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16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de
fuego del maligno.
“La Fe nos mantendrá a salvo de los dardos encendidos del maligno”
¿A que se refiere Pablo con la fe? ¿que tipo de escudo tiene en mente?
Definitivamente no es la fe en si misma, no es nuestra fe por lo menos ya que la fe hace
parte de la armadura de Dios “Es la fe de Dios” o la fe que nos ha dado Dios”
Judas 3 RVR60
Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común
salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente
por la fe que ha sido una vez dada a los santos.
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común
salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente
por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” (, RVR60)
La fe es el cuerpo de enseñanza que fue entregada a los santos en la escritura, que
habla de nuestra común salvación en Cristo. La metáfora esta haciendo referencia no a
la fe, sino al objeto de nuestra fe: Cristo, su persona, su obra.
La fe no hace referencia a la Fe en si misma. La metáfora esta haciendo referencia al
Señor, al objeto de nuestra fe.
“Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.” (,
RVR60)
La fe no hace referencia a la Fe en si misma.
Él está entre nosotros y nuestros enemigos para absorber lo peor de sus golpes y
mantenernos seguros.
El Salmista se ve rodeado de enemigos, millares de enemigos, pero entiende que en las
promesas del pacto Dios se ofreció a su pueblo como su escudo. Estas son las palabras
de Dios para Abraham cuando juro a él y a su descendencia el pacto de gracia en
Jesucristo:
“Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No
temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.” (, RVR60)
Dios sería un escudo para su pueblo y guiaría a Abraham a la obtención completa de
su galardón “Dios mismo” - Abraham podía confiar en Dios, Dios lo guiaría a la gloria
se reino para su Dios y el de su descendencia, y Dios sería un escudo para él en el
camino.
Abraham lo mismo que David y cada creyente de la escritura levanto en alto el escudo
de la fe mientras avanzaba hacia la procesión plena de las promesas del pacto. Ellos
pudieron permanecer firmes porque Dios era su escudo.
Ellos pudieron permanecer firmes
Todos los golpes del enemigo los sufrió Dios por su pueblo, de manera que su pueblo
pueda avanzar seguro y sin temor.
Dios en Cristo, hermanos, absorbió toda furia de satanas y sus demonios. Este es un
enemigo personal y real y el Señor desde que se hizo carne en los días de su
humillación fue perseguido a muerte por su enemigo. Leemos en como:
Las primeras flechas ardientes cayeron después de que Jesus escucho la voz del Padre
en su bautismo “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia” - Luego de que
fue llevado por el E.S. al desierto para ser tentado, satanas vino con todo su
armamento cuando lo vio hambriento después de 40 días de ayuno, lo encontró débil,
y sin compañía alguna (Totalmente diferente a la prueba de Adán en el Jardín de Edén:
Quien fue tentado saciado, fuerte y acompañado)
Cristo mismo, que absorbió los golpes de la tentación. Adan y Eva fracasaron en su
confianza en Dios y el Enemigo los venció con una de estas flechas encendidas
mientras ellos disfrutaban de Dios y de la belleza del Jardín de Edén. Jesus peleo contra
el enemigo en un desierto, este desierto señalaba todos los estragos ocasionados por
la Caída de Adan y Eva.
Su primera flecha estaba dirigida a su identidad como hijo de Dios: “Si eres el Hijo
de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan” estas palabras sugieren que Dios su
Padre le ha abandonado, que lo estaba tratando mal al dejarlo con hambre durante 40
días. Y entonces viene la tentación con una orden directa: si tú eres, quien dice tu
Padre que eres, entonces convierte a esta piedra en pan. - Fue la misma flecha que uso
contra Adan en el huerto, satanas le ofreció a Eva comer del Arbol de la ciencia del bien
y del mal, les motivo a saciar sus deseos egoístas y a dejar de confiar en Dios. Jesus
siendo el escudo de su pueblo, recibió esta flecha contra si y la apago confiando
completamente en la bondad de su Padre. y cita “Y te afligió, y te hizo tener hambre, y
te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para
hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de
Jehová vivirá el hombre.” - En esta cita hace referencia a Israel cuando se quejo del
maná que Dios les había dado diciendo “Dios nos trajo aquí para morir de hambre”,
ellos no confiaron en la bondad de Dios, y se burlaron del maná del cielo. Adan e Israel,
fallaron en confiar en Dios y fueron heridos por satanas. Pero Jesus, el segundo Adan,
el verdadero Israel, que vino a ser el escudo de su pueblo, apago por completo este
dardo encendido del maligno para proteger a su pueblo.
