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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I
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La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción
lo mismo, se debe ser cuidadoso a la hora rigor del derecho (aequitas praefertur rigo-
de fijar cuándo la actividad procesal des- re iuris);173 en los casos dudosos, ha de
plegada por el actor vencido determina preferirse lo que resulte más benigno (in
que se pueda calificar que el ejercicio de dubiis, semper benigniora praeferenda sunt). 174
su acción fue con un abuso del derecho.170
Desde otro punto de vista, la aplica-
ción de la doctrina del abuso del dere- 3.2. REFERENCIA JURISPRUDENCIAL
cho no es otra cosa que recordar que a la
hora de resolver un caso concreto, todo En nuestro medio, en el último tiem-
juez está llamado a aplicar una serie de po una de las principales innovaciones
reglas elementales de justicia, que en la jurídicas ha sido la aceptación plena del
formulación de los clásicos se traducen, abuso del derecho, extendiendo su apli-
entre otras, en las siguientes máximas: “es cación al campo del ejercicio del dere-
más atroz la injuria cuando es cometida cho de acción en un juicio.175 En efecto,
en presencia del juez; es decir, sirviéndo- la jurisprudencia ha reconocido expresa-
se del proceso judicial (atrocior est injuria, mente que es factible, bajo ciertos supues-
si conspectu iudicis facta est);171 es mejor tos, que un actor, al ejercer su pretensión,
padecer haciendo el bien que haciendo pueda ir más allá del límite que está am-
el mal (melius est bene facientes... pati quam parado por el derecho.
male facientes);172 se prefiere la equidad al Lo relevante de toda esta doctrina ju-
risprudencial, a nuestro entender, está en
170
haber reconocido que nuestro ordena-
En el derecho comparado gradualmente se miento jurídico no tolera a quien de ma-
han ido estableciendo reglas para controlar el po-
sible abuso del derecho en el ejercicio de la acción. nera arbitraria, caprichosa o injusta ejercita
En la legislación civil española se ha consagrado la su derecho de acción.
doctrina del abuso del derecho como principio ge- Algunas de las sentencias más rele-
neral. El art. 7.2 del Código Civil prescribe que “La vantes en esta materia son:
ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio
antisocial del mismo. Todo acto u omisión que por
la intención de su autor, por su objeto o por las cir- a) Dictamen 986/526, de 7 de octubre de
cunstancias en que se realice sobrepase manifiesta- 1996, de La Comisión Preventiva Central
mente los límites normales del ejercicio de un (1996)
derecho, con daño para tercero, dará lugar a la co-
rrespondiente indemnización y a la adopción de las La Comisión Preventiva Central, en
medidas judiciales o administrativas que impidan la el Dictamen 986/526, de 7 de octubre de
persistencia en el abuso”, criterio que se repite en 1996, estableció: “Si bien es cierto que toda
la Ley Orgánica del Poder Judicial, que, en su persona tiene la posibilidad legalmente recono-
art. 11.2, dispone que “Los Juzgados y Tribunales
rechazarán fundadamente las peticiones, inciden- cida de denunciar ante esta comisión la exis-
tes y excepciones que se formulen con manifiesto tencia de actos contrarios a la competencia aun
abuso de derecho o entrañen fraude de ley o pro- sin tener interés actual en ello, y que tanto
cesal”. El Código de Procedimiento Civil del Perú esta Comisión como la Fiscalía Nacional Eco-
en su art. 4º establece que, “concluido un proceso por
resolución que desestima la demanda, si el demandado
considera que el ejercicio del derecho de acción fue irregu-
173
lar o arbitrario, puede demandar el resarcimiento de los AZÓN, Broccardica, rúbrica 71, fol. 152.
174
daños y perjuicios que haya sufrido, sin perjuicio del pago GAYO , D. 50.17.56.
