Está en la página 1de 12

Derecho Civil IV

Tema 15. La sucesión mortis causa.

1. El derecho de sucesiones
1.1. Introducción
1.2. Régimen normativo
2. La sucesión mortis causa
2.1. Concepto
2.2. Fundamento
3. Clases de sucesión
4. Etapas en la adquisición de la sucesión
4.1. Apertura de la sucesión.
4.2. La vocación hereditaria.
5. El heredero y el legatario
6. La herencia yacente
7. La transmisión de la herencia
8. La acción de petición de herencia

1. EL DERECHO DE SUCESIONES

1.1. Introducción

El derecho de sucesiones es la parte del Derecho Civil que regula quién sucederá a la persona que fallece en
todas las relaciones jurídicas (titularidades y relaciones patrimoniales) de las que la misma era sujeto, activo
o pasivo, y que no se extinguen con su fallecimiento (sucesión mortis causa).

Por tanto, el Derecho de sucesiones regula lo que ocurre con las relaciones jurídicas de quién fallece, pero
también pertenece a este derecho toda la organización anterior a dicha sucesión.

1.2. Régimen normativo.

El régimen normativo del Derecho de sucesiones comienza regulándose en determinados presupuestos


constitucionales:

1. En el art. 33 CE, que reconoce conjuntamente el derecho a la propiedad privada y a la herencia.


Reconoce así el derecho a la herencia, que está ligado al de propiedad y a la libertad del individuo.

2. En el art. 39 CE, que garantiza la protección de la familia, y especialmente, de los hijos. Dentro de
esta protección de la familia está vinculada la sucesión.

Tras mencionar la sucesión por causa de muerte (testada e intestada) en el 609 CC entre los diferentes
modos de adquirir la propiedad, el CC dedica el Título III del Libro III (art. 657 a 1087 CC) al Derecho de
sucesiones

En los arts. 100-124 Ley de Derecho Civil Vasco de 2015 (entre otros). No es una ley muy extensa pero
dedica más de la mitad de sus preceptos a la materia de sucesiones. En el País Vasco, la Ley Vasca se aplica
con prioridad al CC. Ahora bien, en muchos casos la regulación de la ley vasca es insuficiente, en cuyo caso

1
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

cabe aplicar el CC de forma supletoria. (ello se debe a que la normativa civil que se aplica a cada sujeto
concreto viene determinada por su vecindad).

¿A quién se le aplica la ley vasca? A aquellas personas que poseen la vecindad vasca. Hay tantas
vecindades, como Comunidades Autónomas que tienen potestad para regular su propio Derecho
civil (art. 149.1.8º CE).

Se adquiere una vecindad civil también por residencia:


- Si se reside durante dos años en una región con una determinada vecindad civil distinta a
la se poseía, se puede solicitar en el Registró Civil el cambio de vecindad.
- Si se vive más de 10 años, se cambia automáticamente, sin tener que acudir al Registro
Civil. En caso de no querer modificar la vecindad, habrá que acudir al Registro civil y
rechazar el cambio).
Esta vecindad civil tiene una consecuencia directa en el Derecho de sucesiones, porque las
herencias y la legítima se regirán por lo establecido en el Derecho Civil de esa vecindad.

Asimismo, desde 2015 está vigente el Reglamento Europeo 650/2012 de Sucesiones, que sirve de aplicación
para el caso en que haya una sucesión transfronteriza, es decir, una sucesión en que hay algún elemento
extranjero (ejemplos: bienes e varios EM, personas con distintas nacionalidades). Su fundamento reside en
que se aplique el mismo derecho en todos los Estados Miembros en las sucesiones transfronterizas. Así
pues, el punto de conexión principal entre los OJ de los EM es el de residencia habitual del causante.

- En el caso, de qué la sucesión intervengan personas de la misma nacionalidad, se regirá por el


Derecho de sucesiones de dicha nacionalidad. Por tanto, el criterio para determinar qué derecho se
debe reside en el criterio de la nacionalidad.

2. LA SUCESIÓN MORTIS CAUSA: CONCEPTO Y FUNDAMENTO

2.1. Concepto

La mayor parte de las relaciones jurídicas son transmisibles (es decir, pueden pasar de un sujeto a otro),
aquellas en las que se da un cambio de sujeto permaneciendo inalterada la relación. Se puede producir
entre personas vivas o entre personas vivas y difuntas/muertas (sucesión mortis causa).