La segunda flecha encendida, estaba dirigida directo al corazón de donde nace
nuestra adoración y servicio a Dios. “Te daré los reinos del mundo, si postrado me
adoras”. - satanás le estaba ofreciendo gloria sin pasar por el sufrimiento o la prueba
(no importa si me obedeces a mi y no a Dios, la gloria será tuya - engaño). Adan y Eva
fracasaron cuando satanas les ofreció gloria sin tener que pasar por la prueba de
Obedecer a Dios - La misma flecha que uso con Israel al hacerles pensar que era
innecesario el desierto, era innecesario obedecer, adorar y servir a Dios antes de
entrara en Canaan. Jesús una vez más cita a “Temerás sólo al SEÑOR tu Dios; y a Él
adorarás, y jurarás por su nombre.” Esta cita aparece en el contexto del Sehmá. “Jehová
es el único Dios verdadero - quien merece ser servido, temido y obedecido” - Jesús
le recuerda a Satanás que el camino a la gloria es uno de completa adoración al único
Dios verdadero, aun cuando este camino implique el sufrimiento de la cruz. Jesus
sabe que sin sufrimiento no hay gloria. Jesús se resiste a doblegar su corazón ante el
tentador por la gloria de este mundo, porque su rostro está puesto en el cielo y en el
mundo por venir, este solo se puede alcanzar adorando solamente a Dios. Jesus
apaga otra flecha encendida. Adorando y sirviendo solo a Dios por nosotros.
Recordemos que la última voz que Jesús escuchó fue la voz de su Padre en su
bautismo: "Este es mi Hijo amado." Esas palabras fueron, sin duda, grabadas
profundamente en la mente de Jesús. Ahora viene otra voz, una flecha encendida para
acabarlo: “Si eres el Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”
b. Pero, ¿cuáles son las siguientes palabras que Jesús oye? “Si eres el Hijo de Dios.” El
Padre acababa de decir: “Este es mi Hijo,”
La tercera flecha se dirigió a su ministerio, a su servicio a Dios. Satanas le ordena que se
lance para que todos puedan ver que Dios cumple su promesa de enviar Angeles para
que su pie no toque las piedras. satanas usa el salmo 91 pero le quita lo escencial: ,
dice: 11Pues Él dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus
caminos. 12 En sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.13 Sobre el
león y la cobra pisarás; hollarás al cachorro de león y a la serpiente. Los pies del Mesías
están protegidos por ángeles con el propósito de pisotear al cachorro del león y a
la serpiente debajo de los pies - Jesus vino a aplastar a la serpiente, no a obedecer
a la serpiente para tentar a Dos. Esta es una alusión a . satanás quiere que el Mesías
invoque la protección angélica en obediencia a a él, en lugar de aplastar la cabeza
de la serpiente. El invocar la ayuda de los ángeles para otra razón. mas que cumplir con
el proposito y el ministerio que había recibido de su Padre, sería tentar a Dios-sería
pecado- sería recapitular el pecado de Adán e Israel que tentaron al Señor su Dios.
Jesus apaga esta flecha para la protección de su pueblo.
Satanas quería que dudara de su identidad, sus palabras sugieren que Dios su Padre le
ha abandonado, que lo estaba tratando mal dejándolo con hambre durante 40 días. Y
entonces viene la tentación con una orden directa: si tú eres, quien dice tu Padre que
eres, entonces convierte a esta piedra en pan.
Es la misma flecha encendida que uso contra Adan. Estaba ofreciéndole comida para
satisfacer sus deseos egoístas y con esto quería lograra que Jesus dejara de confiar en
su Padre.
Jesus siendo un Escudo para su pueblo, apaga esta flecha encendida confiando
completamente en la bondad de su Padre y cita
“Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú,
ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre,
mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.”
b. Pero a un nivel aún más profundo, la intención de satanás era esta: Socavar la
confianza de Jesús en Su Padre.
c. La respuesta (v.4)
En esta cita, Israel se quejo del maná que Dios les había dado, se habían quejado con
Moises diciendo que Dios los había traído al desierto para hacerlos morir de hambre,
ellos no confiaron en la bondad o sabiduría de Dios, y se burlaron del maná del cielo.
(Tanto Adan, como Israel, fallaron en confiar en Dios y fueron heridos) Jesus es el
segundo Adan, el verdadero Israel, que vino a ser el escudo de su pueblo, apago por
completo este dardo encendido del su enemigo.
Luego vine otra oleada de flechas, satanas le ofrece a Jesus gloria sin sufrimiento “Te
daré los reinos del mundo, si postrado me adoras”. Adan y Eva fracasaron cuando
satanas les ofreció gloria sin tener que pasar por la prueba de Obedecer a Dios - La
misma flecha que uso con Israel al hacerles pensar que era innecesario el desierto, era
innecesario obedecer, adorar y servir a Dios antes de entrara en Canaan.
b. Le preguntaron a Dios y a Moisés si los habían sacado de Egipto para matarlos en el
desierto.
c. No confiaron en la bondad o sabiduría de Dios, y se burlaron del maná del cielo.
Jesús una vez más cita a Deuteronomio, pero esta vez el capítulo 6:13 “Temerás sólo al
SEÑOR tu Dios; y a Él adorarás, y jurarás por su nombre.” Esta cita aparece en el
contexto del Sehmá. “Jehová es el único Dios verdadero - quien merece ser servido,
temido y obedecido” -
Jesús le recuerda a Satanás que el camino a la gloria es uno de completa adoración al
único Dios verdadero, aun cuando este camino implique el sufrimiento de la cruz. Jesus
sabe que sin sufrimiento no hay gloria. Jesús se resiste a obtener la gloria de este
mundo porque su rostro está puesto en el cielo y en el mundo por venir, este solo se
puede alcanzar adorando solamente a Dios.
