración oral en su munici-
tos de narración oral que se celebra en el año, pio: Úbeda (Jaén). «En Úbeda se cuenta» continúa
ya que está asociado a la festividad de San Antón su andadura con muy buena salud.
(de gran importancia en el municipio) que es En el año 2000 se celebró la primera edición
el 17 de enero. Este gran evento de narración del Festival de Narradores Orales de Segovia,
es, por sus características, único en nuestro país; un evento muy cuidado que convoca a lo largo
que nosotros sepamos no existe otro evento en el de una semana de julio a segovianos y segovia-
que estén tan íntimamente ligados los cuentos nas para escuchar cuentos e historias contadas
contados y el fuego. de viva voz en el patio de la Casa de Andrés
También en 1998 los cuentos contados pasaron Laguna, donde noche sí y noche también se llena
a formar parte de la programación del Etnosur, el aforo de más de 350 butacas. Una particulari-
un gran festival de música y artes que se celebra dad de este evento es que vinculado a él encon-
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tramos a Alfonso Arribas y Elisa Yagüe, las dos labor, maratones que se desarrollan en un ámbito
personas que más crítica han escrito en prensa muy local pero que se convierten en una popular
sobre espectáculos de narración oral. celebración del cuento contado.
En 2000 comenzó su andadura el Maratón
MARATONES de Cuentos de Las Palmas de Gran Canaria. Está
En 1992 se celebró la primera edición organizado por la Biblioteca Insular del Cabildo
del Maratón de los Cuentos de Guadalajara, de Gran Canaria y forma parte de una progra-
sin duda una de las grandes fiestas de la narra- mación más amplia denominada «Días de Cuen-
ción oral a nivel mundial. Un evento muy popular tos» en la que se incluyen muchos otros eventos
que se celebra el tercer final de semana de junio de narración oral a lo largo del año. De algu-
y que reúne a narradores y narradoras de todo na manera el Maratón de Cuentos es un fin de
el país y de muchos otros lugares del mundo. fiesta antes del verano. Un elemento particular
Se cuentan por miles las personas que asisten de este maratón son los «Cuentos por teléfono»,
como público al Maratón o a sus otras activida- un servicio de narración de cuentos por teléfono
des paralelas (Monucuentos, Maratones viaje- que se realiza a lo largo del día mientras se está
ros, Palabra viajera, etc.). El Maratón de Cuen- celebrando el maratón en el escenario principal.
tos de Guadalajara es parte del ADN de la ciudad En no pocas ocasiones han sido insuficientes tres
de Guadalajara y de sus habitantes, pero también líneas para atender las llamadas demandando
es, de alguna manera, un fragmento importante cuentos contados.
del alma del colectivo de narradores y narradoras
orales de este país. CICLO
Hay otros maratones como el de Lorca (des- En el año 2000 se celebró el primer «Vera-
de 1994) y el de Benalmádena (desde 1995) nos de cuento» de El Sauzal (Tenerife), que lle-
que comenzaron su andadura a finales de los va los cuentos contados a los viernes de verano,
noventa del pasado siglo y que continúan con su dos de julio y cuatro de agosto. Lo particular
PROGRAMACIÓN ESTABLE
42 EL AEDO #12
que llevan programando cuentos contados en sus
tres bibliotecas desde la década de los noventa
de manera ininterrumpida. De hecho, cuando
la programación de cuentos comenzó solo había
una biblioteca en el municipio y, en la actuali-
dad, son tres, y los cuentos contados se celebran
todos los viernes en las tres bibliotecas. Pero
insisto, son muchas las bibliotecas que progra-
man de manera continuada cuentos contados.
CAFÉS
PEP BRUNO
Algo extraordinario sucede rara vez y, cuando nización de estos festivales, cómo llegan a cono-
pasa, es algo fuera de lo común, fuera del orden cer esos sitios, si hay tipos de espacio ideales
general y que se valora como mayor o mejor para tipos de cuentistas y la recepción por parte
que lo ordinario. de estos y del público de dichas experiencias,
Los espacios físicos de narración que son con- entre otras cuestiones.
siderados extraordinarios en este artículo cum- Antes de meternos en harina, permítanme
plen esas premisas: en ellos se cuenta rara vez presentarles brevemente estos festivales para
(a lo mejor una vez en la vida de quien narra), poder embarcarnos en este viaje hacia lugares
no están concebidos como espacios escénicos maravillosos.
