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Sociedad y Estado.
Dijo Hart: “en toda sociedad humana donde hay derecho, por debajo de la
variedad de formas políticas, tanto en una democracia como en una monarquía
absoluta, habremos de hallar, en última instancia, esta relacion simple entre
súbditos que prestan obediencia habitual y un soberano que no presta
obediencia habitual a nadie. Esta estructura vertical compuesta de soberano y
súbditos es, según la teoría, parte tan especial de una sociedad que posee
derecho, como la columna vertebral lo es de un hombre”.
En toda sociedad donde hay derecho, afirma Hart, hay una relacion de súbditos
y obediencia. En la democracia, esa relacion se visualiza especialmente entre los
administrados con la administración. Es claro que en este sistema político
(democracia) no podemos personificar a la Administración en cabeza de una
persona en particular. A diferencia de lo que podían afirmar los reyes absolutos
como cuando Luís XIV dijo “El Estado soy yo”.
- Poder
- Gobierno
- Territorio
- Población.
- La división de poderes
- La garantía de las libertades y de los derechos individuales
- El sometimiento de la Administración a la ley.
El estado es una noción moderna, por lo tanto, como todos los pilares de la
modernidad, se encuentra en crisis. Aquel ente autoritario que decidía sobre sus
súbditos resulta difícil de sostener en la actualidad ante una demanda social de
mayor participación ciudadana, de acceso a la información, de transparecia, de
control social y de rendición de cuentas. Actualmente, pensar en el Estado y en
la administración es preocuparse en derechos que balanceen tal desequilibrio
de poder. Difícilmente se pueda sustentar la validez de un acto de la
administración que no esté sustentado en la expresión de sus antecedentes de
hecho y de derecho que lo justifiquen.
La burocracia organizada en el Estado democrático actual se sirve de un
procedimiento administrativo para garantizar el cumplimiento de los esenciales
pasos para la creación de un acto de tal naturaleza.
Asimismo, el fin último del Estado y la Administración es la persecución del bien
común. Pero, ¿Qué es el bien común o el bienestar general? En definitiva, será
el que la propia administración defina en cada tiempo y lugar determinados.
Para García Pulles (2015) el bien común remite a lo evidente: “la conservación
de la salud de su población, su educación, el respeto de los valores espirituales
de sus miembros, el respeto por los mayores, el auxilio a los desprotegidos, la
solidaridad social, entre otros.
¿Quién podría oponerse a estas ideas? Sin embargo, la cuestión se vuelve mas
difícil en otras cuestiones que, en definitiva, se terminan definiendo en la
política.
La crisis de la modernidad y de la noción de Estado.
Otras funciones:
Criterio subjetivo: son las actividades realizadas por el PEN y sus dependientes.
Es quien define el órgano que realiza la actividad.
La Administración pública.
Jerarquía.
Son aquellos modos que determinan el contenido de las normas jurídicas con
independencia de los órganos con competencia para producir disposiciones
jurídicas. Son la costumbre y los principios generales del derecho (equidad,
libertad, justicia, igualdad, inocencia, etc.
FUENTES FORMALES
La CN.
La ley.
La ley es “todo acto o norma jurídica que crea, modifica o extingue un derecho
de carácter general y obligatorio”. En sentido formal, “todo acto emanado del
órgano legislativo, conforme a un procedimiento preestablecido”.
Pueden ser:
El Decreto-Ley.
El reglamento.
Características:
Clases de reglamentos:
- Ejecutivos
- Autónomos
- Delegados
- De necesidad y urgencia.
Los tratados.
Los tratados son acuerdos de voluntades entre los Estados o entre un Estado y
un organismo internacional de carácter público. Los mismos pueden, en función
de su contenido, tratar cuestiones concernientes al derecho administrativo.
Antes de la reforma del 94 esta cuestión hubiera sido objeto de controversia.
Para aquellos que sostenían la teoría monista (derecho interno subordinado al
internacional), otorgaban preferencia a los Tratados. En cambio, los que
sostenían la teoría dualista, consideraban que esos tratados debían ser
incorporados al derecho interno mediante la sanción de una norma o de un
reglamento. Esta discusión queda superada con la reforma ya que se reconoce
jerarquía constitucional a los tratados de derechos humanos enumerados en el
Art. 75 Inc. 22.