También existen las no transmisibles (aquellas que se extinguen con la muerte, debido a su carácter
personalísimo).

Transmitir se refiere a relaciones jurídicas concretas. En cambio, cuando se habla de sucesión,


nos referimos a subrogación. La sucesión mortis causa es la subrogación de una persona en las
relaciones transmisibles de esa persona que ha fallecido.

Una de las formas típicas de las relaciones transmisibles mortis causa es la sucesión (arts. 657 y ss. CC). La
sucesión constituye un cambio de sujeto permaneciendo inalterada la relación. Cuando alguien sucede, se
subroga en la posición jurídica del causante (sustituye al causante). A este conjunto de relaciones

2
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

transmisibles se denomina herencia. Cuando hablamos de herencia, tenemos que hacer referencia al art.
659 del C.Civil.

Artículo 659. La herencia comprende todos los bienes, derechos y obligaciones de una persona
que no se extingan por su muerte.
OJO: No solo los derechos sino también las obligaciones.

Se denomina causante a la persona fallecida que causa la sucesión. Siempre es persona física, las personas
jurídicas no causan sucesión (se liquidan).

2.2. Fundamento

¿Por qué existen reglas para la sucesión? ¿Cuál es el fundamento de la existencia de estas leyes? En cuanto
al fundamento de la sucesión:

1. La regulación de la sucesión mortis causa es exigencia de la seguridad jurídica. (La seguridad


jurídica es un principio constitucional). Si las relaciones jurídicas se extinguieran por la muerte, el
tráfico patrimonial sería inestable y caótico. Es necesario que exista un mecanismo jurídico para
garantizar la existencia las relaciones jurídicas tras la muerte de las personas y que éstas no
desparezcan súbitamente con la persona.

2. Fundamento de la relación sucesión-familia, con el objetivo de la protección de la familia. La


sucesión da estabilidad a la familia. Se contribuye a la perpetuación no solo de la descendencia, sino
también del patrimonio. Una manera de protección de la familia, como producción económica. La
vinculación de la sucesión a la familia tiene algunas manifestaciones (por ejemplo, de cara a la
legítima).

Este derecho de protección de la familia, no es incompatible con que el legislador elimine el


derecho a la legítima, y por tanto, que no haya heredero familiar de dicha herencia. Sin embargo,
esta supresión de la legítima es entendida por varios autores como contrario al fundamento de la
protección de la familia.

3.CLASES DE SUCESIÓN

Doble clasificación:

a) En atención al ORIGEN de las reglas que rigen la sucesión:

1. Sucesión voluntaria. Cuando la designación de los sucesores y la regulación del fenómeno sucesorio
se realiza mediante un negocio jurídico de voluntad. Este negocio jurídico puede ser unilateral
(sucesión testamentaria) o bilateral (sucesión contractual con un pacto sucesorio).

En cuanto a la primera, es revocable (y es el que principalmente se regula por el CC). Respecto al


pacto sucesorio, este no cabe en el CC (art. 1271), pues el legislador entiende que la voluntad ha de
ser la última voluntad y, por tanto, debe ser efectivamente revocable. Ahora bien, se prevén algunas

3
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

excepciones (art. 1056 CC), en las que sí se permite el pacto sucesorio. El pacto sucesorio está
restringido por: (no dichas estas restricciones).
- La intangibilidad de la legítima
- El principio de troncalidad: propugna que los bienes troncales (generalmente inmuebles) no
salgan del seno del que proceden; que los bienes troncales de la parte materna queden en
la línea materna y los de la línea paterna en la paterna.

Por el contrario, la Ley Vasca permite pactos sucesorios. Para ello, se requiere la vecindad civil
adquirida por progenitores o por residencia (10 años / 2 años).

2. Sucesión legal o legítima o ab intestato (intestada): A falta de voluntad, es la ley la quien dice
quiénes son los sucesores y quien regula el fenómeno sucesorio (sucesión ab intestato o legítima).

Ambas sucesiones son compatibles, es decir, una sucesión se puede regular en parte por testamento y en
parte por el CC (art. 668 CC; art. 18.1 Ley vasca), a diferencia de lo que ocurría en el derecho romano,
puesto que la sucesión legítima es supletoria de la testamentaria en lo que sea necesario.

