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5.4. El río y la cuenca. La biocenosis del río. Flujos ecológicos y dinámica fluvial.
5.5. Régimen de caudales. La Directiva Marco del Agua y su importancia en la gestión del
agua.
5.6. Ciclo térmico y tipos de embalses. Balance de oxígeno. Flujo de nutrientes y eutrofización.
Composición química singular. Los electrones están distribuidos de forma muy asimétrica.
Polaridad: la mayor carga negativa se sitúa en el oxígeno y la mayor carga positiva en los
átomos de hidrógeno.
Esta composición hace que las moléculas interaccionen entre sí, se agrupen en forma de
cadenas y sea líquida.
También por sus propiedades fisicoquímicas, el agua es una de las pocas sustancias que en
estado sólido tiene menos densidad que en el líquido (el hielo flota sobre el agua).
Estas propiedades permiten que pueda cambiar entre los estados gaseoso, líquido y sólido en
un margen de temperaturas relativamente pequeño (0 ºC y 100 ºC).
El agua líquida es el medio ideal para la disolución de otros compuestos polares, por ejemplo el
cloruro sódico o sal común (NaCl).
El agua siempre se está moviendo alrededor, a través y sobre la Tierra en forma de vapor,
agua líquida y hielo, cambiando continuamente de forma.
Se podría admitir que la cantidad total de agua que existe en la Tierra, en sus tres fases
(sólida, líquida y gaseosa), se ha mantenido constante desde la aparición de la Humanidad
(sistema cerrado).
Este mismo agua está siendo reciclada continuamente alrededor del planeta.
Sólo el 1% del agua dulce del planeta es apta para el uso humano.
España, en su conjunto, no puede considerarse como un país seco en el contexto mundial (640
mm/año).
El acceso al agua constituye uno de los problemas territoriales más importantes, y es el más
crítico en relación con los otros recursos naturales del país.
La distribución desigual de este recurso en España puede apreciarse en las tres vertientes en
que se divide el país: la vertiente cantábrica, la vertiente atlántica y la vertiente mediterránea.
En general, la precipitación media es mayor en las cuencas de las vertientes cantábrica y
atlántica que en las cuencas mediterráneas.
La cuenca del Norte supera con creces el promedio nacional, mientras que las menores lluvias
se registran en la cuenca del Segura.
La menor aportación explica por qué en las vertientes cantábrica y atlántica se concentra el
73% de los recursos hídricos naturales, frente al 27% de la vertiente mediterránea.
La demanda total de agua también presenta importantes diferencias regionales. Desde el punto
de vista cuantitativo destaca la demanda para riego, que representa cerca del 80% del total,
seguida del abastecimiento urbano (14%) y de la demanda para la industria (6%).
En los últimos años, la tecnología asociada a la desalación del agua marina ha alcanzado
también un gran desarrollo, y las plantas en las que se "fabrica" agua potable se están
multiplicando por todas las regiones litorales de España.
Cada uno de estos organismos abarca o bien el territorio de una gran cuenca hidrográfica
(Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Ebro) o bien agrupa una serie de cuencas afines de
pequeñas dimensiones (Galicia-Costa, Norte, Cuencas Internas del País Vasco, Sur, Segura,
Júcar, Cuencas Internas de Cataluña, Baleares y Canarias).
Una nube es un volumen de aire que se hace visible al contener una menor o mayor cantidad
de minúsculas gotitas de agua o cristales de hielo, o una combinación de las dos.
Estas gotitas de agua o cristales de hielo suelen tener un tamaño muy pequeño (el diámetro
común es de 0,01 mm) y por lo tanto pueden flotar en el aire, formando un número de unas
1000 por centímetro cúbico.
Las nubes se forman bien por condensación (paso de vapor de agua a agua líquida) o por
sublimación (directamente de vapor de agua a cristales de hielo).
En una nube se pueden encontrar las tres formas acuosas que las forman: gotas de agua,
gotas de agua congelada y cristales de hielo.
→ Cuando el relieve, como puede ser una montaña, obstaculiza el flujo de aire. Esta
masa de aire en movimiento en el intento de salvar este obstáculo, en parte lo rodea y otro
porcentaje se ve obligada a ascender originando así el proceso de condensación o
sublimación.
→ Los frentes los componen dos masas de aire con características de humedad y
temperatura diferentes, los de menor densidad tienden a elevarse por encima del otro.
Las nubes se clasifican también de acuerdo con su altitud en: nubes de nivel bajo (hasta 2000
m), de nivel medio (2000-6000 m), y de nivel alto (más de 6000 m).
• Las nubes de nivel alto son frías e irradian poco calor al espacio; reflejando la radiación
térmica de vuelta a la superficie terrestre, calentando la atmósfera.
