3.2.5 El retrato 3.2.6 Historia del retrato OBJETIVO
Aprende las bases del dibujo de la figura humana y conoce la historia y
tradición del retrato EXPRESIÓN VISUAL
UNIDAD 3 DIBUJO
Tema 3.2.4 Dibujar figura, cabeza
y rostro humano
Lcda. Julia Coronado Pin
En este punto es importante considerar las proporciones. Las proporciones son definidas como las relaciones medibles y comparables entre cosas que pueden ser distintas o semejantes por lo tanto determinan la relación entre las diferentes partes que pertenecen a un mismo cuerpo. La figura humana al igual que todos los demás objetos está sometida a las leyes de la perspectiva: se debe procurar que las proporciones tengan relación con la posición relativa del sujeto que estamos dibujando. Es necesario tener una idea general de las formas básicas del dibujo: esfera, cilindro, cono y cubo. Se puede representar los volúmenes de las partes del cuerpo humano como un conjunto de cilindros a los que necesariamente afectará la perspectiva más o menos, siempre dependiendo de la distancia a la que esté de la denominada "Línea del horizonte". Las Figuras de Palo • Usar figuras de palo es un método eficaz para dibujar la proporción adecuada del cuerpo. • simplifica la estructura ósea del cuerpo con proporciones adecuadas. • Agrega versatilidad al dibujar la figura humana en acción. • este método consiste en "construir" el muñeco final a partir de la figura de palo, la cual actúa como un marco, con círculos que representan las articulaciones, así como una cruz o líneas que representan los rasgos faciales • la figura de palo debe ser fácil y rápida de dibujar. • Estas figuras se dibujan con trazos lo más ligeros y finos que puedas para que sean fáciles de borrar o imperceptibles una vez finalizado el dibujo. • Una vez esbozada la figura de palo, se comienza a agregar formas simples a la estructura de palo • Formas geométricas como rectángulos y cuadrados en forma de cubos de diversas proporciones son ideales para el torso, el cuello y la pelvis. • Formas tipo cilindro se pueden usar para partes más largas del cuerpo, como brazos y piernas. • El resultado es una figura básica de "maniquí", simplemente Proporciones para definir la altura del cuerpo El método más utilizado es el de las 8 cabezas. Este método consiste en dibujar ocho cabezas que representarán las proporciones ideales del cuerpo humano. Este método te ayudará a medir las diferentes partes del cuerpo. Luego de proporcionar, traza la figura básica de palos y figuras geométricas. El Torso Después de la estructura inicial generalmente se comienza dibujando el torso, que incluye la caja torácica, el abdomen y la cadera. La razón de comenzar a dibujar la figura humana a partir de esta parte, es que el torso dicta toda la posición del cuerpo. A partir del torso y las caderas, dibujar la cabeza y las extremidades se vuelve mucho más sencillo. Puedes elegir entre dibujar la caja torácica y el abdomen como dos partes separadas o como un todo. Lo que dictará tu elección es la postura El abdomen Una vez que tengas el torso dibujado, procede a dividir la caja toráxica del abdomen con una línea curva. Esta línea curva cruzará el centro del torso. En el extremo superior marca el final del esternón y la parte inferior del pecho. A los costados indica el lugar en el cual dibujarás las costillas flotantes. En la parte superior del torso, también dibuja otra curva. Ésta definirá la ubicación de la clavícula. Sobre la clavícula dibuja una elipse, que definirá la ubicación del cuello. Presta atención al ancho de las partes del cuerpo en relación al torso que dibujaste. En cuanto a las proporciones, una cabeza es generalmente la distancia entre la base del cuello y la línea inferior del pecho. Las Caderas Por lo general, la manera más sencilla es dibujarlas junto con la entrepierna como si el muñeco llevara un traje de baño corto o ropa interior masculina. Este truco simplifica el proceso creativo y hace que las cosas sean más fáciles de entender. En cuanto a las proporciones, la distancia desde el ombligo hasta el área de la entrepierna equivale