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INOCULANTE BIOLÓGICO

Los bioabonos:

Son un tipo de fertilizante orgánico que se produce a partir de materiales orgánicos descompuestos como el estiércol, residuos de
cosechas, restos de alimentos, entre otros. Los bioabonos proporcionan nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de
las plantas, tales como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, entre otros, de manera natural y sostenible

Inoculantes biológico:

Un biofertilizante (bioinoculante o inoculante biológico) es un producto que contiene microorganismos beneficiosos para las
plantas, como bacterias fijadoras de nitrógeno, micorrizas y hongos, que pueden ayudar a mejorar la salud y el crecimiento de las
plantas. Los biofertilizantes no son abonos, ya que no contienen nutrientes directamente disponibles para las plantas, sino que
ayudan a las plantas a obtener nutrientes de manera más eficiente.

Se agregan al suelo con el objeto de aumentar la disponibilidad y absorción de minerales por parte de las plantas.

Los Inoculantes biológicos hacen parte de los BIOPREPARADOS, entre los cuales podemos encontrar bioestimulantes
(enraizadores), biofertilizantes (bioinoculantes) y bioinsecticidas o biorrepelentes.

Los bioabonos y biofertilizantes comparten el objetivo de mejorar la salud y el crecimiento de las plantas de
manera natural y sostenible, pero se diferencian en su composición y mecanismo de acción. Ambos son
importantes herramientas para la agricultura orgánica y sostenible, y pueden ser utilizados en combinación
para obtener mejores resultados.
CÓMO PREPARAR EL INOCULANTE BIOLÓGICO

Preparación de biofertilizantes basados en Microorganismo de Montaña – MM

Recolección: Realizar la colecta a partir del suelo del bosque

Colectar la hojarasca de los 10 primeros centímetros de profundidad del suelo.


Es importante buscar hojarasca con manchas blancas, que indican la presencia
de microorganismos de montaña

Elaboración – insumos:

• 5 kg azúcar (o melaza)
• 60 kg de hojarasca de suelo de montaña
• 1 tambor plástico 200 litros con tapa hermética
• 30 kg afrecho de trigo / salvado de arroz – maíz o sorgo
Preparación:

Elegir un lugar al aire libre

1. Desmenuzar la hojarasca con un mazo intentado que todo quede del


mismo tamaño, retirando palos gruesos y piedras
2. Mezclar con ayuda de una pala la hojarasca de montaña con el salvado
de arroz, ir agregando a medida que se voltea con una pala
3. Por otro lado, mezclar en un recipiente plástico la melaza con agua (que
no tenga cloro, ni esté contaminada)
4. Una vez lista la mezcla de hojarasca y salvado de arroz - maíz - sorgo,
añadir la melaza previamente preparada con agua, ir añadiendo de a
poco para cubrir toda la mezcla uniformemente
5. La mezcla debe tener una humedad del 40% aproximadamente
(Realizar prueba de puño)
6. Introducir 3 la mezcla en el balde añadiendo de a 3 palas (o 15 cm) e ir
apisonando para eliminar el aire (este proceso de anaeróbico, en
ausencia de oxígeno). Se debe dejar un espacio de 15 cm entre la
mezcla y la tapa del recipiente.
7. Al final se debe sellar con un saco y terminar de apisonar con piedras
antes de cerrar el recipiente
8. Dejar descansar a la sombra sin abrir durante 30 días aproximadamente,
luego se puede almacenar por 1 o 2 años.
9. Marcar el recipiente con la fecha y los insumos utilizados con sus
respectivas cantidades
La humedad se determina realizando la “prueba del puño”, que consiste en tomar un puñado
de material, al oprimirlo con la mano debe formar una bolita sin escurrir agua, al tocarla con el
dedo debe desmoronarse con facilidad. Al destapar el barril se siente un olor agradable a
fermentado y la coloración del MMS (microorganismo de montaña en medio sólido) debe ser
café claro

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