• Las nubes de nivel bajo, más compactas y cálidas, emiten más radiación térmica al espacio
que la que reflejan de vuelta a la Tierra. Actúan como una sombrilla, reflejando la luz del
Sol y por tanto enfriando la superficie de la Tierra.
La cuenca fluvial es el territorio drenado por un río y la totalidad de sus afluentes, y cuyo
perímetro queda delimitado por la divisoria o interfluvio.
La cuenca ofrece una gran ventaja en cuanto a la claridad de su delimitación física, y define
una parte del biotopo presente en todos los ecosistemas terrestres.
Aunque es cierto que las relaciones biológicas que se producen no tienen que estar ligadas a
los límites de la cuenca, el flujo de elementos químicos sí que está ligado al flujo de agua en
ella, (superficial y subterránea).
En las cuencas podemos conocer, por tanto, la entrada de elementos químicos (analizando la
composición y el volumen de agua de lluvia y los depósitos sólidos arrastrados por el viento) y
la salida de estos (realizando el estudio de las aguas que circulan por el punto más bajo del
cauce).
Esto permite establecer de forma clara el balance total de su flujo dentro del ecosistema.
El ecosistema fluvial abarca tanto los aspectos referentes a la forma y longitud de su cuenca,
su recorrido y el régimen de su caudal, como los referentes a las relaciones establecidas con
otros elementos, tanto inertes como vivos.
El calor latente es absorbido por el hielo para romper los enlaces de los cristales, fuertemente
ordenados, y fundirse.
Para romper los enlaces del hidrógeno en el agua líquida y que las moléculas pasen a vapor se
necesita más energía. Esta energía se llama calor latente de vaporización = 597 cal g-1.
En la condensación, se libera este calor. Esta energía se llama calor latente de condensación =
597 cal g-1.
A partir de ahí, después de unos pocos km, la variación de la temperatura con la altura cambia
de signo aumentando, aunque más lentamente, a lo largo de varios kilómetros.
El Sol se encuentra en uno de los focos de la elipse. La distancia media Sol-Tierra es 1 U.A.
(Unidad Astronómica), que equivale a 149,6 M km.
Gradientes de presión.
Dos situaciones en las que se crea un gradiente de presiones entre los puntos a y b:
1. Pendiente en la superficie.
Hay más moléculas de aire (más masa) por encima del nivel de vuelo en la columna
cálida que en la fría. Por tanto, a la altura del avión se detecta más alta presión en la
La fuerza del gradiente de presión vertical (Pz) es mucho mayor (del orden de 100 veces) que
la fuerza del gradiente de presión horizontal (Ph).
La fuerza de la gravedad (G) siempre actúa hacia abajo, en sentido contrario a la FGP (Pz); las
moléculas de aire son atraídas hacia el centro de la tierra.
No es una fuerza real (en el sentido convencional “newtoniano” de la palabra) en tanto que, por
sí misma, no origina un movimiento.
Proporcional a la velocidad el viento puesto que cuanto mayor es la velocidad del móvil (en
nuestro caso el viento), mayor es la fuerza de Coriolis sobre él.
Si se supone un viento rectilíneo (Ce = 0) en altura, lejos de la superficie, por lo que (Fr = 0),
entonces:
Si se recuerda también que la fuerza del gradiente de presión tiene su componente vertical
(FGPV) compensada por la fuerza de gravedad (hipótesis de equilibrio hidrostático), resulta por
tanto:
2.
3.
Viento Geostrófico.
El rozamiento reduce la velocidad y con ello la fuerza de Coriolis. Por tanto, las fuerzas FGP y
Co ya no se anulan.
FGPH + Co + Fr = 0.
El viento térmico.
Recordemos los efectos que las diferencias horizontales de temperatura tienen en la presión:
Una diferencia horizontal de temperaturas origina una diferencia horizontal de presiones, tanto
mayor cuanto mayor es la altura.
Las superficies isobáricas se inclinan, estando más elevadas donde el aire es más cálido.
Como la diferencia de presiones, para una misma altura sobre el suelo, crece con la altura, la
componente horizontal de la FGP se incrementa con la altura.
El viento térmico es el “viento añadido” que hace que el viento geostrófico aumente con la
altura, debido a la variación térmica horizontal.
• Microescala.
Tamaño: metros (hasta 2 Km).
Tiempo: segundos.
• Mesoscala.
Tamaño: kilómetros (entre 2 y 200).
Tiempo: desde minutos hasta horas.
• Sinóptica.
Tamaño: desde los 200 hasta los 2000 Km.
Tiempo: días.
• Global (planetaria).
Tamaño: global.
Tiempo: desde días hasta semanas.
Ejemplos:
• Estacionarios, las ondas de montaña.
• Con desplazamiento, las bolsas de aire en altura con T.A.C. = Turbulencia en Aire Claro
(Aeronáutica).
