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Poseedor ilegitimo y precario: Diferencias

El poseedor ilegítimo es aquel cuyo título que justifica su posesión resulta inválido. En
tanto, el poseedor precario es quien ejerce la posesión sin título alguno. Así, en los
procesos de desalojo por ocupación precaria el demandado deberá acreditar el título
que justifica su posesión, aunque éste tenga la calidad de inválido.

Exp. N° 3532-2001 CUSCO (Publicada el 30 de setiembre del 2002)

CASACIÓN

Lima, diecisiete de abril del dos mil dos.

LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA; vista la causa número tres mil quinientos treinticinco-dos mil uno; con el
acompañado en Audiencia Pública de la fecha y producida la votación con arreglo a
ley, emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto por don Leonardo Castillo Vargas contra la resolución de vista de
fojas ciento ochentinueve emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Cusco el diecisiete de agosto del dos mil uno que Confirmó la resolución que declara
improcedentes las excepciones de falta de legitimidad para obrar del demandante y del
demandado dictada en Audiencia de fojas ciento seis y Confirma la apelada de fojas
ciento cincuentiuno, su fecha once de junio de ese mismo año que declaró Fundada la
demanda de Desalojo por Ocupante Precario con lo demás que contiene;
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, por resolución del veintisiete de noviembre del
dos mil uno este Supremo Tribunal estimó procedente el recurso por la causal
contenida en el inciso primero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal
Civil, esto es, por la interpretación errónea de una norma de derecho material;
acusando que las instancias de mérito interpretaron erróneamente el artículo
novecientos once del Código Civil, según el cual, la posesión precaria es la que se
ejerce sin título o el que se tenía ha fenecido, al considerar al recurrente y a su esposa
ocupantes precarios en tanto se señaló que el Contrato de Anticresis que ostenta es
nulo por incumplimiento de la formalidad establecida por el artículo mil noventidós del
Código Civil, lo cual es erróneo porque en todo caso, los demandados son
posesionarios ilegítimos y que la nulidad de fondo o formal del Contrato de Anticresis
debe dilucidarse en un proceso más lato, debiéndose aplicar el artículo novecientos
seis del Código Civil que regula la posesión ilegítima de buena fe; que la legislación ha
hecho una diferenciación entre la posesión ilegítima y la precaria, ya que en la primera
existe un título pero que adolece de defecto formal o de fondo y en la segunda no
existe título; que no es objeto del presente proceso dilucidar la validez del título; que su
parte no puede ser precaria ya que cuenta con un documento que ampara su posesión
como lo es el Contrato de Mutuo con Garantía Anticrética; CONSIDERANDO: Primero.-
Que, el recurrente don Leonardo Castillo Vargas acusó la interpretación errónea del
artículo novecientos once del Código Civil que define a la posesión precaria, al haber
considerado la Sala que el Contrato de Anticresis otorgado en su favor no puede ser
título que justifique su posesión por cuanto no ha sido otorgado por Escritura Pública
conforme al artículo mil noventidós del Código Civil; Segundo.- Que, al respecto cabe
indicar que el poseedor precario es aquel que carece de título que sustente la posesión
que viene ejerciendo sobre determinado bien, independientemente si dicho título es
uno válido o no; asunto que en todo caso corresponde ser dilucidado en la vía
pertinente y no en la presente causa; Tercero.- Que, de otro lado, cabe señalar que a
fojas veintiuno los demandantes Daniel Vera Ballón y Fany Rendón de Vera alegan ser
propietarios del inmueble ubicado en la Calle Saphy Número ochocientos setentisiete-
E, Lote cinco de la ciudad del Cusco; el cual viene siendo ocupado de manera precaria
por los demandados; Cuarto.- Que, atendiendo a lo esbozado por los demandados en
su contestación de fojas cincuentiséis, las Instancias de Mérito han establecido que
éstos ocupan el bien sub- materia en mérito de los Contratos de Anticresis de fecha
dos de agosto de mil novecientos noventiséis ampliado el dieciséis de octubre de ese
mismo año y el contrato del doce de diciembre de mil novecientos noventicuatro,
obrantes a fojas treintitrés y treintisiete, respectivamente, los que no han sido elevados
a Escritura Pública; Quinto.- Que, en tal sentido al resultar inválidos dichos documentos
por no haber sido elevados a Escritura Pública, la posesión de los demandados
deviene en ilegítima –situación que se encuentra regulada por el artículo novecientos
seis del Código Civil– y no en precaria pues ésta importa que la posesión se ejerza sin
título alguno, es decir que no exista ni siquiera un título inválido que justifique su
posesión; Sexto.- Que, en efecto, según reiterada jurisprudencia y atendiendo a la
doctrina mayoritaria que sobre el particular existe, en los procesos sobre Desalojo por
Ocupación Precaria, el demandante deberá acreditar la propiedad del bien que reclama
y el demandado que posee el bien en virtud de un título que justifica su posesión;
Séptimo.- Que, de las consideraciones precedentes se advierte que los demandados
cuentan con un título que justifica su posesión; por lo que no se presenta en ellos la
condición de precarios respecto del bien sub júdice; deviniendo por tanto en
improcedente la demanda; Octavo.- Que, debe estarse a lo dispuesto por el artículo
ciento veintiuno parte in fine del Código Adjetivo, según el cual mediante sentencia el
Juez pone fin a la instancia o al proceso, pronunciándose en decisión expresa, precisa
y motivada sobre la cuestión controvertida o excepcionalmente sobre la validez de la
relación procesal; Noveno.- Que, por tales consideraciones, y en aplicación del artículo
trescientos noventiséis inciso primero del Código Procesal Civil; declararon: FUNDADO
el recurso de casación interpuesto a fojas ciento noventitrés; en consecuencia NULA la
resolución de vista de fojas ciento ochentinueve, su fecha diecisiete de agosto del dos
mil uno; y Actuando en Sede de Instancia; REVOCARON la sentencia de Primera
Instancia que declaró fundada la demanda; Reformándola declararon
IMPROCEDENTE dicha demanda; ORDENARON se publique la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por don Daniel Ernesto Vera Ballón y
otra con don Leonardo Castillo Vargas y otra; sobre Desalojo Por Ocupación Precaria;
y los devolvieron.

SS. ECHEVARRÍA A.; LAZARTE H.; INFANTES V.; SANTOS P; QUINTANILLA


Q.

Posesión precaria: extensión del concepto

« ... El concepto de posesión precaria que establece el Artículo novecientos once del
Código Civil, comprendiendo en ella al que ejerce sin título alguno o cuando el que se
tenía ha fenecido, no se extiende a la posesión inmediata a título de arrendatario; (...) la
posesión precaria por fenecimiento del título debe entenderse, entre otros, a los
poseedores temporales con título, en los casos del usufructuario, usuario, superficiario
y acreedor anticrético...»
CASACION Nro. : 1022 - 95 / AYACUCHO.

Lima, veinticinco de octubre de mil novecientos noventiséis.

La Sala de Casación de la Corte Suprema, en la causa vista en audiencia pública el


dieciocho de octubre del año en curso, emite la siguiente sentencia, con los
acompañados; con lo expuesto por el señor Fiscal;

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por Carmen Romaní Vega, contra la
sentencia de vista emitida por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Ayacucho, de fojas sesentisiete de treintiuno de octubre de mil novecientos
noventicinco, que confirmando la apelada de fojas cincuentiuno, declaró fundada la
demanda de desalojo por ocupación precaria y ordena que la demandada restituya el
inmueble sublitis dentro del plazo de seis días de consentida y/o ejecutoriada la
apelada.

FUNDAMENTO DEL RECURSO:

La casación se funda en el inciso primero del Artículo trescientos ochentiséis del


Código Procesal Civil, sustentada en la interpretación errónea de los Artículos
novecientos once, novecientos veintitrés y mil seiscientos ochentiocho del Código Civil.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que concedido el Recurso de Casación a fojas setentitrés, fue declarado


procedente por resolución de veinticinco de abril de mil novecientos noventiséis por la
causal invocada;

Segundo.- Que las sentencias inferiores se fundan que siendo el bien arrendado de
propiedad del Estado y durando la locación-conducción más de seis años, el contrato
ha quedado resuelto de pleno derecho por imperativo de lo contemplado en el
penúltimo y último párrafo del Artículo mil seiscientos ochentiocho del Código Civil, por
lo que resultan de aplicación los Artículos novecientos once y novecientos veintitrés del
acotado, teniendo la demandada la condición de ocupante precaria;

Tercero.- Que el concepto de posesión precaria que establece el Artículo novecientos


once del Código Civil, comprendiendo en ella al que ejerce sin título alguno o cuando el
que se tenía ha fenecido, no se extiende a la posesión inmediata a título de
arrendatario;

Cuarto.- Que la posesión precaria por fenecimiento del título debe entenderse, entre
otros, a los poseedores temporales con título, en los casos del usufructuario, usuario,
superficiario y acreedor anticrético;

Quinto.- Que el hecho de que el inmueble sea del Estado y el arrendamiento dure más
de seis años y que el Artículo mil seiscientos ochentiocho del Código Civil en su parte
final determine que todo plazo o prórroga que exceda de dicho término se entiende
reducido a dicho plazo, significa que el plazo del arrendamiento ha concluido, pero no
convierte al conductor en ocupante precario;

Sexto.- Que el Artículo mil setecientos del Código Civil dispone que vencido el plazo del
contrato, si el arrendatario permanece en uso del bien arrendado, no se entiende que
hay renovación tácita, sino la continuación del arrendamiento, bajo sus mismas
estipulaciones, hasta que el arrendador solicite su devolución, la cual puede pedir en
cualquier momento;

Sétimo.- Que, en consecuencia, habiendo concluido el plazo del arrendamiento y


habiendo permanecido el arrendatario en el bien, ha continuado la locación-conducción
bajo sus mismas estipulaciones, por lo que el arrendatario no puede tener la condición
de ocupante precario;

Octavo.- Que esto determina que la vía de desalojo por ocupación precaria, no es la
adecuada para solicitar la desocupación de un inmueble, por conclusión o vencimiento
del plazo del arrendamiento;

Noveno.- Que por ello ha existido una interpretación errónea de los Artículos
novecientos once, novecientos veintitrés y mil seiscientos ochentiocho del Código Civil,
porque no tiene la condición de ocupante precario, el arrendamiento que continúa en el
bien arrendado después de concluido o vencido el plazo del arrendamiento, y que la
interpretación correcta de dicha norma es la expresada en los considerandos
precedentes, por lo que resulta de aplicación el inciso primero del Artículo trescientos
ochentiséis del Código Adjetivo;

Décimo.- Por las razones expuestas y de conformidad con el inciso primero del Artículo
trescientos noventiséis del Código Procesal Civil, la Sala Civil de la Corte Suprema;

FALLA:

Declarando FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por doña Carmen Romaní


Vega, de fojas setenta y en consecuencia, CASA la sentencia pronunciada por la
Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, de fojas
sesentisiete, de treintiuno de octubre de mil novecientos noventicinco y actuando en
sede de instancia revoca la sentencia apelada de fojas cincuentiuno de veintinueve de
setiembre de mil novecientos noventicinco, que declaró fundada la demanda de fojas
nueve, para en su lugar declarar improcedente dicha demanda; ORDENARON: la
publicación de esta sentencia en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad, en
los seguidos por el Procurador Público del Estado a cargo de los asuntos judiciales del
Ministerio de la Presidencia, sobre desalojo por ocupación precaria.

SS. RONCALLA; ROMAN; REYES; VASQUEZ; ECHEVARRIA

Posesión: ocupación precaria (A)

La posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha
fenecido.

Casación 453-95 LAMBAYEQUE


Lima, seis de junio de mil novecientos noventiséis.

La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, en la causa vista en audiencia pública el


cinco de junio del año en curso, emite la siguiente sentencia con el acompañado:

MATERIA DEL RECURSO: Se trata del Recurso de Casación interpuesto por Sixtina
Cisneros Farfán, mediante, escrito de fojas ciento noventinueve, contra la sentencia de
fojas ciento ochentisiete, su fecha nueve de mayo de mil novecientos noventicinco,
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lambayeque, que
confirmando la apelada de fojas ciento cincuentiuno, su fecha diecisiete de enero de mil
novecientos noventicinco, declara fundada la demanda de desalojo por ocupante
precario interpuesta por Ciro Arribasplata Bazán.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO: La demandada fundamenta su recurso en lo


dispuesto por el inciso primero del Artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal
Civil(1), señalando que se ha aplicado indebidamente la norma de derecho material
contenida en el Artículo novecientos once del Código Civil(2).

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, concedido el Recurso de Casación a fojas doscientos cinco, mediante


resolución de fecha dos de junio de mil novecientos noventicinco, y habiéndose
declarado la procedencia del recurso por resolución de fecha treinta de octubre de mil
novecientos noventicinco, es necesario analizar los fundamentos del Recurso de
Casación.

Segundo.- Que, la demandada refiere como fundamento de su recurso que se ha


aplicado indebidamente el Artículo novecientos once del Código Civil, al considerarla
ocupante precaria.

Tercero.- Que, en los instrumentos de fojas sesentiséis y sesentisiete, aparece que la


demandada tenía anteriormente la calidad de inquilina de la de cujus Matilde
Arribasplata viuda de Arévalo, instrumentos que no fueron tachados por la parte
demandante.

Cuarto.- Que, la demandada ocupaba el inmueble materia de la litis en calidad de


propietaria, a mérito de la minuta que suscribiera con doña Matilde Arribasplata viuda
de Arévalo, con fecha quince de mayo de mil novecientos ochentidós, conforme es de
verse de fojas sesentisiete.

Quinto.- Que, con la sentencia de nulidad de la minuta de compraventa, de fecha tres


de mayo de mil novecientos noventicuatro, de fojas treintiuno, resulta ser una sentencia
declarativa y que por sus efectos retrotrae al estado anterior.

Sexto.- Que, en consecuencia se ha aplicado indebidamente la norma contenida en el


Artículo novecientos once del Código Civil al considerarla ocupante precaria, ya que al
haberse declarado nulo el instrumento que le otorgaba la calidad de propietaria,
retrotrayendo los efectos al estado anterior a la celebración de la minuta de
compraventa, la recurrente tenía la calidad de inquilina, en consecuencia no se puede
atribuirle la calidad de precaria.

SENTENCIA

Que, estando a las conclusiones antes citadas y estando a lo dispuesto en el inciso


primero del Código Procesal Civil; declararon FUNDADO en el Recurso de Casación,
con relación al inciso primero del Artículo trescientos ochentiséis del código adjetivo, y
en consecuencia CASARON la resolución de vista de fojas ciento ochentisiete, su
fecha nueve de mayo de mil novecientos noventicinco, que declara fundada la
demanda, la que declararon INFUNDADA la demanda de fojas cuarenticuatro; en los
seguidos por Ciro Arribasplata Bazán y otros con Sixtina Cisneros Farfán y otro sobre
desalojo por ocupante precario.

Posesión: Idoneidad de su prueba

Si bien el Juzgador no puede ingresar al análisis relacionado con determinar la validez


o invalidez del documento con el cual se pretende respaldar la posesión, es obvio y
evidente que la documentación presentada debe ser idónea para respaldar la posesión
y no otra de naturaleza distinta, como por ejemplo, crediticia, que sólo acreditan
gestiones destinadas para la obtención de préstamos agrarios.

Cas. Nº 3006 - 01 Huarua

Lima, veinticuatro de junio del dos mil tres.-


LA SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: VISTOS: con los
acompañados, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha, integrada por los
Señores Vocales: Vásquez Cortéz, Walde Jáuregui, Loza Zea, Egúsquiza Roca y
Acevedo Mena, luego de verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
sentencia:
MATERIA DEL RECURSO: Recurso de casación interpuesto a fojas ciento sesenta,
por el demandado don Sergio Obispo Olivares, contra sentencia de vista de fojas ciento
cuarentitrés, su fecha tres de setiembre del dos mil uno, que confirmando la apelada
obrante a fojas ochentiocho, de fecha diecinueve de julio del dos mil uno, declara
fundada la demanda y ordena que los demandados desocupen el predio materia de
litis, con lo demás que contiene; en los seguidos por Comunidad Campesina de
Quintay sobre Desalojo.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, mediante resolución de fecha primero de abril


del dos mil dos, obrante a fojas treinta del cuadernillo formado en este Supremo
Tribunal, se ha declarado procedente el recurso de casación por la causal contenida en
el inciso primero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, esto es,
la interpretación errónea del artículo novecientos once del Código Civil. Y
CONSIDERANDO: Primero: que, en principio y conforme a reiterada jurisprudencia de
éste Supremo Tribunal, debe dejarse establecido que las conclusiones arribadas por
las instancias de mérito, producto de la merituación de los medios probatorios, no
pueden ser materia de cuestionamiento a través del recurso de casación, porque ello
implicaría para este Supremo Colegiado revalorar el material probatorio incorporado al
proceso, lo que evidentemente excede sus facultades casatorias por no constituir una
instancia de mérito.
Segundo: que, en el caso de autos, las instancias de mérito, utilizando su apreciación
razonada y luego de la valoración conjunta de los medios probatorios, han concluido
que el accionante ha acreditado su calidad de propietario de los predios materias de
litis, mientras que en relación a los demandados, han concluido que tienen la calidad de
ocupantes precarios en razón de que los documentos con los cuales pretenden
respaldar la posesión que vienen ejerciendo, carecen de valor para dicho fin, pues sólo
acreditan gestiones destinadas para la obtención de préstamos agrarios.
Tercero: que, ante tales conclusiones, el recurrente cuestiona el razonamiento de las
instancias de mérito, alegando que indebidamente se ha calificado la validez de los
documentos con los cuales pretende respaldar su posesión, pese a que, según una
correcta interpretación del artículo novecientos once del Código Civil, ésta norma no
distingue la naturaleza ni la calidad del título de poseedor para considerarlo como
precario, ya que tal calidad sólo depende que exista o no tal título; además de que por
su carácter de sumarísimo, en un proceso de desalojo no es pertinente ni se puede
calificar, la validez o invalidez de un título.
Cuarto: que, ocupante precario es conforme a lo normado en el artículo novecientos
once del Código Civil, aquél que posee el bien sin título o cuando el que tenía ha
fenecido, es decir, quien sin justificación alguna posea el bien; razón por la cual,
realizando una interpretación contrario sensu de la norma en mención, aquél que
justifique su posesión no podrá ser calificado como tal, pues en un proceso de desalojo
como el presente, el demandado debe probar tener título vigente que justifique la
posesión que ejerce, no siendo objeto de la controversia dilucidar la validez o no del
título, no pudiendo considerarse que exista ocupación precaria cuando la parte
emplazada ostente un título vigente que justifique su posesión, pues la precariedad en
la posesión de inmuebles no se determina únicamente por la carencia de título de
propiedad o de arrendamiento, sino que se presenta en aquellos casos en que se
advierta la ausencia absoluta de cualquier circunstancia que permita advertir la
legitimidad de la posesión que ostenta el ocupante.
Quinto: que, sin embargo, en el caso de autos, debe advertirse que las instancias de
mérito no han calificado la validez o invalidez de los documentos con los cuales los
demandados pretenden respaldar su posesión, sino que han concluido de manera
uniforme que dichas instrumentales no tienen la calidad que requiere un documento
para ser calificado como título que respalde la posesión. Sexto: que, asumir como
válidos los argumentos del recurrente, implicaría que la parte demandada en un
proceso de desalojo podría presentar cualquier clase de documento con el cual
pretenda alegar su posesión, lo cual resulta inadmisible, pues si bien el Juzgador no
puede ingresar al análisis relacionado con determinarla validez o invalidez del
documento con el cual se pretende respaldar la posesión, es obvio y evidente que la
documentación presentada debe ser idónea para respaldar la posesión y no otra de
naturaleza distinta, como por ejemplo, crediticia; fundamentos por los cuales, conforme
al artículo trescientos noventisiete del Código Procesal Civil: DECLARARON:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas ciento sesenta, por el
demandado Sergio Obispo Olivares, contra la sentencia de vista de fojas ciento
cuarentitrés, su fecha tres de setiembre del dos mil uno; en los seguidos por la
Comunidad Campesina de Quintay sobre Desalojo; CONDENARON al recurrente al
pago de una multa equivalente a dos Unidades de Referencia Procesal, así como de
las costas y costos originados de la tramitación del presente recurso; DISPUSIERON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; y los
devolvieron
VÁSQUEZ CORTEZ; WALDE JÁUREGUI; LOZA ZEA; EGUSQUIZA ROCA;
ACEVEDO MENA.