(Ejemplo: para algunos bienes se establece testamento, mientras que para aquellos en los que no se dice
nada, se regulará por lo establecido en la ley).

b) La sucesión mortis causa por su OBJETO:

De acuerdo con el art. 660 CC: llámase heredero al que sucede a título universal y legatario al que sucede a
título particular.

1. A título universal: Hablamos de la herencia. El heredero sucede en un conjunto o pluralidad de


relaciones jurídicas. Supone el paso en bloque de la herencia (derechos y obligaciones
transmisibles) del patrimonio del causante al patrimonio del otro.

- Se le denomina HEREDERO (tanto de deudas como derechos).

2. A título particular o singular: Hablamos del legado. El legatario sucede al causante en varias
relaciones jurídicas concretas o particulares.

- Este se denomina LEGATARIO (únicamente adquiere relaciones jurídicas beneficiosas).

La diferencia es que el legatario no sucede en las deudas (sucesión a título particular), mientras que el
heredero sí (sucesión a título universal). Ahora bien, en la Ley de Derecho Civil Vasco esta universalidad
desaparece puesto que el heredero no puede heredar deudas por mayor valor que los bienes que recibe
(según el CC sigue rigiendo la universalidad).

No obstante, la equiparación del legatario con la sucesión a título particular es inexacta: Dada la variada
tipología de legados podemos encontrarnos que no hay sucesión en el puesto del causante (como en el
legado de cosa ajena) y a veces ni siquiera hay sucesión de ningún tipo (como en el legado de
reconocimiento de deuda o de liberalidad). Por ello es preferible entender el legado como una asignación

4
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

mortis causa a título singular que no atribuye la cualidad de heredero.

4. ETAPAS EN LA ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA

4.1. Apertura de la sucesión.

El comienzo o la apertura de la sucesión por causa de muerte de una persona se produce en el momento
que tiene lugar dicha muerte (art. 657 CC).  Así pues, en el mismo momento del fallecimiento el patrimonio
del causante se convierte en herencia. Por ello es importante especificar el momento, fecha y hora, en que
se produce el fallecimiento (en la declaración de defunción).

En las declaraciones de fallecimiento la apertura de la sucesión coincidirá con “la fecha a partir de la cual se
entienda sucedida la muerte” (art. 195.II CC), aunque el art. 196.I CC remita a la firmeza de la propia
declaración. En este sentido, parte de la doctrina considera suficiente el auto de declaración de
fallecimiento, sin necesidad de que aquella adquiera firmeza. Sin embargo, se puede realizar una
combinación de ambos preceptos, es decir, se debe esperar a la firmeza del auto y una vez el auto sea
firme, se entenderá abierta la sucesión el día de la fecha que se entienda sucedida la muerte (la fecha
establecida en la declaración de fallecimiento).

Es importante fijar el momento (hora, fecha y lugar) de la muerte del causante, puesto que es determinante
para saber quiénes tienen capacidad para sucederle. De ahí que el art. 33 CC se ocupe expresamente de los
supuestos en los que exista duda, entre dos o más personas llamadas a sucederse, sobre cuál de ellas haya
muerto primero: “el que sostenga la muerte anterior de una o de otra, debe probarla; a falta de prueba, se
presumen muertas al mismo tiempo y no tiene lugar la transmisión de derechos de uno a otro”.

Por último, mencionar que la inscripción de la muerte o de la declaración de fallecimiento en el Registro


Civil da fe tanto del momento como del lugar de aquella. La apertura de la sucesión no coincide
necesariamente con el lugar del fallecimiento, puesto que se produce en el lugar correspondiente al último
domicilio del causante.

4.2. Vocación (llamamiento) hereditaria.

La apertura de la sucesión provoca la vocación o el llamamiento a la herencia de todos los que puedan tener
en ese momento alguna expectativa con respecto a dicha sucesión, por voluntad del causante (testamento
o pacto sucesorio) o por ley. Es el llamamiento abstracto o general a todos los posibles herederos.

Desde ese momento pueden transmitir su expectativa o eventual derecho sobre la herencia, pueden
realizar actos de conservación de la herencia, pueden instar al heredero para que acepte o repudie la
herencia, pueden también proteger su expectativa con las precauciones previstas cuando la viuda del
causante quede encinta.

