FLUIR HACIA LA TRANSMUTACIÓN DEL CUERPO

La Transmutación
“El proceso por el que un ser humano llega a determinado estadio, con gran
probabilidad, será muy parecido para todos, pues en defini=va es el desarrollo
de un ser que, encerrado en sí mismo y gracias a los impactos que recibe desde
el exterior, despierta y responde a las dis=ntas energías que penetran en su
radio de percepción haciéndole tomar conciencia, aunque sea de una forma
un tanto nebulosa, de que hay algo más allá de él mismo.”
Quin=n García Muñoz, Transmutación humana
Transmutar se compone de dos palabras, por una parte trans que es un prefijo
que significa detrás de, al otro lado o a través de, y del sema mutar que expresa
la acción y el efecto de un cambio. Mutar proviene de la palabra la=na mutare
de la cual deriva también mudar: cambiar el aspecto, la naturaleza o el estado
de una cosa. La transmutación a diferencia de la transformación consiste en un
cambio sustancial en el objeto que es transmutado. La cosa transmutada se
convierte en otra, que antes no era. Esta definición está dirigida a comprender
el por qué se ha escogido esta palabra para prác=cas medita=vas que explican
el proceso de transmutación energé=ca en el ser humano.
Nuestra iden=dad condicionada por nuestro exterior, por el contacto que copia
las formas como un molde, amoldándonos a lo que tenemos cerca para de esa
forma configurar nuestra iden=dad, como si fuera una máscara, un disfraz de
lo que somos, es el vestuario que optamos por presentar, tanto a los otros
como a nosotros mismos, y nos oculta lo que se encuentra intrínsecamente en
nosotros.
El término de transmutación en este ensayo, será entendido como Qui=n
García Muñoz lo explica en su libro Transmutación humana, donde hace
entender que el universo mental, emocional y etérico se compone de
densidades de materia, las cuales la mente humana es capaz de manejar y
transmutar, llegando a sus=tuir ésta materia (los átomos) por otra. Esta
sus=tución de átomos que cada persona puede realizar en su propio universo
– mental, emocional y etérico – se en=ende como transmutación humana.

Esto refiere a alcanzar un mayor conocimiento de cada uno de nosotras/os

mirando hacia adentro para mover estos átomos, sus=tuirlos y disponerlos
para que nuestra energía pueda fluir en la dirección adecuada.
La importancia de mantener una conexión con un estado su=l de nosotras/os
donde se puede manifestar experencialemente, incluso a través de
revelaciones20, ciertas caracterís=cas o asuntos importantes de nuestra vida,
es fundamental para dejarnos fluir a través de esa energía que se mueve en
nuestro interior y quitarnos el velo de maya21 para lograr comprender estos
cambios de modo vivencial, sin ser interrumpidos por demasiados análisis
racionales o juicios morales para que de una u otra manera se produzca un
remesón en nuestro ser que reorganice nuestra manera de ver y significar el
mundo.
Encontrarnos situados en este proceso de cambio producido en los átomos y
su energía que son transmutados al lograr focalizar nuestro estado su=l y lo
que eso conlleva significando en nuestra vida en términos tangibles y prác=cos
es lo que llamaremos “transmutación”.
Por ello, la transmutación del ser humano comienza a través de la búsqueda
del Sat Nam, término sanscrito que significa verdadera iden=dad y que las
prác=cas indias como el yoga kundalini promueven a través del movimiento de
nuestra energía interna por medio de kriyas (serie de posturas corporales) y las
meditaciones que nos hacen conscientes de nuestro cuerpo en su totalidad.
De esta manera adquirimos el prana (la energía) a través de la respiración. Es
sorprendente cómo estos ejercicios inexplicables como ciertas posiciones o
mantras22 logran dejar fluir el pensamiento y las energías que contenemos,
ayudando el proceso de transmutación en el cual sin saber nos estamos
embarcando. La trasmutación a través del propio cuerpo
“La elección del cuerpo como un medio de expresión es un intento por hacer
frente a algún =po de represión, que con el =empo vuelve a la superficie de la
experiencia con todo el narcisismo que lo envuelve.”
Lea Vergine.23
En “El cuerpo del ar=sta” de Tracey Warr la autora nos guía hacia la
comprensión del cuerpo como medio expresivo en las artes visuales, las que
surgen después de las vanguardias, como una respuesta de rebelión con el
sistema sociocultural y polí=co que conllevaban.
La u=lización del propio cuerpo para expresar muestra la intención de “exhibir
el “yo” en toda su encarnación como forma de reivindicación del propio ser”.
Enfa=zamos en el carácter humano del ar=sta, de la humanidad que crea y se
expresa, ese ser que permanece anteriormente tras bambalinas de la obra,
donde él es la obra, donde su humanidad se deja al descubierto, exponiéndose
carnalmente frente al espectador. Esta situación para quien observa al ver la
humanidad expuesta, nos hace ver reflejados en esa carne, en esa humanidad,
un cuerpo frágil, vulnerable, igual al propio que intenta decirnos algo.
En la transmutación humana, el cuerpo y la corporeidad que a todos nos
confiere, no es el elemento a transmutar exactamente, aunque
indudablemente en muchos casos se transforma, cambia. A pesar de ello,
representar ésta transmutación a través del cuerpo muestra lo que somos y
cómo somos como medio por el cual somos materia y exis=mos finalmente
porque nuestro cuerpo está parado aquí, existe.
Transmutar a través del cuerpo y volver esa experiencia carnal, nos permite
comprender, hacer un acto psicomagico24 para integrar, ver y experimentar
sobre nuestra materia formable, lo que vivenciamos en otros “estados” menos
tangibles. Poder
23 Vergine, Body art and performance: the body art as language.
24 Alejandro Jodorowsky crea este término basado en la premisa de que el
inconsciente toma los actos simbólicos como si fuesen hechos reales.

