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EL AEDO #12

REVISTA DEL MUNDO DE LA NARRACIÓN ORAL


PRIMERA ÉPOCA | DICIEMBRE 2022

LUGARES DE CUENTO
EL AEDO #12

Ha sido coordinado por Diego Magdaleno y realizado por el Grupo de Revista de la Comisión de Contenidos
de AEDA cuyas personas integrantes son: Laura Escuela, Pep Bruno, Carolina Barreira, Alberto Sebastián
y Diego Magdaleno.

Revisión y corrección de textos a cargo de Teresa García Adame.

Maquetación a cargo de María Garde Noguera.

Imagen de portada de Daniel Piqueras Fisk.

El AEDO es la revista de AEDA, la asociación de profesionales de la narración oral en España,


cuyos miembros son: Alberto Sebastián, Alejandra Venturini, Ana Apika, Ana Griott, Aurora
Maroto, Carles García Domingo, Carlos Alba, Carmen Légolas, Carolina Barreira, Caxoto,
Charo Pita, Cristina Temprano, Cristina Verbena, Dani Muñoz, David Acera, Diego Magdaleno,
Elia Tralará, Erica González Miguel, Erica Liquete, Estibi Mínguez, Estrella Escriña, Eugenia
Manzanera, Fidel Galván de Val, Filiberto Chamorro, Héctor Urién, Inés Bengoa, Jennifer
Ramsay, Juan Gamba, Julian Moreno “Julianini”, Laura Escuela, Lur Korta, Manuel Légolas,
Mariano Lasheras, Mario Cosculluela, Marta Ortiz, Pablo Albo, Paula Carbonell, Paula Mandarina,
Pep Bruno, Raquel López, Saioa Aizpurua, Sandra Araguás, Sandra Cerezo, Sherezade Bardají,
Silvia Colomer, Sonia Carmona, Tània Muñoz y Virginia Imaz.

D.L.: GU-206/2011

Todos los derechos reservados.

AEDA no se hace responsable de las opiniones vertidas por los autores y autoras de los artículos.
EL AEDO #12
REVISTA DEL MUNDO DE LA NARRACIÓN ORAL
PRIMERA ÉPOCA | DICIEMBRE 2022

LUGARES DE CUENTO

NARRACIONORAL.ES
Índice
TABLA DE CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN

UN CAMINO DE MIGAS
PARA ESTE AEDO
Alberto Sebastián, Laura Escuela, Pep Bruno, Carolina Barreira
y Diego Magdaleno __ _____________________________________ 0 5

ESPACIOS DEL CUENTO

DE LA HOGUERA AL ESCENARIO
Alberto Sebastián __ ______________________________________ 0 7

EL ESPACIO, CONTINENTE
DE LO INMATERIAL
Diego Magdaleno ________________________________________ 1 2

LUGARES DONDE SE CUENTA


Carolina Barreira (Lili Cuentacuentos) ______________________ 2 9

LUGARES CON MUCHO CUENTO


Pep Bruno _ _ ____________________________________________ 3 8

EL ESPACIO EXTRAORDINARIO
Laura Escuela ___________________________________________ 4 4

HABITAR EL CUENTO
Pep Bruno _ _ ____________________________________________ 5 5

DESPEDIDA

DESPEDIDA
Comisión de Contenidos de AEDA __________________________ 6 0
INTRODUCCIÓN

Un camino de migas
para este Aedo
ALBERTO SEBASTIÁN, LAURA ESCUELA , PEP BRUNO,
CAROLINA BARREIRA Y DIEGO MAGDALENO

Quienes esto firmamos pensamos que contar y que, ojalá, os permitan a vosotras y vosotros
cuentos es una propuesta artística muy versátil. disfrutar de él.
Incluso en los sitios más insospechados puede Hemos realizado una clasificación de los dis-
llegar a suceder el cuento contado. De hecho, tintos espacios de cuentos en función de criterios
tenemos la convicción de que allá donde se pone diversos: estos son los criterios y los nombres,
el cuentista surge el espacio escénico y todo estas son nuestras propuestas.
queda dispuesto para que el cuento sea conta-
do y el público pueda disfrutarlo. Solo hacen CONVENCIONAL / NO CONVENCIONAL

falta unas condiciones mínimas básicas (que Hablamos de un espacio «convencional»


se pueda escuchar, que se vea bien al público de cuentos cuando nos referimos a un lugar
y al cuentista, que sea un entorno cómodo…). que incluye los recursos precisos para desarrollar
Pero igual que creemos que la disciplina artís- una propuesta escénica. Por oposición, cuando
tica de la narración oral es, en esencia, fácil (al un lugar no dispone de esos recursos lo hemos
fin y al cabo, todo el mundo puede contar), esta- denominado «no convencional».
mos seguros de que también es frágil, muy frágil Un teatro es un espacio convencional, un café
(cualquier pequeño inconveniente puede desba- con un escenario y unos cuantos recursos (ilumi-
ratar toda la tramoya de la historia). Por lo tan- nación, sonido) para el buen desarrollo de una
to, afirmamos que es preciso cuidar el espacio propuesta escénica también lo es, así como
donde el cuento sucede, porque al ser la narra- un escenario al aire libre con dotación técnica.
ción oral una propuesta muy contextual el cuento Una sala de una biblioteca que se utiliza
se ve interpelado continuamente por el contexto. habitualmente con otros fines sería un espacio
Un espacio inconveniente puede tirar al traste no convencional, aunque en ella se cuenten cuen-
el trabajo de muchos meses de búsqueda y pre- tos regularmente y para ello se acomode y dis-
paración de cuentos. Por eso este AEDO dedicado ponga todo de manera que quede convertida
a los lugares de cuento, a los sitios donde el cuen- en un espacio propicio para contar y escuchar
to contado sucede. cuentos.
A lo largo de este número vamos a hablar
de los lugares del cuento y, para tratar de des- TRADICIONAL / CONTEMPORÁNEO

brozar un punto el camino que en estas primeras Los lugares donde tradicionalmente se con-
páginas se inicia, dejamos aquí esbozadas algunas taban cuentos: alrededor del hogar en invier-
pistas que nos han permitido realizar este trabajo no, a la fresca en las puertas en verano, en los

05
soportales de algunas ermitas e iglesias, etc., que se cuenta de manera continuada (aunque
los hemos denominado espacios «tradicionales». no sea de forma regular), lo hemos denominado
Y a los lugares en los que normalmente desem- así, «estable».
peñan su actividad los narradores y narradoras
profesionales (también denominados neonarra- FÍSICO / NARRATIVO
dores, narradores urbanos, etc.) que surgieron Al lugar (la sala, el teatro, la habitación…)
en nuestro país a partir de la década de los ochen-donde se están contando y escuchando cuentos
ta del pasado siglo y se han ido consolidando lo hemos denominado espacio «físico». El sitio
como colectivo profesional, los hemos llamado
donde sucede el cuento, ese territorio de ficción
lugares «contemporáneos». La escuela y la biblio-
en el que se mueven los personajes, lo hemos
teca, dos lugares que no eran ajenos al cuento,
denominado espacio «narrativo» (o ficticio,
se han convertido en los espacios de cuento con-
en algunas ocasiones).
temporáneos de referencia.
Esperamos que disfrutéis acompañándonos
EFÍMERO / ESTABLE en esta visita a los lugares por donde el cuento
contado transita, llenándolos fugazmente con pai-
Al sitio donde se cuenta una única vez (dentro
de la programación de un festival, por ejemplo), sajes, personajes y sucedidos maravillosos.
lo hemos denominado «efímero». Al lugar en el Saludos cordiales.

COMISIÓN DE
CONTENIDOS DE AEDA

06 EL AEDO #12
E S PA C I O S D E L C U E N T O

De la hoguera al
escenario
ALBERTO SEBASTIÁN

Siempre que hablamos de narración oral debe- Sabemos que fue en la reunión alrededor de la
mos considerar que hay una línea invisible, pero hoguera donde las comunidades de cazadores-re-
tangible, que separa lo que siempre fue una acti- colectores compartían lo acaecido en sus jorna-
vidad cultural proveniente del pueblo iletrado, das cinegéticas y creaban los códigos que dotaban
que no inculto, de la narración oral contemporá- de identidad al conjunto de individuos, iniciando
nea, que no propone otra cosa que tratar de lle- eso que se ha dado en llamar «memoria colec-
var a la escena «formal» algo que nunca precisó tiva». En todas las culturas ha sido la oralidad
de ella para mantenerse viva. la herramienta que ha permitido crear y trans-
En un juego lingüístico fácil, podríamos decir mitir la conciencia de grupo, establecer el lugar
que lo que siempre estuvo «ob skena» (fuera que se ocupa en el mundo, fue la palabra la que
de la escena pública para los griegos, de donde ayudó a imaginar de dónde procede todo lo que
proviene el término latino obscenus), en los últi- observamos y nos rodea, la que permitió orga-
mos cuarenta años viene reivindicando un hueco nizar y ritualizar, comprender los ciclos natu-
justamente en ese espacio que venían ocupan- rales, anticipar las migraciones de los animales
do disciplinas artísticas «serias» como la danza, que eran la base de la subsistencia (carne, pieles,
el teatro, o la música, que ya hicieron la misma huesos y astas), explicar qué vegetales y frutos
transición hace varios siglos, con las vicisitu- eran comestibles y también por qué el sol, la luna
des históricas ya conocidas. En mayor o menor y las estrellas hacen su viaje diario a través del cie-
medida toda manifestación artística pasó por ser lo, qué relación tienen entre ellos o de dónde
tachada de impía o pagana, y por tanto prohibida procede la lluvia, el viento o el trueno. Inventar
por la Iglesia, y necesitó su tiempo para pasar y contar historias acerca de todo ayudó a ordenar
del ritual al ámbito popular, luego a la corte o al el caos y a conformar las primeras comunidades
corral de comedias y de ahí al gran escenario. compuestas por clanes familiares. Hay quien
La narración oral lleva mucho menos tiempo sostiene también que las imágenes y símbolos
reivindicando ese último espacio, que todavía que aparecen en las paredes de las cuevas en el
ha de conquistar plenamente. En este artículo paleolítico son las primeras expresiones gráficas
trataremos de mostrar los distintos contextos que ayudaban a transmitir y fijar lo que era más
en los que esta disciplina, seguramente la más trascendente, pero incluso siendo así, es fácil ima-
antigua y al mismo tiempo y en otro sentido, ginar que esos dibujos irían acompañados de la
novísima, se ha venido situando. palabra para alcanzar su significado pleno.

E S P A C I O S de L cuento - D e la hoguera al escenario 07


Sabemos también que, tras la invención bra viva se desarrollaba mientras al final de la
de la escritura en el neolítico, poco a poco, tanto Edad Media los mismos materiales que deleitaban
el conocimiento como las leyes o los mitos, fue- a campesinos, artesanos y caminantes se conver-
ron fijándose, al principio en planchas de barro tían en literarios, y por tanto «cultos», de la mano
y después en papiro o en pergamino, pero eso no de Pierre de Sant Cloud (Le Romand de Renard),
acabó con la transmisión oral. En la culta Gre- Geoffrey Chaucer (Cuentos de Canterbury),
cia, Sócrates desconfiaba del saber almacenado Don Juan Manuel (El conde Lucanor) o Giovanni
por escrito frente al memorizado, que conside- Boccaccio (El Decamerón) y en los numerosos
raba más valioso, y los materiales de escritura libros de Exempla que aparecieron por toda Euro-
eran muy caros y al alcance de unos pocos, por lo pa y que se sirvieron de antiguas fábulas orales
que la oratura siguió siendo durante muchos cien- para ayudar a la predicación en iglesias y monas-
tos de años lo más cercano al pueblo llano. terios, un escenario sacro muy diferente a los
La alfabetización alcanzaba únicamente a las éli- que hasta entonces habían ocupado los cuentos
tes económicas y religiosas. La gran mayoría de la transmitidos oralmente.
población seguía utilizando el lenguaje hablado Posteriormente, durante el Renacimiento,
tanto para el comercio como para el arte o la cul- esta labor de llevar al lenguaje escrito las vie-
tura y la transmisión de conocimientos. El día jas historias que se contaban en torno al fuego
a día de la mayor parte de la sociedad, y todo fue abordada por ejemplo por Gianfrancesco
lo que conlleva, era oral. Straparola en sus Noches de placer, traducido (y
Las obras de Homero y las fábulas de Esopo transformado) en España por Francisco Tru-
fueron elaboraciones a partir de historias que se chado en Honesto y agradable entretenimiento
habían transmitido oralmente. Los aedos eran de damas y galanes a finales del siglo XVI.
narradores profesionales que cantaban epope- La invención de la imprenta y con ella la mayor
yas en los salones de la aristocracia. El mundo difusión de los textos escritos volvió a relegar
griego fue el último en el que oralidad y escri- las viejas historias orales al espacio doméstico
tura se considera que estuvieron a la par. Roma y al ámbito más popular, convirtiendo la lectura
ya fue una cultura eminentemente escrita y a par- en un acto íntimo e individual. La oralidad seguía
tir de ahí fueron dos mundos totalmente separa- viva, pero lejos de los centros de cultura y poder.
dos. ¿O no? La mayor difusión de textos escritos produjo
A lo largo de la Edad Media la cultura escrita también un fenómeno nuevo: la «oralización»
se salvaguardó en los monasterios y en las cortes o transmisión oral de materiales que habían sido
de nobles y reyes, donde convivían con las vie- creados para su publicación y lectura. Tenga-
jas historias y romances, que también habitaban mos en cuenta que una amplísima mayoría de la
en los hogares y en los caminos y plazas portadas población seguía siendo analfabeta.
por juglares, por lo que podemos aventurar que la En el siglo XVII el interés por los cuentos
transmisión de los textos de la época (cantares tradicionales se hizo palabra escrita de la mano
de gesta y romances, por ejemplo) fue tarea com- de Giambattista Basile, militar y cortesano
partida entre los que memorizaban un texto para napolitano, autor de El Pentamerón, y de Char-
transmitirlo oralmente y los amanuenses que los les Perrault y sus Cuentos de antaño, o Cuentos
registraban en libros. de mamá Oca. En ambos casos se trata de ela-
En distintos lugares de Europa los encargados boraciones literarias a partir de cuentos orales
de transmitir oralmente poemas épicos o sagas, recogidos en la zona del Véneto por Basile y de
normalmente acompañados de un instrumento cuentos orales franceses, pero también de las
musical, recibieron el nombre de bardos y sean- historias escritas por Straparola y Basile en el
chaithe (cultura celta), gleeman y scôp (Inglate- caso de Perrault. La oralidad primaria de nuevo
rra), escaldos (Escandinavia), guslari (Balcanes), proporcionaba los temas que estos autores trans-
menestrelli (Italia), skomoroxi y skaziteli (Ucrania formaron en literatura culta.
y Rusia)... Del mismo modo durante el siglo XVIII apare-
Las plazas de los pueblos y los espacios domés- cieron colecciones de cuentos de hadas escritas
ticos siguieron siendo los lugares donde la pala- por autoras francesas que alcanzaron gran difu-

08 EL AEDO #12
sión y estuvieron publicándose con éxito duran- nes adaptadas de los cuentos que recogieron,
te más de doscientos años. Hablamos de Mada- fue replicada en toda Europa por Alexander
me d’Aulnoy y sus Contes des fées, de Charlotte Afanasiev (Rusia), John Francis Campbell (Esco-
de Caumont de La Force, autora de Les contes cia), Peter Asbjornsen y Jorgen Moe (Noruega),
des contes, de la Condesa de Murat (Contes de fées Giuseppe Pitrè (Sicilia), Vuk Stefanovic Karadzic
y Les nouveaux contes des fées) y de Jeanne-Marie (Serbia), Herminie T. Kavanagh (Irlanda), Arvid
Leprince de Beaumont (Magasines des enfants), August Afzelius (Suecia), Elias Lönnrot y Julius
entre otras autoras y autores que popularizaron Krohn (Finlandia), Jón Árnason (Islandia)...
en sus obras motivos y personajes que procedían En 1846, William John Thoms acuñó el tér-
del cuento oral y que fueron traducidas a las prin- mino «folklore», que se refiere a las manifesta-
cipales lenguas europeas. ciones culturales, creencias, prácticas y costum-
En este mismo siglo se dio a conocer en Fran- bres tradicionales de un grupo y cultura y que
cia una colección de cuentos que llevaba cien- se transmiten de generación en generación.
tos de años contándose de viva voz en oriente: En el mismo siglo surge el método finlandés
Las mil y una noches. Entre 1705 y 1717, Antoi- o histórico-geográfico, que trata de reflexionar
ne Galland publicó doce tomos de relatos prove- sobre el porqué de que un mismo cuento aparezca
nientes de manuscritos de los siglos XIII y XIV en distintas culturas y lugares geográficos, a partir
y otros escuchados de viva voz a un narrador oral de la comparación entre distintas versiones.
de Alepo (Siria): Hanna Diyab. En él se basará ya en el siglo XX Anti Aarne
La publicación de Las mil y una noches para elaborar un catálogo del cuento popular,
dio lugar a un interés creciente por los cuentos luego mejorado por el norteamericano Stith
de temática oriental, que se había puesto de moda Thompson y en este siglo XXI por el alemán
entre las clases pudientes europeas. Hans-Jörg Uther para una clasificación de 2399
Mención aparte merece el Popol Vuh, de la tipos de cuentos repartidos en cuatro categorías,
cultura maya. Un conjunto de narraciones mito- que ha servido para componer catálogos nacio-
lógicas del pueblo quiché, en la actual Guatemala, nales unificados según un sistema internacional
originalmente orales y desde muy antiguo trans- uniforme.
mitidas mediante jeroglíficos. Fue transcrito El cuento popular lleva más de un siglo siendo
de manera anónima a la lengua quiché en caracte- objeto de estudio en las principales universida-
res latinos tras la conquista de América, a media- des del mundo desde la lingüística, la etnología,
dos del siglo  XVI, y al español a comienzos la antropología y otras disciplinas académi-
del XVIII por Fray Francisco Ximénez, si bien cas, pero ¿qué ocurre con las personas que se
hay dudas de que en ambas ocasiones se fuera han encargado de su transmisión oral? ¿Qué lugar
absolutamente fiel al corpus oral original. han ocupado?
Fue durante el siglo XIX donde se produjo En muchos casos, quienes se encargaban
el giro más importante en la conciencia del valor de recopilar las historias simplemente obvia-
de los cuentos populares, no ya como diverti- ban a la persona que se las había transmitido.
mento cortesano o fundamento de obras litera- Lo importante era la historia, no quien la conta-
rias que buscaban dar una pátina de arte «serio» ba, mero intermediario entre un texto oral y el
a lo que eran consideradas manifestaciones pro- oyente, como si fuera posible una oralidad neu-
pias del pueblo sencillo e inculto. Los principa- tra, o todas las voces fueran iguales.
les trabajos de recopilación de cuentos populares Más adelante sí empezaron a consignar
en este siglo tendrán una consideración académi- el nombre y profesión de los y las narradoras,
ca y en algunos casos sirvieron para ayudar a ela- pero muy poca veces son valorados en su jus-
borar la gramática de lenguas que estaban siendo ta medida. Conocemos dos casos en los que los
reivindicadas con el surgimiento de los nacio- investigadores de renombre sí lo hacen:
nalismos en todo el continente tras las guerras Giuseppe Pitré, estudioso y recopilador
napoleónicas. La labor de recopilación de cuen- del siglo XIX ya nombrado, escribe con devo-
tos populares de los hermanos Grimm, que logró ción sobre Agatuzza Messía, narradora analfabeta
una popularidad nunca vista, si bien en versio- que le aportó muchos de los cuentos que publicó,

