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Universidad Nacional de Colombia

Artes plásticas y visuales


Teoría del Arte I
Marlon Andrey Torres Cabezas

Con los ahorros a cuestas

Familias huyendo vía Medellín-Bogotá diciembre 14 2000


una de la serie de fotos
Jesús Abad Colorado
Fotografía digital blanco y negro

-Escogí esta imagen por la poderosa conexión que sentí, como es que esta persona se
lleva lo que en ese momento seria todo su patrimonio, y esto lo sé por las historias que
me contaba me abuelo paterno, de cómo era la vida en el campo colombiano en el siglo
XX-
Colombia es una nación marcada por las constantes disputas, luchas y desacuerdos,
desde los primeros días de fundación el pueblo colombiano no ha podido estar en
armonía con sus contradicciones, siempre como solución y problema ha sido por la
camino de la violencia, tenemos una esencia belicosa que siempre parece olvidar su
pasado y comente los mismos errores.

Esta imagen muestra una de las caras más olvidadas y castigadas de las guerras internas
de nuestro país, el daño colateral que están dispuestos a aguantar todos los bandos,
sometidos y castigados tanto por quien debería protegerlos, así como quien
constantemente los amenaza ya sea por una idea de revolución de “protección al
territorio” bajo ideales fascistas.

El fotógrafo Jesús Abad Colorado decide en esta fotografía usar en blanco y negro que en
mi opinión centra la atención en el sujeto sin la distracción del color u otros aspectos de la
imagen y le da una aura dramática, es el esfuerzo y cansancio que se ve en su rostro
acompañado de la incomodidad del animal por ser transportado de esa forma y que
además se ve a un sujeto armado en el fondo borroso como si este no tuviera importancia
en la escena.

¿Por qué llevar una animal al hombro? ¿Qué entre todas las cosas debería llevarse como
recuerdo, recurso u objeto de utilidad para esa travesía? Por los relatos de mi abuelo
paterno los animales son un bien de alto grado pues se requiere tiempo, dedicación y
mucho esfuerzo, por eso llevárselo a “cuestas” es tener en ese momento todo cuanto
podrían “salir adelante” es una apuesta a futuro de que con ello pudieran sobrevivir.

Pero como sobrevivir en esta tierra hostil que solo reclama víctimas y sangre de
inocentes, en esta imagen se puede ver una melancolía y resignación a abandonar todo lo
conocido y aventurarse a lo desconocido, obligado por una bestia voraz que no distingue
de ideologías, que puede tener muchos rostros, desde las guerrillas de izquierda con la
ideología de justicia para y por mano del pueblo que muchas veces es la única opción de
sobrevivir a esas zonas sin dios ni ley; hasta de grupos organizados de ganaderos que
tomaron las armas por la incertidumbre de quien pudiera poner su idea de orden, y por
último y más grabe es por parte del estado que muchas veces desconoce a sus
ciudadanos fuera de las ciudades o de pueblos donde no sean una zona económica de
importancia, para el gobierno de turno o para dársela en bandeja de plata a las
multinacionales, que solo ve esta tierra como el patio de los tesoros enterrados.
A veces la simpleza de las imágenes puede transmitir más que una bien orquestada y
elaborada, si se conoce el contexto e historia de la misma esta coge mayor relevancia,
¿por qué un cerdo? Someterse a una travesía de este tipo con un animal difícil de tratar
nos transmite muchas cosas, como la desesperación por migrar de manera forzada, llevar
aquello que creemos que es de valor pero puede que en para otros no sea igual;
abandonar todo lo conocido, de las maneras simples de vivir la vida en las zonas rulares a
aventurarse en las capitales, que reciben a los visitantes como animales al matadero.

Por esto aunque se muestra una realidad del conflicto desde la visión de Abad se siente
distancia entre el espectador y aquellos que aparecen en las escenas, se trata de
empatizar pero se siente ajeno se observa como si se tratara de un capítulo de una
novela que muestra el lado más oscuro y triste de las víctimas de guerra; es una realidad
pasada por un filtro dramático que captura en un instante, y que muestra en un solo
fragmento el flagelo de la inmigración en un rostro cansado y resignado, ya sea por el
viaje que se le avecina o por el escenario que lo golpea de muchas maneras.