a otra cabeza. Hombros y Brazos Para trazar los hombros de forma simple puedes comenzar dibujando un par de esferas en forma de huevo. Lo importante al hacerlos es, de nuevo, que mantengas tu atención en las proporciones de largo y ancho de los hombros en relación a las otras partes de cuerpo. Para el área de los bíceps y tríceps dibuja un cilindro para cada brazo. Esta figura geométrica se volverá más angosta en la parte inferior, justo donde se conecta al codo. Los brazos generalmente terminan por debajo de la altura de la cadera y ahí comienzan las manos. Las Piernas Para dibujar las piernas traza para cada muslo un cilindro grueso (o no tan grueso, acorde a la proporción del personaje que intentas retratar). Dicho cilindro servirá para conectar las caderas con las rodillas. De la misma manera que dibujaste los brazos, estos tubos se volverán más estrechos en el área inferior donde el muslo se conecta con la rodilla. Cabe destacar que la región inferior de la pierna debes dibujarla de acuerdo con la posición de la figura. Las proporciones para esta sección de la figura serán de dos cabezas de distancia desde la entrepierna hasta la parte inferior de las rótulas. Las Manos Dibujar las manos podría ser un desafío. Ya sea que estas se encuentren abiertas con los dedos extendidos parcial o totalmente o por el contrario, en el caso de que las manos se encuentren cerradas en forma de puños, las manos siempre pueden ser un reto. En un texto futuro abordaremos el dibujo de las manos con mayor detalle, por ahora solo las mencionaremos brevemente. El Pie La manera en que dibujas los pies, específicamente los dedos, dependerá del ángulo del dibujo. Si es una vista frontal, comienza dibujando el dedo gordo del pie en el lado interior de la punta de cada pie. A partir de ahí, debes colocar el resto de los dedos de los pies en sucesión. Recuerda que el dedo índice del pie es casi tan largo como su hermano mayor. Luego, a partir de este dedo debes dibujar los otros 3 en sucesión. Dibuja cada uno más corto que el anterior y uno detrás del otro. En cuanto a representar los pies casi de lado, el único dedo del pie completamente visible será el grande. Los otros cuatro serán apenas visibles detrás de su hermano mayor. El escorzo Es el efecto visual o ilusión óptica que hace que un objeto o una distancia parezcan más cortos de lo que realmente son porque están girados hacia el espectador. Además, en las imágenes los objetos generalmente no se escalan de manera uniforme: un círculo a menudo aparece como una elipse y un cuadrado puede aparecer como un trapezoide. Aunque el escorzo es un elemento importante en el arte donde se representa la perspectiva visual, también se produce en otros tipos de representaciones bidimensionales de escenas tridimensionales. Algunos otros tipos en los que puede producirse escorzo incluyen dibujos en proyección paralela oblicua. En pintura, el escorzo en la representación de la figura humana se perfeccionó en el Renacimiento italiano, y la famosa pintura de la "Lamentación sobre Cristo muerto" de Andrea Mantegna (1480) es una de las realizaciones más conocidas de una serie de obras que muestran la nueva técnica, que posteriormente se convirtió en una parte estándar de la formación de los artistas. Dibujar el rostro Similar a dibujar la figura del cuerpo, la cabeza también tiene su propia proporción llamada proporción facial. La razón es que la proporción facial ayuda en la colocación de los rasgos faciales. Esta proporción sirve para así evitar el error (o hábito) de hacer que los ojos estén demasiado cerca o que la nariz sea demasiado grande. Así como en el cuerpo la cabeza es una buena medida de referencia en el rostro, también debe usarse un elemento modular de referencia. Un elemento muy utilizado para este fin es la medida de un ojo. El ojo está conformado por una esfera situada en la cavidad orbitraria, cubierta por los párpados. Las formas visibles de los globos oculares son la esfera sobre la que se observa el iris y la pupila Estos se cierran y se abren a voluntad con la ayuda de músculos en