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El sistema de clasificación de Linneo, el cual fue publicado en 1753, reconoce a la especie

como grupo natural más pequeño. Así, por ejemplo, las bacterias no constituyen una especie,
pero la Pseudomona pútida sí. Por lo general, el apareamiento entre miembros de distintas
especies no se da en la naturaleza, aunque, por supuesto, cuanto más próximas estén entre sí,
más fácil es que originen descendencia. Menos frecuente es el hecho de que estos
descendientes, híbridos o mestizos, sean, a su vez, capa- ces de engendrar, como se ve
claramente en el caso del mulo, que es un híbrido estéril de asno y yegua. El grupo de jerarquía
inmediatamente superior a la especie es el género: los lobos, perros y chacales, por ejemplo,
son especies distintas del género científicamente denominado canis (voz latina que significa
'perro'). Así, progresivamente, los géneros se reúnen en familias, éstas en órdenes, los órdenes
en clases y las clases en troncos o filos (del latín phylum). Como resumen de este esbozo
sistemático podríamos decir que el lobo pertenece al filo de los vertebrados, animales con
columna vertebral (aun- que, en rigor, este grupo es un subfilo); a la clase de los mamíferos,
cuyas hembras poseen mamas; al orden de los carnívoros, que son depredadores (cazadores),
en general, y se alimentan de carne; a la familia de los cánidos, es decir, parecidos a los perros;
al género canis, y a la especie científicamente llamada canis lupus, y, vulgarmente, lobo. A
medida que estos grupos son más amplios, las semejanzas entre sus miembros son menores,
aun- que más fundamentales en un sentido constitucional. Ha de advertirse que estas
similitudes no son siempre claras a primera vista, pero se hacen enseguida evidentes cuando
se conocen las características básicas del grupo. Así, las abejas y las mariposas, por ejemplo,
aunque notablemente diferentes en su aspecto externo (tamaño, forma, coloración, etc.) y en
costumbres, alimentación y modo de, reproducirse, pertenecen a un mismo grupo, el de los
insectos: tienen un esqueleto externo resistente que les sirve de protección, su cuerpo está
dividido en tres regiones muy bien marcadas, y poseen tres pares de patas y dos alas. Sucede,
a veces, que dos especies de aspecto parecido no son, en realidad, parientes tan próximos
como su semejanza podría hacernos creer. Es el caso del delfín y el tiburón, o la lombriz de
tierra y la cecilia, pues existe una convergencia biológica: en el primer ejemplo, el mamífero se
parece al pez porque ambos habitan en el mismo medio y sus modos de vida son análogos; en
el segundo, un gusano y un anfibio, ambos poseen forma cilíndrica y alargada, y no poseen
patas, características todas que favorecen su forma subterránea de vida. Hay que tener en
cuenta estos hechos al clasificar los seres vivos en grupos naturales. A continuación aparecen
las agrupaciones más importantes y conocidas de animales, aunque en modo alguno debe
considerarse como una clasificación completa y rigurosa, sino como guía que permita, con los
ejemplos más familiares, apreciar la gran variedad de seres vivos, así como sus relaciones de
parentesco. La sección A abarca aquellos que carecen de esqueleto interno y, por tanto, de
colum- na vertebral, de ahí que se les llame invertebrados. Todos los grupos que allí figuran
son filos, excepto los 5, 6 y 7, que son clases del filo de los artrópodos. En la sección B se
incluyen las cinco clases más características de los vertebrados: las tres primeras (peces,
anfibios y reptiles) con sangre de temperatu- ra variable, como la del ambiente, y las dos
últimas (aves y mamíferos) con temperatura constante e independiente de la del medio,
gracias a ciertos mecanismos térmicos reguladores.

Animales sin columna vertebral: invertebrados


1. Celenterados: ejemplos de celenterados son las anémonas de mar, la medusa, la hidra y los
corales. Todos ellos, excepto la hidra, viven en el mar.
2. Platelmintos: en su mayoría, son pequeños ani- males de agua dulce. Se encuentran con
frecuencia debajo de las piedras y en las hojas que flotan en las corrientes. Este grupo también
incluye la tenia y la duela del hígado (parásitos).

3. Anélidos: este filo incluye la lombriz de tierra, muchos pequeños gusanos que viven en las
lagunas, los arenícolas, los palmeretes y las gusanas marinas de las costas arenosas.

4. Crustáceos: los crustáceos más conocidos son los cangrejos marinos, la langosta, el cangrejo
de río, laquisquilla, la gamba, y muchos diminutos animales dulceacuícolas tales como el
camarón, la pulga de agua y el piojo de agua.

