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HISTORIA DEL HUSKY

El husky siberiano es una raza de perro de trabajo originaria del norte de Siberia (Chukotka, Rusia).


Este perro fue creado por la tribu Chukchi como perro de trabajo para tirar de los trineos a través
de largas distancias durante sus partidas de caza, sirviendo, así como vehículo de transporte
rápido para las presas de la vuelta al poblado.

Al contrario de lo que narra la creencia popular, esta raza jamás tuvo una función de perro pastor
ya que el pueblo Chukchi, originalmente, no mantenía ganado propio.

Debido a las condiciones climáticas de sus tierras natales, su pelaje no solo les servía como
protección propia ante tan bajas temperaturas, sino que también les brindó un lugar dentro de las
tiendas de la tribu, ayudando a mantener calientes a los niños durante la noche. Por ello, el perro
Chukchi (como era conocido originalmente), era muy apreciado también (e incluso gratamente
reconocido por otras tribus), por su aportación al núcleo familiar, a pesar de ser realmente un
perro de trabajo activo.

Desde su importación a tierras estadounidenses a principios del siglo XX, podemos encontrar esta
raza en cualquier parte del mundo.

Características
El Husky es un perro de tamaño medio-grande. Su pelaje es mucho más grueso y denso que el de
la mayoría de las razas, debido a su aclimatación a temperaturas tan frías. También el tamaño del
pelo del Husky puede verse variado según la zona donde viva, siendo más corto en zonas más
cálidas.

Sus colores predominantes son el blanco y el negro, aunque también se pueden ver en colores
rojo pardo, gris y plata, siendo estos dos últimos más comunes en las hembras. Además, sus ojos
suelen ser azules, y pueden variar desde tonos más oscuros, hasta azul «hielo», pareciendo casi
blanco.

En cuanto al tamaño y al peso, los machos suelen medir entre 54 y 60 centímetros a la cruz, y
pesan entre 21 y 28 kilogramos. Las hembras, rondan entre los 51 y los 56 centímetros y pesan
entre 16 y 23 kilogramos. Como suele ocurrir en más especies,

 las hembras normalmente viven más que los machos. Concretamente, 3 años más de media,
pudiendo vivir hasta los 16.

A pesar de ser fuertes, y tener unos muslos muy musculados, son perros altamente
flexibles. Como te hemos comentado más arriba, son animales capaces de tirar de un trineo
cargado de personas y mercancía durante minutos y minutos, sin parar.

No son perros muy ladradores, ni babean excesivamente. De igual manera, tampoco suelen
roncar. Eso sí, durante el verano, cuando llega el calor, son perros muy excavadores. ¿Por qué
hace eso? Porque buscan un lugar fresco donde permanecer mientras siga habiendo temperaturas
tan altas.
Aunque suelen tener los ojos azules, también los pueden tener marrones, generalmente en tonos
claros. En cuanto a las orejas, las tienen erguidas de manera natural. Tienen un pequeño «collar»
de pelo alrededor del cuello, y manchas blancas en el pecho y en las patas (en la mayoría de los
casos).

Temperamento
El Husky ha sido descrito como un representante del comportamiento del ancestro del perro: el
lobo, ya que muestra una comunicación muy primitiva. Si el perro se educa y socializa
adecuadamente desde que es joven —preferentemente cachorro—, será uno maravilloso perro
familiar, ya que son muy cariñosos con las personas y sienten especial devoción por los más
pequeños de la casa y son muy especiales. Una clase de entrenamiento de obediencia diaria de
quince minutos será muy útil, Necesitan capacitación constante y les va bien con el adiestramiento
canino de refuerzo positivo.

Es conocido por aullar o emitir una especie de gruñido y vocalizaciones en lugar de ladrar. Lo cual
no significa que no sean capaces de ello, y de hecho muchos utilizarán el ladrido como reclamo de
atención, en estados de excitación.

El Husky Siberiano es un perro con un marcado instinto de manada, por lo que no será un perro
recomendable si va a pasar largos periodos solo mientras trabajamos, ya que acusan gravemente
la soledad y pueden desarrollar ansiedad por separación fácilmente.

Se trata de un perro activo, por lo que es primordial llevar un estilo de vida activo que pueda
cubrir sus necesidades más básicas. Esto no implica necesariamente un estilo de vida deportivo,
pero si alguien dispuesto a dar grandes caminatas por la naturaleza.

Se trata de un perro que precisa de una gran estimulación mental. Por lo que será conveniente
realizar ejercicios y juegos de olfato o resolución de problemas con él de manera diaria si
queremos mantenerlo feliz. En especial si no queremos toparnos con un perro destructor por
aburrimiento y falta de estímulos.

Alimentación
El husky come de todo: carnes y huesos carnosos de cualquier tipo, pescados, frutas y verduras.
Las necesidades alimenticias varían según el tamaño y el sexo. En los machos, en ración de
mantenimiento van desde 1250 hasta 1500 Kcal diarias y en las hembras desde 1050 hasta 1350
Kcal (en general entre un 2 y un 3% de su peso ideal). Siempre dependerá del nivel de actividad
diaria al que esté sometido el perro.

El suministro de complejos minerales y vitamínicos en determinados estados fisiológicos


(cachorros, estado de gestación, lactancia) es de extrema importancia para un normal desarrollo
físico. Hay que complementar la dieta con aceites vegetales ricos en ácidos grasos saturados.
Tanto las vitaminas como los minerales, los aceites vegetales y todos los componentes
alimenticios, no deben suministrarse nunca en dosis excesivas.

Se trata de perros especialmente selectivos, por lo que generalmente suelen cansarse rápido de
dietas basadas en pienso, llegándose incluso a negar a comer. Una gran alternativa para que
coman correctamente es ofrecerles dieta natural (dieta BARF), que por supuesto deberá ser
correctamente guiada por un veterinario nutricionista o nutricionista animal. Hoy en día podemos
encontrar una gran bibliografía sobre alimentación natural canina en el mercado, que pueden
servirnos como guía para iniciarnos y adquirir conocimientos básicos.

Una curiosidad importante a tener en cuenta a la hora de alimentar a un Siberiano Husky, es que
debido a su dieta original excesivamente alta en zinc (reno, Caribou, foca, ballena, pescado azul...),
desarrollaron un mecanismo de absorción disminuido del zinc. Lo cual se traduce hoy en día en
perros con tendencia a unos niveles de zinc excesivamente bajos, ya que sus dietas actuales no
son tan altamente ricas en este mineral como lo eran originalmente. Por lo que es conveniente
realizar analíticas anuales específicas de zinc y si es preciso suministrar una suplementación para
elevar los niveles. La carencia del zinc en su alimentación puede provocar un manto opaco y sin
vida además de queratosis seborreica y una pérdida muy sustancial del pelo (y por consecuencia
de la protección de su piel).

Niveles extremadamente bajos de zinc pueden afectar a la vista y al cerebro de manera


permanente y causar convulsiones.

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