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DERECHOS SUBJETIVOS Y
AUTONOMÍA PRIVADA.
1. Límites temporales en el ejercicio de los derechos: prescripción extintiva y
caducidad.
● Objeto de la prescripción.
El art. 1930.2 del Código Civil señala que por la prescripción se extinguen los
derechos y acciones de cualquier clase que sean. Sin embargo, solo prescriben
los derechos que tienen una naturaleza patrimonial; es decir, los derechos reales
y de crédito. De dicha regla se exceptúa la obligación legal de alimentos entre
parientes (art. 142 CC) que no es susceptible de prescripción las pensiones
alimenticias atrasadas.
De acuerdo con lo dispuesto en el art. 1965 CC no prescriben entre coherederos,
condueños o propietarios de fincas colindantes, la acción para pedir la partición
de la herencia, la división de la cosa común o el deslinde de las propiedades
contiguas. Son imprescriptibles también las facultades que integran el derecho
subjetivo, ya que significan posibilidades de actuación concreta de éste, salvo
que se constituyan como derechos independientes. Los derechos de la
personalidad o los familiares por su carácter indisponibles no susceptibles de
prescripción. De igual modo, no prescriben las acciones que se refieren al estado
civil de las personas, como la acción para reclamar o impugnar la paternidad que
están sometidas a caducidad. Por último, son imprescriptibles las acciones
declarativas como la acción que declara la nulidad de un contrato, así como las
acciones para declarar la ineficacia del contrato están sometidas al plazo de
caducidad.
● Comienzo de prescripción.
● Interrupción de la prescripción.
El art. 1935 CC señala que las personas con capacidad para enajenar pueden
renunciar a la prescripción ganada; pero no al derecho de prescribir para lo
sucesivo.
La renuncia es el acto unilateral por el cual el sujeto beneficiado por la
prescripción pierde el beneficio de hacerla valer. La renuncia requiere capacidad
para disponer.
La norma se refiere a una prescripción ya consumada. La renuncia no requiere
de ninguna formalidad especial; puede ser expresa cuando se manifiesta a través
de una declaración de voluntad dirigida a esa finalidad, o tácita cuando resulta
de actos que hacen suponer el abandono del derecho adquirido. Se prohíbe la
renuncia del derecho a prescribir con carácter general.
Sin embargo, los acreedores y cualquier otra persona interesada en hacer valer la
prescripción podrán utilizarla a pesar de la renuncia expresa o tácita del deudor o
propietario.
● Plazos de prescripción.
a) Las acciones reales sobre los bienes muebles prescriben a los seis años
de perdida la posesión, salvo que el poseedor haya ganado por menos
tiempo el dominio conforme al art. 1955, excepto en los casos de
extravío y venta pública y los de hurto y robo, en que se estará a lo
dispuesto en el párrafo tercero del mismo artículo citado (art. 1962.1). El
poseedor puede ganar el dominio antes de los seis años porque si se
posee una cosa con buena fe, es decir, en la creencia de que eres dueño
de ella, entonces te conviertes en propietario de ella por el transcurso de
tres años. En tal caso, aunque no ha prescrito aún no podrías ejercitar una
acción para reclamar la propiedad de la cosa puesto que ya has perdido tu
condición de propietario. Si el poseedor es de mala fe, el plazo es de 6
años.
b) Las acciones reales sobre bienes inmuebles prescriben a los 30 años.
c) La acción hipotecaria prescribe a los 20 años.
d) La acción para recobrar o retener la posesión prescriben por transcurso
de un año.
a) Plazo de cinco años: se establece con carácter general para todas las
acciones personales que no tengan señalado un plazo especial de
prescripción.
b) Plazo de cinco años: prescriben a los 5 años las acciones para exigir el
cumplimiento de las obligaciones de pagar pensiones alimenticias; la de
pagar el precio de los arriendos sean éstos de fincas rústicas o urbanas.
La de cualquier otro pago que deba hacerse por años o en plazos más
breves.
c) Plazo de tres años: la de pagar honorarios profesionales devengados por
la gestión o prestación de servicios realizados.
d) Plazo de un año: la acción para exigir responsabilidad civil por injuria o
calumnia y las obligaciones derivadas de culpa o negligencia de que trata
el art. 1902 CC.
● La caducidad.