Los principios generales del derecho son “el origen o el fundamento de las
normas, y participan de la idea básica de principalidad que les otorga primacía
frente a las restantes fuentes del derecho”. Por lo tanto, son relevantes al
momento de reflexionar en torno a la materia que nos convoca.
- Debidamente motivado.
- Ser aplicado en modo general
- Por razones de oportunidad, nunca con carácter retroactivo, salvo a favor
del administrado.
Por otra parte, como consecuencia de la reforma del año 1994, esta norma
debe ser articulada con el Art. 75 Inc. 22 que establece una serie de
convenciones y tratados de DDHH, los cuales conforman junto con la CN un
bloque de constitucionalidad.
Afirma Cassagne: la doctrina ha intentado establecer un orden de prioridad
entra las distintas fuentes del derecho, acordando preferencia a las normas
escritas sobre las no escritas o las fuentes directas respecto de las indirectas.
En el derecho administrativo, cuya mutable construcción se basa en la equidad y
en la armonía entre sus derechos individuales de propiedad y libertad y el bien
común, existe una tendencia a dar prevalencia a los principios generales del
derecho como fuente material y formal, por sobre otros elementos del sistema
que ante la carencia de normas justas para resolver un conflicto constituyen
fuente directa del ordenamiento.
Conclusiones.
UNIDAD Nº 2
El acto administrativo.
La respuesta es “por todos lados”. Basta abrir el boletín oficial para encontrar
numerosos actos administrativos
Por ejemplo, pocas veces nos ponemos a pensar ¿Cuáles son los actos jurídicos
detrás del precio del dólar? La emisión de un bono, tiende a bajar el precio del
dólar.
Todo, indefectiblemente esta atravesado por actos administrativos, desde las
habilitaciones, permisos, emisión de títulos profesionales y habilitantes, registro
de vehículos, emisión de licencias, cobro de tarifas, impuestos, tasas,
infracciones, multas o sanciones. Todo son el resultado de actos
administrativos, que la mayoría de las veces pasan desapercibidos.
- Declaración de voluntad
- Realizada por un órgano en ejercicio de función materialmente
administrativa
- Que produce efectos jurídicos directos hacia el exterior de la
administración.
- Sometido a un régimen jurídico de exorbitancia.
Actos del Poder Ejecutivo: son siempre actos dictados en ejercicio de funciones
administrativas, pero regidos en ciertos casos por el derecho privado, sin
desnaturalizar su carácter administrativo.
Los elementos del acto administrativo se encuentran definidos por los art. 7 y 8
de la LNPA.
a) Competencia:
b) Causa
c) Objeto
d) Procedimiento
e) Motivación
f) Finalidad
g) Forma (puede ser esencial o accesoria)
- Lícito
- Cierto y determinado
- Moral
- Razonable
- Posible física y jurídicamente
Notificación fehaciente:
- En el expediente
- Presentación espontánea
- Cedula diligenciada
- Telegrama colacionado
- Oficio
- Carta documento
- Verbal, otros.
Entre las garantías del debido proceso se encuentra el derecho del particular a
recibir una respuesta a sus peticiones en forma completa, y la consiguiente
obligación de la Administración a responder dicha demanda. No obstante,
muchas veces el particular interpone un recurso y la administración calla.
¿Estamos en presencia de un acto administrativo? ¿Es el silencio una respuesta?
Por ser un requisito esencial del acto, un vicio en la voluntad torna al acto
administrativo en nulo de nulidad absoluta e insanable.
En la administración, quien emite el acto deberá hacerlo con el discernimiento y
la libertad suficiente para que el mismo exprese el obrar moral y legitimo. El
error, el dolo, la violencia o la simulación al dictar el acto comprometen a la
voluntad.
El vicio de la incompetencia.
El objeto del acto, tal como la LNPA lo dispone, es aquello en que él consiste. El
objeto del acto es la resolución o medida concreta que mediante el acto adopta
la autoridad: “es el efecto practico que el sujeto emisor se propone lograr a
través de su acción voluntaria, es, en fin, lo que por dicho acto se dispone”.
Este es esencial en el acto administrativo y debe ser lícito, cierto, física y
jurídicamente posible y moral.
El vicio se produce cuando existe una contradicción del objeto con la ley o con
una norma de mayor jerarquía. Se replica aquí el bloque de juricidad que
constituye el sistema normativo al que no deberá contradecir ningún acto
administrativo.
Vicios en la forma.
