cultos psicoanalíticos, y firmemente incorporado a nuestro campo global de experiencia, sirve para mantener la separación cuerpo/espíritu igualmente anclada en nuestra experiencia. La mayor parte del autodenominado pensamiento New Age, parece ser concebida para deshacerse del Ego o transcenderlo (Ego detrás del cuál se encuentra, por supuesto, un Yo Superior). Esta ficción de Yo Inferior/Yo Superior mantiene la escisión entre “espiritualidad” y vida normal. Personalmente, prefiero la idea de que todos somos una multiplicidad de personalidades o, como afirma el Tantra, una bola de cuerpos entrelazados de Shakti (deseoscomplejos) interactuando (pero no todos a la vez) con Shiva (o el Kia), la divina chispa de la conciencia. Otro concepto útil, es que más que “vencer” al Ego, se puede pasar de una condición Egocéntrica a una condición Exocéntrica. En el primer caso, el yo está conservado por el rechazo a todo lo que no es él, separado de los demás. En el segundo, el yo es constantemente renovado (y modificado) por un proceso de compromiso con lo otro. Las diferentes prácticas psicotecnológicas como la Magia(k) producen diversos cambios en el sistema nervioso (la base de los EMC y la asimilación rápida). Uno de los métodos más antiguos (y más controvertidos) de inducir tales estados son las drogas. El empleo por parte de las culturas “primitivas” de agentes como la Mezcalina o el Peyote han sido desde hace mucho tiempo objeto de interés para las disciplinas culturales; aunque el auge de la cultura de las drogas en el Oeste se encontró con la represión y la criminalización. 55 Algunas drogas, históricamente controladas por aquellos que tienen el poder social, fueron autorizadas: el tabaco, el alcohol y los barbitúricos, elecciones aprobadas para el consumidor. Será inútil minimizar la influencia de la droga en la Magia(k) occidental, sin embargo hay mucha moralización al respecto, y se insiste en el hecho de que los EMC obtenidos por drogas no son tan válidos como aquellos alcanzados por otros medios. Las investigaciones sobre el uso (y abuso) de los agentes psicotrópicos demuestran que sus usuarios experimentan los mismos efectos que los de una iluminación obtenida por otras técnicas. Aún así, un investigador americano, W. N. Pankhe, ha señalado que el peligro más serio puede presentarse después de la experiencia, en el esfuerzo efectuado por integrarla a la vida cotidiana. Testimonio de esto son, por ejemplo, el número de víctimas del Ácido que acabaron como cristianos regeneracionistas. El LSD fue, después de todo, estudiado por la CIA en los años cincuenta como posible medio de “lavado mental”. Si deseáis conocer algunas investigaciones modernas sobre la Iluminación a través de psicotrópicos, consultas los trabajos de Stanislas Grof.
Robar el fuego: Cómo las grandes empresas de Silicon Valley, los ejércitos y los científicos inconformistas están revolucionando la forma en la que vivimos y trabajamos mediante los estados alterados de conciencia