Cronológicamente la vocación suele coincidir con el mismo momento de la apertura de la sucesión. Ahora
bien, esto no siempre tiene porqué ser así. Las excepciones que separan cronológicamente la apertura y la
vocación son:
- Sucesión por comisario: el causante otorga un poder de designar sucesores y repartir la herencia.
Poder testatorio. Esta persona tiene un año para llevar a cabo ese poder, así que es posible que la
5
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

vocación se produzca después.


- Sustitución
- Fecundación post mortem. Una mujer es inseminada y el padre muere. En este caso la vocación se
produce de manera posterior (cuando el hijo nace). Además, es posible que fallecido el padre, la
cónyuge superviviente use su esperma hasta 12 meses después.

Dos concepto a tener en cuenta:

→ Delación

La delación puede producirse también al tiempo de la vocación, es decir, con la apertura de la sucesión, o
producirse posteriormente.

La delación es el ofrecimiento de la herencia que permite al llamado a la misma proceder de inmediato a su


aceptación (o, a su repudiación). Por tanto, la delación atribuye a su titular la facultad de aceptar la
herencia: el derecho hereditario, ius delationis. La delación, al igual que la sucesión, puede ser por
testamento o por ley.
- Definición: es la efectividad de la vocación, que hace surgir en el llamado el derecho a aceptar o
rechazar la herencia, y por tanto, es capaz de suceder.

El heredero que muere sin aceptar ni repudiar la herencia transmite a su heredero el mismo derecho
hereditario que tenía. Ahora bien, no todos los llamados tendrán ius delationis, pues de todos los llamados
tenemos que quitar a (1) aquellos que hayan premuerto antes que el causante, (2) los indignos, entre otros.

Asimismo, la delación es posterior a la vocación en los casos en que exista alguna duda sobre el llamado
inicial a la herencia, porque:
- Sobrevivientes (si hay 5 llamados a suceder pero sólo hay 4 vivos, uno no tiene ius delationis)
- Se trate de un nasciturus, pues éste es llamado a la herencia, pero no tiene ius delationis hasta que
nace.
- Esté sometido su llamamiento a una condición suspensiva (no hay ius delationis hasta que se
cumpla la condición). Se suspende la eficacia hasta que se cumpla la condición.

→ Aceptación.

La aceptación de la herencia transforma al llamado por la delación en titular de la herencia. El aceptante


(con capacidad de obrar) sucede al causante en las relaciones jurídicas que sobreviven a éste. La aceptación
determina pues la adquisición de la herencia y convierte al llamado en heredero del causante.

Nadie está obligado a heredar si no quiere, de modo que sin aceptación no hay herencia. El sujeto que
acepta tiene que tener capacidad de obrar, por tanto, esta aceptación exige capacidad de obrar, a diferencia
del resto de etapas. Así pues, por los menores tendrán que aceptar sus representantes legales. (Esto reside
en el fundamento de que la herencia puede ser realmente ruinosa en cierto casos.).

5. EL HEREDERO Y EL LEGATARIO

6
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

El heredero es un sucesor universal, global o en bloque, con respecto a toda la herencia. Sustituye al
causante en todas las relaciones jurídicas del mismo que no se extinguen con su muerte. La cualidad de
heredero es personalísima y no puede ser objeto de cesión mientras que no existe problema alguno para
admitir la cesión de un legado.

En cambio, el legatario sucede al causante únicamente en la titularidad de algún bien concreto. Es un


sucesor particular (art. 660 CC), preceptor mortis causa de determinados bienes.

Se habla de coherederos cuando concurren varios sucesores universales, cada uno titular de una cuota
sobre la misma herencia. Se habla de colegatarios cuando concurren varios sujetos en un solo legado,
ostentando cada uno una cuota del mismo. La pluralidad de legados determina la concurrencia de varios
legados, aunque un único sujeto puede ser titular de varios legados. Asimismo, un heredero puede ser al
mismo tiempo legatario (prelegado). (no dicho este párrafo).

El régimen jurídico de la cualidad de heredero es muy distinto del correspondiente al legatario. Además de
las diferencias ya mencionadas, cabe señalar las siguientes:

1. La herencia se adquiere con el ejercicio del derecho hereditario mediante la aceptación de aquella.
Por el contrario, el legado se adquiere automáticamente con la muerte del causante, aunque sea
renunciable por el legatario. De manera que, fallecido el legatario sin haber aceptado, transmite el
legado a sus herederos, y no a diferencia del heredero, un ius delationis o derecho hereditario, esto
es un mero derecho a aceptar o repudiar la herencia.
- Resumen: Heredero requiere aceptación, en cambio, el legatario no requiere aceptación. Si
no quiere el legado, puede repudiarlo, pero no necesita aceptarlo.

