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CURSUM Internacional
Administración y Organización II
LECCION 1
La parte de Dios, nuestra parte y el trabajo
II. El trabajo
A. Dios creó el trabajo para beneficiarnos.
B. Dios le dio al trabajo una importante perspectiva.
1. El trabajo es necesario.
2. El trabajo desarrolla el carácter.
3. El trabajo es para el Señor.
C. Dios tomó responsabilidades con respecto a nuestro trabajo.
1. Dios nos da las habilidades con respecto a nuestro trabajo.
2. Dios nos da el éxito.
3. Dios controla los ascensos y avances laborales.
D. Dios nos dio responsabilidades también a nosotros.
1. Debemos trabajar duro.
2. Debemos trabajar sin caer en el exceso.
3. Debemos ser honestos.
4. Debemos honrar a nuestros empleadores.
5. Debemos honrar a nuestros compañeros.
Introducción
Dios nos dio pautas para administrar el dinero porque nos ama y se preocupa por
nosotros. En la Biblia hay más de 2.350 versículos que se refieren al dinero y a las
posesiones. Jesús enseñó más acerca del dinero que sobre cualquier otro tema. El tema
del dinero es el más mencionado en el Nuevo Testamento, aparte del tema del amor. El
Señor sabía que necesitaríamos sabiduría para usar el dinero, por eso reveló en la
Escritura los principios acerca del trabajo, las ganancias, los gastos, los ahorros, las
inversiones, el dar, el salir de deudas y la enseñanza que se le debe dar a los hijos sobre
cómo manejar el dinero. Si a las personas se les ha enseñado algo acerca de la manera en
la que Dios espera que se maneje el dinero, generalmente se refiere al dar. Aunque dar es
muy importante, rara vez se les enseña los principios sobre ganar y gastar. Por ende, el
pueblo de Dios se ha manejado más según la perspectiva del mundo, en vez de la de Dios.
Tres razones por las que Dios habla tanto sobre el dinero:
A. La forma en la que manejamos nuestro dinero es una expresión externa de
una condición espiritual interna.
Lucas 16:10 dice: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo mas fiel; y el que en lo muy
poco es injusto, también en lo mas es injusto”.
El área del manejo del dinero es una de esas áreas de “lo muy poco”. ¿Por qué lo
decimos?... pues porque ¿quién sabe cómo está usted manejando su dinero? Ahora que
viajamos por Latinoamérica nos damos cuenta que muchas veces las esposas no saben
cómo los esposos manejan el dinero de la casa. Entonces, si la esposa no sabe cómo su
esposo está manejando el dinero de la casa, mucho menos el pastor. El área del manejo
del dinero es un área “secreta” en nuestra vida… Pero como le escuchamos decir alguna
vez al Dr. Luis Palau, “en la vida secreta está el secreto”. La forma en la que cada uno de
nosotros tomamos decisiones económicas muestra los principios y valores que tenemos
en la vida. Si usted decide sobornar a un policía de su país, pasar algún equipo de
contrabando por la aduana, mentir en su declaración de impuestos o escuchar música en
un disco compacto pirateado, esas decisiones económicas simplemente muestran que es
lo que es usted realmente valora en su vida (su tiempo, su dinero), y qué lugar ocupa la
Palabra de Dios y Jesucristo mismo en el trono de su corazón.
Salmos 35:27 dice: “Pero que se alegren y griten de alegría: ¡El Señor es grande, y le
agrada el bienestar de su siervo!” Podemos orar genuinamente para que Dios nos
prospere cuando nuestra relación con el Señor es saludable y tiene la perspectiva
adecuada con respecto a las posesiones. “Amado, yo deseo que tu seas prosperado en
todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2). La Biblia no
dice que alguien que es de Dios debe vivir en la pobreza. Un creyente puede tener
recursos materiales. El otro extremo esta en creer que todos los cristianos que tienen una
fe verdadera siempre serán prósperos económicamente. Esto también es un error. Al
estudiar la vida de José, vemos el ejemplo de una persona fiel que experimento la
prosperidad y la pobreza. El nació en el seno de una familia prospera, después sus
hermanos lo vendieron como esclavo porque estaban celosos de el. Cuando fue un
esclavo su amo lo ascendió para que fuese el administrador de la casa. Luego, al negarse a
cometer adulterio con la mujer de su amo, ¿sabe qué sucedió? Padeció años en prisión
por haber tomado la decisión correcta. Pero, en el tiempo de Dios, asumió el cargo de
primer ministro en Egipto. Los lineamientos para la prosperidad se encuentran en Josué
1:8 “Nunca se apartara de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditaras en el, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en el esta escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”. Este pasaje tiene dos
requisitos para ser prospero. Meditar en la Escritura y hacer todo lo que nos ordena.