forma de anillo que rodean este órgano visual. Si al dibujar se piensa que los ojos se mueven al mismo tiempo, es bajo el riesgo de dibujarlos bizcos cuando esta no es la intención. Sonrisa: Al igual que las cejas, querrás dibujar una línea arqueada simple, las esquinas hacia arriba, para definir la línea central de la boca y luego dar forma a los labios superior e inferior a esa línea. Si bien la forma del ojo no cambia, agregar una o dos líneas pequeñas en las esquinas exteriores para insinuar las arrugas sutiles de la risa, le agregará expresión ya que cuando sonríes, tus mejillas se levantan. Orejas: Dibujar los detalles de las orejas al igual que sucede con la boca y la nariz, será un asunto de estudio a través del dibujo y mucha observación Añade los últimos detalles Aquí se comienza a borrar las líneas estructurales y se acentúan las líneas de expresión, rasgos y expresiones. EXPRESIÓN VISUAL
UNIDAD 3 DIBUJO
Tema 3.2.5 3.2.5 El retrato
Lcda. Julia Coronado Pin
Un retrato (del latín retractus) es una pintura o efigie principalmente de una persona. También se entiende por retrato la descripción de la figura o carácter, o sea, de las cualidades físicas o morales de una persona. La primera definición de retrato es aquella que se refiere a la expresión plástica de una persona a imitación de la misma, lo que ocurre en la pintura, la escultura y la fotografía. En un retrato predomina la cara y su expresión. Se pretende mostrar la semejanza, personalidad e incluso el estado de ánimo de la persona. Es generalmente una imagen compuesta de la persona en una posición quieta. La segunda acepción sería esa descripción que se hace de las cualidades de una persona o personaje (ya sea en 1era, 2da o 3era persona), dentro de una obra literaria. En términos literarios, se conoce como retrato la descripción minuciosa y extensa de un personaje, presentando sus cualidades físicas y morales en un mismo enfoque: una fusión de la prosopografía (la descripción de los rasgos físicos de una persona, de su apariencia externa.) y la etopeya (la descripción de rasgos psicológicos y de carácter de una persona, así como de sus costumbres). El retrato escrito a menudo da una visión profunda y ofrece un análisis que excede lo superficial. Existieron artistas que practicaron ampliamente y de manera casi exclusiva el retrato y civilizaciones enteras que rechazaron el retrato como «figura tomada del natural» (como el arte griego arcaico y clásico). La presencia o ausencia del retrato fisonómico en determinadas civilizaciones (aun contando con medios artísticos suficientes para producirlos) no es una simple cuestión de gusto hacia una u otra forma artística, sino que intervinieron condiciones mentales e ideológicas particulares que se reflejaban en el desarrollo y las condiciones de la sociedad en la que operaron los artistas. Los retratos cumplen diferentes funciones. Para estudiar la historia del retrato es necesario comprender las tipologías del retrato: Retrato intencional: En ningún caso plasman la realidad facial o características fisionómicas específicas de sujeto retratado, es practicamente nominal. Retrato simbólico: A este tipo de retrato se le conectan una serie de valores que unen la imagen al individuo, a menudo en el ámbito religioso Retrato tipológico: Si bien la representación aún no se parece al sujeto individual, están presentes una serie de elementos que circunscriben la representación genérica a una cierta categoría de individuos, facilitando la identificación (por ejemplo, atributos particulares, descripción del vestuario, objetos relacionados con el sujeto o su clase social, etc.) Retrato fisonómico: Se compone a su vez de dos estratos relacionados: la representación de los rasgos somáticos y la búsqueda de la expresión psicológica del individuo. En el primer estrato se grafica una individualización del personaje a partir de la imitación de los rasgos individuales, sin otro artificio. En el segundo estrato, se busca fijar en la efigie un juicio moral sobre la persona retratada, eligiendo una actitud particular que fijar, un gesto, una