Esta isla de calor genera una capa de contaminación (una “tapadera”) ligeramente elevada
sobre la ciudad.
Los fuertes vientos la arrastran y forman, a veces, un penacho de contaminación, que parte
desde la ciudad.
Regiones de origen:
• Océanos.
• Grandes extensiones de tierras cubiertas de nieve.
El aire (mal conductor del calor, debido al calor latente) necesita estar en contacto con la región
de origen durante un largo periodo de tiempo para adquirir sus características y alcanzar
homogeneidad en toda la masa.
.
El régimen hidrológico es el elemento más expresivo de la hidrología pues los ciclos vitales de
los organismos están sincronizados con estas variaciones. La morfología de los cauces y las
comunidades biológicas que los habitan están adaptadas a un determinado régimen de
caudales
Nivel de aguas bajas→ Porción del perfil siempre cubierto por las aguas, incluso en estiaje. Es
el nivel mínimo admisible para determinadas especies.
Nivel de cauce activo→ Está inundado la mayor parte del tiempo. Por él discurre el caudal
dominante, responsable de la forma del perfil transversal.
En general el caudal dominante es aquel que tiene un período de retorno de 1,5 – 2 años. Se
corresponde con el caudal para el cual la relación anchura/profundidad es mínima.
El cauce activo delimita la ribera del río. Según la Ley de Aguas las “riberas” son las partes
laterales del cauce que quedarían entre este nivel y el de aguas bajas o estiaje.
Es el movimiento, correr, de un fluido. En este caso hace referencia al movimiento del agua.
Este flujo tiene la forma de una capa delgada de agua que escurre a lo largo de una superficie.
El flujo del río es turbulento, movimiento caótico. Su velocidad varía de un punto a otro, y las
direcciones de flujo no son estrictamente paralelas.
El agua erosiona, levanta y transporta los materiales del cauce. La turbulencia mantiene en
suspensión partículas sólidas y así pueden ser transportadas a través del flujo.
• Flujo superficial.
• Flujo subterráneo.
La cuenca tiene la característica principal de que la lluvia queda casi perfectamente delimitada
por las divisorias.
El agua que cae humedece el terreno y se filtra poco a poco. Si la lluvia es suficientemente
fuerte, el terreno es incapaz de dejar pasar todo el agua que cae y comienza a escurrir por la
superficie. Lo hace en forma de pequeños cauces que se van uniendo con otros hasta llegar a
los torrentes y ríos.
La forma de poder controlar el agua en una cuenca es aplicar la ecuación de conservación de
la masa.
Para poder evaluar o intentar evaluar el balance hidrológico de una cuenca se han de conocer
todas las partidas que están involucradas.
La simplificación del flujo y los procesos de agua en una cuenca radica en los procesos físicos
individuales. La simplificación matemática es importante para poder evaluar con rapidez los
valores de las variables que nos interesan: los niveles de agua y el caudal.
En regiones de carácter seco es imprescindible conocer las cantidades de agua disponible con
cierta precisión, lo cual permite gestionar el agua disponible, y si a ello se suma la predicción
es posible adelantarse a acontecimientos futuros para la tranquilidad de los habitantes de la
cuenca.
Existen diferentes métodos de medición de los datos que se necesitan, como son:
- La precipitación.
- La infiltración.
- La evapotranspiración.
- El flujo en el cauce.
A) Terreno en estudio.
B) Balanza.
Utilizando estas y otras técnicas de medición se pueden obtener los valores necesarios para
realizar el balance hídrico de la cuenca de estudio.
Después de los episodios de lluvia, toda el agua que no es capaz de ser filtrada por el terreno
pasa a escorrentía circulando por la superficie.
• Área de la cuenca.
• Altura de precipitación total.
• Características generales de la cuenca.
• Distribución temporal de la lluvia.
• Distribución espacial de la lluvia.
Sólo una parte de la lluvia produce una escorrentía superficial que sale en forma de flujo en el
punto P de salida de la cuenca escogida.
C = Ve / Vp
Esta definición es general y se usa para saber la producción media anual de una cuenca.
Existen diferentes métodos de cálculo de este coeficiente y tablas de valores típicos del
coeficiente de escorrentía para distintos tipos de área y para diferentes tipos de superficies:
Es el tiempo mínimo necesario para que todos los puntos de una cuenca estén aportando agua
de escorrentía de forma simultánea al punto de salida o punto de desagüe.
Está determinado por el tiempo que tarda en llegar a la salida de la cuenca el agua que
procede del punto hidrológicamente más alejado, y representa el momento a partir del cual el
caudal de escorrentía es constante, al tiempo que máximo.
Nota: El punto hidrológicamente más alejado es aquél desde el que el agua de escorrentía
emplea más tiempo en llegar a la salida.