Posesión precaria: ¿Quien ostenta la calidad de socio es poseedor precario de un


predio?

... si bien la calidad de socio-trabajador en la empresa demandante sirvió para el


otorgamiento de la posesión de una extensión de terreno para vivienda al demandado,
se debe tener en cuenta que si bien el recurrente fue posteriormente despedido, en la
actualidad sigue ostentando título de socio dentro de la citada empresa... por lo que se
llega a la conclusión que el recurrente acredita la titularidad de la posesión del predio
con su calidad de socio, a raíz de lo cual no tiene la calidad de poseedor precario.

CAS. Nº 1081-98-HUARA

Lima, trece de setiembre de mil novecientos noventa y nueve.

LA SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL DE LA CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

VISTOS; en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha, integrada por los señores
vocales Buendía Gutiérrez, Beltrán Quiroga, Almeida Peña, Seminario Valle y Zegarra
Zevallos; verificada la votación de acuerdo a ley emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por don León Cárdenas Moris a fojas
doscientos ochentiséis, contra la sentencia de vista de fojas doscientos setentisiete, su
fecha veinticuatro de marzo de mil novecientos noventiocho, expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Huaura, que falla Confirmando la sentencia apelada de fojas
ciento ochentitrés, su fecha dieciséis de diciembre de mil novecientos noventisiete, que
declara Fundada en todos sus extremos la demanda, en consecuencia ordena que el
demandado desocupe el inmueble materia de autos, en el plazo de seis días; en los
seguidos por Ganadería Los Tilos Sociedad Anónima sobre Desalojo.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

El recurrente invoca como causal la prevista en el inciso primero del Artículo trescientos
ochenta y seis del Código Procesal Civil, manifestando que existe interpretación
errónea del Artículo novecientos once del Código Civil.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, habiendo sido admitido el Recurso de Casación a fojas doscientos


noventa y uno, mediante resolución de fecha diecisiete de abril de mil novecientos
noventiocho, fue declarado procedente por resolución del treinta de junio de mil
novecientos noventinueve, por la causal señalada anteriormente.
Segundo.- Que, el recurrente funda su recurso en que se ha interpretado erróneamente
el Artículo novecientos once del Código Civil, en el sentido que ha quedado
demostrado dentro del proceso que no tiene la calidad de ocupante precario por
encontrarse en posesión y conducción del predio materia de litis y por ser socio de la
empresa demandante, por lo que sus derechos se hacen extensivos al de uso y
habitación de dicho predio.

Tercero.- Que, la norma bajo estudio señala que «la posesión precaria es la que se
ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido».

Cuarto.- Que, el análisis casatorio debe partir de los supuestos de hecho contenidos en
la sentencia de vista por estar el mismo referido a aspectos exclusivamente legales,
esto con el objeto de concretar los fines del Recurso de Casación en cuanto a la
correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional.

Quinto.- Que, de acuerdo al acápite anterior se tiene que la sentencia recurrida y su


confirmatoria se basan sustancialmente en que la empresa demandante tuvo como
antecesora a la Cooperativa Agraria Ganadera Los Tilos dentro de la cual el recurrente
se desempeñaba como socio-trabajador, calidad que le sirvió para que la citada
Cooperativa le otorgara en posesión una extensión de terreno para fines de vivienda,
beneficio que continuó cuando la mencionada persona jurídica con fecha veintisiete de
abril de mil novecientos noventa y tres, mediante acuerdo de los socios cooperativistas,
cambió el giro de la empresa al régimen empresarial en el que se encuentra en la
actualidad que es de Sociedad Ganadera con la denominación de Los Tilos Sociedad
Anónima.

Sexto.- Que, el recurrente fue despedido con fecha veinticinco de enero de mil
novecientos noventa y seis, por haber cometido falta grave, perdiendo
consiguientemente la calidad de trabajador, ostentando en la actualidad sólo la calidad
de socio accionista de la empresa; por lo que la sentencia impugnada llega a la
conclusión que el recurrente tiene la calidad de precario de acuerdo al Artículo
novecientos once del Código Civil por no haber acreditado relación contractual entre su
persona y la empresa demandante sobre el inmueble sublitis.

Sétimo.- Que, teniendo en cuenta que en la actualidad el recurrente ostenta título de


socio dentro de la empresa demanda y que dicho beneficio lo adquirió cuando la
empresa tenía la calidad de Cooperativa Agraria bajo la condición de ser socio-
trabajador de dicha empresa, la que continuó incluso luego del cambio de la empresa al
régimen empresarial de sociedad anónima; por lo que se llega a la conclusión que el
recurrente acredita la titularidad de la posesión del predio con su calidad de socio de la
empresa, a raíz de lo cual no tiene la calidad de poseedor precario.

Octavo.- Que, cabe recalcar que dentro de autos no se encuentra en discusión la


propiedad del bien sino la calidad de la posesión del demandado por cuanto la
presente acción se trata de un proceso de desalojo por ocupación precaria.
Noveno.- Que, teniendo en cuenta que la interpretación efectuada por el recurrente es
la correcta y logra debilitar los fundamentos de la sentencia impugnada, resulta
amparable el presente recurso.

Décimo.- Que, siendo uno de los fines del Recurso de Casación buscar la correcta
interpretación de la norma de derecho material y teniendo en cuenta que la
interpretación efectuada por el recurrente es la correcta; Por estas consideraciones, en
concordancia con lo preceptuado por el Artículo trescientos noventa y seis del Código
Adjetivo, actuando en sede de instancia y resolviendo en forma definitiva el fondo del
asunto.

RESOLUCIÓN:

Declararon FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por León Cárdenas Moris a


fojas doscientos ochentiséis, en consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas
doscientos setentisiete, fechada el veinticuatro de marzo de mil novecientos
noventiocho, y actuando como órgano de instancia; REVOCARON la sentencia de
primera instancia de fojas ciento ochentitrés, su fecha dieciséis de diciembre de mil
novecientos noventisiete, que declara Fundada la demanda; REFORMÁNDOLA la
declararon INFUNDADA; ORDENARON la publicación del texto de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano en el término de Ley; en los seguidos por
Ganadería Los Tilos Sociedad Anónima sobre Desalojo; y los devolvieron.

SS. BUENDÍA G.; BELTRÁN Q.; ALMEIDA P.;


SEMINARIO V.; ZEGARRA Z.

Posesión precaria : No se configura cuando el poseedor es trabajador

El supuesto de ocupación precaria se configura con la ausencia absoluta de cualquier


circunstancia que justifique el uso y disfrute del bien, es decir, cuando se ejerce sin
título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido. El recurrente no habita el inmueble
de manera precaria, siendo su condición de trabajador de la entidad demandada, lo
que legitimó su ingreso a la posesión, no obstante que el bien pertenezca a una
Municipalidad.

Cas. Nº 2422-2002 LIMA.

DESALOJO. Lima, trece de diciembre del dos mil dos.- LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, vista la
causa dos mil cuatrocientos veintidós - dos mil dos; en audiencia pública de la fecha y
producida la votación con arreglo a ley, se emite la siguiente sentencia: MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por don Visitación Guerrero
Reyes, contra la sentencia de Vista de fojas ciento sesenta y seis, su fecha veintiuno
de junio del dos mil dos, expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que confirma la sentencia de primera instancia, que declara fundada
la demanda; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, concedido el recurso de casación
a fojas ciento setenta y seis, fue declarado procedente por este Supremo Tribunal
mediante resolución de fecha veintiocho de agosto del dos mil dos, por la causal
contemplada en los incisos primero y segundo del artículo trescientos ochentiséis del
Código Procesal Civil, denunciando que; a) la Sala de Vista ha efectuado la
interpretación errónea del artículo novecientos once del Código Civil, que establece que
la posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha
fenecido, al señalar que la falta de consignación de arriendos convierte a su parte en
ocupante precario; siendo la interpretación correcta de la norma sustantiva la que
establece que la precariedad solo se da cuando existe ausencia absoluta de cualquier
circunstancia que justifique el uso y disfrute del bien, es decir, cuando no se acredita
con título alguno la posesión de un inmueble, lo que no sucede en el caso de autos,
pues el recurrente ha presentado la constancia de trabajo que constituye título para
ocupar el inmueble, siendo irrelevante si se pagan o no alquileres, ya que esto no se
contempla en el artículo novecientos once del Código Civil; y, b) la inaplicación de los
artículos novecientos uno, novecientos dos, novecientos cinco, novecientos seis del
Código Civil, concordantes con el artículo seiscientos sesenta del citado cuerpo
normativo, pues el recurrente viene ejerciendo una posesión continua, sin
interrupciones, transmitida de padre a hijo, con anuencia de la demandante; toda vez
que, el primigenio poseedor en su condición de trabajador gozaba del uso y disfrute de
la posesión; por tanto, se trata de una posesión adquirida de buena fe, prevista en el
artículo novecientos cinco del Código Sustantivo; CONSIDERANDO: Primero.- Que, en
el presente caso la pretensión de desalojo por ocupación precaria interpuesta por la
Municipalidad Distrital de San Isidro respecto del inmueble sub judice contra Visitación
Guerrero Reyes, ha sido amparada tanto por el A quo como por el A quem, al
estimarse: a) que la condición de propietario de la actora se acredita con las
Resoluciones Supremas números trescientos treinticuatro- setentitrés- VI de fecha
veinticuatro de julio de mil novecientos setenta y tres y doscientos cinco- setentisiete
/VC- cuatro mil cuatrocientos de fecha primero de setiembre de mil novecientos setenta
y siete, de fojas ocho y nueve respectivamente, y b) que la parte demandada no ha
acreditado plenamente que la ocupación que ejerce en el predio se funde en título
válido, ya que los recibos de fojas cuarenta y seis a fojas cien, no corresponden a
arrendamiento alguno pues en ellos solamente aparece que el concepto de pago es
por fluido eléctrico; que, la consignación referida en el escrito de fojas diez,
corresponde al mes de noviembre del año dos mil uno, esto es, con posterioridad a la
fecha de interposición de la demanda de desalojo; y, que además no se discute la
condición laboral del demandado; Segundo.- Que, a tenor de lo dispuesto en el artículo
novecientos once del Código Civil, ocupante precario es aquél que posee un bien sin
tener título que justifique su posesión o cuando el que tenía ha fenecido,
correspondiendo a la demandante acreditar en el proceso su titularidad sobre el bien,
así como la ocupación del demandado, quien por su parte deberá acreditar la
existencia de un título que justifique su posesión, como resulta de la concordancia con
el artículo ciento noventa y seis del Código Procesal Civil; Tercero.- Que, en
consecuencia, en los procesos seguidos sobre desalojo por ocupación precaria no se
exige al demandado acreditar la propiedad sobre el inmueble, sino únicamente justificar
su posesión y permanencia en el mismo en virtud a un título; Cuarto.- Que, conforme
se ha establecido en las sentencias de mérito, y así también lo admite la actora en su
escrito de demanda, el demandado es trabajador de la entidad edilicia, y es en virtud a
dicha calidad que éste legitimó su ingreso a la posesión de parte del inmueble sub litis;
Quinto.- Que, por tanto, la posterior permanencia del demandado en el inmueble, luego
de surgir la necesidad de la actora de ampliar las instalaciones de la Planta de
Transferencia o acopio de residuos sólidos el que comprende la vivienda del
emplazado, no convierte en precario al recurrente; no resultando pertinente en esta vía
sumarísima determinar la naturaleza de las relaciones jurídicas existentes entre el
propietario y el ocupante del inmueble, y que autorizarían el derecho de uso a favor del
demandado; Sexto.- Que, siendo así, evidenciándose legitimidad en la posesión que
detenta el recurrente, pese a la condición de propietario que acredita el demandante,
se advierte que las instancias de mérito al haber declarado precario al demandado han
efectuado una interpretación errónea del artículo novecientos once del Código Civil,
conllevando a que se declare la improcedencia de la demanda; Séptimo.- Que, en
cuanto a la causal de inaplicación de normas de derecho material, cabe mencionar que
ésta se entiende cuando el juez deja de aplicar al caso controvertido normas
sustanciales que ha debido aplicar y que, de haberlo hecho, habrían determinado que
las decisiones adoptadas en las sentencias fuesen diferentes de las acogidas; Octavo.-
Que, los artículos novecientos uno y novecientos dos del Código Civil, determinan las
formas de conservar la posesión, como es la tradición y sucesión de la misma;
asimismo, los artículos novecientos cinco y novecientos seis del Código acotado,
establecen las clases de posesión; inmediata y mediata; del mismo modo la posesión
ilegítima y de buena fe, respectivamente; Noveno.- Que, las normas denunciadas son
impertinentes al proceso submateria, toda vez que en un proceso de desalojo por
ocupación precaria, la actividad probatoria está orientada a establecer si el demandado
tiene o carece de justo título que ampare su posesión y que éste no haya fenecido, no
guardando por tanto la pertinencia de su aplicación en la solución del presente conflicto
de intereses, más aún si tales dispositivos legales no han sido objeto del debate
contradictorio durante el desarrollo del proceso, si aunado a ello se tiene que
establecer si el demandado es poseedor inmediato o mediato y si es ilegítima o de
buena fe necesariamente implica un análisis de las pruebas que no es posible en sede
de casación; Décimo.- Que, respecto a la inaplicación del artículo seiscientos sesenta
del Código Civil, referido a que desde el momento de la muerte de una persona, los
bienes, derechos y obligaciones que constituyen la herencia se transmiten a sus
sucesores; tampoco se advierte su eficacia para la solución de la litis al no haberse
fijado dicho aspecto como punto controvertido en el caso de autos y menos se ha
estimado probado que el emplazado haya sido judicialmente declarado heredero en
cuya virtud le asistan derechos sobre el inmueble subjudice; Undécimo: Que, en
consecuencia verificándose la causal de interpretación errónea de una norma de
derecho material previsto en el inciso primero del artículo trescientos ochenta y seis del
Código Adjetivo y de conformidad con el inciso primero del artículo trescientos noventa
y seis del Código Procesal Civil; declararon FUNDADO el recurso de casación de fojas
ciento setenta y uno, interpuesto por don Visitación Guerrero Reyes; en consecuencia
NULA la sentencia de Vista de fojas ciento sesenta y seis de fecha veintiuno de junio
del dos mil dos y actuando en sede de instancia, REVOCARON la sentencia apelada
de fojas ciento veintisiete, su fecha veintiocho de febrero del dos mil dos, que declaró
fundada la demanda de fojas dieciocho a veintidós y ordena que el demandado cumpla
con desocupar el inmueble sub litis en el plazo de seis días, con costas y costos del
proceso; con lo demás que contiene, y REFORMÁNDOLA declararon Improcedente la
demanda interpuesta, sin costas ni costos; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por la
Municipalidad Distrital de San Isidro con Visitación Guerrero Reyes, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria; y los devolvieron.SS. ECHEVARRÍA ADRIANZÉN; LAZARTE
HUACO; INFANTES VARGAS; SANTOS PEÑA

EL VOTO SINGULAR DEL SEÑOR VOCAL MENDOZA RAMÍREZ, ES COMO SIGUE:


