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El poseedor ilegítimo es aquel cuyo título que justifica su posesión resulta inválido. En
tanto, el poseedor precario es quien ejerce la posesión sin título alguno. Así, en los
procesos de desalojo por ocupación precaria el demandado deberá acreditar el título
que justifica su posesión, aunque éste tenga la calidad de inválido.
CASACIÓN
« ... El concepto de posesión precaria que establece el Artículo novecientos once del
Código Civil, comprendiendo en ella al que ejerce sin título alguno o cuando el que se
tenía ha fenecido, no se extiende a la posesión inmediata a título de arrendatario; (...) la
posesión precaria por fenecimiento del título debe entenderse, entre otros, a los
poseedores temporales con título, en los casos del usufructuario, usuario, superficiario
y acreedor anticrético...»
CASACION Nro. : 1022 - 95 / AYACUCHO.
Se trata del Recurso de Casación interpuesto por Carmen Romaní Vega, contra la
sentencia de vista emitida por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Ayacucho, de fojas sesentisiete de treintiuno de octubre de mil novecientos
noventicinco, que confirmando la apelada de fojas cincuentiuno, declaró fundada la
demanda de desalojo por ocupación precaria y ordena que la demandada restituya el
inmueble sublitis dentro del plazo de seis días de consentida y/o ejecutoriada la
apelada.
CONSIDERANDO:
Segundo.- Que las sentencias inferiores se fundan que siendo el bien arrendado de
propiedad del Estado y durando la locación-conducción más de seis años, el contrato
ha quedado resuelto de pleno derecho por imperativo de lo contemplado en el
penúltimo y último párrafo del Artículo mil seiscientos ochentiocho del Código Civil, por
lo que resultan de aplicación los Artículos novecientos once y novecientos veintitrés del
acotado, teniendo la demandada la condición de ocupante precaria;
Cuarto.- Que la posesión precaria por fenecimiento del título debe entenderse, entre
otros, a los poseedores temporales con título, en los casos del usufructuario, usuario,
superficiario y acreedor anticrético;
Quinto.- Que el hecho de que el inmueble sea del Estado y el arrendamiento dure más
de seis años y que el Artículo mil seiscientos ochentiocho del Código Civil en su parte
final determine que todo plazo o prórroga que exceda de dicho término se entiende
reducido a dicho plazo, significa que el plazo del arrendamiento ha concluido, pero no
convierte al conductor en ocupante precario;
Sexto.- Que el Artículo mil setecientos del Código Civil dispone que vencido el plazo del
contrato, si el arrendatario permanece en uso del bien arrendado, no se entiende que
hay renovación tácita, sino la continuación del arrendamiento, bajo sus mismas
estipulaciones, hasta que el arrendador solicite su devolución, la cual puede pedir en
cualquier momento;
Octavo.- Que esto determina que la vía de desalojo por ocupación precaria, no es la
adecuada para solicitar la desocupación de un inmueble, por conclusión o vencimiento
del plazo del arrendamiento;
Noveno.- Que por ello ha existido una interpretación errónea de los Artículos
novecientos once, novecientos veintitrés y mil seiscientos ochentiocho del Código Civil,
porque no tiene la condición de ocupante precario, el arrendamiento que continúa en el
bien arrendado después de concluido o vencido el plazo del arrendamiento, y que la
interpretación correcta de dicha norma es la expresada en los considerandos
precedentes, por lo que resulta de aplicación el inciso primero del Artículo trescientos
ochentiséis del Código Adjetivo;
Décimo.- Por las razones expuestas y de conformidad con el inciso primero del Artículo
trescientos noventiséis del Código Procesal Civil, la Sala Civil de la Corte Suprema;
FALLA:
La posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha
fenecido.
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del Recurso de Casación interpuesto por Sixtina
Cisneros Farfán, mediante, escrito de fojas ciento noventinueve, contra la sentencia de
fojas ciento ochentisiete, su fecha nueve de mayo de mil novecientos noventicinco,
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lambayeque, que
confirmando la apelada de fojas ciento cincuentiuno, su fecha diecisiete de enero de mil
novecientos noventicinco, declara fundada la demanda de desalojo por ocupante
precario interpuesta por Ciro Arribasplata Bazán.