Para una lluvia de intensidad constante el caudal en la salida irá aumentando a medida que
vaya llegando el agua de escorrentía procedente de puntos hidrológicamente cada vez más
alejados, manteniéndose constante a partir del momento en el que el punto más alejado ya
esté aportando agua a la salida.
Coeficiente de escorrentía→
El umbral de escorrentía→
Tiempo de concentración→
El tiempo de concentración (tc) calculado por este método es función de la longitud (L) del
cauce principal en kilómetros y de la pendiente (S) de este cauce principal en tanto por uno y
se expresa en horas.
La cuenca ofrece una gran ventaja en cuanto a la claridad de su delimitación física. Lo cual
puede facilitar los análisis de este ecosistema.
Según el artículo 4.2. del RDPH, “Se considera como caudal de la máxima crecida ordinaria la
media de los máximos caudales anuales, en su régimen natural, producidos durante diez años
consecutivos, que sean representativos del comportamiento hidráulico de la corriente”.
“Franjas laterales de los cauces públicos situadas por encima del nivel de las aguas
bajas” (Art. 6 TRLA). Franjas del cauce que se inundan en las crecidas ordinarias.
Según el Art. 14 del RDPH, estas zonas son: “las delimitadas por los niveles teóricos que
alcanzarían las aguas en las avenidas cuyo período estadístico de retorno sea de quinientos
años, atendiendo a estudios geomorfológicos, hidrológicos e hidráulicos, así como de series de
avenidas históricas y documentos o evidencias históricas de las mismas”.
Los ríos han interactuado con el medio que los rodea desde hace millones de años.
Como resultado de los fenómenos de erosión, transporte y sedimentación, los ríos han
configurado un perfil longitudinal y numerosos perfiles transversales, a lo largo de todo su
cauce.
Estos perfiles varían dependiendo de las características del terreno por donde transcurren y de
sus características geofísicas y climatológicas.
El perfil longitudinal Es la representación del recorrido del río por la topografía del terreno. La
forma del perfil refleja el tipo de río y aporta mucha información acerca de su dinámica.
• Curso alto. Se encuentra en la cabecera del río, es el tramo de mayor pendiente, en el que
predomina la erosión.
• Curso medio. Tramo que funciona como zona de transporte, aunque en determinados
puntos se produce sedimentación e incluso erosión, dependiendo de las variaciones de
caudal.
• Curso bajo. Tramo próximo la desembocadura o nivel de base del río. En él la pendiente
es menor, aunque el caudal es mayor. Es la zona de acumulación de sedimentos.
Impone fuertes restricciones a los organismos, por lo que ha acabado modelando muchos de
sus rasgos vitales.
Todos los ecosistemas cambian con el tiempo por las perturbaciones ambientales que puedan
acontecer.
En los ríos, las perturbaciones más frecuentes suelen ser las riadas o avenidas, que arrastran
gran parte de los organismos dejando nichos libres para nuevos colonizadores.
Dentro del ecosistema fluvial los microorganismos descomponedores y las plantas (fitoplancton
y vegetación) toman del rio las sustancias necesarias para desarrollarse.
Está compuesta por comunidades vegetales asociadas a los cauces de agua, tanto
permanentes como temporales. Depende de las características de cada cauce fluvial:
El hecho de que en el río se presenten dos medios diferentes, acuático y terrestre, hace que
albergue una gran biodiversidad.
. Siempre que la
inundación del suelo no sea permanente a lo largo del año. Se trata de cañaverales, juncales y
herbazales, ricos en menta, juncos o colas de caballo.
La primera de ellas es la sauceda y aliseda, donde aparecen diferentes sauces junto a alisos,
que se acompañan de adelfas y tarajes.
• Invertebrados.
• Vertebrados.
Las bacterias y los hongos realizan la crucial función del reciclaje y reutilización del material
orgánico que entra en el ecosistema, tanto el derivado de los productores primarios, como de la
hojarasca, ramas y madera.
Los ríos y los humedales son los únicos ecosistemas continentales donde se encuentran
representados todos los grupos de vertebrados: peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
Representan más del 50% de la biodiversidad de los vertebrados en el río. Poseen una función
crucial en la regulación de la estructura y funcionamiento de los ecosistemas acuáticos.
Ocupan diferentes escalones dentro de la red trófica.
Encuentran en el contacto tierra-agua su hábitat por excelencia, de ahí que los ríos constituyan
un ecosistema muy importante para ellos.
Poseen una piel muy permeable a sustancias químicas y una movilidad reducida, suelen ser
buenos indicadores del estado del ecosistema a nivel local.
Algunos grupos son exclusivos de estos ambientes, como algunas culebras de agua o de
galápagos.
En general, todos los mamíferos se acercan al río a comer, beber o refugiarse. Los pequeños
mamíferos, como ratones, lirones y musarañas son especialmente abundantes.