inicialmente (y puede que no lo vuelvan a ser El Festival Internacional del Cuento de Los
más allá de esa sesión de cuentos) y, además, tanto Silos lleva veintisiete años ofreciendo, entre
por quien organiza, por quien cuenta y por quien los meses de noviembre y diciembre, sesiones
escucha, son valorados como algo especial. de narración en este pequeño pueblo del noroes-
Para poder hablar de lugares fuera de lo común te de Tenerife en el que el propio pueblo se con-
he entrevistado a cinco personas que organizan vierte en escenario del cuento.
festivales de cuentos en España. Estos festivales El festival EVA (En veu alta, En voz alta), suce-
han sido nombrados por cuentistas que, al pregun- de en la comarca del l’Alt y El Baix Penedès y el
tarles sobre lugares especiales en los que han con- Priorat; es un festival que lleva realizadas diecio-
tado, han coincidido en que estos eran destacables. cho ediciones en Penedès y catorce en Pradell,
Las personas entrevistadas han sido: Ernesto en El Priorat. Tiene vocación de descentraliza-
Rodríguez Abad (Festival Internacional del Cuen- ción territorial, de manera que pretende aproxi-
to de Los Silos en Tenerife), Cristina Temprano mar la cultura a todos los segmentos sociales
(Palabras al Vuelo, Festival del cuento contado y territoriales.
de Lanzarote), Diego Magdaleno (Un Andévalo El Festival Palabras al Vuelo ha cumplido
de Cuentos y Una Mina de Cuentos en Huelva), este año su décima edición y sucede cada otoño
Raquel López (Cuentos de vida y muerte en Ali- en diferentes municipios de la isla de Lanzarote
cante) y Jordina Biosca (Festival EVA en comar- y en espacios muy variados que van desde los tea-
cas pertenecientes a Barcelona y Tarragona). tros hasta las cuevas.
En este texto pretendo resumir las ricas con- En Un Andévalo de Cuentos, que ha finaliza-
versaciones que tuvimos sobre por qué y para do sus seis ediciones y que ahora continúa como
qué incluir espacios extraordinarios en la orga- Una Mina de Cuentos en la comarca vecina,
44 EL AEDO #12
| F e s t i v a l E VA , c o m a r c a s d e l l ’ A l t y E l B a i x P e n e d è s y e l P r i o r a t
se acude a los diferentes pueblos para recopilar concebir el pueblo y la propia comarca como
historias o anécdotas contadas por las personas espacio para el cuento. Es una zona agrícola, poco
mayores del lugar para, tiempo después, devol- turística. Se trata de poner en valor y reivindicar
ver en lugares de ese mismo pueblo las historias, un paisaje, una arquitectura». (Ernesto)
contadas por profesionales de la narración oral Tanto Ernesto como Jordina coinciden en la
a través de una ruta única preparada, relacionan- idea de que, si se lleva a cabo una actividad en un
do las historias recopiladas con los lugares de los espacio fuera de los comunes, los ayuntamientos
que se habla en ellas. lo prepararán, lo limpiarán y lo cuidarán.
Hablaremos, además, de los Pozos de Garri- «Los lavaderos, por ejemplo, o la Cueva
gós, en el Museo de Aguas de Alicante, donde de Eufrasio no estaban en condiciones. Reivindi-
se ha programado narración oral en tres edicio- carlos como espacios para el cuento, reconocer-
nes del Festival de Teatro Clásico y donde este
los como emblemáticos y favorecer su cuidado
año ha tenido lugar la primera edición del festival
ha ido más allá de una labor artística y se ha con-
Cuentos de Vida y Muerte.
vertido en cultural e histórica». (Ernesto)
Ernesto, Jordina y Cristina hacen referencia
¿POR QUÉ PROGRAMAR EN ESPACIOS
EXTRAORDINARIOS? ¿POR QUÉ SALIR a que programar en este tipo de espacios es una
DE LOS LUGARES YA CONOCIDOS? oportunidad para la gente de conocer esos terri-
«La narración es una actividad que pue- torios. Es importante, insisten, ubicar estos
de hacerse en cualquier espacio que deviene lugares en el mapa, hablar de ellos, relacionarlos
en escénico porque se narra en él, se puede esco- con la cultura.
ger el que se quiera, solo se requiere una nueva Comentan que la palabra nos otorga cierto
mirada sobre el espacio». (Jordina) poder de reivindicación y seleccionar esos espacios
«Experimentar con los espacios lo exigía para que se narre en ellos es una forma de valorizar-
el propio pueblo, al no haber teatros y salas espe- los como parte importante del pueblo o la comarca,
cialmente escénicas. Eso hizo que fuera sencillo de conocerlos desde otro punto de vista.
