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SEÑOR INTENDENTE REGIONAL DE CAJAMARCA DE LA SUPERINTENDENCIA


NACIONAL DE ADUANAS Y DE DMINISTRACIÓN TRIBUTARIA-SUNAT

VIRGEN DE LA CONCEPCION S.R.L., identificada con RUC 20495990568, con domicilio


fiscal en Av. Perú N° 407, interior 010A, Barrio San Vicente; distrito, provincia y
departamento de Cajamarca, debidamente representada por su Gerente: Jorge
Rodríguez Medina, identificado con DNI Nº 26697070, ante Usted. Con el respeto
presento el siguiente petitorio:

I. PETITORIO

Interpongo el presente Recurso de APELACION conta la Resolució n de la Intendencia


Regional de Cajamarca Nº 4060140009511, de fecha 30 de noviembre de 2022, que en su
oportunidad resolvió declarar INFUNDADA nuestro recurso de reclamació n contenido en
el expediente N° 1660340004023 del 06 de junio de 2022.

El presente recurso de apelació n, lo interpongo dentro del plazo previsto por el Artículo
146° del TUO del Có digo Tributario (Decreto Supremo Nº133-2013-EF), por lo que en
virtud de los Artículos 143°,145°, 146°, y 148° del Có digo Tributario, la Intendencia
Regional Cajamarca de la SUNAT deberá validad la admisibilidad del presente recurso
y elevar todos los documentos y elementos conformantes del expediente de
reclamació n a la sede del Tribunal Fiscal para efectos que el ente Superior Jerá rquico
resuelva la controversia administrativa tributaria suscitada respecto a la pérdida de
Fraccionamiento Tributario.

II. PRETENCION IMPUGNATORIA

VIRGEN DE LA CONCEPCION S.R.L., solicita como pretensió n principal que el Tribunal


Fiscal resuelva revocar la Resolució n de la Intendencia Regional Cajamarca Nº
4060140009511, y dejar sin efecto valores contendidos en las Resoluciones de pérdida
de Fraccionamiento Tributario Nrs.: 1630170047387 y 1630170047388.

Como segunda pretensió n, VIRGEN DE LA CONCEPCION S.R.L., solicita que el Tribunal


ordene que la SUNAT deje sin efecto cualquier cobranza coactiva o cobro indebido sobre
nuestra empresa dado que el fondo de controversia se encuentra en discusió n en sede
administrativa y aú n no cuenta con el carácter ejecutorio al ampro de los Art. 9° y 192° de la
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Nueva ley de procedimiento administrativo General, bajo apercibimiento de interponer en


el extremo una demando constitucional de amparo en caso exista una vulneració n de la
SUNAT contra el debido proceso.

III. FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO

Con fecha 30 de noviembre de 2022, mi representada fue notificada la Resolució n


de Intendencia N° 4060140009511, a su buzó n electró nico.

La Administració n Tributaria, en la Resolució n mencionada en acá pite anterior, señ ala


que de la revisió n efectuada en el Extracto de presentaciones y pagos se ha constatado
que la recurrente no efectuó el pago de dichos conceptos, tal como se advierte en el
anexo 2 de las resoluciones impugnadas, por lo que se encuentra acreditado en autos
que, al 01 de abril de 2022, la recurrente incurrió en causal de pérdida del
fraccionamiento prevista en el numeral 15.1 del Decreto Legislativo N°1487; por lo
tanto, la Administració n Tributaria imputó los pagos realizados dio por vencidas
todas las cuotas pendientes de cancelació n, y emitió la resolució n de intendencia
impugnada, la misma que, en virtud de lo anteriormente señ alado, se encuentra
ajustada a ley.

En nuestro ordenamiento jurídico, el derecho al debido proceso encuentra sustento


constitucional en el numeral 3) del Artículo 139° de la Constitució n Política de 1993. Una
lectura literal de dicha disposició n podría inducir al operador jurídico a concluir que el
derecho al debido proceso se aplica ú nicamente en el á mbito de los procesos judiciales.
Empero, como bien ha señ alado un autor, un"( ... ) acercamiento un poco má s cuidadoso a
este precepto constitucional nos demuestra có mo dicha norma ú nicamente no se limita a
exigir la observancia del debido proceso en sede jurisdiccional, lo cual hace posible
invocar este derecho fundamental en otros contextos

Señ ores, en un Estado Constitucional de Derecho, la Carta Constitucional má s que un


conjunto de deberes, derechos u obligaciones, viene a constituir el marco supremo de los
valores y principios que regulan y exigen el cumplimiento de la sociedad. Este marco
constituye y tiene como fin ú ltimo la defensa de la persona humana y, por tanto, el
respeto y tutela de sus derechos e intereses, sobre todo frente a actos o actuaciones de la
Administració n Pú blica.
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Nuestra Carta Magna, en ese sentido, constituye un límite efectivo y real (vigencia
material) a toda la actuació n de los privados y de los poderes pú blicos. Por tal motivo,
todo acto de poder, como podría ser y es la emisió n de un acto administrativo, debe
ajustarse a lo establecido en la Carta Constitucional, de lo contrario, esta solo tendría un
cará cter de mera declaració n, programá tico y sin vigencia efectiva. Es decir, se afectaría
la fuerza normativa de la Constitució n.

A nivel legal, el derecho al debido proceso encuentra reconocimiento expreso en el


numeral l.2 del Artículo IV del Título Preliminar la Ley No. 27444, Nueva Ley del
Procedimiento Administrativo General (LPAG), aplicable a los procedimientos
administrativos tributarios en virtud de lo dispuesto en el numeral 2 del Artículo II del
Título Preliminar de la citada Ley. Dicha disposició n establece que los administrados
está n protegidos por todos los derechos y garantías que determinan un debido
procedimiento administrativo

Atendiendo a lo antes señ alado, cabe destacar que la jurisprudencia y la doctrina nacional
han establecido que, entre el conjunto de derechos esenciales que integran el derecho al
debido proceso, se encuentran, entre otros: (i) el derecho a la motivació n, segú n sea el
caso, de las resoluciones o actos administrativos; y, (ii) el derecho de contradicció n o
defensa.

