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“El Cáliz de la Amargura”

A∴L∴G∴D∴G∴A∴D∴U∴

QQ∴HH∴
INTRODUCCIÓN

Habían pasado un par de horas desde que ingresé vendado en aquel


estruendoso pasillo oscuro. No sé con seguridad si eran los nervios, la ansiedad o
sólo el tiempo que llevaba ahí, lo cierto es que tenía el paladar particularmente seco
esa noche. Es por ello que, ante la consulta del V∴M∴, si consentía el beber el Cáliz
de la Amargura, respondí con un entusiasta ¡sí!

¿Qué podría ser? – reflexionaba – agua, jugo, una copa de vino – soñaba deseoso
– pero que me dieran a beber un líquido amargo, no lo creía.
Consciente que cada una de las pruebas realizadas esa noche tenía un
carácter simbólico, lo de “amargo” no debía ser más que una mera denominación
que seguramente tenía algún significado oculto y que más adelante, seguro, habría
de entender.

Aun hoy, transcurrido un tiempo, no tengo certeza absoluta de lo que la


prueba del cáliz significa. La metáfora general, le da el carácter de “amargo” a todas
aquellas experiencias poco placenteras o desagradables. Y es que la misma RAE,
dice que algo es amargo, cuando tiene el sabor característico de la hiel; que produce
una sensación desagradable y que causa aflicción y disgusto. (Real Academia de
la Lengua, s.f.).

En esos términos, es válido preguntarse: ¿por qué nuestra orden querría


hacernos padecer tales sentimientos? ¿qué importante lección podría esconderse
en el consumo de tan desagradable brebaje? Eso, es lo que intentaremos
desarrollar en el presente trabajo. Es claro que el resultado de éste, en caso alguno,
busca poseer un carácter conclusivo, pero sí pretende ser un aporte al trabajo
colectivo de esta cámara.
DESARROLLO

La ceremonia de iniciación, sabemos, es una alegoría simbólica de la vida.


Desde la concepción, en el Tártaro – el vientre de Gea, la madre tierra –
representado por la cámara de reflexiones, pasando por los tres viajes misteriosos,
ícono de las diferentes etapas de la vida, hasta nuestra conversión en un hombre
nuevo, sellado con el juramento, frente al Ara, la masonería nos ofrece una serie de
conceptos y consejos, que servirán de guía en el camino del iniciado. En Grecia, los
iniciados eran llamados Epoptas, o sea, los que ven las cosas tal como son,
trascendiendo a las apariencias. Para ello, es necesario desaprender lo aprendido.

Nacidos a la nueva vida, purificado por los elementos, es hora entonces, de


dejar atrás la indiferencia propia de la vida vulgar e inconsciente, centrada
excesivamente en sí mismo. Para ello, nos dice Oswald Wirth, bebemos de la copa
del saber, aquel líquido que es, en realidad, agua obtenida del Río Lete, la náyade,
representación del olvido. Las aguas de este río, ubicado en el Hades – reino del
dios del mismo nombre – que, según la mitología griega, producía el olvido total, era
bebido por las almas antes de ser reencarnadas, dejando atrás su vida pasada.

A partir de ahí, entonces, comienza el largo camino del iniciado hacia el


perfeccionamiento. Pero este camino no está exento de dificultades. Cebes, filósofo
griego, discípulo de Sócrates, grafica este camino en su obra alegórica conocida
como la “Tabla de Cebes”. En este relato, un venerable anciano llamado El Genio,
guía a una muchedumbre de hombres que se agolpa en las puertas de un recinto
llamado “La Vida”. La Vida, es un largo camino que conduce hacia una colina donde
en lo más alto se encuentra la Felicidad.
El Genio instruye a los hombres sobre qué han de hacer cuando entren a la
Vida y les muestra por qué camino deben andar. Les señala los peligros
personificados por una serie de hermosas y llamativas mujeres, representación de
los males y tentaciones de la vida. Advierte el Genio, también, que aquellos que se
han dejado seducir por los tentadores males, perecen, poco a poco van siendo
destruidos a lo largo de toda su vida. Pero si, por el contrario, las evitan y buscan la
verdadera educación, se salvarán y serán felices, durante toda su vida.

