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¿Qué es un hecho social?

Émile Durkheim
Un hecho es una obra que se concreta o un acontecimiento que sucede. Social, por su parte, es
aquello vinculado a la sociedad: la comunidad formada por individuos que conviven bajo reglas en
común. La idea de hecho social se emplea en el terreno de la Antropología y la Sociología para
aludir a las ideas y los comportamientos que pueden encontrarse en un grupo social. Para
entender qué es un hecho social, por lo tanto, es importante comprender el concepto de grupo
social. Así se denomina al conjunto de individuos que comparten un objetivo e interactúan entre
sí. Al tener algo en común, los miembros de esta agrupación cumplen un cierto rol en la sociedad.

El francés Émile Durkheim fue quien creó la noción de hecho social a fines del siglo XIX. Durkheim
sostenía que un hecho social era un modo de hacer influenciado por la cultura y el contexto social.
Los hechos sociales son conductas humanas habituales, en definitiva, es una manera de sentir y de
actuar que es exterior al individuo y que orienta su conducta. La cultura se encarga de moldear al
ser humano y lo predispone a pensar y a actuar de un cierto modo. Según aquellos elementos
culturales que el sujeto interiorizó en su proceso de socialización, actuará de una forma u otra., no
dependientes de la constitución biológica ni psíquica de las personas, sino de la sociedad que
integran, que tiene una existencia singular y propia. En resumen: integran un orden de hechos que
presentan características muy especiales: consisten en modos de actuar, pensar y de sentir,
exteriores al individuo, y están dotados de un poder de coacción en virtud del cual se imponen
sobre él. Constituyen una nueva especie y a ellos debe darse y reservarse el calificativo de sociales.

Si bien a la sociedad le interesan todas las acciones de una persona, como dormir, comer o hacer
gimnasia, ya que se necesita que la población esté sana psíquica y físicamente para que la suma de
los individuos saludables de por resultado un conjunto social óptimo, esos hechos no pueden
calificarse como sociales, pues esos hechos no son impuestos (si lo fueran sí serían hechos sociales,
como por ejemplo cuando se reúnen a comer un grupo de ejecutivos y lo hacen en forma
protocolar).

Hecho social es lo que es realizado en forma independiente de uno mismo, aunque se adhiera
consciente o inconscientemente a ellos. Son ejemplo de hechos sociales, pagar impuestos, cumplir
con un contrato, cumplir los deberes conyugales o los paternos filiales. Estos hechos que el
individuo ejecuta los concibe como obligatorios pues así ha sido educado, él no los ha inventado. A
un niño se le enseña a escribir, a leer, a ser respetuoso, a comer con cubiertos, a que debe ir a la
escuela, que cuando sea mayor deberá trabajar, que debe pagar lo que compra con dinero
etcétera. Los hechos sociales son impuestos por la sociedad para lograr que sus miembros estén
unidos por una similar forma de pensar y de actuar. Cada hecho social es explicado por otro hecho
social que se constituye en su causa.

Al ser externos a los individuos, los hechos sociales son calificados por Durkheim, como cosas.

Una clasificación posible para los hechos sociales los divide en tres grupos:

* hecho social morfológico: es aquél que mantiene el orden y la estructura en la sociedad, dando
lugar a que todos los individuos participen de sus varios ambientes;

* institución: es un hecho social que se reconoce como parte de la vida en la sociedad a la que
pertenece, ya que forma parte integral de la misma;
* corriente de opinión: puede ser una tendencia o una moda relativamente pasajeras, o bien que
no tiene una fuerza constante, sino que ésta depende de la época en la que se manifieste. Uno de
sus rasgos principales es que lleva a la sociedad a tomar una postura subjetiva en relación a un
determinado suceso o idea.

Aplaudir a un artista cuando termina de cantar es un ejemplo de hecho social. La persona que no
cumple con esta práctica suele ser mal vista ya que se considera que no aplaudir constituye una
falta de respeto.

3. Características del Hecho Social

Un hecho social, en definitiva, es una manera de sentir y de actuar que es exterior al individuo y
que orienta su conducta. La cultura se encarga de moldear al ser humano y lo predispone a pensar
y a actuar de un cierto modo. Según aquellos elementos culturales que el sujeto interiorizó en su
proceso de socialización, actuará de una forma u otra.