CONSIDERANDO: Primero.- Que, en un Centro de servicios comunales ubicado
entre la Avenida Pérez Araníbar, los acantilados frente al mar y la Calle Godofredo
García, el Consejo Distrital demandante tiene instalado un mercado de productores, un
centro médico, un campo deportivo, un área interna para alojamiento de obreros y otros
servicios municipales; Segundo.- Que, dicho predio y las obras que contiene son de
uso público y se encuentran al servicio de la comunidad y en dicho estatus se incluyen
las construcciones realizadas en el depósito destinadas para vivienda de siete
servidores del Concejo accionante; Tercero.- Que, los servicios municipales antes
mencionados tienen la calidad de bienes de uso público conforme al artículo setentitrés
de la Constitución Política del Estado y al artículo ochentiséis de la Ley Orgánica de
Municipalidades. Es en atención a tal naturaleza que la Municipalidad mediante
Decreto de Alcaldía Número dos de fecha dos de enero de mil novecientos sesentidós
estableció las normas de ocupación y desocupación de las viviendas del personal en
mención, con la facultad incondicional de pedir al servidor su desocupación en treinta
días, en cualquier momento y alegando como única causa las razones de servicio;
Debido a su calidad de bien público, dicho alojamiento se encuentra asimismo excluido
de pagar impuestos, tanto el predio, como la inexistente renta; Cuarto.- Que, la entrega
sin fines de lucro de estos módulos a determinados obreros en condición de
dependencia se encuentra prevista en el artículo ochocientos noventisiete del Código
Civil, en virtud de dicha norma, la Municipalidad conserva la posesión y el trabajador es
un ocupante a modo de facilidad laboral de tipo personal y no hereditaria; ocupación
respecto a la cual, la Municipalidad tiene amplia discreción para regularla por razones
de servicio y de acuerdo a su autonomía administrativa de un modo similar a la
vivienda que se asigna a un guardián de fábrica o a un vigilante, resultando innecesario
el uso de la vía judicial para desocupar dichos módulos; Quinto.- Que, tanto el padre
del demandado, ya fallecido, como el demandado mismo, conforme al artículo
ochocientos noventisiete mencionado, solamente pueden ocupar el módulo en nombre
de la Municipalidad porque tienen relación de dependencia con la misma. Esta
ocupación puede sostenerse que es mucho más precaria que la prevista en el artículo
novecientos once, en razón a que el mismo Código expresamente no reconoce a estos
ocupantes, ni siquiera la condición de poseedores; Sexto.- Que, en el caso negado de
considerarse la ocupación de la vivienda como si el servidor tuviera título, éste sería, en
el mejor de los casos de Uso y Habitación, cuyo acto constitutivo ha sido verbal y
personal, sujeto al Reglamento ad hoc dictado por la Municipalidad que indica de modo
claro que el servidor desocupará el módulo a los treinta días de requerido;
advirtiéndose que la calidad de servidor no es oponible al pedido de desocupación ya
que bastan las razones de servicio. El concepto de acto constitutivo aparece
contemplado en la última parte del inciso primero del artículo mil veintiuno del Código
Civil aplicado supletoriamente. Como consecuencia de ello, al haber sido requerido el
demandado verbal y directamente, así como judicialmente para que devuelva el bien,
cualquier derecho que pudiera alegar se ha extinguido automáticamente, siendo su
condición tanto en el caso de ser considerado no poseedor, como en el de
considerársele como usuario, la de un precario y no la de un arrendatario a quien hay
que darle por terminado un supuesto contrato, y menos otorgarle un supuesto carácter
sucesorio que no le corresponde; Sétimo, Que, por lo expuesto las resoluciones de
mérito –aunque con diferentes razones– han llegado a la conclusión correcta, que el
demandado es precario, teniendo por ello la Municipalidad expedito su derecho a
reclamar alegando solo razones de servicios, la devolución del inmueble; De
conformidad con lo previsto en el artículo trescientos noventisiete del Código Procesal
Civil MI VOTO es por que se declare INFUNDADO el recurso de casación interpuesto
por don Visitación Guerrero Reyes, contra la resolución de vista de fojas ciento
sesentiséis, su fecha veintiuno de junio del presente año, por cuanto las Instancias de
Mérito han resuelto correctamente la controversia.- Sr. MENDOZA RAMÍREZ.

Posesión precaria: Interpretación erronea del art. 911 de código civil

Se ha incurrido en una interpretación errónea del artículo 911 del Código Civil al
considerar que los recibos adjuntados por el emplazado no configuran la relación
contractual con el demandante, cuando justamente dichos recibos verifican dicha
relación por cuanto los pagos han sido efectuados a nombre propio, generándose por
ello un contrato de arrendamiento cuya existencia no requiere de una formalidad ad
solemnitatem.

Cas. N° 1499-2000 Lima

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, vista


la causa en audiencia pública en la fecha, emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA
DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por don Roberto Duncan
Salazar, contra la sentencia de vista de fojas ciento cincuenticuatro, su fecha tres de
mayo del dos mil, expedida por la Primera Sala Subespecializada en Procesos
Sumarísimos y No Contenciosos de la Corte Superior de Justicia de Lima que
confirmando la apelada de fojas noventa, su fecha veintisiete de enero del mismo año,
declara fundada la demanda interpuesta por don Luis Nicolás La Grutta Rocca a fojas
veinticuatro a veintisiete, subsanada a fojas treintidós a treintitrés, en consecuencia
ordena que el demandado don Roberto Duncan Salazar cumpla con desocupar el
inmueble materia de la litis en el plazo de seis días. 2. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO: La Sala mediante resolución de fecha doce de setiembre del presente año
ha estimado procedente el recurso de casación por las siguientes causales: a) la
interpretación errónea del artículo novecientos once del Código Civil [1], manifestando
el recurrente que los recibos de pago de la renta justifican que él posee el inmueble en
virtud de un contrato de arrendamiento, por lo que no se le puede considerar que
ocupa el bien con la calidad de poseedor precario; y b) la aplicación indebida del
artículo mil doscientos veintidós del Código Civil, pues si bien la citada norma faculta a
cualquier persona a realizar el pago en cumplimiento de la obligación del deudor, ello
solamente ocurre cuando el tercero lo hace en nombre ajeno, lo que no ha sucedido
en el presente caso por cuanto los recibos de pago de la renta han sido efectuados por
el demandado por cuenta propia. 3.- CONSIDERANDO: Primero.- Que, por razones
expositivas corresponde pronunciarse previamente sobre la causal de aplicación
indebida de una norma de derecho material; al respecto, la norma contenida en el
artículo mil doscientos veintidós del Código Civil regula el supuesto pago hecho por un
tercero, estableciendo que puede hacer el pago cualquier persona, tenga o no interés
en el cumplimiento de la obligación, sea con el asentimiento del deudor o sin él, salvo
que el pacto o su naturaleza lo impidan. Segundo.- Que, la justificación que el pago sea
efectuado por un tercero radica en el hecho que en materia de obligaciones lo que
interesa es la satisfacción del interés del acreedor, sin importar si el pago lo efectuó el
propio deudor o un tercero; sin embargo, tal como lo establece el jurista español Luis
Díez Picazo en su obra “Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial”, Segunda Edición,
página seiscientos veintiséis, en el caso que el pago sea realizado por un tercero se
requiere que el acto sea realizado con “animus solvendi”, es decir, que el tercero
realice el pago en nombre del deudor, no en nombre propio; ello es así por cuanto el
tercero que realiza el pago con asentimiento del deudor tiene un derecho de
subrogación en lugar del antiguo acreedor, conforme lo establece el artículo mil
doscientos sesentiuno inciso segundo del Código Civil[2], y si paga sin asentimiento del
deudor, tiene derecho a exigirle aquello en lo que le hubiese sido útil el pago tal como
lo establece el artículo mil doscientos veintidós segundo párrafo del citado Código
sustantivo[3] . Tercero.- Que en el caso submateria, los recibos del pago del alquiler de
fojas treintiocho y treintinueve han sido girados a nombre del demandado don Roberto
Duncan Salazar, quien ha pagado en nombre propio; por lo tanto no se puede reputar
que los pagos de la renta que ha efectuado hayan sido en nombre de su hermano don
Humberto Duncan Salazar, como equivocamente lo ha sostenido la Sala de Revisión
en su cuarto considerando, aplicando por ello en forma impertinente el artículo mil
doscientos veintidós del Código Civil, norma que solamente resulta de aplicación para
los casos en que el pago sea efectuado por un tercero a nombre del deudor. Cuarto.-
Que, habiéndose configurado la causal de aplicación indebida de una norma de
derecho material, corresponde a esta Corte actuar en sede de instancia,
pronunciándose sobre el fondo del asunto; en tal sentido; es necesario acotar que los
recibos de fojas cuarenta a cuarentisiete tampoco desvirtúan el hecho que los pagos
del alquiler lo estaba efectuando el emplazado don Roberto Duncan Salazar, puesto
que los citados recibos fueron emitidos mucho después que falleciera su hermano don
Humberto Duncan Salazar. Quinto.- Que en ese sentido, la Sala también ha incurrido
en interpretación errónea del artículo novecientos once del Código Civil al considerar
que los recibos adjuntados por el emplazado no configuran la relación contractual con
el demandante, cuando justamente esos recibos verifican dicha relación por cuanto los
pagos han sido efectuados a nombre propio, generándose por ello un contrato de
arrendamiento cuya existencia no requiere de una formalidad ad solemnitatem; no
teniendo por lo tanto el demandado la calidad de ocupante precario del inmueble,
debiendo por ende el demandante accionar el desalojo por la causal o en la vía
pertinente[4]. Sexto.- Que en consecuencia, habiéndose configurado las causales
sustantivas invocadas, corresponde resolver el recurso de casación al amparo de la
facultad conferida en el inciso primero del artículo trescientos noventiséis del Código
Procesal Civil[5] . 4.- SENTENCIA: Por lo anteriormente expuesto; declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por don Roberto Duncan Salazar; y en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas ciento cincuenticuatro, su fecha tres
de mayo del año dos mil, expedida por la Primera Sala Civil Subespecializada en
Procesos Sumarísimos y No Contenciosos; y actuando en sede de instancia,
REVOCARON la apelada de fojas noventa, su fecha veintisiete de enero del año dos
mil; y REFORMÁNDOLA declararon INFUNDADA la demanda de fojas veinticuatro,
subsanada a fojas treintidós, interpuesta por don Luis Nicolás La Grutta Rocca, en los
seguidos con don Roberto Duncan Salazar, sobre de-salojo por ocupación precaria;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; y los devolvieron.

SS. PANTOJA; IBERICO; OVIEDO de A.; CELIS ALVA.

Posesión precaria: Se da cuando se posee sin derecho o de mala fe


La jurisprudencia nacional puntualiza que existe posesión precaria cuando se trata de
una posesión sin derecho o de mala fe, esto es, cuando hay ausencia de título o
cuando el título que se tenía ha fenecido, sin embargo, al haber sido calificado el
emplazado como beneficiario de la Reforma Agraria mediante Resolución Directoral,
éste tiene título justificativo de posesión, por lo que el accionante tiene expedito su
derecho de propietario para hacerlo valer en la vía idónea y mediante el proceso
adecuado.

Cas. N° 1638-2000 Huánuco

Lima, doce de abril del dos mil dos.


LA SALA DE DERECHO CONSTITUCIONALY SOCIAL DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPUBLICA: VISTOS; con los acompañados; en audiencia pública
llevada a cabo en la fecha, integrada por los Señores Vocales; Vasquez
Cortez; Mendoza Ramírez, Zubiate Reina, Walde Jáuregui y Gazzolo Villata; luego de
verificada la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia:
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto a fojas
quinientos cincuenticuatro por don Andrés Quintana - Gurt Sara contra la sentencia de
vista de fojas quinientos treinticuatro de fecha dieciocho de abril del dos mil, que
revocando la sentencia apelada de fojas trescientos ochentidós su fecha trece de
marzo del dos mil que declara fundada la demanda, reformándola la declara
improcedente; en los seguidos por don Andrés Quintana - Gurt Sara con don Francisco
Salvador Tolentino y otros sobre Desalojo por ocupante precario.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: A fojas cincuenticinco del cuadernillo formado en
este Supremo Tribunal mediante resolución de fecha siete de mayo del dos mil uno se
ha declarado procedente el recurso de casación por la causal de interpretación errónea
del artículo novecientos once del Código Procesal Civil, por cuanto refiere el recurrente
que la interpretación hecha por la Sala Civil de Huánuco en el sentido que para ser
precario debe haber mala fe y si no existe ésta la posesión no es precaria es inexacta,
no existiendo dispositivo legal que lo ampare porque viola la garantía constitucional
prevista en el artículo setenta de la Constitución; que además, don Juan Salvador
Tolentino no es beneficiario porque el predio no ha sido materia de expropiación.
CONSIDERANDOS: Primero: Que, don Andrés Quintana - Gurt Sara interpone
demanda de desalojo por ocupante precario, dirigiendo la acción contra don Francisco
Salvador Tolentino y sus hijos don Pedro Seferino Salvador Ramírez y don Juan
Seferino Salvador Ramírez, a efectos de que desocupen los lotes números dos, tres y
el sub-lote número uno del lote número cinco del predio "ZevaIlos". Segundo: Que, de
autos se aprecia, que conforme al Oficio número cero ciento setentinueve noventiocho -
CTAR - DSRA -HCO / PETT que corre a fojas ciento veintidós remitido por la Dirección
Sub-Regional Agraria de Huánuco al Alcalde de la Municipalidad Distrital de Amarilis,
dicha Dirección Sub-Regional da cuenta que con respecto al predio Zevallos, don
Francisco Salvador Tolentino ha sido calificado como beneficiario de Reforma Agraria
respecto al predio materia de litigio mediante Resolución Directoral numero doscientos
veintiséis - ochenta- DR -VII - H de fecha trece de junio de mil novecientos ochenta.
Tercero: Que, respecto a esta condición del demandado don Francisco Salvador
Tolentino, en la sentencia de vista impugnada se recoge el comentario de Max Arias
Schereiber en su obra Exégesis del Código Civil Peruano de mil novecientos
ochenticuatro, Cuarto Tomo, De los Derechos Reales, sobre el artículo novecientos
once del Código Civil, el mismo que señala que la posesión precaria constituye una
manifestación de la posesión sin derecho o de mala fe. Cuarto: Que, a través de esta
cita, el artículo novecientos once del Código Civil ha sido interpretado en la forma
correcta no existiendo la causal que denuncia el recurrente, por cuanto la
jurisprudencia nacional puntualiza que existe posesión precaria cuando se trata de una
posesión sin derecho o de mala fe, esto es, cuando hay ausencia de título o cuando el
título que se tenía ha fenecido. Quinto: Que, al haber sido calificado el emplazado don
Francisco Salvador Tolentino como beneficiario de Reforma Agraria mediante la
Resolución Directoral antes mencionada, éste tiene título justificativo de posesión, por
lo que el accionante tiene expedito su derecho de propietario para hacerlo valer en la
vía idónea y mediante el proceso adecuado. DECLARARON: INFUNDADO el recurso
de casación interpuesto por don Andrés Quintana - Gurt Sara a fojas quinientos
cincuenticuatro; contra la sentencia de vista de fojas quinientos treinticuatro, su fecha
dieciocho de abril del dos mil; CONDENARON al recurrente al pago de una multa de
una Unidad de Referencia Procesal, así como a las costas y costos del recurso;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano; en los seguidos por don Andrés Quintana - Gurt Sara con don Francisco
Salvador Tolentino y otros, sobre Desalojo por ocupante precario; y los devolvieron.
S.S. VASQUEZ CORTEZ; MENDOZA RAMIREZ; ZUBIATE REINA; WALDE
JAUREGUI; GAZZOLO VILLATA.

Posesión precaria: Por resolución de contrato

Se aplica el artículo 911 del Código Civil al presente caso, porque al haber sido
resuelto el contrato de compraventa y no habiendo objetado la recurrente la
comunicación que se le cursó en tal sentido, tiene la condición de precaria, ya que el
título que tenía ha fenecido.