Además, se habla de la importancia que la a un público que a lo mejor no iría, que tienen
vivencia trae consigo. «Se trata de crear momen- ideas preconcebidas, por ejemplo, sobre acudir
tos extraordinarios y hermosos alrededor al teatro y, sin embargo, está más predispuesto
del cuento y para eso, el espacio es imprescindi- a ir el día de la caminata». (Cristina).
ble: es un alto porcentaje de lo que sucede, lo que «Programar en las plataneras, por ejemplo,
se percibe, el ambiente que se crea, cómo puede y llevar los cuentos a los trabajadores, ha hecho
sentirse el público, artistas, personas de la orga- que descubran lo que es la narración y que luego
nización...». (Cristina) se sientan parte del festival y acudan al pueblo
Por otro lado, facilita el llegar a nuevo público: a ver algún evento». (Ernesto)
«Crece la cantidad y variedad de público gracias También se trata de conectar el cuento con su
esencia: «Se narraba en la vida cotidiana en esos
a la variedad de espacios. Si hay un amplio aba-
lugares y es lo que queremos recordar». (Diego)
nico hay más posibilidades de llegar a gente dife-
«Se reivindica el arte escénico por un lado
rente, que también es un objetivo, y eso se consi-
en espacios más escénicos y, por otro lado,
gue creando una experiencia rica y emocionante
se conecta con lo más humano en los espacios
a través del cuento y del lugar». (Cristina)
naturales, la gente se siente en comunidad».
«Jugamos con el doble recurso de una bue-
(Cristina)
na programación, pero también de un espacio
muy atractivo, para que la gente tenga más de ¿EN QUÉ ESPACIOS EXTRAORDINARIOS SE
una motivación para acudir, especialmente per- PROGRAMAN CUENTOS EN TU FESTIVAL?
sonas que no conocen o entienden lo que es la Raquel nos cuenta que Cuentos de Vida
narración». (Jordina) y Muerte tiene lugar en aljibes excavados en la
«Muchas personas que ya han acudido roca viva del monte Benacantil, los conocidos
a eventos de otras ediciones desean volver y lle- como Pozos de Garrigós, que durante la segunda
van a otros que no han ido, que no saben a lo mitad del siglo XIX abastecieron a la ciudad con el
que van y que se quedan fascinados. Así, se llega agua de lluvia. A comienzos del siglo XX, parte
46 EL AEDO #12
| Cuentos de Vida y Muerte, Alicante
de los depósitos pasaron a ser la vivienda habi- Otro espacio han sido las bibliotecas de los
tual de la familia Garrigós y en 1937 fue, inclu- hogares, también los patios, lugares con un
so, refugio antiaéreo en la Guerra Civil. Con los encanto especial, donde realmente se conta-
años acogió un cine, una asociación y ahora es un ban los cuentos y anécdotas, historias de vida
espacio cultural y didáctico en torno a la gestión y chismes. También los balcones, con la per-
del agua, parte del Museo de Aguas y lugar donde sona que cuenta en él y el público abajo,
se celebra este festival. «Es como entrar en cue- en la calle.
vas, aunque no son cuevas, adentrarse en la roca, En los propios pueblos, Cristina, Ernesto
en un ambiente muy íntimo». y Diego hablan de las calles y las plazas, de los
Tanto Jordina, como Ernesto y Cristina, pro- mentideros, lugares donde la gente salía a las
graman también en cuevas. En el Festival Pala- puertas de las casas, ponían sillas y se contaban.
