Está en la página 1de 4

TALLER DE RELACIONES FAMILIARES

CONSCIENTES

PARTE 1
¿Donde está mi problema?
Seguramente, si planteáramos esta pregunta al sabio o sabia del pueblo, buscáramos algún
vídeo de la charla de algún místico en Youtube, o quitáramos el polvo a nuestra estantería de libros
de autoayuda, nos encontraríamos con alguna frase del estilo:

“Debemos dejar de identificarnos y de sentirnos aludidos, comprender que esa persona con la que
estamos hablando, se encuentra en su propio proceso, viendo las cosas a su propia manera y que, esa
persona, reacciona su propia forma de ver las cosas y no a nosotros personalmente...”

Y aunque eso es totalmente cierto y sería la manera ideal de reaccionar, No es la forma de


la que reaccionamos a un comentario hiriente o peyorativo de una persona cercana, verdad?
Al contrario, y esto es importante que nos demos cuenta:

Si nos duele y nos sentimos menospreciados…


es porque nos sentimos aludidos
es porque estamos identificados
y es que hemos entrado al trapo de percibir las cosas como lo sugiere otra personal
o almenos de temer que pueda tener carácter de realidad objetiva y no subjetiva

En el momento en el que nos duele y nos sentimos menospreciados… estamos vendidos… y


lo sabemos… y sabemos que por mucho que comprendamos y entendamos la frase del Sabio,
Místico o Libro de turno, que por mucho que la intentemos aplicar, a nosotros, No nos Sirve.

No es que no entendamos o no comprendamos… es que No acostumbramos a funcionar así. Y


empezamos a crear un deseo de querer salir de donde sea que estamos, y a no vivir enganchados a
lo que hace o deja de hacer otra persona, de hacer, de decir, o incluso de pensar... sea esa persona
más o menos cercana.

Si fuese una persona menos cercana, cojo mi fiesta a otros lares y a esa persona no le vuelvo a
hablar y punto (que sería evitar mi conflicto)… pero… y si se trata de un familiar cercano? O de mi
pareja? O de mis hijos? O de un padre o madre que depende de mis cuidados? Alguien que,
además, me conoce bien y sabe de sobra cuales son “mis palancas” y “mis resortes” que me hacen
saltar…
Se hace pues, necesario para comprender, reformular la pregunta...

[Interacción grupal: Replantear la pregunta]


¿Porqué me “engancho” a lo que hacen, dicen o piensan los demás?
Es evidente que es el cómo me hace sentir la situación con ese familiar, lo que me obliga a
reaccionar… y si no reacciono, o intento hacer “como si” no me afectara, el resultado es que me
quedo con malestar (frustración reprimida) o me quedo durante días, o a veces incluso, semanas y
meses, dándole vueltas al asunto (preocupación) y siento que el tema vuelve a subir una y otra vez
(culpa ajena) o hago cosas para no volver a tocar el tema (control externo).

Cuántas veces no hemos intentado, solucionar nuestro malestar con algo que ha dicho o
hecho otra persona, a través del silencio, callándonos, e intentando hacer algún apaño interno,
negando lo que sentimos, en lugar de expresar lo que nos pasa? Y cómo nos hemos quedado
posteriormente?

[Interacción grupal: Pensar en 3 cosas recientes que me han afectado]

Vamos a poner nombre a las cosas… llamamos Afecto, al impacto emocional resultante que
un hecho material tiene sobre mí.

La palabra afecto viene de afficiō, afficere y se refiere al estado emocional o


anímico agradable hacia un objeto, hecho o suceso. La palabra latina affectus está
formada con: El prefijo ad- (hacia, aproximación), como en adaptar, adherir y admitir;
y el participio perfecto pasivo de faciō, -ere (“hacer”), factum un “hecho”.

Dicho de otro modo, es el cómo tomo o me tomo un suceso y la valencia del cambio que
tiene sobre mi estado anímico, lo que se me queda “pegado” de él o en lo que me veo “cambiado”.

Mi estado anímico es un continuo de dos polos, animado y desanimado, o, motivado y desmotivado.

Animado Desanimado
Motivado Desmotivado
Volitivo Involuto
Vitalidad Desvitalidad

Los Afectos por lo tanto pueden ser Positivos (me animan o me dan vida o alma) o
Negativos (me desaniman o me quitan vida o alma). Recibir un cumplido, una alabanza, una
disculpa o una señal de gratitud, tendemos a percibirlos como Afecto Positivo; Recibir una crítica,
una acusación, un insulto o una señal de Ingratitud, acostumbramos a percibirlos como Afecto
Negativo.

