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CONGREGANDONOS

TEXTO: HEBREOS 10:23-25


INTRODUCCION
Hoy día, hay muchas personas que después del brote del virus decidió ya no ir a la iglesia,
si no participar de los cultos a Dios a través de la TV o de las redes sociales. Otros,
decepcionados de ver errores en la iglesia, en las personas y los lideres, han decidido no
congregarse más. Habría que preguntarse, ¿Es necesario congregarse? ¿Es pecado no
congregarse? ¿Qué es congregarse?
DESARROLLO
¿Por qué debemos congregarnos? ¿Qué Dice la Biblia de Congregarnos?
I.              KOINONIA
Hechos 1:14
Koinonia es una palabra griega que significa, comunión con los del mismo espíritu. La
iglesia del principio tenía tal comunión que eran de un mismo sentir y
perseveraban UNANIMES JUNTOS, Hechos 2:1.
Unánimes: de un alma, de común acuerdo, de un mismo
sentir, sentimiento o voluntad que es compartida por un conjunto de personas.
-       Adjetivo que hace referencia al conjunto de opiniones o comentarios que
coinciden en el parecer o en el dictamen.
Necesitamos congregarnos para convivir y compartir con aquellos que son de la misma fe.
Ahora, congregarse no es solo asistir a la iglesia y ser un oyente más, si no, ser del mismo
espíritu con aquellos que son parte de la congregación, los cuales son la iglesia de Cristo.
-       Hechos 4:32 – cuando nos congregamos, nos identificamos con todos aquellos que
forman la iglesia, de tal manera, que nos preocupamos y ayudamos unos a otros.
-       Salmo 133:1 – allí, en la comunión y comunidad de los creyentes en unanimidad,
Dios derriba de su presencia y envía bendición y vida eterna.
Al no congregarnos nos hacemos parte del cuerpo de Cristo, de la iglesia viva, la
congregación de los santos, manteniendo la comunión, unidos unánimes juntos, Romanos
12:3-5, 1ª. Corintios 12:12.
II.            ORDEN Y DISCIPLINA
Hebreos 13:17
El verbo aquí no es upakoúo: someterse, obedecer, estar sujeto a, responder a, aceptar,
adherirse a, sino upeíko: ceder, dar el consentimiento, dar la razón. En otras palabras, e
someterse por voluntad propia reconociendo la autoridad de Dios en el ministro, quien es
dirigido por el Espíritu Santo.
Al congregarnos nos sometemos al orden y la disciplina establecida por Dios, de tal manera
que aprendemos a militar en el ejército de Dios, 2ª. Corintios 10:4, 1ª. Timoteo 1:18, 2ª.
Timoteo 2:3.
III.          SOMOS DISCIPULADOS
Hechos 11:25-26
Al congregarnos, el Señor trabajara con nosotros a través de la comunión, el orden y
disciplina, de tal manera que nos convertiremos en discípulos para llegar a ser cristianos.
-       Efesios 4:11-16 – al congregarnos somo formados, desarrollamos el carácter de
Cristo, crecemos de tal manera que, a través de la ministración, lleguemos a la
estatura de la plenitud de Cristo.
Muchos crecimos sin disciplina, de tal manera, que tenemos carácter deforme, no
aceptando autoridad de nadie.
IV.         SOMOS TRATADOS
1ª. Timoteo 3:15
Pablo le aconseja a Timoteo que se comporte como es digno de un hijo de Dios en la
iglesia. Lamentablemente, muchos han dejado de congregarse por el mal comportamiento
de muchos, incluyendo los ministros. Ahora, si bien es cierto, hay quienes no se ha
comportado bien en la iglesia, ESA NO ES RAZON para dejar de congregarnos. Los que
han fallado son los hombres, no Dios.
Ahora, Dios usa esto para tratarnos y así formar el carácter de Cristo en nosotros, como
piedras vivas formamos la iglesia viva de Cristo, 1ª. Pedro 2:4-5, Colosenses 3:12-15.
V.           JESÚS SE CONGREGO
Lucas 4:16-19
Jesús tenía la costumbre de ir al templo, o la sinagoga desde pequeño (Lucas 2:41-49),
aunque los predicadores realmente no eran personas ejemplares en la fe (los fariseos).
-       Salmo 22:22 – El Señor adora al Padre junto a los que en la congregación le adora
(Hebreos 2:11-12), porque el prometió estar donde dos o tres estén reunidos en su
nombre, Mateo 18:20.
Así que si Jesús, a pesar de los defectos de los lideres, siempre tuvo la costumbre de
congregarse buscando al Padre en la congregación, tal y como lo hacía en lo
privado, ¿POR QUE NO NOSOTROS NO CONGREGARNOS TAMBIÉN A PESAR
DE LOS DEFECTOS DE LA GENTE?
CONCLUSION
Hechos 9:31
Al congregarnos nos edificamos mutuamente, el Espíritu Santo nos ministra y el Dios de
los cielos nos bendice.

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