Está en la página 1de 3

LECCIÓN DE DORCAS LUNES 13 MAYO 2024.

TEMA: “LAS AMENAZAS DEL ENEMIGO NO DEBEN CAUSAR TEMOR AL PUEBLO DE DIOS”.
LECCIÓN: 1° SAMUEL 17: 21 al 24

Goliat amenaza e infunde temor al ejército israelí…

David era un hombre guiado por el Espíritu, y


cada una de sus decisiones tenía que estar en
la voluntad de Dios y para la gloria de Dios.
Otros pueden ir y venir como les parezca, pero
David fue guiado por la mano providencial de
Dios. Podemos ver la guía de Dios en los
eventos reportados en el capítulo 17.

Isaí eligió el día correcto para enviar a David al


campo de batalla para llevar suministros de
alimentos a sus tres hermanos y su oficial al
mando (vv. 17–18). A diferencia de los ejércitos
modernos, los soldados en los ejércitos
antiguos tenían que proporcionar sus propias
raciones y ayudar a proporcionar a los demás.
David se levantó muy temprano ese día y
escuchó el desafío de la mañana que Goliat le
dio a Saúl y su ejército. Si los israelitas podían
proporcionar un campeón que pudiera derrotar a Goliat, los filisteos se someterían a los judíos
y serían sus sirvientes, pero si no, los israelitas deben considerarse derrotados y convertirse en
los sirvientes de los filisteos (vv. 8–9) . Desafortunadamente, nadie en el ejército judío se ofreció
como voluntario, incluido el rey Saúl, quien estuvo muy por encima de sus hombres.

Al llegar a este campamento, justo cuando los israelitas se aprestaban a tomar sus puestos de
batalla, David corrió a la línea de combate donde estaban sus hermanos, vio a Goliat salir de
entre las líneas filisteas, escuchó su discurso y a la vez la recompensa que Saúl otorgaría a
aquel que vencería a este filisteos (v. 20-25).

El relato bíblico sitúa la llegada de David en el momento en que Goliat realizaba el constante
desafío al ejército israelita, infundiéndoles un pánico terrorífico. David oye de manera clara las
amenazas del gigante, las mismas que había repetido cada día. La Providencia quiso que David
se diera cuenta de la magnitud de la amenaza llegando al campamento justo en ese momento.
El terror se había sembrado en los soldados de Israel. (vv. 23,24)

La iglesia primitiva del primer siglo, sufrió una persecución constante por parte del imperio
romano y sus gobernantes. Una persecución que sembró la muerte de decenas de cristianos. La
amenaza fue constante a los cristianos de aquel tiempo. Pero lejos de aminorar y detener el
testimonio del evangelio de Cristo, éste se extendió por todas las provincias. La amenaza
misma puede ser usada por Dios para glorificar su Nombre. (Salmo 76:10)
No podemos negar que las amenazas producen
desazón y temor. Son emociones propias de
nuestra naturaleza. Sin embargo, la fe debe ser
superior a esas fuerzas que luchan en nuestro
carácter, puesto que, nuestra confianza frente a la
persecución y adversidad, no está fundamentada
en el poder y la fuerza humana, sino en Dios y su
gracia. (Salmo 20:7)

PRIMER TÍTULO: “EL HIJO DE DIOS NO DEBE TEMER AL ENCONTRARSE FRENTE AL


ADVERSARIO” v.21 (Éxodo 14:10, 13, 14; 2° Timoteo 1:7)
La fortaleza para vencer el temor y el miedo proviene de la gracia que podemos recibir de Dios
por medio del Espíritu Santo, porque el temor es parte de la naturaleza emocional del ser
humano y negarlo sería ignorar la debilidad de nuestro carácter. Carácter que puede ser
animado y adquirir la fuerza necesaria para vencer la adversidad y los adversarios, cuando
espíritu de cobardía y temor puede ser superado por el fruto de dominio propio que nos
concede el Espíritu Santo desarrollándose en nosotros.

SEGUNDO TÍTULO: “PREOCUPACIÓN DE DAVID POR SUS HERMANOS, EJEMPLO PARA LA


IGLESIA DEL SEÑOR” v.22 (Génesis 37:13 y 14; Gálatas 6:10)
La preocupación de Isaí por sus hijos y de David por sus hermanos, nos remite a la pregunta
que Dios hizo a Caín: ¿Dónde está tu hermano?. Cuando somos miembros de la familia de Dios,
la preocupación mutua del uno por el otro, debe dar la respuesta a esta interrogante planteada
por Dios. Responderemos como Caín: “Soy yo acaso guardián de mi hermano? . En realidad, la
vida de relaciones en el cuerpo de Cristo, debe expresar de manera práctica la preocupación de
unos por los otros.

TERCER TÍTULO: “EL CRISTIANO DEBE PERMANECER FIRME ANTE LA ADVERSIDAD” vv. 23, 24
(Salmo 27:13 y 14; Daniel 3:13 al 18)
En las tormentas violentas de la vida, todos y todas tambaleamos. Mantenerse firmes sobre el
piso de la barca, no resulta sencillo. Muchas veces caemos al piso, y es desde las rodillas
dobladas que proviene la fortaleza para ponerse en pie nuevamente. Pero asegurar
categóricamente que “debemos permanecer firmes” es una cosa, y, vivirlo es otra. La
adversidad tiene diversas caras; algunas de esas adversidades son tan violentas que,
permanecer firmes no es sencillo. Una cosa es el “triunfalismo” y otra la realidad que vivimos.
Resistir el día malo, a veces, implica hacerlo de rodillas, para, entonces, terminar en pie cuando
haya acabado todo. Efesios 6:13

REFLEXIONEMOS…
Recuerda usted la tormenta más furiosa que ha experimentado en su vida ¿Cómo pudo
permanecer firme?
¿Qué amenaza constante ha experimentado usted en algún momento de su vida? ¿Cuál era el
Goliat de esa amenaza?

(LECCIÓN DE DORCAS/13-05-2024/EFESIOS 4:12/HNO.S.J.C.)

También podría gustarte