tocar y ver lo que nos pasa convierte esos sucesos y sen=mientos en materia
palpable y estudiable para redundar y excavar en ellas entendiendo su
significado e importancia.
Trasladar al ar=sta al escenario, exponerse a sí misma/o de manera corpórea
como objeto de observación y obra, implica exponer la humanidad que éste
conlleva, logrando extraer de sí lo que siente sobre sí, convir=éndose en una
ac=vidad tautológica25 “soy yo, quien dice quién soy, mostrando quien soy”.
En este ejercicio existe un acto de confesión por el que el ar=sta revela
voluntariamente la parte más ín=ma de su mundo y de su ser, logrando
transmi=rse al espectador, representando lo que ella/él es, cómo ella/él se ve
o cómo siente, transgrediendo al modelo o sujeto a representar para
transfigurarlo en lo que se quiere mostrar de él o cómo se quiere mostrar.
Básicamente la obra a presentar consiste en la representación de éste proceso.
El cual, como se ha dicho anteriormente, debe engendrarse, encontrarse y
concluirse sobre sí. Por lo tanto el cuerpo que observaremos será transmutado,
en este caso gracias al juego de expulsión del flujo crea=vo e inconsciente,
produciendo a su vez un fluido que recibe y con el cual se cubre la propia
interprete para conver=rse en el resultado de la transmutación.
La extracción del imaginario sensible y juguetón de la creación se convierte en
masa y forma concreta, dejando éste carácter abstracto que anteriormente se
encontraba contenido dentro, ahora afuera y en evidencia.
Será éste cuerpo a presentar como parte de la obra el que en su permanente
fluir auto-reorganizará el fluido que extrae desde sí para lograr transmutar su
persona en un ser dis=nto, sin dejar de ser él mismo. Cumpliendo la
representación del ciclo de la transmutación interna de la que hablamos en
obra, en objeto observable y por tanto de estudio.
25 Repe=ción de un mismo pensamiento expresado de dis=ntas maneras, pero
que son equivalentes: “yo soy yo y nadie más” es una tautología. Definición
extraída de: hfp://www.wordreference.com/definicion/tautolog%C3%ADa