Además, las riberas dan cabida a grandes carnívoros: son lugares elegidos frecuentemente
para su reproducción por animales como el lobo.
Las especies de herbívoros como ciervos o gamos, visitan con periodicidad la ribera, sobre
todo de noche, para beber. Los murciélagos, sobrevuelan el río capturando ingentes
cantidades de insectos.
Por regla general, todas las aves dependen de ciertos aguaderos a los que acuden
diariamente, no sólo para beber, sino también por la necesidad que tienen de lavar y
desparasitar su plumaje.
Existen numerosos fenómenos que afectan a los ríos. Estas alteraciones se manifiestan
principalmente modificando el régimen del caudal, la cantidad de agua, la calidad de la misma
o la estructura del hábitat del bosque de ribera.
Extracción de áridos. Los áridos son el material de depósito de los ríos. Su extracción
modifica la forma del cauce, produce la pérdida de ecosistemas vegetales, favorece la erosión
y simplifica la complejidad del hábitat fluvial.
Ocupación de los márgenes y ribera. La ocupación de los ríos, suele ser la situación más
frecuente en los ríos. Esto, además de suponer la eliminación directa de los ecosistemas,
afecta negativamente a la capacidad de recarga de los acuíferos, disminuye la capacidad de
autodepuración natural y aumenta el riesgo de afecciones por inundación.
Las características geológicas y el clima son los factores clave que explican las diferencias
entre ríos de distintas latitudes y biomas.
La estructura del ecosistema fluvial (el cauce, la zona de ribera, la llanura de inundación, la
zona hiporreica) cambian en tamaño y complejidad como respuesta a la hidrología.
• Espacialmente existe gran diferencia entre tramos de cabecera, y tramos medios y bajos,
con una pendiente decreciente, mayor anchura, profundidad y caudal.
• Su dinamismo temporal se aprecia en las variaciones de caudal o de concentración de
elementos o materiales en suspensión, que pueden influir en la disponibilidad de luz.
El cauce suele presentar gran diversidad de formas, con rápidos y pozas, presas de materiales
orgánicos y barras de sedimento, constituyendo hábitats donde aparecen comunidades
biológicas diferenciadas.
En las riberas, la vegetación tiene un papel fundamental dentro de la dinámica del ecosistema
ya que ayuda a la fijación de nutrientes disueltos. La zona de ribera es un auténtico corredor
biológico y una zona de reserva para la flora y la fauna en los ecosistemas terrestres vecinos,
hasta el punto que más del 60 % de las especies de todo el mundo viven en riberas fluviales.
Los ecosistemas fluviales tienen un componente subterráneo que no se ve, pero que tiene gran
importancia: el hiporreos, o río inferior buena parte del agua que transportan los ríos no
discurre como agua superficial, sino entre los sedimentos.
Estos procesos cobran gran importancia, por ejemplo, en la autodepuración de las aguas.
• El caudal. Es la cantidad de agua que circula por el río en un punto determinado. Suele
expresar valores medios de un periodo de tiempo determinado (años, meses, días, etc.).
• La irregularidad. Es el cociente entre el caudal medio del año más caudaloso y el del
menos caudaloso. Da idea de la variabilidad del caudal medio del río.
• Las crecidas y estiajes. Son fenómenos extremos. Se estudia su duración, volumen,
fecha, frecuencia o probabilidad de ocurrencia.
• Las variaciones estacionales. Muestran la relación entre el caudal de un mes y el caudal
promedio del año. Se calcularían como el cociente entre el caudal mensual y el caudal
promedio anual.
• Los materiales transportados. Son todas aquellas partículas arrastradas por el río. Se
expresan en Kg/m3.
Los ríos pueden tener dos tipos de regímenes:
Los recursos alimentarios cambian con el tipo de río, pero también a lo largo del año, y con
eventos más o menos impredecibles como las riadas.
Las comunidades de seres vivos responden a esos cambios, proliferando las especies cuyos
recursos son más abundantes en un momento determinado y reduciendo la disponibilidad de
esos recursos.
Este se puede estimar mediante cámaras de incubación en las que se mide la variación de
oxígeno o de carbono.
Estas aproximaciones permiten estudiar la dinámica trófica del sistema y determinar las tasas
de transferencia entre los distintos componentes.
En el eje fluvial se produce una sucesión continua de cambios desde la cabecera hacia la
desembocadura.
A medida que el orden del río aumenta se reduce el material aportado desde la ribera y
aumenta la disponibilidad de luz, lo que posibilita una mayor cantidad de productores y un
predominio de los consumidores.
A estas tendencias halladas en el eje fluvial hay que sumarles las que ocurren en el eje
horizontal (llanura aluvial) y el vertical (hiporreos).
Mediante esta Directiva, la Unión Europea organiza la gestión del agua (superficiales,
continentales, de transición, aguas costeras y subterráneas) con el fin de prevenir y reducir su
contaminación, fomentar su uso sostenible, proteger el medio acuático, mejorar la situación de
los ecosistemas acuáticos y paliar los efectos de las inundaciones y de las sequías.
Se trata de un proceso que debería estar orientado hacia la gestión adaptativa y caracterizado
por la rigurosidad analítica, la racionalidad económica (en sentido amplio), y la transparencia y
participación pública.
La DMA establecía un claro calendario, según el cual los planes de cuenca deberían haber sido
aprobados en diciembre de 2009.
De esta manera los programas de medidas serían implementados a partir de ese momento y
se pudiese avanzar hacia el objetivo de alcanzar el buen estado ecológico de nuestros ríos,
acuíferos y masas costeras antes del 2015.
Los planes de las demarcaciones del Duero, Guadalquivir, Guadiana, Miño-Sil y Cantábrico
han finalizado el proceso de consulta pública y están pendientes de aprobación definitiva.
De los planes restantes el plan de Baleares está en revisión, el del Ebro está en período de
consulta pública, y los planes del Tajo, Júcar y Segura están todavía pendientes de
publicación.
Como consecuencia de estos retrasos, España está entre los únicos 4 países de los 27 de la
Unión Europea que no ha sido capaz de cumplir con el calendario establecido por la DMA (los
otros son Grecia, Portugal y Bélgica).
La DMA muestra el camino para realizar una política de gestión de agua en la que:
El texto legal de la DMA empieza diciendo "El agua no es un bien comercial como los demás,
sino un patrimonio que hay que proteger, defender y tratar como tal“.
Todavía nos queda camino para conseguir que este principio rector dirija realmente la política y
la gestión de aguas.
La Directiva establece un vínculo claro y directo con el resto de directivas europeas que tengan
por objeto la protección de aguas superficiales o subterráneas o la conservación de los hábitats
y las especies relacionadas con este recurso.
En las masas de agua que se encuentran en espacios protegidos de la Red Natura 2000 que
dependen del agua se ha de determinar el objetivo más riguroso que favorezca la conservación
de dicho espacio.
Estos Planes Hidrológicos de Cuenca y los Planes de Gestión de Espacios Red Natura
2000 permiten el solapamiento de tareas (diagnósticos, objetivos, medidas y seguimiento) entre
la planificación y gestión de cuencas (DMA) y de espacios protegidos (bajo las Directivas de
Aves y Hábitats).
Los embalses como ecosistemas tienen una parte que funciona como un río en la zona de cola
y otra que lo hace como un lago en la zona de la presa.
Los embalses retienen gran cantidad de agua, como los lagos, y en ellos el agua circula a
velocidad reducida. La velocidad del flujo va disminuyendo a medida que aumenta la sección
debido a la elevación del nivel de agua en el río.
Este flujo lento favorece los procesos de sedimentación de los materiales en suspensión que
transporta el curso fluvial, aumenta la superficie libre de la lámina de agua y aumenta la
profundidad de la masa de agua.
Estos cambios tan importantes y radicales dentro de un río provocan profundas modificaciones
en las relaciones de las especies que habitan este curso fluvial, además de la redistribución de
estas dentro del ecosistema.
Los embalses generan ecosistemas con características propias dentro de los ecosistemas
fluviales.
Las características de cada embalse concreto serán las que lo acerquen más a modelos de
comportamiento de río o de lago, ya que son sistemas intermedios entre ambos.
La creación de embalses ha sido utilizada para dotar reservas de agua que permitan el
abastecimiento. Esta disponibilidad de agua adecuada para el abastecimiento empieza a ser
cada vez menor.
A la vista de este hecho se hace necesario conocer los fenómenos que se desarrollan en los
embalses y que tienen relación con la calidad del agua. Esto queda patente en el marco
establecido por la DMA. Para ello es necesario conocer los grupos interdisciplinares de
técnicos que trabajen e investiguen conjuntamente.
Existen una serie de factores físicos y químicos que influyen en la dinámica de los ecosistemas
de los embalses. Entre ellos se pueden encontrar:
Físicos
Químicos
La energía solar que llega a la superficie de los lagos origina el calentamiento de las masas de
agua.
Si el agua tiene poco movimiento las capas superiores se calientan más que las capas de agua
profunda. Ello causa una diferencia de temperatura a medida que aumenta la profundidad. Este
factor influye en la densidad, viscosidad y movimiento del agua.
La luz tiene gran importancia por el proceso fotosintético. Sin luz no hay plantas.
En el agua, la luz se va extinguiendo a medida que aumenta la profundidad, las sustancias en
disolución y el material que está en suspensión.
Los lagos con pocos sedimentos tienen aguas transparentes que dejan penetrar
profundamente la luz.
Cuando hay muchos materiales en suspensión, la penetración de la luz será menor. Este
hecho puede constituir un factor limitante para el desarrollo de los organismos vivos.
El oxígeno y el anhídrido carbónico disueltos en el agua son los dos gases de mayor
importancia.
Tanto la concentración de oxígeno como la del anhídrido carbónico constituyen con frecuencia
factores limitantes.
El oxígeno disuelto en el agua proviene de la fotosíntesis que realizan los vegetales con
clorofila. Como esta actividad fotosintética es mayor en las capas superiores bien iluminadas,
su concentración será mayor a este nivel. En los niveles próximos al fondo, su concentración
es mínima.
El anhídrido carbónico (CO2 ) es un gas que se combina con el agua para formar ácido
carbónico. Proviene de la atmósfera y de la actividad respiratoria de los organismos.
En las aguas dulces las sales minerales más abundantes son los carbonatos, los sulfatos y los
cloruros. Los cationes de mayor importancia son el calcio (64%), el magnesio (17%), el sodio
(16%) y el potasio (3%).
La concentración de sales minerales en las aguas dulces, tienen relación con los procesos de
osmorregulación de los seres vivos. Estos, presentan en mecanismos de regulación de la
presión osmótica, lo cual les permite subsistir en medios de diferente concentración a la del
medio interno.
La calidad del agua en España varía mucho entre comunidades autónomas, y en algunas
provincias dentro de la misma comunidad; la calidad sanitaria del agua de consumo en España
en el año 2.009 fue apta para el consumo en el 99,6% de los boletines de análisis oficiales
notificados en SINAC, 0,5 puntos más que en el 2.008.
Por lo general el agua es de buena calidad, pero el nivel de dureza del agua sí que varía
mucho.
La Dureza del agua es la concentración de compuestos minerales que hay en una determinada
cantidad de agua, en referencia a la suma de sales de magnesio y el calcio que lleva (por ser
las más comunes).
Aguas ligeramente duras (media) - Concentración de entre 50-100 mg/l de carbonato cálcico,
entre 5 y 10 grados franceses.
Aguas duras - Concentración entre 100 y 200 mg/l de carbonato cálcico, entre 10 y 20 grados
franceses.
Aguas muy duras - Concentración de más de 200 mg/l de carbonato cálcico, más de 20 grados
franceses.
La dureza del agua también se puede expresar en grados franceses (°fH) o en grados
alemanes (°dH). La equivalencia entre estas unidades y la dureza expresada en mg/l de
carbonato cálcico es la siguiente:
1 °fH = 10 mg CaCO3/l
Si el pH de una solución o del suelo es 7, existe un equilibrio entre los iones; por tanto este
valor constituye el punto neutro, el cual corresponde al agua pura (agua destilada).
Por debajo de este valor, el pH es ácido y lo será tanto más, cuanto más se aproxime a 0. Por
encima del punto neutro (7), los valores expresan alcalinidad y ésta será más alta cuanto más
se aproxime a 14.
Hay organismos que viven en aguas con un pH ácido; otros viven en medios acuáticos
alcalinos.
La planta Typha angustifolia (enea) vive en aguas con un pH de 8.4 a 9. Los hongos, y otros
organismos, viven en medios ácidos.
Así, las masas de agua de los embalses estarán sometidas a unas ganancias netas de calor
durante el verano y unas pérdidas netas en invierno.
Aunque las termoclinas pueden, en pequeñas variaciones, durar meses, se destruyen en una
semana.
En los lagos profundos los nutrientes y la materia procedente de la parte superior, o liberados
desde el sedimento, se retienen en la parte inferior hasta que se produce la mezcla de las
diferentes capas de agua.
En los lagos someros no existe esta estratificación, y la masa de agua tiende a estar
completamente mezclada como consecuencia del efecto del viento.
• Amicticos → Son los embalses en los que nunca se produce mezcla entre hipolimnion y
epilimnion porque están siempre cubiertos de hielo.
• Holomicticos → En ellos el agua del fondo y de la superficie se mezcla alguna vez a lo
largo del año, mezcla completa de toda el agua.
Este efecto puede producirse por diferentes causas: por el aporte al embalse de un caudal
de agua salina, por la existencia de manantiales de agua salina en el fondo o por la
liberación de sales en la descomposición de los sedimentos o de la materia orgánica.
Según el número de veces que se desarrolla el ciclo de mezcla se pueden clasificar en:
• Oligomícticos, son los embalses tropicales con temperaturas muy superiores a los 4º C.
Aun cuando tienen un escaso gradiente la estratificación es muy estable y presentan
irregularidades y escasos periodos de mezcla.
