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5.

RCP SOPORTE vital y avanzado en adultos

Puntos clave

1. La prioridad son las compresiones torácicas de alta calidad con las mínimas

interrupciones, la desfibrilación precoz, y el tratamiento de las causas reversibles.

2. Los pacientes con parada cardiaca, tanto intrahospitalaria como extrahospitalaria, a

menudo presentan signos premonitorios.

3. Utilice técnicas de vía aérea básica o avanzada. Solo los reanimadores con una

elevada tasa de éxito deben intentar la intubación traqueal.

4. Administre adrenalina precozmente para la parada cardiaca no desfibrilable.

5. En pacientes seleccionados, si es factible, considere la RCP extracorpórea (RCPe)

como terapia de rescate cuando el SVA fracase.

No hay cambios importantes en las guías de SVA del adulto del 2021. Hacen más énfasis en

que los pacientes en parada cardiaca tanto intrahospitalaria como extrahospitalaria tienen

signos premonitorios, y que muchas de estas paradas se pueden evitar.


5.7. Vía aérea y ventilación

La apertura de la vía aérea es la segunda prioridad, después de comenzar las compresiones

torácicas. Para las medidas mecánicas con respecto a la reanimación en niños,

En caso de paro cardíaco con asfixia, se comienza con una respiración de rescate boca a boca

(adultos, adolescentes y niños) o una respiración combinada boca a boca y nariz (lactantes) o

con una ventilación con mascarilla ambú. Si es posible, se coloca una vía bucofaríngea. No se

recomienda la compresión del cricoides.

Si aparece una distensión abdominal, vuelve a controlarse la permeabilidad de la vía aérea y

se reduce la cantidad de aire enviado en las respiraciones de rescate. La intubación

nasogástrica para aliviar la distensión abdominal se pospone hasta conseguir un equipo de

aspiración, ya que durante la colocación puede producirse una regurgitación con aspiración

del contenido gástrico. Si existe una distensión gástrica marcada que interfiere con la

ventilación y no puede corregirse con los métodos anteriores, se coloca al paciente de

costado, se comprime el epigastrio y se libera la vía aérea.

Si se cuenta con personal calificado, puede colocarse una vía aérea avanzada (tubo

endotraqueal o dispositivo supraglótico) sin interrumpir la compresión torácica, como se

describe en Establecimiento y control de la vía aérea. Se realiza una respiración cada 6 s (10

respiraciones/min) sin interrumpir la compresión torácica. Sin embargo, la compresión

torácica y la desfibrilación deben ser previas a la intubación endotraqueal. A menos que se

cuente con personal experimentado, la intubación endotraqueal debe postergarse y comenzar

con la ventilación con mascarilla ambú, máscara laríngea o dispositivos similares.


Los puntos más importantes:

 Si se requiere una vía aérea avanzada, solo deberían intentar la intubación traqueal

aquellos reanimadores con una elevada tasa de éxito en esta técnica. Según el

consenso de expertos, una elevada tasa de éxito es cuando se supera el 95% en un

máximo de dos intentos de intubación.

 El objetivo ha de ser que la pausa de las compresiones torácicas para la intubación

traqueal sea menor a 5 segundos.

 Utilice la onda de capnografía para confirmar la posición del tubo traqueal.

 Durante la RCP administre la máxima fracción inspiratoria de oxígeno posible.

 La ventilación ha de durar alrededor de un segundo, hasta conseguir una elevación

visible del tórax.

 Una vez insertado un tubo traqueal o un dispositivo supraglótico (DSG), ventile los

pulmones a una frecuencia de 10 por min y continúe las compresiones torácicas sin

hacer pausas durante las ventilaciones. Si con el DSG no se consigue una ventilación

adecuada por fuga de aire, pare las compresiones para ventilar, utilizando una relación

compresión-ventilación de 30:2.

5.8. Fármacos y fluidos


5.8. Fármacos y fluidos

 Acceso vascular. Intente primero el acceso intravenoso (IV) para administrar los

fármacos durante la parada cardiaca del adulto. Considere el acceso intraóseo (IO) si

los intentos para conseguir un acceso IV no funcionan o el acceso IV no es factible.

 Administre 1 mg IV (IO) de adrenalina lo antes posible, a los pacientes adultos en

parada cardiaca con un ritmo no desfibrilable. Administre 1 mg IV (IO) de adrenalina

después de la 3ª desfibrilación, a los pacientes adultos en parada cardiaca con un

ritmo desfibrilable. Repita 1 mg IV (IO) de adrenalina cada 3-5 minutos mientras

continúe el SVA.

 Administre 300 mg IV (IO) de amiodarona a los pacientes adultos en parada cardiaca

en FV / TVSP después de la tercera descarga. Administre una dosis adicional de 150

mg IV (IO) de amiodarona a los pacientes adultos en parada cardiaca en FV / TVSP

después de la quinta descarga.

 Se puede utilizar 100 mg IV (IO) de lidocaína, como alternativa, si no se dispone de

amiodarona o si se ha tomado una decisión local de utilizar lidocaína en lugar de

amiodarona. También se puede administrar un bolo adicional de 50 mg de lidocaína

tras la quinta descarga. El uso de la lidocaína según AHA se lleva recomendando

desde 2018? 2019? Lo tenéis aquí más explicado.

 Fármacos trombolíticos. Solo si sospecha o confirmación de TEP como causa de la

PCR y hay que mantener la RCP durante 60-90 minutos tras su administración.

 Fluidos: solo si la causa de la PCR es por hipovolemia o se sospecha de ello.