expresión. Retrato de reconstrucción: El artista no ha visto al sujeto e intenta, sobre la base de las informaciones que posee y su sensibilidad, recrearlo, sea en la fisonomía, sea en la psicología, según el concepto que se ha formado sobre esa personalidad determinada. Es el caso típico de los retratos de grandes personajes del pasado de los cuales no se ha transmitido la imagen (de Homero a los Apóstoles). Puesto que tales imágenes son fruto de la invención y las circunstancias del tiempo en que se realizaron, es frecuente que por la misma personalidad histórica se tengan retratos reconstruidos muy diferentes. Historia del retrato El retrato como expresión artística aparece en el siglo V antes de Cristo sobre las monedas de los reyes persas. El uso se expandió sobre todo desde la muerte de Alejandro Magno. Alcanzó un desarrollo considerable durante la época romana. Los primeros retratos de la historia fueron esculturas. Los cráneos humanos encontrados en Jericó, donde los rasgos se recrean con yeso y los ojos con conchitas, manifiestan la voluntad de reconstruir la persona del difunto, pero son retratos plenamente intencionales, en cuanto que están ligados a esquemas del todo genéricos, a pesar del auxilio de la estructura ósea subyacente. Seguramente las primeras representaciones humanas tenían las implicaciones mágicas y sagradas hacia las que se representaban. La creencia de que la imagen se une indisolublemente con aquello que retrata y que permanece por ejemplo en el ámbito negativo, como en aquellos ritos que se reservan a las imágenes de los adversarios tratamientos funestos, según supersticiones aún vivas en los retazos de civilización campesina y pastoril. Antiguo Egipto • teniendo plenos medios técnicos, evitó la producción de retratos fisonómicos, al menos durante la mayor parte de su historia artística. • Muchas figuras indicaban, a través de la aposición de diversos nombres, personajes diversos, comprendidos los retratos de los soberanos, en los cuales el nombre tenía un valor significativo que valía por los rasgos fisonómicos, mientras que no faltan ejemplos de soberanos representados como toros o leones. • El realismo se veía como algo bajo y contingente, adaptado a las escenas de la vida cotidiana de las clases inferiores. • El retrato «tipológico» permanece en auge, aunque con algunos acentos de diferenciación fisonómica debida al particular procedimiento de los escultores de elaborar a partir de máscaras en yeso modeladas con relieve en creta con los rasgos del difunto Egipto (Imperio Nuevo) • tras la reforma religiosa de Amenofis IV, se produjeron en Egipto auténticos retratos fisonómicos, con acentos psicológicos, como los numerosos retratos de Akenatón y Nefertiti. • Este paréntesis se cierra de repente con la vuelta a la tradición y a los retratos por «tipología». Durante la tardía dinastía saíta (663-525 a. C.). • Se produce una nueva vuelta al retrato verídico, pero es una adecuación fisonómica superficial, ligada más al virtuosismo técnico que a la presencia de valores que expresar. • Tras la conquista griega, el retrato egipcio perdió las características propias para entrar en la corriente helenística. Aún así, dentro de la escultura cabe el autorretrato. • El primer artista del que se conoce el nombre es el escultor del faraón egipcio Akhenatón Bac (hacia el 1365 a. C.), si bien se cree que los autorretratos son tan antiguos como el arte rupestre. Mesopotamia • hasta la época sumeria hay una producción genérica de retratos «intencionales» (distinguibles solo por el nombre impreso) y «tipológicos» (en los que se distinguen algunos atributos de una clase de individuo). • Eran parecidos a los de Egipto, pero dotados de mayor libertad ideológica que caracterizaba a la sociedad de la época. • Entre las mejores obras que han sobrevivido se encuentran algunos retratos de soberanos, impregnados de un esquematismo que pretendía evidenciar ante todo la majestad del soberano y su refinamiento, por ejemplo, el de Hammurabi (1728 - 1686 a. C.) de la que queda su cabeza en el Louvre: un bulto