2. Para Jesús, y para su pueblo, el camino de la adoración es el camino de la cruz.
Jesus apaga otra flecha encendida. Adorando y sirviendo solo a Dios por nosotros.
Satanas envía otra flecha mortal encendida y esta vez quiere que Jesus obedezca a
Dios en sus términos Lánzate para que todos vean cuanto confías en Dios, tu padre no
dejara que pies toquen el piso. satanas le pide que haga una exhibición publica de su
identidad, el maligno es experto en usar textos fuera de contexto:
, dice: 11Pues Él dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos
tus caminos. 12 En sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.13 Sobre
el león y la cobra pisarás; hollarás al cachorro de león y a la serpiente.
Los pies del Mesías están protegidos por ángeles con el propósito de pisotear al
cachorro del león y a la serpiente debajo de los pies. Esta es una alusión a y al golpe
del Mesías sobre la cabeza de la serpiente, con su pie. satanás se detiene justo antes
del versículo 13, a fin de tentar al Mesías para que invoque la protección angélica en
obediencia a la serpiente, en lugar de aplastar la cabeza de la serpiente. Cristo no
obedece la voz de la serpiente; pues él vino para darle un golpe de muerte. El invocar
la ayuda de los ángeles por cualquier otra razón sería tentar a Dios-sería pecado- sería
recapitular el pecado de Adán e Israel que tentaron al Señor su Dios.
La peor ráfaga de flechas encendidas vino cuando fue entregado por su Padre en
manos de sus enemigos “El estaba llevando nuestras maldiciones sobre si”, estas
flechas fueron disparadas por la simiente de satanás, el el momento de mayor
debilidad, cuando como cordero fue llevado al matadero par expiar los pecados de su
pueblo: Y el pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes se mofaban de Él,
diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo si éste es el Cristo de Dios, su Escogido.
36 Los soldados también se burlaban de Él, acercándose y ofreciéndole vinagre, 37 y
diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.38 Había también una
inscripción sobre Él, que decía: ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.39 Y uno de los
malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el
Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! - Y estas tres tentaciones vienen en rápida
sucesión de fuego, mucho más rápidamente que las tentaciones en el desierto,
acentuando la desesperación del diablo en busca de la victoria sobre el Hijo.
(2) Esta es una alusión a y al golpe del Mesías sobre la cabeza de la serpiente, con su
pie.
Luego Jesus enfrento la mas cruda oleada de dardos de fuego, satanas y su simiente
arremetieron contra él, haciendo eco de lo había dicho en el desierto: Y el pueblo
estaba allí mirando; y aun los gobernantes se mofaban de Él, diciendo: A otros salvó; que
se salve a sí mismo si éste es el Cristo de Dios, su Escogido. 36 Los soldados también se
burlaban de Él, acercándose y ofreciéndole vinagre, 37 y diciendo: Si tú eres el Rey de
los judíos, sálvate a ti mismo.38 Había también una inscripción sobre Él, que decía: ÉSTE
ES EL REY DE LOS JUDÍOS.39 Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le
lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!
Pero Jesus guardo silencio y se entrego por completo a la obediencia al Padre,
recibiendo toda la furia del enemigo sobre si, para ser nuestro escudo. Todas las
acusaciones que merecíamos, todo el juicio y la maldición que merecíamos fue sobre
él. Jesus fue vencido en la cruz y su derrota fue su victoria, sobre la serpiente, pues al
tercer día resucito de entre los muertos y fue recibido en gloria, y desde allí nos anima
a confiar en el, quien recibió toda la furia del enemigo sobre si, para que nosotros
confiemos y nos refugiemos en él.
Y estas tres tentaciones vienen en rápida sucesión de fuego, mucho más rápidamente
que las tentaciones en el desierto, acentuando la desesperación del diablo en busca de
la victoria sobre el Hijo.
Dios se dio a si mismo como nuestro escudo, para que resistamos firmes hasta el final y
entonces le tengamos a el como nuestro galardón.
“Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No
temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.” (, RVR60)
“Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.”
(, RVR60)
Dijo Gurnall: Cuando satanas te enfrente con la realidad de tus pecados, refugiare en
Cristo, dile al enemigo: “Mi salvador es infinitamente mayor que mis peores pecados, al
dudar estaría rechazando la sabiduría de la elección de Dios. El sabia la pesada carga
que pondría sobre los hombros de Cristo, pero estaba persuadido de la fuerza que
tenia su hijo para llevarla. La fe débil puede salvar, pero un salvador débil no puede
hacerlo. La fe cuenta con la intercesión de Cristo, pero Cristo no tuvo quien intercediera
por él. La fe se apoya en el brazo de Cristo, pero Cristo estuvo Solo. Si la carga de
nuestros pecados hubiese prevalecido contra él, ninguno en el cielo, ni en la tierra
podría haberlo ayudado a mantenerse en pie”.