Cas. N° 2094-02 Lima

Lima, veintiuno de febrero del dos mil tres:


LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE LA REPUBLICA.- vista
la causa dos mil noventicuatro - dos mil dos; en Audiencia Pública el día de la fecha y
producida la votación con arreglo a Ley emite la siguiente sentencia;
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto a fojas
doscientos cincuentitrés, contra la resolución de vista de fojas doscientos treinta su
fecha cuatro de diciembre del dos mil uno que confirma la sentencia apelada que
declara fundada la demanda y ordena que los demandados cumplan con desocupar el
inmueble;
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, el recurso de casación fue declarado
procedente por resolución del ocho de agosto del dos mil dos; por las causales
contempladas en los incisos primero y segundo del articulo trescientos ochentiséis del
Código Procesal Civil, en virtud de lo cual se denuncia: I) La interpretación errónea de
una norma de derecho material, específicamente del artículo novecientos once del
Código Civil, pues la Sala de mérito considera que su título ha fenecido al haber
operado la resolución automáticamente o de pleno derecho en virtud de la cláusula
cuarta del contrato, pero no considera que para que esta resolución sea válida tenía
que cumplirse con lo dispuesto por el artículo mil cuatrocientos treinta del Código
sustantivo, es decir, comunicar a la otra parte que quiere valerse de la cláusula
resolutoria y en este caso la carta notarial que se acompaña no cumple con tal requisito
por lo que, no puede tener la calidad de ocupante precario; II) la inaplicación de normas
de derecho material, pues se ha inaplicado: a) los artículo mil cuatrocientos treinta, mil
trescientos cincuenticuatro y mil trescientos setentidós del Código Civil, ya que no se
ha dado el plazo para requerir el cumplimiento de la obligación, siendo que la cláusula
cuarta del contrato es nula porque no exige comunicación previa, y todo ello ocasiona
un verdadero agravio al recurrente al incurrirse en abuso del derecho; y b) el artículo
quinto del Título Preliminar del Código material, que establece que es nulo todo acto
jurídico contrario a las leyes que interesan el orden público o a las buenas costumbres;
CONSIDERANDO: Primero: Que, las sentencias de mérito han establecido que en la
cláusula cuarta del contrato de compra venta, se pactó en el caso de que la
compradora dejara de pagar una de las ciento ochenta armadas mensuales que
constituían el saldo restante de la venta celebrada, la Caja podía a su elección optar
entre ejecutar la hipoteca legal constituida o resolver dicho contrato de pleno derecho;
Segundo.- Que, si bien, en dicha cláusula también se pactó que no era necesaria
comunicación alguna a la compradora para resolver el contrato, la sentencia apelada
cuyos fundamentos han sido reproducidos por la de vista, se ha sustentado en que se
cursó la carta notarial comunicando la resolución del contrato; Tercero.- Que, resulta
así, que el artículo novecientos once del Código Civil es aplicable al presente caso,
porque al haber sido resuelto el contrato de compra venta y no habiendo objetado la
recurrente la comunicación que se le cursó en tal sentido, tiene la condición de
precaria, porque el título que tenía ha fenecido; Cuarto.- Que, al cursarse la carta
notarial se ha cumplido con lo dispuesto por el artículo mil cuatrocientos treinta del
Código Civil; Quinto.- Que, por las razones expuestas y no presentándose las causales
contempladas en los incisos primero y segundo del artículo trescientos ochentiséis del
Código Procesal Civil, declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Clint Jony Ramírez Julián a fojas doscientos cincuentitrés, NO CASAR la sentencia de
vista de fojas doscientos treinta, su fecha cuatro de diciembre del dos mil uno;
CONDENARON al recurrente al pago de las costas y costos del recurso así como la
multa de tres Unidades de Referencia Procesal; DISPUSIERON que la presente
resolución sea publicada en el Diario Oficial El Peruano; asimismo no es necesaria la
firma del voto en discordia de los señores Infantes Vargas y Santos Peña, quienes ya
no conforman Sala, conforme a lo dispuesto en el artículo ciento cuarentinueve de la
Ley Orgánica del Poder Judicial; además su voto ya ha sido notificado a las partes;
cuya copie certificada se anexa; en los seguidos por la Caja de Pensiones Militar
Policial con Clint Jony Ramírez Julián y otro, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y
los devolvieron.-
SS. ECHEVARRIA ADRIANZEN; MENDOZA RAMIREZ; LAZARTE HUACO; PACHAS
AVALOS
EL VOTO EN DISCORDIA DE LOS SEÑORES VOCALES INFANTES VARGAS Y
SANTOS PEÑA, ES COMO SIGUE: FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, el recurso
de casación interpuesto fue declarado procedente por resolución del ocho de agosto
del dos mil dos, por las causales contempladas en los incisos primero y segundo del
artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, en virtud de lo cual se
denuncia: I) la interpretación errónea de una norma de derecho material,
específicamente del artículo novecientos once del Código Civil, pues la Sala de mérito
considera que su título ha fenecido al haber operado la resolución automática o de
pleno derecho en virtud de la cláusula cuarta del contrato, pero no considera que para
que esta resolución sea válida tenía que cumplirse con lo dispuesto por el artículo mil
cuatrocientos treinta del Código Sustantivo, es decir, comunicar a la otra parte que
quiere valerse de la cláusula resolutoria y en este caso la carta notarial que se
acompaña no cumple con tal requisito; por lo que, no puede tener calidad de ocupante
precario; II) la inaplicación de normas de derecho material, pues se ha inaplicado: a) los
artículos mil cuatrocientos treinta, mil trescientos cincuenticuatro y mil trescientos
setentidós del Código Civil, ya que no se ha dado el plazo para requerir el cumplimiento
de la obligación, siendo que la cláusula cuarta del contrato es nula porque no exige
comunicación previa, y todo ello ocasiona un verdadero agravio al recurrente al
incurrirse en abuso del derecho; y, b) el artículo V del Título Preliminar del Código Civil,
que establece que es nulo todo acto jurídico contrario a las leyes que interesan el orden
público o a las buenas costumbres; CONSIDERANDO: Primero.- Que, la presente
acción está dirigida a obtener el desalojo por ocupación precaria de un inmueble
adquirido en compra venta por los demandados, respecto del cual la demandante
señala que ha hecho uso de la cláusula resolutoria, resolviendo el contrato de compra
venta, produciéndose la precariedad de su ocupación, por lo que exige su devolución;
Segundo.- Que, la sentencia de Vista, expedida en discordia, señala que con arreglo a
lo pactado en la cuarta cláusula del contrato de fojas ocho a doce, si los compradores
dejaban de pagar una de las armadas la Caja podría, a su elección, ejecutar la
hipoteca legal o resolver el contrato de pleno derecho, sin que sea necesaria
comunicación alguna a los compradores, por lo que siendo ello así, y habiendo
fenecido el título de los demandados para ocupar el bien, la demanda de su propósito
merece amparo; Tercero.- Que, si bien en virtud del artículo mil trescientos
cincuenticuatro del Código Civil las partes pueden determinar libremente el contenido
de los contratos, los que son obligatorios en cuanto se haya expresado en ellos según
lo prescribe el artículo mil trescientos sesentiuno del mismo Cuerpo normativo, sin
embargo, tales normas deben concordarse con lo dispuesto en la segunda parte del
mismo artículo mil trescientos cincuenticuatro acotado, según el cual la libertad
contractual es factible siempre que no sea contraria a norma legal de carácter
imperativo; Cuarto.- Que, el segundo párrafo del artículo mil cuatrocientos treinta del
citado Cuerpo Sustantivo establece que la resolución se produce de pleno derecho
cuando la parte interesada comunica a la otra que quiere valerse de la cláusula
resolutoria; Quinto.- Que, entonces, si bien es cierto que al hacer uso de una cláusula
resolutoria se resuelve un contrato de pleno derecho, igualmente lo es que para el
ejercicio legítimo de ésta se requiere que la parte que hace uso de ella haya cumplido a
su vez con sus obligaciones recíprocas; Sexto.- Que, si bien es cierto a fojas trece
corre la carta notarial remitida a los demandados Clint Jony Ramírez Luján y Yanina
Marleny Muñoz Senisse por la Caja de Pensiones Militar Policial, a través de la cual se
les comunica que, conforme a lo estipulado en la cláusula cuarta del contrato de
compra venta suscrito el catorce de diciembre de mil novecientos noventiocho, la
vendedora da por resuelto de pleno derecho dicho contrato, solicitando le sea devuelta
la posesión del inmueble bajo apercibimiento de iniciar las acciones judiciales
pertinentes, también es cierto que al absolver el traslado de la demanda mediante
escritos de fojas sesentiocho y ochentiuno, los emplazados cuestionan que se haya
producido la resolución contractual alegada, refiriendo que previamente debió
requerírseles el pago de la obligación, bajo apercibimiento de resolución; Sétimo.- Que,
siendo así, el comprador que discute el ejercicio del derecho del vendedor a resolver de
pleno derecho un contrato de compra venta, no será considerado como ocupante
precario en los términos que prevé el artículo novecientos once del Código Civil, puesto
que tal discusión sobre los requerimientos para que opere una cláusula resolutoria,
esto es, el cumplimiento o incumplimiento de las obligaciones nacidas del contrato, no
debe ser dilucidado en la vía sumarísima, por exceder los límites del desalojo por
ocupación precaria; Octavo.- Que, por esta misma razón la vía sumarísima no resulta
ser la pertinente para dilucidar la validez de las cláusulas pactadas por las partes, por
lo que carece de objeto pronunciarse sobre la inaplicación del artículo V del Título
Preliminar del Código Civil, así como también del artículo mil trescientos setentidós del
Código Sustantivo, pues no pueden ser verificados en este acto los efectos y alcances
de la resolución del contrato de compra venta cuestionado; Noveno.- Que, estando a
las consideraciones que anteceden, de conformidad con lo dispuesto en los artículos
cuatrocientos doce y trescientos noventiséis inciso primero del Código Procesal Civil,
NUESTRO VOTO es por que se declare FUNDADO él recurso de casación interpuesto
por Clint Jony Ramírez Julián a fojas doscientos cincuentitrés, y en consecuencia
NULA la sentencia de vista de fojas doscientos treinta, su fecha cuatro de diciembre del
dos mil uno; y actuando como sede de instancia, REVOCANDO la sentencia apelada
de fojas ciento cincuentiocho, su fecha quince de noviembre del dos mil, que declaró
fundada la demanda de fojas treintiséis a cuarenta, subsanada a fojas cuarenticinco,
con lo demás que contiene, y reformándola; declararon IMPROCEDENTE la misma,
con costas y costos; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por Caja de Pensiones Militar Policial con
Clint Jony Ramírez Luján y Yanina Marleny Muñoz Senísse sobre desalojo por
ocupación precaria; y los devolvieron.- SS. INFANTES VARGAS; SANTOS PENA

Posesión no precaria: Por discrepancia respecto a la resolución de contrato

No puede sostenerse que los demandados tienen la condición de ocupantes precarios


por haber fenecido el título, cuando existen discrepancias entre las partes litigantes
sobre la resolución del contrato de compraventa, que establecería que el título de la
posesión ha fenecido.

Cas. Nº 3780-2000 Callao

DICTAMEN Nº 070-2001 – FSC – MP


EXPEDIENTE Nº 3780-2000
Recurso de Casación. Desalojo
SALA CIVIL TRANSITORIA. CALLAO
Señor Presidente: Viene para Opinión Fiscal, el Recurso de Casación interpuesto a fs.
128 a 133 por doña Isabel Preciado Delgado contra la sentencia de vista de fs. 118 a
119, su fecha 13 de noviembre del 2000, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia del Callao, que revocó la apelada de fs. 100, su fecha 19 de mayo del 2000,
que declaró improcedente la demanda, reformándola la declararon fundada, en los
seguidos por la Caja de Pensiones Militar y Policial contra Wilfredo Chávez Saavedra y
otra, sobre Desalojo por Ocupación Precaria. La Sala de su Presidencia, mediante
resolución de fecha 31 de enero del 2001, ha declarado Procedente el Recurso de
Casación, por las causales previstas en los numerales 1 y 2 del art. 386 del C.P.C.,
esto es, interpretación errónea e inaplicación de una norma de derecho material.
I. FUNDAMENTACION DEL RECURSO DE CASACION POR LA PARTE
RECURRENTE: La recurrente a fs. 128 a 133, sostiene: 1.- Que la Sala ha interpretado
erróneamente el art. 911 del C.C. al considerar que ha operado de pleno derecho, la
resolución del contrato en virtud de la aplicación de la cláusula resolutoria del contrato,
la cual se hizo efectiva mediante Carta Notarial; sin embargo, para que esta cláusula
sea válida debe cumplirse con lo dispuesto en el art. 1430 del C.C., que no se ha
aplicado al presente caso y señala que puede convenirse contractualmente la
resolución de pleno, que operará cuando la parte interesada comunique a la otra que
quiere valerse de la cláusula resolutoria. 2.- Que, el art. 1354 del C.C. establece que
las partes pueden determinar libremente el contenido del contrato siempre que no sea
contrario a la norma legal de carácter imperativo, resultando por ello nula la cláusula
del contrato que dispone la resolución de pleno derecho sin comunicación previa,
desnaturalizando lo dispuesto en los arts. 1428, 1429 y 1430 del C.C..
II. RESOLUCION EXPEDIDA POR LA SALA CIVIL DE LA CORTE SUPERIOR DE
JUSTICIA DEL CALLAO: a fs. 118 a 119, corre la resolución material del Recurso de
Casación, que revocó la apelada que declaró improcedente la demanda de desalojo
por ocupante precario y reformándola la declararon fundada, señalándose en sus
consideraciones que, los demandados ocupan el inmueble reclamado en mérito al
contrato de compraventa e hipoteca, el cual establecía que en caso de incumplimiento
de una armada, el contrato quedaría resuelto de pleno derecho, habiendo reconocido
los demandados la suspensión de sus pagos, por lo que el título de los demandados
feneció, resultando la precariedad típica e impertinente señalar la falta de propiedad de
la demandante, por cuanto su derecho de propiedad se encuentra inscrito en el
Registro de la Propiedad Inmueble.
III. PUNTOS CONTROVERTIDOS: En el caso de autos, conforme a lo solicitado,
corresponde evaluar. A.- La interpretación erróneamente el art. 911 del C.C. B.- La
inaplicación de los arts. 1354, 1362 y 1430 del C.C.
IV. ANALISIS Y ESTUDIO DE LOS ACTUADOS: Del estudio y análisis de los actuados
y de la legislación sobre la materia, se ha llegado a determinar: 1.- Que el Recurso de
Casación procede siempre que no se haya consentido previamente la resolución objeto
del recurso, que se apoye en las causales descritas en el art. 386 del C.P.C., y, que se
haya expresado con claridad y precisión cuál debe ser la interpretación correcta de la
norma de derecho material y cual debe ser la norma de derecho material aplicable al
caso, conforme a lo dispuesto en los puntos 2.1 y 2.2 del numeral 2 del art. 388 del
Código acotado, habiendo cumplido la recurrente con las mencionadas exigencias. 2.-
Que, la interpretación errónea de una norma de derecho material supone la elección de
una norma aplicable al caso, en la que el juzgado ha incurrido en error al determinar su
sentido, y en el caso de autos la recurrente considera que la Sala ha interpretado
erróneamente el art. 911 del C.C. que señala "La posesión precaria es la que se ejerce
sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido." 3.- Que, el art. 911 del C.C.
resulta ser la norma aplicable al presente caso, toda vez que el petitorio de la demanda
es el desalojo por ocupante precario de los demandados, quienes venían ocupando el
inmueble sub litis en virtud a un contrato de compra-venta e hipoteca, el cual quedó
resuelto de pleno derecho, al haber dejado de cancelar los demandados más una
armada, en estricta aplicación de la cláusula cuarta del mencionado contrato, esto es,
al haber quedado resuelto el contrato de compra-venta, el título que tenían los
demandados para poseer legítimamente el predio materia de desalojo ha fenecido
convirtiéndose en poseedores precarios (exp. 433-98), por lo que en este extremo no
resulta amparable al Recurso de Casación. 4.- Que la recurrente considera que la Sala
ha inaplicado los arts. 1354, 1362 y 1430 del C.C., que disponen que las partes
determinan libremente el contenido del contrato, siempre que no sea contrario a norma
legal de carácter imperativo, los cuales deben negociarse, celebrarse y ejecutarse
según las reglas de la buena fe y común intención de las partes pudiendo convenirse
expresamente que el contrato se resuelva de pleno derecho cuando una de las partes
no cumpla determinada prestación a su cargo, para lo cual la parte interesada
comunicará a la otra que quiere valerse de la cláusula resolutoria. 5.- Que, la
inaplicación de una norma de derecho material, supone la existencia de una norma
jurídica que regula la situación de hecho establecida en la sentencia pero que no ha
sido aplicada por el Juez para resolver la causa, y en el caso que nos ocupa, como se
ha señalado precedentemente, la norma aplicable al caso de autos resulta ser el art.
911 del C.C., por ser la norma que regula la relación jurídica material, esto es, la
ocupación precaria de un inmueble. Las normas que la recurrente considera han sido
inaplicadas por la Sala, no regulan la situación de hecho establecida en la sentencia,
pues la resolución operó de pleno derecho, conforme a lo estipulado por ambas partes
al momento de suscribir el contrato de compraventa, habiendo cumplido la parte
demandante con cursar la correspondiente comunicación por conducto notarial,
máxime si pretensión del proceso no es la resolución del contrato sino el desalojo por
ocupante precario de los demandados, por lo que tampoco corresponde amparar este
extremo del Recurso de Casación. Por las consideraciones antes expuestas, la Fiscalía
Suprema en lo Civil, estando a las facultades previstas en el numeral 6 del art. 159 de
la Constitución Política del Estado y en el art. 85 del Decreto Legislativo Nº 052, es de
opinión que se declare INFUNDADO el Recurso de Casación, interpuesto a fs. 128 a
133 por doña Isabel Preciado Delgado, en los seguidos por la Caja de Pensiones Militar
y Policial contra Wilfredo Chávez Saavedra y otra, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria. NOTA.- El suscrito se encuentra a cargo del Despacho por licencia concedida
al señor Fiscal Supremo Titular, doctor Miguel Aljovin Swayne. Lima, 27 de marzo del
2001. Avelino Guillen Jauregui. Fiscal Adjunto Supremo en lo Civil. Encargado del
Despacho.
Lima, 25 de junio del 2001.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA; Vista la causa Nº 3780-2000, en Audiencia Pública
de la fecha y producida la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia;
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del Recurso de Casación interpuesto por doña
Isabel Preciado Delgado, mediante escrito de fs. 128, contra la sentencia de vista,
emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, de fs. 118, su fecha
13 de noviembre del 2000, que revocando la apelada y reformándola declararon
fundada la demanda, sobre desalojo por ocupación precaria; FUNDAMENTOS DEL
RECURSO: Que, concedido el Recurso de Casación a fs. 134 fue declarado
procedente por resolución del 31 de enero del 2001, por las causales contempladas en
los incisos 1º y 2º del art. 386 del C.P.C., sustentada en: a) la interpretación errónea del
art. 911 del C.C. , porque la resolución materia de la casación ha interpretado que el
título ha fenecido por cuanto ha operado la resolución automática o de pleno derecho
en virtud de la cláusula 4º del contrato, pero para que esta resolución sea válida tenía
que cumplirse con lo dispuesto por el art. 1430 del mismo Código, es decir comunicar a
la otra parte que quiere valerse de la cláusula resolutoria y en este caso la carta
notarial que se acompaña no cumple con tal requisito, por lo que no puede tener la
calidad de ocupante precario y b) la inaplicación de los arts. 1430, 1354 y 1372 del
Código Sustantivo, porque no se ha dado plazo para requerir el cumplimiento de la
obligación, porque la cláusula del contrato es nula, porque no exige comunicación
previa y todo ello ocasiona un verdadero agravio a la recurrente al incurrirse en un
abuso del derecho; CONSIDERANDO: Primero.- Que, la sentencia de vista al revocar
la apelada y reformándola declaran fundada la demanda de desalojo por ocupación
precaria se sustenta en que ha fenecido el título por el que la recurrente ocupaba el
inmueble sub-litis, porque la demandante en cumplimiento de la cláusula 4ª del contrato
de compraventa cursó la carta notarial de fs. 10, optando por resolver el contrato y
solicitando la devolución del inmueble; Segundo.- Que, asimismo la sentencia de vista
se sustenta en el documento presentado por los demandados a fs. 91 que reconocen
que han suspendido el pago, pero dicha comunicación rechaza la resolución del
contrato de compraventa, por la existencia de serias irregularidades en el saneamiento
legal del inmueble sub-litis y no le han otorgado a los compradores los documentos
debidamente saneados, lo que ha originado que suspendan el pago; Tercero.- Que,
resulta así que si bien la demandante ha cursado la carta notarial resolviendo el
contrato, los demandados han rechazado dicha resolución; Cuarto.- Que, en este
proceso sumarísimo no puede dilucidarse tal discrepancia y determinar si en realidad
ha quedado resuelto el contrato tal como lo afirma la demandante o no procede la
resolución del mismo como lo han sostenido los demandados, por lo que se tendría que
recurrir a una vía más lata; Quinto.- Que, existiendo discrepancias entre las partes
litigantes sobre la resolución del contrato, no se puede afirmar que el título de la
posesión ha fenecido, de donde resulta que se ha interpretado erróneamente el art.
911 del C.C., al sostenerse en la sentencia de vista que los demandados tienen la
condición de ocupantes precarios por haber fenecido el título; Sexto.- Que, las
disposiciones del C.C. que la recurrente sostiene se han inaplicado, no resultan
pertinentes al caso, porque se trata de definir la condición de ocupante precario;
Sétimo.- Que, por las razones expuestas y presentándose la causal del inciso 1º del
art. 386 del C.P.C. y de conformidad con el inc. 1º del art. 396 de dicho Código; con lo
expuesto por la Fiscalía Suprema; declararon FUNDADO el Recurso de Casación
interpuesto por doña Isabel Preciado Delgado mediante escrito de fs. 128 y en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fs. 118, del 13 de noviembre del 2000; y
actuando en sede de instancia CONFIRMARON la apelada de fs. 100, del 19 de mayo
del 2000, que declaró improcedente la demanda de fs. 17 a 21 interpuesta por la Caja
de Pensiones Militar y Policial contra Wilfredo Chávez Saavedra e Isabel Preciado
Delgado, sobre Desalojo por Ocupación Precaria, dejándose a salvo el derecho del
demandante a fin de que lo haga valer conforme a Ley; con costas y costos;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano;
en los seguidos por Caja de Pensiones Militar y Policial contra Wilfredo Chávez
Saavedra y otra, sobre Desalojo por Ocupación Precaria y los devolvieron.-
SS. ECHEVARRIA A, CELIS Z, LAZARTE H, ZUBIATE R, QUINTANILLA Q.