Puede decirse que los hechos sociales son:

Colectivos (forman parte de una cultura; es decir, no son individuales),

Coercitivos (inciden en el accionar individual) y

Exteriores (se imponen desde fuera por costumbre, repetición, etc.).

Condicionamientos del hecho social

Acatar un hecho social supone reconocerse como integrante de un grupo social. Este es el camino
que escoge la mayoría de los seres humanos, ya que es el que nos ofrece la seguridad de
pertenecer a una determinada cultura que, a cambio de nuestra propia individualidad y de
nuestros verdaderos deseos, nos ofrece el aparente calor de la aprobación y nos garantiza que
«nunca estaremos solos». Sin embargo, dejar de lado eso que nos vuelve únicos por miedo a no
encajar en la sociedad no es un rasgo propio de un ser revolucionario, de esos genios que marcan
un antes y un después.

Las personas que optan por decir que no a esta imposición colectiva que entendemos como hecho
social refuerzan de este modo su individualidad y alimentan su brillo interior. Este es el camino de
los grandes artistas, de los científicos que hacen descubrimientos revolucionarios, de los creadores
que consiguen influir en el mundo entero a lo largo de varias generaciones y pasan a la historia.
Pero oponerse a los mandatos no es fácil; en la mayoría de los casos, el precio a pagar son el
rechazo, la envidia, el odio y la censura, entre otros castigos.

Acatar un hecho social supone reconocerse como integrante de un grupo social. Este es el camino
que escoge la mayoría de los seres humanos, ya que es el que nos ofrece la seguridad de
pertenecer a una determinada cultura que, a cambio de nuestra propia individualidad y de
nuestros verdaderos deseos, nos ofrece el aparente calor de la aprobación y nos garantiza que
«nunca estaremos solos». Sin embargo, dejar de lado eso que nos vuelve únicos por miedo a no
encajar en la sociedad no es un rasgo propio de un ser revolucionario, de esos genios que marcan
un antes y un después.
Las personas que optan por decir que no a esta imposición colectiva que entendemos como hecho
social refuerzan de este modo su individualidad y alimentan su brillo interior. Este es el camino de
los grandes artistas, de los científicos que hacen descubrimientos revolucionarios, de los creadores
que consiguen influir en el mundo entero a lo largo de varias generaciones y pasan a la historia.
Pero oponerse a los mandatos no es fácil; en la mayoría de los casos, el precio a pagar son el
rechazo, la envidia, el odio y la censura, entre otros castigos.}

4. Ejemplos de Hechos Sociales

El ejemplo clásico es el momento del aplauso después de una representación teatral: cada
espectador sabe cuándo empezar a aplaudir (y en qué caso debe hacerlo, y las consecuencias de
no hacerlo) sin necesidad de preguntar a los demás, de manera que el fenómeno se produce con
notoria sincronicidad a partir de la uniformidad de cientos de fuentes particulares previamente
aculturadas sobre ese hecho social. Desde este punto de vista, todas las facetas mayores de un
grupo humano: su lengua, su religión, su moral y sus costumbres son hechos sociales. Se trata de
modos de actuar, modos de sentir y de modos de pensar que exhiben la notable propiedad de que
existen fuera de las garantías individuales.

La conducta social aprobada y promovida luego de un acto de alguna naturaleza es el aplauso


colectivo, y es un ejemplo perfecto y simple de hecho social. Las personas asistentes sabrán
cuándo aplaudir y cómo, sin que nadie se lo explique en el momento, simplemente llevados por la
multitud. No aplaudir, en cambio, sería tomado por un gesto de desprecio hacia el acto.

OTROS EJEMPLOS PUEDEN SER:

2. Los nacionalismos. El fervor patriótico, la devoción por los símbolos patrios y otras conductas
de amor a la patria son fomentados abiertamente por la mayoría de las sociedades, como
respuesta a un patrón de opinión subyacente de desprecio por lo propio. Ambas vertientes, el
chauvinismo (amor excesivo por lo nacional) o el malinchismo (desprecio de todo lo nacional)
constituyen hechos sociales.