CONSIDERANDO:
SENTENCIA
CAS. Nº 1081-98-HUARA
VISTOS; en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha, integrada por los señores
vocales Buendía Gutiérrez, Beltrán Quiroga, Almeida Peña, Seminario Valle y Zegarra
Zevallos; verificada la votación de acuerdo a ley emite la siguiente sentencia:
Se trata del Recurso de Casación interpuesto por don León Cárdenas Moris a fojas
doscientos ochentiséis, contra la sentencia de vista de fojas doscientos setentisiete, su
fecha veinticuatro de marzo de mil novecientos noventiocho, expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Huaura, que falla Confirmando la sentencia apelada de fojas
ciento ochentitrés, su fecha dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete, que
declara Fundada en todos sus extremos la demanda, en consecuencia ordena que el
demandado desocupe el inmueble materia de autos, en el plazo de seis días; en los
seguidos por Ganadería Los Tilos Sociedad Anónima sobre Desalojo.
El recurrente invoca como causal la prevista en el inciso primero del Artículo trescientos
ochenta y seis del Código Procesal Civil, manifestando que existe interpretación
errónea del Artículo novecientos once del Código Civil.
CONSIDERANDO:
Tercero.- Que, la norma bajo estudio señala que «la posesión precaria es la que se
ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido».
Cuarto.- Que, el análisis casatorio debe partir de los supuestos de hecho contenidos en
la sentencia de vista por estar el mismo referido a aspectos exclusivamente legales,
esto con el objeto de concretar los fines del Recurso de Casación en cuanto a la
correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional.
Sexto.- Que, el recurrente fue despedido con fecha veinticinco de enero de mil
novecientos noventa y seis, por haber cometido falta grave, perdiendo
consiguientemente la calidad de trabajador, ostentando en la actualidad sólo la calidad
de socio accionista de la empresa; por lo que la sentencia impugnada llega a la
conclusión que el recurrente tiene la calidad de precario de acuerdo al Artículo
novecientos once del Código Civil por no haber acreditado relación contractual entre su
persona y la empresa demandante sobre el inmueble sublitis.
Décimo.- Que, siendo uno de los fines del Recurso de Casación buscar la correcta
interpretación de la norma de derecho material y teniendo en cuenta que la
interpretación efectuada por el recurrente es la correcta; Por estas consideraciones, en
concordancia con lo preceptuado por el Artículo trescientos noventa y seis del Código
Adjetivo, actuando en sede de instancia y resolviendo en forma definitiva el fondo del
asunto.
RESOLUCIÓN:
DESALOJO. Lima, trece de diciembre del dos mil dos.- LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, vista la
causa dos mil cuatrocientos veintidós - dos mil dos; en audiencia pública de la fecha y
producida la votación con arreglo a ley, se emite la siguiente sentencia: MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por don Visitación Guerrero
Reyes, contra la sentencia de Vista de fojas ciento sesenta y seis, su fecha veintiuno
de junio del dos mil dos, expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que confirma la sentencia de primera instancia, que declara fundada
la demanda; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, concedido el recurso de casación
a fojas ciento setenta y seis, fue declarado procedente por este Supremo Tribunal
mediante resolución de fecha veintiocho de agosto del dos mil dos, por la causal
contemplada en los incisos primero y segundo del artículo trescientos ochentiséis del
Código Procesal Civil, denunciando que; a) la Sala de Vista ha efectuado la
interpretación errónea del artículo novecientos once del Código Civil, que establece que
la posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha
fenecido, al señalar que la falta de consignación de arriendos convierte a su parte en
ocupante precario; siendo la interpretación correcta de la norma sustantiva la que
establece que la precariedad solo se da cuando existe ausencia absoluta de cualquier
circunstancia que justifique el uso y disfrute del bien, es decir, cuando no se acredita
con título alguno la posesión de un inmueble, lo que no sucede en el caso de autos,
pues el recurrente ha presentado la constancia de trabajo que constituye título para
ocupar el inmueble, siendo irrelevante si se pagan o no alquileres, ya que esto no se
contempla en el artículo novecientos once del Código Civil; y, b) la inaplicación de los
