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¿Qué puede ayudarte cuando te sientes

vacío?
Marian García 4, Febrero 2014 en Psicología 2786 compartidos

Es un sentimiento difícil de explicar, pero que se aferra a nuestra alma con fuerza. Una
persona puede tenerlo todo y, sin embargo, sentir un profundo hueco en su interior.
Sentirse vacío es pensar que nuestra existencia no tiene ningún sentido, a pesar de que
nuestro alrededor demuestre todo lo contrario. El vacío es una emoción que hiere nuestra
arquitectura emocional y causa heridas que si no curamos a tiempo pueden complicarnos la
existencia.

Hay personas que intentan llenar ese vacío con amor, con comida, con alcohol, cargando su
agenda social, dedicándole más tiempo a sus aficiones o incluso machacándose más de la
cuenta en el gimnasio. Se sienten derrotadas, no quieren pensar, sus fuerzas flaquean y
recordar ese “vacío” les causa un inmenso daño. Si tuvieran que elegir un objetivo para
definir el vacío, el más adecuado sería insoportable. Y es que el vacío es insoportable
porque es incomprensible, porque todo nos recuerda que sentimos una necesidad de algo
que no somos capaces de determinar.

La dificultad de explicar el vacío


Manifestar esta carencia es tan difícil para quien la siente como para quien es
informado de ella. Es un sentimiento que apenas puede explicar quien lo sufre y que por
ello es muy difícil de entender para las personas que lo rodean. Los estudios científicos lo
vinculan a causas asociadas a la depresión, una desconexión del sistema pre-frontal con el
sistema límbico se presenta como la hipótesis neurobiológica.

Al sentirse vacío parece como si una serie de emociones negativas decidieran aliarse,


coger fuerza y complicar nuestra vida. Aparecen la desmotivación, la desilusión, la
insatisfacción, la angustia, el hastío o la tristeza. Y poco a poco a poco consiguen adueñarse
de la persona.

Además, se evita el compromiso, se pone distancia con las personas del entorno, se
elude cualquier tipo de responsabilidad y crece el sentimiento de inseguridad. Un auténtico
círculo vicioso.

“Es curioso que la vida, cuanto más vacía, más pesa.”


-León Daudí-
¿Es posible dejar de sentirse vacío?
La lucha contra el vacío no es nada fácil. Caer atrapado en sus garras es tener la sensación
de que estamos a la deriva, inmersos en un mar de dudas. Uno puede decidir dejarse
vencer por este sentimiento o coger las riendas de su destino y luchar contra ese vacío
que le angustia. Para ello hay que comenzar la tarea de conocernos y aceptarnos a nosotros
mismos. Hay que bucear en nuestro interior, identificar los factores que provocan ese
cúmulo de emociones negativas para ponerles remedio.

Exteriorizar lo que sentimos y hablar de lo que nos atormenta suele ser una buena manera
de comenzar a sanar nuestras heridas emocionales y conseguir dejar de sentirse vacío. Pide
ayuda, no siempre tenemos todas las herramientas que necesitamos para solucionar nuestros
problemas. Pedir ayuda no significa ser débil, sino tener la capacidad de darse cuenta que
necesitamos a alguien para afrontar nuestro problema.

“La vida exige a todo individuo una contribución y depende sólo de él descubrir en qué
consiste.”
-Viktor Frankl-

Valora lo que tienes, no se trata de ser conformista, sino de aceptar la realidad tal y
como es. Céntrate en aquello que te hace sentir bien, potencia tus virtudes y trata de no
dejarte dominar por tus defectos. Sé consciente de que la perfección no existe y que cada
uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. Valora aquello que te hace sentir bien y
lánzate a por ello, experimenta e investiga todo lo que eres capaz de hacer. Tu vida tiene un
sentido, aunque haya momentos en los que no alcances a verlo, esta ahí, esperando a que lo
descubras.

