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1.

2: La tierra
Definición
La atmósfera es una capa gaseosa de aproximadamente 10.000 km de espesor
que rodea la litosfera e hidrosfera. Está compuesta de gases y de partículas
sólidas y líquidas en suspensión atraídas por la gravedad terrestre. En ella se
producen todos los fenómenos climáticos y meteorológicos que afectan al planeta,
regula la entrada y salida de energía de la tierra y es el principal medio de
transferencia del calor.

La hidrosfera se define como el conjunto de partes líquidas presentes en la Tierra.


Se encuentran cambiando su estado físico (sólido, líquido y gaseoso)
constituyendo el ciclo hidrológico, regulando el clima, moldeando el relieve y
haciendo posible la vida en el planeta.

El clima se clasifica en 5 tipos:

El clima Tropical: Es un tipo de clima cálido habitual de la zona que rodea al


Ecuador, en sus diferentes latitudes. En este tipo de clima difícilmente se
producen heladas y la temperatura nunca desciende abajo de cero grados
centígrados. Sin importar si es árido o húmedo.

Esta región ha sido definida como aquella situada entre el trópico de Cáncer y el
trópico de Capricornio. Como ya lo hemos visto en clases anteriores.

El clima Templado: Es un tipo de clima intermedio entre el clima cálido y el


clima frío.

Puede definirse como aquel de lluvias moderadas durante todo el año o parte del
año, con sequías esporádicas, veranos de suaves a cálidos e inviernos de frescos
a fríos. Por ejemplo, la Ciudad de México tiene un clima templado.

Los climas fríos: Son los que registran bajas temperaturas y se hallan ubicados
entre los trópicos y los círculos polares. Los lugares con este tipo de clima son los
que se ubican más lejos del Ecuador, pero más cerca de los polos.

El clima Seco: Es un tipo de clima en donde la evaporación supera a la


humedad proveniente de la precipitación. De acuerdo con la clasificación climática
de Köppen, estos climas se caracterizan por una precipitación real menor.
El clima Polar: es un clima muy frío característico de zonas polares y de gran
altura, donde puede predominar una vegetación muy escasa llamada tundra o
donde hay nieves perpetuas. Es común que este tipo de clima se encuentre en
zonas glaciares o cercanas al círculo polar. Se trata de un clima extremo y uno de
los más deshabitados del mundo.

Entre más lejos del Ecuador más frío hace y los rayos del sol no llegan tanto y el
frío tan extremo se origina debido a su lejanía al Ecuador.

El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural caracterizado por la


fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del
Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera. Este fenómeno tiene una
gran influencia en las condiciones climáticas de diversas partes del mundo.
Gracias a los progresos científicos alcanzados en cuanto a la comprensión y la
modelización del ENOS, las competencias de predicción han mejorado en escalas
temporales de uno a nueve meses de antelación, lo que ayuda a la sociedad a
prepararse para los peligros asociados a ese fenómeno, tales como las fuertes
lluvias, las inundaciones y las sequías.

Climas de la Península Ibérica


La península Ibérica presenta una gran variedad de climas debidos a su situación
geográfica y a su orografía. Se encuentra situada en el límite sur de influencia del
frente polar que, con sus borrascas asociadas, es responsable del clima húmedo
continental de la zona occidental de Europa. Por otro lado, también se encuentra
en el límite norte de acción de las zonas de altas presiones tropicales que, debido
a que portan aire cálido y seco, generan las grandes extensiones desérticas del
Sahara.
De manera general, el norte peninsular estará más influenciado por el sistema
ciclónico de borrascas, mientras que el sur estará dominado por un clima más
tropical. Debido a la dinámica de la atmósfera, es frecuente que durante el invierno
las frentes húmedas provenientes del Atlántico barran la península, provocando
lluvias intensas. Con la llegada del verano, la influencia de las altas presiones
tropicales, el anticiclón de las Azores, se intensifica determinando un tiempo
caluroso y seco del que escapa sólo la Cornisa Cantábrica, que sigue siendo
influenciada por los frentes atlánticos, aunque en menor medida. Se puede decir
que el clima de la península sólo presenta dos estaciones principales, verano e
invierno, ya que tanto la primavera como el otoño son estaciones de transición en
las que, de manera habitual, se alternan situaciones intermedias de verano o
invierno.
Vivir en una atmósfera gaseosa obliga a los organismos a resolver importantes
problemas como evitar la desecación o desarrollar estructuras para mantener
erguido al organismo en un medio poco denso o para sujetarlo cuando sopla el
viento.
1.3: Hidrosfera

Aguas continentales
Son cuerpos de agua permanentes que se encuentra sobre o debajo de la
superficie dela Tierra, alejados de las zonas costeras (excepto por las
desembocaduras de los ríos y otras corrientes de agua). Además, son zonas
cuyas propiedades y usos están dominados por los acontecimientos de
condiciones de inundación, ya sean estos permanentes, estacionales o
intermitentes.