bras al Vuelo, uno de los encuentros más espe- «Se trata de sacar de nuevo el cuento al aire
rados, uno de los lugares estrella, es la Cueva libre, que es un lugar natural del cuento. Se recu-
de los Verdes, una parte espectacular de un tubo rre mucho a la imagen del cuento al amor de la
volcánico. En el Festival EVA, la cova del Rector lumbre, pero también las personas del sur sue-
Pradell de la Teixeta también lo es. len pasar mucho tiempo al aire libre, y al ter-
En Los Silos, Ernesto enumera gran cantidad minar la jornada laboral continúan al aire libre
de espacios fuera de lo común. contando historias en estos lugares: las fuentes
En primer lugar, diferentes estancias en las cuando los arrieros se encontraban allí, en el
casas particulares de las vecinas del pueblo: mercado, en la fuente del lavadero, en la plaza,
zaguanes, antesala de la casa, un espacio suge- a las puertas de las iglesias...». (Diego)
rente dejando la calle atrás, pero sin entrar Se nombran también en todos los festivales
del todo en el domicilio; las salas particulares, lugares de patrimonio etnográfico y cultural
utilizadas en las sesiones llamadas «Tresillos de interés, edificios emblemáticos, rincones
de cuento», en los que se narra a cinco o seis históricos como: quintas, masías, castillos, pala-
personas y es común que la anfitriona de la casa cios, claustros, iglesias o ermitas. Espacios pro-
invite a un café o licor de Ruda. tegidos, a los que en ocasiones la gente no tie-
ne acceso y que, gracias a programar en ellos, Los cuentos en ruta, escuchados a lo largo
son conocidos y visitados. de senderos donde la gente disfruta de la natu-
Los lugares relacionados con el agua tienen raleza y de las historias en diversas paradas,
especial mención: las fuentes, que han sido nom- son programaciones comunes en estos festiva-
bradas varias veces por Diego (Fuente Cañería les: senderos entre volcanes en Lanzarote, reco-
Vieja, en Paymogo) y Jordina (La Font Clara, rrer el bosque Castellvi de la Marca i Mediona,
El Rebato y la Font Santa, en Subirats), los lava- subir al Monte del Agua en Tenerife... En estas
deros en Los Silos, puestos en valor gracias al fes- rutas las paradas se realizan también en espacios
tival y los aljibes del Museo de Aguas en Alicante, especiales: un antiguo castaño en el que la gen-
que normalmente, cuando se visitan, incluyen te se sentaba a hablar tiempo atrás, una charca,
sonido de agua y diseño de iluminación con lo una poza, un río (de nuevo el agua) o el cráter
que se recuerda lo que un día fueron. de un volcán.
En las islas también se programan cuentos En Lanzarote y El Alto Penedés se cuenta
en la costa o incluso mar adentro. En Los Silos también en viñedos (La Geria, la ermita de Sant
se ha programado en la edición de este año una Joan de Lledó en Sant Martí Sarroca o el exte-
ruta de cuentos por la costa en bicicleta. Otros rior del monasterio de Sant Sebastià dels Gorgs
años se ha contado en un charco natural o en en Avinyonet).
el Horno de la Cal. En Lanzarote se ha progra- En Los Silos, que es una zona agrícola, se ha
mado «Maresía de cuentos», veladas de cuentos programado también en plataneras y fincas, luga-
en la playa, y lo que es una de las joyas del fes- res donde la gente trabaja. «Son sesiones en las
tival: cuentos en catamarán, donde el público que se integran el sonido de los lagartos movién-
se sube al barco y disfruta de un concierto y de dose, la brisa balanceando las hojas, los pájaros
una sesión de cuentos, Atlántico adentro. que llegan y la vista de las montañas detrás».
¿Imaginas escuchar cuentos dentro de un faro (Ernesto)
al que no está permitido acceder durante el año? Por último, los que más mencionaron las per-
Pudo pasar en el Faro de Teno dentro del Festival sonas encuestadas: narrar en los cementerios en el
de Los Silos. festival EVA. Jordina nos cuenta que se ha progra-
48 EL AEDO #12
mado en tres cementerios distintos del Bajo Pene- una de las piezas va funcionando y va formando
dés, lugares muy singulares y especiales. parte de un engranaje». (Jordina)
ENTONCES... ¿SE PUEDE PROGRAMAR CUENTOS ¿CÓMO LLEGAS A CONOCER ESOS LUGARES?
EN CUALQUIER ESPACIO? ¿PARA QUÉ AFORO? ¿QUÉ
Jordina y Cristina coinciden en lo siguiente:
SUCEDE CON LOS MEDIOS TÉCNICOS?
cogiendo el coche, yendo de excursión, descu-
«Encuentras un pequeño bosquecito, un cla- briendo lugares, hablando con la gente, pregun-
ro y un muro de piedra. Ahí pones sillas y unos tando.
focos y es un lugar perfecto para contar. El espa- «A veces, sin pretenderlo, se pasa por un
cio a veces te da todo». (Jordina) lugar y piensas: aquí pueden contarse cuentos».