redondo, caracterizada por una excepcional plasticidad del rostro, con las mejillas hinchadas, la boca pequeña y otros elementos que revelan una intención fisonómica. • Durante la posterior dominación asiria, particularmente dura, la tendencia a la fisonomía desaparece completamente, volviendo a modelos fijos distintos solos por la inscripción del nombre, carentes incluso de los atributos tipológicos. Mesopotamia La dinastía aqueménida (en persa antiguo: Haxāmanišiya) fue la que reinó en el Imperio persa, desde que la fundase Ciro II el Grande, tras vencer a Astiages, el último rey de los medos (550 a. C.), y extender su dominio por la meseta central de Irán y gran parte de Mesopotamia. 550 a. C. • Solo en el período aqueménida (558-480 a. C.) se produce una nueva humanización de las efigies reales. • el verdadero paso adelante se da en la producción de monedas, quizá obra de artistas griegos, que desde finales del siglo V a. C. presentan retratos fisonómicos que parecen manifestarse precozmente respecto a la propia Grecia. • No está claro aún si las diferencias observadas entre los retratos presentados en unas y otras monedas, junto con algunos atributos del poder (gorro, bigote, barba) se deben a reales divergencias fisonómicas a menudo a las diversas manos que se ocuparon de la acuñación, en cualquier caso. Mesopotamia La dinastía aqueménida (en persa antiguo: Haxāmanišiya) fue la que reinó en el Imperio persa, desde que la fundase Ciro II el Grande, tras vencer a Astiages, el último rey de los medos (550 a. C.), y extender su dominio por la meseta central de Irán y gran parte de Mesopotamia. 550 a. C. • Solo en el período aqueménida (558-480 a. C.) se produce una nueva humanización de las efigies reales. • el verdadero paso adelante se da en la producción de monedas, quizá obra de artistas griegos, que desde finales del siglo V a. C. presentan retratos fisonómicos que parecen manifestarse precozmente respecto a la propia Grecia. • No está claro aún si las diferencias observadas entre los retratos presentados en unas y otras monedas, junto con algunos atributos del poder (gorro, bigote, barba) se deben a reales divergencias fisonómicas a menudo a las diversas manos que se ocuparon de la acuñación, en cualquier caso. Grecia • Es en la civilización griega donde se produce la creación de un auténtico retrato fisonómico • Se conoce la retratística griega sobre todo por las copias romanas. • el retrato griego tiene como punto de partida el ámbito religioso, pero a diferencia de las civilizaciones orientales, los griegos no tenían intermediarios con la divinidad, sino una relación directa y humana. • Las primeras estatuas humanas son el kurós y la kore • El uso del retrato (escultórico) sirvió para representar a los oferentes de un santuario o a un difunto sobre su tumba de manera impersonal, simbólica, como la de las estelas funerarias del período arcaico (hasta el 480 a. C.). • En las inscripciones emergió progresivamente el concepto de representación individual como obra de arte: de los nombres de las personas que representan o de sus palabras en primera persona, se pasó a añadir los nombres de los escultores para llegar a la dicción más destacada de «estatua de, imagen de» o «mnena (recuerdo) de.» • Las representaciones eran genéricas, como se ve en la de los estrategas y para los atletas existían las estatuas «icónicas», donde se especificaban algunas características físicas como la altura o la edad, pero la representación personal estaba ausente. • El único retrato de la época que se puede llamar fisonómico, si bien no aún realista a causa de la idealización, es el de Platón de Silanión, conocido gracias a copias de la época romana. • Verdadero retrato fisonómico (mediados del siglo IV a. C.): aunque no se sabe cuál es el ejemplo más antiguo: un herma de Temístocles que ha llegado a través de una copia de Ostia, realizada en vida hacia el 480-460 a. C., o la imagen de Pausanias rey de Esparta (464-460 a. C.) o las obras en gran parte desconocidas de Demetrio de Alopece. • La tradición tardía narra que Fidias fue criticado