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“Los símbolos sagrados” en la cultura maya: Briceida Cuevas Cob

Carrión Aguirre Nidya Berenize


Literatura Intercultural
Introducción:
En el presente ensayo hablaremos acerca del “Ethos” que fundamenta Geertz Clifford, su
idea del símbolo religioso que se comparará con los símbolos sagrados sol y luna de la
cultura maya. Como sabemos, la cosmovisión de la cultura maya se expresa en todos sus
medios de escritura, explica la interpretación de los astros en relación y función con el
tiempo-espacio, lo que genera símbolos. Dicha investigación se realizará para llegar a la
creación literaria de Briceida Cuevas Cob, una poeta maya que reproduce versos como un
quebrantamiento al canon literario, donde el reconocimiento así como la reivindicación de
su cultura son partes fundamentales para causar impacto a todo nivel público, expresa sus
vivencias vista desde la relación simbólica de su cultura.
Geertz Clifford (1987) dice: “La religión nunca es meramente metafísica”, (p. 118),
explica como todo lo que nos rodea posee una carga moral que revela nuestra relación con
la religión, la cual no se debería considerar abstracta ya que pertenece a la propia conducta
del ser. Esto resulta importante ya que la poesía de Briceida Cuevas desarrolla las imágenes
del sol y de la luna como marcadores temporales en la vida cotidiana de las y los mayas,
algunas veces estos astros funcionan como personajes antropomorfizados para dar vida a
historias mitológicas, incluso esto puede servir para dar énfasis a lo que llama Geertz
(1987), que es la religión como exigencia del contexto más general de la existencia
humana, (p. 118). Resultará fundamental concebir, gracias al ejemplo paradigmático
(Briceida), cómo los aspectos morales de la cultura maya se definen por el “Ethos”: este
como el aspecto cognitivo-existencial que se expresa en las vivencias, pensamientos y
hechos históricos, o bien, la cosmovisión del mundo.
Cultura maya: el calendario como símbolo
Geertz (1987), nos explica que el ethos de un pueblo es el tono, el carácter y la calidad de
vida, es el estilo moral y estético, la disposición de ánimo y la actitud subyacente que un
pueblo tiene ante sí mismo y ante el mundo de lo que su vida refleja, (p. 118). Quiere decir
que la cosmovisión se sustenta en las ideas de la propia realidad y vivencia cotidiana. Si
hablamos de la cultura maya podemos decir que sus costumbres se concebían gracias a lo
que les otorgaba la naturaleza y el universo, su experiencia con el mundo, como ya
sabemos, hizo que pudieran realizar aportaciones desde la medicina hasta la arquitectura y
también, en palabras de Broda (2018), conocemos que la observación astronómica, la
formalización de conceptos matemáticos, la invención de la escritura y su sistema de
notación fueron algunos ejemplos de conocimiento íntimamente ligados entre sí. Los
mayas, además de constituir logros científicos, expresaban la gran complejidad cultural y
política que habían alcanzado sus estados tan solo en el periodo Clásico. (p. 85)
Una de las aportaciones más reconocidas que incluso a la fecha son estudiadas es el
calendario sagrado maya, Ayala (2004) explica su constitución: “La base del calendario
maya, al igual que el del resto de Mesoamérica, lo constituyen el año de 260 días,
nombrado por los epigrafistas Tzolk´in, y el año solar de 365 días, Haab.”, (p. 5). Ciertos
estudios declaran que los 260 días se conciben como la secuencia de las fases lunares a lo
largo de los meses lo que nos lleva a que parte del “estilo moral” de los mayas se suscitaba
en los astros.
Broda (2018) explica que entre las observaciones ligadas al calendario destacan la
determinación exacta del año trópico, los meses sinódicos de la Luna, los ciclos de eclipses
de Sol y Luna, el ciclo de Venus, la observación de las Pléyades y de algunos planetas,
etcétera, (p. 84). La estructura del calendario es una sucesión del glifos correspondientes a
los días del mes, donde el cosmos es la razón para asignar, desde la perspectiva maya, los
eventos míticos e históricos.