La transmutación a través del juego del simulacro

El jugador se aleja de sí mismo para conver=rse en otro, para realizar el papel
de algo más, ser quien no es convir=éndose en otro entrando en un simulacro.
Es el propio “actor” quien se personifica representándose a sí en el juego,
transformándose se disfraza o se enmascara, y todo para hacernos
comprender que es otro, que está jugando. Hay un desvinculo con la realidad
co=diana de su persona, aun cuando, parafraseando a R. Caillois, el actor siga
siendo “él mismo” y no pueda salir de sí aún cuando lo desee, pues interpreta
a otro en sí, poseído. Es así que en las fiestas las personas se disfrazan
u=lizando máscaras para “interpretar” a otros, ser otros, aunque a su vez
jugando nunca dejan de ser ellos mismos siendo otros.
En este juego con la simulación como regla, no puede faltar el “hacer como sí”.
“Hacer como sí” refiere en primer lugar a una metáfora. Hacer, realizar,
ejecutar una acción, mover, crear como sí, como si fueras pero en realidad no
eres. Este crear una ficción y fingir que somos otros: “El sujeto se presenta y
representa sí mismo, imaginándose, al mismo =empo que es un perpetuo
desfase y desdoblamiento con respecto a sí, pero también con respecto al
mundo tal cual es”26. Esta afirmación es la que hace a la persona permanecer
en el juego conquistado por la imaginación. Simular así refiere a la imaginación
y con ella arrastra a la fantasía. Lo fantás=co equivale en este mundo al juego
ya que la proposición de hacer crear un mundo en su propio mundo de reglas
da forma, sustancia y caracterís=ca al simulacro, dotándolo de vida, de
imaginación, de creación y arte.
Pensemos en que la performance y el video también produce un espacio y
=empo paralelo en que se presenta una ficción, es decir, en una simulación en
que nosotros mismos podemos decir o aludir asuntos que de ser
representados en la co=dianeidad como parte de la realidad o de manera en la
que concuerde con el =empo co=diano en el que vivimos, no lograría el peso
o la importancia que a ellas se les desea otorgar en el juego.
26 Goffard, N.: Juego y simulación: nociones que subyacen de un trabajo
fotográfico. Pág. 4, documento no3.
En el caso específico del trabajo que he venido desarrollando, el juego, la
ilusión y el simulacro se presentan en múl=ples variantes de la obra para
hacernos creer en la veracidad de ésta que a su vez tras el transcurso del rodaje
se desmantela y confiesa a sí misma. Éste ciclo cerrado de comienzo a fin no se
dirige a ningún lugar más que a su propio origen.
endo como sí exis=eran dos cuerpos idén=cos exponiéndose a la vez,
apreciando el juego del montaje videografico que nos permite producir ésta
fantasía: la simulación de estos dos cuerpos gemelos. A la vez ambos cuerpos
se muestran en otro juego de ilusiones: uno expulsa de sí un fluido en con=nuo
y constante derrame del cual no podemos imaginar su fin en una lógica real de
la carnalidad del cuerpo que apreciamos, puesto que podemos presuponer
desde la racionalidad de nuestra experiencia humana que sería imposible ésta
expulsión en tal inquebrantable tránsito hacia afuera sin el regurgitar orgánico
del organismo. Por ende percibimos la simulación de ésta capacidad, como si
fuese posible éste acto. Me atrevería a decir que si quiera dudamos de él.
Siendo representando un cuerpo que lo consigue con total naturalidad.
Su otro gemelo simula estar cubierto por el mismo fluido que nos presenta el
con=guo y con él se ve transmutada su imagen simulando ser otro organismo
y no la imitación que es de su hermano. Incluso éste cuerpo da la apariencia
de ser transfigurado a una forma más bien proveniente del mundo escultórico,
es decir de un cuerpo contenido. Así mismo en el transcurso del =empo
observamos que se encuentra completamente incontenido, vívidamente
imperfecto, aflorando todo el placer que el juego con el fluido sobre él mismo
provoca, develando su verdadera inconsistencia como cuerpo.
La simulación de estos dos cuerpos jugando entre sí por medio de un fluido los
conecta fuera del espacio del encuadre que se muestra. Donde se produce el
juego con el espectador quien observa y logra completar el ciclo inexistente
pero deducible gracias a la ilusión que estas imágenes en conjunto nos
presentan. El mismo fluido que desde un cuerpo sube, desde el otro baja y
parecen conectarse tanto en algún punto exterior – punto que no se ve - como
en la propia imagen.