«Cualquier sitio es un buen lugar para con- (Cristina)
tar, pero no es lo mismo un faro, una platanera, «Preguntando he conocido casas privadas
un callejón o un charco natural en la costa. Hay que
con bodegas, patios, higueras bajo las que contar.
cuidar las distintas propuestas». (Ernesto) Cuando los ayuntamientos tienen buena predis-
«Los pozos no son un lugar preparado para posición, eso facilita el descubrimiento de luga-
que sea escénico, pero colocando sillas y focos res». (Jordina)
se convierte en escénico. La acústica, con gente, «La gente del pueblo ofrece sus espacios, “yo
es muy buena». (Raquel) también tengo una biblioteca en la que se puede
«Deben darse unas condiciones mínimas: contar” o “en mi salón, en mi balcón se puede con-
que no estén al paso del tráfico, que la gente ten-
tar”. Hay, tal vez, que traspasar muchas habitacio-
ga donde sentarse, que estén a la sombra... y sines para llegar al sitio en el que se va a escuchar,
no tienen donde sentarse, la parada tiene que ser
y conlleva mucha generosidad por parte de las
corta». (Diego) propietarias». (Ernesto)
En las respuestas sobre el aforo y los medios Quiero hacer especial mención a la forma
técnicos todas coinciden: depende del espacio. de conocer y escoger los espacios en Un Andéva-
El lugar determinará la cantidad de aforo y si lo de Cuentos y Una Mina de Cuentos. Los luga-
se necesita sonido o iluminación. res donde se para durante la ruta de cuentos
Las cuevas, normalmente, admiten una capa- son sugeridos por las personas mayores del pue-
cidad limitada de personas (sesenta, por ejem- blo. Esos espacios de los que van a hablar ya no
plo) y puede hacerse sin micrófono, pero nece- existen o existen de otra manera: las fuentes,
sitan luz. el suelo... «¿Qué lugares del pueblo quieren mos-
Los senderos también permiten un aforo trar?» pregunta Diego. Y si esos lugares han sido
muy limitado (treinta personas, por ejemplo) incluidos en las anécdotas o historias de vida
y no se utiliza sonido ni iluminación. que han contado sobre su infancia y juventud,
Hay espacios en zonas junto al mar que requie-
se cuenta en ellos. «Puede haber un espacio estu-
ren microfonía y a los que puede acceder mucha pendo en el pueblo para contar y conocer, pero
más gente, por ejemplo. si no se ha nombrado, o si está demasiado lejos,
En algunos festivales, como el de Los Silos no nos sirve».
y el EVA, suceden muchos eventos simultáneos. Es importante estar dentro. Los lugares lle-
En Los Silos, pueden ser más de cien en cinco gan si estás presente, comenta Ernesto, y ase-
días. En el EVA se ha llegado a treinta y un muni-
gura que no haría el mismo festival ni pro-
cipios la pasada edición. gramaría en esos espacios si no se sintiera
«A nivel logístico, requiere mucho trabajo parte de ellos de alguna manera o si no viviera
de producción y regiduría» (Ernesto) en el pueblo.
«Cuando los ayuntamientos han decidido
qué espectáculos escogen de los que proponemos ¿QUÉ APORTA EL ESPACIO A LA NARRACIÓN?
en el catálogo, hacemos una visita técnica con la ¿HAY ESPACIOS PARA TIPOS DE
persona de producción de ese ayuntamiento. NARRADORES/AS?
Se deciden entonces los espacios, si se requieren En Un Andévalo de Cuentos y Una Mina
o no medios técnicos, cantidad de aforo... Cada de Cuentos, «El espacio influye completamente
en el cuento, hay una relación absoluta entre Por otro lado, hay narradores que tienen
lo que se cuenta y el lugar donde se cuenta, ya que un estilo que pide lugares íntimos y que den pie
en los pueblos hacemos un tour de la memoria a lo poético y hay gente que ocupa mucho espa-
y el espacio. Esos cuentos, tal cual están, luego cio, que sigues el hilo por lo corporal y que
no son viables en otro sitio». (Diego) van bien en lugares más amplios o abiertos.
