Está en la página 1de 8

UNIDAD II: INTELIGENCIA Y

RACIONALIDAD PRÁCTICA

PERSONA Y
SENTIDO
¿QUÉ ES LA VERDAD?

• La razón tiene una doble función para la actividad humana: producir


conocimiento y guiar la acción. En ambos casos, el objetivo buscado se llama
verdad, sea verdad teórica o verdad práctica.
• La verdad teórica tendrá tiene que ver con lograr un conocimiento certero
[esto es, con certeza] del mundo, y se ubica en la proposición o juicio que
hacemos acerca de algo [“S es P”].
• La verdad práctica, en tiene que ver con lograr una acción buena; por tanto, se
llama, en propiedad “bondad.”
• Pero ¿qué es la verdad? es una pregunta difícil de responder. Aunque todos
queremos acceder a ella, cuando reflexionamos acerca de qué es, nos cuesta
ponernos de acuerdo. Y lo mismo ocurre cuando todos concordamos en que
buscamos el “bien,” pero no todos tenemos la misma idea acerca de lo que
este bien es. Por suerte, este no es un tema nuevo en la filosofía, y los
filósofos a lo largo de la historia han especulado bastante acerca de esto, lo
que nos puede ayudar en nuestras propias reflexiones.
• Una proposición es verdadera si es lógicamente coherente

TEORÍAS Verdad como


con el resto de las proposiciones en un determinado
sistema de proposiciones. Para esto, debe cumplir con dos
condiciones: (1) coherencia lógica, esto es, que en el

ACERCA DE coherencia
sistema de proposiciones no haya contradicción; y (2)
coherencia de soporte explicativo, esto es, que las
proposiciones dentro del sistema se relacionen
LA VERDAD explicativamente.

Verdad en • Verdad en términos pragmáticos: una proposición es

Cartesianamente, el términos verdadera cuando es útil aplicada en el mundo práctico, es


decir, cuando hace una diferencia en el mundo empírico.
conocimiento se define
como “creencia verdadera
pragmáticos
justificada.” Esto implica
entender a qué nos referimos
• Es la noción más clásica de verdad. Dice que una proposición
cuando decimos que “X es
verdad.” Por eso, a Verdad como es verdadera cuando hay correspondencia entre la proposición
(que surge del intelecto) y el hecho (una cosa fuera del
continuación, revisaremos
brevemente algunas teorías correspondenc intelecto). Pero, para que haya correspondencia entre
elementos que son heterogéneos (inteligible y experiencial),
acerca de la verdad. ia o debe producirse una adecuación entre ellos. Entonces, surge la
pregunta: ¿se adecúa el intelecto a la cosa, o la cosa al
intelecto? De esta pregunta, surgen dos teorías: realismo e
adecuación idealismo.
ADAEQUATIO INTELLECTUS ET REI:
REALISMO DE SANTO TOMÁS

