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DIOS ES DUEÑO DE TODO

BASE BIBLICA: “Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, Y
tu fidelidad te rodea. 9 Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; Cuando se levantan sus
ondas, tú las sosiegas. 10 Tú quebrantaste a Rahab como a herido de muerte; Con tu brazo
poderoso esparciste a tus enemigos. 11 Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; El mundo
y su plenitud, tú lo fundaste. 12 El norte y el sur, tú los creaste; El Tabor y el Hermón cantarán
en tu nombre. 13 Tuyo es el brazo potente; Fuerte es tu mano, exaltada tu diestra” (Salmo
89:8-13).

ENFOQUE BIBLICO: “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan”
(Salmo 24:1).

OBJETIVO DE LA LECCION: Reconocer que solo somos administradores de todos los recursos
que Dios nos ha confiado en nuestra responsabilidad.

Introducción
• ¿De que habló Jesús más en Su tiempo en la tierra? Jesús habló sobre el reino de Dios
mas que cualquier otro tema; sin embargo, su segundo tema favorito fue el dinero.
• ¿Por qué habló tanto Jesús sobre el dinero mientras anduvo en la tierra?
Indiscutiblemente el dinero es la ruta más fácil para llegar a la idolatría. Con el dinero, es
fácil rendirse a actitudes tales como autosuficiencia, el orgullo y la avaricia.
• Cada una de estas cosas afecta nuestra relación con Jesús. Nos resulta fácil buscar de Jesús
cuando no tenemos a quien más acudir.
• El dinero nos hace creer que tenemos el poder para comprarlo todo, y cuando nos
creemos potentes, lo ultimo en que pensamos es en Dios. El dinero puede ser una de las
razones por la cual nos resulta difícil confiar en Jesús, mas no es imposible.
• Hoy hablaremos sobre algunas verdades que debemos comprender para administrar el
dinero de manera que honre a Dios.
• ¿Cómo puede nuestro amor por el dinero perjudicar nuestro caminar con Dios?
• ¿Cómo puede la buena administración del dinero ayudarle en su caminar con Dios?
I. NADA ME PERTENECE (SALMO 24:1)
1. Las cosas de nuestras posesiones materiales más valiosas. Todos tenemos “cosas”
que valoramos. Hay quienes dicen que algunas cosas no tienen precio. Algo que ha
sido heredado de la familia por generaciones puede ser considerado algo valioso.
2. ¿Qué herencia o pertenencias posee? Aunque la mayoría de nosotros tenemos cosas
que valoramos, la verdad es que ninguna de ellas nos pertenece; todo le pertenece a
Dios. El Salmo 24:1 es bastante claro “El mundo y todo lo que en el habita, le pertenece
a Dios”. Todo es de Dios, la casa donde vivimos, nuestro dinero, nuestras propiedades,
comida, ropa, cónyuge, hijos, animales y otros le pertenece a Dios.
3. Las posesiones de Dios. Cuando reconocemos que es el dueño de todo y que todas
las bendiciones vienen de Él, entendemos que nuestro rol es ser administradores o
mayordomos. Si Dios es el dueño y nosotros Sus mayordomos, solo necesitamos
preocuparnos en ser los mejores administradores de Sus posesiones. Cuando
comprendemos esto, todo lo que tenemos no nos pertenece; le pertenece a Dios,
quien nos ha confiado.

II. SOMOS MAYORDOMOS DE LOS RECURSOS DE DIOS


(GENESIS 1:28)
“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla,
y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se
mueven sobre la tierra”. Cuando entendemos y administramos de que no somos dueños
de nada, entonces reconocemos que solo somos mayordomos de los recursos de Dios.
1. Primer punto de vista, Trabajo constante para conseguir todo lo que tengo. Muchos
cristianos tenemos este punto de vista de nuestras pertenencias. Creen que Dios nos
pide que trabajemos arduamente, cuando lo hagamos, seremos recompensados.
Creemos que nos hemos ganado todo lo que tenemos, como resultado de nuestro
arduo trabajo, esto es una visión de poca fe con respecto a la provisión de Dios para
nuestras vidas.
2. Segundo punto de vista, obedezco a Dios y el me provee lo que necesito. ¿Cuál de
estos puntos de vistas les parece mejor? Dios nos dio todo lo que tenemos. Cuando
comprendemos correctamente, nos permite darnos cuenta y recordar que no somos
dueños de nada, todo le pertenece a Dios.

III. EL VERDADERO CONTENTAMIENTO SE ENCUENTRA EN


CRISTO (1 TIMOTEO 6:6-10)
• “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 7 porque nada
hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8 Así que, teniendo
sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9 Porque los que quieren
enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que
hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 porque raíz de todos los males
es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores”.
• La mayordomía bíblica y el contentamiento van de la mano. Cuando reconocemos
nuestro papel como administradores de todos los recursos de Dios, el resultado será
el verdadero contentamiento. Hay algunas afirmaciones clave dadas por Pablo en
estos pasajes.
1. La misericordia acompañada de contentamiento es gran ganancia. Cuando
encontramos la piedad con el contentamiento ganamos todo lo que necesitamos.
2. Nada trajimos a este mundo y nada nos llevaremos. Todas las riquezas y
pertenecías que hemos adquirido no se irán a la otra vida. Por esta razón, nuestra
atención debe centrarse en las cosas eternas, mas que en las temporales.
3. Nos conformamos con tener comida y ropa. Encontrar satisfacción es tener lo
suficiente es la meta de un verdadero mayordomo bíblico.
4. Aquellos cuya meta es enriquecerse caen en la trampa de la ruina y la destrucción.
En las manos de Dios, las riquezas es solo una herramienta para llevar a cabo Sus
propósitos como Él lo considere oportuno. Pablo deja muy claro: los que quieren
enriquecerse caen en una trampa de ruina y destrucción.
5. El amor al dinero es la raíz de todo mal. El dinero no es malo, sin embargo, el amor
al dinero sí lo es. Aquellos que buscan usara Dios como medio para la riqueza
demuestran que su amor no es hacia Dios, sino hacia el dinero.
6. Aquellos que son ambiciosos por el dinero, pueden terminar alejándose de la fe.
Si anhelamos demasiado el dinero, podemos alejarnos fácilmente de la fe.
Conclusión
• Debemos asegurarnos de que nuestros deseos estén firmemente cimentados en la
Palabra de Dios y alineados con Su corazón, este principio no nos dejara alejarnos
completamente de Él en busca de riquezas vacías y temporales.
• Como mayordomo debo mejorar en administrar bien los recursos de Dios que están bajo
mi responsabilidad.
• Como administrador debo agradecer a Dios por los recursos que ha confiado en mi
responsabilidad.
• Por lo tanto, debo comprender que Job 1:21 como Eclesiastés 5:15 exponen el principio
de que las cosas materiales solo pertenecen a este mundo.
• La esperanza cristiana lleva al creyente mas allá del límite material hasta una eternidad
ilimitada “porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios” (Hebreos 11.10).

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