Todas las personas entrevistadas están Muchas veces se valoran los lugares en fun-
de acuerdo en un punto: en estos lugares extraor- ción de las propuestas de los cuentistas y a veces
dinarios el espacio tiene un protagonismo tal que es al contrario».
para el público va a ser una gran vivencia. Solo «El espacio afecta a la sesión de cuentos.
proponer llevarlos a ese lugar y que disfruten Hay que escoger tipos de narradores/as que uno
la experiencia de llegar y estar ahí, es mucho. sienta que conectan con ese lugar por la forma
Aporta tanto el espacio en estas ocasiones que con la que cuenta o por el repertorio que suele
«muy mal habría que hacerlo para que no se vaya tener». (Ernesto)
el público contento». (Raquel) Cristina comenta:
«El mismo espectáculo programado en otro «En el barco, por ejemplo, es bueno que la per-
lugar, con otro aire, tiene otro sentido». (Jordina) sona a la que se programe tenga humor, sea sim-
«La valoración del espacio es la valoración pática y conversadora, que genere distensión
de la cultura, de lo agrícola, de las gentes. Llevar y relajación, que es lo que la gente está deseando
los cuentos a estos sitios va mucho más allá de lo vivir en un barco. Alguien que sabe interactuar,
que se pide normalmente, pero cuando los cuen- que tenga capacidad de improvisación.
tos llegan e invaden esos lugares, son tan impor- Hay narradores/as a los que ves contar por ahí
tantes como lo que se cuenta». (Ernesto) y de pronto te imaginas dónde le verías contando
Sobre si hay espacios para tipos de narrado- en tu propio festival en un espacio concreto».
res/as, las opiniones son bastante parecidas. Raquel y Jordina, para programar en ese espa-
Jordina nos cuenta: cio, sacan una convocatoria. A la hora de selec-
«Se intenta que el repertorio vaya ligado al tipo cionar, valoran especialmente a narradores
de espacio en el que se cuenta, pero no siempre y narradoras que trabajen con la palabra desnu-
tiene que ser así. No hace falta contar cuentos da, tradición oral, sin requerimientos de atrezo
de muertos en el cementerio, pero a veces sí. ni elementos extra.
50 EL AEDO #12
| Un Andévalo de Cuentos, Huelva
Raquel comenta: «En la cueva encajan Cristina, Jordina y Ernesto hacen referencia
de maravilla personas naturales, arraigadas en diferentes momentos de la entrevista a la
a la tierra, que cuenten cuentos tradicionales, importancia del contacto cercano y diálogo entre
cuentos de pícaros, de mujeres listas... En la quienes cuentan y quienes escuchan e incluso
forma de contar, la teatralización, la impostura, las relaciones que se generan entre el público.
no encaja. El público está muy cerca. Se necesita Aluden a la intimidad que se genera en los espa-
que el que cuenta lo haga como en un entorno cios, a la experiencia compartida que supone
doméstico. Yo reivindico lo doméstico y lo inten- entrar junto a personas desconocidas en una
to recuperar para llevarlo a escena». cueva o hacer un sendero. Facilita un contacto
y una relación que, además, se repite de edición
¿CÓMO RECIBE EL PÚBLICO Y LOS en edición, ya que el público termina conocién-
NARRADORES INVITADOS EL ESPACIO? dose e incluso generando relaciones.
Ernesto, hablando de las sesiones que se pro- En el caso de Un Andévalo de Cuentos, la for-
graman en los diferentes lugares de las casas, ma en la que viven la experiencia todas las per-
comenta: «Estos espacios íntimos favorecen dis- sonas implicadas es muy especial: las mayores
frutar de lo mínimo, no solo de lo grandioso, pro- disfrutan de lo que han contado en los lugares
pician conversaciones con el público». que ellas han mencionado en la voz de profe-
sionales de la narración. El público, del pue- «La gente que va por primera vez se queda
blo o lugares vecinos, puede conocer ese lugar fascinada, lo inesperado gana protagonismo».
de una forma especial, desde dentro, ya que (Raquel)
no solo visitan el lugar que es sino el que fue a En general, en todos estos espacios el público
través de las historias de infancia y juventud reacciona muy bien, la respuesta es muy positiva.
que se cuentan. Narradores y público quedan muy agradeci-
El narrador, la narradora, llega a conocer dos». (Jordina)
en persona un lugar que solo intuía a través de los Sobre cómo recibe el narrador o la narrado-
cuentos y anécdotas que ha preparado.
ra contar en un espacio extraordinario depende
«Quien narra va a estrenar un espectáculo
del tipo de espacio.
único en un espacio no especialmente escéni-
«Genera desconcierto al narrador o narradora
co, nuevo y desconocido, un pueblo con lugares
antes de ir, que no han contado en un lugar así.
vivos en los que puede pasar cualquier cosa.