E S P A C I O S de L cuento - D e la hoguera al escenario 09


resaltando el placer que suponía escuchar las his- A partir de los años setenta del siglo XX,
torias de su boca. la narración oral contemporánea ha ido con-
En nuestro país, uno de los teóricos de la solidándose tanto en Europa como en Amé-
narración oral y el cuento tradicional que está rica, gracias a figuras como Bruno de la Salle
llevando a cabo una labor más honesta y riguro- en Francia, creador del Centre de Litérature
sa sobre el tema, José Manuel de Prada Sámper, Orale (CLIO) y de l’Atelier Fahrenheit 451, o de
dedicó uno de sus libros a una narradora popular Lucien Gourong, promotor en 1979 del primer
extraordinaria: Azcaria Prieto, en su libro El pája- festival de cuentos en Francia.
ro que canta el bien y el mal. Azcaria fue informan- En Quebec (Canadá), en la misma década
te de Aurelio Macedonio Espinosa (hijo) para aparecen Jocelyn Berubé y Alain Lamontagne.
su recopilación de cuentos populares de Castilla En Estados Unidos, en 1973, Jimmy Neil
y León en 1936. Smith puso en marcha el primer National Sto-
Es cierto que en los lugares donde la tradi- rytelling Festival en Jonesborough, (Tennesse)
ción oral se ha mantenido hasta nuestros días y dos años después creó la National Association
emergen figuras casi legendarias. Por ejemplo, for the Preservation and Perpetuation of Sto-
en los Balcanes, donde los guslari han mantenido rytelling (NAPPS), promotora del renacimiento
vivas las epopeyas eslavas hasta este siglo, nom- de este arte.
bres como Filip Visnjic (1767-1834) son todavía En Colombia fue la universidad el ámbito
recordados, pero los guslari no son propiamente que propició el nacimiento del fenómeno de la
narradores, sino poetas orales capaces de cantar cuentería contemporánea a finales de la década
composiciones de cientos de versos acompaña- de los ochenta. En 1988, Francisco Garzón Cés-
dos de un instrumento de cuerda (gusla), de don- pedes, narrador cubano, participó en el primer
de toman el nombre. Festival Iberoamericano de Teatro en Bogotá,
En África, los griot, depositarios de anti- donde impartió talleres de Narración Oral Escé-
guas tradiciones orales, son hoy en día figuras nica (NOE), disciplina creada por él que busca-
de enorme popularidad en Senegal, Mali, Ghana, ba renovar un arte ancestral y que tuvo gran
Nigeria o Gambia. Músicos y narradores de his- influencia en profesionales de toda Latinoamé-
torias muy reconocidos y valorados. rica en las dos últimas décadas del siglo XX.
Los hakawati, narradores de Oriente Medio, En pocos años la cuentería en Colombia vivió
siguen congregando a un público entregado un florecimiento a través de grandes festivales
en cafés de Siria o Líbano. Ya hemos nombrado de narración en las principales ciudades del país:
también a Hanna Diyab, que proporcionó his- Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Barran-
torias orales a Galland para la primera edición quilla… y profesionales como Carolina Rueda,
de Las mil y una noches. Jota Villaza, Nicolás Buenaventura… empezaron
Existen tradiciones como el bertso en el País a participar en eventos por toda Latinoamérica
Vasco, la regueifa en Galicia y Portugal, la payada y Europa.
en Argentina y Uruguay, el trovo (Murcia, Alba- El propio Garzón Céspedes fue uno de los
cete y parte de Andalucía), la glosa en Cataluña responsables de la renovación de la narración
y Baleares o el repentismo en Cuba, improvisacio- oral en Cuba a partir de los años setenta, con la
nes en verso normalmente a dos voces que esta- creación de la Cátedra Iberoamericana Itine-
blecen una controversia, que permanecen vigen- rante de Narración Oral Escénica (CIINOE) y la
tes y gozan de buena salud, incluso celebrando impartición de más de 800 talleres en toda Amé-
eventos multitudinarios y atrayendo a generacio- rica y España.
nes jóvenes, pero estando por supuesto dentro Tanto en Europa como en América el resur-
de lo que consideramos oralidad no son exacta- gimiento de la narración oral en su forma con-
mente el objeto de este artículo. temporánea tuvo lugar en otros países (Vene-
¿Qué lugar ocupa entonces la narración oral zuela, Perú, México, Chile, Argentina, Brasil,
en los tiempos actuales? ¿Cuáles son sus espa- Reino Unido, Alemania, Italia, Suecia…), pero
cios? ¿Qué consideración tiene en el ámbito de la no tratamos aquí de entrar en el detalle de cómo
cultura y el espectáculo? lo hizo en cada lugar, sino constatar que así ocu-

10 EL AEDO #12
rrió a partir de las dos últimas décadas del pasado Estos son los espacios que nos resta por ocu-
siglo, pudiendo afirmar que se trató de un fenó- par plenamente. En otros países como Francia,
meno global, y simultáneo, al menos en el mundo donde hemos visto que el inicio del fenómeno
occidental. fue en la misma época que en el resto del mundo
En España, en los años setenta, podemos situar (hace menos de cincuenta años), sí disfruta de un
los inicios de esta corriente, que se consolidaría estatus superior al de otros países, circunstan-
a partir de los ochenta y noventa con la aparición cia probablemente achacable al reconocimiento
de los primeros festivales de narración y el Mara- que en este país tiene cualquier disciplina artís-
tón de los Cuentos de Guadalajara, y con el nuevo tica, y en general la cultura, pero creo que cons-
siglo, de los primeros encuentros de profesionales tituye una loable excepción en el conjunto de los
de la narración y el nacimiento de asociaciones países occidentales.
de narradores y narradoras. Probablemente esto tenga que ver con varios
En este corto espacio de tiempo hemos vis- factores: la asociación de esta disciplina con el
to que los espectáculos de narración oral ya no público infantil, tradicionalmente menos valorado
se limitan a trabajar con materiales tradiciona- que el adulto, la ausencia de una enseñanza formal
les o álbumes infantiles. Son numerosos los y como arte escénica (y de la propia consideración
las artistas que transforman en narración oral como tal), cierto conformismo o falta de interés
textos literarios de autorías diversas o propios, por ocupar espacios más prestigiosos por parte
películas, cómics, o ponen en escena espectácu- de los y las profesionales, que propicia el descono-
los para bebés, demostrando que es una disci- cimiento, y de nuevo el desinterés por parte de las
plina en continua evolución y que las personas personas que programan en teatros…
que han hecho de ella su oficio buscan constan- Yo no me resigno a que esto sea siempre
temente agrandar su ámbito de creación. así. Sé que en este momento todavía estamos
Desde el comienzo de esta puesta al día de una consolidando como oficio algo que siempre
disciplina ancestral, en nuestro país fueron se desarrolló en el ámbito informal y domés-
los centros escolares y las bibliotecas los lugares tico, y que hemos dado grandes pasos en ese
que posibilitaron este fenómeno, por lo que cre- sentido. Sé también que otras disciplinas artís-
ció muy ligado a la educación y a la animación ticas (clown, títeres, circo…) tienen las mismas
lectora. Por otra parte, profesionales que que- dificultades para llegar a las programaciones
rían acercar sus espectáculos a personas adultas de teatros y auditorios, pero considero que es
lo hacían en cafés y bares, no tanto en pequeñas responsabilidad nuestra como profesionales
(y menos en grandes) salas de teatro. Aunque esforzarnos en que nuestros espectáculos sal-
es cierto que hoy en día un puñado de profe- gan de los festivales de narración y compartan
sionales están presentando sus espectáculos los grandes escenarios con el teatro, la danza
de narración en las programaciones de las redes u otras artes consideradas «mayores».
de teatros de diferentes comunidades autónomas, Los cuentos, la oralidad de siempre y la con-
sigue siendo algo excepcional. temporánea, lo merecen.

ALBERTO SEBASTIÁN

E S P A C I O S de L cuento - D e la hoguera al escenario 11


El espacio, continente
de lo inmaterial
DIEGO MAGDALENO

La narradora oral Estrella Ortiz, en su libro Contar con los cuentos, publicado en la editorial Pala-
bras del Candil, hace referencia al «espacio pensativo». Al preguntarle sobre ello para esta revista
nos escribe lo siguiente:

En los alrededores del año 2000 leí las aventuras de Winny de Puh de A. A. Milne, con
verdadera pasión y sorpresa. De ese libro fue de donde tomé el término del «lugar
pensativo» al que se refiere el protagonista cuando se retira para inventar una poesía
para su amigo Porquete. Me gustó tanto que lo incorporé en el repertorio de ese mismo
año. Entonces no sabía que ese lugar (inmaterial) se iba a quedar conmigo hasta la fecha,
y tal vez para siempre.
Lleva camino de ello, ya que todavía me acompaña a la hora de contar cuentos para
criaturas pequeñas y se ha convertido en mi fórmula mágica para empezar y cerrar
la sesión, pues el lugar pensativo es el espacio de imaginación en el que te atrapan los
cuentos. Tú no los traes, son ellos los que vienen a ti; y para conjurarlo lo que hago es
cantar una pequeña canción. De modo que con este sencillo rito el momento inicial se
inviste de una extrañeza maravillosa: ¿qué va a pasar aquí, ahora?
Para crear este instante prodigioso tan solo se necesita estar en silencio y darle espacio,
hacer un hueco a las palabras. Escuchar el latido del viento. Porque eso es lo que ocurre
cuando nos ponemos a contar cuentos: creamos un espacio invisible alimentado de
tiempo. También de muchas más cosas, por supuesto, pero esta es la chispa que prende
el momento inicial. De manera que el fuego no solo vive en las manos y la boca del
cuentista, sino que todas las personas allí congregadas participan de esa creación.
Luego, a la hora de cerrar el momento de los cuentos, vuelvo a cantar la canción, ahora
acompañada por el público; y esta vez lo hago con la invitación expresa de que busquen
su lugar pensativo particular —su habitación propia, que diría Virginia Wolf— para que
continúen siendo atrapados por los cuentos, las poesías y los canturreos. Porque este lugar
siempre se encuentra donde y cuando cada uno y cada una quiera. Solo hay que poner la
intención, y darle espacio.
A propósito de ello, me resuenan poderosamente estas palabras finales del libro
Las ciudades invisibles de Italo Calvino: «El infierno de los vivos no es algo por
venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días,
que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es

12 EL AEDO #12
| Estrella Ortiz | Amaia Yurrebaso

fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de


dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje continuos:
buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure,
y dejarle espacio».
A fin de cuentas, como narradora no se me ocurre otra misión más importante que
buscar ese espacio que con tanta sabiduría apunta Calvino.

En el diccionario María Moliner encontramos de diversa índole en teatros, óperas, convencio-


que «espacio» es «magnitud en que están conteni- nes, giras…
dos todos los cuerpos que existen al mismo tiempo Ana Sosa también es técnico de iluminación.
y en la que se miden esos cuerpos y la separación Ha trabajado en varias compañías de teatro, como
entre ellos». En el diccionario de la RAE «exten- el Teatro Clásico de Sevilla. En giras de cantan-
sión que contiene toda la materia existente». tes como Serrat, Zahara, Fuel Fandango, Lori
Ya ven ustedes que en ambas definiciones Meyers, MClan…
nos falta lo inmaterial, aquello que no tiene cuerpo
Para ti ¿qué es iluminar?
físico. Sea la luz, el sonido, las emociones… y entre
todo ello la palabra dicha, los cuentos contados. Amaia: Para mí es un arte que pretende ayu-
Dediquemos pues un rato a ampliar la defini- dar y acompañar a la obra mediante la luz
ción de espacio y a mirarlo desde los ojos de dife- para que llegue al público el mensaje del crea-
rentes profesionales que lo usan y habitan en su dor. A nosotros nos enseñaban que una cosa
labor. Figuras que, con mayor o menor frecuen- es alumbrar, que sería poner luz y otra, ilu-
cia, influyen en nuestra labor de contar historias. minar, dónde ahí si acompañas con técnica
Os invitamos a que sus observaciones y reflexio- y creatividad la obra que hay que iluminar.
nes las traslademos a nuestro ámbito y valoremos Ana: Iluminar varía mucho para mí, depen-
qué nos pueden aportar. diendo del formato en que trabaje. La ilumi-
nación para teatro es muy distinta a la de cine,
LUZ Y SOMBRAS arquitectura, museos, y también es distinta
Amaia Yurrebaso es técnico de iluminación. para la música en directo que es en la que últi-
Ha trabajado para diversas compañías de teatro mamente trabajo. 
como Tarima, Lauka teatro, Erre Produkzioak Cuando ilumino conciertos trato de acompa-
arteka Maskarada, Matarile Teatro, Teatro Kala- ñar el tema de la canción: bailar y colorear
mua… Narradoras como Erika Liquete y empresas la música con ambientes, trazos y destellos. 

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio , continente de lo inmaterial 13


Con la iluminación también podemos crear
planos dentro de un espacio, delimitando
zonas y pintándolas de distintos tonos si lo
deseamos.
En teatro dividimos el escenario por ejemplo
en «términos», así nos entendemos a la hora
de enfocar aparatos hacia alguna u otra zona.

¿Cuándo crees que el ser humano comenzó


a usar la luz para contar historias y por ende
cuál es el origen de tu profesión?
Amaia: Me los imagino jugando con la
luz del fuego contando historias, acompaña-
dos de música o ruidos, o incluso muñecos
de palos.
Ana: Bueno esta pregunta es más para exper-
tos en historia, yo he estudiado que el origen
de la iluminación teatral está ligado a la épo-
ca griega, donde ya usaban antorchas cuando
las representaciones eran nocturnas. 
La iluminación teatral empezó a la luz de velas
a modo de candilejas, se ponían por el borde
delantero del escenario (proscenio) e ilumina-
| Ana Sosa ban la escena. Más tarde se pusieron unas cha-
pas en la parte que daba al público para que no
¿Cómo crea y cambia el espacio la iluminación? le molestara y además reflejara y aumentara
así la potencia de luz en el escenario.
Amaia: La luz puede transformar un espacio
totalmente. Podemos crear junto a diferentes Yo personalmente ligo el uso de la luz para
disciplinas un montón de sensaciones, crear contar historias a una época más prehistóri-
diferentes ambientes con diferentes intensi- ca, que ya las sombras a determinadas horas
dades y colores, cubriendo todo el espacio del día son más alargadas y desfigurantes,
por lo que creo que se usaría. Ya con el des-
a iluminar o creando pequeños espacios, y así
cubrimiento del fuego pues… sí imagino his-
conseguir la atención en el punto deseado...
torias en cuevas jugando con sombras de una
Ana: La psicología de los colores existe y se
forma más voluntaria.
usa bastante a la hora de transmitir sensaciones. 
Jugar con sombras y claroscuros también ¿En qué medida crees que puede influir la luz
se lleva usando desde hace años en pintura en el éxito de una historia narrada de forma
y a mí, personalmente, me encanta.  oral?
Una luz desde atrás (que llamamos de contra) Amaia: Creo que puede ayudar a la imaginación
te marca la silueta de los personajes. Una luz del público para que, entre más en la historia,
cenital desde arriba del todo es más agresi- trasladándole a los diferentes espacios o sensa-
va ya que resalta el rostro creando sombras ciones a los que el narrador quiere llegar.
algo inusuales. Cuando tienes luces de calle, Ana: Pues creo que tenemos tanta sobreinfor-
las cuales te vienen de los laterales del escena- mación visual que hay que ser muy original
rio, también te da un resultado muy distinto, para captar la atención de una historia simple-
con algo más de volumen que la luz frontal, mente narrada. A parte de captar tu atención,
que si se usa sola da un resultado más plano también tiene que ser lo suficientemente sutil
a la figura iluminada.  como para que no distraiga de la historia en sí. 

14 EL AEDO #12
Hay cánones fáciles para crear esa armonía,
y hay que tener cuidado al innovar porque
es fácil sacar al espectador de la historia si hay
muchos cambios de iluminación y bruscos. 
Pero una buena iluminación que acompañe
psicológicamente a la narrativa te hace salir
de un espectáculo con sensación de haber
oído algo más que una historia, sin ser
muy consciente de por qué, pero se siente
más vivida. 

La luz ¿puede llegar a contar historias?


¿Cómo?
Ana: Vuelvo a referirme a la luz con su opues-
to… con las sombras… están las clásicas som-
bras chinescas que pueden recrear cuentos
simplemente con sombras, por ejemplo. 
La iluminación que se usa en un show mera-
mente audiovisual también crea sensaciones
muy espectaculares sin necesidad de una his-
toria en sí. | Enrique Galera

¿Qué haces para iluminar el escenario cuan-


lo que hace más fácil la creación de un dise-
do el artista no trae un «rider» concreto sino
ño, ya que no necesitamos los aparatos físi-
solo unas indicaciones abiertas?
cos ni hacer tantas pruebas en el montaje. 
Amia: Dependiendo del tiempo, soy más
efectiva o más creativa. Siempre pregun- ¿Qué diferencias observas al iluminar un
to qué necesitan y qué quieren. Pregunto escenario para un narrador oral en compara-
de qué va la obra, dónde se realiza, qué dife- ción con un actor de teatro?
rentes escenas se quieren crear y con eso y Amaia: Creo que normalmente el actor
el material hago una composición y a la hora ya cuenta con que la iluminación es una
de dirigir los focos o grabar las escenas de luz herramienta para su obra, sobre todo los de
confirmo que es así como lo quiere el dueño teatro. Y los narradores no siempre cuentan
de la obra. con iluminación en todos los espacios a los
Ana: Suele ser lo habitual… si trabajas con un que van con lo que hay algunos que no cuen-
artista directamente, suele dejar vía libre a tu tan con ella en su creación.
creatividad como iluminador, y con el resul-
tado ya se va retocando a lo que le parezca SONIDO Y SILENCIO
mejor, pero es más fácil que el artista tenga Enrique Galera es técnico de sonido, además
la capacidad de ver cómo va a quedar su esce- de músico guitarrista. Desde 2003 ha sonori-
na si puede ver parte del resultado.  zado espacios escénicos por multitud de luga-
El iluminador tiene una formación en artes res de España. Espacios al aire libre, teatros,
distinta y la capacidad de previsualizar en su salas de conferencias… así como producciones
cabeza qué aparatos utilizar y cómo crear de cine.
una escena adecuada al momento de la obra
y así poder transmitirla al artista.  Sobre su relación con el sonido nos cuenta lo
Ahora por suerte contamos con visualiza- siguiente:
dores 3D en los que podemos mostrar «ren- Cuando era pequeño, en mi casa, por parte
ders» virtuales de cómo quedaría su escena, de mi madre, había muchos artistas. Tuve

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio , continente de lo inmaterial 15


un bisabuelo director de orquesta y varios sonido que producen esas palabras y la músi-
tíos cantautores. Siempre he estado en con- ca. Ahora que puedo leer la letra en español
tacto con la música y me ha interesado el soni- en internet, veo que no iba mal encaminado
do. Ya desde pequeño desmontaba aparatos en la comprensión de las canciones.
y construía altavoces con luces. Por ello
el sonido es muy importante para mí. Creé ¿Qué haces para sonorizar el escenario cuan-
un banco de sonido en una web, porque do el artista no trae un «rider» concreto sino
al trabajar en teatros vi que era necesario este solo unas indicaciones abiertas?
recurso. Se me dan casos como el reciente, trabajo
en Barcelona con una pianista y una bailari-
Para ti ¿qué es el sonido? na, escucho qué me piden y propongo. Tengo
Para mí, el sonido son frecuencias que siem- que ver qué necesidades tiene cada espectácu-
pre están. Estemos donde estemos siempre lo y qué hay en cada espacio. Así puedo colo-
algo suena. Como el corazón… un pitido car micrófonos dentro del piano, otro escon-
en el oído… un grillo… un camión… siempre dido en el suelo en un lugar donde la bailarina
hay algo y analizo su frecuencia. dice un texto… se trata de entender las nece-
sidades de cada espectáculo.
¿Cómo se puede crear y cambiar un espacio
con el sonido? ¿Qué diferencias observas al sonorizar un
escenario para un narrador oral en compara-
En el teatro se pueden crear espacios sonoros.
ción con un actor de teatro?
Normalmente, además de escuchar las pautas
del director de escena, puedo recrear espa- Sobre captar la voz, dependerá del narrador
cios como una cloaca… un espacio noctur- y actor. De cómo proyecta.
no… una puerta que se abre… puedo crearlo Trabajo con el Teatro Clásico de Sevilla
con sonidos. y ahí, cada actor no lleva micrófono inalám-
brico. Desean que no se note la microfonía,
¿Cuándo crees que el ser humano comenzó a que sea lo más natural posible. He de repartir
manipular el sonido para contar historias y micrófonos por el escenario. Alguno colgado
por ende cuál es el origen de tu profesión? del techo técnico también en la parte trasera,
Imagino que con la radio comienza esta crea- para que cuando el actor esté mirando hacia
ción de espacios a través del sonido. Como atrás no se pierda el texto.
el cabalgar de caballos con cocos dentro En el caso del narrador mira casi siempre
de una historia. al público y suele necesitar apoyo hacia
adelante. Pero como te digo, se trata de ver
Teniendo en cuenta que la oralidad es varia- qué necesita cada uno.
ble, ¿en qué medida crees que puede influir el
sonido en el éxito de una historia narrada de LA MÚSICA
forma oral? Música. Sucesión de sonidos compuesta,
Pienso que menos es más. Hay que ser prác- según ciertas reglas, de modo que resulta grata
tico y si la persona no lo requiere, no hay al oído (Diccionario María Moliner)
que ponerle nada. Es mejor ser sutil. Hay que Elena Jiménez. Se define como música multi-
intentar no quitar protagonismo al narrador instrumentista siendo sus instrumentos principa-
con el sonido. Al final, se le pone algo o no,les el clarinete, acordeón, piano, zanfoña, kával
dependiendo del narrador. moldavo, furulyas, lira, whistles y flautas barro-
cas. Ha recibido dos veces el premio a la Mejor
El sonido sin palabras ¿puede llegar a contar Música Acompañante en el Certamen Nacional
historias? ¿Cómo? de Canción de Autor de Elche en las ediciones
Desde que era pequeño escucho las canciones 2009 y 2011.
que no son en español sin entender las pala- Titulada superior como clarinetista en el Con-
bras, pero entendiendo la canción por el servatorio Superior de Música Manuel Castillo