3. La exhortación
Sobre todo… Sobre lo que ya se han puesto, no olviden el escudo.
La fe en Cristo, protegerá el resto de la armadura de Dios: El evangelio, la justicia y la
verdad permanecerán con nosotros y no sufrirán daño por el fuego de las flechas del
maligno, si el escudo de la fe lo levantamos en alto. “...pero tú por la fe estás en pie” ()
Si este escudo no esta en alto, las demás piezas de la armadura no servirán mucho,
arderán en llamas por las fletas del enemigo. Es por esto que el Señor rogó por Pedro:
Romanos 11.20 RVR60
Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te
ensoberbezcas, sino teme.
“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos
como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a
tus hermanos.” ()
Simón fue cercado por el fuego cruzado de los dardos del maligno, su mente se lleno
de temor, dudo de su posición en Cristo, prefirió su vida que confesar al Señor y
blasfemo en lugar de adorar a Dios, pero una vez resucitando, el Señor le rodeo con su
misericordia y entonces los dardos de fuego de la duda, el temor y la desesperanza
fueron apagados por el Señor “sigue avanzando Pedro, apacienta mis corderos - me
entregado a ti para nunca temas, ahora confirma a tus hermanos”.
satanas esta enviando dardos de fuego contra la iglesia continuamente. el va querer
que dudemos de nuestra identidad, que pongamos nuestra esperanza en él y nos
apartemos de en pos de Cristo, el intentará que le obedezcas, que blasfemes contra el
Señor, que te quejes, que dudes de sus promesas en Cristo, te acosará con temores y te
acusara para que te apartes avergonzado de Dios, ya sea con pecados pasados o con
los presentes, el te hará dudar del amor de Cristo, nos hará desconfiar de su gracia.
Es por la fe que todos nuestros sacrificios son agradables a Dios.
“vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.” (,
RVR60)
Dios no acepta nada de nosotros, aparte de nuestra fe en Cristo.
levanten el escudo de la fe. La fe levanta a Cristo entre satanas y nosotros.
Estos ataques vienen de manera repentina e inesperada, muchas veces usará la palabra
de Dios para tentarnos, usualmente sacando textos fuera de contexto y nos urge a
obedecer a Dios al instante, sin vacilar y sin razón - nos hara creer que es Dios quien
esta hablando. Dice El pastor Still:
satanas esta enviando dardos de fuego contra la iglesia continuamente. el va querer
que dudemos de nuestra identidad, que pongamos nuestra esperanza en él y nos
apartemos de en pos de Cristo, el intentará que le obedezcas
satanas estará constantemente invadiéndonos con ataques repentinos e inesperados,
el quiere sacudir nuestra fe en Dios, en su obra, en sus promesas. El nos hará dudar de
nuestra identidad, nos apartara de confiar en Cristo y usara el temor para hacernos
obedecer su voz, usará la palabra de Dios para tentarnos, usualmente sacando textos
fuera de contexto y nos urge a obedecer a Dios al instante, sin vacilar y sin razón.
muy impresionante, y sus víctimas son impulsadas a rendirse por motivos de terror, es
decir, las víctimas erróneamente sacan la conclusión que es la voz de Dios la que están
escuchando, cuando en verdad son las sugerencias malvadas de Satanás.
La fe levanta a Cristo entre satanas y nosotros.
El carácter repentino e inesperado de los ataques es alarmante, así como la exigencia
imperiosa que el espíritu tiene que obedecer al instante sin vacilar y sin razón.
¿Cómo podemos distinguir entre la voz de Dios y la de Satanás? Sabemos, por
supuesto, que Dios puede dar a sus siervos “orientación rápida”, pero nunca nos
abruma. Dios no tiene necesidad de abrumar a sus siervos, porque incluso cuando
nos llega repentinamente su voz, es dulcemente razonable y se identifica a sí
mismo por su sabiduría amorosa. De esta manera es que le reconocemos.
Normalmente no tiene prisa cuando nos dice algo nuevo, y permite que su
influencia crezca suavemente para convencernos que verdaderamente es nuestro Padre
celestial y que nos está hablando. Él nunca nos fuerza (mucho menos a los que están
siendo entrenados para ser sus altamente valorados siervos) por el simple motivo que
tiene cariño especial y cuida tiernamente de nosotros.
Still, W. (2014). Hacia la madurez espiritual: Vencer el mal en la vida cristiana. (S. W.
Moore & J. R. M. Gómez, Trads.) (Primera Edición, pp. 70–71). Graham, NC:
Publicaciones Faro de Gracia.
Hermano, en el día de la prueba escóndase en Cristo. Cualquier miseria que nos
sobrevenga, medite en el evangelio y entienda que usted merece no solo esto sino el
infierno.... y mire a la cruz y regocíjese en las bellas palabras de vida del Señor.
