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La primera guerra mundial.

El mundo hacia la guerra:

Al comienzo del proceso de la primera guerra mundial se le puede nombrar “el fin de los
imperialismos” ya que el momento en el que se suscitó, significó la coyuntura mundial del
paso de las formas de estado absolutistas o de “antiguo régimen” con reminiscencias del
feudalismo, al capitalismo.

Una de las primeras potencias mundiales en buscar terminar con los antiguos
regímenes será Gran Bretaña, buscando abrir las rutas de comercio, así como el libre
mercado; muy de cerca la seguirá Alemania, no obstante, ésta palidecería ante Gran
Bretaña por la falta de colonias de donde poder sacar materias primas para su posterior
explotación. Del mismo modo, varios países, potencias económicas, estarían en búsqueda
de ampliar sus territorios y ganancias industriales, por lo que estos fenómenos se pueden
comprender como “claves” que desatarían los posteriores conflictos.

En este contexto europeo, a la par de los expansionismos y producto de estos, se


discutía la cuestión del expansionismo francés napoleónico en el Congreso de Viena, donde
se hablaba sobre regresar las fronteras francesas a su país de origen, así como no reconocer
ningún gobierno que fuese producto de alguna revolución popular y de ser posible
restaurarlo. Sin embargo, del lado de la Europa oriental, precisamente en los Balcanes, se
estaban dado una serie de sublevaciones e independencias, de las más emblemáticas se
encuentran la independencia de Serbia y de Grecia, ambas del Imperio Turco-Otomano; el
problema con estas independencias es que, contrario a lo acordado en Viena, no solo se
reconocieron sus independencias, sino que algunos países de Europa central como G. B.
apoyaron a Grecia, por ejemplo, para librarse del yugo turco, con la finalidad de así poder
comerciar libremente con estos nuevos países descolonizados, al igual que la muestra del
desprecio y desinterés por los viejos imperios como el de los turcos, considerado cada vez
más como algo que impedía el avance libre del capitalismo. Claramente esto era una
violación a lo acordado en Viena, por lo que los problemas no se harían esperar.

Dadas las problemáticas se celebró el Congreso de Berlín, reunión de varias


potencias mundiales con colonias principalmente en África como Bélgica, Portugal,
España, G.B., Francia, Dinamarca, Suecia, Países Bajos, etc. A grandes rasgos, el congreso
tenía la intención de acordar repartirse África y el resto del mundo “por las buenas”.
Desgraciadamente, no fue sino cuestión de tiempo para que se suscitara otro problema de
expansionismo que fue conocido como “la crisis de Tánger”, donde participaron
nuevamente Francia, G.B., Alemania, Marruecos como colonia y el Imperio Turco-O; la
problemática se basó en la independencia de Marruecos del Imperio turco, cosa que no
agradó para nada a los turcos, sin embargo, Francia y G. B. tenían intereses económicos en
la colonia, así como Alemania, solamente que ésta alegaría estar en desacuerdo con la
forma en cómo se había procedido contra los turcos. El problema fue resuelto dándole otros
territorios a Alemania en África, dejando en paz a Marruecos, empero, estas cuestiones
alarmaron a los ingleses y franceses, por lo que olvidaron sus diferencias étnicas para
redefinir sus relaciones y formar una alianza con miras a detener el posible expansionismo
alemán. A estos sucesos se puede agregar el expansionismo ruso hacia el mediterráneo,
cosa que no agradó para nada a los alemanes.

En este ambiente de tensión entre potencias expansionistas y países independizados,


se dio el asesinato del archiduque de Austria-Hungría, también conocido como “el atentado
de Sarajevo”, acontecido en Bosnia, país muy cercano a Serbia y Rusia, los bosnios estaban
en desacuerdo con los austrohúngaros por mantenerlos bajo su yugo por lo que pidieron a
los serbios asesinar a Francisco Fernando de Austria durante su desfile. El problema con su
asesinato es que Austria-Hungría ya había sufrido bajas considerables en su linaje real, por
lo que se verían en complicaciones para suceder a Francisco José I de Austria en el trono,
pues ya el emperador había perdido a su hijo Rodolfo de Habsburgo en lo que fue conocido
como “la tragedia de Mayerling” donde éste se suicidó a causa de no poder casarse con su
amada; luego está la muerte de Maximiliano de Habsburgo a manos de los mexicanos, por
lo que la última opción que quedaba era Francisco Fernando. Como las relaciones entre los
austrohúngaros y los serbios no eran las mejores y los primeros sabían perfectamente de las
mañas y costumbres terroristas de los segundos, se tomaron una actitud hostil y de
ultimátum con los serbios, coaccionándolos a someterse a una investigación policiaca
austriaca y a calmar su prensa y política nacionalistas, este suceso fue conocido como “el
ultimátum de julio”. Finalmente, la cosa no era tan fácil, pues Serbia y Bosnia no estaban
solas ya que como países eslavos siempre han tenido una fuerte conexión con los rusos y
éstos no los dejarían a su suerte frente a los austriacos.