El hielo es agua en estado sólido, uno de los tres estados naturales del agua que
forman parte de los cuatro estados de agregación de la materia. Se reconoce por
su temperatura, su color blanco níveo y su flotabilidad. El agua pura se congela a
0 °C cuando se halla sometida a una atmósfera de presión.
El hielo es el nombre común del agua en estado sólido; otras denominaciones son
la nieve, la escarcha, el granizo, etc.
Los glaciares son grandes masas de hielo que se forman cuando la nieve que cae
va acumulándose de un año a otro, sin que le dé tiempo para fundirse. Por la
presión la nieve va perdiendo el aire y acaba formándose primero hielo lechoso y
luego hielo azul, tan transparente como el cristal.

océanos
Llamamos océanos a las grandes masas de agua salada que separan los
continentes. Las aguas oceánicas ocupan la mayor parte de la superficie de
nuestro planeta. Por su aspecto desde el espacio, la Tierra debería llamarse Agua,
Océano o Mar. Le pega más.
Desde que se formaron, hace ya casi 4.000 millones de años, los océanos
contienen la mayor parte del agua líquida que hay en la Tierra. Su funcionamiento
determina los climas y permite explicar la diversidad de la vida que hay en nuestro
planeta, ya que la vida empezó en el agua.

mares
La diferencia más evidente se aprecia en su extensión, ya que los mares son más
pequeños que los océanos. También suelen ser menos profundos, más cerrados,
están próximos a las masas de tierra, y sus aguas, a igual latitud y profundidad,
son algo más cálidas.
Las corrientes marinas son más débiles y locales que las oceánicas, y sus olas
tienen menor altura. Por su proximidad a los continentes, en los mares hay más
biodiversidad, pero también sufren mayor desertificación.

El medio acuático proporciona a los organismos facilidades para la vida y también


retos que deben solucionar. En el agua es más fácil mantener la forma del cuerpo
y se dan unas condiciones de temperatura relativamente estables, pero supone
dificultades osmóticas por las diferentes concentraciones salinas, iluminación débil
o nula en cuanto se profundiza y problemas para respirar.

Unidad 2: la biosfera: el ecosistema global.


2.1 El ecosistema
Producción primaria
En biología se conoce como producción primaria a la producción de materia
orgánica que realizan los organismos autótrofos a través de los procesos de
fotosíntesis o quimio síntesis. La producción primaria es el punto de partida de la
circulación de energía y nutrientes a través de las cadenas tróficas.
La expresión se refiere a la producción de materia orgánica a partir de materia
inorgánica, tal como la realizan los organismos autótrofos. La biomasa generada
primariamente se utiliza por los propios productores para la obtención de energía o
para la construcción de sus estructuras. Una parte pasa a los consumidores
primarios (aproximadamente un 10%), los llamados herbívoros o mejor fitófagos,
que a su vez reelaboran las moléculas para fabricar sus propios componentes, por
lo que los llamamos productores secundarios, o las degradan (catabolismo) para
obtener energía. La energía se disipa a medida que la materia orgánica circula por
los distintos niveles de la cadena trófica, a la vez que los átomos vuelven a formar
moléculas inorgánicas como CO2 y NO3– (ion nitrato).

Productores secundarios
Los productores secundarios son todo el conjunto de animales y detritívoros que
se alimentan de los organismos fotosintéticos.
Los herbívoros se alimentan directamente de las plantas, pero los diferentes
niveles de carnívoros y los detritívoros también reciben la energía indirectamente
de las plantas, a través de la cadena trófica. Subir al comienzo de la página.

Los ciclos de los elementos mantienen una estrecha relación con el flujo de
energía en el ecosistema, ya que la energía utilizable por los organismos es la que
se encuentra en enlaces químicos uniendo los elementos para formar las
moléculas.

Tipos de especies
Las especies pueden clasificarse de acuerdo al reino de la vida al que pertenecen
los animales que describen. En ese sentido, conocemos (según estándares de
2009):
Especies animales. De las que se registran 1.424.153 diferentes.
Especies vegetales. De las que se registran 310.129 distintas.
Especies de hongos. De las que se tiene nota de unas 120.000 diferentes.
Especies de protistas. De los que se tiene nota de 55.000 distintas.
Especies de bacterias. De las que se conocen unas 10.000 diferentes.
Especies de arqueas. De las que apenas se conocen unas 500 distintas.
Especies de virus. De los que se tiene registro de unas 3.200 diferentes.