3. Las elecciones. Los procesos electorales son hechos sociales fundamentales para la vida
republicana de las naciones, por lo que son impuestos por los gobiernos como un hito de
participación política a menudo obligatoria. No participar en ellas puede, incluso si no acarrea
sanciones de tipo legal, ser reprobado por los demás.

4. Las manifestaciones o protestas. Otra forma de participación ciudadana organizada son las
protestas, que a menudo nacen de la percepción de un individuo o colectivo menor y luego
ascienden hasta movilizar y fortalecer la sensación de comunidad de las masas, a veces
empujándolas a actos de temeridad (arrojar piedras a la policía), exponerse a la represión o incluso
violentar leyes (como en los saqueos).

5. Las guerras y conflictos armados. Un importante hecho social en la historia de la humanidad


son las guerras y los conflictos, desgraciadamente. Estos estados transitorios de violencia alteran
todo el aparataje social, legal y político de las naciones y obliga a las sociedades a comportarse de
maneras determinadas: marciales y restrictivas, como el ejército, o anárquicas y egoístas, como en
el caso de las poblaciones atrapadas en zona de conflicto.
6. Los Golpes de Estado. Los cambios violentos de gobierno son condiciones externas a los
individuos que imponen sin embargo determinados sentires, por ejemplo, de alegría y alivio ante
el derrocamiento de un dictador, de esperanza ante la llegada al poder de un grupo revolucionario,
o de depresión y miedo cuando, cuando inician gobiernos indeseados.

7. La violencia urbana. En muchos países de alto margen de violencia criminal, como pueden ser
México, Venezuela, Colombia, etc. las altas tasas de actividad delictiva constituyen un hecho social,
ya que alteran el modo en que sienten, piensan y actúan las personas, a menudo empujándolas
hacia posiciones más radicalizadas y permitiendo linchamientos de delincuentes o actitudes de
igual violencia a la que rechazan.

8. La crisis económica. Los factores de crisis económica, que alteran de manera drástica el modo
en que la gente se relaciona comercialmente, son hechos sociales de profundo impacto en la
emocionalidad (generando depresiones, frustraciones, rabia), la opinión (se busca culpables, surge
la xenofobia) y el actuar (se vota por candidatos populistas, se consume menos, etc.) de las
personas afectadas.

9. El terrorismo. La acción de células terroristas en las sociedades organizadas tiene un efecto


radicalizado importante, que hemos presenciado en la Europa de inicios del siglo XXI: el
resurgimiento de los nacionalismos de derecha, el miedo y desprecio por el extranjero, la
islamofobia, en fin, diversos sentires que le son impuestos al individuo a partir no sólo de las
acciones violentas de los extremistas, sino de todo el discurso mediático tejido alrededor.

El campo de la sociología solo abarca un grupo determinado de fenómenos. Un hecho social se


reconoce gracias al poder de coacción exterior que ejerce o que es susceptible de ejercer sobre los
individuos y la presencia de dicho poder es reconocida a su vez bien por la existencia de alguna
sanción determinada o bien por la resistencia que lleva a oponerse a toda empresa individual que
tienda a violentarlo. Se puede definir también por la expansión que presenta en el interior del
grupo, con tal que se tenga cuidado de añadir como segunda y esencial característica aquella que
existe independientemente de las formas individuales que adopta al difundirse.

La coacción es fácil de comprobar cuando se traduce en el exterior por alguna reacción directa de
la sociedad, pero cuando es solo indirecta, no se deja percibir siempre con tanta claridad.

Por otro lado, los hechos que nos han proporcionado su base son siempre modos de hacer, son de
orden sociológico. Pero también hay modos de ser colectivos, es decir, hechos sociales de orden
anatómico o morfológico. Estos modos de ser se imponen al individuo como los modos de hacer
de los que hemos ya hablado, porque estos modos de ser son únicamente maneras de hacer
consolidadas.

Por último: un hecho social es toda manera de hacer, establecida o no, susceptible de ejercer sobre
el individuo una coacción exterior o también el que es general en la extensión de una sociedad
determinada teniendo al mismo tiempo una existencia propia, independiente de sus
manifestaciones individuales.

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