Cuando usted hace esto, esta en una posición que le permite ser prospero
económicamente. No hay garantías, sin embargo, Dios preferirá que usted sea prospero.
El sabe lo que es mejor para usted, y espera que confíe en El cualquiera sea su decisión
divina.
Por favor, repase este diagrama que contrasta las tres perspectivas.
La pobreza La prosperidad La
mayordomía
Las posesiones son: Malignas Un derecho Una
responsabilidad
El Trabajo: Solo cubre Es para volverse rico Sirven a Cristo
necesidades básicas
El pueblo de Dios Pobre Rico Fiel
es:
El incrédulo es: Rico Pobre Infiel
Doy: Porque debo hacerlo Para obtener algo Porque amo a
Dios
Al gastar lo hago Temor y sin gozo Irresponsablemente y Devoción y
con: siendo consumista responsabilidad
II. El trabajo
Una persona promedio trabaja unas 100.000 horas en su vida. Con frecuencia,
este trabajo acarrea algunas insatisfacciones. Entender los principios de la
Escritura con respecto al trabajo lo ayudara a experimentar satisfacción en el
mismo. Además, lo pondrá en una posición donde el Señor podrá prosperarlo.
Conclusión
Jesús habló mucho acerca del dinero y las posesiones porque sabía que nuestra
vida espiritual y material tendría mucho que ver con eso.
Dios es Dueño de todo, y nos encomienda algunas de sus posesiones para que las
administremos. Quiere que seamos sabios y fieles mayordomos al poner en práctica los
principios financieros que enseña su palabra.
El nos ha dado el trabajo para proveernos de lo que necesitamos y para desarrollar
nuestro carácter. Debemos trabajar duro y tratar de ser excelentes porque, en realidad,
trabajamos para Cristo.
Debemos, también, balancear el trabajo con otras prioridades que nos da el Señor
–entre ellas, la familia, el descanso y el Reino.
LECCION 2
Consejo, Gastos y deudas
Introducción
I. Dios nos enseña a pedir consejo
A. Debemos pedir consejo a nuestro cónyuge
B. Debemos pedir consejo a nuestros padres
C. Debemos buscar consejo en la Palabra de Dios
D. Debemos pedir ayuda a consejeros cristianos de buen testimonio
E. Debemos huir de los adivinadores, médiums o espiritistas
II. Dios espera que controlemos nuestros gastos
A. Aprender a contentarse
B. Rechazar la codicia
C. Aprender a vivir una vida simple
D. Proveer a los necesitados a través del Cuerpo de Cristo
E. Resistir a la influencia de la publicidad
F. Desarrollar y poner en práctica un plan de gastos (un presupuesto).
III. Dios nos anima a pagar nuestras deudas
A. El nos exhorta a través de Su Palabra.
1. La Palabra nos llama “esclavos” cuando estamos en deudas.
2. La Palabra nos desanima a endeudarnos en el Antiguo Testamento
a. Estar endeudado era una consecuencia de la desobediencia
b. Estar libres de deudas era una de las recompensas a la obediencia
3. La Palabra nos desanima a endeudarnos en el Nuevo Testamento
4. La Palabra nos prohíbe hacer “Presunción del Futuro”
5. La Palabra nos hace responsables del pago de nuestras deudas
B. El nos muestra por qué nos endeudamos
• Falta de conocimiento
• Falta de planeamiento y disciplina
• Satisfacción propia
• Circunstancias
C. Dios nos lleva por el camino de la Sanidad Financiera
Nueve principios para salir de deudas
1. Ore.
2. No adquiera nuevas deudas.
3. Haga una lista de todas sus deudas y de sus activos (cosas de las cuales
es dueño).