por haber insertado su autorretrato en la decoración escultórica del Partenón, individualizado por los estudiosos en la figura de Dédalo, de marcada individualidad, aunque cercano al centauro de la metopa. • El retrato aparece en el siglo V a. C. sobre las monedas de los reyes persas. El uso se expandió sobre todo desde la muerte de Alejandro Magno. La gran personalidad de Lisipo y las cambiantes condiciones sociales y culturales hicieron que se superaran las últimas reticencias hacia el retrato fisonómico y se llegase a representaciones fieles a los rasgos somáticos y del contenido espiritual de los individuos en época helenística, como puede verse en los retratos de Alejandro Magno. A Lisipo o sus seguidores se atribuyen los retratos de Aristóteles, el reconstruido de Sócrates del tipo II, el de Eurípides de tipo «Farnesio» en los que está presente una fuerte connotación psicológica coherente con los méritos de la vida real de los personajes. Entre los siglos II y I a. C. se desarrolló ampliamente el retrato fisonómico, no reservado sólo a soberanos y hombres destacados, sino también a simples particulares. Se difundieron el retrato honorífico y el funerario. El arte del retrato floreció en las esculturas romanas, en las que los retratados demandaban retratos realistas, incluso si no les favorecían. El origen de estos retratos está probablemente en la época helenística. en el arte romano se distingue entre el retrato honorífico público y el privado, ligado al culto de los antepasados. El uso de las efigies de los antepasados se remonta al inicio de la república. Pero tales imágenes no eran aún del estilo realista típico de la época de Sila, verdadero momento de separación con el retrato helenístico. La exasperación de la realidad en el retrato romano, el llamado «retrato romano republicano» comenzó a principios del siglo I a. C. y duró hasta el Segundo Triunvirato (432-32 a. C.), período que coincide con una fuerte exaltación de las tradiciones y la virtud de los patricios, contra el movimiento de los Gracos y el avance de la fuerza de la plebe hasta la guerra Social (91 - 88 a. C.). Se asiste en definitiva a una toma de conviencia del valor de la gens, que se refleja en los retratos. El estilo de estas obras es seco y minucioso, reflejando la piel estragada por el paso del tiempo y las duras condiciones de la vida tradicional campesina. El arte de la época de Augusto se caracterizó por el auge del clasicismo. En el retrato se produjo una fusión del tipo oficial y del tipo privado, a través de la concepción neoática que veía en la representación una sobria idealización que fuese superior a la esfera de la contingente cotidianidad del realismo. La dualidad de los tipos de retrato se reflejan en el ejemplo de dos retratos de Vespasiano, uno expresivamente vulgar (Ny Carlsberg Glyptotek) y otro de aristocrática intelectualidad (Museo Nacional Romano, n.º 330). Con Trajano se consumó la fusión entre el retrato privado y el público. En la expresión del soberano se acentúa la actitud del hombre de mando militar, la energía, la resolución, pero el retrato sigue siendo humano, real. Durante el siglo IV, el retrato cedió terreno en favor de la idealización del aspecto del retratado. Basta comparar los retratos de Constantino I el Grande y Teodosio I. El retrato continuó desarrollándose en proporciones considerables en la época romana. Edad Media, los intereses de las representaciones hicieron desaparecer nuevamente el arte del retrato. La mentalidad cristiana tendía a negar la importancia de la individualidad de las personas, prefiriendo el símbolo, por lo que se daba el retrato tipológico. Al estar ausente un elemento «burgués» que infundiera valores laicos de afirmación del hombre en cuanto a tal, en la sencillez de su existencia terrenal, la necesidad de fijar las auténticas fisonomías se desvaneció inexorablemente. Debe esperarse a la Baja Edad Media, cuando reapareció en la escena europea una especia de burguesía, para ver el regreso de los fundamentos humanísticos y racionales que permitieron la producción de retratos, el