2. El heredero que acepta adquiere automáticamente la posesión de todos y cada uno de los bienes
del causante desde el momento del fallecimiento del mismo (posesión civilísima, art. 440 C.C.). Por
el contrario, el legatario no adquiere tal posesión sobre la cosa legada, teniendo que pedir la
entrega de la misma (momento en que adquirirá la propiedad).
- Heredero continúa la posesión del causante de una finca que jamás ha visto, por ejemplo.
En cambio, el legatario tiene que pedir la posesión, no puede tomar por sí mismo la
posesión, se la tiene que entregar el heredero.

3. Diferencia más importante: el heredero responde ilimitadamente con su propio patrimonio de las
deudas del causante (salvo beneficio de inventario), mientras que la responsabilidad de los
legatarios se limita en cualquier caso al legado recibido (nunca tendrá que dar algo más del valor del
legado).
En el País Vasco el régimen es diferente, pues la Ley Vasca también limita la responsabilidad del
heredero “hasta el valor de los bienes heredados en el momento de la delación”.

Por lo tanto, es necesario saber en cada caso si nos encontramos ante un legado o ante una institución de
heredero:

- De acuerdo con los arts. 660 y 768 CC parece que debe predominar una interpretación objetiva de
la institución (regla general): será heredero quien haya sido llamado a la totalidad o a una parte

7
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

alícuota de la herencia, mientras que será legatario quien haya sido designado como titular de
bienes determinados.
- Sin embargo, en relación con el art. 668 CC y, sobre todo, el art. 675 CC (establece que en caso de
duda se observará lo que aparezca más conforme a la intención del testador) la doctrina y la
jurisprudencia entienden que habrá que atender principalmente a la voluntad del causante, hasta
el punto de que excepcionalmente cabe admitir un legado de parte alícuota de la herencia, así como
una institución de heredero en cosa cierta, siempre y cuando de la interpretación de la disposición
testamentaria quepa deducir esa voluntad.

Por tanto, podemos saber que estamos ante un heredero o un legatario, a voluntad del causante,
siempre y cuando no sea contraria a la ley.

6. LA HERENCIA YACENTE Y LA ADMINISTRACIÓN DE LA HERENCIA

Ha fallecido la persona, ya hay herencia pero no se ha dado su aceptación, que es necesaria para la
adquisición. ¿Qué pasa desde la apertura hasta la aceptación de la herencia? Estamos en un momento en
que la herencia está a la espera de esa aceptación y esto se denomina HERENCIA YACENTE. Una vez, se
acepta la herencia, la herencia yacente termina y los efectos son retroactivos al momento del
fallecimiento.

La adquisición de la herencia requiere aceptación. Así pues, la herencia yacente es aquella situación
anterior a la adquisición de la herencia, debido a la falta de aceptación de la misma. Esto es, hasta que se
produce la sucesión del llamado en las relaciones jurídicas del causante puede transcurrir un tiempo,
durante el cual será necesario atender a la conservación, administración o representación de la herencia.
Para designar a ese periodo de tiempo se emplea la expresión “herencia yacente”.

- Es algo que se produce normalmente

- El ordenamiento debe de tener mecanismos para responder a estas situaciones de incertidumbre

- No hay regulación de herencia yacente. El derecho sabe que existe pero no se regula, se hace
referencia a ella, a raíz de la prescripción. El derecho contempla mecanismos administrativos para la
incertidumbre de esta situación.

El Código no regula expresamente la herencia yacente. El único precepto que se refiere a ella es el art. 1934
CC, que establece que “la prescripción produce sus efectos jurídicos a favor y en contra de la herencia antes
de haber sido aceptada”.

La herencia yacente necesita desde el primer momento (apertura de la sucesión) de un sistema de


administración y de representación que sirva para atender tanto a su activo como a su pasivo, con el fin de
proteger los intereses de terceros titulares de derechos frente a ella (acreedores) y los intereses de los
hipotéticos herederos. No basta con el mecanismo de la eficacia retroactiva de la aceptación al momento
de la apertura de la sucesión para atender debidamente a dichos intereses. Hay que acudir a la
administración provisional que el derecho prevé como solución de continuidad.

