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 Inicios

Nacido en 469 a.C., Sócrates alcanzó su madurez intelectual en un momento en el


que en Atenas triunfaba una corriente filosófica particular: el movimiento sofístico.
Sócrates era unos veinte años más joven que Protágoras (fue un filósofo y experto
en retórica de la Grecia clásica, que recorría el mundo griego enseñando el
correcto uso de la palabra. Fue un sofista, un profesor remunerado que enseñaba
conducta y conocimiento sobre la vida.), la gran figura de los sofistas, y definió su
propio pensamiento en el debate constante con las tesis de los sofistas, a los que
criticó duramente por sus ideas políticas y morales y también por el modo en que
buscaban rentabilizar económicamente sus enseñanzas.
Fue en su tiempo un personaje deliberadamente problemático y conflictivo, y ha
seguido siéndolo en la historia del pensamiento occidental, a la vez que
considerado el más grande de los filósofos. Para los ciudadanos atenienses
convencionales, Sócrates era un alborotador que disfrutaba planteando preguntas
provocativas sobre la virtud destinadas a corromper a sus hijos y a debilitar sus
principios morales. Para los filósofos cristianos, y especialmente para las personas
de actitud cristiana, aunque no fueran creyentes, Sócrates se convirtió en un
personaje muy atractivo porque era un pobre vagabundo en busca de la virtud,
que molestaba a los más seguros de sí mismos y a quienes se sentían
moralmente superiores, y cuya recompensa fue morir ejecutado.
 Características
Sócrates prefería el diálogo en pequeños grupos de discípulos. Incapaz de
construir esos largos parlamentos que los oradores vierten sobre los oyentes, su
especialidad era el discurso breve de preguntas y respuestas en un diálogo entre
dos. Ahora bien, para Sócrates el diálogo no es una conversación cualquiera, sino
que debe cumplir algunos requisitos. El diálogo es, ante todo, una forma de
razonamiento, que incluye el acuerdo entre Sócrates y su interlocutor. Los nuevos
acuerdos que se alcanzan en el diálogo deben ser coherentes con los alcanzados
con antelación y se descartan los que son incompatibles Creía que nada que no
podamos explicar y de lo que no seamos conscientes merece denominarse
conocimiento o verdad. Una persona puede hacer lo correcto de manera infalible
en todas las circunstancias, pero, para Sócrates, no es realmente virtuosa a
menos que pueda justificar de forma explícita y racional sus actos.

 Aportes Psicológicos
Sócrates se dedicó a preguntar a las personas por qué se comportaban como lo
hacían. La mayoría de las personas y de las sociedades se contentan con seguir
haciendo lo mismo que ha hecho siempre, mientras todo siga funcionando
adecuadamente. Pero Sócrates amplió la perspectiva y pidió a las personas que
pensaran y justificaran sus creencias y acciones.
1. Interés en la psique
Sócrates y su discípulo Platón trabajaron y reflexionaron respecto a la existencia
de la psique, lo que ellos consideraban el alma. La influencia de este hecho sobre
la actual ciencia de la psicología es evidente, siendo su nacimiento producto de la
reflexión sobre los contenidos de nuestra mente derivados de éstos y otros
autores.
2. Ética y moral
Sócrates centró su pensamiento en la ética y la moral. El comportamiento del
individuo en sociedad y la formación de patrones de comportamiento, actitudes y
valores. el conocimiento del bien, la buena voluntad o el deseo de alcanzar la
virtud, es lo único que se necesitaba para actuar bien. Algunos filósofos éticos
griegos y romanos posteriores, entre ellos el propio Platón y los primeros
cristianos, consideraron que la solución intelectual de Sócrates no era plausible,
porque resulta evidente que algunas personas disfrutan haciendo el mal y que
incluso las personas virtuosas, en algunas ocasiones, hacen el mal
conscientemente porque su voluntad es demasiado débil para resistirse a la
tentación. Esta búsqueda del origen del mal en el comportamiento humano se
convirtió en uno de los temas importantes de estudio de la psicología de la
motivación.
3. Método inductivo
Sócrates es considerado uno de los precursores en lo que se refiere a la creación
del método inductivo, al pretender que las personas accedieran al conocimiento de
la verdad a través de su experiencia en vez de partir de conocimientos supuestos
y dados por buenos. Este método es de gran importancia a su vez a la hora de
generar el método científico, caracterizado por el razonamiento hipotético-
deductivo.
4. Método socrático
El diálogo socrático es una estrategia basada en la mayéutica de Sócrates que se
sigue empleando incluso hoy en día en la práctica de la psicología, siendo básico
en múltiples terapias. Se basa en la realización de preguntas de corte inductivo: el
terapeuta va realizando diferentes preguntas con el objetivo de hacer reflexionar al
sujeto y encontrar su propia respuesta a lo planteado.
5. Precursor del constructivismo
El constructivismo se basa en la creación de conocimiento a través de generar
conocimientos compartidos que a su vez dependen de que el sujeto sea capaz de
dar sentido al material aprendido. Sócrates consideraba que se debía enseñar no
qué pensar, sino cómo hacerlo. Esta consideración entronca con la búsqueda del
constructivismo de que el alumno genere su propio proceso de aprendizaje,
gracias a la aplicación de diversas ayudas ofrecidas por el medio. Así, tal y como
Sócrates proponía, el maestro debe ayudar al alumno a generar a crear su propio
conocimiento.
6. Uso de la ironía: Confrontación
Sócrates se caracterizaba por hacer uso, en su método dialéctico, de la ironía. Se
pretendía hacer ver al sujeto que se consideraba sabio las contradicciones
existentes en su discurso y rebatir sus argumentos sesgados con el fin de que
fuera consciente de su verdadero nivel de conocimiento.
En terapia se emplea en ocasiones una estrategia parecida, la confrontación, en la
que se expone al sujeto las contradicciones existentes en su discurso o entre su
discurso y su comportamiento de cara a hacerle consciente de ellas.

 Cosas que no se donde poner


La traducción más habitual de eudaimonía es «felicidad», pero en realidad este
término significaba algo más que la consecución del placer, aunque el placer
formara parte de su significado. Significaba vivir bien o prosperar. Al igual que
todos los griegos, Sócrates suponía que el fin adecuado de la vida era la
eudaimonía, y creía que ser virtuoso la garantizaba. Así, tanto él como los demás
griegos asumían que, debido a que todos buscamos la felicidad, la eudaimonía,
todos buscamos instintivamente la virtud, por lo que no es necesario encontrar
razones especiales para hacer el bien.
El diálogo se abre con «¡Ciudadanos atenienses!, Ignoro qué impresión habrán
despertado en vosotros las palabras de mis acusadores». Este «ignoro» sugiere
que la filosofía expuesta en la Apología va a consistir enteramente en una sincera
admisión de ignorancia, pues todo su conocimiento procede de su no saber nada,
su famoso (e impreciso): «Sólo sé que no sé nada».

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