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Renzo Pirugarte
Coordinador del Área de Ciencias Antropológicas
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Universidad de la República del Uruguay
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elementos que en éste faltan. Su informante principal habido el pai Armando de Oxalá
Mozo, de manera que muchas de las afirmaciones de carácter general que se incluyen,
corresponden en realidad a circunstancias propias de la "terrera" de este pai. Pone
algunos cuadros con datos de los umbandistas entrevistados que por desgracia son
demasiado generales; las preguntas que se consignan no van más allá de un nivel de
exploración bastante superficial. En una entrevista que se le hizo y se publicó en la
revista umbandista "Nuestra Umbanda" (Año 1 - N21) expone un interesante juego de
hipótesis que no incluye en su libro; por lo tanto, no es posible saber si han sido
examinadas y sometidas a prueba, no obstante su pertinencia. El número de entrevistas
en que se basó su estudio y que concluyó adeptos y sacerdotes, alcanzó a 205, lo que
señala su importancia. En su trabajo, Pallavicino intenta clarificar la naturaleza del
fenómeno considerándolo como un rebrote místico colectivo, como solución a
situaciones individuales de infelicidad y como un conjunto de prácticas curanderiles, en
tanto que hipótesis alternativas. Su enfoque, pues, es preferentemente psicosocial.
En un libro reciente, Teresa Porzecanski (1991) dedica una sección —4
capítulos, 26 páginas más 5 páginas de notas que incluyen referencias bibliográficas,
distribuidas en los distintos capítulos— a la Umbanda. Su base empírica está constituida
por las declaraciones de tres mai-de santo. Fuera de las apreciaciones de tipo general,
interesa el destaque que hace del carácter de espectáculo del ritual, del que efectúa una
descripción de su estructura: 1) la "yira" y el "rodado"; 2) la "incorporación"; 3) la
"manifestación de la entidad incorporada" que procede a "descargar" al consultante, es
decir, lo que corrientemente se llama dar-la-caridad; y 4) la "desincorporación". Esta
autora estima el trance (pág. 21) como "el momento central no sólo en la práctica del
culto sino en el análisis de los acontecimientos, adaptaciones y transformaciones
contextuales de la religiosidad afro-brasileña", todo lo cual resulta en extremo
discutible, aparte de que no se expone cuáles son esas expresiones cambiantes de la
religiosidad en lo que tiene que ver con el trance, lo que lleva a pensar que hay
modalidades del mismo distintas, cuando lo que se puede apreciar es la modificación de
algunos aspectos del ceremonial que pueden más bien considerarse adjetivos y no de la
naturaleza y expresión del trance. La autora parece sostener una apreciación que resulta
incierta, respecto del trance en tanto técnica ritual de vinculación con las entidades
objeto de culto y la función psicológica individual que el mismo cumple, al señalar que
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"amenaza" se vuelve tal precisamente por el hecho de que las que las atacan y minan,
no son religiones de idéntico nivel y equivalente "seriedad", es decir, "de primera". Si
así fuera, parecería entenderse que ese cotejo resultaría legitimado.
Aunque pueda parecer ocioso a quienes conocen la naturaleza de la cultura, no
está demás recordar que la manifestación de valores sociales que conforman el núcleo
mismo de la cultura como los apuntados, se procesa de manera inconsciente. Por eso es
que se descubren en las opiniones, incluso (y más bien, sobre todo), de personas que se
autodefinen genéricamente como no religiosas ateas y agnósticas por lo común
pertenecientes a los sectores intelectualizados de los estratos sociales altos y medios.
Es decir, que se trata de personas que muy corrientemente suele alardear de juzgar con
conocimiento, objetividad y ausencia de prejuicios.
Las religiones de primera catolicismo obviamente, pero también varias deno-
minaciones protestantes y el judaísmo son, en consecuencia aquellas que presentan una
más antigua institucionalización, por lo que el imaginario colectivo ya las ha podido
integrar al sistema global de valores y normas, otorgándoles la necesaria
respetabilidad.
Entre las religiones de segunda, se destacan de la barahunda de cultos y creencias
diversas, por ser las de adhesión más masiva, la Umbanda y las sectas pentecostales;
entre éstas, especialmente, aquellas que tienen mayor presencia en los medios de
comunicación, como es el caso de "Dios es Amor". A estas religiones de segunda no les
corresponde al parecer ninguna consideración sensata; apenas conforman algo
pintoresco, que más bien debería avergonzar a una sociedad que se pretende moderna y
mesurada. En todo caso, puede denunciarse la perfidia de sus métodos de captación,
aplicados a los simples y crédulos, así como censurar su desmesurado afán de dinero
que hace que sus seguidores sean esquilmados de manera inmisericorde, A lo sumo y
para dar muestras de comprensión, se les puede destinar con irónica suficiencia alguna
reflexión sobre la absurdidad de sus creencias y el desenfreno de sus ceremoniales. A
nivel periodístico, no parece ser interesante ni de buen tono aplicar enfoques del tipo de
los reseñados, a las religiones de primera.