Lo dicho en la LNPA: es nulo todo acto que exhiba vicios graves en el elemento
forma. En este sentido, lo mismo vale para los procedimientos, la motivación y
la forma.
Cuando cualquiera de estos elementos falten o sean irregulares, estaremos ante
un caso de vicio en las formas esenciales. Si tales elementos faltan o se
encuentran gravemente viciados, el acto será nulo. Si esos elementos padecen
vicios no graves, el acto será anulable.
Los vicios en las formas pueden recaer sobre los procedimientos previos a la
sanción del acto como en los que debe reunir al emitirse (forma y motivación).
El vicio en la motivación.
El vicio de la finalidad.
La administración pública puede sanear el acto que tenga un vicio que sea
susceptible de ser corregido, en los términos del art. 19 de la LPA. El objetivo es
mantener viva la presunción de validez de los actos administrativos a través de
la conservación de los mismos.
- Régimen exorbitante
- Objeto vinculado al interés público
- Desigualdad entre las partes (prerrogativas de la Administración)
- Reglas y principios diferenciados.
En cuanto a las obligaciones que les dan origen: en el contrato privado nacen
del acuerdo de voluntades, en tanto en el contrato administrativo, la causa fin
“interés público” es prioritario en todas las etapas de la ejecución contractual.
La clásica triada que debemos identificar en los contratos (objeto, sujeto, causa)
está presente también en los contratos administrativos. En este caso, además,
tendremos presente la forma y la formalidad.
Forma: la regla es la forma escrita. Algunas veces se exige que sea por escritura
pública (transferencia de inmuebles).
Se clasifican en:
- Típicos: son aquellos que se hayan regulados por una determinada ley en
donde la voluntad de las parte se haya regulada por la legislación y
reglamentación. Por ejemplo, el contrato de obra pública es un contrato
administrativo típico, ya que tiene una regulación establecida, en donde
tanto el Estado como el Contratista solo podrán introducir aquellas
cláusulas que no modifiquen la sustancia de la regulación legal.
- Atípicos: son aquellos que carecen de regulación legal para regularlos y
las partes deberán atenerse al contenido expreso del contrato y solo de
manera analógica podrán aplicarse normas y principios del derecho
privado. Por ejemplo, un contrato de concesión de uso de un bien
dominical.
Nominados o innominados:
Está claro que estos principios serán mas o menos aplicables en las etapas que
conlleva la selección de los contratistas.
- Legalidad
- Transparencia
- Igualdad
- Concurrencia adecuada
- Publicidad
Modos de selección.
El Art. 24 del Decreto nos dice que los métodos que se han previsto para la
selección del contratista son: la licitación y el concurso público, como regla
general y excepcionalmente la subasta pública, la licitación o concurso privado y
la contratación directa.
1. Monto mínimo
2. Adquisición de obras científicas, técnicas o artísticas
3. Exclusividad del proveedor sin sustitutos
4. Licitación o concurso desierto o fracasado en 2 llamados
5. Razones de urgencia o de emergencia
6. Operaciones declaradas secretas por el Estado
7. Reparación de maquinarias, vehículos o equipos que requieran trabajos
de apertura para presentar presupuestos.
8. Contratos entre jurisdicciones y entidades del Estado Nacional, Provincial
y municipal.
9. Contratos con efectores de Desarrollo Local y Economía social inscriptas
en el registro creado a tal fin.
Este tipo de colaboración busca que cada sector pueda beneficiarse de las
características y las condiciones de cada una de las partes involucradas. Un
autentico “win-win”: el privado, de las capacidades, habilidades y experiencias
del sector privado y el público, del acceso a organismos internacionales de
crédito y del uso de los bienes de dominio público.
El término PPP es muy amplio, dado que, según Naciones Unidas, constituye
una forma de colaboración de ambos sectores con el objeto de implementar un
proyecto de envergadura por medio del cual los recursos y capacidades son
puestos por cada uno de estos sectores en forma conjunta, lo que supone la
distribución de riesgos de la mejor forma de optimizar las perspectivas de cada
parte.
En los PPP se efectúa una transferencia del riesgo a la parte que está en mejores
condiciones para soportarlo. Igualmente, ese riesgo impactará en el costo del
proyecto y, en definitiva, el sector privado solo estará interesado en participar
de tales contratos si la ecuación económica le resulta favorable. Así, la asunción
de riesgos redunda en un precio final mayor.