4. Desarrolle un plan para controlar gastos por escrito (un presupuesto).
5. Establezca un plan de pago para cada deuda.
6. Considere tener un ingreso adicional.
7. Reduzca los gastos
8. Adquiera sus deudas de una manera bíblica.
Introducción
Jesús habló mucho acerca del dinero y las posesiones porque sabía que nuestra
vida espiritual y material tendría mucho que ver con eso.
Dios es Dueño de todo, y nos encomienda algunas de Sus posesiones para que las
administremos. Quiere que seamos sabios y fieles mayordomos al poner en práctica los
principios financieros que enseña Su Palabra.
El nos ha dado el trabajo para proveernos de lo que necesitamos y para desarrollar
nuestro carácter. Debemos trabajar duro y tratar de ser excelentes porque, en realidad,
trabajamos para Cristo.
Debemos, también, balancear el trabajo con otras prioridades que nos da el Señor
–entre ellas, la familia, el descanso y el Reino.
Hoy vamos a aprender sobre tres temas cruciales: el pedir consejo, controlar los gastos y
salir de deudas.
sin embargo la Biblia enseña lo contrario. Debemos buscar quien nos aconseje para que
los diferentes puntos de vista y la s sugerencias nos ayuden a tomas las mejores
decisiones. La escritura nos anima a pedir consejo de diferentes fuentes.
A. Aprender a contentarse.
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea
mi situación. Se vivir humildemente, y se tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia
como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses
4:11-13).
El primer principio para controlar nuestros gastos es el principio del contentamiento. La
“Doctrina del contentamiento” ha desaparecido de la iglesia latinoamericana. Ahora que
nos ha llegado el consumismo, nos hemos olvidado por completo de este principio
bíblico para nuestra vida económica. La doctrina del contentamiento dice que: “Cada
uno de nosotros debemos aprender a ser feliz en el lugar económico en el que Dios nos
ha colocado”… Pablo “aprendió” a contentarse. No nacemos sabiendo contentarnos,
sino que tenemos que aprender a contentarnos.
“Asi que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” (1 Timoteo 6:8). El
contentamiento bíblico es una paz interior que proviene al aceptar o que Dios ha
escogido para nuestra actual situación financiera. “Sean vuestras costumbres sin
avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque el dijo: “No te desampararé, ni te
dejaré” (Hebreos 13:5)
B. Rechazar la codicia
“porque las riquezas no duran para siempre”. Tener un plan para controlar gastos es una
manera sabia para tomar control del dinero y no dejar que el dinero nos controle a
nosotros.
“El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta”
(Proverbios 22:7).
Pedir prestado no es pecado (si lo hubiera sido, Dios nunca le hubiera permitido al
pueblo de Israel prestarse el uno al otro en Deuteronomio 15). Sin embargo, El Señor
quiere que su pueblo esté libre de deudas para servirlo a El, y no para ser siervos de los
prestamistas.
1. Ore
2 Reyes 4:1-7 En ese pasaje, un prestamista amenazó a una viuda con quitarle a sus
hijos, y ella acudió pidiendo ayuda a Eliseo. Este la aconsejó diciendo que pidiera
prestado a sus vecinos vasijas vacías. El Señor multiplicaría lo único que ella tenía, un
poco de aceite, y llenaría con eso las demás vasijas prestadas. Ella vendió el aceite y con
eso pagó la deuda para poder recuperar a sus hijos. El mismo Dios que proveyó a la viuda
se ocupará de usted para ayudarlo a librarse de las deudas. El paso más importante es
orar pidiéndole al Señor que lo ayude.
3. Haga una lista de todas sus deudas y de sus activos (cosas de las cuales es dueño).
Haga una lista de sus deudas para determinar el estado actual financiero. Luego decida si
debe vender algunas posesiones para reducir la deuda.
4. Desarrolle un plan para controlar gastos por escrito (un presupuesto). Desarrolle
un plan de gastos por escrito para asegurarse de que no gastará más de lo que gana y
para ver de dónde puede ahorrar un excedente que pueda asignar a los pagos.
Conclusión
Dios nos anima a pedir consejo antes de tomar una decisión importante en lo
relativo a las finanzas. “Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en
tu vejez” (Proverbios 19:20). Debemos buscar quien nos aconseje para que los diferentes
puntos de vista y las sugerencias nos ayuden a tomar las mejores decisiones.