El Señor siempre vendrá a nuestra ayuda, el hablara a nuestro corazón en medio del
fuego cruzado de la prueba.... Mientras el Señor estuvo en silencio en la cruz, tras la
acusación del maligno, no guardo silencio cuando uno de los suyos busco refugio en
él:
Mientras el Señor estuvo en silencio en la cruz, tras la acusación del maligno, no
guardo silencio cuando uno de los suyos busco refugio en él:
“Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la
misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo
que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de
mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás
conmigo en el paraíso.” ()
Lucas 23.40–43 RVR60
Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la
misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos
lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate
de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy
estarás conmigo en el paraíso.
En la cruz el Señor recibió nuestra culpa, nuestra condenación, para que todos los que
en el confían no se pierdan, no vengan a condenación jamás. ¿No hay descanso en este
escudo?
En Cristo todas las promesas de Dios son nuestras: su protección, su amor, su cuidado.
“porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros,
para la gloria de Dios.” (, RVR60)
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (Mt 11.28). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Debemos reconocer nuestra incapacidad para obedecer a Dios, solo merecemos la ira y
la condenación de Dios. Somos impotentes para luchar contra nuestro enemigo o para
encontrarnos con Dios. Solo en Cristo hallamos descanso y paz.
a. Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar
de que estás bajo la misma condena? 41 Y nosotros a la verdad, justamente, porque
recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha hecho.
incluso el ataque demoníaco, finalmente saliendo victorioso (; ; ).
(1) Este ladrón llegó a reconocer que Jesús es el Hijo de Dios, sin pecado.
(2) Él dice que ambos están recibiendo lo que merecen, pero Jesús es inocente. Esto
hace hace eco al Padre.
Tomar el escudo de la fe es descansar en Cristo mismo, que absorbió los golpes de la
tentación e incluso el ataque demoníaco, finalmente saliendo victorioso (; ; ). El volverse
a Él en la fe diariamente es esencial para nosotros, ya que las fuerzas del mal son
demasiado poderosas como para resistir por nuestra cuenta ().
El volverse a Él en la fe diariamente es esencial para nosotros, ya que las fuerzas del
mal son demasiado poderosas como para resistir por nuestra cuenta ().
(3) Este hombre no ha hecho nada malo.
b. El ladrón hace entonces una confesión pública de fe: Y él dijo: Jesús, acuérdate de mí
cuando entres en tu reino.
(1) Él no sólo reprende las voces que hablan en contra de Jesús, sino que clama en fe al
que reconoce que está muriendo para salvar a los pecadores.
(2) Una voz solitaria se une a la voz del Padre, y llama a aquel que no sólo muere para
destruir al diablo (), sino para cubrir el pecado de su pueblo con una muerte sacrificial
().
A. La respuesta (, Y él le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso).
1. Cristo le recuerda al ladrón que estará con él en el paraíso.
a. El Paraíso, la realidad celestial de la cual el Edén y Canaán eran sólo reflejos oscuros,
es el telos de la prueba y tentación de Cristo.
b. Cristo no sólo parte para estar con el ladrón en el paraíso, sino que tres días después
su cuerpo se elevará al paraíso para siempre.
c. Cristo ya elevado al paraíso promete que vencedor comerá del Árbol de la vida en el
paraíso de Dios ().
2. Se promete al ladrón que aunque muera, él estará con Cristo en el paraíso.
a. Escuchen los que dice el Catecismo Mayor de Westminster 37 ¿Al morir, qué
beneficios reciben los creyentes de parte de Cristo? Respuesta: Las almas de los
creyentes, en su muerte, son hechas perfectas en santidad, e inmediatamente pasan a
la gloria; y sus cuerpos, estando aún unidos en Cristo, descansen en sus tumbas, hasta
la resurrección.
3. Los paralelos bíblicos a este lenguaje en aparecen en y .
a. , pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar
con el Señor. 9 Por eso, ya sea presentes o ausentes, ambicionamos serle agradables.
(1) Estar lejos del cuerpo es estar en casa con el Señor.
(2) El cuerpo es puesto en la tumba, pero el el alma parte para estar con el Señor en
gloria.
a. Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la
Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, 23 a la asamblea general e iglesia de los
primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los
espíritus de los justos hechos ya perfectos.
(1) Los espíritus o almas de los justos parten para estar con el Señor en el momento de
morir.
(2) El Monte Sión describe el lugar celestial de la gloria usando imágenes de la
teocracia, mientras que el paraíso usa el lenguaje del Edén.
b. Estos textos se refieren a un estado intermedio. En resumen, Jesús le dijo al ladrón
que aunque su El cuerpo descansará en la tumba hasta la resurrección, sin embargo,
estará con Jesús en el paraíso.
4. Para llevar esta discusión hacia a tras a la CFW 7: 3 y 8: 5, observe que Jesús ofrece
obediencia y sacrificio para reconciliar a los pecadores con Dios y comprar una
herencia eterna en el reino de los cielos, el paraíso o el monte de Sión.