La guerra:

La esencia de la guerra puede ser entendida como la liberación total de la violencia, y a


pesar de que las causas de la guerra son políticas, la política se cancela cuando ya no hay
entendimiento y se da rienda suelta a la agresión en su máxima expresión. Antes y durante
la guerra se estudia al enemigo y se preparan tácticas y estrategias de combate en función
de las características de éste, de ahí que en la primera guerra se vieran las estrategias más
comunes, por ejemplo, la guerra de posiciones, que es la favorita de occidente, la guerra de
movilización, la predilecta de oriente, y finalmente, la guerra de guerrillas. Podemos hablar
entonces de las características de los contrincantes.

Alemania: Los alemanes eran muy fuertes en tierra, tenían una capacidad ofensiva
brutal, un muy buen armamento y número de soldados efectivos. Desgraciadamente, no así
en el mar, donde eran bastante débiles por lo que su solución fue el ataque de los buques
ingleses por vía de submarinos, así como no tenían el poder de prolongar la guerra por
mucho tiempo, ya que, al no tener colonias a su disposición para la explotación de metales
y materias primas para seguir manteniendo la guerra, sería mejor no prolongarla mucho.
Basándose en estas informaciones, los alemanes idearían el Plan de Schlieffen.

La triple entente: conformada por Gran Bretaña, Francia y Rusia, se dispusieron a


combatir de manera diferente a los alemanes, por ejemplo, Gran Bretaña combatiría mejor
en el mar pues eran la potencia mundial naval, mientras que en tierra Francia sería la
encargada de contener a los alemanes esperándolos en su propio territorio, pues
consideraban que la mejor ofensiva era la mejor defensa. Rusia por su lado también
esperaría a Alemania en su territorio, pero no para avanzar sobre ellos, sino que, basándose
en su guerra de movilización dejarían entrar a los alemanes al territorio ruso para irlos
encerrando y cercando, de manera que diezmarían su ejercito al atacarlos por todos lados,
sabían muy bien que un ataque frontal con los alemanes sería un suicido.
Alemania ante esta situación con el “Plan Schlieffen” pretendía someter a Francia y
Rusia en unos cuantos golpes, atacando de manera contundente a Rusia, los dejaría mal
parados para un contrataque rápido, por lo que el tiempo que éstos tardaran en responder lo
aprovecharían para atacar a los franceses, pero no de frente como esperaban, sino
rodeándolos primero para atacar su retaguardia y luego entrar de frente. El problema es que
Alemania decidió entrar por Bélgica, país que se había declarado “neutral” ante la situación
bélica, sin tomar en consideración los alemanes entraron por la fuerza ocasionando
atrocidades a la población belga a su paso, cuestión que los belgas no se tomarían con
calma y responderían con todo su fuerza y colaboración de la sociedad para resistir el paso
alemán. Esto dio suficiente tiempo a los franceses para cuidar su retaguardia y hacer,
entonces, fracasar el plan Schlieffen. Entre lo destacable de estos primeros encuentros está
la “batalla de Marne”, lugar donde los soldados franceses aprenderían por las malas que no
debían seguir usando el distintivo uniforme de pantalones rojos, pues en esta guerra se
verían cosas jamás vistas, como armas de tan potente alcance que dejarían convalecientes a
varios metros de distancia a sus enemigos, cosa por la que los franceses con el uniforme tan
vistoso murieron de forma bastante fácil; de aquí en más se usarían uniformes con
camuflaje o ya mínimo de colores kaki o verde.