retrato también se siguió realizando en las monedas. Probablemente tales condiciones se habían verificado ya en la corte de Federico II Hohenstaufen, pero no se han conservado testimonios seguros de retratos. El más antiguo retrato fisonómico realista de un personaje viviente tras la época clásica fue el Retrato de Carlos I de Anjou de Arnolfo di Cambio (1277). Los retratos realistas reaparecieron en Borgoña y Francia. Durante el Quattrocento italiano se hicieron efigies en medallones como monedas. La costumbre de la efigie en medallón fue inaugurada por Pisanello en 1439. Renacimiento, • fue un período significativo en la evolución del arte del retrato por el renovado interés hacia el mundo natural, el hombre y la expresión clásica del arte romano. • El retrato tuvo así una importante función social, tanto esculpido, a través de bustos o cabezas, como pintado. • Tuvo notable difusión el retrato de busto hasta las espaldas, sobre todo en Florencia (Mino da Fiesole, Andrea del Verrocchio) y en Nápoles (Francesco Laurana). La fotografía de retratos • sólo surge hasta el siglo XIX, debido a la creación de la cámara oscura. • Hasta entonces, los retratos habían sido un servicio artístico exclusivo para la aristocracia, pues estos tenían los medios para contratar a un pintor. • Nicéphore Niépce, desarrolló un proceso químico que le permitió retener imágenes por medio de uso de la cámara oscura. Fue de esta manera como logró capturar la primera fotografía después de ocho horas de exposición. • Las primeras personas en ser fotografiadas fueron cadáveres, pues eran los únicos humanos que podían permanecer quietos por largas horas. Los fotógrafos tenían sillas especiales que ayudaban a los modelos a mantener la posición. • Cuando la tecnología se desarrolló más, las personas importantes y sus familias iban a los estudios de los fotógrafos para retratarse. Con el surgimiento del Daguerrotipo la fotografía de retrato se popularizó y se extendió a otras esferas de la sociedad. El tiempo de exposición había pasado a ser de 30 segundos y se podían reproducir una mayor cantidad de imágenes con una sola toma, en alguos estudios se llegaron a tirar más de 500 placas al día. La reducción en el tiempo de trabajo del artista hizo que los costos del mismo también disminuyeran, volviéndose en un medio mucho más accesible. El estilo de estos trabajos tempranos reflejaba las dificultades técnicas asociadas a esta tecnología, así como la estética de los tiempos. Los sujetos se solían sentar delante de fondos de color liso, y se iluminaban con la tenue luz de una ventana, o como mucho con lo que se pudiera conseguir a través de espejos. Ya para finales del siglo XIX, surge la posibilidad de tomar fotografías con mucho más detalle y por fuera del estudio de fotografía, dando paso a la fotografía a color y luego a la fotografía digital en el siglo XX. Haciendo de la fotografía de retrato una actividad comercial y artística muy importante. Hoy por hoy el acto de retratar es común tanto a nivel profesional como amateur debido a la masificación de la tecnología digital que ha provisto de una cámara a todos a través de los telélefonos móviles; sin embargo cuando se requiere de um retrato de calidad profesional (equipos de producción, manejo de técnicas de iluminación, cámara profesional y post-producción) y se manejan los presupuestos que esto implica, se contrata a un fotógrafo profesional, ya que aunque la cámara es un artefacto evidentemente diseñado en base y en función del sentido de la vista y mientras más se ha automatizado la fotografía mayor provecho ha obrtenido la humanidad, es la mediación de un humano, más aún si maneja los artilugios, la que le agrega esa aura intabgible que hace de algo una obra de arte. CIERRE DE CLASE Taller Moodle • Realiza 2 dibujos de las proporciones del cuerpo humano utilizando los métodos de la figura de palo y el de las 8 cabezas, • detalle las estructuras de cada uno, hasta dónde llega cada parte, etc. Nota: es válido acotar otras consideraciones de estos métodos adicionales a las presentadas en clase.