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UNIVERSIDAD DE ORIENTE

NÚCLEO MONAGAS
ESCUELA DE CIENCIAS SOLIALES Y ADMINISTRATIVA
CONTADURÌA PÚBLICA
MATURÍN ESTADO MONAGAS

IMPUESTO SOBRE SUCESIONES

Bachiller:

Criscelis Pacedo

C.I: 26.650.806

TRIBUTO III
Por lo general casi nunca se piensa en la muerte (sus razones hay) ni en los
efectos económicos que implicaran a los que nos sucedan. Como es sabido
cuando una persona fallece deja un conjunto de bienes, derechos y obligaciones
que no se extinguen, sino que pasan a una u otras personas. Por ello; a través del
tiempo se han creado normas destinadas a regular este tipo de situación y a
determinar los efectos que produce la muerte de un titular.

En una video conferencia, Colmenares (2020) mencionó que la muerte es un


hecho natural y este, a su vez, genera consecuencia jurídica, es decir; la muerte
es un hecho natural que luego se convierte en un hecho jurídico. Uno de los
temas importantes que conlleva este efecto jurídico es; primeramente, la apertura
de la sucesión del difunto, una vez la muerte, se abre la sucesión, es decir; a partir
allí se puede ejercer la sucesión hereditaria de forma legal. Y finalmente el tema
de adquisición o partición.

Se entiende como sucesión, la transmisión de los bienes, derechos y


obligaciones, de una persona fallecida, a una u otras personas (herederos), que
continuarán con la personalidad del causante. Así pues, cuando alguien fallece
(causante), ahora quedan los herederos o causahabientes de esta persona.

En la exponencia del día 7 de Noviembre, acerca del Impuesto Sobre


Sucesiones, indican que:

La sucesión la componen los herederos, los beneficiarios de ese causal, de esa


sucesión, de manera que, como tal aun cuando usted vea que haya un
administrador de esos bienes o haya inclusive un albacea, designado al
testamento, no pierde el carácter de sucesión como tal, es decir hay un interés
individual de cada heredero (…) y esa distribución la ordena el código civil o la
dispone el testador en un documento llamado testamento. (Colmenares, 2020)

Cabe destacar que, en la sucesión cuando surge la etapa del fallecimiento


hasta transcurrir la adjudicación definitiva o partición, esta atraviesa por ciertas
teorías o controversias sobre si la sucesión hereditaria tiene o no personalidad
jurídica. ¿Y qué es una persona jurídica?

Según el Código Civil (1982), nos indica en su artículo 19, que una persona
jurídica “son aquellos capaces de obligaciones y derechos, los cuales pueden ser
la Nación y entidades que la conforman, las iglesias, las universidades, todo ser o
cuerpos morales de carácter público; las asociaciones, corporaciones y
fundaciones lícitas”. En efecto, este artículo hace una enumeración limitativa de
las personas morales sin incluir en ella las sucesiones. Por lo tanto, formalmente
la sucesión no tiene personalidad jurídica, ya que la misma no cumple con estas
características expresadas en la ley.
En resumen, las sucesiones no son personas jurídicas, la sucesión es una
institución legal que tiene como finalidad la liquidación del patrimonio de una
persona que fallece, por ello no pueden contratar ni obligarse, es decir que en
este caso los derechos y obligaciones los poseen son los herederos y legatarios,
resultaría impropio e inconveniente decir que la sucesión, compra, vende o se
obliga.

En cuanto a, los testamentos; un testamento refleja la última voluntad de una


persona expresada en un documento, el cual querría que se cumpla después de
su muerte.

Según Colmenares (2020) en su exposición menciona que “el testamento es


consecuencia de la persona, previendo obviamente para el momento de su
muerte, dispuesto de una forma jurídica, unilateral y solemne todo el destino de
los bienes total o parcialmente para el momento de su muerte”.

En otras palabras, el testamento es un acto de una sola persona, que hace


con anticipación a la muerte, en donde se expresa su última voluntad respecto al
destino de sus bienes, y este a su vez, debe cumplir con formalidades o varios
requisitos establecidos por la ley, para que sea válido.