La Biblia nos da varios principios básicos para ayudarnos a gastar el dinero de un
modo sabio. También nos desalienta a endeudarnos. “No debáis a nadie nada”
(Romanos 13:8).
El Señor quiere que no tengamos deudas porque: “El rico se enseñorea de los
pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta” (Proverbios 22:7), y el Señor
quiere que estemos libres para servirle solamente a El.
LECCION 3
Dar y Ahorrar
Introducción
I. La importancia de aprender a dar
A. Es importante dar con una actitud apropiada
1. De por amor
2. De con alegría
3. De a Dios en primer lugar
4. De sin limites de formulas matemáticas
B. Es importante entender las bendiciones recibidas
1. El dar nos acerca aun mas a Cristo
2. El dar nos ayuda a desarrollar un carácter cristiano
3. Dar nos permite acumular nuestros tesoros en el cielo
4. Dar puede resultar en un incremento de los bienes materiales del dador
C. Es importante conocer a los recipientes de nuestra generosidad (¿a quién?)
1. De ala iglesia local, a los ministros, los ministerios y obreros cristianos
2. De a los pobres
II. La importancia de aprender a ahorrar
A. La Biblia nos alienta a ahorrar
B. La Biblia nos alienta a ahorrar regularmente
C. La Biblia no nos dice cuanto debemos ahorrar
D. La Biblia nos dice por que debemos ahorrar
1. Para tener ahorro en caso de emergencias inesperadas
2. Para tener ahorros cuando necesitamos hacer una compra grande
3. Para tener ahorro para necesidades en el futuro
E. La Biblia nos habla sobre inversiones
1. Evitar las inversiones riesgosas
2. Diversificar las inversiones
F. La Biblia nos enseña a evitar las apuestas
Conclusión
Introducción
Repasemos lo que aprendimos en esta serie de sermones. Primero, descubrimos que Dios
es Dueño de todo. Nuestra responsabilidad es ser fieles mayordomos (administradores) de
las posesiones que el Señor nos ha encomendado. También aprendimos que la Biblia nos
enseña acerca del trabajo y cómo debemos ganar dinero.
El día de hoy, aprenderemos lo que la Biblia dice acerca de los principios de ahorrar y dar.
La mejor manera de dar por amor es dar cada cosa como si se la entregásemos
directamente a Jesucristo. Cuando usted le da al Señor, esto puede ser un acto de
adoración porque Dios es nuestro Salvador y fiel proveedor.
2. De con alegría.
“Cada uno de cómo propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios
ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7).
La palabra traducida del griego como “tristeza” significa aflicción, pena o pesar. La palabra
traducida “alegría” significa gozo, felicidad y vivacidad. No debemos dar tristemente,
porque nos duele, sino con gozo porque tenemos la oportunidad de ayudar a otros y de
invertir en el Reino. Deténgase a examinarse. ¿Cuál es la actitud que tengo al dar? Es muy
importante que al dar tengamos la actitud apropiada. Si damos por amor, probablemente
también demos con gozo en el corazón.
Estos versículos nos enseñan que el dar puede dar por resultado también un incremento
en lo material: “generosamente también segara… teniendo siempre en todas las cosas
todo lo suficiente… abundéis para toda buena obra… proveerá y multiplicará vuestra
sementera, y aumentara los frutos… para que estéis enriquecidos en todo”. Sin embargo
fíjese por que el Señor le esta dando mas: “para toda liberalidad… y acción de gracias a
Dios”. El Señor nos permite que tengamos más cosas materiales para que nosotros
podamos dar mas y, al mismo tiempo, suplir nuestras necesidades.
Conclusión
De acuerdo a la palabra de Dios, el dar es una prioridad. Es una mayor bendición
dar que recibir. Nosotros, los latinoamericanos, mas que usar una formula matemática,
debemos aprender a ser generosos, bondadosos, usando el diezmo como el lugar del cual
comenzar y no la meta que alcanzar en nuestras donaciones.
El Señor nos alienta a ahorrar para las necesidades del futuro. Mientras que
endeudarse es asumir que podemos afrontar los pagos en el futuro, ahorrar es actuar
como buenos administradores, preparándonos para el futuro.