175
por el litigante malicioso de las costas, costos y multas es- Sobre el tema en nuestra doctrina, ORTÚ-
tablecidos en el proceso terminado”. De dicho precepto ZAR SANTA MARÍA, Álvaro, Estudios sobre reformas al
se colige que se trata de una especial hipótesis de Código Civil y Código de Comercio, Santiago, Editorial
responsabilidad extracontractual, que sólo se pue- Jurídica de Chile, 2003. “Ponencia principal so-
de iniciar una vez que exista una sentencia con va- bre el abuso del derecho”, especialmente pp. 25,
lor de cosa juzgada. 37 y 38. Con anterioridad, RODRÍGUEZ G REZ, Pa-
171
ULPIANO, D. 47.10.7.8. blo, El abuso del derecho y el abuso circunstancial, San-
172
CICERÓN, Tusculana disputationes 5.19.56; Pla- tiago: Editorial Jurídica de Chile, reim. 1ª ed. 1999,
tón, Gorgias 469c. pp. 121-340.
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nómica tienen el deber de investigar y conocer sante del mal, debe existir un ánimo mani-
los hechos denunciados, no es menos cierto que fiesto de perjudicar o una evidente falta de
ese derecho de acción puede ser ejercido con la interés o necesidad de lo que promueva o un
segunda intención de utilizar a tales órganos actuar motivado por el afán de causar un
de defensa de la competencia para intentar perjuicio a su contraparte o cocontratante.
lograr que éstos, en el ejercicio de sus funcio- Esa intención de perjudicar no sólo debe ma-
nes, sancionen o limiten el accionar de quie- nifestarse, como es lógico, cuando se actúa
nes compitan con el denunciante en el en la órbita de la responsabilidad extracon-
mercado”. // “De esta manera, un derecho que tractual, sino que también para el caso en
la ley establece con fines de orden público, pue- que el acto se ejecuta excediendo el interés
de transformarse, por su mal uso o su abuso, jurídicamente protegido”.
en un instrumento para obtener resultados con- “Quinto: Que en nuestro ordenamiento pro-
trarios al interés general, infringiendo así el cesal tiene aplicación el principio de probidad
denunciante las mismas normas cuya aplica- o de buena fe, que exige a los contendientes
ción solicita”.176 una actuación leal en el uso de pretensiones,
En este caso el ejercicio abusivo del de- defensas o recursos, sancionándose cualquier
recho de acción surgió, a juicio de la sen- exceso en el uso de expedientes dilatorios o pre-
tencia, cuando una empresa del giro de tensiones infundadas (...) Pero lo dicho no
telecomunicaciones, con un ánimo abusi- implica en todo caso coartar el derecho de de-
vo y revelador del propósito de evitar o a lo fensa que le asiste a cada litigante, garantía
menos de entorpecer el ingreso de unas que tiene protección constitucional en el art. 19
empresas competidoras al mercado de la Nº 3 de la Constitución Política, que le permi-
telefonía local, realizó una actuación pro- te ejercitar todos los recursos o mecanismos pro-
cesal absolutamente infundada y abusiva, cesales para asegurar su pretensión, aunque
justo después que las empresas denun- dicho ejercicio cause daño a otro, lo que nor-
ciadas anunciaban su ingreso al negocio. malmente va a ocurrir en un litigio”.177
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trucción de una estrategia judicial para lo- “165º) Que debe tenerse en cuenta que
grar resultados impropios mediante la presen- existe un límite de legitimidad en el uso del
tación de un conjunto de demandas, todas proceso, el que no debe ser empleado con una
destinadas a perseguir el término del joint finalidad distinta a la que constituye su fin
venture, distorsionando con ello la finalidad esencial”.
constitucional del proceso, cual es la de dar “Recordemos que –al decir de Josserand–
protección a los habitantes en el ejercicio de las acciones procesales ‘son armas lícitas que
sus derechos (art. 19 Nº 3 de la Constitución se convierten en armas envenenadas cuando
Política)”. se utilizan de cierta manera’”.