• Polimícticos, son embalses de gran superficie y profundidad media. Se localizan en zonas
ecuatoriales con escasa variación anual de temperaturas. El calor diurno y la pérdida de
temperatura nocturna pueden producir la mezcla completa cada día.
En los embalses quedan aislados determinados volúmenes de agua en las zonas más
profundas. Esto provoca que se produzca una compartimentación de la masa de agua.
El flujo de nutrientes, junto con la forma y topografía del fondo de los embalses y las
características climáticas, es uno de los factores que regulan la producción de biomasa en los
ecosistemas acuáticos y que, por tanto, determinan las condiciones de eutrofización.
Todos los lagos, naturales o artificiales, están condenados a ser colmados por los sedimentos
que el agua aporta de manera sistemática. El lago acabará transformándose en una superficie
encharcada que dará paso a un margal y después a un bosque.
En esas condiciones de estabilidad ecosistémica los sedimentos en los lagos a los que vierten
las cuencas hidrográficas representan apenas una capa de un milímetro de espesor al año. Se
tardarían 1000 años en alcanzar un metro de espesor.
Vamos a centrar la atención en las sustancias disueltas que los ríos aportan a los embalses,
aquellas sustancias utilizadas por las especies de fitoplancton para crear la materia orgánica,
introducida posteriormente a las redes tróficas.
• Nitratos (NO-3).
• Fosfatos (PO4 -3).
• Sulfatos (SO4 -2).
• Carbonatos (CO3 −2).
• Cationes de Ca, Mg, Na, K o Fe.
De todas estas sustancias hay algunas que son un factor limitante en el desarrollo de especies
productoras como las algas.
Generalmente el fósforo es el factor más limitante y el que marca la cantidad de algas que se
podrán encontrar en el embalse.
3. Los cuerpos de los organismos que van muriendo, van aumentando también en forma
exponencial, al tener ciclos vitales muy cortos y van descendiendo al fondo.
Los lagos oligotróficos suelen tener un bajo contenido de nutrientes, una gran profundidad, un
crecimiento de algas escaso, pero repartido en toda la masa de agua, y un alto contenido de
oxígeno disuelto.
En el extremo opuesto están los eutróficos, con un alto contenido de nutrientes, un gran
crecimiento de algas concentrado en la superficie, unas profundidades no superiores a los 15
metros, una gran turbiedad y un contenido escaso de oxígeno disuelto.
En cada uno de estos tipos de embalses las comunidades que se desarrollan son claramente
diferentes.
El suministro de nutrientes a una masa de agua está directamente relacionado con la
producción que realiza el fitoplancton. Pero además de esta relación existen otros muchos
factores que determinan y regulan esta producción:
Estas algas microscópicas de las masas de agua de los embalses son las que regulan la
respiración y la biomasa total de estos ecosistemas.
Los principales efectos negativos y positivos que habitualmente aparecen en los estudios de
impacto ambiental sobre la construcción de grandes presas y embalses son la consecuencia
de:
Entre los principales efectos negativos que pueden presentar las presas, los embalses y sus
sistemas de explotación, a los ecosistemas acuáticos donde se construyen, se encontrarían los
siguientes:
a) Presas →
Actúan como una verdadera barrera física para el agua, sus arrastres y toda la
biocenosis fluvial.
Generan un conjunto variable de infraestructuras complementarias (carreteras,
caminos, canales, tendidos eléctricos, edificaciones, etc.) con grandes efectos nocivos
sobre la fauna.
Reducen drásticamente los caudales máximos aguas abajo.
Favorecen la retención de sedimentos
b) Embalses →
Inundan el cauce y los valles, afectando al territorio, a los ecosistemas fluviales, a sus
redes ecológicas y a las redes de comunicaciones e infraestructuras antrópicas.
Producen un efecto barrera sobre algunas especies de la fauna terrestre del territorio
circundante.
Facilitan la accesibilidad por el embalse a zonas antes aisladas.
Elevan la temperatura del agua, producen una estratificación térmica, aumentan la
evaporación y reducen la eficacia de oxigenación, respecto al río natural.
Incrementan, en ocasiones, el efecto de barrera física (para el río y toda la biocenosis
fluvial) de la presa.
Facilitan las condiciones para que se desarrollen procesos de eutrofización.
En España, los aspectos que más consecuencias ecológicas negativas producen y más
posibilidades de gestión admiten en los embalses ya construidos son:
A estos aspectos cabría añadir uno más, socialmente aceptado pero ecológicamente grave,
como es la introducción de especies exóticas que pueden ocasionar la desaparición de
especies autóctonas de los ecosistemas.
Entre los efectos positivos de los embalses la mayoría están relacionados con su
aprovechamiento para el uso humano, entre ellos se encuentran:
• Regulación de avenidas.
• Abastecimiento de ciudades e industrias.
• Riegos y producción de energía hidroeléctrica.
• Uso recreativo.