«Así, la primera comparación del ente al


entendimiento es esta: que el ente corresponda al
entendimiento, correspondencia que se denomina
“adecuación” de la cosa y el entendimiento. Y en
esto se cumple formalmente la noción de lo
verdadero. Luego, esto es lo que añade lo
verdadero al ente: la conformidad o la adecuación
de la cosa y del entendimiento. Y, como ya se ha
dicho, a esta conformidad sigue el conocimiento de
la cosa. Así, pues, la entidad de la cosa precede a la
noción de verdad, y el conocimiento es como un
efecto de la verdad.»
(ST, De veritate, q. 1, a. 1)
Para Santo Tomás, la verdad es entendida como la adecuación entre
entendimiento y la cosa. Esto supone que las cosas tienen una esencia y que
el intelecto humano es capaz de aprehenderla en sí misma. Esto se llama
realismo clásico, y asegura que el ser humano puede conocer las cosas tal
como son. Las cosas tienen una esencia, algo que hace que la cosa sea lo que
es, y, cuando el ser humano aprehende esta esencia, se da la verdad, es decir,
un juicio acerca de la cosa que corresponde a lo que la cosa es. Entonces, la
verdad, en términos cognoscitivos, no está en la cosa ni en el entendimiento
por sí mismos, sino que está en la relación de un juicio con el hecho que
indica.
Ahora, que la verdad no sea, en propiedad, “de las cosas,” no significa que la
verdad sea subjetiva, en el sentido de que cada uno pueda tener una verdad.
Lo que ocurre es que la verdad es, por decirlo de una manera, una dimensión
que se aprehende por razón, por tanto, solo los entes que tienen razón pueden
acceder a ella. Así, las cosas, simplemente, son, y tienen una esencia; pero
hay verdad en ellas cuando el ser racional ha adecuado las cosas al juicio que
corresponde a ellas. Por tanto, esto supone que, aunque la verdad es subjetiva
en el sentido en que no de las cosas en sí mismas, sino que tienen que haber
entendimiento (razón), es objetiva en cuanto que las cosas (los hechos) son lo
que son y el intelecto debe aprehender su ser, es decir, su esencia. Por tanto,
debemos concluir que la verdad, sea cognoscitiva, sea práctica (bondad) es
objetiva, y el trabajo de la razón no es crearla, sino alcanzarla; de ahí la
tendencia natural de la razón a pensarla y buscarla.
NOCIONES
CONTRARIAS A LA
VERDAD
1. Dogmatismo y escepticismo:
Ya hemos hablado de las nociones de dogmatismo
(representada por el racionalismo moderno) y del
escepticismo (representado por el empirismo moderno).
Estas teorías, aunque contrarias entre sí, tienen el mismo
problema respecto de la verdad: ambas se mantienen tan
fuertemente en su propia postura, que se cierran a que haya
una verdad diferente a la que han propuesto desde sus
propios principios.
En el caso del dogmatismo, encontrada una supuesta verdad
a partir de la pura razón, no se abren a la posibilidad de que,
en la verdad, esté involucrado el mundo sensible. En el caso
del escepticismo, la cosa es más radical, por cuanto asegura
que no hay verdad en absoluto.
2. La verdad y las mayorías:
El convencimiento acerca de la verdad de nuestros
conocimientos admite grados. Se llama duda cuando no puedo
inclinarme ni por la verdad ni por la falsedad de una cierta
proposición. Se llama opinión cuando adhiero más a una
posición frente a otra, aunque no puedo desechar la contraria de
manera total. Y se llama certeza cuando la proposición acerca
de un hecho está justificada y, por tanto, no puedo negarla. Así,
la certeza se funda en la evidencia. Esta evidencia de certeza
puede venir de mí mismo (por ejemplo, la certeza de mi propio
existir) o del conocimiento que otros han aportado a la
humanidad. Pero es muy importante no confundir la certeza con
la opinión para no tomar por enteramente verdadero algo que
solo he escuchado muchas veces.
La verdad es la realidad, y está en el ámbito de la certeza. Por
tanto, no consiste en la opinión de la mayoría, aunque esta
opinión esté muy generalizada. Así, puedo estar seguro de la
existencia de los microorganismos, aunque yo no los haya
mirado a través de un microscopio (pues, tenemos evidencias de
ello), pero no puedo estar seguro de que la democracia es la
mejor forma de gobierno, aunque sea la opinión de la mayoría.
3. Subjetivismo:
El subjetivismo total no cree que haya una verdad que
concuerde con una realidad única, porque piensa que la
verdad depende de cada hombre. Esto lleva al
relativismo cognoscitivo y moral, porque, si declaramos
que no hay UNA verdad, entonces, todos estamos en
posesión de una verdad propia y, por tanto, no podríamos
asegurar ni el avance de la ciencia ni un criterio moral y
político de convivencia.
Pero tenemos, al menos dos argumentos para defender la
idea de una verdad objetiva: por una parte, la experiencia
del error demuestra que, si somos capaces de pensar en la
noción de error, es porque lo contraponemos a la noción
de verdad. Y, por otra, la existencia del lenguaje da
cuenta de los tres elementos mínimos que debe incluir:
un yo, un tú y un ello objetivo. “Si lo entendido por dos
interlocutores fuera enteramente subjetivo, no habría
posibilidad de comunicación, es decir de transmitir un
mensaje que sea entendido por ambos.

También podría gustarte