Resistamos al enemigo, poniendo a Cristo en alto, confiando en el y en su provisión “el
E.S. que hacho habitar en nuestros corazones”.
b. Sin embargo, Jesús ofrece obediencia pasiva cargando sobre sí la ira y el pecado
hasta el punto de la muerte en una cruz.
c. Es sólo la obediencia representativa y el sacrificio sustitutorio del Hijo de Dios que
abre las puertas del paraíso, primero para Él como resucitado, y luego para su pueblo
levantado en Él y con Él.
d. La redención se lleva a cabo por medio del Último Adán, Jesucristo, que da un golpe
mortal al serpiente y redime a un pueblo para sí mismo en su obediencia, sacrificio y
resurrección.
e. La obediencia del Hijo Mesiánico bautizado con el Espíritu, culminando en la cruz y
dando como resultado la resurrección, abre las puertas del paraíso para su pueblo.
f. Es aquí donde vemos la diferencia fundamental entre la obediencia de Cristo, por un
lado, y la obediencia de Adán e Israel, por el otro: sólo la obediencia y satisfacción de
Cristo salva a los pecadores.
A. La importancia
1. Ustedes también deben resistir la tentación, confiando en la Palabra y el Espíritu.
En unión con Cristo, deben caminar por El Espíritu y obedecer la Palabra de Dios.
b. Y en Cristo pueden vencer a satanás y al pecado.
Pero vuestra obediencia no garantiza la consumación del reino. Vuestra obediencia no
inaugura el reino escatológico. Y vuestra obediencia bajo la tentación no es el terreno
meritorio para la salvación de los elegidos de Dios. Para esa clase de obediencia, deben
mirar al Cristo que lleva a su pueblo desde la maldición a la consumación.
historia, en donde ceñían sus lomos para moverse durante un viaje. Y entonces, un
soldado tenía que estar listo para la batalla. Ciñendo sus lomos, preparándose para la
batalla.
En segundo lugar, el versículo 14 nos habla de la coraza de la justicia. La coraza de la
justicia es aquello que nos indica santidad personal, vida justa y cuando el pecado
entra en nuestras vidas, confesamos y nos arrepentimos y nos volvemos de él. Y de
esta manera, mantenemos una coraza de justicia cubriendo nuestras áreas vitales,
cubriendo nuestro corazón y nuestras entrañas, como lo veía el hebreo. El corazón,
donde pensamos. Y las entrañas, donde sentimos. De tal manera que nuestros
pensamientos y sentimientos están protegidos por la santidad y la justicia. Entonces,
como cristianos, estamos listos para pelear. Todo está listo. Estamos totalmente
comprometidos al 100%.
En segundo lugar, estamos viviendo una vida justa, santa. Lo tercero, y esto es lo que
vimos la semana pasada, debemos tener puestos el calzado de la preparación del
Evangelio de la paz. Nuestros pies deben estar cubiertos con el Evangelio de la paz. Le
dije que los romanos tenían botas o semi botas, una especie de sandalia, que tenían
una especie de metal que salía por la suela, una serie de clavos. Y ellos estaban de pie
firme. Y vemos que el calzado que nos hace estar firmes contra Satanás está realmente
hecho del Evangelio de la paz. Esto es las buenas noticias de que estamos en paz con
Dios. Y Él está de nuestro lado. Y podemos estar de pie en Sus recursos.
Pero para esta mañana, quiero que pasemos a la siguiente parte de la armadura. Y
simplemente vamos a hablar de una, el escudo de la fe. Observe el versículo 16, el
escudo de la fe. “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos
los dardos de fuego del maligno.”
la fe. “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos
de fuego del maligno.”
“Sobre todo,” dice, “tomando el escudo de la fe,” y después en el versículo 17, “y tomad
el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu.”
“el sobretodo” introduce los tres elementos que quedan. E inclusive hay una distinción
en los verbos para mostrar que hay una diferencia. Usted tiene en el versículo 14 el
verbo “teniendo” como teniendo sus lomos, teniendo sus pies, teniendo la coraza; y la
idea del verbo en el griego es que esto es algo que es permanente. Esto es lo que
usted trae puesto. Esto es algo permanente, una preparación a largo plazo.
Por ejemplo, estaban ahí en la batalla. Y un soldado iba y descansaba, pero no se
quitaba su coraza, no se quitaba su cinto, ni su calzado. Eso simplemente está siempre
ahí. Lo tenían puesto todo el tiempo. Pero cuando la batalla arreciaba, el versículo 16,
indica que él tomaba su escudo, versículo 17, él tomaba su yelmo o su casco y su
espada. Entonces, los primeros tres elementos son para preparación a largo plazo. Los
últimos tres son para preparación inmediata. Esto realmente es lo que usted debe
tomar cuando arrecia la batalla.
Ahora, claro, si usted está comprometido, usted trae el cinto puesto y tiene santidad
absoluta en su vida. Y su coraza está puesta y usted tiene con confianza en el poder de
Dios, usted está de pie con sus pies calzados con la preparación del Evangelio de la
paz. Esto parecería ser suficiente y realmente lo es. Nada más que el resto es en cierta
manera una protección doble y es útil para cuando la batalla realmente enardece,
cuando se vuelve más intensa.