artículos novecientos uno, novecientos dos, novecientos cinco, novecientos seis del
Código Civil, concordantes con el artículo seiscientos sesenta del citado cuerpo
normativo, pues el recurrente viene ejerciendo una posesión continua, sin
interrupciones, transmitida de padre a hijo, con anuencia de la demandante; toda vez
que, el primigenio poseedor en su condición de trabajador gozaba del uso y disfrute de
la posesión; por tanto, se trata de una posesión adquirida de buena fe, prevista en el
artículo novecientos cinco del Código Sustantivo; CONSIDERANDO: Primero.- Que, en
el presente caso la pretensión de desalojo por ocupación precaria interpuesta por la
Municipalidad Distrital de San Isidro respecto del inmueble sub judice contra Visitación
Guerrero Reyes, ha sido amparada tanto por el A quo como por el A quem, al
estimarse: a) que la condición de propietario de la actora se acredita con las
Resoluciones Supremas números trescientos treinticuatro- setentitrés- VI de fecha
veinticuatro de julio de mil novecientos setenta y tres y doscientos cinco- setentisiete
/VC- cuatro mil cuatrocientos de fecha primero de setiembre de mil novecientos setenta
y siete, de fojas ocho y nueve respectivamente, y b) que la parte demandada no ha
acreditado plenamente que la ocupación que ejerce en el predio se funde en título
válido, ya que los recibos de fojas cuarenta y seis a fojas cien, no corresponden a
arrendamiento alguno pues en ellos solamente aparece que el concepto de pago es
por fluido eléctrico; que, la consignación referida en el escrito de fojas diez,
corresponde al mes de noviembre del año dos mil uno, esto es, con posterioridad a la
fecha de interposición de la demanda de desalojo; y, que además no se discute la
condición laboral del demandado; Segundo.- Que, a tenor de lo dispuesto en el artículo
novecientos once del Código Civil, ocupante precario es aquél que posee un bien sin
tener título que justifique su posesión o cuando el que tenía ha fenecido,
correspondiendo a la demandante acreditar en el proceso su titularidad sobre el bien,
así como la ocupación del demandado, quien por su parte deberá acreditar la
existencia de un título que justifique su posesión, como resulta de la concordancia con
el artículo ciento noventa y seis del Código Procesal Civil; Tercero.- Que, en
consecuencia, en los procesos seguidos sobre desalojo por ocupación precaria no se
exige al demandado acreditar la propiedad sobre el inmueble, sino únicamente justificar
su posesión y permanencia en el mismo en virtud a un título; Cuarto.- Que, conforme
se ha establecido en las sentencias de mérito, y así también lo admite la actora en su
escrito de demanda, el demandado es trabajador de la entidad edilicia, y es en virtud a
dicha calidad que éste legitimó su ingreso a la posesión de parte del inmueble sub litis;
Quinto.- Que, por tanto, la posterior permanencia del demandado en el inmueble, luego
de surgir la necesidad de la actora de ampliar las instalaciones de la Planta de
Transferencia o acopio de residuos sólidos el que comprende la vivienda del
emplazado, no convierte en precario al recurrente; no resultando pertinente en esta vía
sumarísima determinar la naturaleza de las relaciones jurídicas existentes entre el
propietario y el ocupante del inmueble, y que autorizarían el derecho de uso a favor del
demandado; Sexto.- Que, siendo así, evidenciándose legitimidad en la posesión que
detenta el recurrente, pese a la condición de propietario que acredita el demandante,
se advierte que las instancias de mérito al haber declarado precario al demandado han
efectuado una interpretación errónea del artículo novecientos once del Código Civil,
conllevando a que se declare la improcedencia de la demanda; Séptimo.- Que, en
cuanto a la causal de inaplicación de normas de derecho material, cabe mencionar que
ésta se entiende cuando el juez deja de aplicar al caso controvertido normas
sustanciales que ha debido aplicar y que, de haberlo hecho, habrían determinado que
las decisiones adoptadas en las sentencias fuesen diferentes de las acogidas; Octavo.-
Que, los artículos novecientos uno y novecientos dos del Código Civil, determinan las
formas de conservar la posesión, como es la tradición y sucesión de la misma;
asimismo, los artículos novecientos cinco y novecientos seis del Código acotado,
establecen las clases de posesión; inmediata y mediata; del mismo modo la posesión
ilegítima y de buena fe, respectivamente; Noveno.- Que, las normas denunciadas son