8
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

La administración sirve para defender los intereses de futuros herederos, de los acreedores, y del orden
público económico, con el que se relaciona la ordenación de la sucesión por causa de muerte, sobre la base
de la continuidad del régimen de la propiedad privada del causante.

Reglas relativas a la administración de la herencia yacente:

- La administración de la herencia puede derivar de la voluntad del causante, atribuyendo esa


facultad al albacea. En principio el administrador ostentará, “en ese concepto, la representación de
la herencia para ejercitar las acciones que a ésta competan y contestar a las demandas que se
interpongan contra la misma”.
- En ausencia de administrador designado por testamento o por ley, el art. 999.IV CC concede al
llamado a la herencia facultades de conservación o administración provisional.
- El notario podrá, a instancia de parte, adoptar las provisiones necesarias para la administración y
custodia de los bienes hereditarios, art. 1020 CC

El administrador nombrado en su caso adquiere la representación de la herencia, puede demandar y


contestar a las demandas, 1026 CC. Puede comparecer en juicio, art. 7 LEC.

7. LA TRANSMISIÓN DE LA HERENCIA

Ni el ius delationis ni la condición de heredero son transmisibles inter vivos. En cambio, la herencia sí es
transmisible inter vivos (solo del heredero, no del llamado a heredar); no sólo por venta sino por cualquier
título oneroso o gratuito, apto para la enajenación de relaciones patrimoniales. Por tanto, la trasmisión de la
herencia es posible.

Regulación:

- No se puede vender herencia futura (Art. 1271 CC): En concordancia con la prohibición general de
los pactos sucesorios, no cabe el pacto de cesión sobre herencias futuras. Lo normal es que el pacto
se celebre sobre una herencia ya aceptada o con respecto a la cual el cedente haya sido llamado,
siendo ya titular del derecho hereditario o ius delationis, de manera que la cesión determine ya ex
lege su aceptación.

- Como la condición o título de heredero es intransmisible, el adquirente o cesionario no es un


sucesor universal del difunto. El título adquisitivo no le transmite la posesión (civilísima). La
adquisición de cada bien integrado en la herencia necesita los requisitos propios de la transmisión
inter vivos (traditio, notificación al deudor)

- Forma de los contratos (Art. 1280.4º CC): tanto la cesión como la renuncia de los derechos
hereditarios deberán constar en documento público, aunque cabe subsanar semejante falta de
forma en los términos previstos con carácter general por el art. 1279 CC (lo que será aplicable a la
venta de la herencia).

- Se puede vender una herencia (Art. 1531 CC): la única norma imperativa aplicable a la venta de la
herencia es la siguiente: “el que venda una herencia sin enumerar las cosas de que se compone, sólo

9
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

estará obligado a responder de su cualidad de heredero”.


- Quien vende una herencia, está vendiendo también las deudas. El comprador nunca va a ser
heredero, por la condición de heredero no se puede transmitir, pero la herencia sí.

El Código considera que cualquier cesión de la herencia realizada por el titular de aquel implica el ejercicio
del ius delationis (aceptación ex lege) tanto si es una cesión a título gratuito como sí lo es a título oneroso.
Artículo 1000 CC. Entiéndase aceptada la herencia: 1.º Cuando el heredero vende, dona o cede su
derecho a un extraño, a todos sus coherederos o a alguno de ellos.
Si se vende la herencia antes de aceptada, se entiende aceptada.

La venta de herencia comprende en principio todo lo que corresponda al heredero como consecuencia de
su aceptación, incluidos los aumentos sucesivos que puedan producirse a su favor por reputaciones de
legatarios o de herederos que den lugar a un acrecimiento; no en cambio los aumentos procedentes de
sustituciones vulgares, puesto que las mismas originan una nueva delación. De ahí que el vendedor deba
abonar al comprador el valor de los bienes de los que se haya aprovechado, si no se hubiese pactado lo
contrario.

Además, el comprador debe satisfacer al vendedor todo lo que éste haya pagado por las deudas y cargas de
la herencia y por los créditos que tenga contra la misma, también los gastos realizados para el
mantenimiento y la obtención de los frutos (art. 1534 CC). Es aplicable, también salvo pacto en contrario, el
art. 1468 CC: “El vendedor deberá entregar la cosa vendida en el estado en que se hallaba al perfeccionarse
el contrato”.