Es una sorpresa mayúscula porque el espacio
Como programador incluyes espacios que no
hace mucho». (Raquel)
son a priori confortables, pero todo se hace cómo-
do a nivel de experiencia: sucede una alegría, «Hay, por ejemplo, una narradora francesa
una sorpresa, una conexión entre las personas, que nunca ha estado en una platanera y claro,
una magia que hace que todo fluya». (Diego) no sabe a dónde va, pero explicándole y enviando
«A veces no sabes si va a surgir la magia o el fotos se va haciendo a la idea». (Ernesto)
desastre, pero el lugar es bastante determinante, «Muchas veces no se hacen a la idea de lo
transporta a un plano. En ocasiones el espacio que se le está proponiendo, pero como el espa-
es muy bonito o es un día radiante o el río pasa cio está cuidado y preparado suelen sentirse bien
cerca... y todo coge más cuerpo». (Jordina) y pasan de la sorpresa al disfrute». (Cristina)
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| Palabras al Vuelo, Festival del cuento contado de Lanzarote
LAURA ESCUELA
54 EL AEDO #12
Habitar el cuento
PEP BRUNO
El espacio de ficción del cuento contado viamente, ha de preparar las imágenes del cuento
se articula a partir de la palabra dicha: las pala- que ha de contar (Mateo, p. 220)
bras del cuentista enmarcan la historia en un con- Ya en El arte de contar cuentos, de Sara C.
texto concreto (una aldea medieval, un bosque, Bryant, publicado allá por 1905, la autora espe-
un castillo, una calle de una ciudad…). El cuentis- cifica: «ES PRECISO VER LO QUE SE CUENTA.
ta con su voz, su mirada, su cuerpo, va dibujando Me gusta imaginar al narrador como un buen
las imágenes del cuento. El narrador oral cuen- muchacho que, apoyado en una ventana, des-
ta lo que está viendo en su cabeza: no se trata, de donde divisa una calle ajetreada o una plaza
pues, de un recitado de memoria de una secuen- pintoresca, va describiendo animadamente a un
cia de palabras, sino de una recreación de una amigo las escenas tristes o alegres que se desa-
«película» de un cuento, de una narración de viva rrollan antes sus ojos. Describe los juegos de los
voz de una secuencia de imágenes (Sanfilippo, p. colegiales, los gestos del organillero, acompañán-
176). Por lo tanto, para contar, el cuentista, pre- dolo de algunos movimientos nacidos de su irre-
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toda la realidad permanece oculta ante nosotros, vantes que pueden ser desconocidos para
sea lo que sea la realidad.» (Storr, 34). el auditorio, merece la pena detener la narra-
Por eso, para trabajar de manera similar ción y explicar brevemente ese detalle rele-
a como está habituado el cerebro, es importan- vante para que quede claro para el público.
te tener en cuenta algunas cuestiones a la hora 4. Una expresión precisa. La forma como con-
de contar y sostener esos espacios narrativos. tamos facilita o entorpece la construcción
1. La propia voz narrativa. «Hablar no es sólo de las imágenes que el público va elaborando
nombrar, dar cuenta de lo real. También en su cabeza: una frase en voz activa ordena
es darle forma, interpretarlo e inventarlo.» la secuencia «igual que si estuviera teniendo
(Huston, p. 17). La elección del vocabulario, lugar en la vida real.» (Storr, p. 38), es decir,
la correcta expresión, la descripción precisa… es más fácil «ver» una imagen contada así:
En suma: cómo contamos también cuenta. «Juan dio un beso a su padre en la cabeza»,
2. Pero cómo escuchamos también cuenta. que «ver» una imagen contada así: «un beso
Cada oyente acabará viendo su propio espa- fue dado por Juan en la cabeza de su padre».
cio narrativo en su cabeza, puesto que «lo En el segundo ejemplo la imagen se tiene
que vemos está condicionado por lo que sabe- que ir modificando a cada paso puesto que se
mos y por lo que recordamos de ese objeto.» escapa de los modelos cerebrales que habi-
(Martínez Ron, p. 172). Esto merece la pena tualmente organizan las imágenes.
también tenerlo siempre presente: es bueno 5. La interacción. La narración propicia
saber a quién estamos contando. un diálogo entre cuentista, público y cuento,
3. La importancia de los detalles en las imáge- por lo tanto, quienes asistimos a una función
nes. Ya vimos anteriormente que la capacidad de cuentos «somos espectadores involucra-
de procesar que tiene el cerebro es limitada, dos con lo que vemos porque lo que vemos
por eso es fundamental señalar los elemen- nos afecta, pero también porque nuestra
tos relevantes de los escenarios. Esto expli- mirada afecta la obra al construir su sentido.»