Relaciones entre organismos


En la naturaleza se puede observar que las poblaciones no crecen
indefinidamente, ya que conforme cambia la densidad de ésta, aparecen una serie
de interacciones entre los miembros de la población que regulan su tamaño, así
mismo, los recursos (agua, aire, espacio, alimento, etc.) son limitados y no crecen
al mismo ritmo que la población, por lo tanto, los individuos se ven en la necesidad
de competir por éstos.
Existen dos formas de competencia entre los organismos de una población, la que
se da entre miembros de la misma especie y recibe el nombre de competencia
interespecífica, y cuando se lleva a cabo entre individuos de diferente especie, a
ésta se le conoce como competencia interespecífica.
La capacidad de dispersión de una especie se refiere a su posibilidad física de
abandonar su ecosistema para llegar a otro donde pueda encontrar unas
condiciones adecuadas para su supervivencia y reproducción.
Los mecanismos de dispersión son un factor esencial en la distribución natural de
las especies y en el intercambio de material genético dentro y fuera de las
poblaciones. Atendiendo a esta capacidad, los ecosistemas se componen de dos
tipos de especies. Por un lado, las especies nativas, propias del lugar; por otro
lado, las especies inmigrantes, introducidas de forma accidental o deliberada.

La sucesión ecológica o sucesión natural es el proceso evolutivo natural por el que


unas especies ocupan paulatinamente el lugar de otras peor adaptadas al entorno.
Este proceso ocurre sin intervenciones humanas y se da en el marco de las
dinámicas de competencia entre las especies de un mismo ecosistema.

2.2. Principales ecosistemas


Suelo
El suelo es la porción más superficial de la corteza terrestre, constituida en su
mayoría por residuos de roca provenientes de procesos erosivos y otras
alteraciones físicas y químicas, así como de materia orgánica fruto de la actividad
biológica que se desarrolla en la superficie.

Biomas Terrestres
Un bioma terrestre es un área de suelo con un clima similar que incluye
comunidades de plantas y animales similares. Los diferentes biomas terrestres
suelen estar definidos por su vegetación, como árboles, arbustos y hierbas.
Factores como la latitud, humedad y elevación afectan al tipo de bioma.
Los biomas terrestres incluyen praderas, bosques, desiertos y tundra. Las
praderas son suelos en los que prevalecen las hierbas en vez de arbustos o
árboles grandes. Las praderas incluyen sabanas y praderas temperadas. En los
bosques predominan los árboles y otra vegetación leñosa. Los bosques son
clasificados según su latitud. Los bosques incluyen bosques tropicales,
temperados y boreales (taiga). Los desiertos cubren un quinto de la superficie
terrestre y se forman en zonas donde la precipitación es inferior a los 50 cm
(alrededor de 20 pulgadas) anuales. La Tundra es la más fría de todos los biomas.
La tundra se caracteriza por sus paisajes delineados por escarcha, temperaturas
extremadamente bajas, poca precipitación, pobre en nutrientes y estaciones de
cultivo cortas. Hay dos tipos principales de tundra, la tundra ártica y la alpina. Los
biomas terrestres (véase Figura siguiente) que se encuentran entre los círculos
árticos y antárticos no tienen muchas plantas o animales. Los biomas con la mayor
cantidad de biodiversidad, es decir mayor variedad de plantas y animales, se
encuentran cerca del ecuador (véase Figura siguiente).
océanos
Llamamos océanos a las grandes masas de agua salada que separan los
continentes. Las aguas oceánicas ocupan la mayor parte de la superficie de
nuestro planeta. Por su aspecto desde el espacio, la Tierra debería llamarse Agua,
Océano o Mar. Le pega más.
Desde que se formaron, hace ya casi 4.000 millones de años, los océanos
contienen la mayor parte del agua líquida que hay en la Tierra. Su funcionamiento
determina los climas y permite explicar la diversidad de la vida que hay en nuestro
planeta, ya que la vida empezó en el agua.
mares
La diferencia más evidente se aprecia en su extensión, ya que los mares son más
pequeños que los océanos. También suelen ser menos profundos, más cerrados,
están próximos a las masas de tierra, y sus aguas, a igual latitud y profundidad,
son algo más cálidas.
Las corrientes marinas son más débiles y locales que las oceánicas, y sus olas
tienen menor altura. Por su proximidad a los continentes, en los mares hay más
biodiversidad, pero también sufren mayor desertificación.