Sentirse vacío: Un síntoma de algo más


La psicóloga Rosario Linares nos explica desde elpradopsicologos.es, que sentirse vacío es
una de las peores sensaciones que puede experimentar una persona. Si sientes un vacío
interior, si en los últimos tiempos nada te motiva y crees que la vida ha perdido el sentido,
es probable que estés atravesando por un período de vacío existencial. Muchas personas
experimentan ese sentimiento de vacío en algún momento a lo largo de su vida, el cual
llega acompañado de soledad, anhedonia y la sensación de estar desconectado del mundo.

Pero, ¿qué causa ese sentimiento de vacío emocional?

Linares nos dice que el vacío emocional puede estar causado por muchas razones. Una de
las más habituales es la pérdida de un ser querido, ya sea porque ha muerto o porque se ha
producido una separación. Sin duda, la ausencia de la persona que durante cierto tiempo le
ha proporcionado un propósito y estructura a tu vida, puede desencadenar esa sensación de
vacío interior. Ocurre con frecuencia cuando se pierde un hijo (o cuando estos se van de
casa) o se produce una separación de pareja.

La sensación de vacío también puede desencadenarse por la pérdida del trabajo, sobre todo
si era muy importante para ti y muchos de tus sueños, expectativas y metas dependían de él.
Un cambio repentino que te obligue a renunciar a una parte trascendental de tu vida, como
puede ser la mudanza a otro país o una enfermedad, también puede generar ese sentimiento
de vacuidad. De hecho, en los periodos de transición suele aflorar esa sensación de vacío
existencial, ya que estas etapas van acompañadas de incertidumbre y suelen demandar una
reestructuración importante en los planes de vida

Sin embargo, es importante comprender que esas situaciones solo actúan como
desencadenantes. El sentimiento de vacío no se debe exclusivamente a la pérdida sino que
se relaciona más con el “yo”. El vacío existencial es, ante todo, una disociación que implica
la pérdida de contacto con uno mismo. Es como si poco a poco te fueras desconectando de
ti y comienzas a ver pasar tu vida sin ningún interés, como si fueras un mero espectador de
una obra que carece de sentido.

Lo que sucede es que mientras te mantenías enfocado en un objetivo o una persona, no le


prestabas atención a lo que sucedía dentro de ti, a esa progresiva reducción de tu esfera de
intereses. Por eso, en la base de esa vacuidad también se suele esconder un estado de
frustración existencial provocado por las metas, anhelos y expectativas malogradas.

Por ende, la sensación de vacío también implica un problema de auto-aceptación y una


incapacidad para encontrar nuevos sentidos que te permitan reencauzar tu vida.

Los problemas que acarrea el vacío existencial

La experta considera que sea cual sea la causa, ese sentimiento de vacío puede hacer que te
sientas embotado emocionalmente, sin ánimos, solo y/o ansioso. Algunas personas intentan
llenar ese vacío con una larga lista de actividades diarias que les impidan pensar, otras
encuentran consuelo en la comida o sustancias adictivas como las drogas y el alcohol y
otras se refugian en las compras compulsivas. Sin embargo, ninguna de esas alternativas
son soluciones definitivas, son paliativos momentáneos que solo sirven para acrecentar aún
más la sensación de vacío interior.

Cuando el vacío existencial no se aborda, lo más común es que la persona termine


sufriendo una depresión, la cual se acompaña de la pérdida de la capacidad para
experimentar placer, sentimientos de desesperanza e indefensión, así como, en los casos
más graves, de ideación suicida.

Se ha apreciado que las personas que padecen depresión y anhedonia muestran un


funcionamiento cerebral diferente. Varios estudios señalan que se produce una disrupción
del mecanismo que nos permite experimentar placer.
Cuando algo nos agrada, la dopamina inunda algunas partes del cerebro, como el cuerpo
estriado, una zona relacionada con la identificación de los estímulos significativos
emocionalmente y la activación de las respuestas emocionales correspondientes de alegría,
gozo y satisfacción.