16 EL AEDO #12
| Elena Jiménez

(Sevilla), diplomada en Magisterio Musical (UCA) der mejor a los protagonistas de la historia,
y educación social (UNED). Desde hace 20 años cuál es su personalidad o cómo van evolucio-
forma parte de diversos proyectos musicales nando emocionalmente durante los distintos
que abarcan desde el jazz, la música clásica y un acontecimientos en el hilo narrativo.
amplio abanico en cuanto a músicas tradicionales
europeas (especialmente gitanas y judías). Su pro- ¿Cómo crea y cambia el espacio la música?
yecto principal es el grupo El Domador de Medu- Al hilo de la pregunta anterior sería intere-
sas, galardonado con el 1º Premio del Trebu- sante también remarcar que en la descripción
festival (2019). Ha acompañado musicalmente del ambiente no solo se trata de una cuestión
a cuentistas como Filiberto Chamorro, Alberto emocional, también hay parámetros como
de Vivo del cuento, Manuel de Piratas de Alejan- las dimensiones del espacio. Así, con la músi-
dría, Diego Magdaleno… puntualmente a Yoshi ca podemos hacer que quien escucha pueda
Hioki, Laura Escuela, Noelia Camacho… sentir que la acción se desarrolla en un lugar
amplio o pequeño, incluso si hay mucha lumi-
Para ti ¿qué es musicar un ambiente? nosidad u oscuridad, si es un lugar armonioso
Creo que la música, como otras artes, tie- o caótico… Para conseguir crear estos espa-
ne una serie de herramientas que pueden cios, los músicos tenemos varias herramien-
servir para que quien recibe la información tas. Por citar algunas de ellas, podemos des-
o los estímulos (en este caso sonoros) lle- tacar la elección de los timbres y sonoridades
guen a entender mejor y sobre todo sentir especiales que nos da cada instrumento, el uso
el ambiente al que queremos que viaje con su de recursos melódicos y armónicos específi-
imaginación. Musicar un ambiente significa- cos, el juego rítmico, el contraste de dinámi-
ría, así como que la música te va a situar en un cas (entendida en música como un paráme-
estado emocional con respeto a esa situación tro que se basa en las distintas intensidades
que estamos describiendo. Te ayuda a enten- de volumen que podemos conseguir en la inter-

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio , continente de lo inmaterial 17


pretación) o el uso mismo del propio silencio. una historia sea una experiencia especial y úni-
Elegir la ausencia de sonido en un determinado ca. Primero, remarcaría que una buena histo-
espacio de la narración puede a veces ser más ria y narrada con maestría no necesita de nada
descriptivo y potente que cualquier floritura más para su éxito, creo que sería el primer
musical que podamos hacer. punto de partida. La música no podrá y creo
Entendiendo el espacio como el lugar donde que no debe suplir el alma de lo que estamos
se realiza la sesión de narración oral, la música haciendo, es decir, el hecho de hacer narra-
puede ser también una llamada a la escucha. ción oral. En el momento de incluir la música
En un espacio en el que los sonidos cotidianos en nuestra narración descubrimos que pode-
están acomodados a nuestros oídos, escuchar mos jugar con más elementos para transmitir
de repente una música creada en el mismo nuestra historia. Lo que no dicen las palabras
instante y lugar hace que nuestros sentidos puede ser expresado con la música, nos puede
vivan un cambio radical, despertando a tra- ayudar a la rítmica gestual o verbal, a crear
vés de ellos la creatividad, la predisposición evocaciones de personajes, objetos, lugares
a desarrollar nuestra imaginación y sensibi- y hacer giros argumentales. Tenemos la posi-
lidad artística. Suena la música, algo especial bilidad de movernos en dos planos. Por un
va a pasar… lado, tenemos la información que da la narra-
ción oral y de forma paralela, en otro plano,
¿Cuándo crees que el ser humano comenzó tenemos la música que puede crear otro tipo
a usar la música para contar historias y por de estímulos dando incluso un doble senti-
ende cuál es el origen de tu profesión? do a las palabras. También sería interesante
No se sabe con exactitud cuándo surgió destacar que en el repertorio de la narración
la música ni la narración oral en la Historia, oral nos encontramos con historias vincu-
pero se sabe que desde la época prehistórica ladas a romances, retahílas hechas cancio-
el arte ha sido esencial en el desarrollo evolu- nes, juegos narrativos musicales… El incluir
tivo del ser humano. El arte ha sido un vehícu- la música en este gran abanico de géneros
lo de expresión y comunicación esencial, vin- ayudaría a entender mejor la naturaleza
culado a ceremonias y rituales, pero también musical de estas historias e incluso a ani-
a la transmisión de conocimientos que podían mar de una forma casi espontánea la parti-
ser claves en la supervivencia. Se podría cipación del público, transformando el espa-
especular que la música más antigua se haría cio en un momento de encuentro colectivo
con sonidos vocales y con algunos elemen- y donde se diluye la posible unidireccionali-
tos percusivos. La narración oral iría de la dad del narrador o narradora. Con la música
mano de la evolución del lenguaje y es en ese se abraza al grupo. Este ya no solo escucha,
momento donde se encontrarían ambas artes. también puede cantar, incluso bailar.
La necesidad de transmitir un mensaje valioso
para el grupo en sus rituales a través de mitos, La música por sí misma ¿puede llegar a contar
leyendas, sucesos de la vida cotidiana (caza, historias? ¿Cómo?
guerra, la muerte…), hace pensar que las En el arte musical existe la llamada música
artes confluyeron de forma natural entre sí, descriptiva o programática acuñada desde
es decir, pinturas rupestres, narración oral, el Renacimiento. La música en este sentido
danza y música participaban de un mismo describe paisajes, personajes, narra historias
rito o ceremonia colectiva desde el principio y busca provocar determinadas emociones
de los tiempos. en el oyente. Podríamos decir que ya des-
de la antigua Grecia, con el llamado musi-
¿En qué medida crees que puede influir la ké (de las musas) y la teoría del Ethos (la
música en el éxito de una historia narrada de música podía reflejar los distintos estados
forma oral? de ánimo del ser humano) se dan cuenta
La narración oral puede encontrar en la músi- del poder que tiene la música en la transmi-
ca una aliada para que la vivencia de escuchar sión de emociones e información. Para ello

18 EL AEDO #12
la música instrumental usa numerosos recur- en seguir la música, sino que tiene que ser
sos que se han ido fraguando a fuego lento libre de coger los caminos que va sintiendo
y mano a mano con un código cultural deter- en el momento y con la tranquilidad que le
minado. Quiero decir que en nuestra cultu- da saber que el músico va a seguirlo. De igual
ra se va creando un lenguaje propio musical manera, el narrador o narradora también pue-
al que se le atribuye a modo de consenso de dejarse sorprender por propuestas musica-
determinadas características y reacciones pre- les que le pueden inspirar e incorporar en su
visibles en el oyente. Así, los músicos vamos narración. La confianza y complicidad entre
recopilando recursos tímbricos, melódicos, narración y música en este caso sería esencial.
rítmicos, armónicos… que sabemos que van
a evocar emociones, ambientes, rasgos de per- ¿Qué diferencias observas al musicar un esce-
sonalidad e infinidad de elementos que con- nario para un narrador oral en comparación
forman una historia. Estamos inmersos en una con un actor de teatro o una película de cine?
cultura audiovisual que amolda nuestras per- Afortunadamente he tenido la oportuni-
cepciones, algo que puede ser un aliado con el dad de unir la música con el cine, el teatro,
uso de los llamados clichés y que nos asegura la narración oral, la danza, poesía, pintu-
ese entendimiento. Pero artística y personal- ra… y lo que he podido constatar es que
mente veo interesante también sobrepasar cada una de ellas tiene sus especificidades
estos consensos y arriesgarse a no ofrecer
por su propia naturaleza, pero también
siempre lo esperable.
el arte lo hacen las personas. Quiero decir
que podemos encontrar a un actor de teatro
¿Qué haces para musicar el escenario cuando
totalmente rígido en su papel y controlan-
el artista no trae un esquema concreto sino
do al milímetro cada parámetro de la esce-
solo unas indicaciones abiertas?
na, pero también hay actores o espectáculos
Me he encontrado en situaciones muy diver-
teatrales que se conciben desde la improvisa-
sas acompañando con música a la narración
ción y están abiertos a un arte más libre. En la
oral, y una de ellas es ni siquiera conocer
narración oral también creo que podemos
de antemano la historia. Tanto en esta situa-
encontrar esas dos dicotomías, dependien-
ción como incluso conociendo el argumento
do del propio narrador o narradora. En el
o incluso con arreglos pactados de antema-
caso del cine no hay «tutía», la película es ya
no creo que lo más importante es mantener
un resultado cerrado, siempre tendrá el mis-
un escucha muy activa, incluso no perder
mo metraje, ritmo… Pero aun así los músicos
el contacto visual con el narrador o narrado-
ra, ya que el propio movimiento del cuerpo podemos jugar en cada visionado con dis-
nos da muchas claves sobre la historia que se tintas propuestas musicales para una misma
está contando. Otro aspecto, y del que ya película. No hay bidireccionalidad, pero,
he hablado anteriormente, sería tener un buen aun así, dentro de la rigidez del cine en este
banco de recursos musicales incluidos en tu sentido, encontramos esa libertad creati-
propio repertorio y saber en qué contextos va en la música. Desde hace ya once años
son más apropiados hacer uso de ellos para fundamos el proyecto Cinetones, dedicado
conseguir ambientar la narración. Podríamos a hacer espectáculos de cine mudo con músi-
decir que esta circunstancia se enmarca en la ca en directo. Este proyecto, por ejemplo,
improvisación, recurso musical que creo esen- me ha entrenado muchísimo para ampliar
cial en el trabajo de un músico. Aunque no lo mis recursos en las sesiones de narración
parezca, la propia improvisación tiene sus téc- oral, pero también, al contrario. El haber
nicas y se trabaja de antemano para que pueda trabajado con distintos compañeros y com-
darse de forma natural. Muy importante sería pañeras de la narración oral me ha enriqueci-
también dejarse sorprender por el narrador, do muchísimo para humanizar esos recursos,
estar abierta a sus propuestas. Creo que quien que luego he podido aplicar en este proyecto
está narrando no debe sentirse encorsetado de cine y música.

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio , continente de lo inmaterial 19


¿Cuál es el lugar más peculiar que has
musicado?
Difícil elección ya que en los proyectos musi-
cales en los que participo suelen estar abiertos
a explorar, y con la mayoría de mis compa-
ñeros coincidimos en que cualquier espacio
puede ser idóneo para hacer música. Nom-
braría algunos como proyectar cine en una
cascada y tocar junto al estanque, tocar en un
tren de los años 80 en Alemania, recorriendo
el Ruhr, en un balcón secreto en una mura-
lla defensiva de Cádiz para dar una sorpre-
sa a unos enamorados, hacer música dentro
del dolmen de Antequera con Diego Magdale-
no o tocar en un huerto ocupado entre toma-
tes y acelgas en Budapest.

EL SUELO Y LAS PAREDES

Para hablar sobre el espacio físico donde


se desarrolla nuestra actividad, me he acercado
| Santos Fernández Lozano
a una biblioteca que me es conocida. La bibliote-
ca de Montequinto, Dos Hermanas. Si bien cada
biblioteca tiene su desarrollo propio y ninguna Sus respuestas están integradas en el artículo
es representativa de todas, he elegido esta por- que nos dedica. Las cuales se pueden compren-
que desde sus orígenes ha vivido notables cam- der mejor enmarcadas en la historia del lugar.
bios de escenario. Como podréis leer, los espa- Esto es lo que Santos nos cuenta:
cios de narración oral en esta biblioteca han sido Como ninguna realidad es comprensible sin su
Bibliobus, jardín, sala pequeña de lectura, sala contexto comenzaré diciendo que Montequin-
grande, patio, teatro, parques y plazas. to es un distrito de la ciudad de Dos Hermanas
Es por eso por lo que he considerado inte- que cuenta actualmente con más de 36.000 habi-
resante hablar con uno de los testigos de estos tantes, una población cada vez más identificada
cambios, el veterano bibliotecario Santos Fernán- con su barrio y donde la biblioteca juega el papel
de referente social y cultural.
dez Lozano, encargado de coordinar las sesiones
Después de un largo y complicado proceso
de narración oral.
iniciado en marzo de 1989, la biblioteca de Mon-
La base de nuestro diálogo ha sido estas pre-
tequinto abrió sus puertas el 4 de junio de 1994
guntas:
en un espacio de 110 metros cuadrados dentro
¿Has observado cambios en el comporta- de un pequeño recinto con jardín. Se inauguró
miento del público y de los profesionales de con una actividad de animación a la lectura coor-
la narración oral según qué espacio se ha dinada por el narrador Pepepérez.
usado para esta actividad? A lo largo de sus 27  años de existencia,
la biblioteca de Montequinto ha vivido diversas
¿Has observado diferencias en el resultado de transformaciones físicas, cambios que han con-
la sesión? dicionado el espacio dedicado a la narración oral.

Las características del espacio ¿en qué medi- ANTECEDENTES EN LA BIBLIOTECA PEDRO LAÍN

da crees que influye en la forma de narrar de ENTRALGO

cada profesional? ¿Qué cambios importantes Para conocer la evolución de la actividad de la


has observado en un mismo narrador con narración oral en la biblioteca de Montequinto
diferentes espacios? hay que hablar de la biblioteca Pedro Laín Entral-

20 EL AEDO #12
go de Dos Hermanas, de la que fue sucursal bajo a la lectura y narración Las bibliotecas cuentan,
la misma dirección hasta el año 2010, que se tras- un programa de cuentacuentos con una perio-
lada a su ubicación actual. dicidad semanal dirigido a un público familiar.
La biblioteca de Dos Hermanas lleva progra- Las bibliotecas cuentan es un taller de anima-
mando cuentacuentos desde el año 1983, cuando ción a la lectura y narración para niños puesto
los cuentos eran contados a los niños por volun- en marcha en las dos bibliotecas de Dos Herma-
tarios en el interior de un viejo autobús que se nas y dirigida a los niños que desean iniciarse
encontraba anclado en la parte delantera del jar- de una manera lúdica y divertida en el hábito
dín que rodeaba a la antigua biblioteca. de la lectura. La actividad se desarrolla semanal-
Después se vivió una etapa dorada, coin- mente en las dos bibliotecas de la ciudad.
cidiendo con los años en los que Chelo Rojas El objetivo que la biblioteca persigue al pro-
se hizo cargo de la sala infantil. En esa tempora- gramar esta actividad es crear lectores, dan-
da las narraciones de cuentos eran casi a diario, do a conocer a los niños, con la complicidad
ella se hacía llamar la brujita Meleninda y solía de los padres, todo el mundo mágico y divertido
disfrazarse e improvisar teatrillos. que pueden descubrir en la lectura.
Ya en la década de los noventa llegó Pepepé- Durante estos años, los cuentos nos han per-
rez y los cuentacuentos profesionales comenza- mitido acercar a los niños temas tan importantes
ron a ser contratados por ambas bibliotecas. como la familia, el reciclaje y el medio ambiente,
la alimentación saludable, etc.; nos han ayuda-
LA NARRACIÓN ORAL EN LA BIBLIOTECA do a conocer las fiestas de una manera distin-
DE MONTEQUINTO
ta con historias sobre Andalucía, la Navidad,
Los cuentacuentos se iniciaron en la bibliote- el Carnaval, etc. y transmitir y educar en valo-
ca de Montequinto en el año 1995. Al principio res con cuentos que tratan de la paz, la igual-
se hacían una vez al mes en el Club Social Entre- dad, la solidaridad, etc. Además, la colaboración
torres, en el colegio Poetas Andaluces, y poste- de los usuarios y la conmemoración de fechas
riormente se trasladaron a los salones parroquia- significativas nos han permitido programar
les. En estos primeros años el narrador encargado cuentos signados, cuentos danzados, cuentos
de la actividad fue Pepepérez. por la igualdad...
A los pocos años de inaugurarse, la biblioteca
había sobrepasado los 2500 socios, motivo por el ESPACIOS DE LA NARRACIÓN ORAL
EN MONTEQUINTO
que en 1999 se inició una reforma para ampliar
sus servicios. Durante las obras de ampliación Los espacios de narración oral en esta biblio-
y el curso 2000-2001, el salón de usos múltiples teca han sido varios y variados: jardín, sala
del Colegio Público Gloria Fuertes fue el esce- pequeña de lectura, sala grande, patio, teatro,
nario del programa mensual de cuentacuentos. parque y plaza.
Por aquel entonces se creó el Club Cuen- Es por eso que hemos considerado hablar
tacuentos; se hacía entrega a todos los niños con Santos Fernández Lozano, bibliotecario
de un carné especial de cuentacuentos y se envia- en Montequinto y encargado de coordinar
ba por correo postal una carta a los miembros las sesiones de narración oral. Quien, siendo
del club informando de las actividades de anima- testigo de los cambios de espacio que hemos
ción a la lectura. enumerado, ha escuchado narrar en la progra-
Fueron muchas las personas que frecuentaron mación estable a Filiberto Chamorro, Alicia
Bululú, Jhon Ardila, La Cháchara, Sandra Cerezo
la biblioteca de aquella primera época y la recuer-
dan como un espacio familiar, agradable, modes- y Diego Magdaleno.
to, muy limpio y primorosamente arreglado. También han narrado de forma puntual Pepe-
pérez, Nicolás Buenaventura, Carlos Arribas
TALLER DE NARRACIÓN ORAL LAS BIBLIOTECAS Carloco, Anabel Gandullo, Juan Gamba, Rubén
CUENTAN Flecha, José Luis Mellado, Pablo Hoyos, Carmen
En octubre de 2001 la actividad da un gran Solís, Miguel Nevot, Maísa Marbán, Caroline
salto al ponerse en marcha el taller de animación Mantoy, Lezim Kimvowama, Aurora Maroto,

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio , continente de lo inmaterial 21


| Montequinto. Sala pequeña, cuentos y visitas escolares

Isabel Cabrera, Nacho Terceño, Nelson Calde- Eso hace también que la relación entre
rón, Laura Dippólito, Carolina Rueda, Israel la biblioteca y los narradores haya sido siempre
Hergón, Jesús Buiza, Lola Jiménez, Ana Mari- de respeto y que, más allá de lo laboral, se hayan
sa Maccagno, Luis Pecha, Paula Martín, Carlos creado vínculos afectivos que han facilitado
Pachón, Clara Piñero, Patricia MCGill, Aurora la comunicación para buscar conjuntamente
Maroto, Carmen Sara Floriano, Rammsés Moc- y en cada momento lo mejor para la actividad
tezuma … todos ellos compartieron sus cuentos en cuanto a espacios, horarios, etc.
traídos de todas partes de España y de países El segundo punto a tener en cuenta es que
como Argentina, Colombia, Chile, Congo, Fran- trabajamos los espacios de la biblioteca como
cia, México o Paraguay. puntos de encuentro donde las personas pueden
Gracias, Diego, por acercar a los lectores de El reunirse e interrelacionarse de manera informal,
AEDO un pedacito de esta biblioteca y de las his- para la asistencia a una actividad o por el simple
torias que en ella se han contado y escuchado. placer de estar.
Todo lo expuesto anteriormente es información Es importante reseñar que la actividad
fundamentada en datos y hechos; a partir de aho- del cuentacuentos, excepto en pandemia, siem-
ra, el relato se convierte en opinión basada en la pre se ha programado en abierto para todos
reflexión y la percepción de la actividad a partir los públicos, sin restricciones de edad ni de aforo.
del año 2000 que llego a la biblioteca. Este hecho, por una parte, enriquece y fomenta
El primer punto de partida de todas las accio- la participación, pero también dificulta en oca-
nes que se llevan a cabo en la biblioteca es nuestra siones su desarrollo, especialmente al narrador
visión de la biblioteca como un servicio público que encuentra un público muy diverso en cuanto
donde lo más importante son las personas con las a edades se refiere.
que hacemos el camino: usuarios, narradores, La programación en un lugar u otro ha veni-
personal bibliotecario. do determinada casi siempre por circunstancias