Aunque Abad quiere visibilizar a estas personas y darles una posición distinta a la de las
víctimas que conflicto tras conflicto se convierten en una cifra que desensibiliza y reduce
la importancia de estas, surge una inquietud al tratamiento de ellas pues capturarlos en
estas escenas para que luego sean consumidas por personas ajenas a esta terrible
situación, en una parte los re-victimiza, los descontextualiza y los convierte en una parte
de un objeto de mera observación.

A esto también toca sumarle la gestión y tratamiento de las imágenes como la curaduría
que las ubica en un lugar que en primer lugar tiene acceso a todo mundo pero que no
tiene la suficiente difusión y convierte el trabajo de querer mostrar a todo el mundo en
algo exclusivo a unos pocos, estos pocos que serían unos privilegiados que de cierta
manera están tan alejados de ese lugar y situación que consumen este extenso trabajo
como si fuera una ficción que ocurre en otra Colombia, la Colombia de los noticieros y
periódicos que solo informan de esos territorios como los lugares de conflictos y
masacres.

El papel de la fotografía en este caso es el de dar visibilidad, y en algunos casos el de


perdurar la memoria de los que ya no están, además de mostrar a todos tanto ajenos
como propios todos los ángulos y lugares de la guerra interna de nuestro país, que en la
gran mayoría de las veces cubre los acontecimientos bélicos de los bandos en conflicto.
El foto-reportaje es una práctica muy difícil de realizar en términos de la exposición y
tratamiento de los sujetos y sucesos que se captura, tratar a esos eventos sin caer en lo
que se denomina como “porno-miseria”, es una delgada línea en donde a los sujetos
involucrados se le pone como víctimas, pero se trata de pasar a personas que si sufriendo
acontecimientos terribles y darles un estatus como quienes superaron grandes
adversidades pero siguieron adelante.

Otro punto que quiero abordar son los 2 sujetos que aparecen en la imagen, uno como el
campesino que huye de su hogar y el otro el del hombre armado quien es el que lo saca
de manera obligada, pero que también en cierto grado es víctima; Victima de las
circunstancias, del abandono del estado, de haber nacido en una tierra de extrema
dificultad para sobrevivir y que lo obliga como último recurso a estar en armas, donde la
casualidad lo pone en un bando o en otro y que pasa a ser a enemigo de otra persona
exactamente con las mismas circunstancias. Aún más grave es como quienes están en el
poder lo tratan como participe de uno de los más grandes planes en contra de la
población, y le da una categoría del villano de la historia, pero nada mas alejado de la
realidad, la cual es de personas pobres e ignorantes por el abandono, se enfrenta unas a
otras como única opción para sobrevivir.

Por eso no debe entenderse la historia violenta de esta nación cono de héroes y villanos,
sino de grandes perdedores y unos pocos ganadores que se benefician tanto de provocar
terror o de beneficiarse de todo aquello dejado por las víctimas y aun peor de venderse
como el mesías que vienen a solucionar todos los problemas con falsas promesas que se
alimentan de la poca esperanza que les queda.

Para finalizar considero que este tipo de trabajos deben realizarse en primer lugar para
que ayuden a entender la historia de nuestro país así como es que se llegan a este tipo
de eventos trágicos y evitar que se repitan, así como capturar sucesos que estarían
borrados y olvidados y en segundo lugar generar reflexión de la construcción de país
tanto desde las ciudades como los territorios apartados, y de todas las personas de
distintos pensamientos para así llegar a un consensó como nación
Referencias

El testigo - Caín y Abel. Kate Horne 2018.

Imágenes pese a Todo. Didi-Huberman. 2003.

La cámara lúcida, Nota sobre la fotografía. Barthes, Roland. 1980.

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