La clave del ahorro es gastar menos de lo que se gana y ahorrar la diferencia por un
periodo prolongado.
LECCION 4
Honestidad
Enseñando a sus hijos y el plan de Dios para nuestras vidas
Introducción
Introducción
Repasemos lo que aprendimos desde que comenzamos esta serie de Las finanzas y la
Biblia:
Primero: descubrimos que Dios es Dueño de todo. Nuestra responsabilidad es ser fieles
administradores (o mayordomos) de las posesiones que el Señor nos ha encomendado.
También aprendimos que la Biblia nos enseña acerca de cómo trabajar y cómo debemos
ganar dinero.
Aprendimos sobre la importancia de buscar el consejo de personas creyentes y
experimentadas cuando debamos tomar decisiones de índole financiero. Hablamos
sobre la manera de gastar el dinero sabiamente; y lo que la Biblia enseña sobre cómo
evitar endeudarse.
Finalmente, vimos los principios de Dios sobre el dar y sobre el ahorro. Cuando recibimos
nuestros ingresos, lo primero que debemos hacer es darle lo que hemos acordado darle
al Señor. “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos”
(Proverbios 3:9). Y, luego, debemos tratar de ahorrar parte de lo que ganamos. “Tesoro
precioso y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre insensato todo lo disipa”
(Proverbios 21:20).
En el tiempo que nos queda por delante, aprenderemos a aplicar el estándar de
honestidad que Dios espera en nuestra vida diaria. También veremos como educar a los
hijos según los principios financieros de Dios y, finalmente, trataremos el tema de mayor
importancia para todos: Cómo conocer a Dios por medio de Jesucristo.
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque
somos miembros los unos de los otros. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje,
haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que
padece necesidad” (Efesios 4:25,28).
5. Porque la honestidad confirma que estamos caminando por donde Dios quiere
que lo hagamos.
“Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios. Tus ojos
miren lo recto, y diríjanse tus parpados hacia lo que tienes delante. Examina la senda de
tus pies, y todos tus caminos sean rectos” (Proverbios 4:24-26) En la mediad que usted es
honesto, “todos los caminos serán rectos”. Al elegir ir por la estrecha senda de la
honestidad eliminamos cualquier posible avenida de la deshonestidad.
la justicia” (Proverbios 17:23). Dios no bendecirá a quien sea deshonesto, pague o reciba
sobornos. Eso lo podemos dar por seguro.
(Proverbios 27:23 y 24) Establezca limites para sus gastos y aconséjeles y guíeles
mientras les da la libertad de tomar decisiones por si mismos.
4. Les debemos enseñar a evitar endeudarse.
(Proverbios 22:7) Enséñeles lo que la Biblia dice acerca de las deudas y anímelos a evitar
endeudarse.
5. Les debemos enseñar a trabajar por su dinero.
(Proverbios 12:24) También, enséñeles a sus hijos que Dios diseño el trabajo para
beneficiarnos y para que lo hagamos como para Cristo. Por lo tanto, debemos trabajar
duro y honrar al Señor haciendo lo mejor que podamos. Comience por permitirles a sus
hijos tener un trabajo dándoles responsabilidades en el hogar.
salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para
que nadie se glorié” (Efesios 2:8-9).
Conclusión
Dios quiere que seamos completamente honestos. Cada decisión honesta que
tomamos fortalece nuestra fe. La Biblia nos da el remedio para los casos en que hemos
sido deshonestos.
Los hijos necesitan aprender la manera en que Dios quiere que administren el
dinero, y Dios nos ha dado la responsabilidad de enseñárselos.
Dios nos ha creado para que tengamos una relación personal con El. Nuestro
pecado ha quebrantado esa relación y nos ha separado de El. Por medio de la fe en
Jesucristo, podemos recibir el perdón, la restauración de nuestra relación con Dios y una
vida eterna con El.
Análisis de deudas
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
Categoría 1 al 7 8 al 15 16 al 21 22 al 31
Entrada: Entrada: Entrada: Entrada:
DIEZMO
Auto/Transporte
Casa
Comida
Cuenta de ahorro
Deudas
Gastos de Banco
Recreación
Ropa
Salud
Seguro
Gastos Varios
Educación
Cuidado de niños
¿Cuánto queda?