22 EL AEDO #12
| Montequinto. Jardín biblioteca pequeña

ajenas a la propia actividad. Todos los espacios des de un público que, sentado en el suelo, per-
que hemos habitado en cada una de las sesiones manecía apretado desde la puerta de entrada
de cuentacuentos tienen factores a favor y en hasta los mismísimos pies del narrador. Tenía-
contra. En cada uno de ellos el comportamien- mos la percepción de pertenecer al fantástico
to del público es distinto y, por lo tanto, tam- club de los cuentacuentos y vivir cada semana
bién lo es el resultado y, a veces, la respuesta un momento mágico.
del narrador. En este espacio de narración, lo mejor y lo
peor eran las dimensiones. Por la parte negati-
SALA PEQUEÑA EN PEQUEÑA BIBLIOTECA va, el espacio requería de un gran esfuerzo para
El primer espacio fue una sala pequeña, su preparación y era incómodo; además, se com-
en una pequeña gran biblioteca; la singularidad partía con el resto de servicios de la biblioteca,
de este espacio era la preparación del mismo. y esto generaba molestias a los usuarios.
Se reorganizaron las estanterías que albergaban Pero esas mismas carencias y limitaciones
la colección y, como si de un puzle se tratara, generaban un clima de unidad entre el público,
cada martes las familias, los narradores y el porque todos éramos conscientes de que el espa-
personal bibliotecario se afanaban en despla- cio que se disponía era el mejor posible en ese
zar el mobiliario que permitía crear un espacio momento y era clara la cercanía y complicidad
de unos 30 metros cuadrados. Cuando la asisten- con el narrador. Además, como actividad de ani-
cia era mayor, se invitaba a las personas adul- mación a la lectura, el contacto con la colección
tas a quedarse fuera privándose de asistir a la y su préstamo era directo.
actividad por el buen desarrollo de las sesiones En estos primeros años, el narrador se acom-
de narración oral. pañaba con frecuencia de otros elementos y obje-
Era tal la ilusión con la que se vivía este tos para llevar a cabo la narración de los cuentos.
momento que no importaban las incomodida- Era también frecuente la participación en estas

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio , continente de lo inmaterial 23


| Sala infantil de la biblioteca de Montequinto

sesiones de «invitados especiales» que contaban inquietudes. Era una biblioteca con un carácter
un cuento o hacían juegos de magia, enrique- abierto y participativo que recibía 50 000 visi-
ciendo así la actividad unas veces o interfiriendo tas anuales y contaba con un programa de cuen-
en ella otras. tacuentos en el que participaban cerca de 3000
El 28 de febrero, Día de Andalucía, marcaba personas.
la fecha de comienzo del cuentacuentos en el jar- Teniendo en cuenta la dimensión que esta-
dín, un espacio más amplio, que permitía estar ba tomando el servicio y su actividad cultural,
y disfrutar de las historias en familia, incluso ya se estaba fraguando la nueva biblioteca y para
con la posibilidad de merendar en el mismo que el arquitecto encargado del diseño tuviera
recinto de la biblioteca. El narrador, por su par- en cuenta las necesidades de la actividad narra-
te, se adaptaba fácilmente al espacio con ayuda tiva, se le invitó a asistir a una sesión de cuen-
de algún amplificador del sonido para su voz. tos en la minúscula biblioteca. Asistió, conoció
En ambos casos, ya fuera con alfombras de linó- al público y vio cuales eran las necesidades.
leo o en el mismo césped, las personas estaban
sentadas en el suelo SALA GRANDE EN GRAN BIBLIOTECA

Durante este periodo inicial fueron desgra- El 1 de octubre de 2010 se inaugura el Cen-
nando sus cuentos el grupo Espacio Abierto (Cha- tro Cultural Biblioteca de Montequinto. Con el
ro y Ana), Angelina Delgado y el grupo Baobab cambio a la nueva biblioteca y la disponibilidad
(Filiberto y Diego), acompañados en muchas de un espacio mayor, el cuentacuentos se conso-
ocasiones por los «invitados de honor», madres lida como la actividad de animación a la lectura
y padres que se animaban a contar historias para más importante, contando para las sesiones fami-
hacer la sesión más participativa. Posteriormente liares con la presencia de grandes narradores.
coordinó el programa de cuentacuentos el colecti- Estas sesiones se realizan inicialmente en la
vo La Cháchara, cuyo trabajo nos permitió contar sala infantil juvenil de la biblioteca que dispo-
con la presencia de narradores de todo el mundo. ne de 186.74 m2 y 40 puestos de lectura. Es una
La biblioteca fue asumiendo nuevas respon- biblioteca dentro de la biblioteca con un mobilia-
sabilidades, creciendo muy comprometida con la rio especial en cuanto a formas, tamaños y colores.
misión de llevar lectura, educación, información La sala dispone de colecciones y recursos docu-
y cultura a los ciudadanos de un barrio vivo y con mentales apropiados para niños, niñas y jóvenes.

24 EL AEDO #12
| Montequinto. Patio

El paso del cuentacuentos a la sala infantil-juvenil El resultado no era siempre el esperado, pues
de la nueva biblioteca hizo que creciera también a veces se convertía en un espacio más para el jue-
en cuanto a la participación. go que para la escucha, en un espacio de encuen-
Con la sala abierta al resto de servicios y con tro de padres y madres que veían en ese momen-
la sala reservada para la actividad. Sentados en el to el ideal para contarse sus propias historias.
suelo y sentados en sillas a modo de teatro y a su vez Cuando el público no respondía con la
en distintas orientaciones. Instalando focos para atención necesaria, afectaba al resto de perso-
cambiar la iluminación a fin de crear un ambiente nas deseosas de escuchar cuentos y especial-
más propicio para la escucha... se ha ido trabajando mente al narrador, que tenía que elevar su voz
este espacio de muy diversas formas hasta encon- y en ocasiones interrumpir la sesión para recla-
trar la que permitía un mejor desarrollo de la acti- mar un silencio respetuoso con la importancia
vidad. Nunca hubo problemas de aforo. del momento.
En los últimos años de la actividad en este En esta sala la narración se hacía junto al Rin-
espacio, previo a la pandemia, la sala al completo cón de los sueños:
se reservaba una tarde a la semana. Las mesas «Cuentan que donde comienzan los sueños
se retiraban, las sillas se ubicaban a modo es el rincón donde cobran vida nuestros cuentos,
de teatro, se bajaban las persianas, se encendían y dicen que, en este rincón, abrazado a la tierra,
los focos, se cerraba la puerta que comunicaba está creciendo un árbol mágico, y dicen que junto
con el resto de la biblioteca… y a narrar. a él viven seres fantásticos. Hay un lugar donde
Podría decirse que es la sala ideal para se puede soñar cómodamente. Un lugar donde
el fomento de la lectura a través de la narra- leer, escuchar aventuras, imaginarlas y com-
ción oral: amplia, insonorizada, con mobiliario partirlas. Allí encontrarás cuentos de hadas,
especial y con recursos bibliográficos de todo de duendes, de dragones, de búhos sabios...».
tipo. Sin embargo, es una sala tan bien equipa- En pandemia, Las bibliotecas también cuen-
da que invita a la dispersión y a la distracción tan… en el patio
y, por tanto, en algunas ocasiones, el desarrollo En marzo de 2020 la pandemia nos sacó
de las sesiones de cuentacuentos requería de un de nuestra zona de confort y nos obligó a buscar
mayor esfuerzo por parte del narrador y del per- nuevos espacios donde poder seguir programan-
sonal bibliotecario. do el cuentacuentos cumpliendo todas las normas

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio , continente de lo inmaterial 25


| Montequinto, salón de actos

de distancia y seguridad. Por primera vez desde Con capacidad para 150 personas sentadas,
el año 1995 se limitó el aforo. se ha mostrado como un espacio escénico ideal
La actividad se trasladó al patio, donde se ins-
para la actividad. No hay que mover mobiliario
taló una pequeña tarima para el narrador y un ni se necesita limitar el aforo. No afecta al nor-
fondo de tela con motivos literarios. Se modifi- mal desarrollo del servicio en la sala infantil y sí
caron los horarios y duplicaron las sesiones (parase complementa con ella al no perder el vínculo
no perder ninguna sesión aplazada y atender a la necesario entre la actividad de animación a la
demanda del público). Reservas de plazas. Mas- lectura, la colección y el servicio de préstamo.
carillas (el narrador no). Además, nos permite formar e informar a los
Este espacio, al aire libre, es amplio y reco-más peques y sus familias sobre la forma en la
gido, se encuentra junto a la sala infantil-juve- que hay que estar en un teatro. Y hemos descu-
nil. Con el clima que hay en Sevilla se podrían bierto que la atención y la escucha son mayores
hacer «meriendas con cuentos» durante varios y el comportamiento en este espacio es mejor.
meses. Por su parte, los narradores se adaptaron Todos estos factores inciden positivamente
fácilmente a él, eso sí, con la ayuda de un equipoen la organización y desarrollo de la actividad,
de sonido. tanto para la biblioteca como para los narra-
El público en este espacio ocupaba su silla dores, y, por tanto, para todas las personas
y no estaba permitido, por las medidas COVID, que cada martes en sesión familiar se acercan
cambiarse ni estar fuera del asiento. Así que, a la biblioteca de Montequinto ávidos de escu-
el comportamiento mejoraba respecto a la sala char historias.
infantil, y por lo tanto la respuesta del narrador En este mismo espacio desde hace doce años
y el resultado de la sesión. se mantiene un programa estable de cuentos para
público adulto coordinado por La Cháchara y que
TEATRO - SALÓN DE ACTOS
bajo el nombre de Las Mil y Una ofrece una pro-
Cuando se pudieron programar de nue- gramación variada con narradores de distintas
vo actividades en espacios cerrados, en lugar regiones con la idea de acercar al público de Mon-
de regresar a la sala infantil y juvenil se optó tequinto los más variados estilos y acentos.
por realizar la actividad de cuentacuentos en el
pequeño teatro del centro cultural. Y ahí se rea- OTROS ESPACIOS DE LA NARRACIÓN ORAL
lizan en la actualidad las sesiones de narra- EN MONTEQUINTO
ción oral con una participación de entre 80 y De forma excepcional se realizan paseos
100 personas. con cuentos por el cercano Parque de los Pinos,

26 EL AEDO #12
| Exteriores de Dos Hermanas. Narrador Jhon Ardila

donde existen casetillas con libros a modo La programación semanal de los cuentacuen-
de puntos de lectura. tos es un factor a favor de la actividad, nos per-
Una vez al año, la biblioteca organiza la Feria mite fidelizar con los usuarios e ir generando
del Libro del barrio en la que desde hace 26 años pequeños cambios que redundan en el beneficio
no faltan actividades de narración oral en el espa- de todos.
cio público donde se ubica. Cuando el público utiliza un espacio dispuesto
También se han programado cuentacuentos a modo de teatro siempre es mayor la atención
para otros acontecimientos, como la inaugu- y el respeto con el que se escucha. Esto hace
ración de la Plaza Ignacio Pérez Romero, para que participe más de las historias y establezca
celebrar el Día de la Diversidad Funcional o en con el narrador una relación más fluida.
el marco de la actividad Comparte TU Estrella. Por su parte, el narrador se muestra más cer-
Conjuntamente con la biblioteca Pedro Laín cano, incluso más animoso en su forma de narrar.
Entralgo se han organizado sesiones de cuen- Y muestra su agradecimiento por haber podido
tacuentos en un espacio intermedio entre ambas volcar toda la energía en la narración del cuento
bibliotecas, concretamente junto al Lago de la y no en aspectos ajenos a la historia.
Vida en la Ciudad del Conocimiento de Dos Her- Otro elemento a tener en cuenta son los recur-
manas. Para conmemorar el Día Mundial del Libro sos empleados por el narrador. Más allá de la voz de
con la actividad Bicicuentos o para conmemorar cada uno con sus tonalidades, cuando el narrador
el Día Mundial de la Narración Oral a propuesta hace uso de otros elementos (palo de lluvia, obje-
de la Asociación de Profesionales de la Narración tos para crear música o sonidos, etc.) capta mejor
Oral en España. la atención de los participantes. Si se acompaña
Y colorín colorado… del álbum ilustrado de la historia, además de ense-
Aunque a lo largo de la exposición sobre ñar a los más pequeños el vínculo de los cuentos
estos 27 años de la narración oral en la biblioteca con los libros y la lectura, hace que estos muestren
de Montequinto se ha ido respondiendo en parte mayor interés intentando relacionar las imágenes
a las preguntas formuladas, nos centramos ahora con aquello que escuchan.
más en el enunciado de las mismas. En el caso de los narradores, la profesionali-
Los cambios de comportamiento observados dad siempre ha estado por encima de las circuns-
en el público han venido dados por las propias tancias que proporciona cada uno de los esce-
circunstancias ambientales, por los recursos uti- narios en los que se ha narrado. Creo que lo
lizados, por la disposición del espacio, incluso que más condiciona al narrador es el feedback
por el horario elegido para las sesiones. de las personas que se acercan a la actividad.

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio , continente de lo inmaterial 27


La experiencia nos está demostrando que el participan. Al final, lo que estamos generando
espacio actual se configura como el ideal para todas son experiencias en torno a los libros, la lectura
las partes implicadas: usuarios, personal biblioteca- y las historias, que van creando un vínculo emo-
rio y narradores. También para la propia actividad cional entre el narrador y el público.
y para el resto de servicios bibliotecarios. Ha sido un trabajo conjunto donde lo más
Es la suma de todos estos elementos la que importante ha sido el objetivo y no el camino
hace que el resultado de la sesión varíe, y, que cada una de las partes haya hecho para con-
por tanto, el interés con el que las personas seguirlo.


Una de las finalidades principales de la biblioteca es crear y consolidar el hábito de la
lectura en los niños desde los primeros años». La literatura infantil (cuentos, poesías,
canciones, adivinanzas) cumple la función esencial de poner al pequeño en contacto con
los libros; de ahí la importancia de los cuentos con el fin de favorecer la comunicación
y expresión oral de los niños de estas edades y el aprendizaje de la lectoescritura para
etapas educativas posteriores.

(Manifiesto de la UNESCO a favor de las bibliotecas públicas)


Por ello, desde el año 1995 nos reunimos en la biblioteca de Montequinto para disfrutar
del acto milenario de contar y escuchar cuentos. Una actividad repleta de oportunidades
para descubrir o reafirmar conceptos de nuestra vida cotidiana, o para trasladarnos a
momentos y espacios imaginarios y ajenos a nuestra rutina diaria. Todo en torno a la
palabra, en un lugar donde se cobijan escritas casi todas las historias de nuestra cultura:
la biblioteca.

(Diego Magdaleno)


Una biblioteca que ocupa un espacio cercano a la comunidad a la que sirve, que va dando
respuestas a las necesidades adquiridas por unos usuarios cada vez más comprometidos
y que aspira a ser un punto de encuentro y convivencia de sus vecinos, un espacio para el
desarrollo de la creatividad y la innovación, un lugar para compartir experiencias y sobre
todo, para crecer como personas.

Con el deseo de que estos diálogos hayan sido y siendo conscientes de que muchos otros aspec-
de provecho para tomar más consciencia sobre tos quedan en el tintero, concluimos este artículo
el espacio que habitamos al contar historias dejándolo abierto para seguir dialogando.

DIEGO MAGDALENO

28 EL AEDO #12
Lugares donde
se cuenta
CAROLINA BARREIRA (LILI CUENTACUENTOS)

En el contexto de esta revista y su tema eje, C. Cuando el escenario se mueve


nos pareció interesante conocer qué nuevos espa- D. ¿En serio que has contado ahí?
cios se han sumado como posibles escenarios E. Espacios que marcan
para la palabra, y conocer algunas experiencias F. Los menos habituales
en ellos. G. Hacia un decálogo de espacios de cuentos
Abrimos una encuesta que fue contestada (las anécdotas)
por 33 narradoras y narradores.
Con fines prácticos, realizamos un listado A. ESPACIOS CON ANTIGÜEDAD O HISTORIA
de espacios que nos parecieron posibles de con- Muchos narradores coinciden en la emoción
siderar como «habituales», «convencionales» o y el privilegio que han sentido al poder contar
«tradicionales» del mundo de la narración oral cuentos en espacios con muchos años de historia.
como son: bibliotecas, centros escolares, teatros, Son lugares cargados de una energía y atmósfera
plazas, calles, museos o salas de exposiciones, especial que, según lo que nos comentan, influyen
librerías y bares. en la selección del repertorio a contar, en la forma
Los datos vertidos en las respuestas nos per- en que se cuenta y en la escucha del público.
miten precisar que un 93% de los encuestados Diego Magdaleno relata que cuando contó
cuenta habitualmente en bibliotecas y cen- en el dolmen de Soto, en la localidad de Tri-
tros educativos; un 63% ha contado en plazas; gueros, en Huelva (3650-3750 a. C.), cambió
y menos del 50% ha contado en museos y bares su repertorio de un pase a otro: «Fueron cuatro
alguna vez. pequeños pases en grupos reducidos de 10 a 15
Nos interesaba mucho poder conocer espa- personas. Entre un grupo y otro, me quedaba
cios menos comunes donde los cuentos narrados dentro del dolmen esperando y las luces se apa-
hubiesen sido los protagonistas, por esto plan- gaban de forma automática. Dentro de tan ances-
teamos una pregunta abierta invitando a que tralmente sagrado lugar, en oscuridad y silencio,
nos contaran sus experiencias. cambie el cuento a narrar de la primera sesión
El abanico se abrió muchísimo. Buscando a la segunda. En cada narración percibía que el
enunciarlos todos los hemos agrupado de alguna
lugar influía en la forma de narrarla. Me esta-
forma, intentado que este artículo refleje todas
ba volviendo un místico. Menos mal que acabó
las experiencias vertidas en la encuesta:
pronto, que si no me echo a perder».
A. Espacios con antigüedad o historia En el caso de Pep Bruno, fue el espacio el que
B. La naturaleza como espacio de cuento orientó la elección del repertorio, al referirse a su

E S P A C I O S de L cuento - L ugares donde se cuenta 29


| Dolmen de Soto, vista aérea | Interior del dolmen de Soto

experiencia de contar en La Casa de Los Grifos, y trenzando historias». Y agrega, para referirse
una villa romana del año 50, que se encuentra a la escucha del público, «al ser un lugar tan her-
en Alcalá de Henares y que conserva, en muy moso y con tanta historia, tanto el público como
buen estado, la mayor y mejor colección de pin- yo estuvimos con una actitud especial de escu-
tura mural de la época en España. «Yo articulé cha, no sé cómo explicarlo, todos sentimos
toda la sesión (de mitología) a partir de los gri- que era un privilegio contar/escuchar allí y la
fos (que dan nombre a la casa), ese fue el tema escucha era extremadamente respetuosa. Contar
de partida, la punta del hilo de la que ir tirando allí fue algo inolvidable».

| Casa de los Grifos. Alcalá de Henares

Casa de los Grifos. Alcalá de Henares. La con- anterior. En sus propias palabras: «por más vuel-
tada fue organizada por el colectivo Légolas den- ta que le daba no me sentía a gusto con el posi-
tro de la celebración de los 25 años de la decla- ble repertorio... lo resolví inventando una histo-
ración de Alcalá de Henares como Patrimonio ria específica para ese lugar, con las montañas
de la Humanidad. de alrededor, el dolmen, el poblado... Es la vez que
Los espacios influyen en la elección del reper- más inquisitivamente ha influido el espacio
torio y si no se encuentra el cuento adecuado, en mi repertorio ¡hasta tener que inventarlo
se inventa. Como le sucedió a Diego Magdaleno para ese lugar! La historia fue escrita y publicada
al contar, esta vez, en el dolmen de Menga (Ante- en un libro por la Junta de Andalucía... pero no es
quera, Málaga), con mayor antigüedad que el lo mismo leerla que escucharla allí, in situ».