Sin embargo, en las personas deprimidas que sufren anhedonia el cuerpo estriado es
hipoactivo mientras que la corteza prefrontal ventral, un área vinculada con los estímulos
aversivos y desagradables, es hipereactiva.

En otras palabras, el cerebro de estas personas solo responde ante los estímulos negativos,
lo cual contribuye a fortalecer la tristeza, la desesperanza y la sensación de vacío.
Afortunadamente, este mecanismo se puede revertir con el tratamiento adecuado.

Cómo dejar de sentirse vacío

Reconoce el vacío. Es fundamental que no te refugies en comportamientos dañinos para


esconder el vacío que sientes. El primer paso para dejar atrás esa sensación consiste en
reconocerla. En vez de rechazar o intentar esconder esa sensación, di simplemente “me
siento vacío”. No es necesario que te enojes ni que te sientas mal contigo mismo, ese
sentimiento de vacío tan solo significa que tendrás que encontrar un nuevo sentido.

Asume el vacío como una oportunidad. Un estudio realizado por investigadores canadienses
y croatas demostró que la sensación de vacío y soledad se experimenta de manera diferente
según la cultura. De hecho, en la filosofía taoísta y budista el vacío, el estado de Śūnyatā, se
considera algo positivo ya que implica que no estamos aferrados a nada. Por eso, aunque en
la cultura occidental el vacío existencial está rodeado de un halo negativo, puedes cambiar
la perspectiva y asumirlo como una etapa más en tu vida que te brinda una oportunidad para
cambiar y explorar nuevos horizontes. Aunque sentir ese vacío puede que no sea muy
agradable, es una señal de que necesitas cambiar e ir más allá, por lo que no es
necesariamente algo negativo.

Deja de buscar fuera, mira dentro de ti. El vacío no se puede llenar con nada literal, no se
puede rellenar con cosas, solo puede colmarse con símbolos que tengan un significado
especial para ti. Eso significa que lo que llena a una persona y le da sentido a su vida, puede
no funcionar en tu caso. La búsqueda de sentido siempre es un viaje personal, por lo que es
esencial que mires en tu interior y encuentres tus propios significados, aquello que te hace
vibrar, motiva e ilusiona.

Pasa tiempo contigo. Recuerda que el vacío existencial es, en cierta forma, una
desconexión de ti mismo. Es probable que durante mucho tiempo te hayas descuidado, por
lo que es importante que comiences a explorar tus deseos, miedos, esperanzas y sueños, lo
cual te ayudará a crear nuevos significados en tu vida. Quizá al principio te sientas
incómodo, pero a medida que cuides más de ti y aprendas a conocerte mejor, ese
sentimiento de vacío irá desapareciendo.

Reconfórtate. Si has pasado mucho tiempo anteponiendo las necesidades de los demás a las
tuyas, es probable que tu “yo” se haya debilitado. Para remediarlo debes comenzar a mimar
y reconfortar al “niño interior” que hay en ti, dale una palmadita en el hombro cada vez que
hace algo bien. Esa nueva forma de relacionarte contigo mismo te ayudará a fortalecer tu
autoestima y aumentar tu autoconfianza, de manera que el sentimiento de vacío no tardará
en desvanecerse.

Llenar ese vacío significa que tendrás que reconstruir tu identidad y volver a conectar con
los demás, con la vida y contigo mismo. Si te parece que se trata de una tarea titánica,
puedes contar con ayuda psicológica.

Durante la terapia tendrás que afrontar preguntas trascendentales: para qué sirvo, qué
quiero hacer en mi vida, qué me satisface de verdad… Estas preguntas te conducirán a un
proceso de redescubrimiento interior, de manera que puedas explorar tus diferentes facetas
e intereses, lo cual te permitirá plantearte nuevas metas y comprender que más allá de las
circunstancias, tienes la libertad de elegir cómo reaccionar.

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