Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
QUIRIHUAC - PERÚ
PREFACIO
Quirihuac
Esto ocurrió hace unos quince años atrás, era un lunes, las amas de casa
hacían sus labores como cualquier día; los adolescentes iban a estudiar unos
dos o tres a Trujillo pero la mayoría en el mismo Quirihuac; los padres de familia,
algunos, se iban a regar, otros se dedicaban a ser huaqueros 2 .
Mi abuelo era uno de ellos: “un huaquero muy gracioso y amable con
todos”. Los huacos que traía, los más
bonitos, eran para nosotros y los
demás los donaba a un museo que
antes había acá, en Quirihuac. En
este museo había cabellerizas donde
los huaqueros que venían de lejos
dejaban sus caballos y se iban a los
cerros. Además del gusto por los
huacos, mi abuelo era el encargado de apagar y encender la luz del pueblo.
Todo empezó un lunes por la noche venía de jugar una pichanga con mis
amigos, ya era tarde, todos mis vecinos estaban dormidos, por mi piel rosaba un
aire frio, parecía que me hubiesen abandonado en un lugar desolado donde
sentí la presencia de alguien desconocido, los perros comenzaron a llorar como
si un fantasma les tuviera asechando, mi cuerpo tembloroso corrió hacia mi casa
pensando que alguien me iba a matar, me acosté en mi cama y en mis sueños
veía a un animal encantado y
sin pensarlo me puse a llorar -
por favor no cuenten a nadie-.
Al día siguiente conté lo
sucedido a mi mamá y me dijo
que eso me pasa porque me
gustaba jugar en la noche en
horas malas. Y me relató lo
sucedido con un tío, pero eso
ya es otra historia. De repente
otro día les cuento.
Querido lector, por más cosas que tengamos, más plata que tengamos, uno
nunca debe olvidarse de nuestros seres queridos que con mucho amor velaron
por nosotros.
Les voy a relatar una leyenda que me contó mi abuelo, la cual causó en mí
mucho terror hasta quedar sin palabras
La novedad se dio por todo el pueblo, desde ese entonces nadie quería
acercarse por ahí, todos tenían miedo, después de años la gente sembró caña,
una huerta entera que rodeaba todo el cerro, pero ellos pensaban que nunca
más iban a pasar lo mismo y entonces se tranquilizaron, pero ahí no acaba todo
solo, es el comienzo de una aterrorizada leyenda.
La caña que hace
mucho tiempo sembraron se
llegó a extender y ya era hora
de cosecharla para la
empresa. Entonces todo el
pueblo se reunió y decidieron
contratar a dos regadores. Al
llegar la noche ellos
decidieron ir a la caña
cuando llegaron vieron que la
caña rodeaba al cerro y se acordaron de la leyenda que había sucedido ahí,
entraron con miedo a regar, cuando de pronto se escucharon sonidos extraños
ellos miraron al cerro y vieron que salían dos personas en una carreta con mucho
oro sin rumbo fijo.
Amigos lectores, si viven cerca por favor tengan cuidado y si deciden entrar
al cerro es su responsabilidad, nadie les mandó a ser tan inocentes.
Por irónico que sea la vida solo hay que reír de todo lo que pasa.
Los turistas comenzaron a escalar, pero el camino era feo, estaba lleno de
piedras que resbalaban. Nadie se podría imaginar lo que era un viaje de aventura
resultaría un viaje tenebroso. Ellos seguían
subiendo al cerro y de pronto se les cayeron
sus cosas, no sabían qué hacer, ya no podían
regresar y estaban perdidos. Siguieron
caminando y de pronto la chica se resbaló, el
chico asustado fue a verla y no sabían qué
hacer porque había quedado muy mal herido.
Compañeros, hoy contaré muy misteriosa que hizo que sintiera mucho
miedo. Espero que estén concentrados para que puedan entenderme