Posesión no precaria: De hijo del propietario

El demandante legitimó a su hijo a ingresar a la posesión de parte del inmueble sub


litis, y el haberlo demandado por permanecer en el inmueble, luego de surgir
desavenencias y discusiones familiares no convierte al referido hijo en precario, quien
detenta legitimidad en la posesión que ejerce, pese a la condición de propietario que
acredita el demandante.

Cas. N° 336-02 Lima

DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA


Lima, treinta de octubre del dos mil dos.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA; vista la causa número trescientos treintiséis - dos mil dos, en Audiencia
Pública de la fecha, y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
sentencia;
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Cornelio
Misme Rojas mediante escrito de fojas ciento noventinueve, contra la sentencia de
vista emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima de fojas
ciento cincuentiocho, su fecha doce de noviembre del dos mil uno, que Confirma la
sentencia apelada que declara Fundada la demanda interpuesta, y ordena que el
recurrente cumpla con desalojar el inmueble sub litis en el plazo de seis días, con lo
demás que contiene;
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, concedido el recurso de casación de fojas
ciento noventinueve, fue declarado procedente por resolución del cinco de abril del dos
mil dos, por la causal contemplada en el inciso primero del artículo trescientos
ochentiséis del Código Procesal Civil, en virtud de lo cual se denuncia la aplicación
indebida del artículo novecientos once del Código Civil, toda vez que: a) el inmueble
fue adquirido por su madre y el demandante, quien es su padre; no obstante ello, con
el actor ha celebrado contrato de arrendamiento respecto a la parte que ocupa,
pagando una merced conductiva, y b) si bien el demandante es propietario del bien, no
lo es de las mejoras y construcciones que ha realizado, teniendo justo título que
ampara su posesión sobre el bien, deviniendo en improcedente la demanda;
CONSIDERANDO: Primero.- Que, la Sala de Vista ha establecido como fundamento
fáctico de su fallo que, no obstante el vínculo de parentesco que existe entre el
demandante y el demandado, tal como se señala en la demanda, es indubitable que el
inmueble pertenece al demandante y a su esposa actual, y que no ha sido adquirido
por la madre del demandado, pues el contrato de compraventa que se anexa a la
demanda acredita que el bien fue adquirido cuando ya había fallecido la progenitora del
demandado, quien no ha probado que ocupe el bien como heredero o pagando renta,
por lo que no tiene título que legitime su posesión; Segundo, Que, a tenor de lo
dispuesto en el artículo novecientos once del Código Civil, ocupante precario es aquél
que posee un bien sin tener título que justifique su posesión o cuando el que tenía ha
fenecido, correspondiendo a la demandante acreditar en el proceso su titularidad sobre
el bien, así como la ocupación del demandado, quien por su parte deberá acreditar la
existencia de un título que justifique su posesión, como resulta de la concordancia con
el artículo ciento noventiséis del Código Procesal Civil; Tercero: Que, en consecuencia,
en los procesos seguidos sobre desalojo por ocupación precaria no se exige al
demandado acreditarla propiedad sobre el inmueble, sino únicamente justificar su
posesión y permanencia en el mismo en virtud a un título; Cuarto.- Que, en la presente
causa, conforme se ha establecido en las sentencias de mérito, y así también lo admite
el actor en su escrito de demanda, el demandado es hijo del demandante, y es en
virtud a dicha calidad que éste legitimó su ingreso a la posesión de parte del inmueble
sub litis; Quinto.- Que, en consecuencia, la posterior permanencia del demandado en el
inmueble, luego de surgir las desavenencias y discusiones familiares que refiere el
actor en su demanda, no convierte en precario al recurrente; no resultando pertinente
en esta vía sumarísima determinar la naturaleza de las relaciones jurídicas existentes
entre el propietario y los demás ocupantes del inmueble, y que autorizarían el derecho
de uso a favor del demandado; Sexto.- Que, siendo así, evidenciándose legitimidad en
la posesión que detenta el recurrente, pese a la condición de propietario que acredita el
demandante, no resulta pertinente la acción incoada por la causal de ocupación
precaria sustentada en el artículo novecientos once del Código Civil; Sétimo.- Que, por
las razones expuestas, y configurándose la causal contemplada en el inciso primero del
artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal citado, de conformidad con el
inciso primero del artículo trescientos noventiséis del acotado ordenamiento procesal,
declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Cornelio Misme Rojas a
fojas ciento noventinueve, y en consecuencia CASARON la resolución de vista de fojas
ciento cincuentiocho, del doce de noviembre del dos mil uno, y actuando en sede de
instancia, REVOCARON la sentencia apelada de fojas ciento dieciocho, su fecha veinte
de agosto del dos mil uno, que declaró Fundada la demanda de fojas veintiuno
veinticinco y ordena que el demandado cumpla con desocupar el inmueble sub litis en
el plazo de seis días, con costas y costos, con lo demás que contiene, y
REFORMÁNDOLA declararon Infundada la demanda interpuesta, sin costas ni costos;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano;
en los seguidos por Mariano Mismi Huaranca con Cornelio Mismi Rojas sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
S.S. LAZARTE HUACO; INFANTES VARGAS; SANTOS PENA; QUINTANILLA
QUISPE
EL FUNDAMENTO DEL VOTO DE LOS SEÑORES VOCALES ECHEVARRIA
ADRIANZEN Y MENDOZA RAMIREZ, ES COMO SIGUE: CONSIDERANDO: Primero.-
Que, la Sala de vista, confirmando la apelada que declara fundada la demanda de
Desalojo por Ocupante Precario, ha establecido como fundamento fáctico del fallo, que
no obstante el vinculo de parentesco que existe entre el demandante y el demandado,
tal como se señala en la demanda, es indudable que el inmueble pertenece al
demandante y a su esposa actual y que no ha sido adquirido por la madre del
demandado, pues del contrato de Compra-Venta que se anexa a la demanda se
acredita que fue adquirido cuando ya había fallecido la progenitora del demandado;
quien no ha probado que ocupe el bien como heredero o pagando renta, por lo que no
tiene título que legitime su posesión; Segundo.- Que, sin embargo el casante sostiene
que ha sido aplicado indebidamente el artículo novecientos once del Código Civil
debido a que no es precario porque el inmueble fue adquirido por su parte y por su
madre; Que además de hijo también tiene calidad de poseedor legitimo por haber
celebrado contrato de Arrendamiento con su padre. Agrega asimismo que ha
construido mejoras en el predio de las cuales es propietario; Tercero.- Que, el artículo
novecientos once del Código Civil precisa: "La posesión precaria es la que se ejerce sin
título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido". Que la ocupación precaria de un
bien inmueble se configura con la posesión
del mismo sin detentar título alguno que justifique dicha posesión o el que se tenía ha
fenecido; asimismo quien pretenda la restitución o entrega, en su caso, de un predio
ocupado bajo dicha calidad, debe acreditar el derecho de propiedad o que lo ejerce en
representación del titular o, en todo caso la existencia de título válido y suficiente que
otorgue derecho a la restitución del bien; Cuarto.- Que, los argumentos expuestos por
el recurrente carecen de sustento, pues aparece que el material probatorio apreciado
por el A-quo, contradice sus afirmaciones, porqué el inmueble fue adquirido por el
padre del demandado pero con su actual esposa, y no con la madre del demandado ya
fallecida' tampoco acredita alguna forma verbal o escrita de la existencia de un contrato
de arrendamiento y, en cuanto a su calidad de hijo, la legislación peruana no confiere a
tal condición legitimidad en la posesión de un inmueble, salvo que se trate de un menor
que genera obligaciones de alojamiento o vivienda, que no es el caso de autos; por
último, en lo tocante a las mejoras, estas tienen que probarse y reciben un tratamiento
propio de reclamación que es libre de ejercer el interesado; Quinto.- Que, la causal de
aplicación indebida se configura cuando los jueces de mérito aplican una norma
impertinente al conflicto intersubjetivo de intereses que se pretende resolver, sin
embargo en el caso de autos por las consideraciones expuestas resulta aplicable el
artículo novecientos once del Código Civil debido a su calidad acreditada de precario,
por tanto estando a lo dispuesto por el artículo trescientos noventisiete del Código
Procesal Civil NUESTRO VOTO es porque se declare INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto a fojas ciento noventinueve por don Cornelio Misme Rojas contra
la resolución de vista de fojas ciento cincuentiocho, su fecha doce de noviembre del
dos mil uno; en los seguidos por don Mariano Mismi Huaranca; sobre Desalojo por
Ocupación Precaria.-
S.S. ECHEVARRIA ADRIANZEN; MENDOZA RAMIREZ. C-36457

Denuncia civil: Formalidad

No existiendo prohibición alguna de que la denuncia civil se encuentre contenida en la


contestación de la demanda, ni mucho menos mandato imperativo de que deba
formularse en escrito aparte, ésta debe entenderse como válidamente efectuada en la
forma realizada en autos, máxime si es obligación de los magistrados analizar, evaluar
y merituar cada uno de los fundamentos expuestos por las partes en litigio.

Casación Nº 1805-2000 - Ayacucho

Lima, primero de octubre del dos mil dos.-

LA SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL DE LA CORTE


SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, vista la causa en discordia, con el
acompañado, con el voto suscrito por el Señor Gazzolo Villata, dejado oportunamente
en Relatoría, en cumplimiento a lo establecido en el artículo ciento cuarentinueve del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el mismo que obra de
fojas sesenta a sesentidós del cuadernillo formado en este Supremo Tribunal, de lo
cual da fe el Secretario de esta Suprema Sala; luego de verificada la votación con
arreglo a ley, procede a emitir la siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO:
Recurso de Casación interpuesto a fojas trescientos por don Timoteo Herrera Patiño,
contra la sentencia de vista de fojas doscientos noventitrés, su fecha doce de junio del
dos mil que confirma la sentencia apelada de fojas doscientos sesenticuatro, su fecha
veinticuatro de abril del dos mil, en el extremo que declara infundada la observación a
la ampliación del peritaje formulada por el demandado y fundada en parte la demanda,
ordenando que los demandados Timoteo Herrera Patiño y Saturna Delgadillo Sosa
desocupen en el plazo de seis días el predio sub litis, con lo demás que contiene, y
revoca la misma sentencia en el extremo que declara fundada la demanda presentada
por Jorge Pozo Palomino en su condición de apoderado de don José Rafael Arias Del
Campo contra los mismos demandados, reformándola la declara improcedente en
dicho extremo. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, mediante resolución de fecha
nueve de abril del dos mil uno, obrante a fojas cuarentinueve del cuadernillo formado
en este Supremo Tribunal, se ha declarado procedente el recurso por la causal
contenida en el inciso tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal
Civil, es decir, la contravención de normas que garantizan el derecho a un debido
proceso e infracción de las formas esenciales para la eficacia y validez de los actos
procesales. Y CONSIDERANDO: Primero.- que, conforme lo establece el artículo
ciento dos del Código Procesal Civil, el demandado que considere que otra persona
además de él, o en su lugar, tiene alguna obligación o responsabilidad en el derecho
discutido, debe denunciarlo indicando su nombre y domicilio a fin de que se le notifique
del inicio del proceso, precisándose en el artículo ciento tres del Código en mención,
que en caso de considerarse procedente dicha denuncia, el Juez emplazará al
denunciado con las formalidades establecidas para la notificación de la demanda.
Segundo.- que, de la lectura del escrito de contestación de demanda de don Timoteo
Herrera Patiño (que en autos aparece a fojas cincuenta y siguientes), específicamente
en el punto tercero de los fundamentos de hecho de la contestación de demanda, el
emplazado formula denuncia civil [1] contra la sucesión de don Abelardo Cabrera
Bedoya, particularmente contra la persona de don Arturo Tineo Cabrera, indicando que
es a ellos a quienes les corresponde la titularidad del predio sub litis, precisando el
domicilio donde debía efectuarse la correspondiente notificación. Tercero.- que, no
obstante la precitada denuncia civil, las instancias de mérito no han emitido
pronunciamiento alguno al respecto, ya sea amparando o rechazando dicho pedido y a
pesar de dicha omisión, el proceso fue declarado saneado habiendo incluso emitido
pronunciamiento respecto del fondo de la controversia puesta a consideración de este
Supremo Tribunal. Cuarto.- que, la omisión mencionada y detallada en el considerando
precedente, reviste mayor gravedad por el hecho de que tanto en la sentencia apelada
como en la de vista, se ha tenido presente el hecho expuesto por el demandado
Timoteo Herrera Patiño, al momento de formular las tantas veces mencionadas
denuncia civil, en el sentido de que el predio sub litis sería de propiedad de la sucesión
de don Alberto Cabrera Bedoya, conforme es de verse del tercer y octavo considerando
respectivamente, razón por la cual resultaba necesario, a efectos de establecer
adecuadamente una relación jurídica procesal válida y poder emitir un pronunciamiento
válido sobre el fondo de la controversia, resolver la denuncia civil formulada,
determinando si el precitado demandado tiene o no alguna obligación o
responsabilidad en el derecho discutido, o si la mencionada obligación o
responsabilidad debía ser compartida con la sucesión denunciada. Quinto.- que, dicha
omisión resulta una clara transgresión al principio de la observación del debido
proceso, consagrado en el inciso tercero del artículo ciento treintinueve de la
Constitución Política del Estado, principio cuyo estricto cumplimiento debe ser velado
por esta Suprema Sala, y que se materializa en el hecho de no haberse emitido
pronunciamiento respecto de un pedido expreso de una de las partes en conflicto.
Sexto.- que, no existiendo prohibición alguna de que la denuncia civil se encuentre
contenida en la contestación de demanda, ni mucho menos mandato imperativo de que
deba formularse en escrito aparte, ésta debe entenderse como válidamente efectuada
en la forma realizada en autos, máxime si es obligación de los Magistrados analizar,
evaluar y merituar cada uno de los fundamentos expuestos por las partes en litigio.
Sétimo.- que, resultando amparable el error in procedendo denunciado, y en atención a
que éste se encuentra íntimamente relacionado con la fijación de una relación jurídica
procesal válida, el vicio denunciado y amparado afectará lo actuado hasta la etapa
procesal en que se declaró saneado el proceso, toda vez que dicha declaración no ha
sido efectuada conforme al mérito de lo actuado ni al derecho, por lo que contraviene el
mandato contenido en el inciso tercero del artículo ciento veintidós del Código Procesal
Civil; razones por las cuales debe procederse conforme a lo previsto por el numeral dos
puntos cuatro del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal en mención [2].
DECLARARON: FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas trescientos, por
don Timoteo Herrera Patiño, en consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas
doscientos noventitrés, su fecha doce de junio del dos mil, INSUBSISTENTE la
sentencia apelada de fojas doscientos sesenticuatro, su fecha veinticuatro de abril del
dos mil, y NULO lo actuado desde la audiencia única de fojas ciento treintinueve, su
fecha veintidós de octubre de mil novecientos noventinueve, que resuelve declarar
saneado el proceso, debiendo reponerse el proceso al estado de emitir
pronunciamiento respecto de la validez de la relación jurídica procesal, previo trámite
de la denuncia civil formulada; y los devolvieron.
SS. VÁSQUEZ CORTEZ; WALDE JÁUREGUI; NEIRA BRAVO

