0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
14 vistas27 páginas
Este documento enfatiza la importancia de devolver a Dios lo que Él nos ha confiado. Sugiere que debemos confiar en Dios y no en las riquezas materiales, y planificar dejar un legado que perdure apoyando la obra de Dios. Al final, nada nos llevamos cuando morimos, por lo que es mejor invertir en el cielo dejando un legado que glorifique a Dios y sea de bendición para otros.
Este documento enfatiza la importancia de devolver a Dios lo que Él nos ha confiado. Sugiere que debemos confiar en Dios y no en las riquezas materiales, y planificar dejar un legado que perdure apoyando la obra de Dios. Al final, nada nos llevamos cuando morimos, por lo que es mejor invertir en el cielo dejando un legado que glorifique a Dios y sea de bendición para otros.
Este documento enfatiza la importancia de devolver a Dios lo que Él nos ha confiado. Sugiere que debemos confiar en Dios y no en las riquezas materiales, y planificar dejar un legado que perdure apoyando la obra de Dios. Al final, nada nos llevamos cuando morimos, por lo que es mejor invertir en el cielo dejando un legado que glorifique a Dios y sea de bendición para otros.
“Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en
TEXTO adelante los muertos que mueren en el
Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”. CLAVE Apocalipsis 14:13 Comprender que somos solo administradores de lo que Señor nos ha confiado, y que al final, PROPÓSITO debemos devolverlo todo a Dios como muestra de fidelidad y testimonio personal. En el mundo ha surgido una iniciativa de donar a causas benéficas en vida o a través de testamentos. Aquí una lista, de los principales donantes: Paul Allen - Cofundador de Microsoft. Hasta el día de su muerte en el 2018, había donado 3 mil millones de dólares. Warren Buffett - Fundador de Berkshire Hathaway. Prometió donar el 99% de su fortuna en vida y después de su muerte. La cifra asciende a 22 mil millones de dólares. Bill y Melinda Gates – Filántropos. Ambos esposos, decidieron donar la suma de 38 mil millones de dólares a causas benéficas como el desarrollo agrícola, la pobreza urbana, la salud y la educación. Si ellos decidieron donar, ¿por qué nosotros no podemos devolver al verdadero Dueño de todo: Dios? Esta semana veremos, ¿qué debemos hacer y qué principios debemos seguir? I. CONFÍA EN DIOS II. NO PONGAS TU ESPERANZA EN LO MATERIAL III.DEJA UN LEGADO QUE PERDURE I. CONFÍA EN DIOS Necesitamos confiar en Dios y no depositar nuestra confianza y amor en las riquezas (Mt 6:24- 27). En los últimos días de nuestra vida, aún podemos ocuparnos en la obra de Dios, no ser como el rico insensato que decidió no hacer nada (Luc 12:16-21). Dado que cuando el ser humano muere no lleva nada (Sal 49:17; 1Tim 6:7), entonces es bueno preguntarse, ¿a quién dejaremos lo que hemos conseguido? La sugerencia es, devolverlo a Dios, el Dueño de todo (Sal 24:1). II. NO PONGAS TU ESPERANZA EN LO MATERIAL Es bueno considerar cómo estarán nuestros estados financieros (“estado de las ovejas”) para nuestra vejez (Prov. 27:23-27). También es bueno planificar lo que sucederá con nuestras posesiones, una vez que ya no sean nuestras. ¿A quién va a ser de bendición lo que dejamos? El Señor dice que los ricos no pongan su esperanza en las riquezas, sino en Dios (1Tim 6:17). • El dinero no saciaría el vacío del ser humano (Ecl 5:10). • Si tienes la posibilidad de dar tus recursos a la tesorería del Señor, sería genial. III. DEJA UN LEGADO QUE PERDURE Somos administradores de lo que Dios nos ha confiado; pero Dios sigue siendo el Dueño de todo (Heb 3:4; Sal 50:10; Sal 24:1). Cuando hayas terminado con lo que Dios te ha dado y hayas cuidado de tu familia, debes devolver a Dios el resto. Las ventajas de dar en vida algo para Dios son: (1) puedes ver los resultados en vida. (2) no habrá peleas entre familiares. (3) hay garantía de que tu donativo llegue a la entidad deseada y (4) almacenas tesoros en el cielo y “tus obras seguirán” porque Dios será glorificado en ellas (Ap 14:13). “Al dar para la obra de Dios, nos estamos haciendo tesoros en el cielo. Todo lo que depositamos arriba está asegurado contra el desastre y la pérdida, y está aumentando en valor eterno y perdurable, y seguirá en nuestra cuenta en el Reino de los cielos” (CMC, 332). ¿Qué harás con las bendiciones que Dios te ha dado? ¿Qué legado estás dejando? ¿Dónde estas acumulando los tesoros? Esta semana, reúnete con tu familia y habla de la necesidad de dejar para Dios algún legado que perdure en el tiempo. LA DEVOLUCIÓN LECCIÓN 10 | I TRIMESTRE | PR. FERNANDO ROJAS