Ahora, el resto usted lo trae puesto todo el tiempo. Y un creyente no debe tener que
volverse a comprometer.
Y cuando se va a sentar en la banca no se quita el uniforme. Continúa con el uniforme
puesto. Sigue con las protecciones puestas. Probablemente, también tiene puestas las
rodilleras. Él también trae puestos su calzado especial. Pero cuando llega el momento
de batallar, él se pone el casco y él toma el bate. ¿Por qué? Porque él ha estado
preparado, pero ahora toma sus armas de esta guerra para la batalla.
Y algunos para estar listos de manera inmediata conforme la batalla se vuelve más
intensa. Y entonces, encima de los primeros tres, los cuales están amarrados en cierta
manera, están en su lugar, son inamovibles, vienen estos tres, los cuales son tomados
por la mano para el momento inmediato de la batalla. Eso es algo maravilloso, amados,
pensar en esto.
¿Sabe una cosa? Dios está ocupado en proteger doblemente a Sus hijos. Habría sido
suficiente tener confianza en el poder de Dios con el calzado apropiado. Habría sido
suficiente el tener la coraza de justicia, habría sido suficiente el tener el cinto del
compromiso, pero Dios nos da una protección doble, lo cual es tan maravilloso y es
como Él.
Ahora, sea lo que sea este escudo de la fe, es suficiente, porque apaga todos los
dardos de fuego del maligno. Esa es una afirmación bastante amplia. Es suficiente para
la totalidad de la necesidad.
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¿cómo se traduce a nuestra experiencia cotidiana lo que Pablo denomina “dardos de
fuego”? Se refiere a la serie de ataques repentinos y totalmente inesperados,
normalmente muy diferentes el uno del otro, dirigidos a sacudir nuestra fe en Dios, en
su Palabra revelada, y en nuestro juicio, obediencia y sinceridad.
muy impresionante, y sus víctimas son impulsadas a rendirse por motivos de terror, es
decir, las víctimas erróneamente sacan la conclusión que es la voz de Dios la que están
escuchando, cuando en verdad son las sugerencias malvadas de Satanás.
El carácter repentino e inesperado de los ataques es alarmante, así como la exigencia
imperiosa que el espíritu tiene que obedecer al instante sin vacilar y sin razón.
¿Cómo podemos distinguir entre la voz de Dios y la de Satanás? Sabemos, por
supuesto, que Dios puede dar a sus siervos “orientación rápida”, pero nunca nos
abruma. Dios no tiene necesidad de abrumar a sus siervos, porque incluso cuando nos
llega repentinamente su voz, es dulcemente razonable y se identifica a sí mismo por su
sabiduría amorosa. De esta manera es que le reconocemos. Normalmente no tiene
prisa cuando nos dice algo nuevo, y permite que su influencia crezca suavemente para
convencernos que verdaderamente es nuestro Padre celestial y que nos está hablando.
Él nunca nos fuerza (mucho menos a los que están siendo entrenados para ser sus
altamente valorados siervos) por el simple motivo que tiene cariño especial y cuida
tiernamente de nosotros.
Still, W. (2014). Hacia la madurez espiritual: Vencer el mal en la vida cristiana. (S. W.
Moore & J. R. M. Gómez, Trads.) (Primera Edición, pp. 70–71). Graham, NC:
Publicaciones Faro de Gracia.
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El escudo de la fe
La cuarta pieza de la armadura es el escudo de la fe. Pablo dice que este escudo
habilita al creyente para “apagar todos los dardos de fuego del maligno” (v. 16). Los
escudos romanos en los tiempos de Pablo eran de unos 122 cm de largo por 61 cm p
46 de ancho, lo suficientemente grandes como para cubrir la mayor parte del cuerpo.
Tenían cubiertas de metal a prueba de fuego, para minimizar el efecto de las flechas
ardientes. Con este escudo, un soldado no solamente podía detener los dardos
ardientes y las flechas en llamas, sino también extinguirlas.
Las artimañas de Satanás son como dardos ardientes y flechas en llamas. Satanás tiene
cientos de formas de atacar a los creyentes con sus dardos, incluyendo pensamientos
blasfemos sobre Dios, sugerencias pecaminosas y deseos corruptos. Él dispara dardos
al exterior de los creyentes, así como a su interior, a sus corazones y mentes.
Necesitamos el escudo de la fe para confrontar los asaltos de Satanás por las
siguientes razones:
1. La fe nos ayuda a reconocer las artimañas satánicas. William Gurnall dice: “La fe mira
por detrás de la cortina del sentido, y ve el pecado antes de que se vista para salir al
escenario”. La fe ve la fealdad y lo infernal del pecado sin su camuflaje.
2. La fe coloca a Cristo entre Satanás y nosotros. La sangre de Cristo es la cubierta a
prueba de fuego en nuestro escudo de fe. La sangre y la justicia de Cristo intervienen
entre Satanás y nosotros, guardándonos contra los fieros ataques de Satanás.