EL VOTO DE LOS SEÑORES VOCALES MENDOZA RAMÍREZ Y ZUBIATE REINA ES


COMO SIGUE:

CONSIDERANDOS: Primero.- Que, debe resolverse si hay o no contravención


de normas que garantizan el debido proceso, cuando un Juez omite pronunciarse
respecto a una denuncia civil efectuada por un demandado, de modo inconsistente y
sin sustento; Segundo.- Que, en efecto, en su escrito de contestación de demanda
obrante a fojas cincuenta, el demandado don Timoteo Herrera Patiño sostuvo que el
terreno y las plantaciones de tuna son de propiedad de don Alberto Cabrera Bedoya,
que es una sucesión representada por don Arturo Tineo Cabrera; empero, tal
afirmación ha quedado solo en un dicho al no haber sido sustentada por el denunciante
en ningún momento durante el transcurso del proceso; Tercero.- Que, el supuesto
representante de la sucesión aludida, don Arturo Tineo Cabrera, fue ofrecido como
testigo por el mismo demandado. La supuesta sucesión fue notificada con fecha trece
de diciembre de mil novecientos noventiocho con la copia del Acta de Audiencia Única
como consta de fojas ciento setentiséis, sin embargo, no se hizo presente para hacer
valer el presunto derecho de propiedad que le atribuye el demandado; omisión y
desinterés incompatible a un propietario y que le resta veracidad a la denuncia civil;
Cuarto.- Que, en demostración de la inconsistencia de la referida denuncia civil
aparece que el propio demandado, el trece de noviembre de mil novecientos
noventiocho fue notificado por los demandantes con carta notarial, para que desocupe
el inmueble y el mismo demandado afirma que no hizo de conocimiento a la aludida
sucesión la citada carta; Quinto.- Que, más bien en su declaración obrante a fojas
ciento noventicuatro, el demandado acepta que es un ocupante precario, reconociendo
haberse instalado en el área donde estuvo el campamento provisional del Ministerio de
Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción, área que aparece como
propiedad de los demandantes y no de la supuesta sucesión; Sexto.- Que, además, el
Informe Pericial confirma que el predio y las construcciones en las que habita el
demandado se encuentran en el inmueble denominado Lagunilla de propiedad de la
parte demandante y no de alguna sucesión; Sétimo.- Que, tampoco el demandado
presenta medios probatorios que acrediten una supuesta relación de dependencia con
la presunta sucesión a la que le atribuye la propiedad del predio y de las plantaciones;
Octavo.- Que, los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los hechos
expuestos por las partes para orientar al Juzgador respecto de los puntos
controvertidos o de las peticiones que se hagan para fundamentar las decisiones;
Noveno.- Que, no puede haber afectación al debido proceso si el demandado no ha
reclamado y más bien, ha consentido a lo largo del proceso que el Juez no resolviera
su denuncia civil, por lo que resulta de aplicación el principio de protección de los
procesos; por tales consideraciones y no estando acreditada la contravención del
derecho al debido proceso NUESTRO VOTO es porque se Declare INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto a fojas trescientos por don Timoteo Herrera Patiño
contra la sentencia de vista de fojas doscientos noventitrés, de fecha doce de junio del
dos mil; en los seguidos por don Jorge Pozo Palomino con don Timoteo Herrera Patiño
y Saturna Delgadillo Sosa sobre Desalojo por ocupante Precario y otro.

SS. MENDOZA RAMÍREZ; ZUBIATE REINA


Medios probatorios: ofrecimiento

“... Si bien hay amplia libertad para ofrecer prueba, como se reconoce en el artículo
ciento noventiuno del Código Procesal Civil, ésta debe ser ofrecida por las partes en los
actos postulatorios, como establece el artículo ciento ochentinueve del mismo Código;
salvo las excepciones previstas en los procesos de conocimiento y abreviado, con las
limitaciones que para esos casos se señalan; (...) la ‘ratio legis’ de ésta disposición es
permitir el examen oportuno de la prueba del contrario y proscribir la probanza
sorpresiva y artera, que se presentaba a última hora para impedir al contrario su
escudriño; (...) Por esa razón toda prueba se incorpora al proceso con conocimiento del
contrario y en las oportunidades previstas en la ley...”

CASACIÓN Nro. : 1248-2000/LORETO.

SALA CIVIL TRANSITORIA (Corte Suprema de Justicia).

CAS. N° 1428-00 LORETO Mat. Desalojo por ocupación precaria 11-8-2000 LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA,
vista la causa número mil doscientos cuarentiocho - dos mil, con los acompañados en
Audiencia Pública de la fecha y producida la votación con arreglo a Ley, emite la
siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Que, don Mario Ishuiza Apagueño
recurre en casación a fojas ciento sesentidós de la sentencia de vista de fojas
cincuentiséis, del once de abril del presente año expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Loreto, que revoca la apelada de fojas cincuenticuatro del
veintisiete de octubre, de mil novecientos noventinueve dictada durante la Audiencia
Unica de fojas cincuentitrés, declara improcedente la demanda de fojas once;
FUNDAMENTOS: Que, por Resolución de ésta Sala Suprema del catorce de junio
último se declaró procedente el recurso por la causal de Contravención de las normas
que garantizan el debido proceso, pues la sentencia de vista se ha sustentado en
medios probatorios ofrecidos en segunda instancia, no obstante tratarse de un proceso
sumarísimo, en contravención de lo dispuesto en el inciso tercero del artículo
quinientos cincuentinueve del Código Procesal, ya que sólo en los procesos de
conocimiento y abreviados es posible ofrecer medios probatorios en el escrito de
apelación; y que en el supuesto negado que por algún criterio jurisdiccional se hiciera
extensivo a los procesos sumarísimos, tampoco podrán admitirse por cuanto no reúnen
los requisitos de los incisos primero y segundo del artículo trescientos setenticuatro del
mismo Código; CONSIDERANDO: Primero.- Que, el proceso se forma cumpliendo una
serie de actos, unos realizados por las partes, otros por el Juez, que la ley regula
señalando, cómo, cuándo y dónde deben realizarse, así como los efectos que
producen, todo lo cual constituyen las formas del proceso que deben observarse para
la validez del acto procesal; Segundo.- Que, si bien hay amplia libertad para ofrecer
prueba, como se reconoce en el artículo ciento noventiuno del Código Procesal Civil,
ésta debe ser ofrecida por las partes en los actos postulatorios, como establece el
artículo ciento ochentinueve del mismo Código; salvo las excepciones previstas en los
procesos de conocimiento y abreviado, con las limitaciones que para esos casos se
señalan; Tercero.- Que, la “ratio legis” de ésta disposición es permitir el examen
oportuno de la prueba del contrario y proscribir la probanza sorpresiva y artera, que se
presentaba a última hora para impedir al contrario su escudriño; Cuarto.- Por esa razón
toda prueba se incorpora al proceso con conocimiento del contrario y en las
oportunidades previstas en la ley; Quinto.- Que, esta regulación no limita la facultad
que tiene el Juzgador de mérito de ordenar la actuación de los medios probatorios
adicionales que considere convenientes, la que comprende admitir la prueba
extemporánea ofrecida por alguna de las partes, como bien pudo haber hecho la Sala
de Revisiones, para lo cual debió expedir resolución motivada que se notifica a las
partes, cumpliendo así con los principios de publicidad, bilateralidad y contra-dicción
que rigen la actuación probatoria, de tal manera que el contrario pueda tener la
posibilidad de controlar la actuación de la prueba adversa; Sexto.- Que, en éste caso, a
fojas ochentidós el demandado apeló de la sentencia de primera instancia y acompañó
los medios probatorios que en el mismo escrito se indica, y ya el proceso en segunda
instancia, a fojas noventisiete, nuevamente acompaña documentos, entre ellos el título
de fojas noventiocho, que no se admitieron como prueba, y se mandó tener presente
en lo que fuera de ley; Séptimo.- Que, la sentencia de vista, en su motivo tercero,
reconoce que el emplazado presentó extemporáneamente los documentos que
menciona, mas sostiene que no pueden dejar de ser valorados atendiendo a que la
finalidad del proceso es resolver un conflicto de intereses, logrando la paz social en
justicia; lo que pudo hacer siguiendo el cauce establecido en la ley, como se ha
señalado; Octavo.- Que, la Sala de Revisiones al sustentarse en prueba no admitida,
afectó el derecho del contrario a un debido proceso y los principios antes señalados,
incurriendo en el vicio de nulidad previsto en el artículo ciento veintidós inciso tercero
del Código Adjetivo; Por estos fundamentos; Declararon FUNDADO el recurso de
casación de fojas ciento sesentidós, y NULA la sentencia de vista de fojas ciento
cincuentiséis, de fecha once de abril del presente año y de conformidad con lo
dispuesto en el artículo trescientos noventiséis inciso segundo párrafo dos punto uno
del Código Procesal Civil, ORDENARON que el órgano jurisdiccional inferior expida
nuevo fallo con arreglo a ley; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por don Mario Ishuiza Apagueño contra
don Linorio Maytahuari Yahuarcani, sobre Desalojo por Ocupante Precario; y los
devolvieron. SS. URRELLO A.; SÁNCHEZ PALACIOS P.; ROMÁN S.; ECHEVARRÍA
A.; DEZA P.

Apelación: Invocación de hecho nuevo

El argumento que no fue invocado en el escrito de contestación a la demanda no


puede ser materia de pronunciamiento por las instancias de mérito, en atención a la
expresa prohibición prevista en el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal
Civil que señala que el juez no puede fundar su decisión en hechos diversos de los que
han sido alegados por las partes en los actos postulatorios del proceso.

Casación Nº 101-2002 Lima (publicada en El Peruano el 30 de julio de 2003)

Lima, cuatro de octubre del dos mil dos.

LA SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL DE LA CORTE


SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, Vista la causa en Audiencia Pública
llevada a cabo en la fecha, integrada por los señores Vocales; Vásquez Cortéz, Zubiate
Reina, Walde Jáuregui, Egúsquiza Roca y Neira Bravo; luego de verificada la votación
con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO. Se trata
del recurso de casación interpuesto por don Nestor Ulises García García, contra la
resolución de vista de fojas ciento ochentitrés, su fecha veintiocho de setiembre del dos
mil uno, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que confirmando la resolución apelada de fojas ciento sesentiuno, su fecha siete de
agosto del mismo año, declara fundada la demanda. 2. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO. El recurrente, invocando el inciso tercero del artículo trescientos
ochentiséis del Código Procesal Civil, denuncia como agravio la contravención de las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso, argumentando que la Sala de
Mérito no ha considerado los fundamentos de su recurso de apelación, en virtud de los
cuales le hace conocer los vacíos procesales y sustanciales existidos en la sentencia
de primera instancia, con el agravante de hacerle entender que en cuanto al bien sub
litis, no está clara la extensión a reclamarse, por cuanto solo ocupa en calidad de
posesión una extensión de siete punto dieciocho hectáreas, hecho que el Superior
simplemente enuncia no haber sido alegado al momento de contestar la demanda;
añade que no se ha considerado lo establecido en el artículo ciento noventisiete del
Código Procesal Civil, que señala que todos los medios probatorios deben ser
valorados por el Juez en forma conjunta y utilizando su apreciación razonada. 3.
CONSIDERANDOS: Primero: Que, por Resolución Suprema de fecha ocho de mayo
del dos mil dos, se ha declarado procedente el recurso de casación por la causal de
contravención de normas que garantizan el derecho a un debido proceso denunciada.
Segundo: Que, la etapa postulatoria del proceso se inicia con el emplazamiento del
demandado, así como con la contestación de la demanda y su probable reconvención,
actos en los cuales ambas partes deberán expresar de manera clara y precisa sus
pretensiones, así como los fundamentos de hecho y derecho en que las sustentan, de
conformidad con el artículo cuatrocientos veinticinco del Código Procesal Civil. Tercero:
Que en el caso de autos, mediante recurso de apelación formulado a fojas ciento
sesentinueve, el recurrente invoca como un nuevo hecho, no estar en posesión de una
hectárea del predio sub litis, anomalía que no fue tomada en cuenta al momento de
expedirse la sentencia de primera instancia, supuesto vicio que es reproducido en el
recurso de casación. Cuarto: Que sin embargo, dicho argumento, al no haber sido
invocado en el escrito de contestación a la demanda, no puede ser materia de
pronunciamiento por las instancias de mérito, en atención a la expresa prohibición
prevista en el artículo siete del Título Preliminar del Código Procesal. Civil que señala
que el Juez no puede fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido
alegados por las partes en los actos postulatorios del proceso. Quinto: Que en
consecuencia, debe concluirse que la resolución materia de impugnación no ha
incurrido en contravención de normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
así como que esta se ha sustentado sobre la base de una adecuada valoración
conjunta y razonada de los medios probatorios aportados en autos. 4. RESOLUCIÓN:
Por lo expuesto y de conformidad con lo establecido en el artículo trescientos
noventisiete del Código Procesal Civil: Declararon: INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto a fojas ciento noventicinco, por don Nestor Ulises García García; en
consecuencia NO CASARON la resolución de vista de fojas ciento ochentitrés, su fecha
veintiocho de setiembre del dos mil uno; CONDENARON al recurrente al pago de las
costas y costos del recurso de casación, así como a la multa de dos Unidades de
Referencia Procesal; DISPUSIERON se publique la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano; en los seguidos por doña María Esther De La Torre Montoya, sobre
desalojo por ocupante precario; y los devolvieron.

SS. VÁSQUEZ CORTEZ; ZUBIATE REINA; WALDE JÁUREGUI; EGÚSQUIZA


ROCA; NEIRA BRAVO.
Casación: Pronunciamiento sobre hecho no denunciado

"... Cabe señalar puntualmente que la mención de un hecho no denunciado, en la


resolución que declara la procedencia del recurso, no obliga a esta Sala a pronunciarse
en torno a ello, a menos que se trate de un error sustancial que influya definitivamente
en la validez de los actos procesales..."

CASACION Nro. : 272-95-LIMA.

ORGANO JURISDICCIONAL : SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y


SOCIAL (Corte Suprema de Justicia).

REFERENCIA LEGAL : - Código Civil: Art. 911.


- Resolución Directoral Nro. 217-89-UAD-VI-LO.
- Resolución Directoral Nro. 11-91-AG-UAD-VI-LO.

Lima, veinte de mayo de mil novecientos noventiséis.

VISTOS; con el acompañado; en audiencia pública llevada a cabo en la fecha, la Sala


de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, integrada por los
señores Castillo Castillo, Urrello Alvarez, Ortiz Bernardini, Castillo La Rosa Sánchez y
Ampuero de Fuertes; verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
sentencia: MATERIA DEL RECURSO.- Se trata del Recurso de Casación interpuesto
por don José Carlos Armas Solf, mediante su escrito de fojas cinco del Cuaderno de su
propósito formado en Segunda Instancia, contra la sentencia de fojas ciento
setentiocho, su fecha treinta de julio de mil novecientos noventicinco, expedida por la
Sala Agraria de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revocando la apelada de
fojas ciento cuarentitrés, fechada el veintinueve de mayo del mismo año, declara
Infundada la demanda de fojas diecinueve; en los seguidos por don José Carlos
Francisco Armas Solf con don Leonardo Huamán Huamaní, sobre desalojo;
FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- Sostiene el recurrente: a) que la sentencia
impugnada hace una errónea interpretación del Artículo novecientos once del Código
Civil y que como consecuencia de ello concluye inaplicando dicha norma; b) que si bien
el demandado fue calificado como beneficiario de la Reforma Agraria mediante la
Resolución número doscientos diecisiete-ochentinueve, también lo es, que dicha
Resolución quedó sin efecto con la Resolución número ciento once-noventiuno y que
por lo tanto su supuesto título se habría extinguido por lo que sería de aplicación el
dispositivo legal invocado; c) que oficiosamente, en la Resolución Suprema del siete de
noviembre último, se vinculó a estos fundamentos la falta de pronunciamiento por parte
de la Sala Civil del recurso de apelación de fojas ciento veintisiete, esto es, un hecho
no denunciado en el Recurso de Casación; CONSIDERANDO: Primero.- que, en primer
término cabe señalar puntualmente que la mención de un hecho no denunciado, en la
resolución que declara la procedencia del recurso, no obliga a esta Sala a pronunciarse
en torno a ello, a menos que se trate de un hecho sustancial que influya definitivamente
en la validez de los actos procesales; que en este contexto la falta de resolución del
recurso de apelación de fojas ciento veintisiete por el inferior, no denunciado a la vez
como queda expresado, carece de trascendencia, puesto que, la instrucción por el
delito de Usurpación obra acompañado a los autos por haberse tenido a la vista para
sentenciar; Segundo.- que está probado con la Resolución Directoral número
doscientos diecisiete-ochentinueve-UAD-VI-LO del veintidós de agosto de mil
novecientos ochentinueve, que el demandado Leandro Huamán Huamaní, como
poseedor del predio en litis, fue calificado como beneficiario de Reforma Agraria; que si
bien dicha calificación fue desconocida posteriormente con la Resolución Directoral
número ciento once-noventiuno-AG-UAD-VI-LO, del treintiuno de enero de mil
novecientos noventiuno, no menos cierto es también que contra esta resolución se
formuló el recurso de reconsideración que obra a fojas doscientos nueve del
acompañado, recurso que aún no ha sido resuelto por la autoridad administrativa, de
modo que en tanto no se defina con arreglo a ley esta situación jurídica es obvio que no
puede considerarse al demandado como ocupante precario y en tal virtud resulta
inaplicable al caso de autos el citado Artículo novecientos once del Código Civil;
Tercero.- que por lo que queda dicho en la sustanciación de la presente causa no se
advierte error in iudicando para casar la resolución: Declararon INFUNDADO el
Recurso de Casación interpuesto a fojas cinco del cuadernillo de su propósito formado
en Segunda Instancia, contra la sentencia de fojas ciento setentiocho, su fecha
treintiuno de julio de mil novecientos noventicinco; CONDENARON al recurrente a las
costas y costos del recurso, así como a la Multa de dos Unidades de Referencia
Procesal; ORDENARON la publicación del texto de la presente sentencia en el Diario
Oficial El Peruano; en los seguidos por don José Carlos Francisco Armas Solf con don
Leandro Huamán Huamaní, sobre Desalojo; y los devolvieron.

