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Existen diferentes etapas del ciclo de vida de un activo que son caracterizadas por distintos

requerimientos, riesgos y oportunidades de valor. En esta lectura se ilustran las principales etapas y
los entregables correspondientes a cada una de estas. De esta forma se podrá entender el trabajo de
integración que la gestión de activos tiene que realizar entre las diferentes actividades del ciclo de
vida de los activos. El material presentado es adaptado de (IAM2, 2015).

La Figura 1 muestra la subdivisión mínima de los elementos del ciclo de vida, las cuales representan
las diferentes actividades y oportunidades de la gestión de activos. En muchos casos, estos
elementos son responsabilidad de distintas áreas de una organización. Sin embargo, es tarea de la
gestión de activos integrar estas áreas a lo largo del ciclo de vida para maximizar el valor generado
por el activo. Además, cada etapa es caracterizada por un costo y la suma de estos determinará el
costo del ciclo de vida del activo. En seguida se presentan las diferentes etapas.

Figura 1: elementos simplificados del costo del ciclo de vida de un activo. En el eje horizontal se encuentra el tiempo mientras que en
el vertical el costo correspondiente a cada etapa del ciclo de vida.

Aunque ningún activo "existe" en esta etapa, el análisis y el pronóstico de la demanda funcional y la
búsqueda de alternativas posibles para satisfacer la demanda, son actividades importantes para la
gestión de activos. Estas pueden tener un impacto significativo sobre el gasto posterior, la
efectividad, el desempeño, los riesgos y la sostenibilidad de los activos seleccionados y
desarrollados. El pronóstico de la demanda se basa en comprender las necesidades actuales y
futuras para poder planificar la entrega del servicio o los requisitos de producción. Esta actividad
puede ser extremadamente compleja; p. ej. piense en un producto de un mercado altamente
competitivo y que cambia rápidamente. Además, en algunos negocios puede incluir el pronóstico de
factores como el cambio climático. Considerando la alta incertidumbre, es bastante común utilizar
herramientas que permitan modelar diferentes escenarios para así facilitar la toma de decisión; p.ej.
escenario optimista, pesimista y conservador como mostrado en Figura 2.
Figura 2: ejemplo de previsión de demanda incluyendo diferentes escenarios1.

Esta etapa cubre un rango amplio de actividades del inicio de la vida útil, que varía desde un diseño
conceptual y detallado hasta el suministro, construcción, instalación y entrega del activo. El enfoque
de gestión de activos considera en esta fase las oportunidades que afectan los atributos de la vida
completa del activo, lo cual puede generar un alto impacto en el valor entregado por este. Un
ejemplo, es la consideración de parámetros de mantenimiento dentro de las especificaciones de
diseño del activo.
En esta etapa la empresa tiene la posibilidad de adquirir el activo o crearlo internamente. En el
primer caso se necesita un proceso de selección entre las alternativas disponibles en el mercado,
mientras que en el segundo una metodología que permita desarrollar activos que satisfagan los
requerimientos identificados en la etapa anterior.

Los procesos de inversión de capital (CAPEX) de una organización deben proporcionar una forma
consistente de evaluar diferentes opciones frente a criterios bien definidos y alineados con los
objetivos de la organización. Algunos métodos de evaluación financiera de alternativas basados en el
análisis costo-beneficio incluyen el periodo de recuperación de la inversión, el período de
recuperación de la inversión con flujos descontados, el valor actual neto y la tasa interna de retorno.
Los cálculos de análisis costo-beneficio deben considerar el periodo requerido de la función del
activo e incluir todos los gastos y beneficios. Esto se conoce como el costo del ciclo de vida (LCC por
sus siglas en inglés).

Con respecto a la creación de activos, se suelen aplicar herramientas de gestión de proyectos para
administrar correctamente los tiempos y los recursos asignados a la creación del activo, y
metodologías de ingeniería de sistemas para garantizar un desarrollo que satisfaga las

1 Imagen tomada del curso “Online Asset Management” (2022) dictado por el Asset Management Academy.
especificaciones funcionales y técnicas identificadas. En Figura 3 se muestra una de las principales
metodologías utilizadas para la creación de activos.

Figura 3: modelo tipo V de la ingeniería de sistemas (IAM1, 2015).

Esta etapa consiste en operar y mantener los activos con el fin de optimizar el valor creado para la
organización. Cada activo representa una tensión constante entre obtener los máximos beneficios
funcionales (usando el activo) mientras se protegen simultáneamente, de modo que se mantenga la
confiabilidad, el desempeño y la sostenibilidad. La optimización de esta combinación es un proceso
de mejora continua, considerando continuamente las opciones potenciales para modificar/mejorar
el activo. El uso de los activos comprende los procesos necesarios para operarlos y alcanzar los
objetivos corporativos. Los operadores requieren información (y normalmente capacitación) sobre
cómo operar los activos dentro de su diseño, mantenimiento y parámetros operacionales
apropiados. Con respecto al mantenimiento, su objetivo es evitar o mitigar la disminución en el
desempeño de los activos en funcionamiento, y gestionar el riesgo de fallas. Esto se hace a través del
desarrollo y la ejecución de planes de mantenimiento, de análisis causa-raíz y la definición de planes
de contingencia para reaccionar a sucesos graves, incidentes o desastres.

La optimización del valor busca oportunidades de mejora tanto en la forma de gestionar los activos
(por ejemplo, operados y mantenidos) como en los mismos activos (por ejemplo, actualizaciones
tecnológicas o proyectos de modificación). En algunos casos se pueden implementar mejoras que
permitan incrementar el valor generado por el activo (p.ej. aumentando la funcionalidad o la
capacidad del activo) o incrementar su vida útil.

Esta etapa representa una terminación funcional del rol de los activos, ya sea permanentemente o
mediante el reemplazo. El fin de la vida útil puede tener varios factores determinantes, como la
degradación funcional, riesgos de falla, interrupciones con impacto económico, requerimientos
legales y limitaciones contractuales. Se puede determinar el fin de la vida útil de varias maneras, por
ejemplo:

 Técnica: si la vida útil o funcional se refiere al periodo de capacidad del activo en relación
con la necesidad funcional. En otras palabras, ya no se requiere la funcionalidad del activo.
 Económica: si la vida útil es el resultado de un análisis de beneficios funcionales (por
ejemplo, ingresos) versus el costo y riesgos relacionados con el activo. Para la determinación
económica del fin de la vida útil se suele utilizar la técnica de análisis de costo del ciclo de
vida.
 Vida útil de acuerdo con el libro contable: si existe a menudo una contabilidad o una vida útil
registrada en el "libro", calculada desde la depreciación general y los procedimientos
tributarios de la inversión de capital y su impacto sobre el balance financiero.

Esta etapa puede presentarse después de la disposición o desmantelamiento. Estos factores pueden
ser importantes para considerar cuando se toman decisiones de inversión en las fases de creación,
extensión de vida útil del activo y reemplazo. Algunas posibilidades para disponer los activos son la
reutilización dentro de la organización, la venta en el mercado de segunda mano, la donación como
parte de la responsabilidad corporativa, el reciclaje o la disposición con responsabilidad.

Bibliografía

IAM1. (2015). Gestión de activos: una anatomía. The Institute of Asset Management.
IAM2. (2015). Logro del valor en el ciclo de vida. The Institute of Asset Management.

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