Nuestro mayor problema al pelear contra Satanás es que se nos olvida levantar el
escudo de la fe. Si usted es un creyente, levante alto el escudo de fe. Escóndase detrás
de Cristo. Él recibirá las culpas que Satanás trate de echarle en cara. Él ya ha parado en
seco cada ardiente dardo para ser su perfecto Salvador. Confíe en Él. Él nunca lo dejará
ni lo abandonará.
La meta de Satanás es apartar su escudo y luego apuñalarlo bajo la armadura. No le
permita hacerlo. Cuide bien su escudo viviendo en la fe. Descanse en la persona de
Cristo; acérquese, escuche, vea, confíe, tome, conozca, abrace, regocíjese, ame, triunfe
en p 47 Cristo. Por fe, celebre a Cristo, entregando cada parte de usted. Aférrese a Él de
la misma forma en que los dientes de un anillo se aferran a su diamante. Apóyese en
sus promesas. La fe honra a Cristo, nos fortalece, nos conforta, nos hace útiles y
garantiza la derrota de Satanás.
Se dice que: “No ha habido una batalla planeada por el más talentoso estratega en el
infierno que pueda conquistar la fe. Todos los terribles y flameantes dardos caen sin
hacer daño en cuanto golpean contra el escudo de la verdad”.
Fallar en el uso de la fe como un escudo “es decir, andar en la incredulidad” es
ciertamente peligroso, si no es que fatal. La incredulidad nos deshonra, nos debilita,
destruye nuestra comodidad y evita que seamos útiles. Haga a un lado sus dudas;
reprima sus interrogantes. Rehúse rendirse a sus deseos diarios. Combata a Satanás
con el escudo de la fe. Confíe en el Señor en todo momento. Recuerde, una fe que
nunca enfrenta las tentaciones de Satanás no lo llevará a las recompensas celestiales.
Beeke, J. (2008). La lucha contra Satanas: Conociendo al enemigo sus debilidades,
estrategias, y derrota (pp. 45–47). Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia.
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sproull Cuando los autores bíblicos querían transmitir una verdad sobre Dios a Su
pueblo, tenían dos opciones básicas. Por un lado, podían exponer claramente su
enseñanza en proposiciones. O bien, podrían usar el lenguaje metafórico para expresar
la realidad de Su carácter. Ambas opciones tienen sus ventajas, pero las metáforas
transmiten de manera única la plenitud del carácter del Señor y lo que Él ha hecho por
nosotros. Hay una diferencia, por ejemplo, entre decir que el Creador es nuestro
protector y afirmar que Él es nuestro escudo. Ambas declaraciones indican que Dios es
nuestro defensor, pero llamarle nuestro escudo indica vívidamente que Él está entre
nosotros y nuestros enemigos para absorber lo peor de sus golpes y mantenernos
seguros.
La Escritura a menudo se refiere al Todopoderoso como nuestro escudo (, , ), y
debemos tener esto en mente al considerar el llamado de Pablo para que tomemos el
escudo de la fe (). Confiar en Dios - levantar el escudo de la fe - es descansar en Él
como nuestro protector, como el que evita que los asaltos del Diablo nos destruyan. Él
hace esto por todo Su pueblo en un sentido último, guardándonos para que podamos
perseverar en la fe (). Pero el Señor también nos protege de la tentación mientras
miramos a Él diariamente para ayudarnos a caminar en santidad. Cuando recordamos
volvernos a Él en nuestra hora de necesidad, Él nos dirigirá fielmente en el camino
correcto y nos ayudará a tomar decisiones que le honrarán.
El escudo que la metáfora de Paul habría traído a la mente para su audiencia del primer
siglo no era un pequeño disco, sino un gran escudo de cuerpo que un soldado romano
solía albergar todo su cuerpo. Los soldados humedecerían estos escudos y de otro
modo los prepararían para apagar las flechas y otros misiles lanzados desde detrás de
las líneas enemigas. Nuestra fe tiene un propósito similar en nuestro conflicto con
Satanás, no porque la fe en sí misma es una sustancia que tiene propiedades mágicas
de abrigo, sino porque es el medio por el cual nos aferramos a Dios ya todas Sus
promesas. Tomar el escudo de la fe es descansar en Cristo mismo, que absorbió los
golpes de la tentación e incluso el ataque demoníaco, finalmente saliendo victorioso (; ;
). El volverse a Él en la fe diariamente es esencial para nosotros, ya que las fuerzas del
mal son demasiado poderosas como para resistir por nuestra cuenta ().
Coram Deo
Una parte esencial de volverse a Cristo para resistir la tentación y otros ataques con
éxito es comprender y apreciar verdaderamente Su hermosura. Cuando tengamos una
comprensión real de Su grandeza, seremos más animados a mirar a Él en todas las
cosas ya ver la fealdad del pecado.Tómese su tiempo hoy para meditar en la
hermosura de Cristo, Su gloria y la belleza de lo que El ha hecho por nosotros. Deja
que esto, a su vez, te mueva a descansar sobre Él en fe cada día.