SS. CASTILLO C.; URRELLO A.; ORTIZ B.; CASTILLO LA ROSA S.; AMPUERO.

Excepción: Cosa juzgada

La existencia de un pronunciamiento judicial, en un proceso distinto, donde se declaró


infundada la pretensión reivindicatoria, no importa la existencia de una decisión
definitiva respecto al derecho de propiedad que se discute en el presente proceso,
pues dicha decisión se sustentó en la falta de probanza de la pretensión, mas no en la
inexistencia de su derecho de propiedad.

Cas. Nº 2833-2000 Ica (Publicada el 2 de diciembre del 2002)

Lima, quince de mayo del dos mil dos.

LA SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL DE LA CORTE


SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, con los acompañados; en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha, integrada por los señores Vocales; Vásquez Cortez;
Mendoza Ramírez; Zubiate Reina; Walde Jáuregui y Gazzolo Villata; luego de
verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL
RECURSO. Se trata del recurso de casación interpuesto por doña María Mercedes
Rodríguez Bellido contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos veintiocho, su
fecha dieciocho de agosto del dos mil, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ica, que confirmando la sentencia apelada de fojas cincuentisiete, su
fecha nueve de mayo del dos mil, declara fundada la demanda de desalojo por
ocupante precario. 2.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO. El demandante fundamenta
su recurso en las causales contenidas en los incisos primero y tercero del artículo
trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, esto es: a) La aplicación indebida del
artículo novecientos once del Código Civil, y b) La contravención de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso. 3.- CONSIDERANDOS: Primero.- Que, el
recurso de casación fue declarado procedente mediante la resolución de fecha once de
junio de dos mil uno, solo por la causal contenida en el inciso tercero del artículo
trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil; es decir la referida a la contravención
de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso. Segundo.- Que, en el
caso de autos, don Alejandro Manuel Bocanegra Mejía ha interpuesto demanda de
desalojo por ocupación precaria contra los demandados, solicitando la restitución del
predio de su propiedad con un área de dos mil trescientos metros cuadrados, que
forma parte del predio antiguo denominado “Bisambra Alto”, sito en el sector Bisambra,
del distrito y provincia de Nazca, departamento de Ica. Tercero.- Que, la pretensión del
actor ha sido amparada en las instancias de Mérito, declarándose fundada la demanda
y ordenándose que los demandados cumplan con desocupar y hacer entrega del
predio en litis, el mismo que forma parte de uno de mayor extensión, siendo el
argumento de la causal por la que ha sido declarado procedente el recurso de casación
que la Sala Civil al resolver la causa ha transgredido lo que dispone la última parte del
artículo ciento veintitrés del Código Procesal Civil, respecto a la inmutabilidad de las
resoluciones que adquieren la calidad de cosa juzgada, argumentando que en la causa
acompañada que se tiene a la vista, signada con el número cincuenticuatro-noventidós,
ya la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica se ha pronunciado sobre la
propiedad alegada por el actor respecto al inmueble subjúdice, estableciendo que no
era propietario del mismo, ya que los títulos que presentó no lo justificaban como tal,
siendo dichos títulos los mismos que emplea en el presente proceso, por lo que
amparar la demanda materia de autos implica dejar sin efeto una resolución que ha
pasado a la autoridad de cosa juzgada, lesionando lo dispuesto en el inciso segundo
del artículo ciento treintinueve de la Constitución Política del Estado; Cuarto.- Que,
como se advierte del contenido de la sentencia de vista de fojas ciento cuarentinueve,
su fecha veintitrés de abril de mil novecientos noventitrés, recaída en el expediente
acompañado número cincuenticuatro-noventidós, la Sala Superior confirmó la
sentencia apelada que declaró improcedente la demanda de prescripción adquisitiva de
dominio formulada por doña María Delia Rodríguez Bellido contra don Alejandro
Bocanegra Mejía e infundada la demanda reconvencional sobre reivindicación,
propuesta por este último, considerando la Sala que dicha pretensión no se hallaba
sustentada en más antecedentes dominiales que el de adjudicación a su favor derivada
de la división y partición de los bienes que conformaban la masa hereditaria de quien
en vida fuera doña Josefina Mejía de Bocanegra, no habiéndose acreditado el origen
del derecho de propiedad, base sustancial para una acción de reivindicación. Quinto.-
Que, el actor, en el presente caso, para efectos de acreditar adecuadamente el
derecho de propiedad que ostenta sobre el bien objeto de litis, ha acompañado a la
demanda copias de los antecedentes dominiales del predio las mismas que corren de
fojas cuatro a ciento veintitrés. Sexto.- Que, la existencia de un pronunciamiento
judicial, en proceso distinto, donde se declaró infundada la pretensión reivindicatoria,
planteada en vía reconvencional por el hoy demandante, no importa la existencia de
una decisión definitiva respecto al derecho de propiedad del actor respecto del predio
sub litis, pues dicha decisión se sustentó en la falta de probanza de su pretensión, mas
no en la inexistencia de su derecho de propiedad, en cuya virtud se ha incoado la
presente demanda de desalojo por ocupación precaria, no evidenciándose colisión
alguna con el instituto de la cosa juzgada y por ende la contravención del artículo ciento
veintitrés del Código Procesal Civil; en consecuencia no se ha configurado la causal
denunciada. 4.- RESOLUCIÓN: Por lo expuesto y conforme a lo establecido en el
artículo trescientos noventisiete del Código Procesal Civil, Declararon: INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto a fojas cuatrocientos treintitrés por doña María
Mercedes Rodríguez Bellido; en consecuencia NO CASARON la sentencia de vista de
fojas cuatrocientos veintiocho, su fecha dieciocho de agosto del dos mil,
CONDENARON al recurrente al pago de las costas y costos del presente recurso, así
como a la multa de dos Unidades de Referencia Procesal; DISPUSIERON se publique
la presente la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por
don Alejandro Manuel Bocanegra Mejía, sobre de-salojo por ocupación precaria; y los
devolvieron.

S.S. VÁSQUEZ CORTEZ; MENDOZA RAMÍREZ; ZUBIATE REINA; WALDE


JÁUREGUI; GAZZOLO VILLATA.

Desalojo

Si bien la demandante no ha llegado a demostrar en forma convincente que el bien


sub-materia sea propio, también es cierto que el hijo extramatrimonial reconocido por
uno de los cónyuges, no puede vivir en la casa conyugal sin el asentimiento del otro.
Debe ampararse la pretensión de desalojo por ocupante precario, si la demandante en
su calidad de cónyuge no asiente que los hijos de su marido continúen viviendo en la
casa conyugal, mal se le podría obligar a actuar en contra de su voluntad.

Expediente 211-98

Sala Nº 1

Resolución Nº 7

Lima, veinticuatro de marzo de mil novecientos noventiocho.

VISTOS: Interviniendo como Vocal Ponente la señora Encinas Llanos; y


CONSIDERANDO:Primero.- Que, toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva para la solución de un conflicto de intereses o una incertidumbre, ambas con
relevancia jurídica, conforme lo señala el artículo primero del Título Preliminar del
Código Procesal Civil; Segundo.- Que, de autos se desprende que Dora Victorina
Mallqui Aquino interpone demanda contra Juana Rosa, José Carlos y Marlene Ochoa
Araya y Julia Bejarano Caballero, a fin de que cumpla con desalojar el inmueble de su
propiedad ubicado en la Calle Monte Pino número ciento setenticinco-ciento
setentinueve, Monterrico Sur, Santiago de Surco; Tercero.- Que, la demandante
manifiesta que el bien materia de litis fue adquirido en la época de su soltería,
adjuntando para ello la ficha número un millón trescientos ocho mil doscientos nueve
de fojas tres; Cuarto.- Que, del referido documento se colige que efectivamente éste se
refiere a Casa Tipo B, describiéndose la ubicación del inmueble, situación que se
encuentra corroborada con la instrumental de fojas cinco en el que consta el acta de
entrega de la casa, circunstancia no cuestionada en momento alguno por los
demandados; Quinto.- Que, si bien, la demandante no ha llegado a demostrar en forma
convincente que el bien sub materia sea propio, pues de la partida obrante a fojas
cuarentidós se colige que la demandante contrajo matrimonio con Juan Carlos Ochoa
Caballero el veintiocho de abril de mil novecientos setentiocho, habiéndose celebrado
el contrato de compraventa el veintiséis de octubre de mil novecientos ochenticuatro, y
elevado a Escritura Pública en el año mil novecientos noventiuno no habiéndose
acreditado en modo alguno que dicho matrimonio haya sido declarado nulo, también es
cierto que conforme lo establece el artículo trescientos noventisiete del Código Civil, el
hijo extramatrimonial reconocido por uno de los cónyuges no puede vivir en la casa
conyugal sin el asentamiento del otro; Sétimo.- Que, es evidente que la demandante en
su calidad de cónyuge de Juan Carlos Ochoa Caballero no asiente que los hijos de su
marido continúen viviendo en la casa conyugal, por lo que mal se le podría obligar a
actuar en contra de su voluntad; por lo que siendo así REVOCARON la sentencia
apelada de fojas ciento dos, de fecha doce de noviembre de mil novecientos
noventisiete, que declara fundada en parte la demanda y ordena únicamente la
desocupación del inmueble en litis de la codemandada Julis Bejarano Caballero;
REFORMANDOLA declararon fundada en todos sus extremos la demanda apelada, y,
en consecuencia, se ordena que Juana Rosa Ochoa Araya, José Carlos Ochoa Araya,
Marlene Ochoa Araya y Julia Bejarano Caballero desocupen el inmueble sub litis en el
término de seis días, bajo apercibimiento de ley; con costas y costos; y los devolvieron;
en los seguidos por Dora Victorina Mallqui Aquino contra Juana Rosa Ochoa Araya y
otros sobre Desalojo por ocupación precaria.

SS. ARANDA RODRIGUEZ / ENCINAS LLANOS / MARTEL CHANG

Desalojo

Nuestro ordenamiento procesal no permite que se desaloje a las personas, sin un


previo juicio en el que hayan podido ejercer su derecho de defensa, aun cuando estas
personas pudieran ser calificadas como usurpadores, invasores u ocupantes precarios,
pues es precisamente en el proceso judicial en el que quedará demostrada o no la
condición que se les atribuye, y, de ser procedente, se ordenará su desalojo.

Expediente 320-7-97

Sala Nº 1

Resolución Nº 5

Lima, veintiséis de mayo de mil novecientos noventisiete.

VISTOS; interviniendo como ponente la señorita Ahón Castañeda por los fundamentos
cuarto, quinto y séptimo de la sentencia apelada; y CONSIDERANDO además:
Primero.- Que, a tenor del artículo 911 del Código Civil la posesión precaria es la que
se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido; Segundo.- Que, en los
procesos de desalojo por ocupante precario, debe el demandado probar la existencia
de vínculo contractual o de naturaleza distinta que justifique la ocupación del bien;
Tercero.- Que, de las copias certificadas de las sentencias expedidas en el proceso
sobre interdicto de recobrar interpuesto por el ahora demandado don Teodosio
Demetrio Ñañez Trillo y otra contra el ahora demandante Alfredo Ricardo Bahamonde
Vidal, se evidencia a fojas cuarentinueve, cincuentiuno y cincuentidós que es don Mario
Ñañez Trillo (hermano del demandado) quien en el año mil novecientos setentidós
pacta contrato de arrendamiento con el difunto Jorge Bahamonde Delprat y es a don
Mario Ñañez Trillo a quien en octubre de mil novecientos setentinueve se le otorga la
primera opción de compra del inmueble sub-litis, y es precisamente don Mario Ñañez
Trillo quien, apersonándose a fojas ochentisiete del proceso sobre interdicto, precisa
que como inquilino originario había "cedido" la posesión a sus padres, situación que es
corroborada por el propio demandado quien, cuando interpone demanda de
prescripción adquisitiva de dominio manifiesta que su hermano Mario Ñañez se casó y
se fue vivir en la Urbanización Palomino (véase fojas cincuentiocho) quedando él y su
señora madre como ocupantes del inmueble sub-litis, siendo del caso resaltar que
cuando supuestamente se pacta el arrendamiento, es decir en el año mil novecientos
setentidós, don Teodosio Demetrio Ñañez Trillo contaba con treintiocho años de edad
(véase Libreta Electoral de fojas treinticuatro) es decir que ni podía presumirse que
estuviere bajo la patria potestad de sus padres, ni bajo la tutela de su hermano Mario;
Cuarto.- Que, evaluando toda la documentación presentada por el propio demandado,
este Colegiado llega a la conclusión de que tanto don Teodosio Demetrio Ñañez Trillo
como su señora madre vienen ocupando el inmueble sub litis sin tener título alguno y
que en consecuencia su calidad es la de precarios; Quinto.- Que las sentencias que en
copia certificada corren de fojas cuarentisiete a cincuentitrés, declaran fundada la
demanda de interdicto de recobrar interpuesta por don Teodosio Demetrio Ñañez Trillo
y su señora madre, y no podía ser de otro modo ya que fueron desalojados de un
predio sin haber sido citados ni emplazados en el juicio respectivo, ya que nuestro
ordenamiento procesal no permite que se desaloje a las personas, sin un previo juicio
en el que hayan podido ejercer su derecho de defensa, aun cuando estas personas
pudieran ser calificadas como usurpadores, invasores u ocupantes precarios, pues es
precisamente en el proceso judicial con el se les emplace en el que quedará
demostrada o no la condición que se les atribuye, y, de ser procedente, se ordenará su
desalojo; Sexto.- Que, en consecuencia, el hecho de haber ganado este juicio de
interdicto de recobrar, no otorga a los demandados título alguno para poseer (título que
como ya ha quedado demostrado, nunca han detentado) sino que deja claramente
establecido que para obtener el desalojo de cualquier persona debe proseguirse el
juicio que nuestro ordenamiento legal prevé; en orden a lo glosado: REVOCARON la
sentencia de fojas doscientos y siguientes, su fecha treintiuno de octubre de mil
novecientos noventiséis en cuanto declara infundada la demanda de fojas veintidós;
REFORMANDOLA en este extremo declararon FUNDADA la demanda y en
consecuencia ORDENARON que don Teodosio Demetrio Ñañez Trillo y doña Justina
Trillo Tornero desocupen el inmueble ubicado en el Jirón Restauración número
cuatrocientos setenticinco, interior ciento treintitrés (antes interior "D"), Breña, en el
plazo de seis días; CONFIRMARON la propia sentencia en cuanto declara infundada la
tacha de fojas sesenticuatro y exime de costas y costos a los demandados por haber
tenido motivos para litigar; en los seguidos por Sucesión Jorge Bahamonde Delprat con
Teodosio Demetrio Ñañez Trillo y otra sobre desalojo; y los devolvieron.

S.S.
AHON CASTAÑEDA
BETANCOURT BOSSIO
MEDEL HERRADA

Desalojo
“... De autos se aprecia que los demandados tienen un justo título que justifica la
posesión del bien y mientras no sea declarado inválido, ineficaz o resuelto resulta
infundada la pretensión del actor (de desalojo por ocupación precaria)”.

CASACIÓN Nro. : 2439-97/ICA.

SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL (Corte Suprema de Justicia).

Lima, diez de mayo de mil novecientos noventinueve.


LA SALA CIVIL DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA:
VISTOS; en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha, integrada por los señores
Vocales: Buendía Gutiérrez, Presidente; Beltrán Quiroga, Almeida Peña, Seminario
Valle, Zegarra Zevallos; verificada la votación con arreglo a ley emite la siguiente
sentencia:
RECURSO DE CASACIÓN:
Interpuesto por don Miguel Villanueva Villanueva, mediante escrito de fojas ciento
diecisiete, contra la sentencia de vista de fojas ciento tres, su fecha veinticuatro de julio
de mil novecientos noventisiete expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Ica,
que Revocando la sentencia apelada de fojas setentinueve, su fecha diecinueve de
mayo de mil novecientos noventisiete, declara Improcedente la demanda de fojas
quince, en los seguidos con don Fernando Lovera Espinoza y otra, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO:
El Recurso de Casación ha sido declarado procedente mediante resolución de la Sala
de Derecho Constitucional y Social de fecha dieciséis de junio de mil novecientos
noventiocho, por la causal prevista en el inciso segundo del Artículo trescientos
ochentiséis del Código Procesal Civil consistente en la Inaplicación de las normas de
derecho material, expresando que la recurrida ha inaplicado los Artículos mil
cuatrocientos quince, mil cuatrocientos dieciséis, mil cuatrocientos diecisiete, mil
quinientos noventinueve, novecientos once y novecientos veintitrés del Código Civil.