Otro relato simbólico que contiene esta premisa iniciática, es el mito de


Odiseo, descrito en los cantos homéricos. En este mito, Odiseo, Rey de Ítaca, tras
librar una cruenta guerra de diez años, en el bando aqueo en Ilión, inicia una larga
travesía de regreso a su hogar, dónde lo espera su esposa Penélope y su hijo
Telémaco, a quien dejó cuando éste era sólo un recién nacido. El viaje de regreso
duró otros diez años, y representa un verdadero itinerario de encrucijadas a las que
puede verse enfrentado un hombre (Castillo, 2003), perdiendo todas sus tropas,
compañeros y amigos en el trayecto. Terminado el viaje, el héroe llega al fin a su
reino, donde debe luchar y derrotar a los enemigos que pretendían la mano de su
esposa.

En un sentido iniciático, Odiseo, es la representación de nosotros mismos.


La contienda que libró en Ilión, es la lucha inicial que libramos encausada hacia el
perfeccionamiento, con el propósito de alcanzar un estado superior del ser. El
camino de regreso, simboliza el camino iniciático que debemos recorrer, el que no
está exento de dificultades. La lucha final que el héroe libra en Ítaca, en contra de
los enemigos de su reino, representan las características negativas, dominantes en
nuestra personalidad, que quieren arrebatarnos ese reino latente, obstaculizando
nuestra conquista, para ser ellos quienes controlen y se impongan en el dominio de
nuestro ser. El reino de Ítaca, no es un espacio material, sino uno de realización
espiritual (Gran Experto, 2020).

Pero no sólo relatos filosóficos o míticos nos grafican el amargo tránsito del
iniciado en búsqueda de los campos elíseos. Nuestra historia nos nutre de una
variada gama de masones que, tras ser iniciados, bebieron en demasía la copa de
la falsedad y la ignorancia, se dejaron seducir por la fortuna, la adulación y
admiraron la falsa educación, la que Cebes llama: La Pseudoeducación,
desviándose del camino de la virtud. O´Higgins, Videla y Pinochet, son algunos de
estos nombres que, aunque la historia oficial los engalane, sus actos se alejan
indiscutiblemente de la doctrina masónica.

Otros, que de seguro también bebieron de la falsedad, pero no en la cantidad


suficiente como para olvidar los consejos del anciano Genio y se mantuvieron firmes
por su senda en la Vida, en la búsqueda de la madre de todas las virtudes, son,
quizás, a quienes se refiere el V∴M∴ cuando, en la ceremonia de iniciación, después
de haber bebido el Cáliz de la Amargura, nos dice: “Huid señor, del vicio y seguid la
senda de los hombres que han esclarecido con sus méritos y servicios a la
Humanidad”. La historia oficial los desdeña, porque, tal como nos enseña el Libro
del Aprendiz, sus acciones “son una anomalía a los ojos de los egoístas, por
consiguiente, su conducta es sospechosa, sus actos son tergiversados, es
calumniado, perseguido, abandonado, traicionado y despreciado de todo”. Ramón
Freire, Francisco Bilbao o Salvador Allende, son algunos de estos.

La verdad lentamente aflora y se asoma sobre la niebla de la falsedad y la


ignorancia. Porque encaminado por la senda de la virtud y del honor, aquel licor
acre y ardiente, se tronca en un brebaje dulce y reconfortante.
CONCLUSIONES

Cuando ingresamos a la orden, en un sentido simbólico, morimos a la vida


pasada. Somos enterrados y nuevamente engendrados por la madre tierra. Nuestro
cuerpo es purificado y se nos invita a olvidar nuestros vicios de herencia para
caminar por la senda de la rectitud.