En este tipo de contratos se habilita al Estado a desarrollar infraestructura social
como hospitales, escuelas, cárceles, universidades, infraestructura o provisión
de equipos militares, entre otros, cuando no cuenta con los recursos suficientes.
Los contratos de PPP podrán celebrarse cuando previamente se determine que
esta modalidad de contratación permite cumplir con los objetivos de interés
público tendientes a satisfacer.
La ley establece que los jueces podrán graduar las penas teniendo en cuenta el
incumplimiento de reglas y procedimientos internos, la cantidad y jerarquía de
los funcionarios y empleados involucrados en el delito, la omisión de vigilancia
sobre la actividad de los autores participes, la extensión del daño causado, el
monto del dinero involucrado en la comisión del delito, el tamaño, la naturaleza
y la capacidad económica de la persona jurídica, la denuncia espontánea a las
autoridades por parte de la persona jurídica como consecuencia de una
actividad propia de detección e investigación interna, el comportamiento
posterior, la disposición para mitigar o reparar el daño y la reincidencia.
Art. 256 bis: será reprimido con prisión de 1 a 6 años e inhabilitación especial
perpetua para ejercer la función pública, el que por sí o por persona interpuesta
solicitare o recibiere dinero o cualquier otra dádiva o aceptare una promesa
directa o indirecta, para hacer valer indebidamente su influencia ante un
funcionario público, a fin de que éste haga, retarde o deje de hacer algo relativo a
sus funciones.
Art. 258 bis: será reprimido con prisión de 1 a 6 años e inhabilitación especial
perpetua para ejercer la función pública el que, directa o indirectamente,
ofreciere, prometiere u otorgare, indebidamente, a un funcionario público de otro
Estado o de una organización pública internacional, ya sea en su beneficio o de
un tercero, sumas de dinero o cualquier otro objeto de valor pecuniario u otras
compensaciones, a cambio de que dicho funcionario realice u omita realizar un
acto relacionado con el ejercicio de sus funciones públicas, o para que haga valer
la influencia derivada de su cargo en un asunto vinculado a una transacción de
naturaleza económica, financiera o comercial.
Se entenderá por funcionario público de otro Estado, o de cualquier entidad
territorial reconocida por la Nación Argentina, a toda persona que haya sido
designada o electa para cumplir una función pública, en cualquiera de sus niveles
o divisiones territoriales de gobierno, o en toda clase de organismo, agencia o
empresa pública en donde dicho Estado ejerza una influencia directa o indirecta.
Concusión.
Art. 268 (2): será reprimido con prisión de 2 a 6 años, multa de 2 a 5 veces del
valor de enriquecimiento, e inhabilitación especial perpetua, el que al ser
debidamente requerido, no justificare la procedencia de un enriquecimiento
patrimonial apreciable suyo o de persona interpuesta para disimularlo, ocurrido
con posterioridad a la asunción de un cargo o empleo público y hasta 2 años
después de haber cesado en su desempeño.
Art. 300 bis: cuando los hechos delictivos previstos en el inc. 2 del artículo
anterior, hubieren sido realizados con el fin de ocultar la comisión de los delitos
previstos en los artículos 258 y 258 bis (dar dádivas), se impondrá pena de 1 a 4
años y multa de 2 a 5 veces el valor falseado en los documentos y actos a los que
se refiere el inciso mencionado.
El empleo público.
La relacion de empleo público está regulada por varias normas. Los empleados
del Poder Judicial y del Ministerio Público poseen reglamentaciones propias
internas. Los empleados del Poder Legislativo con base en la Ley 24600.
Cada una de las provincias argentinas y CABA tienen sus respectivas leyes de
empleo público.
Ahora bien, la ley 25164 es la que norma el empleo público en la Administración
Nacional, la cual tiene un anexo que contiene la “Ley Marco Regulatorio del
Empleo Público en la Administración Nacional”.
Art. 3: la presente normativa regula los deberes y derechos del personal que
integra el Servicio Civil de la Nación. Este está constituido por las personas que
habiendo sido designadas conforme lo previsto en la presente ley, prestan
servicios en dependencias del Poder Ejecutivo, incluso entes descentralizados
(Afip).
Sectores excluidos:
- Jefe de gabinete
- Ministros
- Secretarios y subsecretarios
- Autoridades máximas de los entes descentralizados
- Personal militar, policial y de las fuerzas de seguridad
- Personal diplomático
- Personal comprendido en convenios colectivos del sector privado
- El Clero
- Personal del Poder Legislativo y Judicial
- Personal de los entes reguladores de los servicios públicos que se rige por
la Ley de Contrato de trabajo.