“Tratadistas nacionales y extranjeros, “Como elemento útil para desentrañar el
como Arturo Alessandri Rodríguez, Flour y propósito que Carter Holt tuvo y cuáles fue-
Aubert y Mazeaud aceptan plenamente la ron sus reales intenciones al presentar estas
responsabilidad por el uso indebido de dere- demandas, debe enfatizarse que, de acogerse
chos procesales”. cualquiera de sus peticiones, la sentencia que
“En la memoria de prueba de José Diez así lo decida se transformaría en poderosa
Schwerter, invocada en este proceso, se conclu- arma destinada a otorgar a Carter Holt el
ye que las normas de procedimiento que se con- control directo de su participación en las
tienen en los Códigos no son sino garantías empresas que maneja Socoroma y que pertene-
para las partes y en ningún modo es aceptable cen a Los Andes. En síntesis, estaríamos en
convertirlas en armas para frustrar los legíti- presencia del uso inadecuado del proceso, el
mos derechos de los litigantes”. que estaría empleándose para lograr finali-
“Cabe acotar que el Código francés sancio- dades diversas a las altas funciones que le
na a la parte que acciona o se defiende indebi- asigna la Constitución Política”.
damente, la que además de ser condenada en “166º) Que en definitiva debe concluir-
costas, puede ser obligada a indemnizar los se que el propósito final de las demandas
perjuicios que cause con su actividad jurisdic- era lograr la alteración del sistema de pro-
cional ilegítima”. piedad y administración del conglomerado
Más contundentes son los consideran-
empresarial Los Andes para provocar, de esta
dos 164º), 165º) y 166º) de esta senten-
forma, el cambio del sistema convenido por
cia, cuando sostienen que:
Carter Holt en la propiedad del grupo y con-
“164º) (...) En este orden de ideas debe
seguir, por esa vía, su intervención en la
tenerse presente que es indudable, como ya se
administración de Copec, sus filiales y coli-
ha reiterado en este fallo, que el acto de de-
mandar con el propósito de obtener la deci- gadas”.
sión jurisdiccional de un conflicto subjetivo
de intereses mediante el proceso, constituye el
ejercicio legítimo de un derecho constitucional 4. EL JUEZ NATURAL EN EL
plenamente garantizado por los arts. 19 Nº 3 CONTROL DEL EJERCICIO ABUSIVO
y 73 de nuestra Constitución Política. Dife-
rente es el uso del proceso con fines impro- Es importante no perder de vista que
pios”. la admisión del abuso del derecho en el
“Alejandro Silva Bascuñán, en su infor- ejercicio de acciones judiciales opera
me en derecho agregado a los autos, confirma como un mecanismo de defensa, que
lo expuesto al distinguir claramente entre la debe ser calificado en el proceso donde
titularidad ineludible del derecho a la acción el demandado alega la existencia de una
y las responsabilidades que puedan derivar de demanda abusiva.
su interposición, recordando que incluso hay Como se anticipó, el derecho de ac-
instituciones procesales que se fundan justa- ción exige tres condiciones, a saber, una
mente en esta distinción, como son la respon- causa de pedir, legitimación y posibili-
sabilidad por el delito de calumnia y la dad de otorgar jurisdiccionalmente el pe-
condenación en costas”. titum.