Cabe destacar que, el testamento se rige por normas que están en el Código
Civil. Y además, la materia de otorgamiento de testamento, es competencia de los
registradores o notarios. Por ende, es importante que los testamentos sean
elaborados de acuerdo a las leyes.

El ordenamiento jurídico venezolano reconoce tres (3) clases de testamentos:


el testamento ordinario, el testamento especial y el testamento otorgado en el
extranjero. En cuanto a, los testamentos ordinarios, según el Codito Civil (1982)
en su artículo 849 señala que “el testamento ordinario es abierto o cerrado”. Es
decir; que existen dos formas de testamentos ordinarios. El testamento ordinario
abierto, es aquel “en donde la persona expresa su voluntad en presencia del
registro, el registrador o del notario con el que tiene competencia ahora”
(Colmenares, 2020). Mientras que, el testamento cerrado, es cuando quien deja el
testamento no revela su voluntad, sino que la escribe en un documento, que
entrega a un notario, es decir; que solo el testador y la persona a quien él ha
encargado de redactar el testamento (si fuera el caso) conocen su contenido, ya
que el acto solo se hace público después de la apertura de la sucesión (Art. 851
del Código civil).

Por otro lado, el testamento especial o extraordinario es aquel que únicamente


es otorgado cuando el testador o el lugar donde el mismo se halla, está afectado
por determinadas circunstancias, las cuales pueden ser: en lugares donde reina
epidemia contagiosa grave (arts. 865-866 del Código Civil); a bordo de buques,
mercantes o de guerra, durante un viaje (arts. 867-874 del Código Civil); y por
militares en campaña (arts. 875-878 del Código Civil). (Derecho de sucesiones.
Francisco López Herrera. Págs. 211-212-213).

Respecto a, los testamentos especiales otorgados en lugares donde reina una


epidemia contagiosa grave, el código civil (1982) en su artículo 865 señala que”
en los lugares donde reine una epidemia grave que se repute contagiosa, es
válido el testamento hecho por escrito ante el Registrador o ante cualquiera
Autoridad Judicial de la jurisdicción, en presencia de dos testigos, no menores de
diez y ocho años y que sepan leer y escribir”. De manera que, el otorgamiento de
este excepcional testamento requiere de varias circunstancias concurrentes “que
se trate de una epidemia, es decir; una enfermedad infectocontagiosa como la que
ya estamos viendo; que sea una epidemia grave infecto contagiosa que conlleve
riesgos superiores para la salud” (Colmenares, 2020).

Cabe destacar que, en la actualidad, para nadie es un secreto que estamos


atravesamos por una pandemia. De tal manera, que se ha generado el decreto de
“Estado de alarma”. ¿Ahora en este contexto podemos presentar testamento?
Según colmenares (2020) en su exponencia nos aclara que “Mientras no haya
restricción del derecho de propiedad, como es fundamental para disponer por
testamento, entonces la persona puede testar en este momento”.

Referente a, los menores de edad; estos tienen la capacidad de testar a partir


de los seis (6)años de edad, según el código civil; otorgándoles entonces
testamentos especiales, a través de dos (2) testigos mayores de edad o por las
normas que establece el código civil. Sin embardo, debido a la pandemia
colmenares (2020) aseguro que los mismo serán otorgados por “una autoridad
judicial, el juez de primera instancia con competencia del domicilio de la persona;
es decir; del testador”. De hechos existen otros autores que lo afirman.

Cabe mencionar que, los testamento especiales caducan, según el Codito Civil
(1982) en su artículo 866 señala que “estos testamentos caducarán tres meses
después que la epidemia haya dejado de reinar en el lugar donde se encuentre el
testador, o tres meses después que éste se haya trasladado a un lugar no
dominado por la epidemia”. No obstante, lo que vivimos hoy en día no se trata de
una epidemia, sino de una pandemia; por ello sería de gran utilidad que el código
civil se actualice o establezca nuevas normas considerando la situación
pandemia, para poder tratar bien el tema.
Así pues, ciertamente el testamento es un documento que debe cumplir con
varias formalidades o procedimientos para que sea válido, ya que el mismo va a
ocasionar el llamado a la sucesión.