impertinentes al proceso submateria, toda vez que en un proceso de desalojo por
ocupación precaria, la actividad probatoria está orientada a establecer si el demandado
tiene o carece de justo título que ampare su posesión y que éste no haya fenecido, no
guardando por tanto la pertinencia de su aplicación en la solución del presente conflicto
de intereses, más aún si tales dispositivos legales no han sido objeto del debate
contradictorio durante el desarrollo del proceso, si aunado a ello se tiene que
establecer si el demandado es poseedor inmediato o mediato y si es ilegítima o de
buena fe necesariamente implica un análisis de las pruebas que no es posible en sede
de casación; Décimo.- Que, respecto a la inaplicación del artículo seiscientos sesenta
del Código Civil, referido a que desde el momento de la muerte de una persona, los
bienes, derechos y obligaciones que constituyen la herencia se transmiten a sus
sucesores; tampoco se advierte su eficacia para la solución de la litis al no haberse
fijado dicho aspecto como punto controvertido en el caso de autos y menos se ha
estimado probado que el emplazado haya sido judicialmente declarado heredero en
cuya virtud le asistan derechos sobre el inmueble subjudice; Undécimo: Que, en
consecuencia verificándose la causal de interpretación errónea de una norma de
derecho material previsto en el inciso primero del artículo trescientos ochenta y seis del
Código Adjetivo y de conformidad con el inciso primero del artículo trescientos noventa
y seis del Código Procesal Civil; declararon FUNDADO el recurso de casación de fojas
ciento setenta y uno, interpuesto por don Visitación Guerrero Reyes; en consecuencia
NULA la sentencia de Vista de fojas ciento sesenta y seis de fecha veintiuno de junio
del dos mil dos y actuando en sede de instancia, REVOCARON la sentencia apelada
de fojas ciento veintisiete, su fecha veintiocho de febrero del dos mil dos, que declaró
fundada la demanda de fojas dieciocho a veintidós y ordena que el demandado cumpla
con desocupar el inmueble sub litis en el plazo de seis días, con costas y costos del
proceso; con lo demás que contiene, y REFORMÁNDOLA declararon Improcedente la
demanda interpuesta, sin costas ni costos; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por la
Municipalidad Distrital de San Isidro con Visitación Guerrero Reyes, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria; y los devolvieron.SS. ECHEVARRÍA ADRIANZÉN; LAZARTE
HUACO; INFANTES VARGAS; SANTOS PEÑA
Se ha incurrido en una interpretación errónea del artículo 911 del Código Civil al
considerar que los recibos adjuntados por el emplazado no configuran la relación
contractual con el demandante, cuando justamente dichos recibos verifican dicha
relación por cuanto los pagos han sido efectuados a nombre propio, generándose por
ello un contrato de arrendamiento cuya existencia no requiere de una formalidad ad
solemnitatem.
Se aplica el artículo 911 del Código Civil al presente caso, porque al haber sido
resuelto el contrato de compraventa y no habiendo objetado la recurrente la
comunicación que se le cursó en tal sentido, tiene la condición de precaria, ya que el
título que tenía ha fenecido.
“... Si bien hay amplia libertad para ofrecer prueba, como se reconoce en el artículo
ciento noventiuno del Código Procesal Civil, ésta debe ser ofrecida por las partes en los
actos postulatorios, como establece el artículo ciento ochentinueve del mismo Código;
salvo las excepciones previstas en los procesos de conocimiento y abreviado, con las
limitaciones que para esos casos se señalan; (...) la ‘ratio legis’ de ésta disposición es
permitir el examen oportuno de la prueba del contrario y proscribir la probanza
sorpresiva y artera, que se presentaba a última hora para impedir al contrario su
escudriño; (...) Por esa razón toda prueba se incorpora al proceso con conocimiento del
contrario y en las oportunidades previstas en la ley...”
CAS. N° 1428-00 LORETO Mat. Desalojo por ocupación precaria 11-8-2000 LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA,
vista la causa número mil doscientos cuarentiocho - dos mil, con los acompañados en
Audiencia Pública de la fecha y producida la votación con arreglo a Ley, emite la
siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Que, don Mario Ishuiza Apagueño
recurre en casación a fojas ciento sesentidós de la sentencia de vista de fojas
cincuentiséis, del once de abril del presente año expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Loreto, que revoca la apelada de fojas cincuenticuatro del