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por aquel de quien se derive su derecho, no y el daño consiguiente. Tal doctrina se tra-
de un modo aparente y ostensible, con duce en que se debe mantener en el derecho
perjuicio de un tercero que fiado de esas una conducta leal y honesta y, desde luego, es
apariencias, producidas intencional o ne- la inspiración de la regla por la cual nadie
gligentemente por el responsable de ellas, puede aprovecharse de su propio dolo o fraude,
contrae una obligación o sufre un perjui- encontrando en materia contractual su base
cio en su persona o en su patrimonio.180 legal en el art. 1546 del Código Civil. Son
En el ámbito teórico la doctrina de requisitos de procedencia de este principio los
los actos propios estaba aceptada desde siguientes: a) una conducta anterior que reve-
algún tiempo por varios autores de dere- la una determinada posición jurídica de parte
cho civil181 y también de derecho públi- de la persona a quien se le trata de aplicar este
co, en este último caso como un límite a principio; b) una conducta posterior de parte
la autotutela del Estado. del mismo sujeto contradictoria con la ante-
En la jurisprudencia se aprecia clara- rior; y c) que el derecho o pretensión que hace
mente la aplicación de este límite al ejer- valer la persona a quien incide el actor perju-
cicio de la acción, entre otros, en los dique a la contraparte jurídica”. 182
siguientes casos: b) También aplica la misma restric-
a) En la sentencia de la Corte Supre- ción la sentencia de la Corte de Apela-
ma, de 9 de mayo de 2001, pronunciada ciones de Concepción de 14 de agosto
en los autos “Villanueva con Sanhueza”. de 2002, que desestimó una pretensión
Al efecto, el considerando 3º sostiene: laboral de nulidad del despido. En ese
“...la pretensión de la demandante en este jui- caso, el trabajador había demandado una
cio necesariamente ha debido ser rechazada de prestación laboral que él mismo, en su
acuerdo con la teoría de los actos propios, es calidad de contador auditor de la empre-
decir, aquel principio general del derecho fun- sa demandada, nunca incluyó en las li-
dado en la buena fe que impone un deber jurí- quidaciones mensuales; la Corte consideró
dico de respeto y sometimiento a una situación su actuación profesional anterior como vin-
jurídica creada por la conducta del mismo su- culante, y su reclamación posterior me-
jeto, evitando así la agresión a un interés aje- diante el ejercicio del derecho de acción,
como contraria a la doctrina de los actos
propios, desestimando su pretensión.183
180
c) En el campo arbitral dio aplica-
P UIG BRUTAU, José, “La doctrina de los ac- ción a este principio el fallo del arbitra-
tos propios”, en Estudios de Derecho Comparado, Bar-
celona, Ariel, 1951, pp. 104-105. dor don Raúl García Astaburuaga, de 28
181
En nuestra doctrina, sobre esta regla, entre de junio de 2002, cuando decidió:
otros, LÓPEZ SANTA MARÍA, Jorge, “Intereses deven- “25. Que, por lo manifestado, la reclama-
gados por indemnización contractual de perjuicios. ción de autos resulta de difícil conciliación
Doctrina de los actos propios o estoppel”, en RDJ, con el comportamiento observado por la actora
vol. LXXXII, Nº 2 (mayo-agosto, 1985), pp. 33-52;
FUEYO LANERI, Fernando, “La doctrina de los actos con antelación a su formulación, pues sabido
propios”, en Instituciones de Derecho Civil Moderno, es que nadie puede alegar un derecho antinó-
Editorial Jurídica de Chile, 1990, pp. 303-357; RI - mico con sus propios actos (nemo potest contra
VAS GUZMÁN, Ramón, “La doctrina de los actos pro- factum veniere), ni contradecir sus actitudes
pios y el reglamento interno de la empresa”, en precedentes que sean jurídicamente relevantes
Contratos, VV.AA. (Coordinación E. Barros B.), Edi-
torial Jurídica de Chile, 1991, pp. 189-207; RODRÍ-
GUEZ GREZ, Pablo, El Abuso del Derecho y el Abuso
Circunstancial, Editorial Jurídica de Chile, 1997, 182
RDJ, t. XCVIII, Nº 2, sec. 1ª, pp. 99-100. Ha-
pp. 42-43; G UZMÁN BRITO, Alejandro “El fundamen- bía aceptado la aplicación de dicha doctrina la sen-
to de validez de la costumbre como fuente del de- tencia de la C. de Ap. de Concepción de 3 de mayo
recho”, en RCHD, vol. 22, Nº 3, 1995, pp. 623-628. de 1993 (Cº 8º), recaída en un recurso de protec-
A nivel de monografía, EKDAHL ESCOBAR, María Fer- ción (confirmada por la CS, 1º de junio de 1993).
nanda, La doctrina de los actos propios, Editorial Jurí- Inédita.
dica de Chile, 1989. 183
GJ Nº 266, 2002, pp. 204-207.
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y plenamente eficaces, asumiendo una conducta nar cada caso, huyendo de una utiliza-
incompatible con las observadas anteriormente”. ción desorbitada de este principio.