Cuando la transmisión se produce antes de la partición, en el supuesto de pluralidad de herederos, el


adquirente pasa a integrarse en la comunidad hereditaria: interviene en su gestión, está legitimado para
pedir la partición y concurrir a ella. Tratándose de una transmisión a un tercero ajeno a la comunidad
hereditaria, podrán todos o cualquiera de los comuneros “subrogarse en lugar del comprador,
reembolsándole el precio de la compra, con tal que lo verifiquen en término de un mes, a contar desde que
esto se les haga saber” (Art. 1067 CC). El derecho que el artículo describe es el denominado derecho de
retracto. (Fundamento: Se reconoce un derecho de retracto siempre que se enajene a un tercero, con el
objetivo de evitar que intervengan más partes en la comunidad hereditaria).

8. LA ACCIÓN DE PETICIÓN DE HERENCIA

Esta acción tiene su origen en el derecho romano.

Además de las acciones que tenía el causante, el heredero dispone de las acciones posesorias, con respecto
a los bienes de la herencia, y de la acción de petición o de reclamación de herencia (arts. 192, 1016 y 1021
CC). En latín, actio hereditatis petitio.

Se trata de cualquier acción dirigida a reclamar bienes de la herencia sobre la base del derecho sucesorio
del heredero demandante, esto es, del reconocimiento de su título de heredero que el demandado
cuestiona. Así pues, la acción puede limitarse a conseguir una eficacia declarativa (que se reconozca tal
condición al demandante).

10
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

Mediante esta acción, el heredero reclama la herencia al poseedor. Se discute sobre la propiedad a partir
del reconocimiento del título del heredero. Por lo que, lo primero que debe hacerse, es discutir sobre a
quién le corresponde la cualidad de heredero. Si no hay discusión sobre la cualidad de heredero, no se
puede ejercer la actio hereditatis petitio. (Ei estamos discutiendo acerca de quién es el propietario, la
acción a acercar sería la acción reivindicatoria).

Por tanto, se trata de la acción que asiste al heredero para exigir, sobre la base de un título hereditario, la
restitución conjunta de los bienes pertenecientes al caudal relicto, bienes que posee otra persona a título de
heredero o sin título alguno. La finalidad de la acción es por una parte, reconocimiento por el demandante
de su condición de heredero y la entrega de los bienes hereditarios.
(No dado la prosperación de la acción). Cuando prospera la acción frente a un poseedor (heredero aparente
o no) de bienes de la herencia procede la liquidación de esa situación posesoria, de acuerdo con las reglas
generales contenidas en los arts. 451 y ss. CC:

- El heredero aparente es poseedor de buena fe si se cree que su título de heredero es cierto.

- Los pagos realizados al heredero aparente para satisfacer créditos de la herencia quedarán
sometidos a los arts. 1164, 1895 y siguientes del CC.

- Arts. 464, 34 y 28 LH para supuesto de actos de disposición del heredero aparente (se aplaza la
eficacia registral 2 años, desde la apertura de la sucesión).

Tanto el art. 192 CC como el art. 1016 CC hacen referencia a la prescripción de la acción. Sin embargo, no
existe norma específica al respecto. La mayoría de la doctrina y la jurisprudencia opta por un plazo de 30
años, propio de las acciones de naturaleza real, puesto que puede ejercerse contra cualquier poseedor de
bienes de la herencia. El cómputo del plazo se inicia, o bien a partir de la apertura de la herencia o bien a
partir del momento posterior en que haya comenzado a poseer el demandado.

- En el Código Catalan, la acción de reclamación de herencia no prescribe.

De acuerdo con la jurisprudencia del TS (STS 23/06/15), existe necesidad de demandar a todos los
coherederos o legatarios, litisconsorcio pasivo necesario. Nadie puede verse alcanzado en sus derechos por
una sentencia en cuyo proceso no ha intervenido y no ha sido oído.

Debemos tener en cuenta, la liquidación de estado posesorio. Art. 28 LH. Las inscripciones de fincas o derechos reales
adquiridos por herencia o legado, no surtirán efecto en cuanto a tercero hasta transcurridos dos años desde la fecha de
la muerte del causante. Exceptúan las inscripciones por título de herencia testada o intestada, mejora o legado a favor
de herederos forzosos

11
Derecho Civil IV
Tema 15. La sucesión mortis causa.

12

También podría gustarte