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Es claro que esta literatura no está motivada por ningún afán científico; su
propósito consiste en satisfacer el gusto de cierto público lector por asuntos que
provocan el morboso atractivo de lo misterioso, es decir, de aquello que se siente como
racionalmente inexplicable. Más allá del interés que puedan despertar, e incluso del
valor testimonial o estilístico que contengan, esos trabajos son extraños a la teoría y
metodología de las ciencias sociales. No obstante, el análisis de los valores implícitos y
muchas veces manifiestos en los trabajos periodísticos sobre la temática considerada, es
imprescindible para el estudio del ethos prevalente en determinados cortes de la
estructura socioeconómica nacional.
Es inútil enfatizar que el verdadero objetivo del estudio de estas manifestaciones
de la religiosidad popular, lo constituye la comprensión de los aspectos cognitivos y
simbólicos de la cultura nacional. Es decir, de lo que conforma los elementos dis-
tintivos, individualizantes de esa cultura. Tal sistema de comprensiones y valoraciones
que es unívoco en sociedades complejas filtra el entendimiento de la realidad haciendo
que sus portadores y partícipes plasmen conductas acordes con el mismo, el que
también condicionará sus programas de acción social.
En este sentido, la fisonomía cultural del Uruguay está cambiando y las nuevas
manifestaciones religiosas que mayor influjo tienen en este cambio, proceden ambas
del Brasil: el culto Umbanda y las iglesias pentecostales organizadas como "empresas
de cura divina".
Estas últimas, llevan una guerra abierta contra la Umbanda en clara señal de que
disputan idénticos espacios sociales, orientándose a la captación de individuos que no
han encontrado en aquélla satisfacción a sus problemas existenciales o a sus
dificultades concretas.
Lo característico del desarrollo de la Umbanda en el Uruguay es su
espontaneísmo. No está dirigida por multinacionales de la fe que componen, al mismo
tiempo, prósperas empresas de negocios, que planifican sus campañas catequísticas con
el apoyo de las más modernas y probadas técnicas de propaganda, auxiliadas por el
empleo de la radio y la televisión para el logro de conversiones masivas, como
corresponde a los tiempos presentes. No recibe tampoco el apoyo generalmente
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I) Trabajos Específicos
PI-HUGARTE, Renzo et ali, 1990, Dineros y müagros: dialéctica de la
devoción popular. (A propósito de la Iglesia Pentecostal "Dios es Amor" en el
Uruguay). Ponencia presentada al in Congreso Argentino de Antropología Social,
Rosario 23-27 de julio de 1990.
II) Artículos periodísticos
ALDECOSEA, Bruno, 1988, En nombre del Señor... Semanario "Brecha", 27
de mayo, pág. 2, Montevideo.
BOTTERO, Mónica, 1990, "Dios es Amor", una iglesia autodefinida
pentecostal irrumpe desde radios y vidrieras en la inda de los montevideanos.
Semanario "Búsqueda", 28 de febrero, pág. 29, Montevideo.
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DEL MONTE, Carlos, 1988, Una misma lógica: Manimal, el Hombre Araña y
las sectas. Entrevista a un pastor valdense por María Esther Guio. Semanario
"Brecha", 27 de mayo, pág. 3, Montevideo.
DOGLIO, Laura y PAIVA, Aníbal, 1990, Nuevas sectas pentecostales: "Honra
a Dios con tus bienes". Semanario "Alternativa", Año V, Na 223,23 de mayo, págs. 10-
11, Montevideo.
ELIZAGA, Julio César, 1990, El grupo "Dios es Amor" es una excrecencia de
la Iglesia Pentecostal y está organizado para explotar a la gente. Reportaje de César di
Candía, Semanario "Búsqueda", 22 de marzo, págs. 38-39, Montevideo.
....... 1991, Aumentan las sectas religiosas en nuestro país? ¿Nos convertiremos
en un shopping
espiritual?. Entrevista al sacerdote católico Julio César Elizaga. Diario "La
Hora Popular", 5 de marzo, pág. 9, Montevideo.
MARCONI, Carlos, 1990, Curran con Dios: Si cree, pague. . .! "Müagros" por
20.000 pesos!. Semanario "Al Rojo Vivo", 2da. época, Año 1, Nª 22,10 de abril, págs.
2-5, Montevideo.
Me COY, John, 1990, Caza a los infieles. Revista "Cuadernos del Tercer
Mundo", Nª 124, enero, Montevideo.
SPINELLI, Sebastián, 1990, Milagros por 20 mil pesos. Mercaderes de la
Iglesia Pentecostal. Semanario "La Juventud", N° 276,2 de febrero, pág. 11,
Montevideo.
TRICANICO, Santiago, 1990, Nuevas religiones en el Uruguay: Haz lo que yo
digo pero no lo que yo hago. Semanario "Zeta", 10 de enero, pág. 9, Montevideo.
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L´auteur fait un très complet panorama sur les differentes travaux —menés par
des chercheurs ou des journalistes— au sujet des religions afro-brésiliennes et
pentecostales en Uruguay, leur situation actuelle, leur niveau de développement et les
études menées jusqu' á ce moment.
II affirme le besoin de développer des études las qui tiennet compte des
changements culturels en Uruguay du fait de apports des ces groupes religieux et des
modifications des ces religions dans leur adaptation a la culture locale.
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