Ahora bien, en cuanto a las sucesiones; existe un tema importante que son “los
Impuestos”. Según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(1999) en su articulo133 señala que, es un deber colaborar con los gastos
públicos a través del impuesto, tasa y contribuciones establecidas en la ley.
Aunado a lo anterior, la Ley de Impuesto Sobre Sucesiones Donaciones y Demás
Ramos Conexos (1999) en su artículo 2 establece que “quedan obligados al pago
del impuesto establecido en la presente ley los beneficiarios de herencias y
legados que comprendan bienes muebles o inmuebles, derechos o acciones
situados en el territorio nacional” en este sentido, las personas recibidoras de
herencias o legados están sujetas al pago de impuesto sobre Sucesiones.

Las leyes o normas que rigen principalmente el tema de sucesiones son: la


Constitución, Código civil, Código Orgánico tributario y la Ley de Impuesto Sobre
Sucesiones Donaciones y Demás Ramos Conexos.

A través del tiempo han existido varias clases de declaraciones del impuesto
sobre sucesiones, pero en la actualidad se utiliza el sistema de declaración en
línea a través del portal fiscal (SENIAT). Esta declaración debe contener todos los
activos a nombre del fallecido o causante, a la apertura de su sucesión; y las
cargas bajo titularidad a la credencia de la apertura.

Dentro del marco legal podemos encontrar que existen dos formas de sucesión:
la testamentaria y la intestada. Básicamente en una el testador dispone
voluntariamente de los bienes, y en la otra se transmiten por parentesco según las
leyes vigentes.

Colmenares (2020) en su exponencia comenta “cada heredero legatario es


responsable del pago de impuesto sobre su cuota hereditaria, sobre legitima, si le
tocara por testamento, y en el caso de los herederos más forzoso o hubiese sido
beneficiario con un legado de capital, en cuanto al plazo; la ley da 180 días
hábiles, prorrogables” Dichos temas, lo regula el Código Orgánico Tributario.

Es importante también señalar que, las donaciones tienen impuesto desde el


año 1966 y la propia providencia que dicto el SENIAT, que es la Nº 0050, señala
que ese deber formal, debe cumplirse a través de la presentación de formularios
y el pago que se genere deberá efectuarse con la Planilla de Pago de Impuesto
sobre Sucesiones.
Cabe mencionar que, el tema sobre las donaciones es distinto al de
sucesiones, porque en el momento de recibir una herencia es cuándo se origina
lo que llamamos sucesión y la entrega de un bien es la donación, es decir; la
sucesión surge a partir de la muerte y entre vivos surge la donación. Además
aunque las sucesiones sean actos de transmisión que se asemejen a donaciones,
en este puede haber por ejemplo; emisiones de deudas, además en las
donaciones no existe un plazo de tiempo legal para la presentación de la
declaración, mientras que en la sucesión, como se mencionaba antes, existe un
plazo de 180 días. (Colmenares, 2020)

Sin duda, para poder cumplir con las normas o reglamentos y poder entender
todo lo que involucra el tema de impuesto sobre sucesiones y donaciones, es
necesario conocer las disposiciones del código Civil y de cualquier otra ley que la
regule.

En cuanto a, a la trayectoria del tributo sucesoral en el tiempo (pasado,


presente y futuro) en resumen tenemos que, en un principio el tributo sucesoral
se podía definir exclusivamente como un acto civil hasta el año 1936; que es
cuando se crea la primera Ley de Impuesto Sobre Sucesiones , dando le origen al
tributo; que hasta el año 1966 tenía un mecanismo todavía muy similar al derecho
civilista, ya que las declaraciones se hacían a través de documentos, los cuales
presentaban junto con los recaudos de la administración tributaria para que la
misma ejerciera el poder de liquidación y determinación, es decir no había
autoliquidación.

En los años 1970 surge lo que hoy conocemos como la Gerencia Tributaria
General y, posteriormente en 1983 entra en vigencia el Código Orgánico Tributario
y la aparición de procedimiento de autoliquidación y determinación por parte de un
sujeto pasivo, generando una nueva modalidad al tributo, pues cada contribuyente
podía llenar unos formatos y formularios, para poder presentar las declaraciones,
tributarias, pero aun subsistía el mismo procedimiento de liquidación conocido en
aquel entonces.