5.8.1. Fármacos para el soporte vital

Aunque se usan mucho y desde hace mucho tiempo, no se ha comprobado que un fármaco o

una combinación de fármacos particular mejore la supervivencia hasta el alta hospitalaria


en pacientes con paro cardíaco. Algunos agentes mejoran la probabilidad de

restablecimiento de la circulación espontánea (RCE) y pueden administrarse en forma

razonable

El tratamiento farmacológico del shock y el paro cardíaco sigue siendo estudiado.

En un paciente con una vía venosa periférica, la administración de fármacos debe ser

seguida de líquido en bolo (goteo "a chorro" en adultos; 3 a 5 mL en niños pequeños) para

inyectar el fármaco en la circulación central. En un paciente sin una vía intravenosa o

intraósea, puede darse naloxona, atropina y adrenalina, cuando está indicado, a través del

tubo endotraqueal en dosis 2 a 2,5 veces mayores que la dosis IV. Durante la

administración de un fármaco a través del tubo endotraqueal, debe interrumpirse

brevemente la compresión.

5.8.2. Fármacos de primera elección

El principal fármaco de primera línea utilizado en el paro cardíaco es

 Adrenalina

La epinefrina puede administrarse en dosis de 1 mg IV cada 3 a 5 min. Tiene efectos alfa-

adrenérgicos y beta-adrenérgicos combinados. Los efectos alfa-adrenérgicos pueden

aumentar la presión diastólica coronaria, lo que aumenta la perfusión subendocárdica

durante las compresiones torácicas. La adrenalina aumenta también la probabilidad de éxito

de la desfibrilación. Sin embargo, los efectos beta-adrenérgicos pueden ser perjudiciales

pues aumentan las demanas de oxígeno (en especial del corazón) y producen

vasodilatación. No se recomienda la inyección intracardíaca de adrenalina pues, además de

interrumpir la compresión precordial, puede provocar un neumotórax, la laceración de una

arteria coronaria y un taponamiento cardíaco.


Puede darse amiodarona 300 mg si la desfibrilación no ha tenido éxito después de

administrar adrenalina, seguida de 1 dosis de 150 mg. Esto también puede ser útil si hay

recurrencia de TV o FV después de una desfibrilación exitosa; puede administrase una

dosis menor en 10 min seguida de una infusión continua. No está comprobado que esto

mejore la supervivencia después del alta hospitalaria.

Una dosis única de 40 unidades de vasopresina, que tiene una duración de actividad de 40

min, puede ser una alternativa a la adrenalina (solo en adultos). Sin embargo, no es más

eficaz que la adrenalina y, por lo tanto, ya no se recomienda en las pautas de la American

Heart Association. Sin embargo, en el caso poco probable de una falta de adrenalina

durante la RCP, puede sustituirse por vasopresina.

5.8.3. Otros fármacos

Se pueden utilizar varios fármacos adicionales en casos especiales.

El sulfato de atropina es un fármaco vagolítico que aumenta la frecuencia cardíaca y la

conducción a través del nodo auriculoventricular. Se administra en caso de bradiarritmias

sintomáticas y bloqueo del nodo auriculoventricular de alto grado. Ya no se recomienda

para asistolia o actividad eléctrica sin pulso.

Se recomienda aplicar cloruro de calcio en pacientes

con hiperpotasemia, hipermagnesemia, hipocalcemia o que presenten toxicidad por

antagonistas de los canales de calcio. En otros pacientes, como el calcio intracelular ya está

más alto que lo normal, puede ser perjudicial administrar más calcio. Debido a que el paro

cardíaco en pacientes con diálisis renal suele ser consecuencia de una hiperpotasemia, o

acompañarse de ella, estos pacientes pueden beneficiarse con un ensayo de calcio si no es

posible determinar el nivel de potasio en el sitio donde se encuentra el enfermo. Debe


tenerse precaución porque el calcio exacerba la toxicidad de la digital y puede producir un

paro cardíaco.

No se recomienda el uso de lidocaína para el uso sistemático durante el paro cardíaco. Sin

embargo, puede ser útil como una alternativa a la amiodarona para la FV o la TV que no

responde a la desfibrilación (en niños) o después de la recuperación espontánea de la

circulación tras una FV o una TV (en adultos).

En estudios clínicos aleatorizados, no se ha demostrado que el  sulfato de magnesio mejore

los resultados. Sin embargo, puede ser útil en pacientes con taquicardia ventricular

helicoidal o en entorchado (torsades de pointes) o deficiencia de magnesio conocida o

sospechada (es decir, pacientes alcohólicos, pacientes con diarrea prolongada).

La procainamida es un fármaco de segunda línea para el tratamiento de la FV o la TV

refractarias. Sin embargo, no se recomienda en el paro cardíaco sin pulso en niños.

La fenitoína puede utilizarse rara vez para el tratamiento de la FV o la TV, pero sólo

cuando ésta se debe a toxicidad por digital y es refractaria a otros fármacos. Se administra

una dosis de 50 a 100 mg/min cada 5 min hasta que mejore el ritmo o hasta que se alcance

una dosis total de 20 mg/kg.

Ya no se recomienda el bicarbonato de sodio a menos que el paro cardíaco se deba a

hiperpotasemia, hipermagnesemia o sobredosis de antidepresivos tricíclicos con arritmias

ventriculares complejas. En niños, puede considerarse el uso de bicarbonato de sodio si el

paro cardíaco es prolongado (> 10 min); se administra sólo si hay buena ventilación. Si se
utiliza bicarbonato de sodio, debe controlarse el pH arterial antes de la infusión y después

de cada dosis de 50 mEq (1 a 2 mEq/kg en niños).

Bibliografía

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4. Link MS, Berkow LC, Kudenchuk PJ, Halperin HR, Hess EP, Moitra VK, Neumar
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Part 7: Adult Advanced Cardiovascular

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