veintisiete de octubre, de mil novecientos noventinueve dictada durante la Audiencia
Unica de fojas cincuentitrés, declara improcedente la demanda de fojas once;
FUNDAMENTOS: Que, por Resolución de ésta Sala Suprema del catorce de junio
último se declaró procedente el recurso por la causal de Contravención de las normas
que garantizan el debido proceso, pues la sentencia de vista se ha sustentado en
medios probatorios ofrecidos en segunda instancia, no obstante tratarse de un proceso
sumarísimo, en contravención de lo dispuesto en el inciso tercero del artículo
quinientos cincuentinueve del Código Procesal, ya que sólo en los procesos de
conocimiento y abreviados es posible ofrecer medios probatorios en el escrito de
apelación; y que en el supuesto negado que por algún criterio jurisdiccional se hiciera
extensivo a los procesos sumarísimos, tampoco podrán admitirse por cuanto no reúnen
los requisitos de los incisos primero y segundo del artículo trescientos setenticuatro del
mismo Código; CONSIDERANDO: Primero.- Que, el proceso se forma cumpliendo una
serie de actos, unos realizados por las partes, otros por el Juez, que la ley regula
señalando, cómo, cuándo y dónde deben realizarse, así como los efectos que
producen, todo lo cual constituyen las formas del proceso que deben observarse para
la validez del acto procesal; Segundo.- Que, si bien hay amplia libertad para ofrecer
prueba, como se reconoce en el artículo ciento noventiuno del Código Procesal Civil,
ésta debe ser ofrecida por las partes en los actos postulatorios, como establece el
artículo ciento ochentinueve del mismo Código; salvo las excepciones previstas en los
procesos de conocimiento y abreviado, con las limitaciones que para esos casos se
señalan; Tercero.- Que, la “ratio legis” de ésta disposición es permitir el examen
oportuno de la prueba del contrario y proscribir la probanza sorpresiva y artera, que se
presentaba a última hora para impedir al contrario su escudriño; Cuarto.- Por esa razón
toda prueba se incorpora al proceso con conocimiento del contrario y en las
oportunidades previstas en la ley; Quinto.- Que, esta regulación no limita la facultad
que tiene el Juzgador de mérito de ordenar la actuación de los medios probatorios
adicionales que considere convenientes, la que comprende admitir la prueba
extemporánea ofrecida por alguna de las partes, como bien pudo haber hecho la Sala
de Revisiones, para lo cual debió expedir resolución motivada que se notifica a las
partes, cumpliendo así con los principios de publicidad, bilateralidad y contra-dicción
que rigen la actuación probatoria, de tal manera que el contrario pueda tener la
posibilidad de controlar la actuación de la prueba adversa; Sexto.- Que, en éste caso, a
fojas ochentidós el demandado apeló de la sentencia de primera instancia y acompañó
los medios probatorios que en el mismo escrito se indica, y ya el proceso en segunda
instancia, a fojas noventisiete, nuevamente acompaña documentos, entre ellos el título
de fojas noventiocho, que no se admitieron como prueba, y se mandó tener presente
en lo que fuera de ley; Séptimo.- Que, la sentencia de vista, en su motivo tercero,
reconoce que el emplazado presentó extemporáneamente los documentos que
menciona, mas sostiene que no pueden dejar de ser valorados atendiendo a que la
finalidad del proceso es resolver un conflicto de intereses, logrando la paz social en
justicia; lo que pudo hacer siguiendo el cauce establecido en la ley, como se ha
señalado; Octavo.- Que, la Sala de Revisiones al sustentarse en prueba no admitida,
afectó el derecho del contrario a un debido proceso y los principios antes señalados,
incurriendo en el vicio de nulidad previsto en el artículo ciento veintidós inciso tercero
del Código Adjetivo; Por estos fundamentos; Declararon FUNDADO el recurso de
casación de fojas ciento sesentidós, y NULA la sentencia de vista de fojas ciento
cincuentiséis, de fecha once de abril del presente año y de conformidad con lo
dispuesto en el artículo trescientos noventiséis inciso segundo párrafo dos punto uno
del Código Procesal Civil, ORDENARON que el órgano jurisdiccional inferior expida
nuevo fallo con arreglo a ley; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por don Mario Ishuiza Apagueño contra
don Linorio Maytahuari Yahuarcani, sobre Desalojo por Ocupante Precario; y los
devolvieron. SS. URRELLO A.; SÁNCHEZ PALACIOS P.; ROMÁN S.; ECHEVARRÍA
A.; DEZA P.
SS. CASTILLO C.; URRELLO A.; ORTIZ B.; CASTILLO LA ROSA S.; AMPUERO.