- Agentes que trabajan en las empresas y sociedades del Estado
- Agentes que trabajan en SA de propiedad del Estado.
Art. 2 LCT: las disposiciones de esta ley no serán aplicables a los dependientes
de la APN, provincial o municipal, excepto que por acto expreso se los incluya en
la misma o en el régimen de las convenciones colectivas de trabajo.
Contrato de trabajo a plazo fijo (Art. 93 a 05 LCT)
Contratos de pasantía.
Contratos meritorios.
CCT.
Los CCT permiten a los sindicatos pactar condiciones de trabajo favorables para
los trabajadores.
Tanto la Ley Marco como las normas reglamentarias ratifican la superior
jerarquía de la ley por sobre las disposiciones de la convención colectiva, en
cuanto éstos no deben contener cláusulas menos beneficiosas para el agente.
Es decir, ante la falta de certeza, se estará ante la interpretación mas favorable
para el trabajador (indubio pro operario).
Una vez perfeccionado el vínculo de empleo, por mandato del Art. 14 bis de la
CN, no se le permite al Estado empleador romper el contrato salvo que exista
una falta disciplinaria que lo justifique, la cual se deberá acreditar a través de un
procedimiento investigativo con adecuada oportunidad de defensa.
El régimen vigente, dice acerca del personal con estabilidad que fuese afectado
por medidas de reestructuración que comporten la supresión de organismos o
dependencias será reubicado.
Si ello no fuere posible, el agente pasa a estar en situación de disponibilidad por
un periodo no inferior a 6 meses ni mayor a 12 meses, según su antigüedad. En
caso de vacantes en la APN u organismos descentralizados, debe privilegiarse a
estos trabajadores. Concluido ese periodo, sin que haya sido reubicado por
inexistencia de vacantes o por rechazo del propio agente, se deberá
indemnizarlo con una paga igual a 1 mes por cada año trabajado, salvo mejor
derecho que estableciere su CCT.
Por ultimo, los organismos o dependencias suprimidas y los cargos y funciones
eliminados no podrán ser creados nuevamente en el plazo de 2 años.
Fallo Madorrán.
Este caso se trata de un reclamo por la actora que trabajaba en la ANA desde
1970 y fue despedida en 1996. En el particular, se había invocado el
incumplimiento de determinados deberes como causal de despido, lo cual no
fue probado en autos. A la actora, en virtud del CCT, le correspondía
indemnización según LCT.
El concurso público.
El concurso público es el procedimiento administrativo por excelencia para
acceder al empleo público y se supone está destinado a cumplir con la finalidad
de designar a la persona mas idónea.
Estas cuestiones hacen a la razonabilidad de la decisión y nos previenen de la
arbitrariedad. La CN nos brinda el primer fundamento en su Art. 16 el cual
consagra la idoneidad como el único requisito para la designación de un cargo
público, por lo tanto, todos los ciudadanos tienen igualdad de oportunidad para
acceder a ellos.
De esta forma, podemos afirmar que estamos ante una regla de jerarquía
constitucional que pone en cabeza del Estado, en todas sus funciones y
jurisdicciones, el cumplimiento del mandato de acceder a los cargos públicos
por concurso abierto y universal que garantice la igualdad de posibilidades entre
los ciudadanos. En definitiva, la manera mas adecuada y segura de garantizar
que la selección será objetiva y que la persona mas idónea ocupará el cargo es
el concurso público.
Entre los casos que se destacan para el acceso al cargo público por concurso
podemos encontrar los siguientes:
Aquí vale recordar el fallo Ramos (quien trabajaba en la Armada por 21 años y lo
despiden en forma arbitraria), en ese caso, el Estado señalaba que el vinculo
contractual era transitorio. La Corte interpreta que hay una desviación de
poder.
En definitiva, Ramos tenia todo su derecho de esperar la permanencia en su
trabajo. De todas maneras, el mero paso del tiempo no había cambiado su
situación irregular y no obtuvo la reincorporación al cargo sino que pudo
acceder a los daños y perjuicios por el obrar ilícito del Estado (y una
indemnización).
El derecho a trabajar es inalienable de todo ser humano y esto obliga al Estado a
respetarlo y a protegerlo.