CONSIDERANDO:
Primero.- Que, la acción versa sobre Desalojo por Ocupante Precario, sosteniendo el
accionante ser propietario del bien por haberlo adquirido por contrato de compraventa,
de la Cooperativa Agraria de Usuarios “Macacona” Limitada, sin embargo los
demandados ejerciendo su derecho de contradicción refieren hacer adquirido dicho
predio por contrato de compraventa con arras, de la misma Cooperativa.
Segundo.- Que, los Artículos mil cuatrocientos quince, mil cuatrocientos dieciséis, mil
cuatrocientos diecisiete, son normas materiales referidas a los contratos preparatorios,
que deben contener por lo menos los elementos esenciales del contrato definitivo,
como es la cosa y el precio, sin embargo, estas normas no son aplicables al caso, pues
no guardan relación con el objeto de la pretensión porque en el caso sub examen se
discute si los demandados poseen indebidamente dicho predio, y respecto de ello
deben estar centradas, las normas materiales, siendo infundado este extremo,
ocurriendo lo mismo con el Artículo novecientos veintitrés del Código Civil, referido al
derecho de propiedad que no es materia a dilucidarse de la presente acción.
Tercero.- Que, respecto al Artículo mil quinientos noventinueve del Código Civil, no
guarda relación con el proceso que se ventila, siendo inaplicable al caso sub materia
toda vez que el derecho de retracto tiene una vía procedimental distinta con otros
presupuestos de admisibilidad y procedencia.
Cuarto.- Que, el Artículo novecientos once del Código Civil, si bien es cierto no ha sido
invocado de manera expresa en la sentencia, pero del razonamiento lógico, se infiere
que ha estado concentrado en esta norma, más aún si de autos se aprecia que los
demandados tienen un justo título que justifica la posesión del bien y mientras no sea
declarado inválido, ineficaz o resuelto resulta infundada la pretensión del actor.
Quinto.- Que, además, respecto al mismo predio, los demandados interpusieron juicio
de retracto contra el actor, el que se declaró Fundado por Sentencia de fecha diez de
diciembre de mil novecientos noventisiete, expedida por la Sala Civil de Ica, e
interpuesto Recurso de Casación éste se declaró Improcedente, quedando entonces
firme la sentencia que ampara el retracto.
RESOLUCIÓN:
Declararon INFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto a fojas ciento diecisiete
por don Miguel Angel Villanueva Villanueva, contra la sentencia de vista de fojas ciento
tres, su fecha veinticuatro de julio de mil novecientos noventisiete; en los seguidos
contra don Fernando Dionisio Lovera Espinoza y otra, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; CONDENARON al recurrente a la multa de una Unidad de Referencia
Procesal, así como al pago de las costas y costos originados de la tramitación del
recurso; ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano; y los devolvieron.
SS. BUENDÍA G.; BELTRÁN Q.; ALMEIDA P.; SEMINARIO V.; ZEGARRA Z.

Desalojo

La decisión de arrendar el bien común se adoptará por unanimidad entre los


copropietarios. Debe ampararse la demanda de desalojo si no existe título que pueda
oponer al accionante.

Exp. Nº 55-99

Sala de Procesos Sumarísimos


Lima, veintidós de marzo de mil novecientos noventinueve.
VISTOS; Interviniendo como Vocal Ponente la señora Sánchez Castillo, por sus
fundamentos y CONSIDERANDO; Primero.- Que, la pretensión expuesta en la
demanda de fojas doce a quince está dirigida a la restitución en el ejercicio de los
legítimos derechos y facultades que les corresponden a los integrantes de la sucesión
de don Carlos Teodoro Saavedra Diez Canseco, sobre el inmueble ubicado en Jirón
Elías Aguirre número mil ciento treintiuno, Miraflores; Segundo.- Que, del texto del
testamento otorgado por don Carlos Teodoro Saavedra Diez Canseco, el tres de mayo
de mil novecientos sesenticinco, se desprende que su hijo, don Carlos Javier Saavedra
Suescum, ostenta el cargo de albacea testamentario, el mismo que ha venido
ejerciendo desde el fallecimiento del de cujus, ocurrido en Lima el veinte de noviembre
de mil novecientos ochentitrés; Tercero.- Que, como expresamente se señala en el
artículo novecientos setentiuno del Código Civil, la decisión para arrendar el bien
común se adoptará por unanimidad entre los copropietarios; Cuarto.- Que, no existe
título que se pueda oponer al accionante, concerniente a la realización de actos que
recaigan sobre un bien de la masa hereditaria, si dicho título no es anterior a la fecha
de fallecimiento de don Carlos Teodoro Saavedra Diez Canseco; Quinto.- Que, en
consecuencia, no queda acreditado el justo título de don José Balarezo Guardiol sobre
el inmueble que ocupa con el contrato de arrendamiento exhibido, por cuanto el mismo
no ha sido celebrado con una persona autorizada para ello; Sexto.- Que, en estricta
aplicación de lo normado en el artículo novecientos once del Código Procesal Civil, el
litisconsorte Jose Balarezo Gardiol resulta, pues, ejerciendo sin título alguno la
posesión del inmueble ubicado en Jirón Elías Aguirre número mil ciento treintiuno,
Miraflores; lo que fundamenta su calificación como ocupante precario; por lo expuesto
CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas ciento ochenta a ciento ochentidós,
expedida el siete de diciembre de mil novecientos noventiocho, que declara FUNDADA
la demanda de fojas doce a quince, y ordena que el demandado Guillermo Ponce
Vásquez y el litisconsorte voluntario José Balarezo Gardiol, desocupen el inmueble sito
en Jirón Elías Aguirre número mil ciento treintiuno, Miraflores; en el plazo de seis días;
con costas y costos, y los devolvieron, en los seguidos por Carlos Saavedra Suescum
contra Guillermo Ponce Vasquez, sobre desalojo.
SS. SANCHEZ CASTILLO / ENCINAS LLANOS / QUINTANA-GURT CHAMORRO

Desalojo: De propietario

Si bien la declaración de rebeldía causa presunción de verdad sobre los hechos


expuestos en la demanda, dicha regla tiene una excepción, pues la ley requiere que la
pretensión se pruebe con documento y debido a que éste no fue acompañado a la
demanda y si el actor invocaba su condición de propietario solo del terreno, la
presunción legal no puede ir más allá de lo reconocido por el demandante, por tal
motivo no se puede ordenar el desalojo del terreno.

Casación Nº 2260-2002 Loreto

Lima, tres de diciembre del dos mil dos. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; Vista la causa número dos mil
doscientos sesenta - dos mil dos, con el acompañado, en audiencia pública de la fecha
y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por doña Liliana Guevara
Díaz. Mediante escrito de fojas ciento veinticuatro, contra la sentencia de vista, emitida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, de fojas ciento dieciocho, de
fecha siete de junio del dos mil dos, que confirmando la apelada declaró fundada la
demanda de desalojo por ocupación precaria; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que,
concedido el recurso de casación a fojas ciento veintinueve, fue declarado procedente
por resolución del catorce de agosto del dos mil dos, por las causales contempladas en
los incisos primero y tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal
Civil [1], sustentada en: a) la interpretación errónea del artículo novecientos once del
Código Civil [2], porque es condición sine qua non que quien pretende desalojo por
ocupación precaria tiene que acreditar título de dominio sobre el terreno y la
construcción y b) la contravención al debido proceso, porque si bien es cierto que por la
declaración de rebeldía no se tomó en consideración los hechos expuestos por su
persona en su escrito de contestación de la demanda, la Sala estaba obligada a
observar los artículos ciento noventiséis, ciento noventisiete y ciento ochentiocho del
Código Procesal Civil [3], relacionados a la carga de la prueba y el actor ha reconocido
en su escrito de demanda que el supuesto propietario que ocupa el terreno había
construido un edificio de tres plantas; CONSIDERANDO: Primero. Que, primero hay
que analizar el inciso tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal
Civil, porque de declararse fundada, ya no cabe pronunciamiento sobre la otra causal;
Segundo. Que, el actor ha reconocido en su demanda de fojas nueve, que solo es
propietario del terreno, pero que había sido enajenado sin su consentimiento e
inclusive el supuesto propietario sin título alguno ya había construido un edificio de tres
plantas; Tercero.- Que, la sentencia de vista no ha contemplado esta situación, porque
no se puede desligar la construcción edificada sobre el terreno y ordenar solamente el
desalojo del terreno; Cuarto.- Que, por ello, a pesar de la condición de rebelde de la
demandada, la Sala Superior no podía ignorar el reconocimiento que había hecho el
demandante de que no era propietario de la construcción; Quinto.- Que, si bien el
artículo cuatrocientos sesentiuno del Código Procesal Civil, la declaración de rebeldía
causa presunción legal relativa sobre la verdad de los hechos expuestos en la
demanda, el mismo dispositivo contiene la excepción a que se refieren los incisos del
primero al cuarto del mismo; refiriéndose el inciso tercero a que requiriendo la ley que
la pretensión demandada se pruebe con documento, éste no fue acompañado a la
demanda y si el actor invocaba su condición de propietario solo del terreno, la
presunción legal no puede ir más allá de lo reconocido por el demandante; Sexto.- Que,
el artículo ciento ochentiocho del Código Adjetivo, dispone que los medios probatorios
tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza en
el juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones; Sétimo.
Que, al no analizar la sentencia de vista esta situación, ha incurrido en la causal de
nulidad contemplada en el artículo ciento setentiuno del Código Procesal Civil; Octavo.-
Que, por las razones expuestas y presentándose la causal del inciso tercero del
artículo trescientos ochentiséis del Código Adjetivo, de conformidad con el acápite dos
punto uno del inciso segundo del artículo trescientos noventiséis de dicho Código,
declararon FUNDADO [4] el recurso de casación interpuesto por doña Liliana Guevara
Díaz, a fojas ciento veinticuatro y en consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas
ciento dieciocho, del siete de junio del dos mil dos; ORDENARON al Órgano
Jurisdiccional Inferior expedir nuevo fallo con arreglo a ley; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos
por Ramón Panduro Tapullima con Liliana Guevara Díaz, sobre desalojo por ocupante
precario; y los devolvieron.

SS. ECHEVARRÍA ADRIANZÉN; LAZARTE HUACO; INFANTES VARGAS;


SANTOS PENA; QUINTANILLA QUISPE

Fondo del asunto en el proceso de desalojo por ocupación precaria. A fin de la


condena de costos y costas procesales (*)

(*) Esta Jurisprudencia se publicó en el Tomo Nº 19 de Diálogo con la Jurisprudencia

El conflicto de intereses en el proceso de desalojo por ocupación precaria está


configurado, por un lado, por el interés del accionante de que se le restituya el bien, y
por otro lado, por el interés del emplazado de no ser despojado de la posesión del
mismo bien, lo que dependerá entre otras cosas, de si éste tiene o no la condición de
precario.
En el presente caso, la emplazada no tiene la calidad de ocupante precario por tener
título que justifica la posesión del bien sublitis, resultando evidente que ha existido
pronunciamiento sobre el fondo del proceso, al haberse resuelto el conflicto de
intereses en sentido adverso a la pretensión contenida en la demanda, por cuanto la
emplazada no podrá ser desalojada a través de este proceso. En ese sentido, procede
la condena de costos y costas procesales, pues éstos se imputan a la parte vencida en
el proceso, lo que puede darse únicamente cuando hay un pronunciamiento sobre el
fondo de la litis, es decir, cuando se ha resuelto el conflicto de intereses o la
incertidumbre jurídica.

Casación 1781-99-Callao

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

Demandante : José Luis Enrique Boza Llosa


Demandado : Rosa Vega de Ylizarbe
Asunto : Desalojo por ocupación precaria
Fecha : 15 de noviembre de 1999 (Publicada el 26 de diciembre de 1999)

CAS. N° 1781-99-Callao

CALLAO

Lima, quince de noviembre de mil novecientos noventinueve.

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República en la causa


vista, en audiencia pública de fecha doce de noviembre del presente año, emite la
siguiente sentencia.

1. MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por doña Rosa Vega de Vilzarbe, contra
la sentencia de fojas doscientos ochenta, su fecha veinte de mayo de mil novecientos
noventinueve, que confirmando la sentencia apelada de fojas doscientos treintidós, su
fecha veintidós de diciembre de mil novecientos noventiocho, declara improcedente la
demanda y exonera del pago de costas y costos al demandante.

2. FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

La Sala mediante resolución de fecha veintiséis de agosto de mil novecientos


noventinueve ha estimado procedente el recurso por la causal de contravención de las
normas esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales, denuncia
sustentada en que se ha infringido el texto expreso del artículo cuatrocientos doce del
Código Procesal Civil(1), ya que sin emitir la correspondiente declaración judicial
expresa y motivada, el Juez dispuso que el demandado estaba exento del pago de
costas y costos del proceso alegando únicamente que tal exoneración respondía a que
el fallo no se pronunciaba respecto al fondo de la controversia; irregularidad que no fue
advertida por el Colegiado quien confirmó la sentencia apelada, también en dicho
extremo; y en todo caso el argumento expuesto por el Juez no se ajusta a la verdad, ya
que la recurrente basó su defensa en que contaba con título de propiedad que
amparaba la posesión que ejercía sobre el bien subilitis, lo cual fue recogido al
momento de fijas los puntos controvertidos, y que en ellos se estableció que la litis
giraría en torno a determinar si las partes eran propietarias del referido bien y si la
demandada tenía título para poseer, en consecuencia, el Juez al establecer en la
sentencia apelada que ambas partes habían acreditado tener título de propiedad
respecto al inmueble materia de autos y que por lo tanto la litis estaba referida a un
problema de mejor derecho de propiedad, se estaba pronunciando respecto al punto
controvertido y por ende resolviendo el fondo del proceso, en consecuencia procedía la
condena de costas y costos del proceso.

3. CONSIDERANDO:

Primero.- Que, el artículo tercero del Título Preliminar del Código Procesal Civil
establece que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o
eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, fin que podríamos
denominar como privado; y una finalidad abstracta que es lograr la paz social en
justicia, que es la finalidad pública del proceso.

Segundo.- Que, los fines del proceso sólo pueden cumplirse en un proceso que ha
concluido con sentencia o resolución que se ha pronunciado sobre el fondo de la
controversia o incertidumbre jurídica.

Tercero.- Que, el artículo novecientos once del Código Civil define la posesión precaria
como aquella que se ejerce sin título o el que se tenía ha fenecido.

Cuarto.- Que, en un proceso sobre desalojo por ocupación precaria la pretensión


procesal está dirigida a que el emplazado desocupe el inmueble materia de litis por
carecer de título o por que el que tenía ha fenecido, en consecuencia, el accionante
debe acreditar ser propietario o por lo menos tener derecho a la restitución del bien, tal
como lo establece el artículo quinientos ochentiséis del Código Procesal Civil(2) ; y por
su lado, la parte demandada debe acreditar tener título vigente que justifique la
posesión que ejerce sobre el bien materia de controversia, no siendo objeto de
probanza en este proceso la validez o no de siendo objeto de probanza en este
proceso la validez o no de dicho título. En conclusión, el conflicto de intereses en
procesos de este tipo esta configurado por un lado por el interés del accionante de que
se le restituya el bien, y por otro lado, por el interés del emplazado de no ser despojado
de la posesión del mismo bien, lo que dependerá entre otras cosas, de si éste tiene o
no la condición de precario.

Quinto.- Que, cuando el Juez se pronuncie respecto a los puntos controvertidos


señalados en el considerando precedente, estará realizando un pronunciamiento
respecto a la relación sustantiva y por lo tanto respecto al fondo del proceso.

Sexto.- Que en el caso de autos, el Juez ha concluido que la emplazada no tiene la


calidad de ocupante precario por tener título de propiedad que justifica la posesión que
ejerce sobre el bien sublitis, derecho que también le asiste al emplazante, y que por
tanto tal controversia debe ventilarse en un proceso sobre mejor derecho de propiedad,
en consecuencia, resulta evidente que ha existido pronunciamiento sobre el fondo del
proceso al haberse resuelto el conflicto de intereses en sentido adverso a la pretensión
contenida en la demanda, por cuanto la emplazada no podrá ser desalojada a través
de este proceso, por contar con título justificatorio de su posesión, no siendo el conflicto
de intereses objeto del proceso de desalojo por ocupación precaria, determinar quien
es el verdadero propietario del bien objeto de litis.
Sétimo.- Que, las cotas y costos procesales son consecuencias legales que se imputan
a la parte venida en un proceso y cuyo contenido se encuentra establecido por los
artículos cuatrocientos diez y cuatrocientos once del Código Procesal Civil,
respectivamente.(3)

Octavo.- Que, una parte procesal sólo puede ser considerada como vencida cuando ha
existido un pronunciamiento sobre el fondo de la litis, es decir cuando se ha resuelto el
conflicto de intereses jurídicos o se ha eliminado una incertidumbre de igual calidad;
que en el caso de autos, tal como se ha señalado en los considerando precedentes el
Juez y la Sala de Revisión, la cual reprodujo los considerandos de aquél, se han
pronunciado en la parte considerativa de sus sentencia sobre el conflicto de intereses,
desestimando la pretensión, sin embargo, en forma equivocada ha declarado
improcedente la demanda, cuando lo lógico era declararla infundada, por cuanto no era
factible desalojar a la emplazada por no era factible desalojar a la emplazada por no
tener ésta la condición de precaria, y continuado con su apreciación errada, las
instancias de mérito han exonerado al accionante del pago de costas y costos
procesales, arguyendo que no ha existido pronunciamiento sobre el fondo de la causa,
lo que como se ha señalado en la presente resolución, no se ajusta a la verdad.(4)

Noveno.- Que, existiendo una parte vencida en este proceso y no siendo atendibles las
razones de exoneración alegadas por las instancias de méritos, respecto al pago de
costas y costos, resulta evidente que se ha transgredido lo establecido por el artículo
cuatrocientos doce del Código adjetivo, siendo deber de la Sala de Revisión subsanar
el vicio anotado dictando una nueva resolución, tomando en consideración que la
condena en cotas y costos se establece por cada instancia, de conformidad con el
segundo párrafo del artículo cuatrocientos doce del Código adjetivo.

4. SENTENCIA:

Estando a las conclusiones que proceden declararon FUNDADO el Recurso de


Casación interpuesto por doña Rosa Vega de Ylizarbe; en consecuencia NULA se
sentencia de vista de fojas doscientos ochenta, su fecha veinte de mayo de mil
novecientos noventinueve, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
del Callao; MANDARON que dicha Sala emita una nueva resolución con arreglo a los
considerando de la presente resolución; en los seguidos por don José Luis Enrique
Boza Llosa, sobre desalojo por ocupación precaria; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los
devolvieron.

SS. PANTOJA: IBERICO; OVIEDO DE A.; CELÍS; ALVA

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