Desalojo
Expediente 211-98
Sala Nº 1
Resolución Nº 7
Desalojo
Expediente 320-7-97
Sala Nº 1
Resolución Nº 5
VISTOS; interviniendo como ponente la señorita Ahón Castañeda por los fundamentos
cuarto, quinto y séptimo de la sentencia apelada; y CONSIDERANDO además:
Primero.- Que, a tenor del artículo 911 del Código Civil la posesión precaria es la que
se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido; Segundo.- Que, en los
procesos de desalojo por ocupante precario, debe el demandado probar la existencia
de vínculo contractual o de naturaleza distinta que justifique la ocupación del bien;
Tercero.- Que, de las copias certificadas de las sentencias expedidas en el proceso
sobre interdicto de recobrar interpuesto por el ahora demandado don Teodosio
Demetrio Ñañez Trillo y otra contra el ahora demandante Alfredo Ricardo Bahamonde
Vidal, se evidencia a fojas cuarentinueve, cincuentiuno y cincuentidós que es don Mario
Ñañez Trillo (hermano del demandado) quien en el año mil novecientos setentidós
pacta contrato de arrendamiento con el difunto Jorge Bahamonde Delprat y es a don
Mario Ñañez Trillo a quien en octubre de mil novecientos setentinueve se le otorga la
primera opción de compra del inmueble sub-litis, y es precisamente don Mario Ñañez
Trillo quien, apersonándose a fojas ochentisiete del proceso sobre interdicto, precisa
que como inquilino originario había "cedido" la posesión a sus padres, situación que es
corroborada por el propio demandado quien, cuando interpone demanda de
prescripción adquisitiva de dominio manifiesta que su hermano Mario Ñañez se casó y
se fue vivir en la Urbanización Palomino (véase fojas cincuentiocho) quedando él y su
señora madre como ocupantes del inmueble sub-litis, siendo del caso resaltar que
cuando supuestamente se pacta el arrendamiento, es decir en el año mil novecientos
setentidós, don Teodosio Demetrio Ñañez Trillo contaba con treintiocho años de edad
(véase Libreta Electoral de fojas treinticuatro) es decir que ni podía presumirse que
estuviere bajo la patria potestad de sus padres, ni bajo la tutela de su hermano Mario;
Cuarto.- Que, evaluando toda la documentación presentada por el propio demandado,
este Colegiado llega a la conclusión de que tanto don Teodosio Demetrio Ñañez Trillo
como su señora madre vienen ocupando el inmueble sub litis sin tener título alguno y
que en consecuencia su calidad es la de precarios; Quinto.- Que las sentencias que en
copia certificada corren de fojas cuarentisiete a cincuentitrés, declaran fundada la
demanda de interdicto de recobrar interpuesta por don Teodosio Demetrio Ñañez Trillo
y su señora madre, y no podía ser de otro modo ya que fueron desalojados de un
predio sin haber sido citados ni emplazados en el juicio respectivo, ya que nuestro
ordenamiento procesal no permite que se desaloje a las personas, sin un previo juicio
en el que hayan podido ejercer su derecho de defensa, aun cuando estas personas
pudieran ser calificadas como usurpadores, invasores u ocupantes precarios, pues es
precisamente en el proceso judicial con el se les emplace en el que quedará
demostrada o no la condición que se les atribuye, y, de ser procedente, se ordenará su
desalojo; Sexto.- Que, en consecuencia, el hecho de haber ganado este juicio de
interdicto de recobrar, no otorga a los demandados título alguno para poseer (título que
como ya ha quedado demostrado, nunca han detentado) sino que deja claramente
establecido que para obtener el desalojo de cualquier persona debe proseguirse el
juicio que nuestro ordenamiento legal prevé; en orden a lo glosado: REVOCARON la
sentencia de fojas doscientos y siguientes, su fecha treintiuno de octubre de mil
novecientos noventiséis en cuanto declara infundada la demanda de fojas veintidós;
REFORMANDOLA en este extremo declararon FUNDADA la demanda y en
consecuencia ORDENARON que don Teodosio Demetrio Ñañez Trillo y doña Justina
Trillo Tornero desocupen el inmueble ubicado en el Jirón Restauración número
cuatrocientos setenticinco, interior ciento treintitrés (antes interior "D"), Breña, en el
plazo de seis días; CONFIRMARON la propia sentencia en cuanto declara infundada la
tacha de fojas sesenticuatro y exime de costas y costos a los demandados por haber
tenido motivos para litigar; en los seguidos por Sucesión Jorge Bahamonde Delprat con
Teodosio Demetrio Ñañez Trillo y otra sobre desalojo; y los devolvieron.
S.S.
AHON CASTAÑEDA
BETANCOURT BOSSIO
MEDEL HERRADA
Desalojo
“... De autos se aprecia que los demandados tienen un justo título que justifica la
posesión del bien y mientras no sea declarado inválido, ineficaz o resuelto resulta
infundada la pretensión del actor (de desalojo por ocupación precaria)”.
CONSIDERANDO:
Primero.- Que, la acción versa sobre Desalojo por Ocupante Precario, sosteniendo el
accionante ser propietario del bien por haberlo adquirido por contrato de compraventa,
de la Cooperativa Agraria de Usuarios “Macacona” Limitada, sin embargo los
demandados ejerciendo su derecho de contradicción refieren hacer adquirido dicho
predio por contrato de compraventa con arras, de la misma Cooperativa.