30 EL AEDO #12
Similar experiencia la del narrador Salva Tras-
to quien contó dentro de la torre principal de un
castillo árabe, y recuerda que «aunque la acústica
no era buena, el ambiente que se creó, la ener-
gía que nos rodeaba invitaba al recogimiento
y a la escucha, además del olor que era entre
húmedo y a tierra. Similar experiencia vivida
por Paula Carbonell al referirse a contar dentro
de iglesias: «las iglesias son lugares pensados para
el recogimiento y una vez desacralizadas conser-
van sus características rituales, así que cuando
se programa en esos espacios, ayudan al hecho
de contar por la solemnidad del espacio».
Hablamos de espacios con historia en los que la
idea de detener el tiempo o de perder la noción
de este se hace real, como lo afirman los comenta-
rios de Filiberto Chamorro y Juan Gamba. El pri-
mero se refiere a la experiencia de contar en el
Corral de Carbón, Granada (siglo XIV), ocasión
en la que «por el ambiente creado, un cuento
| Corral de Carbón, Granada
tradicional duró la sesión completa» y agrega:
«Fue la primera vez que me ocurrió». En el caso
Similar situación le ocurrió a Salvador Atienza de Gamba, se encontraba contando en un palacio
quien contaba en una antigua bodega habilitada al aire libre y perdió la noción del tiempo: «en
como sala de exposiciones en una casa de la cul- el momento de hacer referencia a que ya se había
tura. «Para el público, este echo de venir de ple- hecho de noche miré al cielo y, efectivamente,
na luz y entrar como a las catacumbas generaba ¡¡se había hecho de noche!! Pero yo no me había
en la gente un halo de misterio que modificó percatado hasta que lo dije».
lo contado hacia lo misterioso. Terminó tenien- Puede suceder también que la historia y energía
do un tono de “historia oculta”, de miedo incluso, del lugar sea tan poderosa que influya y modifique
a lo que sumaba el eco y la penumbra que daba la forma de narrar. Francisco Bordón nos deve-
el lugar». la cómo al contar en el Teatro Circo de Marte,
Charo Pita, tuvo ocasión de contar en la sina- espacio creado en 1871 inicialmente para peleas
goga del Agua de Úbeda (siglo XIV), acompaña- de gallo, el espacio escénico le obligó a respetarlo
da por Manuel Vilas al arpa. Como en los casos y adaptarse. Era tal la presencia del lugar que «le
anteriores, el espacio influyó en la temática de los conté más al edificio que al público, y fue genial».
relatos, en esta ocasión medievales. En cuanto a la Elia Tralalá por su parte nos comenta cómo
escucha del público, la narradora nos comenta: adapta el espacio al contar dentro de iglesias. «Es
«la sonoridad y el recogimiento del lugar, de pie- extraño contar delante del altar mayor, con el
dra, frío, cerrado, surcado de arcos, hizo que el patrón mirándote a la espalda. Para que no haya
público se sintiese trasladado en el tiempo y en demasiado “ruido” en este sentido, suelo poner
el espacio y la historia resonó en las cien per- un telón negro tras de mí que enmarque».
sonas que abarrotaban la sinagoga. En principio, Puede suceder que la adaptación al espacio
el espectáculo estaba diseñado para adultos, pero, no la haga el narrador, sino el público, como
como sucede a veces, se habían llevado a algún nos cuenta Paula Mandarina en su experiencia
peque. Habría una docena entre diez y doce años. de contar en lavaderos. Puede suceder que sea
Ni abrieron la boca ni se movieron del asiento, verano y el momento del cuento sea el térmi-
tal era la atmosfera de escucha que se había crea- no de una calurosa ruta a pie. ¿Cómo se adap-
do. Fue un momento mágico, un paréntesis en el ta el público? Con los pies en el agua mientras
ritmo que impone lo cotidiano». la narradora cuenta. O bien, buscando la sombra.

E S P A C I O S de L cuento - L ugares donde se cuenta 31


| Balcones de Jaca

Por último, quisiera cerrar este apartado para ambientar las historias, comenta Raquel
de espacios con historia para referirnos a los González desde Santa Cruz de Tenerife, y lo
Balcones de Jaca, lugar emblemático desde 1930 corrobora, desde Guipúzcoa, Saioa, quien apro-
al proclamarse desde ellos la primera alcaldía vecha el monte para invitar al público joven
republicana. Desde estos balcones se cuentan a buscar gamusinos y, al llegar la noche, «hacer
cuentos y son muchos los narradores que los un fuego y realizar una contada. Los ruidos de la
han nombrado como espacio a recordar, como noche, el viento... añaden un efecto que lo hace
es el caso de Erica González, quien escoge este maravilloso».
lugar como el espacio inolvidable: «me que- La noche es una buena aliada para generar
do con el público de Jaca escuchando debajo atmósferas mágicas, y es que de noche y en
de los balcones, en ese lugar había mucha magia... la naturaleza vemos menos. Sabe de esto Néstor
era un contar emocionada de ver la reacción, Bolaños quien recuerda lo sucedido al contar,
el ambiente, ver cientos de cabezas reír y emo- en Lanzarote, dentro de una cueva. Aquí, la falta
cionarse contigo». de luz generó poca visibilidad provocando que
«la escucha fuera total. Los cuerpos se oían y el
B. LA NATURALEZA COMO ESPACIO silencio era cómplice». Y es que en la natura-
DE CUENTO leza no hace falta nada para contar, como dice,
La naturaleza es protagonista y escenario desde Sevilla, Diego Magdaleno: «en el bosque
de múltiples cuentos en la literatura. Por eso no necesito equipo de sonido, ni álbum ilustra-
no era de extrañar que fuera un espacio que con- do... ni nada. Ahí está todo. Siento que somos
voque a la narración oral, en sus múltiples formas: oyentes, cuentistas y personajes a la par».
ya sea el bosque o el monte, con sus noches de La naturaleza nos regala escenarios especia-
«boca e lobo», o el desierto, con el cielo plagado les que vuelven al público más cómplice, como
de estrellas. nos cuenta Jesús Tirado al referirse a contar
Bosque y monte se presentan como escena- debajo de grandes árboles en la naturaleza,
rios perfectos, con sus atmósferas llenas de magia un bosque o en un parque, a público infantil.

32 EL AEDO #12
Además, la naturaleza nos entrega o sugiere preciosas y el mar cerca (en el marco del Festival
el repertorio. Y en esto son varios los narradores Mueca de Santa Cruz de Tenerife) para recordar-
que coinciden. Magdaleno comenta: «Elijo cuen- nos otra bella cualidad que tiene la naturaleza: Aco-
tos que me va sugiriendo el camino y lo que en ger al narrador, darle calma, y contener de igual
él sucede con la gente, los animales y las plantas», forma al público. Recuerda: «Estuve muy cómoda,
y Tania Muñoz recuerda los caminos de regreso segura de que mi voz llegaba sin problema, agrade-
después de algunas contadas. En uno de esos paseos cida por el cuidado de la organización en la elec-
termina en un bosque al lado del cementerio. «Era ción del espacio, las condiciones... Disfruté mucho
de noche y la gente iba con linternas, Aurora Maro- contando y no tenía ninguna prisa».
to estaba conmigo y contó un cuento de brujas. Y como hemos hablado de naturaleza y su for-
Al final apagamos las luces, nos quedamos en silen- ma de influenciar las sesiones de cuento, cerra-
cio y miramos el cielo con estrellas». Y sigue recor- remos este apartado con la genial invitación
dando otra ocasión, esta vez en Cocentaina, Ali- que recibió Pep Bruno para contar en un espacio
cante, «iba con Jordi Raúl Verdú, otro narrador natural como es una playa, cerca del mar, espa-
valenciano y nos pasamos todo el rato contándonos cio del que no hay más experiencia que esta…y
historias de lobos, fue fantástico…». Y suma a estos que de hecho no llegó a concretarse… «Me pro-
senderos inspiradores la experiencia de Antonio pusieron contar cuentos eróticos en una playa
Fumero, aunque en su caso la experiencia trajera nudista. Decliné la invitación argumentando
algunas consecuencias personales: «Era un sendero que resultaría muy evidente cuando yo estuvie-
junto a un barranco, y la temática de los cuentos ra entregado en cuerpo y alma a las historias».
el agua. Pues influyó dejando aparecer insegurida-
des que creía superadas». C. CUANDO EL ESCENARIO SE MUEVE…

Y es que, sin duda la naturaleza es moviliza- Los programadores de cuentos (públicos, pri-
dora en muchos aspectos. Y si no, preguntadle vados, colectivos e independientes) buscan nue-
a Raquel López acerca de su experiencia de contar vos espacios para convocar nuevas audiencias para
en el desierto, y les dirá: «Solo saber que estaba los cuentos. En este apartado enunciamos aquellos
allí lo hacía todo diferente y especial, con una que fueron los más nombrados y que coinciden
alegría inmensa». O escuchar a David Acera, en ser experiencias en que la acción de contar
que ha contado cuentos en la comunidad indíge- se ve sometida a importantes factores externos y,
na de Ranchería en el oriente cubano, tras varias a la vez, a las infalibles leyes de la gravedad. Y es
horas de camión y dos horas a caballo. Al llegar que contar cuando tu escenario se está moviendo,
al lugar se encontró rodeado de «taínos», pueblo requiere estar dispuestos a la aventura.
originario de Cuba. Nos cuenta el narrador: «No De contar en autobuses tenemos los recuerdos
sabía muy bien que contar y acabé conectando de Estrella Escriña, Juan Gamba y Pedro Mantero.
con la comunidad gracias al maíz, la base de la Nos cuenta Juan Gamba que la experiencia
alimentación que nos ofrecieron y lo que comía la vivió en México. «Tenía que hacerlo muy bre-
mi abuelo hasta la guerra de España en la que fue ve e insistir todo el rato en que no iba a pedir
militar. El marco me aportó una extraña mezcla dinero, para que me miraran». Pedro Mantero
de calma y excitación». se movilizó en un autobús urbano de Córdoba,
Hemos comenzado con los bosques y el mon- invitado por una asociación de vecinos que rei-
te, nos hemos venido por senderos caminando vindicaba que no anularan esa línea. El conductor
y hemos entrado a algunas cuevas, cruzado no tenía ni idea y costó convencerlo. Y la gente
un desierto, descansado bajo algunos árboles que iba subiendo en las paradas creían que era
y visitado una comunidad indígena… para llegar una cámara oculta.
a la ciudad, y adentrarnos, como no, en la natura- Todo indica que en estas experiencias la orga-
leza cautiva de los jardines y patios, pero no por nización es fundamental para su buen funciona-
ello menos exuberantes, cautivadores y, claro miento. Como da cuenta Estrella quien recuerda:
está, llenos de inspiración cuentera. «Fue una campaña por el día del libro del ayun-
Cristina Verbena nos traslada a un patio cana- tamiento de Fuenlabrada, y fue maravilloso.
rio con un pequeño escenario, microfonía, plantas El público estaba cautivo y muy sorprendido.

E S P A C I O S de L cuento - L ugares donde se cuenta 33


Debía ser el año 2003 o 2004 cuando los móviles que no conté). Me propusieron contar en un
no tenían datos y la gente miraba por la ventana. avión durante un vuelo transoceánico, la organi-
Recuerdo que el autobús iba lleno, pero había zación pensaba que eso podría abaratar el coste
poca gente de pie. Conté varios cuentos cortos del desplazamiento. Finalmente, no salió, yo no
mientras el autobús hacía la línea. Al termi- hice más que explicar todos los inconvenientes
nar cada cuento la gente aplaudía y una señora que habría al contar en un lugar como ese y en un
miró a su alrededor y me dijo: ¡Ay, niña, que me momento como ese (en medio del vuelo)».
he pasado de parada!».
De contar arriba de un taxi hay menos expe- D. ¿EN SERIO HAS CONTADO AHÍ?
riencias. Antonio Conejo comenta que «iba en el Hay espacios, que sin duda han resultado
asiento del copiloto y el público (3 o 4 perso- muy exóticos y quienes han contado en ellos
nas) se sentaban detrás, al haber tanta cercanía, los han enunciado justamente por esto. Por ejem-
cada cosa que dices o no dices y las reacciones plo, ¿os imagináis contando en una feria gana-
del público se amplifican». A lo que añade Néstor dera, en un expositor entre maquinaria agríco-
Bolaños que «el trabajo era un poco de segun- la? Cuenta Caxoto: «estaba yo contando y en
do conductor, era un recorrido circular. Íbamos medio del cuento (y para cachondeo del públi-
jugando con el recorrido y las paradas».
co) me llegaban señores mayores a preguntarme
Siguiendo con los cuentos sobre ruedas,
por la maquinaria expuesta. Yo echándole morro
pero con una tracción diferente, encontramos
(con la complicidad del público) casi vendo
un carro tirado por mulas, experiencia que vivió
algún cachivache de aquellos sin tener mucha
Pep Bruno en Gallecs (Barcelona) y de la que
idea de para qué servían. El surrealismo de la
recuerda: «conté cuentos mientras dábamos
situación hizo que pasáramos un buen momento
un paseo por el campo. ¡Y la experiencia resultó
con un menor protagonismo de los cuentos».
muy bien!».
¿Se imaginan contar en un aparcamiento
De la narración en movimiento sobre la tie-
subterráneo? No deja de ser un espacio curio-
rra nos vamos al mar. Sin duda para contar sobre
so, con una atmósfera muy distinta a la habitual,
un barco en movimiento sobre el agua habría
con otros sonidos… Manuel Légolas es quien
algunos requisitos básicos como no tenerle miedo
nos cuenta su experiencia. «Fue un encargo
al agua y/o saber nadar. Cristina Verba recuerda
del festival de cine de Alcalá, ALCINE. Nos pidie-
con especial agrado haber contado en barcas en la
ron que contáramos un corto que transcurría
Albufera, Alicante. «Salimos varias barcas, en cada
precisamente en ese escenario. La respuesta
una había una narrador y público. Fuimos alternan-
do las voces para contar una historia cada uno». del público fue increíble, y el espacio se convirtió
También recuerda Diego Magdaleno que «fue en un aliado para nosotros».
una experiencia muy bonita. Conté para público Igual de curiosa es la experiencia que nos rela-
adulto en la barca que cruza el Guadiana desde ta David Acera:
Sanlúcar de Guadiana (España) hacia Alcou- «Una vez conté en una caravana habilitada
tim (Portugal). Ida y vuelta. Esta fue una zona como teatro. Era un espacio muy reducido y el
de contrabando durante el franquismo». público, unas 20 personas, lo copaba por comple-
Contar sobre un medio de transporte que se to. Pude jugar con la voz a placer y la cercanía y la
desplaza tiene ciertas implicaciones para el públi- atmósfera creadas me daban la sensación de que
co. Si no te gusta el cuento… no puedes irte casi podía hacer que la gente allí reunida pesta-
de la sala sin que pidas que se detenga el coche, ñease cuando yo quería».
o el bus o que el barco vuelva a la orilla. ¿Pero, Y no se queda atrás la experiencia de Pep Bru-
si se trata de contar en un avión que sobrevuela no de contar en ¡el foso de los monos! de la anti-
el océano?... gua Casa de Fieras de El Retiro... toda una expe-
Se trata nuevamente de una experiencia riencia. «No había monos, menos mal. El público
que no llegó a realizarse, de la que Pep Bruno y yo estábamos abajo, en el foso, y arriba, aso-
nos comenta: «Se trata de los lugares más extra- mados a las barandillas, iba apareciendo público
ños en los que me han propuesto contar (y en los según avanzaban los cuentos».

34 EL AEDO #12
E. ESPACIOS QUE MARCAN un camino de baldosas amarillas»... emocionando
inevitablemente al narrador.
LAS RESIDENCIAS DE ANCIANOS Y CENTROS
DE DÍA LOS COLEGIOS

Hay varias coincidencias en señalar que un Se trata de otro espacio en el que también
espacio muy particular para contar y que les ha coinciden con mucha frecuencia los narradores.
marcado como narradores, son las residencias De hecho, un 96% de los encuestados cuenta
de mayores. No por el espacio físico como tal, en centros educativos, y para muchos este es un
sino por las atmósferas que estos lugares tienen espacio que deja huella, que te marca. Son luga-
y por cómo te condicionan a la hora de la elec- res en los que los cuentos despiertan «la magia
ción del repertorio, de la forma de narrarlo y de buena» como señala Aurora Cuero. Y es que la
la escucha. experiencia nos ha ido contando que esa mis-
Hay un acuerdo en mencionarlo como ma atmósfera que se creaba en la naturaleza,
espacios que impresionan, para el que hay que de manera natural, muchas veces los narrado-
estar preparados y ser muy flexibles, porque res podemos re-crearla en estos espacios. Agre-
hay muchas variables que manejar. Como señala ga Aurora «creo que contar con el nivel de luz
Alberto Sebastián «en una residencia te puedes atenuado, en espacios pequeños, acentúa la sen-
encontrar con personas con capacidades supe- sación en los niños de estar en una intimidad
riores a las mías compartiendo sesión con otras que comparten con la narradora. Así mismo,
cuya capacidad de atención y escucha está mucho es posible generar una hoguera artificial alrede-
más limitada. Eso es algo que condiciona y cam- dor de la que se cuenten los cuentos. Cada cria-
bia el esquema que llevas preparado». tura trae su palo y su piedra y con todas ellas
Aquí, las palabras de Elia Tralalá son a tener construimos el fuego comunitario que nos hace
en cuenta: «En las residencias de ancianos debes olvidar dónde nos encontramos y viajar fácil-
tener una gran capacidad de adaptación a las mente a lugares de cuento».
circunstancias y estar preparado a la improvi-
sación». Y es que habla por sus diferentes expe- F. ESPACIOS MENOS HABITUALES

riencias, desde llegar con un cuidado vestuario Hospitales y cementerios resultaron ser los
y ser vestida completamente con el traje EPI dos espacios menos señalados por los narrado-
(en pleno contexto de pandemia) a «que cantes res en esta ocasión. Nos ha parecido interesante
un romance y un hombre, que se supone que ve recalcar este hecho porque nos parecen lugares
poco y oye menos, lo tararee contigo; que en en los que la narración ha tenido y tiene un lugar.
mitad de un cuento una señora de cien añitos Cristina Verbena nos comentó que ha tenido
que está sentada tranquilamente en una silla la ocasión de contar en hospitales: en una sala
se quede dormida y se caiga. Por suerte no le común y también, en dos ocasiones, yendo habi-
pasó nada, aparte del chichón. Y que al acabar tación por habitación.
unos te digan que se lo han pasado muy bien, En cuanto a contar en los cementerios, Jackeli-
y otra a la que le pregunta una de las empleadas ne de Barros nos comenta que, con ocasión de cele-
si le ha gustado, conteste: ¡no!». brar los diez años del fallecimiento de un señor,
Algo en lo que coinciden los narradores le solicitaron preparar una sesión de cuentos: «Fue
que han vivido la experiencia de contar en una maravilloso porque trabajé a partir de recuerdos
residencia es que cuando se da la magia, se te y anécdotas de la vida del difunto, facilitados
olvida todo lo malo o complejo que pueda haber por familiares y amigos. Fue un momento de reco-
sido la sesión y su escenario. Así lo comenta gimiento, alegría y humor. Fue un reto que me
Estibi Mínguez quien, en una sesión con adultos, ayudó a retomar una costumbre muy antigua, la de
pero esta vez en el Instituto de Enfermedades contar historias entorno al difunto. Solo que en
Neurológicas de Castilla-La Mancha, en Guadala- esta ocasión fue diez años después de su falleci-
jara, al invitar a los mayores a pensar y nombrar miento. También me permitió hacer una recrea-
aquello que les gustaría recibir de regalo, un hom- ción de algunos ritos funerarios antiguos que el
bre mayor, llamado Agustín le dijera «Yo quiero público disfrutó y yo también».