En el frente oriental las bajas también no se hicieron esperar, la “batalla de


Tannenberg” fue de las más cruentas hasta el momento dejando un número de muertos
bastante abrumador; aquí lo rescatable fue la rápida movilización del ejército alemán por
vía de ferrocarriles, cosa que les dio superioridad frente a los rusos. Para este momento ya
se habían empleado las trincheras como táctica para impedir el avance del enemigo sobre el
territorio a defender, el problema es que también entorpecían el propio avance, ocasionando
que la guerra se estancara, los soldados hartos de vivir en las trincheras salían de éstas a
tratar de ganar territorio de las maneras más abruptas y torpes, corriendo directamente a la
línea de fuego enemiga. Vale mencionar que el número de muertos que iba dejando la
guerra era equiparable en forma metafórica al nivel de producción industrial a gran escala
de las grandes fábricas capitalistas, pues las armas eran creadas para eso, para matar a gran
escala; pero la muerte no quedó como un número, trastocó el pensamiento intelectual y
filosófico europeo, dado paso a las filosofías pesimistas sobre la humanidad al ver tanta
muerte.
Gracias a la muerte en gran escala tuvieron que llegar los refuerzos, por lo que el
Imperio Turco-Otomano entraría por las potencias centrales -Austria-Hungría y Alemania-
así como Italia entraría por convencimiento de los franceses, prometiéndoles territorios tras
ganar la guerra. Rumania entró por la triple entente y Bulgaria por las potencias centrales; a
propósito de esto, se puede argumentar que la guerra fue de talla mundial por no solo la
participación de potencias mundiales, sino de la gran mayoría de sus colonias. Sin embargo,
los soldados en el frente ya se estaban hartando de la situación en las trincheras, el tiempo
no pasaba, la muerte sí, la guerra no se movía, nadie parecía ser el vencedor, la convivencia
con los cadáveres de los colegas caídos en batalla, el hambre, la peste, el lodo, ratas,
insalubridad, escasa luz, hacinamiento por no poder salir gracias a los bombardeos, etc.
Hizo cambiar la mentalidad de los soldados, en su mayoría obreros o hijos de obreros,
haciendo caso a la llamada de los comunistas como Rosa Luxemburgo, provocando que
desertaran del frente de batalla y aprendiendo que, el verdadero rostro del capital era la
guerra.

El fin de la guerra:

Hay dos posturas historiográficas contrarias con respecto a sus tesis sobre qué fue lo que
terminó con la guerra; la primera es la “oficial” o al menos la más pregonada en escuelas
del mundo occidental, la cual reza en que, fue la entrada de los Estados Unidos a la guerra
lo que definió su fin, de una forma heroica que llegaría para salvar a Francia y G.B. de la
tiranía alemana; pero, más vale ir entendiendo unas cosas, E.U.A. tenía intereses político-
económicos en esta guerra, por ejemplo, apoyar a Francia y G.B. implicaría un
endeudamiento de estas dos naciones con los amigos yanquis, obligándolos a pagar tarde o
temprano, así como la posibilidad de erigirse como nueva super potencia mundial de salir
victoriosa, además, tenía ya cierto miedo por dejar que los alemanes se siguieran
expandiendo y llevar la guerra hasta su país, ya que el telegrama de Zimmerman dirigido a
los mexicanos e interceptado por la inteligencia inglesa, para facilitar la entrada alemana
por México, bajo la negociación de la devolución de sus territorios norteños perdidos
durante el mandato de Santa Anna, hizo crecer una postura de alerta con Estados Unidos.
La otrora postura dicta que no fue Estados Unidos quien acabó con la guerra, sino
las revoluciones socialistas en Europa, causando bastante escozor a los yanquis pues
implica el aceptar que fue gracias a la fuerza de las masas que una guerra se pudo frenar y
no el capitalismo. Yo creo que se debe a ambas razones, sin embargo, el mayor peso está en
la segunda, veamos porqué: Con los soldados hartos en las trincheras y el ambiente cada
vez más socialista, solo era cuestión de tiempo de que se sublevaran, de modo que el
ejército de Francia se rebeló en 1916, la revolución rusa se dio en 1917, y finalmente, en
1918 la “Revolución de noviembre” en Alemania.