Segundo.- Que, los Artículos mil cuatrocientos quince, mil cuatrocientos dieciséis, mil
cuatrocientos diecisiete, son normas materiales referidas a los contratos preparatorios,
que deben contener por lo menos los elementos esenciales del contrato definitivo,
como es la cosa y el precio, sin embargo, estas normas no son aplicables al caso, pues
no guardan relación con el objeto de la pretensión porque en el caso sub examen se
discute si los demandados poseen indebidamente dicho predio, y respecto de ello
deben estar centradas, las normas materiales, siendo infundado este extremo,
ocurriendo lo mismo con el Artículo novecientos veintitrés del Código Civil, referido al
derecho de propiedad que no es materia a dilucidarse de la presente acción.
Tercero.- Que, respecto al Artículo mil quinientos noventinueve del Código Civil, no
guarda relación con el proceso que se ventila, siendo inaplicable al caso sub materia
toda vez que el derecho de retracto tiene una vía procedimental distinta con otros
presupuestos de admisibilidad y procedencia.
Cuarto.- Que, el Artículo novecientos once del Código Civil, si bien es cierto no ha sido
invocado de manera expresa en la sentencia, pero del razonamiento lógico, se infiere
que ha estado concentrado en esta norma, más aún si de autos se aprecia que los
demandados tienen un justo título que justifica la posesión del bien y mientras no sea
declarado inválido, ineficaz o resuelto resulta infundada la pretensión del actor.
Quinto.- Que, además, respecto al mismo predio, los demandados interpusieron juicio
de retracto contra el actor, el que se declaró Fundado por Sentencia de fecha diez de
diciembre de mil novecientos noventisiete, expedida por la Sala Civil de Ica, e
interpuesto Recurso de Casación éste se declaró Improcedente, quedando entonces
firme la sentencia que ampara el retracto.
RESOLUCIÓN:
Declararon INFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto a fojas ciento diecisiete
por don Miguel Angel Villanueva Villanueva, contra la sentencia de vista de fojas ciento
tres, su fecha veinticuatro de julio de mil novecientos noventisiete; en los seguidos
contra don Fernando Dionisio Lovera Espinoza y otra, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; CONDENARON al recurrente a la multa de una Unidad de Referencia
Procesal, así como al pago de las costas y costos originados de la tramitación del
recurso; ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano; y los devolvieron.
SS. BUENDÍA G.; BELTRÁN Q.; ALMEIDA P.; SEMINARIO V.; ZEGARRA Z.
Desalojo
Exp. Nº 55-99
Desalojo: De propietario
Lima, tres de diciembre del dos mil dos. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; Vista la causa número dos mil
doscientos sesenta - dos mil dos, con el acompañado, en audiencia pública de la fecha
y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por doña Liliana Guevara
Díaz. Mediante escrito de fojas ciento veinticuatro, contra la sentencia de vista, emitida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, de fojas ciento dieciocho, de
fecha siete de junio del dos mil dos, que confirmando la apelada declaró fundada la
demanda de desalojo por ocupación precaria; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que,
concedido el recurso de casación a fojas ciento veintinueve, fue declarado procedente
por resolución del catorce de agosto del dos mil dos, por las causales contempladas en
los incisos primero y tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal
Civil [1], sustentada en: a) la interpretación errónea del artículo novecientos once del
Código Civil [2], porque es condición sine qua non que quien pretende desalojo por
ocupación precaria tiene que acreditar título de dominio sobre el terreno y la
construcción y b) la contravención al debido proceso, porque si bien es cierto que por la
declaración de rebeldía no se tomó en consideración los hechos expuestos por su
persona en su escrito de contestación de la demanda, la Sala estaba obligada a
observar los artículos ciento noventiséis, ciento noventisiete y ciento ochentiocho del
Código Procesal Civil [3], relacionados a la carga de la prueba y el actor ha reconocido
en su escrito de demanda que el supuesto propietario que ocupa el terreno había
construido un edificio de tres plantas; CONSIDERANDO: Primero. Que, primero hay
que analizar el inciso tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal
Civil, porque de declararse fundada, ya no cabe pronunciamiento sobre la otra causal;
Segundo. Que, el actor ha reconocido en su demanda de fojas nueve, que solo es
propietario del terreno, pero que había sido enajenado sin su consentimiento e
inclusive el supuesto propietario sin título alguno ya había construido un edificio de tres
plantas; Tercero.- Que, la sentencia de vista no ha contemplado esta situación, porque
no se puede desligar la construcción edificada sobre el terreno y ordenar solamente el
desalojo del terreno; Cuarto.- Que, por ello, a pesar de la condición de rebelde de la
demandada, la Sala Superior no podía ignorar el reconocimiento que había hecho el
demandante de que no era propietario de la construcción; Quinto.- Que, si bien el
artículo cuatrocientos sesentiuno del Código Procesal Civil, la declaración de rebeldía
causa presunción legal relativa sobre la verdad de los hechos expuestos en la
demanda, el mismo dispositivo contiene la excepción a que se refieren los incisos del
primero al cuarto del mismo; refiriéndose el inciso tercero a que requiriendo la ley que
la pretensión demandada se pruebe con documento, éste no fue acompañado a la
demanda y si el actor invocaba su condición de propietario solo del terreno, la
presunción legal no puede ir más allá de lo reconocido por el demandante; Sexto.- Que,
el artículo ciento ochentiocho del Código Adjetivo, dispone que los medios probatorios
tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza en
el juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones; Sétimo.