Sobre el particular, cabe indicar que todo acto administrativo como es el caso de los actos
administrativos de cará cter tributario, necesita cumplir ciertos requisitos esenciales para
que sea vá lido y, por tanto, tenga existencia jurídica. Entre dichos requisitos, aparece la
motivació n como elemento imprescindible.

De acuerdo a la doctrina, el requisito de la motivació n del acto administrativo tributario


es de la mayor importancia, pues consiste en la manifestació n o exteriorizació n de los
argumentos de hecho y de derecho que han sustentado o justificado la decisió n
(alternativa elegida) que expide y hace pú blica la entidad administrativa. De esa forma, se
pretende que el administrado ejerza, entre otros derechos, su derecho constitucional a la
defensa.

A fin de cumplir con el deber de motivació n, se debe tener presente que la exteriorizació n
del razonamiento que sustenta la emisió n del acto administrativo tributario debe estar en
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funció n al contenido del mismo. Para este efecto, no debe perderse de vista que el
contenido de dicho acto no puede ser contrario al ordenamiento jurídico, debiendo ser
lícito, preciso, posible física y jurídicamente, ademá s de respetar el principio de
congruencia

Ahora bien, es con ocasió n de la emisió n de un valor tributario como sucede con una
resolució n de determinació n o de multa o Resolució n de pérdidas de Fraccionamiento,
donde el derecho de los administrados a la motivació n de los actos administrativos tiene
mayor relevancia. Desde luego, en estos casos, el deber de motivar los actos
administrativos es de mayor importancia, toda vez que estamos en presencia de un
á mbito en el que la actuació n arbitraria de la Administració n Pú blica podría generar una
exacció n injustificada del patrimonio de los contribuyentes. Así, si es que no se motiva en
forma estricta el acto administrativo tributario (que realiza ciertos reparos al
contribuyente, impone ciertas sanciones, declara no procedente una devolució n, entre
otros supuestos), lo que se genera no só lo es una afectació n a su derecho de defensa, sino
también una afectació n patrimonial o a los intereses en general del contribuyente.

Para que un acto administrativo tributario se encuentre debidamente motivado, es


necesario que el razonamiento involucrado en la decisió n se encuentre justificado
racionalmente. Es decir, el acto administrativo debe ser expresió n del respeto a los
principios y reglas ló gicas (ló gica interna), para lo cual el ó rgano resolutor debe seguir el
procedimiento metodoló gico o esquema formal necesario para plasmar adecuadamente
dichos principios y reglas en dicho acto administrativo (ló gica externa).

El acto administrativo tributario, debe contener en forma obligatoria el razonamiento


suficiente y coherente para justificar la posició n adoptada. De otra manera, cualquier otra
supuesta motivació n, calificaría corno insuficiente, defectuosa o simplemente inexistente,
situaciones prohibidas y sancionadas por ley

Nó tese entonces, que en caso que la Administració n Tributaria no cumpla con su


obligació n legal de motivar los actos administrativos que expida, no permitirá que los
contribuyentes conozcan los motivos por los cuales se le pretende, por ejemplo, cobrar
un tributo o se le pretende imponer una sanció n, con la consecuente imposibilidad de
ejercer su derecho constitucional a controvertir aquello que considera que no se ajusta a
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ley. Dicha situació n, como se verá , generará la nulidad del acto administrativo por falta de
cumplimiento de sus requisitos de validez.

Debemos señ alar que en el supuesto que la Administració n Tributaria no exteriorice los
motivos que sustentan la decisió n adoptada, sobre la base necesaria y previa de la
admisió n y valoració n de la informació n y argumentació n presentada por el deudor
tributario, no só lo violará los principios de verdad material e impulso de oficio, sino que
incurrirá en una abierta violació n al derecho de defensa de dicho deudor.

Por tal motivo, en caso la Administració n Tributaria incurra en una falta de motivació n,
habrá incurrido en un vicio de validez del acto administrativo tributario emitido. Este
vicio, como es claro, no es otro que la vulneració n del derecho de defensa, del principio
de verdad material e impulso de oficio, y motivació n de los actos administrativos
tributarios. En ese sentido, será n nulos total o parcialmente los valores o actos
administrativos tributarios emitidos, salvo que sea subsanado antes que los mismos sean
impugnados por los contribuyentes. Así se debe entender a partir de lo previsto el
numeral 2 del Artículo 109 del Có digo Tributario y lo establecido en el numeral 1 y 2 del
Artículo 10 de la LPAG.

POR TANTO:

Pido a Usted Señ or Intendente Regional de la SUNAT Cajamarca, admitir el presente


Recurso de Apelació n, validar su admisibilidad y oportunamente elevar el expediente
completo al ente Superior Jerá rquico (Tribunal Fiscal), para que éste a su turno proceda
a validad nuestra pretensió n principal revocatoria de la Resolució n de la Intendencia
Regional Cajamarca de la SUNAT N° 4060140009511.

PRIMER OTROSÍ DECIMOS: Que acompañ amos copia del Documento Nacional de


Identidad del Representante legal
SEGUNDO OTROSÍ DECIMOS: Acompañ amos copia simple de los siguientes documentos:
1. Copia de la Resolució n de Intendencia Regional de Cajamarca, N° 4060140009511

Cajamarca, 22 de diciembre 4060140009511 de 2022


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