E S P A C I O S de L cuento - L ugares donde se cuenta 35


G. HACIA UN DECÁLOGO DE ESPACIOS DE - Si te toca lidiar con el pitido de un tren o con
CUENTOS (LAS ANÉCDOTAS) el viento, toma nota: «Contando en una
Sin duda los espacios donde contamos biblioteca donde el tren pasaba dos veces y se
influyen en la sesión. Esto puede ser un factor oía mucho, integré el sonido del tren que se
a favor…o bien, en contra. Lo bueno del tiempo acercaba en la historia... En algún momen-
es que siempre ayuda a convertir un mal momen- to del cuento los peques me dijeron: “Saioa
to en una anécdota, como las que aquí os dejamos el ruido del tren es de verdad no es del cuen-
en forma de decálogo: to”. En otra estaba en la plaza del barrio
- NO es bueno contar en una fiesta de cum- contando cuentos. Conté uno sobre el ruido
pleaños de 15 años, y muchos menos a las del aire y en ese momento empezó a soplar
5 de la mañana. Aunque sea en Buenos Aires, el viento que parecía que lo hubiera invocado.
la sesión es seguro un desastre total. (Estrella Tuve que terminar la sesión ya que el viento
Escriña) siguió contando por mí». (Saioa)
- NO prepares solo un repertorio de cuentos - No te «desmelenes» por ser dinámico al estar
de la muerte como única baza. Puede tocar- contando al aire libre en la plaza del pueblo
te contar en un centro de día para personas que está frente a la iglesia. Puede suceder
mayores en que el 60% del público sean per- que terminen saliendo los feligreses, «gri-
sonas que estén gravemente afectadas física tando», porque te oyen a ti más que la misa.
y/o intelectualmente. (Caxoto) (Fco Bordón)
- No es buena idea contar en una carpa con bar - ¡¡Nunca te rindas!! Aunque te hayan contrata-
justo al lado de un tiovivo, una pista de coches do para contar en un patio de un edificio y el
de choque y uno de estos laberintos con bolas. vecino que no estuvo de acuerdo con la idea
Indescriptible. (Charo Pita) haya decidido que esa tarde tiene que cruzar
- No intentes contar cuentos en los patios de los por el patio para ir al súper, luego a la farma-
colegios: es deporte de alto riesgo. Lidias cia, más tarde a la carnicería, y así subiendo,
con megafonías, timbres, profes de educación bajando y pidiendo disculpas por pasar entre
física desatados, operarios del ayuntamiento las sillas cada vez que se le ocurría alguna
con sopladoras/desbrozadoras/etc. (Estibi) otra «necesidad imperiosa». Tú sigue contan-
- No es bueno contar en un gimnasio lleno do como si estuvieras en la calle y adáptate
de espejos. La atención de los niños será con elegancia y garbo, que no te queda otra.
como una pelota que va, viene, rebota y chi- (Jackeline de Barros)
rria... una experiencia dinámica y espantosa - No aceptes contar sin sillas en la plaza de un
a kilómetros luz de una atmósfera de cuento. pueblo en fiestas, y menos si es en La Rioja.
(Aurora Cuero) Puede suceder que las terrazas estén llenas
- No, no, no es buena idea contar en un fron- de gente, que justo sea día de partido de pelota
tón, frontón, frontón. Por el eco, eco, eco… en el frontón y que los de la discomóvil quie-
(Erica Liquete) ran hacer pruebas para la noche. Aunque tengas
- No es buena idea contar en una biblioteca, ganas de irte, no lo hagas. Y tampoco te sumes
con el espacio destinado para el narrador al ensayo de la discomóvil. Tú resiste y ¡píde-
delante de la cristalera que separa la cafetería le sillas al alcalde! Nada de contar a las bravas.
de la biblioteca. Puede suceder que algunas Verás que pronto llegan los niños con ganas
madres y algunos padres se vayan a tomar de cuento. Y luego, aprovecha a meterte con los
un piscolabis y desde «el otro lado» salu- adultos y pegarles sustos. (Tania Muñoz)
den a sus criaturas, que responderán, unos - Confía en la magia de los cuentos. Cuan-
con llantos y otros con algarabía. Si no puedes do te digan que vas a contar en un almacén
evitarlo, será mejor que te sumes a los del otro de bar, no te desanimes. Puede suceder que la
lado a tomar un vermut. (Raquel López) gente del lugar ponga todo de sí en acondicio-
- No es buena idea contar en un bar especializa- narlo, poner sillas, participar... tanto que el
do en fútbol, se termina convirtiendo más en espacio se convierta en un lugar hermoso.
un monólogo de humor. (Néstor Bolaños) (Cristina Verbena)

36 EL AEDO #12
CONCLUSIONES FINALES: en el público, especialmente en la escucha. Y es,
El espacio, sin duda, influye y modifica la for- en muchos momentos, el generador de la selec-
ma en que contamos, seamos conscientes o no ción del repertorio, especialmente cuando habla-
de este hecho. Influye tanto en el narrador como mos de contar en la naturaleza.

LISTADO DE LOS ESPACIOS EN LOS QUE SE HA CONTADO

(En la encuesta realizada se nombran muchos espacios en los que en algún momento se han
contado cuentos. Hemos querido preparar una lista donde, sin repetir ninguno, se nombran todos,
según un relativo orden alfabético.)
A: autobuses, anfiteatros, azoteas, almacén de un bar, aula de colegio.
B: barcos, balcones, bosque, bolera, bodas, barrancos, balcón en La Mata, bodegas antiguas
(Yunqueras).
C: claustros, carpas, cárceles, cementerio, casas particulares, castillo, cuevas, cárcel, Cueva
de los Verdes, (Lanzarote), centro comercial, caseta de campaña, centro de día, chiringuitos
en la playa, Castell Vell de Castelló, casas de acogida en África, casa consistorial, Corte
Concepción, carro tirado por mulas, la Cripta de los Mendoza (en la Iglesia de San
Francisco), casa de Neruda en Valparaíso-Chile, caballerizas del Palacio Ducal (Pastrana).
D: desierto, depósitos de agua (Alicante)
E: expositores maquinaria agrícola, estaciones del metro, escenario de un teatro, entre
embarcaciones, ermitas, escaleras, esquina del agua, Ermita de Belén (Albacete)
F: fiesta, feria ganadera, faro, rincones sombreados de fincas, el foso de los monos de El Retiro,
junto a una fuente de piedra.
G: garaje de Benicàssim.
H: hospitales, hoguera, hoteles, huertos, hogueras de san Antón.
I: iglesia
J: jardines, jardines botánicos.
L: laguna en la naturaleza, lavaderos, lavadero de Vilafamés.
M: mercado de abastos, monumentos, montaña, monte, mercado de Vinaròs y también el de
Segovia, mezquitas, molino, museo La cueva pintada, en Gáldar, (Gran Canarias)
O: oficinas de turismo
P: parques, plazas, puerto, palacios, parque de viveros de Ulia, patios, parking subterráneo,
palacete, pinar, piscinas, pinada, cerca de un pozo, patios privados, plaza de toros preparada
para la ocasión, el Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo.
R: residencias de mayores.
S: sinagoga, senderos en la naturaleza, salón casa particular, el Salón Chino (del Palacio de la
Cotilla).
T: taxi, terrazas junto al mar, tienda de campaña, teleclub de Cantavieja

CAROLINA BARREIRA
(LILI CUENTACUENTOS)

E S P A C I O S de L cuento - L ugares donde se cuenta 37


Lugares con mucho
cuento
PEP BRUNO

| Pep Bruno

En este número de el AEDO dedicado a los luga- Esto deja fuera eventos de una gran trayecto-
res de cuento hemos habilitado un rincón para ria como el «Alcalá Cuenta» (Alcalá de Henares,
los espacios históricos, esos lugares con mucho Madrid), o el «Cuenteando que es Gerundio»
cuento o, mejor, esos lugares que llevan mucho (Aguilar de Campoo, Palencia), o el «Contando
tiempo siendo hábitat natural del cuento contado.
Cuentos» (Salamanca), o el «Festival de Narrado-
Hemos establecido un criterio temporal para
res Orales de El Espinar» (El Espinar, Segovia),
considerar que un lugar es histórico: aquellos
por poner algunos ejemplos que comenzaron
sitios en los que se programan y suceden cuentos
su andadura en 2001.
contados de manera continuada desde el pasado
siglo hasta nuestros días los hemos considera- Dicho esto, aquí va un listado de lugares
do lugares históricos del cuento contado, espa- con mucho cuento. Pero antes vayan por delante
cios con solera, programaciones de historias nuestras disculpas porque es posible que no estén
con mucha historia. todos los que son. Pero sí son todos los que están.

38 EL AEDO #12
FESTIVALES En 1996 se inició el Festival Internacional
El decano de los festivales de narración del Cuento de Los Silos (Tenerife). El festival
en España, el «Cuenta con Agüimes», comen- surge tras asistir su director, Ernesto Rodríguez
zó su andadura en 1991 en la Villa de Agüimes Abad, al Maratón de los Cuentos de Guadalajara,
y quedar prendado de la fiesta de la palabra dicha.
(Gran Canaria). Vivió años de mucha activi-
Y aunque el festival no es un maratón propiamen-
dad con extensiones por, prácticamente, todas
te dicho, sí que lleva en su ADN la celebración
las Islas Canarias e incluso el norte de la penín-
popular del cuento contado. El Festival Interna-
sula (con la propuesta de «Conta con Narón»)
cional del Cuento de Los Silos goza de muy buena
de la mano de su director, el añorado y querido
salud y convierte al municipio de Los Silos en la
Antonio Lozano. En la actualidad el festival con-
capital del cuento contado durante los días de su
tinúa con su propuesta narrativa de gran calidad.
celebración.
Un festival que comenzó en el mismo año También en 1996 apareció el BITA, el Fes-
(unos meses más tarde), pero que ya no está, tival de Narración de Cuenca, que se celebra
es el FIO, el Festival Internacional de la Orali- con periodicidad bianual. Las siglas BITA (Bie-
dad de Elche (Alicante). A pesar de que ya no nal Internacional de Teatro de Actor) pueden lle-
existe lo traemos aquí porque sí pervive una de var a confusión puesto que la asociación que lo
sus extensiones, los Cuentos a la luz de la Luna organiza está centrada, desde 1994, en discipli-
que se realizan cada julio en Jaca (Huesca). Este nas escénicas como la narración oral o los títeres,
evento de dos días comenzó, como decíamos, además del teatro. Por eso cada dos años el BITA
siendo una extensión del FIO, pero en el año 2000 incluye un completo programa de narración oral
inició su andadura de manera independiente. para la ciudad de Cuenca.

| Agüimes 2015 | Los Silos 1996

E S P A C I O S de L cuento - L ugares con mucho cuento 39


| Cuentantón 2002 | En Úbeda se cuenta 2001

Fue en el año de 1997 cuando, vinculado en Alcalá La Real (Jaén) a lo largo de tres o cuatro
al Maratón de Cuentos de Guadalajara, nació días de julio. La programación de narración oral
el Festival de Narración Oral de Guadalaja- ha estado siempre muy cuidada a pesar de que
ra. Este festival pretende ser un espacio en el el festival en un gran evento que reúne a unos
que los narradores y narradoras profesionales cuantos miles de personas durante su celebración.
puedan contar espectáculos completos durante En 1999 comienza su andadura «En Úbeda
el maratón, pero no en su escenario principal se cuenta», una fiesta muy popular de la palabra
(en el Palacio del Infantado), sino en el Teatro dicha. Este gran evento de narración está organi-
Moderno. Desde hace unos pocos años el Festival zado por la Asociación Malión, cuyos componen-
dejó de ocupar las dos tardes del maratón (vier- tes, en su mayoría profesores y profesoras, y todos
nes y sábado) y pasó a ocupar solo una tarde (la ellos entusiastas del arte y el folklore, habían asis-
del sábado), cediendo la otra para los Inauditos. tido y disfrutado de otros festivales de cuentos
En 1998 surge el Cuentantón, itinerario (como Cuenta con Agüimes, el FIO, el Maratón
de narración oral de las hogueras de Chelva de cuentos de Guadalajara…) y decidieron poner
(Valencia). Es el primero de los grandes even- en pie un evento de narración oral en su munici-
tos de narración oral que se celebra en el año, pio: Úbeda (Jaén). «En Úbeda se cuenta» continúa
ya que está asociado a la festividad de San Antón su andadura con muy buena salud.
(de gran importancia en el municipio) que es En el año 2000 se celebró la primera edición
el 17 de enero. Este gran evento de narración del Festival de Narradores Orales de Segovia,
es, por sus características, único en nuestro país; un evento muy cuidado que convoca a lo largo
que nosotros sepamos no existe otro evento en el de una semana de julio a segovianos y segovia-
que estén tan íntimamente ligados los cuentos nas para escuchar cuentos e historias contadas
contados y el fuego. de viva voz en el patio de la Casa de Andrés
También en 1998 los cuentos contados pasaron Laguna, donde noche sí y noche también se llena
a formar parte de la programación del Etnosur, el aforo de más de 350 butacas. Una particulari-
un gran festival de música y artes que se celebra dad de este evento es que vinculado a él encon-

40 EL AEDO #12
tramos a Alfonso Arribas y Elisa Yagüe, las dos labor, maratones que se desarrollan en un ámbito
personas que más crítica han escrito en prensa muy local pero que se convierten en una popular
sobre espectáculos de narración oral. celebración del cuento contado.
En 2000 comenzó su andadura el Maratón
MARATONES de Cuentos de Las Palmas de Gran Canaria. Está
En 1992 se celebró la primera edición organizado por la Biblioteca Insular del Cabildo
del Maratón de los Cuentos de Guadalajara, de Gran Canaria y forma parte de una progra-
sin duda una de las grandes fiestas de la narra- mación más amplia denominada «Días de Cuen-
ción oral a nivel mundial. Un evento muy popular tos» en la que se incluyen muchos otros eventos
que se celebra el tercer final de semana de junio de narración oral a lo largo del año. De algu-
y que reúne a narradores y narradoras de todo na manera el Maratón de Cuentos es un fin de
el país y de muchos otros lugares del mundo. fiesta antes del verano. Un elemento particular
Se cuentan por miles las personas que asisten de este maratón son los «Cuentos por teléfono»,
como público al Maratón o a sus otras activida- un servicio de narración de cuentos por teléfono
des paralelas (Monucuentos, Maratones viaje- que se realiza a lo largo del día mientras se está
ros, Palabra viajera, etc.). El Maratón de Cuen- celebrando el maratón en el escenario principal.
tos de Guadalajara es parte del ADN de la ciudad En no pocas ocasiones han sido insuficientes tres
de Guadalajara y de sus habitantes, pero también líneas para atender las llamadas demandando
es, de alguna manera, un fragmento importante cuentos contados.
del alma del colectivo de narradores y narradoras
orales de este país. CICLO

Hay otros maratones como el de Lorca (des- En el año 2000 se celebró el primer «Vera-
de 1994) y el de Benalmádena (desde 1995) nos de cuento» de El Sauzal (Tenerife), que lle-
que comenzaron su andadura a finales de los va los cuentos contados a los viernes de verano,
noventa del pasado siglo y que continúan con su dos de julio y cuatro de agosto. Lo particular

| Cuentos Guadalajara 1993

| cuentos por teléfono | Ve r a n o d e C u e n t o E l S a u z a l 2 0 0 0

E S P A C I O S de L cuento - L ugares con mucho cuento 41


de este evento es que en cada velada participan En la programación estable habría que citar
dos cuentistas que cuentan, a lo largo de dos a las decenas de bibliotecas que llevan años pro-
horas, para público adulto. Otra de sus particu- gramando cuentos (con periodicidad semanal
laridades es que se desarrolla en una plaza (la o mensual), como la biblioteca de Dos Herma-
Plaza del Príncipe) y utiliza las escaleras como nas (Sevilla). Baste como ejemplo las Bibliotecas
gradas para el público. En sus últimas ediciones Públicas Municipales de Las Rozas (Madrid),
ha incluido también programación para público
infantil y familiar.

PROGRAMACIÓN ESTABLE

En 1994 nacieron los Viernes de los Cuen-


tos en Guadalajara. Durante sus tres primeros
años se trataba de una invitación pública para
contar y escuchar cuentos cada quince días en la
hemeroteca de la Biblioteca Pública del Estado
en Guadalajara. Sin embargo, en 1996, el Viernes
de los Cuentos pasó a su formato actual: un even-
to mensual en el que un narrador o narradora
profesional contaba cuentos a un público adulto.
A lo largo de estos años el Viernes de los Cuen-
tos ha ido cambiando de espacio (Centro Cívico,
IES Brianda de Mendoza, CMI Eduardo Guitián,
Teatro Buero Vallejo y Teatro Moderno) para
acomodarse a la cantidad de público. En cual-
quier caso, da igual dónde se celebre, lo impor-
tante es que sigue siendo una cita ineludible para
el público de Guadalajara. | Ve r a n o d e C u e n t o E l S a u z a l 2 0 0 0

| Biblioteca Las Rozas

42 EL AEDO #12
que llevan programando cuentos contados en sus
tres bibliotecas desde la década de los noventa
de manera ininterrumpida. De hecho, cuando
la programación de cuentos comenzó solo había
una biblioteca en el municipio y, en la actuali-
dad, son tres, y los cuentos contados se celebran
todos los viernes en las tres bibliotecas. Pero
insisto, son muchas las bibliotecas que progra-
man de manera continuada cuentos contados.

CAFÉS

Son los grandes ausentes de este artículo. Fue-


ron durante años espacios de referencia lugares
como el Harlem (Barcelona) o el Café La Luna
(Logroño) o el Pub Atlántico (Santiago de Com-
postela), por no hablar de cafés y bares donde a lo
largo de los 90 del pasado siglo bulleron los cuen-
tos en Madrid (La Travesía, La Palma, La Manue-
la, La Flauta Mágica, Libertad 8…) en ocasiones
con propuestas insólitas y maravillosas (como | Ve r a n o d e C u e n t o E l S a u z a l 2 0 0 0
ocurría en El Grito). Pero la narración oral fue des-
apareciendo de sus programaciones.
No sabemos de ningún café, pub, bar… Aquí termina este viaje por lugares de cuen-
que comenzara a programar cuentos a finales to con mucha historia. Esperamos que os haya
del siglo XX y que, hoy en día, siga haciéndolo. resultado un viaje placentero.

PEP BRUNO

E S P A C I O S de L cuento - L ugares con mucho cuento 43


El espacio
extraordinario
LAURA ESCUELA

Algo extraordinario sucede rara vez y, cuando nización de estos festivales, cómo llegan a cono-
pasa, es algo fuera de lo común, fuera del orden cer esos sitios, si hay tipos de espacio ideales
general y que se valora como mayor o mejor para tipos de cuentistas y la recepción por parte
que lo ordinario. de estos y del público de dichas experiencias,
Los espacios físicos de narración que son con- entre otras cuestiones.
siderados extraordinarios en este artículo cum- Antes de meternos en harina, permítanme
plen esas premisas: en ellos se cuenta rara vez presentarles brevemente estos festivales para
(a lo mejor una vez en la vida de quien narra), poder embarcarnos en este viaje hacia lugares
no están concebidos como espacios escénicos maravillosos.
inicialmente (y puede que no lo vuelvan a ser El Festival Internacional del Cuento de Los
más allá de esa sesión de cuentos) y, además, tanto Silos lleva veintisiete años ofreciendo, entre
por quien organiza, por quien cuenta y por quien los meses de noviembre y diciembre, sesiones
escucha, son valorados como algo especial. de narración en este pequeño pueblo del noroes-
Para poder hablar de lugares fuera de lo común te de Tenerife en el que el propio pueblo se con-
he entrevistado a cinco personas que organizan vierte en escenario del cuento.
festivales de cuentos en España. Estos festivales El festival EVA (En veu alta, En voz alta), suce-
han sido nombrados por cuentistas que, al pregun- de en la comarca del l’Alt y El Baix Penedès y el
tarles sobre lugares especiales en los que han con- Priorat; es un festival que lleva realizadas diecio-
tado, han coincidido en que estos eran destacables. cho ediciones en Penedès y catorce en Pradell,
Las personas entrevistadas han sido: Ernesto en El Priorat. Tiene vocación de descentraliza-
Rodríguez Abad (Festival Internacional del Cuen- ción territorial, de manera que pretende aproxi-
to de Los Silos en Tenerife), Cristina Temprano mar la cultura a todos los segmentos sociales
(Palabras al Vuelo, Festival del cuento contado y territoriales.
de Lanzarote), Diego Magdaleno (Un Andévalo El Festival Palabras al Vuelo ha cumplido
de Cuentos y Una Mina de Cuentos en Huelva), este año su décima edición y sucede cada otoño
Raquel López (Cuentos de vida y muerte en Ali- en diferentes municipios de la isla de Lanzarote
cante) y Jordina Biosca (Festival EVA en comar- y en espacios muy variados que van desde los tea-
cas pertenecientes a Barcelona y Tarragona). tros hasta las cuevas.
En este texto pretendo resumir las ricas con- En Un Andévalo de Cuentos, que ha finaliza-
versaciones que tuvimos sobre por qué y para do sus seis ediciones y que ahora continúa como
qué incluir espacios extraordinarios en la orga- Una Mina de Cuentos en la comarca vecina,

44 EL AEDO #12
| F e s t i v a l E VA , c o m a r c a s d e l l ’ A l t y E l B a i x P e n e d è s y e l P r i o r a t

se acude a los diferentes pueblos para recopilar concebir el pueblo y la propia comarca como
historias o anécdotas contadas por las personas espacio para el cuento. Es una zona agrícola, poco
mayores del lugar para, tiempo después, devol- turística. Se trata de poner en valor y reivindicar
ver en lugares de ese mismo pueblo las historias, un paisaje, una arquitectura». (Ernesto)
contadas por profesionales de la narración oral Tanto Ernesto como Jordina coinciden en la
a través de una ruta única preparada, relacionan- idea de que, si se lleva a cabo una actividad en un
do las historias recopiladas con los lugares de los espacio fuera de los comunes, los ayuntamientos
que se habla en ellas. lo prepararán, lo limpiarán y lo cuidarán.
Hablaremos, además, de los Pozos de Garri- «Los lavaderos, por ejemplo, o la Cueva
gós, en el Museo de Aguas de Alicante, donde de Eufrasio no estaban en condiciones. Reivindi-
se ha programado narración oral en tres edicio- carlos como espacios para el cuento, reconocer-
nes del Festival de Teatro Clásico y donde este
los como emblemáticos y favorecer su cuidado
año ha tenido lugar la primera edición del festival
ha ido más allá de una labor artística y se ha con-
Cuentos de Vida y Muerte.
vertido en cultural e histórica». (Ernesto)
Ernesto, Jordina y Cristina hacen referencia
¿POR QUÉ PROGRAMAR EN ESPACIOS
EXTRAORDINARIOS? ¿POR QUÉ SALIR a que programar en este tipo de espacios es una
DE LOS LUGARES YA CONOCIDOS? oportunidad para la gente de conocer esos terri-
«La narración es una actividad que pue- torios. Es importante, insisten, ubicar estos
de hacerse en cualquier espacio que deviene lugares en el mapa, hablar de ellos, relacionarlos
en escénico porque se narra en él, se puede esco- con la cultura.
ger el que se quiera, solo se requiere una nueva Comentan que la palabra nos otorga cierto
mirada sobre el espacio». (Jordina) poder de reivindicación y seleccionar esos espacios
«Experimentar con los espacios lo exigía para que se narre en ellos es una forma de valorizar-
el propio pueblo, al no haber teatros y salas espe- los como parte importante del pueblo o la comarca,
cialmente escénicas. Eso hizo que fuera sencillo de conocerlos desde otro punto de vista.

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio extraordinario 45


| F e s t i v a l E VA , c o m a r c a s d e l l ’ A l t y E l B a i x P e n e d è s y e l P r i o r a t

Además, se habla de la importancia que la a un público que a lo mejor no iría, que tienen
vivencia trae consigo. «Se trata de crear momen- ideas preconcebidas, por ejemplo, sobre acudir
tos extraordinarios y hermosos alrededor al teatro y, sin embargo, está más predispuesto
del cuento y para eso, el espacio es imprescindi- a ir el día de la caminata». (Cristina).
ble: es un alto porcentaje de lo que sucede, lo que «Programar en las plataneras, por ejemplo,
se percibe, el ambiente que se crea, cómo puede y llevar los cuentos a los trabajadores, ha hecho
sentirse el público, artistas, personas de la orga- que descubran lo que es la narración y que luego
nización...». (Cristina) se sientan parte del festival y acudan al pueblo
Por otro lado, facilita el llegar a nuevo público: a ver algún evento». (Ernesto)
«Crece la cantidad y variedad de público gracias También se trata de conectar el cuento con su
esencia: «Se narraba en la vida cotidiana en esos
a la variedad de espacios. Si hay un amplio aba-
lugares y es lo que queremos recordar». (Diego)
nico hay más posibilidades de llegar a gente dife-
«Se reivindica el arte escénico por un lado
rente, que también es un objetivo, y eso se consi-
en espacios más escénicos y, por otro lado,
gue creando una experiencia rica y emocionante
se conecta con lo más humano en los espacios
a través del cuento y del lugar». (Cristina)
naturales, la gente se siente en comunidad».
«Jugamos con el doble recurso de una bue-
(Cristina)
na programación, pero también de un espacio
muy atractivo, para que la gente tenga más de ¿EN QUÉ ESPACIOS EXTRAORDINARIOS SE
una motivación para acudir, especialmente per- PROGRAMAN CUENTOS EN TU FESTIVAL?
sonas que no conocen o entienden lo que es la Raquel nos cuenta que Cuentos de Vida
narración». (Jordina) y Muerte tiene lugar en aljibes excavados en la
«Muchas personas que ya han acudido roca viva del monte Benacantil, los conocidos
a eventos de otras ediciones desean volver y lle- como Pozos de Garrigós, que durante la segunda
van a otros que no han ido, que no saben a lo mitad del siglo XIX abastecieron a la ciudad con el
que van y que se quedan fascinados. Así, se llega agua de lluvia. A comienzos del siglo XX, parte

46 EL AEDO #12
| Cuentos de Vida y Muerte, Alicante

de los depósitos pasaron a ser la vivienda habi- Otro espacio han sido las bibliotecas de los
tual de la familia Garrigós y en 1937 fue, inclu- hogares, también los patios, lugares con un
so, refugio antiaéreo en la Guerra Civil. Con los encanto especial, donde realmente se conta-
años acogió un cine, una asociación y ahora es un ban los cuentos y anécdotas, historias de vida
espacio cultural y didáctico en torno a la gestión y chismes. También los balcones, con la per-
del agua, parte del Museo de Aguas y lugar donde sona que cuenta en él y el público abajo,
se celebra este festival. «Es como entrar en cue- en la calle.
vas, aunque no son cuevas, adentrarse en la roca, En los propios pueblos, Cristina, Ernesto
en un ambiente muy íntimo». y Diego hablan de las calles y las plazas, de los
Tanto Jordina, como Ernesto y Cristina, pro- mentideros, lugares donde la gente salía a las
graman también en cuevas. En el Festival Pala- puertas de las casas, ponían sillas y se contaban.
bras al Vuelo, uno de los encuentros más espe- «Se trata de sacar de nuevo el cuento al aire
rados, uno de los lugares estrella, es la Cueva libre, que es un lugar natural del cuento. Se recu-
de los Verdes, una parte espectacular de un tubo rre mucho a la imagen del cuento al amor de la
volcánico. En el Festival EVA, la cova del Rector lumbre, pero también las personas del sur sue-
Pradell de la Teixeta también lo es. len pasar mucho tiempo al aire libre, y al ter-
En Los Silos, Ernesto enumera gran cantidad minar la jornada laboral continúan al aire libre
de espacios fuera de lo común. contando historias en estos lugares: las fuentes
En primer lugar, diferentes estancias en las cuando los arrieros se encontraban allí, en el
casas particulares de las vecinas del pueblo: mercado, en la fuente del lavadero, en la plaza,
zaguanes, antesala de la casa, un espacio suge- a las puertas de las iglesias...». (Diego)
rente dejando la calle atrás, pero sin entrar Se nombran también en todos los festivales
del todo en el domicilio; las salas particulares, lugares de patrimonio etnográfico y cultural
utilizadas en las sesiones llamadas «Tresillos de interés, edificios emblemáticos, rincones
de cuento», en los que se narra a cinco o seis históricos como: quintas, masías, castillos, pala-
personas y es común que la anfitriona de la casa cios, claustros, iglesias o ermitas. Espacios pro-
invite a un café o licor de Ruda. tegidos, a los que en ocasiones la gente no tie-

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio extraordinario 47


| Fe s t i v a l I n t e r n a c i o n a l d e l C u e n t o d e L o s S i l o s , T e n e r i f e

ne acceso y que, gracias a programar en ellos, Los cuentos en ruta, escuchados a lo largo
son conocidos y visitados. de senderos donde la gente disfruta de la natu-
Los lugares relacionados con el agua tienen raleza y de las historias en diversas paradas,
especial mención: las fuentes, que han sido nom- son programaciones comunes en estos festiva-
bradas varias veces por Diego (Fuente Cañería les: senderos entre volcanes en Lanzarote, reco-
Vieja, en Paymogo) y Jordina (La Font Clara, rrer el bosque Castellvi de la Marca i Mediona,
El Rebato y la Font Santa, en Subirats), los lava- subir al Monte del Agua en Tenerife... En estas
deros en Los Silos, puestos en valor gracias al fes- rutas las paradas se realizan también en espacios
tival y los aljibes del Museo de Aguas en Alicante, especiales: un antiguo castaño en el que la gen-
que normalmente, cuando se visitan, incluyen te se sentaba a hablar tiempo atrás, una charca,
sonido de agua y diseño de iluminación con lo una poza, un río (de nuevo el agua) o el cráter
que se recuerda lo que un día fueron. de un volcán.
En las islas también se programan cuentos En Lanzarote y El Alto Penedés se cuenta
en la costa o incluso mar adentro. En Los Silos también en viñedos (La Geria, la ermita de Sant
se ha programado en la edición de este año una Joan de Lledó en Sant Martí Sarroca o el exte-
ruta de cuentos por la costa en bicicleta. Otros rior del monasterio de Sant Sebastià dels Gorgs
años se ha contado en un charco natural o en en Avinyonet).
el Horno de la Cal. En Lanzarote se ha progra- En Los Silos, que es una zona agrícola, se ha
mado «Maresía de cuentos», veladas de cuentos programado también en plataneras y fincas, luga-
en la playa, y lo que es una de las joyas del fes- res donde la gente trabaja. «Son sesiones en las
tival: cuentos en catamarán, donde el público que se integran el sonido de los lagartos movién-
se sube al barco y disfruta de un concierto y de dose, la brisa balanceando las hojas, los pájaros
una sesión de cuentos, Atlántico adentro. que llegan y la vista de las montañas detrás».
¿Imaginas escuchar cuentos dentro de un faro (Ernesto)
al que no está permitido acceder durante el año? Por último, los que más mencionaron las per-
Pudo pasar en el Faro de Teno dentro del Festival sonas encuestadas: narrar en los cementerios en el
de Los Silos. festival EVA. Jordina nos cuenta que se ha progra-

48 EL AEDO #12
mado en tres cementerios distintos del Bajo Pene- una de las piezas va funcionando y va formando
dés, lugares muy singulares y especiales. parte de un engranaje». (Jordina)

ENTONCES... ¿SE PUEDE PROGRAMAR CUENTOS ¿CÓMO LLEGAS A CONOCER ESOS LUGARES?
EN CUALQUIER ESPACIO? ¿PARA QUÉ AFORO? ¿QUÉ
Jordina y Cristina coinciden en lo siguiente:
SUCEDE CON LOS MEDIOS TÉCNICOS?
cogiendo el coche, yendo de excursión, descu-
«Encuentras un pequeño bosquecito, un cla- briendo lugares, hablando con la gente, pregun-
ro y un muro de piedra. Ahí pones sillas y unos tando.
focos y es un lugar perfecto para contar. El espa- «A veces, sin pretenderlo, se pasa por un
cio a veces te da todo». (Jordina) lugar y piensas: aquí pueden contarse cuentos».
«Cualquier sitio es un buen lugar para con- (Cristina)
tar, pero no es lo mismo un faro, una platanera, «Preguntando he conocido casas privadas
un callejón o un charco natural en la costa. Hay que
con bodegas, patios, higueras bajo las que contar.
cuidar las distintas propuestas». (Ernesto) Cuando los ayuntamientos tienen buena predis-
«Los pozos no son un lugar preparado para posición, eso facilita el descubrimiento de luga-
que sea escénico, pero colocando sillas y focos res». (Jordina)
se convierte en escénico. La acústica, con gente, «La gente del pueblo ofrece sus espacios, “yo
es muy buena». (Raquel) también tengo una biblioteca en la que se puede
«Deben darse unas condiciones mínimas: contar” o “en mi salón, en mi balcón se puede con-
que no estén al paso del tráfico, que la gente ten-
tar”. Hay, tal vez, que traspasar muchas habitacio-
ga donde sentarse, que estén a la sombra... y sines para llegar al sitio en el que se va a escuchar,
no tienen donde sentarse, la parada tiene que ser
y conlleva mucha generosidad por parte de las
corta». (Diego) propietarias». (Ernesto)
En las respuestas sobre el aforo y los medios Quiero hacer especial mención a la forma
técnicos todas coinciden: depende del espacio. de conocer y escoger los espacios en Un Andéva-
El lugar determinará la cantidad de aforo y si lo de Cuentos y Una Mina de Cuentos. Los luga-
se necesita sonido o iluminación. res donde se para durante la ruta de cuentos
Las cuevas, normalmente, admiten una capa- son sugeridos por las personas mayores del pue-
cidad limitada de personas (sesenta, por ejem- blo. Esos espacios de los que van a hablar ya no
plo) y puede hacerse sin micrófono, pero nece- existen o existen de otra manera: las fuentes,
sitan luz. el suelo... «¿Qué lugares del pueblo quieren mos-
Los senderos también permiten un aforo trar?» pregunta Diego. Y si esos lugares han sido
muy limitado (treinta personas, por ejemplo) incluidos en las anécdotas o historias de vida
y no se utiliza sonido ni iluminación. que han contado sobre su infancia y juventud,
Hay espacios en zonas junto al mar que requie-
se cuenta en ellos. «Puede haber un espacio estu-
ren microfonía y a los que puede acceder mucha pendo en el pueblo para contar y conocer, pero
más gente, por ejemplo. si no se ha nombrado, o si está demasiado lejos,
En algunos festivales, como el de Los Silos no nos sirve».
y el EVA, suceden muchos eventos simultáneos. Es importante estar dentro. Los lugares lle-
En Los Silos, pueden ser más de cien en cinco gan si estás presente, comenta Ernesto, y ase-
días. En el EVA se ha llegado a treinta y un muni-
gura que no haría el mismo festival ni pro-
cipios la pasada edición. gramaría en esos espacios si no se sintiera
«A nivel logístico, requiere mucho trabajo parte de ellos de alguna manera o si no viviera
de producción y regiduría» (Ernesto) en el pueblo.
«Cuando los ayuntamientos han decidido
qué espectáculos escogen de los que proponemos ¿QUÉ APORTA EL ESPACIO A LA NARRACIÓN?
en el catálogo, hacemos una visita técnica con la ¿HAY ESPACIOS PARA TIPOS DE
persona de producción de ese ayuntamiento. NARRADORES/AS?
Se deciden entonces los espacios, si se requieren En Un Andévalo de Cuentos y Una Mina
o no medios técnicos, cantidad de aforo... Cada de Cuentos, «El espacio influye completamente

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio extraordinario 49


| F e s t i v a l E VA , c o m a r c a s d e l l ’ A l t y E l B a i x P e n e d è s y e l P r i o r a t

en el cuento, hay una relación absoluta entre Por otro lado, hay narradores que tienen
lo que se cuenta y el lugar donde se cuenta, ya que un estilo que pide lugares íntimos y que den pie
en los pueblos hacemos un tour de la memoria a lo poético y hay gente que ocupa mucho espa-
y el espacio. Esos cuentos, tal cual están, luego cio, que sigues el hilo por lo corporal y que
no son viables en otro sitio». (Diego) van bien en lugares más amplios o abiertos.
Todas las personas entrevistadas están Muchas veces se valoran los lugares en fun-
de acuerdo en un punto: en estos lugares extraor- ción de las propuestas de los cuentistas y a veces
dinarios el espacio tiene un protagonismo tal que es al contrario».
para el público va a ser una gran vivencia. Solo «El espacio afecta a la sesión de cuentos.
proponer llevarlos a ese lugar y que disfruten Hay que escoger tipos de narradores/as que uno
la experiencia de llegar y estar ahí, es mucho. sienta que conectan con ese lugar por la forma
Aporta tanto el espacio en estas ocasiones que con la que cuenta o por el repertorio que suele
«muy mal habría que hacerlo para que no se vaya tener». (Ernesto)
el público contento». (Raquel) Cristina comenta:
«El mismo espectáculo programado en otro «En el barco, por ejemplo, es bueno que la per-
lugar, con otro aire, tiene otro sentido». (Jordina) sona a la que se programe tenga humor, sea sim-
«La valoración del espacio es la valoración pática y conversadora, que genere distensión
de la cultura, de lo agrícola, de las gentes. Llevar y relajación, que es lo que la gente está deseando
los cuentos a estos sitios va mucho más allá de lo vivir en un barco. Alguien que sabe interactuar,
que se pide normalmente, pero cuando los cuen- que tenga capacidad de improvisación.
tos llegan e invaden esos lugares, son tan impor- Hay narradores/as a los que ves contar por ahí
tantes como lo que se cuenta». (Ernesto) y de pronto te imaginas dónde le verías contando
Sobre si hay espacios para tipos de narrado- en tu propio festival en un espacio concreto».
res/as, las opiniones son bastante parecidas. Raquel y Jordina, para programar en ese espa-
Jordina nos cuenta: cio, sacan una convocatoria. A la hora de selec-
«Se intenta que el repertorio vaya ligado al tipo cionar, valoran especialmente a narradores
de espacio en el que se cuenta, pero no siempre y narradoras que trabajen con la palabra desnu-
tiene que ser así. No hace falta contar cuentos da, tradición oral, sin requerimientos de atrezo
de muertos en el cementerio, pero a veces sí. ni elementos extra.

50 EL AEDO #12
| Un Andévalo de Cuentos, Huelva

Raquel comenta: «En la cueva encajan Cristina, Jordina y Ernesto hacen referencia
de maravilla personas naturales, arraigadas en diferentes momentos de la entrevista a la
a la tierra, que cuenten cuentos tradicionales, importancia del contacto cercano y diálogo entre
cuentos de pícaros, de mujeres listas... En la quienes cuentan y quienes escuchan e incluso
forma de contar, la teatralización, la impostura, las relaciones que se generan entre el público.
no encaja. El público está muy cerca. Se necesita Aluden a la intimidad que se genera en los espa-
que el que cuenta lo haga como en un entorno cios, a la experiencia compartida que supone
doméstico. Yo reivindico lo doméstico y lo inten- entrar junto a personas desconocidas en una
to recuperar para llevarlo a escena». cueva o hacer un sendero. Facilita un contacto
y una relación que, además, se repite de edición
¿CÓMO RECIBE EL PÚBLICO Y LOS en edición, ya que el público termina conocién-
NARRADORES INVITADOS EL ESPACIO? dose e incluso generando relaciones.
Ernesto, hablando de las sesiones que se pro- En el caso de Un Andévalo de Cuentos, la for-
graman en los diferentes lugares de las casas, ma en la que viven la experiencia todas las per-
comenta: «Estos espacios íntimos favorecen dis- sonas implicadas es muy especial: las mayores
frutar de lo mínimo, no solo de lo grandioso, pro- disfrutan de lo que han contado en los lugares
pician conversaciones con el público». que ellas han mencionado en la voz de profe-

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio extraordinario 51


| Un Andévalo de Cuentos, Huelva

sionales de la narración. El público, del pue- «La gente que va por primera vez se queda
blo o lugares vecinos, puede conocer ese lugar fascinada, lo inesperado gana protagonismo».
de una forma especial, desde dentro, ya que (Raquel)
no solo visitan el lugar que es sino el que fue a En general, en todos estos espacios el público
través de las historias de infancia y juventud reacciona muy bien, la respuesta es muy positiva.
que se cuentan. Narradores y público quedan muy agradeci-
El narrador, la narradora, llega a conocer dos». (Jordina)
en persona un lugar que solo intuía a través de los Sobre cómo recibe el narrador o la narrado-
cuentos y anécdotas que ha preparado.
ra contar en un espacio extraordinario depende
«Quien narra va a estrenar un espectáculo
del tipo de espacio.
único en un espacio no especialmente escéni-
«Genera desconcierto al narrador o narradora
co, nuevo y desconocido, un pueblo con lugares
antes de ir, que no han contado en un lugar así.
vivos en los que puede pasar cualquier cosa.
Es una sorpresa mayúscula porque el espacio
Como programador incluyes espacios que no
hace mucho». (Raquel)
son a priori confortables, pero todo se hace cómo-
do a nivel de experiencia: sucede una alegría, «Hay, por ejemplo, una narradora francesa
una sorpresa, una conexión entre las personas, que nunca ha estado en una platanera y claro,
una magia que hace que todo fluya». (Diego) no sabe a dónde va, pero explicándole y enviando
«A veces no sabes si va a surgir la magia o el fotos se va haciendo a la idea». (Ernesto)
desastre, pero el lugar es bastante determinante, «Muchas veces no se hacen a la idea de lo
transporta a un plano. En ocasiones el espacio que se le está proponiendo, pero como el espa-
es muy bonito o es un día radiante o el río pasa cio está cuidado y preparado suelen sentirse bien
cerca... y todo coge más cuerpo». (Jordina) y pasan de la sorpresa al disfrute». (Cristina)

52 EL AEDO #12
| Palabras al Vuelo, Festival del cuento contado de Lanzarote

E S P A C I O S de L cuento - E l espacio extraordinario 53


DESPEDIDA Es de mucha importancia el significado personal
Tras hablar con estas personas me queda que tiene el espacio para ellas o ellos.
la certeza de que programar en espacios extraor- Entre los aspectos más excepcionales de pro-
dinarios es algo bastante complicado, que requie- gramar en lugares extraordinarios está el apren-
re búsqueda y selección, producción, regiduría, der cosas de la propia tierra a través del festival,
organización y control de los espacios. Se requie- ya que se pone en valor la cultura y la identidad
ren planes de emergencias, seguros por los espa- del lugar a través del descubrimiento de dife-
cios que puedan requerir riesgo. Son lugares rentes lugares en torno al cuento. Ir a un festi-
en los que «puede pasar de todo» y para los que val completo de Palabras al Vuelo, por ejemplo,
es necesario tener un plan B, por lluvias o cual- puede derivar en un conocimiento muy profundo
quier otra cuestión ambiental. a nivel geográfico y cultural de la isla de Lanza-
Pero también son espacios donde, como decía rote. Y así, con todas las comarcas que hemos
Diego, «surge la magia» y se conocen lugares nombrado.
ricos, se viven experiencias únicas, que difícil- Finalizo con profundo agradecimiento
mente se olvidan. a estas cinco generosas personas y con una fra-
He percibido, además, que, en sus festivales, se de Ernesto, que bien puede servir de justifi-
en la selección de los espacios, queda la impronta cación de este artículo: «Los festivales deben
de las personas que son, se plasma en los lugares ser foros de investigación, de búsqueda. Es pre-
que escogen y el tipo de sesiones que programan. ciso dar oportunidades, ofrecer experiencias».