Que, al no analizar la sentencia de vista esta situación, ha incurrido en la causal de
nulidad contemplada en el artículo ciento setentiuno del Código Procesal Civil; Octavo.-
Que, por las razones expuestas y presentándose la causal del inciso tercero del
artículo trescientos ochentiséis del Código Adjetivo, de conformidad con el acápite dos
punto uno del inciso segundo del artículo trescientos noventiséis de dicho Código,
declararon FUNDADO [4] el recurso de casación interpuesto por doña Liliana Guevara
Díaz, a fojas ciento veinticuatro y en consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas
ciento dieciocho, del siete de junio del dos mil dos; ORDENARON al Órgano
Jurisdiccional Inferior expedir nuevo fallo con arreglo a ley; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos
por Ramón Panduro Tapullima con Liliana Guevara Díaz, sobre desalojo por ocupante
precario; y los devolvieron.
Casación 1781-99-Callao
CAS. N° 1781-99-Callao
CALLAO
Se trata del Recurso de Casación interpuesto por doña Rosa Vega de Vilzarbe, contra
la sentencia de fojas doscientos ochenta, su fecha veinte de mayo de mil novecientos
noventinueve, que confirmando la sentencia apelada de fojas doscientos treintidós, su
fecha veintidós de diciembre de mil novecientos noventiocho, declara improcedente la
demanda y exonera del pago de costas y costos al demandante.
3. CONSIDERANDO:
Primero.- Que, el artículo tercero del Título Preliminar del Código Procesal Civil
establece que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o
eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, fin que podríamos
denominar como privado; y una finalidad abstracta que es lograr la paz social en
justicia, que es la finalidad pública del proceso.
Segundo.- Que, los fines del proceso sólo pueden cumplirse en un proceso que ha
concluido con sentencia o resolución que se ha pronunciado sobre el fondo de la
controversia o incertidumbre jurídica.
Tercero.- Que, el artículo novecientos once del Código Civil define la posesión precaria
como aquella que se ejerce sin título o el que se tenía ha fenecido.
Octavo.- Que, una parte procesal sólo puede ser considerada como vencida cuando ha
existido un pronunciamiento sobre el fondo de la litis, es decir cuando se ha resuelto el
conflicto de intereses jurídicos o se ha eliminado una incertidumbre de igual calidad;
que en el caso de autos, tal como se ha señalado en los considerando precedentes el
Juez y la Sala de Revisión, la cual reprodujo los considerandos de aquél, se han
pronunciado en la parte considerativa de sus sentencia sobre el conflicto de intereses,
desestimando la pretensión, sin embargo, en forma equivocada ha declarado
improcedente la demanda, cuando lo lógico era declararla infundada, por cuanto no era
factible desalojar a la emplazada por no era factible desalojar a la emplazada por no
tener ésta la condición de precaria, y continuado con su apreciación errada, las
instancias de mérito han exonerado al accionante del pago de costas y costos
procesales, arguyendo que no ha existido pronunciamiento sobre el fondo de la causa,
lo que como se ha señalado en la presente resolución, no se ajusta a la verdad.(4)
Noveno.- Que, existiendo una parte vencida en este proceso y no siendo atendibles las
razones de exoneración alegadas por las instancias de méritos, respecto al pago de
costas y costos, resulta evidente que se ha transgredido lo establecido por el artículo
cuatrocientos doce del Código adjetivo, siendo deber de la Sala de Revisión subsanar
el vicio anotado dictando una nueva resolución, tomando en consideración que la
condena en cotas y costos se establece por cada instancia, de conformidad con el
segundo párrafo del artículo cuatrocientos doce del Código adjetivo.
4. SENTENCIA: