Está en la página 1de 1

El sanatorio mental abandonado

En una noche oscura y tormentosa, un grupo de amigos decidió aventurarse en un antiguo


y abandonado sanatorio mental. La reputación del lugar era conocida por sus siniestros
rumores y las historias de terror que circulaban entre los lugareños. Sin embargo, movidos
por la curiosidad y la emoción de lo desconocido, decidieron explorar el lugar prohibido.

A medida que se adentraban en el sanatorio, la atmósfera se volvía cada vez más opresiva.
Los pasillos estaban cubiertos de polvo y telarañas, y el olor a decadencia llenaba el aire.
La oscuridad y los susurros invisibles parecían perseguirlos a medida que avanzaban más y
más profundo en el edificio.

De repente, uno de los amigos, llamado Lucas, desapareció sin dejar rastro. El pánico se
apoderó del grupo mientras buscaban desesperadamente a su amigo perdido. Voces
inquietantes y risas macabras se escuchaban en la distancia, alimentando el miedo que se
apoderaba de ellos.

Con cada paso, las paredes parecían cobrar vida, cubiertas de grafitis y mensajes
escalofriantes. El sonido de pasos y susurros los persiguieron, haciéndolos temblar de
terror. La realidad y la fantasía se entrelazaban, y no podían distinguir lo que era real de lo
que era producto de su imaginación.
A medida que el grupo se reducía en número, los sobrevivientes se encontraron atrapados
en una habitación espeluznante, con puertas que se cerraban automáticamente y
ventanas cubiertas de barrotes oxidados. La sensación de ser observados y perseguidos se
intensificó mientras luchaban por encontrar una salida.

Las luces parpadeaban y los objetos se movían por sí solos, generando una sensación de
desesperación. En medio del caos, una figura sombría emergió de las sombras, con ojos
brillantes y una sonrisa malévola. Era el espíritu de un antiguo paciente del sanatorio,
sediento de venganza y dispuesto a llevarse a todos consigo.

Con valentía y determinación, los últimos supervivientes lucharon contra la entidad


sobrenatural, utilizando cualquier objeto que encontraron a su disposición. A medida que
la batalla se intensificaba, la habitación se llenaba de gritos y la energía del mal se
desvanecía lentamente.

Finalmente, la figura maligna se disipó en la nada, dejando atrás un silencio pesado y una
sensación de alivio mezclada con el pesar por los amigos perdidos. Los sobrevivientes,
exhaustos y marcados por la experiencia aterradora, escaparon del sanatorio con la
certeza de que nunca olvidarían aquel oscuro y terrorífico encuentro.

Desde aquel día, el antiguo sanatorio mental quedó sellado, evocando recuerdos de
horror y misterio. Las historias del lugar se convirtieron en leyendas urbanas, advirtiendo a
aquellos que se atrevieran a desafiar los límites entre lo real y lo sobrenatural.

También podría gustarte