Por parte de los camaradas rusos el ambiente ya era bastante hostil en cuanto al Zar,
pues este ya había tenido malentendidos con su población, como ejemplo está el incidente
del “Domingo sangriento” donde el Zar mandó a su ejercito a asesinar a la población
protestante por hambre que se concentraba en la plaza del Palacio del invierno, esto hizo
mella incluso en los soldados. Para la guerra mundial ya los soldados amén de estar hartos
de ir a morir, estaban bastante influenciados por las ideas comunistas de los bolcheviques,
quienes no esperarían más para, con la colaboración de los soldados y toda la población
rusa, dar un golpe de estado y tirar al Zar; cuando el Zar finalmente huyó en su lugar se
instituyó un gobierno provisional al mando de uno de los parientes cercanos del Zar,
pensando completamente en traer una social-democracia para calmar a los obreros y
campesinos, instaurarían una nueva constitución a la par de un parlamento, no obstante,
cometieron un error garrafal, decidieron continuar con la guerra, cosa que en un principio
había provocado la ira rusa, por lo que ya enojados los bolcheviques decidieron dar el golpe
final y acabar con la guerra. El problema es que no era tan sencillo sacar al país de una
guerra de talla mundial, por lo que los bolcheviques negociarían principalmente con los
alemanes para que los dejaran salir en paz con la condición de que Alemania se quedara
con los territorios ya ganados durante la guerra; Rusia, por su lado, pediría a los alemanes
que dejaran pasar a Lenin desde Suiza hasta Rusia para que éste hablara con la sociedad y
garantizara el freno de la guerra, Alemania aceptó con la condición de que Lenin no hablara
ni interactuara con ningún alemán, por temor, claro, a una revolución. Así fue, Lenin y los
camaradas bolcheviques cumplieron con su palabra.
En tanto a Alemania, cuando su fracaso ya había sido bastante evidente no quiso
aceptarlo por lo que mandó en una misión naval a un grupo de soldados a combatir con
Inglaterra, cosa que era un suicidio, ni siquiera tanto por ser G.B. el enemigo, sino porque
ya los soldados alemanes no tenían las ganas ni la preparación, eran ya pura leva de obreros
inconformes que habían sido sacados de sus fábricas para ir a la guerra. Los soldados
alemanes a bordo de aquel barco se amotinaron en el viaje, dando la vuelta a la nave y
llegando a Berlín con las banderas rojas del comunismo, dando paso así a la “Revolución
de Noviembre”, el problema es que solamente fueron los berlineses a la revolución, el resto
de Alemania poco o nada sabía de ya no saltar a la lucha armada, sino por lo menos de la
“consciencia de clase”, por lo que, a pesar de que lograron tirar del mandato al Kaiser
Guillermo II, no lograron ir más allá, pues tras el Kaiser se instauró la “República de
Weimar”, gobierno social-demócrata que buscó calmar a los obreros entre políticas
proteccionistas, grupos paramilitares como los “Freikorps” y la tan aclamada salida de
Alemania de la guerra, cosa que aprendieron del contexto ruso en el que el país se fue a una
revolución por no salir de la guerra. Si bien ahí se detuvieron las hazañas comunistas
alemanas, fueron lo suficientemente fuertes como para intimidar a la política alemana y
terminar con la guerra.

Al salir Alemania de la guerra, el entonces presidente de E.U.A, Woodrow Wilson,


lanzó sus “14 puntos” que definirían el curso del mundo tras la guerra, a grandes rasgos,
estos dictaminaban lo siguiente: Libertad de comercio; desocupación de las colonias;
reconocimiento de independencias y soberanías de los países descolonizados; desarme
bélico a gran escala de ciertos países; el fin de los imperialismos; etc. Pero Wilson no
seguiría lo suficiente como para continuar con estos puntos, pues perdió las siguientes
elecciones. En el lado de Europa se celebró el Congreso de Versalles, donde básicamente
se buscó acordar y culpar a Alemania de todos los males de la guerra, cuestión por la que
tuvo que pagar una deuda impuesta de 33, 000, 000, 000 de dólares, esto último devastaría
a Alemania, provocando que la política de su país, asustada, cediera cada vez más y más a
las propuestas radicales y autoritarias, pero posiblemente efectivas, de un tal Adolf Hitler.

En fin, de la atomización de los pequeños países por el territorio europeo,


procedentes de los viejos imperios, el desmantelamiento de éstos, los resentimientos, crisis
económicas y subyugaciones, es que surgiría un par de décadas después la Segunda Guerra
Mundial.

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