caría que «los espacios interiores de la tradi- (Maurette, p. 32).
ción narrativa oral son gregarios, muy poco Parte de la escucha del cuentista ha de estar
sofisticados, y no reflejan una arquitectura dirigida hacia el público para atender a sus
real» (Albero i Poveda, p. 14), y eso ocurre aportes en la construcción del sentido de la
igualmente con los espacios exteriores. Basta historia, también en lo que atañe al espacio
con decir «bosque» para que se despliegue narrativo.
en la mente del oyente ese espacio narrativo
reuniendo tanto las características culturales VER O MIRAR
de ese lugar como las características que apor- Centrémonos un momento en la diferen-
te el propio oyente desde su experiencia vital. cia entre ver y mirar. La explica perfectamente
Si en el cuarto donde transcurre la histo- James Wood en su magnífico Lo más parecido
ria que vamos a contar tiene que haber a la vida. En él cita a Berger para explicar esta
una puerta, una lumbre y una mesa, bastan cuestión: «En la vida cotidiana no dedicamos
estos tres detalles para que el público habi- demasiado tiempo a mirar las cosas, o la natu-
lite ese espacio rellenando el cuarto con ele- raleza, o la gente, pero los [narradores] sí que
mentos no dichos por el cuentista pero que sí lo hacen. Eso es lo que la [narración oral] tiene
forman parte del modelo cerebral del oyen- en común con la pintura, el dibujo o la fotografía.
te. Así, con apenas unas pinceladas, ya está Se podría decir, siguiendo a John Berger, que los
el espacio listo para que el cuento pueda civiles solo ven, mientras que los artistas miran.»
suceder. Porque, al fin y al cabo, «Los deta- (Wood, pp. 66 y 67).
lles son las historias; son enigmáticas histo- Un cuentista que ha dedicado tiempo a mirar
rias en miniatura.» (Wood, p. 59). un cuento y se ha fijado con dedicación, agudeza
Los detalles significativos han de quedar cla- y atención en todos sus detalles, despliega cuan-
ros y bien dibujados. Si hay elementos rele- do narra un espacio narrativo preciso y, al mismo
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Así pues, cuando contamos un cuento, cuan- bosque en umbría donde un lobo acecha. Casi
do lo escuchamos, estamos en el cuento, lo habi- puede uno sentir el temblor de la carne deseante
tamos. Vemos a sus protagonistas en el lugar del cura, o toser con el humo de las alegres lenguas
donde todo sucede, es más, dentro de una buena de fuego que lamen la cazuela, o percibir en la piel
historia puede ocurrir que nos encontremos jun- la humedad que se cobija entre los árboles justo
to al lecho donde el cura y el ama se refocilan, donde el bosque es más viejo y está más cerrado.
o cerca de la lumbre donde la trébede sostiene Y así, de esta manera, el oyente ha pasado
la perola en la que borbotea la cena del protago- de ser público a ser testigo (Maurette, p. 59) y,
nista, o caminemos junto a la protagonista por el siendo testigo, ha pasado a habitar el cuento.
BIBLIOGRAFÍA CITADA
ENLACES
Albero i Poveda, J, “Espacio y tiempo en los relatos de la tradición narrativa oral”, en Garoza:
revista de la Sociedad Española de Estudios Literarios de Cultura Popular, n.º 4, 2004
Diccionario de la Real Academia Española (evidente)
Olrik, A., La ley de la épica narrativa de tradición oral, en Wikipedia
Sanfilippo, M., “Memoria, imágenes y escrituras en la elaboración de un cuento oral”,
en Disparidades. Revista de Antropología, n.º 69, 2014
PEP BRUNO
DESPEDIDA
COMISIÓN DE CONTENIDOS DE AEDA
“
Allá donde se encuentre el espacio
que en este instante habitas,
deseamos que el Aedo te sirva
de ayuda, reflexión y compañía
en el camino del cuento.
LAURA ESCUELA,
PEP BRUNO,
CAROLINA BARREIRA,
ALBERTO SEBASTIÁN
Y DIEGO MAGDALENO
Grupo de Revista de la Comisión
de Contenidos de AEDA
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140
NARRACIONORAL.ES