Estuario
En geografía, un estuario es la desembocadura, en el mar, de un río amplio y
profundo donde se intercambia agua salada (marina) y agua dulce (fluvial), debido
a las mareas. La desembocadura del estuario está formada por un solo brazo
ancho en forma de embudo ensanchado. Suele tener playas a ambos lados, en las
que la retirada de las aguas permite el crecimiento de algunas especies vegetales
que soportan aguas salinas. En resumen, es el accidente geográfico que se
genera cuando el agua dulce se mezcla con el agua salada.
Los estuarios se originan por la entrada de aguas marinas durante la pleamar, que
retienen las aguas del río, mientras que durante la bajamar, todas las aguas
comienzan a entrar a gran velocidad en el mar u océano, lo que contribuye a
limpiar y profundizar su cauce, dejando a menudo, grandes zonas de marismas a
los lados.
Las mareas de mayor amplitud en el mundo tienen lugar en los estuarios del
noroeste de Francia y, sobre todo, en la costa oriental del Canadá (bahía de
Fundy, unos 16 metros). El río Rance (Francia) tiene un sistema de producción
hidroeléctrica, usando la fuerza de las mareas en el estuario de su
desembocadura, tanto con la pleamar como cuando se produce la bajamar. Los
ecosistemas de los estuarios suelen caracterizarse por una alta productividad
biológica y por su gran biodiversidad.

Los deltas son desembocaduras de ríos en las que se van depositando los
sedimentos arrastrados por la corriente. Son una forma de estuario y en ellos
abundan las marismas.
Un delta es un accidente geográfico convexo formado en la desembocadura de un
río en un lago o en el mar a través de los sedimentos que deposita la corriente. El
delta está compuesto por un cúmulo de brazos fluviales formados por los
sedimentos que transporta el propio río.
Las marismas son amplias extensiones de tierras bajas que sufren frecuentes
inundaciones del agua del mar.
En geografía, una marisma es un ecosistema húmedo con plantas herbáceas que
crecen en el agua. Suelen estar asociadas a estuarios o terrenos cercanos al mar,
y se apoyan comúnmente en suelos con fondos arenosos. El agua de una
marisma puede ser marina, es decir, salada, aunque normalmente es una mezcla
de agua marina y dulce, denominada salobre. Una marisma es diferente de una
ciénaga, que está dominada por árboles en vez de herbáceas. Una marisma
puede definirse como un terreno bajo y pantanoso que es inundado por las aguas
del mar.
Las marismas son muy importantes para la vida silvestre siendo uno de los
hábitats preferidos para criar una gran variedad de vida; desde diminutas algas
planctónicas, hasta una abundante cantidad de flora y fauna, fundamentalmente
aves.
Un río o flujo de agua es una corriente de agua que fluye con continuidad por un
cauce en la superficie terrestre o bien puede ser subterráneo. Pueden ser tanto
naturales como artificiales. Posee un caudal determinado, rara vez es constante a
lo largo del año, y desemboca en el mar, en un lago o en otro río, en cuyo caso se
denomina afluente. La parte final de un río es su desembocadura. Algunas veces
terminan en zonas desérticas donde sus aguas se pierden por infiltración y
evaporación (ver río alóctono).
Los ríos forman parte del ciclo hidrológico. El agua generalmente se acumula en
un río de la precipitación a través de una cuenca hidrográfica de la escorrentía
superficial y otras fuentes como la recarga de agua subterránea, manantiales y la
liberación de agua almacenada en hielo natural y capas de nieve.
En una región principalmente seca, como es el caso de Cataluña, donde reina el
clima mediterráneo y los veranos secos y calurosos, las lluvias se concentran en
pocas semanas y aportan entre un 60 y un 80% del agua que caerá en todo año.
El resto del año, sin embargo, estas precipitaciones son casi inexistentes y,
incluso, anecdóticas. Es en este ambiente y situación donde podemos entender
que las zonas húmedas tendrán más importancia de lo habitual para la fauna y
flora local.
El objetivo del artículo que hoy nos ocupa es describir las zonas húmedas. Para
hacer esto empezaremos por definirlas y explicaremos algunas de sus
particularidades, porque son tan relevantes, así como algunas curiosidades de
estos entornos. Todo ello servirá, esperamos, para que os hagáis una idea de los
motivos para invertir tanto tiempo y esfuerzos para conservarlas.

La acción del hombre sobre el planeta ha sido tan notable, especialmente en el


último siglo, que se puede afirmar que no existe ecosistema que no esté afectado
por su actividad. Desde hace milenios el hombre ha explotado y modificado la
naturaleza para subsistir, pero en los últimos decenios además ha producido miles
de sustancias nuevas que se han difundido por toda la atmósfera, la hidrosfera, los
suelos y la biosfera. Subir al comienzo de la página
Todos los organismos consumidores viven de la explotación del ecosistema y la
especie humana también necesita explotarlo para asegurar su supervivencia. De
la naturaleza se obtienen los alimentos y a la naturaleza se devuelven los residuos
que generamos con nuestra actividad. La energía que empleamos la obtenemos,
en su mayoría, de la combustión de reservas de compuestos de carbono (petróleo,
carbón, gas) almacenados por el trabajo de los productores del ecosistema a lo
largo de muchos millones de años.

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