Está en la página 1de 3

MÓDULO INTRODUCTORIO: OPINIÓN DOCUMENTADA

Alumna: Navarro Aguilar, Dielka

Docente: Dr. Enrique Zapata B.

En la segunda sesión práctica del curso de Semiología médica, se habló sobre las constantes vitales
que frecuencia respiratoria, presión arterial, pulso y temperatura. Todo esto se reforzó mediante una
participación activa del docente en la clase y la experiencia directa que tuvimos con los pacientes del
hospital Santa Rosa al observar, medir y vigilar sus signos vitales para evaluar su nivel de
funcionamiento físico. Sin lugar a dudas la mejor forma de aprender es la práctica, el día a día.

Los signos vitales son parámetros clínicos que reflejan el estado fisiológico del organismo humano,
y esencialmente proporcionan los datos (cifras) que nos darán las pautas para evaluar el estado
homeostático del paciente, indicando su estado de salud presente, así como los cambios o su
evolución, ya sea positiva o negativamente. Los signos vitales incluyen: Temperatura, frecuencia
respiratoria, pulso y presión arterial. La valoración del dolor es considerada la quinta constante vital.
El dolor es un síntoma subjetivo desagradable presente en muchas afecciones y lesiones. La
experiencia de dolor, sus características y su intensidad son exclusivas de cada persona.

El primer punto que se tocó en la explicación del doctor fue la frecuencia respiratoria, la cual no es
más que el número de respiraciones en un tiempo específico, se mencionó también que esta debe ser
un movimiento rítmico entre inspiración y espiración, y está regulado por el sistema nervioso. Los
músculos principales de la respiración son el diafragma y los músculos intercostales.

Las características que se deben evaluar en esta constante vital es el ritmo, refiriéndose a la
regularidad entre inspiración y espiración, frecuencia, número de respiraciones tomando como valor
normal de 12 – 20 en personas mayores de 14 años, y por último la amplitud o volumen, que es el
volumen de aire inhalado y exhalado (en cada ciclo) y que puede ser superficial, normal o profunda.
La frecuencia respiratoria se puede ver alterada por diferentes factores como la edad, sexo, consumo
de fármacos, estado emocional, temperatura, etc. Cuando el número de respiraciones se encuentra
aumentado se le denomina taquipnea, en caso ocurra lo contrario, es decir se encuentre disminuido
se le denominará bradipnea y cuando no haya un flujo aéreo respiratorio recibirá el nombre de apnea.

Luego se habló sobre la presión arterial que no es más que la fuerza que ejerce la sangre contra la
pared de una arteria cuando los ventrículos se contraen y relaja. Existen dos métodos para tomar la
presión arterial, uno directo (invasivo), que consiste en medir la presión máxima, mínima y media
dinámica de la sangre al paso por la arteria canalizada a través de un transductor que hace transformar
dichas presiones en dígitos observables, y otra indirecta que ya se realiza con el uso del tensiómetro
y con la ayuda de este puede realizarse una medición palpatoria o una auscultaría.

A lo que corresponde la medición palpatoria, esta se realizará inicialmente para evitar subestimar la
presión sistólica y es importante mencionar que solo nos servirá para conocer este valor, a diferencia
de la auscultatoria, la cual nos permitirá conocer tanto el valor sistólico y diastólico mediante los
ruidos de korotkoff, donde la fase 1 corresponde a la presión sistólica y la fase 5 (silencio) a la
diastólica.

Los valores normales de presión arterial que se registran en la arteria humeral y otras grandes arterias
corresponden a una presión sistólica de 120 mmHg y presión diastólica de 80 mmHg. El doctor
también nos explicó sobre la presión arterial media (PAM) que es compatible con el concepto de
presión de perfusión (PP) de los sistemas orgánicos. La PAM se calcula mediante la fórmula PAM =
[PAS + 2 (PAD)] / 3; donde PAS: presión arterial sistólica, PAD: presión arterial diastólica.

El otro signo vital que se habló fue el pulso, que no es más que una onda de presión de sangre que se
produce a causa de la contracción del ventrículo. Y se recalcó que pulso y frecuencia cardiaca no era
lo mismo, si bien sus valores coincidían, no debían confundirse estos dos términos. Para contabilizarlo
debemos colocar nuestro dedo índice y medio a la altura de una arteria y contarlos por un minuto. Y
se establece como valor normal que haya entre 60 a 100 pulsaciones por minuto. A demás aprendí
que el termino correcto para referirme a un aumento de las pulsaciones es taquisfigmia y la
disminución es bradisfigmia.

Por último, se habló sobre la temperatura, donde se recalcó que la valoración de esta constante vital
es a menudo un indicio importante de la gravedad de la dolencia del paciente. El intervalo normal
varía entre 36,2 a 37,7 °C, con una media de 37 °C y esta puede variar por factores como la edad, por
ejemplo, un anciano tiene la temperatura menor que la de un niño o un adulto, otro factor es el clima,
consumo de alimentos, ejercicio, etc. También se mencionó que los lugares para tomar la temperatura
son: temperatura bucal, T. axilar, T. rectal y T. oído.

El doctor también nos explicó sobre la clasificación de la fiebre que es por temporalidad y por patrón.

Con respecto a la experiencia directa que tuvimos con los pacientes del hospital Santa Rosa, pudimos
medir sus signos vitales, el primer paciente (V. Córdova. Ferro - edad 66 años) obtuvo los siguientes
datos: FR: 19 respiraciones por minuto, FC: 73 lpm y PA: 120/70 mmHg . En el segundo paciente (P.
Zapata. Talledo – edad:77 años) obtuvo los siguientes datos: FR: 16 respiraciones por minuto, FC:
70 lpm, PA: 110/70 y Tª : 36.5 °C. En nuestro ultimo paciente (Manuel. C.M -edad: 71 años) obtuvo
los siguientes datos: FR: 24 respiraciones por minuto, FC: 70 lpm, PA: 120/70 Y Tª : 36.8 °C. Con
estos datos podemos concluir que nuestro primer y segundo paciente se encuentran dentro de los
rangos normales. En nuestro tercer paciente podemos observar que su frecuencia cardiaca, la presión
arterial y la temperatura se encuentra dentro de los rangos normales, sin embargo, en las personas
adultas en reposo, cualquier frecuencia respiratoria entre 12 y 20 respiraciones por minuto es normal
y la taquipnea se indica con una frecuencia superior a 20 respiraciones por minuto, como observamos
que nuestro paciente tiene 24 respiraciones por minuto (está aumentado).

Rangos normales:

Tª: 36,2 – 37,7 °C

Frecuencia respiratoria: 12- 20 respiraciones por minuto

Pulso: 60 – 100 lpm

Presión Arterial:

- Presión sistólica de 90 -130 mmHg


- Presión diastólica de 60 - 90 mmHg

BIBLIOGRAFÍA

1. Argente H, Álvarez M. Semiología Médica: Fisiopatología, Semiotecnia y Propedéutica. 2°


edición. Buenos Aires: Médica Panamericana. 2018; 45.
2. Ball, J. and Dains, J., 2019. MANUAL SEIDEL DE EXPLORACIÓN FÍSICA. 9th ed.
España: Elsevier, pp. 74-87

También podría gustarte