[Interacción grupal: Asignarle valencia a las 3 cosas]

Que es lo que hace que algo sea para mí un Afecto Positivo y qué hace que algo sea un
Afecto Negativo?
Hay Sonrisas que se burlan?
Hay Cumplidos que ofenden?
Hay Insultos que animan?
Hay Disculpas que denigran?
¿Cómo puedo saber la Intención con la que son hechas las cosas que me
afectan?
El acto inverso de un Afecto, es un Efecto, el impacto sobre o producción de los hechos
materiales resultante de mi estado emocional o anímico.

La palabra efecto viene de efficiō, efficere y se refiere como la fuerza volitiva o


anímica “fabrica” o actúa sobre un objeto, hecho o suceso. La palabra latina
effectus está formada con: El prefijo ex- (hacia, afuera), como en exportar, explorar y
exculpar; y el participio perfecto pasivo de faciō, -ere (“hacer”), factus un “producto”.

Por tanto, algo “efectivo” es algo que cumple la función de la intención o voluntad que hay
detrás. Mientras que el afecto es el cómo (me) lo tomo, el efecto es el cómo devuelvo, el modo en
que el cómo estoy se manifiesta en la situación. Mi lenguaje corporal, mi expresión facial, mi tono
de voz y mi elección de palabras, son ejemplos de efectos, así como también lo es mi forma de
actuar sobre la situación o el suceso.

Un efecto, puede también, producir el resultado deseado, a lo que llamamos Efecto


Deseado, y también puede producir un Efecto Indeseado, al margen de la Intención o Voluntad
desencadenante. Especialmente en estados anímicos negativos, los efectos tienden a ser indeseados
como más adelante veremos.

Cuando hay una situación de reciprocidad, cualquier intercambio de afectos y efectos, la


Situación podría describirse como:

+ Afecto Efecto +
YO Efecto
S Afecto
TU
- -

De cuántos elementos de los que podemos ver aquí, tenemos realmente conocimiento?

[Interacción grupal: Discutir por grado de información cada elemento]

Respuesta: Ni sé Yo, ni sé mis afectos, ni sé mis efectos, ni sé la Situación, ni sé Tu ni tus


afectos y efectos ni tu estado anímico. Solo sé si mi estado anímico sube o baja… en realidad, No
Sabemos casi nada.

[Interacción grupal: Analizar las 3 cosas que me han afectado y ver cuanta información
tengoy tenía realmente, de esas situaciones recordadas]

“El mensaje emitido, no siempre es el mensaje recibido”

Verse Conmovido por una situación, es como llamamos la percepción de cambio de nuestro
estado anímico hacia vivo, o hacia no-vivo. Su duración en el tiempo, Aflicción.

Proviene del latín commŏvēre, que significa 'conmover', 'poner en movimiento',


'suscitar', 'impulsar', 'excitar', 'quitar', 'mover con violencia', 'agitar' La palabra
latina commovere está formada por: El prefijo com- (“junto a”); y moveo, movere .
¿Qué son las Emociones y qué tienen que ver con el Afecto y el Efecto?
Proviene del latín emotĭo, derivado de emotus, participio pasado de emovere
("mudarse", "alejarse", "remover", "agitar"), prefijo ex- ("fuera") y movere.

Las emociones son el resultado del intento de ajuste o de autoregulación del Cuerpo, para
reestablecer el equilibrio homeostático, como resultado de vernos Conmovidos o Afectados. Cada
vez que nos vemos afectados por algo, ocurre un movimiento interno de energía en el que se busca:

1) La fuente u origen más probable del cambio, comparando posibles Interpretaciones altern.
2) El Camino más corto que puede recorrer la energía para ser almacenada centro energético o
contenedor (los Nadis y Chakras) y redirigida al nivel respuesta o nivel efectivo, … y
3) El nivel efectivo o reacción cuya naturaleza mejor permita hacer trabajo o esfuerzo para
recuperar el estado inicial (pensar, hablar, cambiar de tensión corporal, o de estado de ánimo,...)

“La Emoción es la experiencia subjetiva del movimiento interno de energía o actividad, dispuesto a
solucionar un cambio inesperado de estado de ánimo.”

Mientras llamamos Emoción al activo de ese movimiento, llamamos Motivo, su pasivo. La


percepción de dicho movimiento la llamamos Sentir (Del latín sentīre, infinitivo presente activo de
sentiō). La no-percepción o el no-sentir, en todo caso, no implica que ésta (el movimiento), no esté
presente.

La prolongación en el tiempo de una emoción, sentida o no, por hábito o costumbre, pasa a
ser un Sentimiento, un pasivo, que ya no requiere de un Motivo para funcionar, ya que es un pasivo
en si mismo. Casos como la hostilidad, el estrés, la irritabilidad, el cansancio

También podría gustarte