En el año 1994 y 1995 “es cuando entra el SENIAT como la institución que
desplaza a lo que era la antigua Dirección Sucesoral de renta del Ministerio de
Hacienda, entonces se crean las divisiones de recaudación, que son las
encargadas de llevar a cabo el procedimiento de liquidación de las declaraciones
de sucesiones y donaciones” (Zorrilla, 2020). Otro cambio significativo fue la
adaptación a la unidad tributaria, el cual fue un gran cambio positivo en materia
tributaria. Posterior a esto, ya han pasado 26 años, en los cuales; la ley no ha
sufrido ningún cambio sustancial, más si adjetiva, porque “en el año 2013 la
Providencia Administrativa 0050 cambia el mecanismo declarativo de formularios
para pasar hacer mixtos”. (Zorrilla, 2020). Es decir se podrán hacer de forma
manual y electrónicas.

Cabe destacar que, antes existían declaraciones complementarias, que se


hacían por ejemplo cuando un heredero no se había incluido. Hoy en día el código
civil las denomina declaraciones sustitutivas. Y en la actualidad, el portal del
SENIAT no admite declaraciones que no hayan sido formuladas antes del 2013, el
cual podemos decir que es un problema, porque aquellos que hayan realizado una
declaración primaria a través del formulario de forma S-32 tendrán que hacer la
sustitutiva a través de esos formularios. Otro problema que agrego la providencia
0050 es que “abandono la posibilidad de que las declaraciones de sucesiones por
donación se hicieran a través del portal” (Zorrilla, 2020). Así pues, toda donación
que se efectué en Venezuela se manejara de acuerdo a los formularios.

Por otra parte, es importante mencionar que las sucesiones también se


vinculan con las empresas. En tal sentido que, en caso de que fallezca un socio
de una empresa, esas acciones que poseía dentro de la organización, pasan a la
comunidad de herederos, es decir a la sucesión. Por consiguiente, se generaría
esta conexión entre ambos, sin embargo; esto no significa que automáticamente
pasan hacer los socios de la empresa, porque para ello hay que cumplir con una
serie de regulaciones establecidas en el Código Civil y el Código de Comercio.
(Zorrilla, 2020)

Además, el Impuesto Sobre Sucesiones también se conecta con otros tributos,


como lo son: el Impuesto Sobre la Renta (ISLR), el Impuesto al Valor Agregado
(IVA), el Impuesto sobre Licores y el Impuesto a los Grandes Patrimonios. Un
ejemplo simple de cómo se vincula la sucesión con uno de estos tributos seria; en
el caso del IVA, cuando “la sucesión está en el trámite de fallecimiento y
adquieren los servicios funerarios que son conexos a la muerte, pues también
están siendo contribuyentes del IVA como consumidor”. (Zorrilla, 2020). Es
importante que, se entienda que las sucesiones obviamente se vinculan con cada
uno de los tributos en distintas formas.

Otro tema importante, es el tema de las Tecnologías de la Información y


Comunicación en el Procedimiento Sucesoral. Al hacer uso de las TIC “se estaría
cumpliendo con un mandato de las Naciones Unidas, en Tributación Digital a
través de la Organización Internacional de tributos y también del Centro
Interamericano de Administraciones Tributarias, ya que han dado las pautas para
que esto se cumpla”. (Zorrilla, 2020). El uso de las TIC, son muy importantes,
porque facilitarían en cierta forma todos los procedimientos que conllevan las
sucesiones, por ejemplo; harían que lo tramites sean un poco más sencillos y
menos engorrosos, así como también menos costoso; ya que este tipo de
impuesto exige mucha documentación.

A resumidas cuentas, el Impuesto Sobre Sucesiones es aquel que grava los


bienes adquiridos a través de herencias, legados o donaciones. Este Impuesto es
uno de los más antiguos e importantes en Venezuela y representa un deber
constitucional. Y también requiere de mejoras, es decir; modificaciones o cambios
de manera que se adapte a los nuevos tiempos, ya que hace muchos años que
lay no ha sufrido ningún cambio sustantivo.

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