De acuerdo con De la Garza (1993) nos explica que para los mayas el cosmos
asigna la estructura armónica constituida por tres grandes planos horizontales superpuestos:
cielo, tierra e inframundo; el cielo se dividía en 13 estratos con forma piramidal, el
inframundo dividido en nueve como pirámide invertida. Cada uno de los tres planos se
divide horizontalmente en cuatro sectores que corresponden más o menos a los puntos
cardinales, y en los que se encuentran diversos seres sagrados: cuatro ceibas asentadas
sobre la tierra, que sostienen el estrato celeste; cuatro aves posadas sobre las ceibas; cuatro
tipos de maíz, de pavos, de frijoles, (p. 27).
En el calendario se reflejaban parte de estos símbolos como valores que organizaban
la vida diaria de los mayas, el pueblo encontraba su significado gracias a la realidad, con
ello podemos confirmar lo que Geertz (1987) dice acerca del ethos, que este se hace
intelectualmente razonable al mostrarse como un estilo de vida implícito por el estado de
cosas que la cosmovisión describe, la cosmovisión se vuelve emocionalmente aceptable al
ser presentada como una imagen del estado real de cosas, donde el estilo de vida es una
forma auténtica de expresión, (p. 118).
El entendimiento continuo de los astros para los mayas se constituía para el correcto
ciclo del maíz, para llevar a cabo rituales y ceremonias donde se veneraba meramente la
naturaleza, los mayas buscaban comprender el mundo que les rodeaba para darle sentido a
la historia de la humanidad, eran conscientes de que gracias a su empirismo podían dar una
respuesta a su existencia por medio de todo lo que les otorgaba la vida, a esto Geertz (1987)
lo refiere como: “la capacidad de sus símbolos para formular un mundo en el cual tales
valores, así como las fuerzas que se oponen a su realización, son elementos constitutivos
fundamentales.”, (p. 122).
El sol y la luna como expresiones simbólicas en la poesía de Briceida
Briceida Cuevas Cob es una poeta maya que en sus propias palabras dice: “Cada vez que
escribimos acuden a nosotros los elementos de nuestro entorno, así como los recuerdos que
fortalecen nuestro imaginario. Me veo escribiendo desde la nostalgia de lo que fue, de lo
que ha sido y de lo que es ahora el pueblo con algunos cambios.”, (Villegas, 2022).
Briceida sostiene sus escritos gracias a la memoria histórica de su cultura, su gusto por la
música el ritmo y la declamación la llevaron por el camino de la poesía, quien sería la
expresión de su voz y de las voces de los que ya no están pero perviven en sus versos.
Los poemas por analizar son “Sol con espinas” y “La luna y el sol” presentes en el
libro Ti’ u billil in nook’, de primera instancia en los títulos aparecen los astros que son
propiamente fundamentales para la cultura y mitología maya. En Sol con espinas
apreciamos que los últimos cuatro versos refieren a la memoria de la armonía que vivían
los mayas antes de la “soberbia” que quizás devino por la conquista:
Hace mucho tiempo.
Cuando las nubes no sabían de soberbia,
la luna no era fría,
al sol no le habían crecido espinas.
(Cuevas, 2008)
La memoria como conservación de lo que fue su tradición, la vida cotidiana se percibe a
través de los astros celestiales como la vivencia que en su momento fue plena y por ello no
puede avocarse al olvido.
En La luna y el sol remite a la cotidianidad maya presente en el día a día, aquí el sol
le permite a la luna contemplar la belleza tan simple que existe en el entorno y del que a
veces no logramos percatarnos:
La luna nunca ha visto el despertar del cielo
ni el placentero mecer de los ramajes.
Jamás ha escuchado el barullo de los pájaros mañaneros.
Nunca ha oído cómo los gallos saludan a un poblado.