Esta senda de la vida, es un camino con vaivenes, curvas y desvíos. Un


tránsito constante por dramas, alegrías; momentos neutros y aburridos. Que mejor
ejemplo de ellos, son los difíciles momentos que vivimos hoy. Estamos asustados,
encerrados, con la desconfianza al tope. Desconfiamos de la gente, no queremos
acercarnos a ellos; desconfiamos de los sitios que frecuentamos, desconfiamos de
las intenciones y las capacidades del gobierno, desconfiamos de nuestras propias
acciones. “La desconfianza surge del miedo a no saber defenderse, a verse
indefenso ante la amenaza real o inventada…”. (Terrón, 2021)

La pandemia nos ha quitado la salud, nos está dejando sin fuerza y amenaza
con destruir nuestra unión. Son varios los HH∴ que están sufriendo las inclemencias
de una enfermedad maldita.

No dejo de pensar que, ha nuestro regreso a los templos, resonará


amargamente en mi cabeza, la estrofa de la canción militar, compuesto en 1875 por
Gumercindo Ipinza, llamada Adiós al Séptimo de Línea, que dice:
Volverán si ser los que partieron,
Faltarán algunos que murieron.
Honrará la patria a todos ellos,
Para siempre, para siempre,
su memoria guardará.

El Cáliz de la Amargura, representa ese trago amargo que en más de una


ocasión nos ha tocado beber y que, de seguro, volveremos a ingerir y es que, no
hay persona que pueda decir que esta pandemia no le haya afectado, directa o
indirectamente. Pero seamos conscientes que no es la pandemia la única fuente de
nuestros males. Las tentaciones de la carne, la desmesurada ambición financiera,
la arrogancia a la que nos invita la pseudoeducación, son males latentes que nos
rodean y nos intentan seducir y a los que sólo podremos evadir con educación, la
verdadera educación.

El rito nos enseña que, con trabajo, estudio y perseverancia, tendremos las
herramientas necesarias para vencer la amargura del cáliz de la vida, seremos
purificados por las virtudes y alcanzaremos para siempre, la felicidad.

Durante la ceremonia de mi iniciación, bebí el cáliz hasta la última gota.


Estaba amargo, muy amargo. Ahora sé que ese dulzor que sentí en el último sorbo,
es una invitación a perseverar y no claudicar ante las pruebas que nos pone el
destino, no importando cuán imposibles estas parezcan, porque, así como Odiseo
no renunció hasta reunirse con su familia, sé que ponto volveré con la mía.

S∴F∴U∴

Jorge Palma Cortés.


Grado primero.
R∴L∴ “Tarapacá” N° 57.

Iquique, 24 de marzo de 2021.


BIBLIOGRAFÍA:

Baradit, J. (2019). Héroes, La Historia Secreta de Chile. Santiago: Penguin Random House.

Baradit, J. (2020). Héroes 2, La Historia Secreta de Chile. Santiago de Chile: Penguin Random
House.

Castillo, M. (2003). EL MITO DE ODISEO. Scielo, 11-23.

Gran Experto, G. (2020). Reseña Doctrinaria. El mito de Ulises [Grabado por R. L. QH∴]. Santiago,
Chile.

Hesiodo. (Siglo VIII a.C.). La Teogonía.

Isamitt, M. (2018). Símbolo. Revista masónica, 3-10.

Ortíz, P. (1995). Tablas de Cebes. Madrid: Gredos.

Real Academia de la Lengua. (s.f.). Real Academia de la Lengua. Obtenido de RAE: www.rae.es

Solíd, J. (2019). Estudio de los Símbolos en el Primer Grado. Revista Masónica, 2-3.

Terrón, A. (19 de Marzo de 2021). Amaya Terrón Psicología. Obtenido de


https://www.psicologiaamayaterron.com/

Wikipedia. (2021). Lete. Obtenido de Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Lete

Wirth, O. (1894). El libro del Aprendiz. Santiago, Chile: Gran Logia de Chile.

Wirth, O. (2020). El Ideal Iniciático. Gran Logia de Chile.

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