Ficha 2
Complejo Educativo Nuestra Señora de Fátima
En la maratón de la vida
Veinticinco siglos atrás, en septiembre de 490
a. C., un hombre se desplomó en las puertas de la
ciudad de Atenas. Estaba vestido con pesada ropa
de guerra pero sin calzado y el cansancio se le
notaba en la cara y en el cuerpo. En el piso, casi sin
fuerzas, apenas logró decir una frase antes de
fallecer extenuado. Se trataba de Filípides, quien se
desempeñaba como hemeródromo, el nombre con
el que se conocía a los mensajeros profesionales de
las polis griegas. Su función era el transporte
urgente de noticias de la forma más veloz que se
conocía por entonces: corriendo.
Filípides venía directo del campo de
batalla, en donde había luchado contra
el ejército imperial de Persia, y tenía
una información clave para los
atenienses: habían salido victoriosos y
no había nada de qué temer. Filípides
corrió sin descanso los 40 kilómetros
que separaban Atenas de la ciudad de la
batalla, Maratón, con la misión de entregar la
buena noticia. Llegó tan cansado después del
periplo que al arribar a su destino cayó rendido,
comunicó la victoria ocurrida en su ciudad y
falleció. Maratón estaba al este de Atenas y su
nombre significaba “hinojo”, la planta
característica de la región. Aunque el rigor
histórico de la hazaña de Filípides puede ponerse
en duda, la leyenda de su sacrificio sigue viva en
una de las actividades deportivas más populares
del mundo, que forma parte de los Juegos
Olímpicos desde Atenas 1896 y que consiste en
correr la misma distancia hecha por el héroe,
42.195 kilómetros.
Si tomamos esta épica gesta como metáfora de
la vida, quizás nos ayude a comprender algo de su
sentido. San Pablo nos dice: “El atleta no recibe el
premio si no lucha de acuerdo con las reglas. Y el
labrador que trabaja duramente es el primero que
tiene derecho a recoger los frutos” (2 Tim. 2, 5-6).
Esto nos recuerda que la vida, del creyente o del
que no lo es, implica batallas y carreras; madurez y
esfuerzo; avatares y tropiezos. No se alcanza el
destino o la meta final, sea cuál sea para cada
quien, si no se recorre el camino y la distancia que
nos separa. Al concluir, quizás, podremos decir que
hemos alcanzado la victoria, sea lo que signifique
Formación Humana
ella para cada uno de nosotros. San Pablo termina
diciendo: “he peleado hasta el fin el buen combate,
concluí mi carrera, conservé la fe” (2 Tim. 4, 7).
Tal vez, la historia de Filípides nos muestre la
importancia de tener un propósito en la vida, una
meta a la cual llegar, un proyecto por el cual
preocuparse. Tal vez estamos en la carrera de ser,
en la carrera de desarrollarnos como personas,
corriendo hacia eso que llamamos felicidad. Por
eso, es sumamente importante
ocuparnos de estas cosas, ¡para que
nadie diga que Filípides murió en
vano!
Actividad
Observamos, si necesitamos un punto de
partida, el video: ¿Quién soy?: ¿Qué significa
hacernos esta pregunta? | Gabriel Pereyra |
TEDxTukuy https://youtu.be/9l0lJ_7N_Vc/
Luego respondemos en forma personal y
escrita, tomando como referencia las siguientes
preguntas orientadoras:
a) ¿Qué me define?
b) ¿Qué rasgos/características permanecen en mí
desde la niñez? ¿Qué rasgos/características he
cambiado? ¿Por qué?
c) ¿Busco espacios que me permitan
autoconocerme y desarrollar mi interioridad?
d) ¿Qué dirección/orientación le estoy dando a mi
vida?
Finalmente, identificamos las ideas centrales
que aparecen en las estrofas de la canción “La
pucha con el hombre” de Cuti y Roberto Carabajal.
https://youtu.be/Hnrz35Nnn0Y
a) Descubrir, debatir y explicar las
características y/o aspectos de la persona
humana que se relacionan con la canción o
desprenden de la misma.
1
ATISTA:
Pablo Raúl Trullenque / "Cuti" Carabajal
Versión: Raly Barrionuevo
La pucha con el hombre
El hombre nace y muere, a veces, sin vivir,
camina, desde el niño al viejo, sin gozar.
De eso que él mismo le llama felicidad,
y si la tiene aquí la va a buscar allá.
Tropieza tantas veces, en una misma piedra,
fruta es que llega a pasa sin madurar.
La existencia y la posibilidad
de elección.
Esta canción, con belleza poética y profundidad
profética, indaga claramente sobre la condición
humana y señala abordajes más que interesantes
para encontrar aspectos críticos y esperanzadores
con pocos versos.
Plantea una búsqueda incierta de la felicidad
que se pierde de disfrutar. Pasando por la
reiteración de errores con la figura del tropiezo
reiterado “en una misma piedra”; sin alcanzar la
madurez necesaria como “fruta que llega a pasa”
sin mayores resultados.

Si tiene tira o quiere tener mucho más.

Si bien el hombre “tiene alma de guitarra
Es un misterio y es de la vida la sal.
encordada de estrellas”, sin embargo su corazón lo
Tiene alma de guitarras, encordada de estrellas,
ubica en una situación siempre riesgosa como
y es una falta envido su corazón.
“falta envido”. Por eso, comparado con el reino
animal, la canción denuncia que “sólo se
Sólo se diferencia del reino animal,
diferencia…porque es el hombre el único capaz de
porque es el hombre el único capaz de odiar.
odiar”.
Pero mientras el hombre, se asombre y llore y ría,
será la fantasía que Dios creó.
En realidad, y sin llegar a ofender a nadie de la
fraternidad cósmica, hay muchas características y
Es una lágrima de niño y de crespín,
posibilidades que marcan distancias importantes.
es monte denso, copla vida y manantial.
Somos capaces de pensar, de determinar, de
Es muy capaz de dar la vida o de matar,
imaginar, de planear, de crear, de hablar, de rezar
es luz y sombra, tierra arada y arenal.
y de amar. Herramientas y posibilidades que
también pueden caer en desuso o ser usadas para
La pucha con el hombre, querer ser tantas cosas,
hacer el mal; lo cual nos coloca en una posición
y nunca es más que cuando tan sólo es él.
muy crítica porque, a mayor ventaja, mayor
exigencia y, sobre todo, el sentido de la
Es un camino que anda solo bajo el sol,
responsabilidad por nuestra no menos importante
sendero trajinado por sueños de amor.
posibilidad de elección.
Tiene alma de guitarras, encordada de estrellas,
y es una falta envido su corazón.
Se trata, entonces, de afianzar nuestras
habilidades por buenos y sanos caminos y, tal vez,
Sólo se diferencia del reino animal,
mal no vendría incorporar ciertas destrezas
porque es el hombre el único capaz de odiar.
solidarias de nuestros hermanos menores. Así
Pero mientras el hombre, se asombre y llore y ría,
valdría más aquello de que “mientras el hombre se
será la fantasía que Dios creó.
asombre, llore y ría, será la fantasía que Dios
creó”.