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La arqueología bíblica estudia los restos de las civilizaciones descritas en la Biblia para arrojar luz sobre sus etapas e historias. Varios descubrimientos arqueológicos han confirmado personas, lugares y eventos mencionados en la Biblia, como el rey Sargón II de Asiria, el rey Joaquín de Judá, y el Cilindro de Ciro que narra la caída de Babilonia. La arqueología también ha identificado sitios como el Túnel de Ezequías y el Templo de Herodes,
La arqueología bíblica estudia los restos de las civilizaciones descritas en la Biblia para arrojar luz sobre sus etapas e historias. Varios descubrimientos arqueológicos han confirmado personas, lugares y eventos mencionados en la Biblia, como el rey Sargón II de Asiria, el rey Joaquín de Judá, y el Cilindro de Ciro que narra la caída de Babilonia. La arqueología también ha identificado sitios como el Túnel de Ezequías y el Templo de Herodes,
La arqueología bíblica estudia los restos de las civilizaciones descritas en la Biblia para arrojar luz sobre sus etapas e historias. Varios descubrimientos arqueológicos han confirmado personas, lugares y eventos mencionados en la Biblia, como el rey Sargón II de Asiria, el rey Joaquín de Judá, y el Cilindro de Ciro que narra la caída de Babilonia. La arqueología también ha identificado sitios como el Túnel de Ezequías y el Templo de Herodes,
La arqueología bíblica es la disciplina que se encarga de la recuperación e
indagación científica de los restos materiales de civilizaciones pasadas que tienen la posibilidad de alumbrar las etapas y descripciones de la Biblia. Un extenso arco de tiempo que comprende entre el año 2000 a. C. y 100 d. C.6 El motivo de ser de la arqueología bíblica radica en que posibilita un entendimiento científico de los pueblos que habitaron las denominadas tierras bíblicas, su historia, su cultura, su identidad y sus desplazamientos, lo cual hace viable una localización concreta de los relatos y confrontarlos con su historicidad, no constantemente coincidente. Las indagaciones arqueológicas en el área donde se desarrollan los hechos narrados en la Biblia poseen como un resultado agregado la comprobación de los hechos, sitios y personajes que aparecen citados en los diferentes libros que conforman la Biblia. Inclusive se ha llegado a generar el concepto de arqueología bíblica para llamar a una sección de la arqueología que se ocupa de estudiar los sitios designados en la Biblia. Por lo que, podemos afirmar que, hay varios casos en que los descubrimientos arqueológicos han señalado congruencias con los hechos o personajes bíblicos. Entre esos descubrimientos se encuentran los siguientes: Rey Sargón II de Asiria. Este personaje, que aparece en Isaías 20:1, no pudo ser confirmado hasta que en 1843 se descubrieron las ruinas de su palacio. Se hallaron escritos en los que se relatan las conquistas de las ciudades de Samaria y Asdod que aparecen también relatados en el libro de Isaías. Joaquín, rey de Judá. El descubrimiento de las tablillas de Babilonia permitió la confirmación de la existencia del rey Joaquín de Judá y sus cinco hijos que aparecían nombrados en el Segundo libro de los reyes y el Primer libro de crónicas. El sello de Yehujal. En 2005 la arqueóloga Eilat Mazar descubrió un sello de arcilla en el cual se nombraba Yehujal (Jehucal o Jucal), un funcionario judío que es nombrado en el libro de Jeremías. Hallazgos en Nínive. En el palacio de Senaquerib hay un bajorrelieve que muestra a las tropas asirias llevando cautivos a los israelitas tras la caída de Laquis, hecho relatado en el Segundo libro de los reyes.40 En las piezas conocidas como Anales de Senaquerib se relatan los hechos realizados durante el reinado de Ezequías y a este mismo personaje. El Cilindro de Ciro. Se encontró en Sippar, cerca de Bagdad (Irak). Narra la conquista de Babilonia por Ciro el Grande. Algunos ven en el relato de Isaías 13:1,47 13:17-19,48 y 44:26—45:349 la profecía de la destrucción de Babilonia por Ciro. También en el cilindro se expone la política de Ciro de dejar volver a los pueblos deportados a su tierra de origen, tal y como sucedió con los israelitas. El largo y difícil viaje de regreso de los israelitas a Judá y Jerusalén pudo durar unos cuatro meses, de acuerdo a Esdras 7:9.50 Habrían llegado el séptimo mes (Tisri) de 537 a.C. (Esdras 3:1-6).51 Inclusive, hay edificaciones específicas confirmadas como: La Rampa del sitio de Lakís: La ciudad de Lakís fue capturada por el rey asirio Senaquerib en 701 a. C. Piscina de Siloé: La piscina, ubicada al sureste de las murallas de la ciudad, es receptora de las aguas del Túnel de Ezequías. Segundo Templo: Construido por Herodes el Grande. Templo de Siquem: Datado en la Edad del Bronce, mencionado en Jueces 9. Túmulos: 19 túmulos localizados al occidente de Jerusalén han sido datados sin dudas del tiempo de la Monarquía de Judea, pero es posible que representen sitios a la memoria de los reyes mencionados en 2 Crónicas 16, 14; 21, 19; 32, 33 y el Libro de Jeremías 34, 5. Templo de Diana de los Efesios. Sin embargo, también se encuentran, objetos de excavaciones documentadas como los tales: Los Ostraca de Arad. Los textos de Balaam: tinta sobre yeso, encontrados en Deir ʿAllā en Jordania (Números 22 - 24). El Obelisco Negro de Salmanasar III, que representa a Jehú, rey de Israel, según 2 Reyes 8-10, o a alguno de sus embajadores.3132 El osario familiar de Caifás, descubierto en Jerusalén en 1990. Los archivos cuneiformes de Ebla (Tell Mardikh): Descubiertos en 1975 incluyen el nombre de tres personajes relacionados con los patriarcas bíblicos,33 entre ellos el de Ebrum, que algunos identifican con el patriarca bíblico Heber.34 La inscripción de Ecrón, descubierta en 1993 en Tell Mique. La arqueología además ha brindado descubrimientos interesantes con interacción a la conformación de los propios textos bíblicos.[cita requerida] Los descubrimientos del Evangelio de Tomás y del Evangelio de Felipe, ejemplificando, reforzaron la Premisa de Q.[cita requerida] Unos pocos eruditos se inclinan a opinar que el Evangelio de Tomás es más antiguo que los 4 canónicos y que al igual que Mateo y Lucas, tuvo a Q por fuente documental.[cita requerida] Acorde a quienes secundan la conjetura de la Fuente Q, los evangelios más antiguos podrían ser colecciones de estos de Jesús que no narrarían la crucifixión ni la resurrección, sino que se preocuparían por conservar el registro de las enseñanzas del Maestro.