“26. Que, en efecto, a partir de los postu- Como se puede apreciar, la doctrina
lados de la llamada ‘doctrina de los actos pro- de los actos propios constituye un magní-
pios’, de creciente aceptación y aplicación en el fico campo para que los jueces puedan ir
ámbito jurisdiccional, no resulta admisible una generando una casuística que permita
reclamación que se fundamente en hechos o morigerar la utilización abusiva del dere-
razones de derecho que contradigan los propios cho de acción, resaltando el contenido
actos del recurrente, esto es, que los basamen- del principio de buena fe procesal o de
tos de su reclamo importen una actitud que probidad procesal. Se trata, en buenas
esté en contradicción con su anterior conduc- cuentas, de un instrumento para restrin-
ta, situación que evidentemente entra en pug- gir la actuación del litigante de mala fe.
na con el derecho (venire cum actum proprium Dentro de las restricciones, se debe
non valet)”.184 tener cuidado de calificar bajo este lími-
Desde el punto de vista de los ele- te el ejercicio de acciones incompatibles
mentos constitutivos de la acción, la apli- en procesos separados. En efecto, uno de
cación de la doctrina de los actos propios los rasgos del proceso civil moderno ra-
facilita a los jueces su tarea decisoria. En dica en la superación del antiguo efecto
efecto, constatada la infracción a esta re- consumativo de la acción por el hecho
gla, se debe desestimar la acción básica- de demandar. Mientras se mantuvieron
mente por falta de causa de pedir. Como vigentes los efectos de la litisconstestatio
se ha explicado, toda acción deducida en romana, el actor tenía que elegir entre
juicio tiene un componente causal, de- las acciones incompatibles, quedando ex-
nominado como causa de pedir, que es tinguidas las restantes al deducir una
la “razón” o el “fundamento de la acción”. cualquiera en juicio. Esta situación deter-
Al examinar el juez la procedencia de minaba que elegida una vía procesal por
este elemento, como lo refleja la juris- una parte no se podía acudir a otra (electa
prudencia antes referida, puede detectar una via per partem ad aliam potest venire).186
una contradicción que prive al deman- Al trasladarse el efecto extintivo de las
dante de la tutela jurídica que solicita. acciones a la eficacia de cosa juzgada, el
Naturalmente que el límite que sur- ejercicio separado de acciones incompa-
ge de la doctrina del acto propio tam- tibles no implica necesariamente un acto
bién se aplica al demandado, a quien se de mala fe.187
le puede rechazar su excepción fundado Por último, conviene aclarar que si
en esta misma razón.185 bien la teoría del abuso del derecho y el
El “dar a cada uno lo suyo” (ius suum principio venire contra factum proprium non
cuique tribuendi) impone siempre un exa- valet tienen como elemento común perte-
men de la buena fe con que se está ejer- necer al principio general de buena fe,
ciendo la acción (y la excepción), al punto
que si el actor entra en contradicción con
su anterior conducta, la acción resulta im-
186
procedente, ya que la mala fe hace des- Según DOMINGO , esta regla tiene su fuente
aparecer el “título” del derecho reclamado. en Decio, Regula, 301.6, p. 117. También se cita a
Papiniano. Ulpiano D. 18.3.4.2. D OMINGO, Rafael,
Naturalmente que para determinar la Reglas jurídicas y aforismos, ob. cit., p. 48.
aplicación de esta figura hay que exami- 187
Por ejemplo, podría ocurrir que un actor
haya iniciado su acción de resolución, pero por un
cambio en la situación económica le convenga ini-
184
ROL 279, Centro de Arbitrajes y Mediacio- ciar un juicio posterior, pidiendo el cumplimiento
nes, CAM. del contrato. Ese cambio de estrategia no es por sí
185
Un ejemplo de ello se encuentra en la sen- mismo contrario a la buena fe, sino que obedece a
tencia de la C. de Ap. de Santiago de 12 de mayo una valoración económica que el justiciable es so-
de 2005 (Gaceta Jurídica Nº 299, pp. 171-174). berano para calificar.
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