Jamás ha admirado el sueño del rocío sobre el zacatal,
sobre las pequeñas yerbas. (Cuevas, 2008)
El sol en este poema puede referir como el guía que desde que nacemos nos acompaña para
que con su luz logre mostrarnos la belleza de la vida y nos muestra incluso, con el pasar del
tiempo, el origen de esta. En ambos poemas apreciamos características muy propias de la
cultura maya, León-Portilla (2003, p. 33) remarcaría estos rubros en los poemas de
Briceida: los rumbos cósmicos y su relación temporal, también los símbolos de los dioses
como portadores de cargas de tiempo; esto porque en Sol con espinas marca el tiempo
pretérito y nos evoca las imágenes de que el sol y la luna fueron seres antropomorfizados
que apreciaron el cambio que resultó soberbio, el tiempo en este poema es la marca
fundamental para el pasado armónico y el presente cruel.
Por último, también están presentes las divisiones del día y la noche; en el poema
La luna y el sol recurren las imágenes de que la luna al pertenecer a la noche es invitada por
el sol para conocer el alba, el cual pertenece al día. Esta división también puede definirse
por la cotidianidad maya en el cual el día pertenece a las labores domésticas o de trabajo y
la noche pertenece al espacio de la ritualidad y lo sagrado.
Si citamos a Geertz (1987), él explica que: “Los símbolos sagrados refieren pues
una ontología, una cosmología, a una estética y a una moral: su fuerza peculiar procede de
su presunta capacidad para identificar hecho con valor en el plano más fundamental, su
capacidad de dar a lo que de otra manera sería meramente efectivo una dimensión
normativa general.”, (p. 119). Los poemas de Briceida guardan la memoria de la cultura
maya, aprecia el significado de los astros que han otorgado sus ancestros y convierte su
cultura en esencia poética para que las vivencias de todos los mayas que no pudieron
expresarse no desaparezcan y sigan perpetuándose con el paso del tiempo.
Conclusiones:
Los símbolos sagrados en la cultura maya se definen por el cosmos y la naturaleza lo que
ha creado una forma de sistema religioso de acuerdo con las ideas de Geertz. Dichos
símbolos rigen la cotidianidad, un ejemplo de esto es el calendario maya que ejemplifica
parte de esa forma de pensar y de ver el mundo, los astros antropomorfizados, vistos desde
la mitología hasta la poesía de Briceida, se aprecian como un ejemplo de la realidad
histórica que a su vez se transforma en toda una idea filosófica. La moralidad que yace en
la cultura maya siempre estará dirigida como agradecimiento a todo lo que nos rodea y nos
hace capaces del sentido común, esta moral, como bien menciona Geertz, posee el realismo
capaz de reconocimiento. Briceida reconoce la dificultad de ser poeta maya, tiene una carga
moral por no dejar que su cultura, su lengua se consuman en el olvido, lamento no
transcribir sus poemas a la lengua original pero incluso sé que lo que busca transmitir es la
belleza de la cosmovisión maya.
Bibliografía:
Ayala, Maricela. (2004). La escritura maya. El pensamiento de un pueblo. Revista Digital
Universitaria, Vól. 5, UNAM. México: pp. 2-14.
Broda, Johanna. (2004). “El tiempo y el espacio, dimensiones del calendario y la
astronomía en Mesoamérica”. El historiador frente a la historia El tiempo en
Mesoamérica. Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM. México: pp. 75-108.
Cuevas Cob, Briceida. (2008). “Parte IV”. Ti’ u billil in nook’ Del dobladillo de mi ropa.
Literatura Indígena Contemporánea, 1ra ed. México: pp. 92-96
De la Garza, Mercedes. (1993) “La tríada de Palenque”. Arqueología Mexicana, núm. 2,
pp. 25-30.
Geertz, Clifford. (1987). “Ethos, cosmovisión y el análisis de los símbolos sagrados”. La
interpretación de las culturas. Gedisa, México: pp. 118-130.
León-Portilla, Miguel. (2003). “Expresión y símbolos mayas del tiempo”. Tiempo y
realidad en el pensamiento maya. Ensayo de acercamiento. Instituto de
Investigaciones Históricas, UNAM. México: pp. 35-50.
Villegas, Wildernain. (2022). Briceida Cuevas, verbo florecido del mayab. Tierra Adentro,
Cultura. Información recuperada en:
https://www.tierraadentro.cultura.gob.mx/briceida-cuevas-verbo-florecido-del-
mayab/

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