LAURA ESCUELA

54 EL AEDO #12
Habitar el cuento
PEP BRUNO

LUGARES DEL CUENTO

Cuando hablamos de «el lugar del cuento» pode-


mos estar haciendo referencia a dos lugares dis-
tintos:
- Por un lado, al espacio en el que vamos a con-
tar y escuchar cuentos (un teatro, una plaza,
una biblioteca), es decir, al espacio físico don-
de el cuentista y el público se acomodan para
que el cuento pueda ser contado. A este lugar
lo llamaremos el espacio físico.
- Por otro, al espacio de ficción donde sucede
el cuento, al lugar donde personajes, objetos
y acciones son enmarcados (Estébanez Cal-
derón, p. 361). A este lugar lo llamaremos
el espacio narrativo.
Este artículo se va a centrar en el momento
en el que sucede el espacio narrativo (el segundo
de los dos tipos) y su ubicación durante la narra-
ción del cuento.
| Pep Bruno
VER EL CUENTO

El espacio de ficción del cuento contado viamente, ha de preparar las imágenes del cuento
se articula a partir de la palabra dicha: las pala- que ha de contar (Mateo, p. 220)
bras del cuentista enmarcan la historia en un con- Ya en El arte de contar cuentos, de Sara C.
texto concreto (una aldea medieval, un bosque, Bryant, publicado allá por 1905, la autora espe-
un castillo, una calle de una ciudad…). El cuentis- cifica: «ES PRECISO VER LO QUE SE CUENTA.
ta con su voz, su mirada, su cuerpo, va dibujando Me gusta imaginar al narrador como un buen
las imágenes del cuento. El narrador oral cuen- muchacho que, apoyado en una ventana, des-
ta lo que está viendo en su cabeza: no se trata, de donde divisa una calle ajetreada o una plaza
pues, de un recitado de memoria de una secuen- pintoresca, va describiendo animadamente a un
cia de palabras, sino de una recreación de una amigo las escenas tristes o alegres que se desa-
«película» de un cuento, de una narración de viva rrollan antes sus ojos. Describe los juegos de los
voz de una secuencia de imágenes (Sanfilippo, p. colegiales, los gestos del organillero, acompañán-
176). Por lo tanto, para contar, el cuentista, pre- dolo de algunos movimientos nacidos de su irre-

E S P A C I O S de L cuento - H abitar el cuento 55


versible impulso imitativo, pero sin abandonar Nuestro cerebro crea y modela el espacio
su puesto de observación para llevar la imitación en el que nos desenvolvemos continuamente.
más allá de un simple esbozo.» (Bryant, p. 98). Esos mecanismos de elaboración de espacios
Fue a Estrella Ortiz a quien escuché por pri- están muy musculados en nuestro cerebro.
mera vez hablar de contar cuentos como si fue- Y esto explicaría que «a veces “vemos” cosas
ra contar algo que el narrador estuviera viendo que no están ahí; en realidad se debe a este pro-
a través de una ventana y que el público, que está ceso.» (Storr, p. 32) o, como tan bien lo cuenta
en el mismo cuarto que el narrador, no puede Pablo Maurette: «Engendrar un mundo es cons-
ver (al menos no a través de esa ventana), pero truir espacio, un espacio de sentido paralelo
sí puede imaginar gracias a las descripciones y alternativo sobre el cual se ubica y se orde-
y detalles que el narrador oral va dando. na el contenido, a lo largo del cual se despliega
la temporalidad y a través del cual se produce
PERCIBIR LA REALIDAD el encuentro (…) entre el mundo de la obra y su
visitante ocasional, el espectador/participante.
¿PERO QUÉ ES LO QUE VEMOS A TRAVÉS DE ESA En ese encuentro el espacio se vuelve mundo
VENTANA? y se hace evidente.» (Maurette, pp. 66 y 67).
Vemos el mundo, lo olemos, lo escuchamos, No sé si se puede explicar mejor: el espacio
lo sentimos, lo degustamos. Percibimos la rea- se vuelve mundo y se hace evidente, es decir,
lidad a través de los sentidos, pero esa percep- ese espacio que nace de la palabra dicha resulta
ción que tenemos del mundo la transforma- ser «cierto, claro, patente y sin la menor duda.»
mos en impulsos eléctricos que el cerebro trata (DRAE).
de ordenar de manera que nos resulten útiles El cuentista describe un lugar donde un cuento
para entender dónde estamos. Por lo tanto, «El va a suceder y el público puede ver perfectamente
mundo es una reconstrucción mental fabrica- ese lugar porque su cerebro está preparado para
da a partir de lo que perciben nuestros senti- ello: puede elaborar y recrear ese espacio narrati-
dos» (Martínez Ron, p. 49). Es decir, el cerebro vo sin que ello afecte a la percepción del espacio
crea/modela/articula lo que vemos, puesto que físico donde está siendo contado el cuento.
«La visión no es una mera cuestión física, sino
que nuestro cerebro modela y transforma lo que SOSTENER EL ESPACIO NARRATIVO

percibe» (Martínez Ron, p. 173). A partir de la voz, la mirada y el gesto el cuen-


Will Storr lo explica magníficamente en su tista es capaz de crear y sostener el espacio narra-
maravilloso libro La ciencia de contar historias: «El tivo, el lugar donde el cuento sucede: donde habi-
mundo “de ahí fuera” es en realidad una recons- tan los personajes, donde transcurre la acción,
trucción de la realidad que se produce dentro donde van cambiando los escenarios…
de nuestras cabezas. Es un acto creativo del cere- Esto no significa que el cuentista tenga
bro narrador de historias. (…) A esta recons- que dar un profuso y prolijo listado de detalles
trucción alucinada de la realidad se la denomina para que el público pueda recrear en su cabeza
en ocasiones “modelo” cerebral del mundo.» el espacio narrativo, puesto que «La capacidad
(Will Storr, p. 30). de procesar que tiene nuestro cerebro es sorpren-
En este proceso de elaboración de la realidad dentemente limitada.» (Storr, p. 33). Por lo tanto,
«El cerebro simplifica radicalmente el mundo si nuestros sentidos tienen una capacidad de per-
que nos rodea elaborando una narrativa que nos cepción limitada y nuestro cerebro también tie-
permita sentir que controlamos la situación.» ne una capacidad limitada de procesar toda esta
(Storr, p. 57). información, ¿cómo podemos saber lo que ocurre
Los sentidos dan noticia de lo que hay ahí fue- ahí afuera? Will Storr responde a esto citando
ra (que es relevante para nosotros, para nuestra al experto en ciencia cognitiva Donald Hoffman:
supervivencia) y mandan la información a tra- «Nuestra evolución nos ha dotado de percep-
vés de impulsos eléctricos al cerebro. Este ordena ciones que nos permiten sobrevivir. Pero ello
todos los inputs recibidos y elabora un modelo implica que permanezca oculto lo que no nece-
de la realidad que hay afuera. sitamos saber. Lo cual equivale a decir que casi

56 EL AEDO #12
toda la realidad permanece oculta ante nosotros, vantes que pueden ser desconocidos para
sea lo que sea la realidad.» (Storr, 34). el auditorio, merece la pena detener la narra-
Por eso, para trabajar de manera similar ción y explicar brevemente ese detalle rele-
a como está habituado el cerebro, es importan- vante para que quede claro para el público.
te tener en cuenta algunas cuestiones a la hora 4. Una expresión precisa. La forma como con-
de contar y sostener esos espacios narrativos. tamos facilita o entorpece la construcción
1. La propia voz narrativa. «Hablar no es sólo de las imágenes que el público va elaborando
nombrar, dar cuenta de lo real. También en su cabeza: una frase en voz activa ordena
es darle forma, interpretarlo e inventarlo.» la secuencia «igual que si estuviera teniendo
(Huston, p. 17). La elección del vocabulario, lugar en la vida real.» (Storr, p. 38), es decir,
la correcta expresión, la descripción precisa… es más fácil «ver» una imagen contada así:
En suma: cómo contamos también cuenta. «Juan dio un beso a su padre en la cabeza»,
2. Pero cómo escuchamos también cuenta. que «ver» una imagen contada así: «un beso
Cada oyente acabará viendo su propio espa- fue dado por Juan en la cabeza de su padre».
cio narrativo en su cabeza, puesto que «lo En el segundo ejemplo la imagen se tiene
que vemos está condicionado por lo que sabe- que ir modificando a cada paso puesto que se
mos y por lo que recordamos de ese objeto.» escapa de los modelos cerebrales que habi-
(Martínez Ron, p. 172). Esto merece la pena tualmente organizan las imágenes.
también tenerlo siempre presente: es bueno 5. La interacción. La narración propicia
saber a quién estamos contando. un diálogo entre cuentista, público y cuento,
3. La importancia de los detalles en las imáge- por lo tanto, quienes asistimos a una función
nes. Ya vimos anteriormente que la capacidad de cuentos «somos espectadores involucra-
de procesar que tiene el cerebro es limitada, dos con lo que vemos porque lo que vemos
por eso es fundamental señalar los elemen- nos afecta, pero también porque nuestra
tos relevantes de los escenarios. Esto expli- mirada afecta la obra al construir su sentido.»
caría que «los espacios interiores de la tradi- (Maurette, p. 32).
ción narrativa oral son gregarios, muy poco Parte de la escucha del cuentista ha de estar
sofisticados, y no reflejan una arquitectura dirigida hacia el público para atender a sus
real» (Albero i Poveda, p. 14), y eso ocurre aportes en la construcción del sentido de la
igualmente con los espacios exteriores. Basta historia, también en lo que atañe al espacio
con decir «bosque» para que se despliegue narrativo.
en la mente del oyente ese espacio narrativo
reuniendo tanto las características culturales VER O MIRAR
de ese lugar como las características que apor- Centrémonos un momento en la diferen-
te el propio oyente desde su experiencia vital. cia entre ver y mirar. La explica perfectamente
Si en el cuarto donde transcurre la histo- James Wood en su magnífico Lo más parecido
ria que vamos a contar tiene que haber a la vida. En él cita a Berger para explicar esta
una puerta, una lumbre y una mesa, bastan cuestión: «En la vida cotidiana no dedicamos
estos tres detalles para que el público habi- demasiado tiempo a mirar las cosas, o la natu-
lite ese espacio rellenando el cuarto con ele- raleza, o la gente, pero los [narradores] sí que
mentos no dichos por el cuentista pero que sí lo hacen. Eso es lo que la [narración oral] tiene
forman parte del modelo cerebral del oyen- en común con la pintura, el dibujo o la fotografía.
te. Así, con apenas unas pinceladas, ya está Se podría decir, siguiendo a John Berger, que los
el espacio listo para que el cuento pueda civiles solo ven, mientras que los artistas miran.»
suceder. Porque, al fin y al cabo, «Los deta- (Wood, pp. 66 y 67).
lles son las historias; son enigmáticas histo- Un cuentista que ha dedicado tiempo a mirar
rias en miniatura.» (Wood, p. 59). un cuento y se ha fijado con dedicación, agudeza
Los detalles significativos han de quedar cla- y atención en todos sus detalles, despliega cuan-
ros y bien dibujados. Si hay elementos rele- do narra un espacio narrativo preciso y, al mismo

E S P A C I O S de L cuento - H abitar el cuento 57


tiempo, rico. Un trabajo cuidadoso y bien hecho del cuento. Por eso es importante que locali-
en este sentido: cemos en ese espacio los distintos escenarios
- puede ayudar a que el público «aprenda y objetos relevantes del cuento. No hace falta
a dejar de ver para empezar a mirar» (Wood, que los describamos, pero sí que sepamos dón-
p. 67); de están y seamos conscientes de dónde andan
- también puede descolocar al público pues colocados, porque de esta manera iremos con-
puede hacer que este articule un nuevo tando y, de forma natural, iremos ubicando
modelo cerebral para encajar esa «realidad» las acciones del cuento en el espacio. A veces
de modo diferente al que habitualmente utili- basta con unas pocas palabras, una mirada,
za para un espacio similar al contado, puesto un señalamiento, otras nos servimos de la ayuda
que «nuestro cerebro reconstruye el modelo del rostro o incluso contamos con algún peque-
del mundo imaginado originariamente por el ño apoyo corporal: «Las manos dibujan en el
autor de la narración.» (Storr, pp. 36); espacio, son la parte del cuerpo, junto con los
- y, por último, «la experiencia de mirar pies, más alejada del centro, y marcan los límites
las cosas genera una intensa conciencia de sí de la espera de acción. Las manos son rápidas,
(…) ya que la descripción de un árbol no es ligeras, expresivas.» (Ortiz, p. 120).
un árbol, sino un árbol que está siendo con- Es como si el cuento se desplegara entre
templado y descrito.» (Wood, p. 69) el narrador y el público:
- como si fuera una pantalla translúcida en la
MÁS ALLÁ DE LO VISIBLE que se proyectaran las imágenes que ve (el
Cuenta Jaume Albero i Poveda que «el cuentista) al contar y que, al escuchar, ve
espacio tiene una influencia decisiva en los (el público);
personajes y la trama narrativa de los cuentos - pero también una pantalla en la que se
populares» (Albero i Poveda, p. 10). En estos han ubicado los distintos elementos relevan-
cuentos tradicionales el espacio no se limita tes del cuento en cada uno de sus momentos;
a ser un mero decorado en el que transcurre - pero también una pantalla a través de la
la acción, muchas veces «la cabaña en el bosque, que se puede ver al cuentista y, por lo tanto,
el palacio, el casalicio de la bruja, etc., concen- se incluyen sus gestos de apoyo, su mirada,
tran imágenes ancestrales que perviven en nues- para dibujar en las imágenes del cuento.
tra conciencia colectiva» (Albero i Poveda, p. - Y, obviamente, también una pantalla a través
10), dando hondura a la narrativa y cargándola de la cual el cuentista puede percibir la escu-
de espesor simbólico. cha y la retroalimentación del público. 
Quienes trabajamos con cuentos de tradición Sin embargo, la idea de pantalla tal vez pre-
oral sabemos que hay un espacio visible del cuen- cise de algo más, en el sentido de que el cuento
to, pero también un espacio invisible, subterrá- no solo sucede ahí en esa pantalla translúcida
neo, lleno de significados profundos que desplie- que se levanta entre el público y el narrador.
gan distintos niveles posibles de interpretación. Posiblemente ese sea el corazón que bom-
No olvidemos esta cuestión a la hora de arti- bea ficción por toda la sala, pero podríamos
cular las imágenes del espacio narrativo. ampliar la imagen como si esa pantalla se des-
bordara, rompiera sus límites y, en ocasiones,
EL LUGAR DEL CUENTO. LOS LUGARES DEL se expandiera hasta abarcar todo el lugar (físi-
CUENTO co) en el que se encuentra el cuentista y el
Cuando contamos o escuchamos un cuento público, transformando el espacio mientras
sucede que, de alguna manera, se superponen el cuento sucede.
los dos espacios de cuento con los que comenza- Por eso el cuentista en medio del cuento, jus-
ba este artículo, el lugar físico y el lugar narrati- to en el momento en el que se pone el sol, puede
vo. Estamos en una sala, pero también estamos mirar al fondo de la sala donde el sol «se está
dentro del paisaje de un cuento. poniendo» (y el público así lo perciba), o pue-
Se despliega en escena (y muchas veces se pro- de señalar a un lateral del teatro por donde «ha
longa hasta la zona de sombra y público) el lugar entrado» un personaje del cuento.

58 EL AEDO #12
Así pues, cuando contamos un cuento, cuan- bosque en umbría donde un lobo acecha. Casi
do lo escuchamos, estamos en el cuento, lo habi- puede uno sentir el temblor de la carne deseante
tamos. Vemos a sus protagonistas en el lugar del cura, o toser con el humo de las alegres lenguas
donde todo sucede, es más, dentro de una buena de fuego que lamen la cazuela, o percibir en la piel
historia puede ocurrir que nos encontremos jun- la humedad que se cobija entre los árboles justo
to al lecho donde el cura y el ama se refocilan, donde el bosque es más viejo y está más cerrado.
o cerca de la lumbre donde la trébede sostiene Y así, de esta manera, el oyente ha pasado
la perola en la que borbotea la cena del protago- de ser público a ser testigo (Maurette, p. 59) y,
nista, o caminemos junto a la protagonista por el siendo testigo, ha pasado a habitar el cuento.

BIBLIOGRAFÍA CITADA

Bryant, S. C., El arte de contar cuentos, Biblària


Estébanez Calderón, D., Diccionario de términos literarios, Alianza
Huston, N., La especie fabuladora, Galaxia Gutenberg
Martínez Ron, A., El ojo desnudo, Crítica
Mateo, P., El narrador oral y el imaginario, Palabras del Candil
Maurette, P., Por qué nos creemos los cuentos. Cómo se construye evidencia en la ficción, Clave
Intelectual
Ortiz, E., Contar con los cuentos, Palabras del Candil
Storr, W., La ciencia de contar historias. Por qué las historias nos hacen humanos y cómo contarlas
mejor, Capitán Swing
Wood, J., Lo más parecido a la vida, Taurus

ENLACES

Albero i Poveda, J, “Espacio y tiempo en los relatos de la tradición narrativa oral”, en Garoza:
revista de la Sociedad Española de Estudios Literarios de Cultura Popular, n.º 4, 2004
Diccionario de la Real Academia Española (evidente)
Olrik, A., La ley de la épica narrativa de tradición oral, en Wikipedia
Sanfilippo, M., “Memoria, imágenes y escrituras en la elaboración de un cuento oral”,
en Disparidades. Revista de Antropología, n.º 69, 2014

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Y NO CITADA

Kruz Igerabide, J., Del pecho a la palabra, Pantalia


Ong, W. J., Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra, FCE
Padovani, A., Escenarios de la narración oral. Transmisión y prácticas, Paidós
Puerto, J. L., Fascinación del mundo. Motivos legendarios tradicionales, Universidad de Valladolid
Wood, J., Los mecanismos de la ficción, Taurus

PEP BRUNO

E S P A C I O S de L cuento - H abitar el cuento 59


DESPEDIDA

DESPEDIDA
COMISIÓN DE CONTENIDOS DE AEDA


Allá donde se encuentre el espacio
que en este instante habitas,
deseamos que el Aedo te sirva
de ayuda, reflexión y compañía
en el camino del cuento.

LAURA ESCUELA,
PEP BRUNO,
CAROLINA BARREIRA,
ALBERTO SEBASTIÁN
Y DIEGO MAGDALENO
Grupo de Revista de la Comisión
de Contenidos de AEDA

60 EL AEDO #12
140

NARRACIONORAL.ES

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