5. Insectos: poseen seis patas y generalmente alas. Entre ellos se encuentran las mariposas, las
hormi- gas, las abejas, los saltamontes, las moscas, los mos- quitos y los escarabajos (Figuras
17 y 18).

6. Arácnidos: no tienen alas y poseen ocho patas. Hay variedades tejedoras y cazadoras.

7. Moluscos: a este filo pertenecen los caracoles, las babosas, los caracoles marinos, las ostras
y otras clases de "almejas"; el calamar y el pulpo.

8. Equinodermos: entre estos animales marinos se incluyen la estrella de mar y el erizo.

Animales con columna vertebral: vertebrados


1. Peces: respiran por medio de branquias y tienen el cuerpo cubierto de escamas. Ejemplos:
tiburón, arenque, lucio, espinoso.

2. Anfibios. carecen de escamas y pasan gran parte de su vida en tierra. Ejemplos: ranas,
salamandras, sapos.

3. Reptiles: animales terrestres con escamas. Ejemplos: lagarto, serpiente, tortuga, cocodrilo.

4. Aves. Tienen el cuerpo cubierto de plumas. Ejemplos: gorrión, pato, pingüino.

5. Mamíferos: tienen el cuerpo cubierto de pelos; sus crías nacen vivas y son amamantadas
con leche. Ejemplos: vaca, perro, ballena, foca, mono, hombres

LOS INSECTOS
Los artrópodos integran un gran grupo de animales invertebrados, que incluye los insectos,
arácnidos, miriápodos y crustáceos tales como las langostas y los cangrejos. Todos los
artrópodos tienen un exoesqueleto duro o cutícula, el cuerpo segmentado y las patas
articuladas. Los crustáceos, miriápodos e insectos tienen, además, antenas, ojos compuestos y,
a menudo, tres regiones en el cuerpo: cabeza, tórax y abdomen. Los insectos difieren del resto
de los artrópodos en que poseen sólo tres pares de patas articuladas en el tórax y dos pares de
alas. Hay muchas especies distintas djos, saltamontes y cucarachas, el primer par de alas se ha
modificado para formar una cubierta exterior, dura, sobre el segundo par. Cutícula y mudas Se
cree que la importancia de la cutícula exterior estriba, sobre todo, en que reduce la
evaporación de agua del cuerpo, pero también protege al animal del daño y de las invasiones
bacterianas, mantiene su forma y permite la locomoción rápida. Sin embargo, la cutícula
impone algunas limitaciones de tamaño, porque si los artrópodos fueran más grandes que
algunos de los mayores cangrejos, la cutícula se haría demasiado pesada para que los músculos
pudieran mover los miembros. Durante el crecimiento, los artrópodos desechan
periódicamente la capa externa de cutícula cuando se les queda dema- siado pequeña, y
forman una nueva. En los insectos, esta muda o exuviación sólo ocurre durante el esta- do de
larva o pupa y no en los adultos. En otras palabras, los insectos maduros no crecen.

Respiración

Por todo el cuerpo de los insectos hay un sistema ramificado de tubos, las tráqueas, que
contienen aire. Se abren al exterior por poros llamados estigmas y llevan el aire desde la
atmósfera a todas las regio- nes vivas del cuerpo. Las tráqueas se hallan forradas por una
cutícula engrosada en bandas espirales; este engrosamiento las mantiene abiertas a pesar de
la presión interior de los fluidos del organismo. Los estigmas se abren a los lados de cada
segmento del cuerpo, pero en algunos insectos hay solamente una o dos aberturas. La entrada
del estigma está provis- ta generalmente de músculos, que regulan su aber- tura o su cierre.
Este sistema respiratorio traqueal es muy distinto del de los vertebrados, en el que el oxígeno
se absor- be por medio de branquias o pulmones y se trans- porta con el torrente sanguíneo
hasta los tejidos. En los insectos, el oxígeno se difunde por las tráqueas hasta el órgano en
cuestión, y el dióxido de carbono sale por los mismos conductos.

Sistema sanguíneo

El hecho de que las tráqueas lleven el oxígeno a los órganos hace que el sistema circulatorio
sea menos importante en los insectos que en los verte- brados y, generalmente, es poco más
que un vaso único que recorre dorsalmente la cavidad del cuer- po. Músculos externos
impulsan la sangre hacia adelante en este vaso y mantienen un lento movi- miento con el que
rodean a los órganos de la cavidad del cuerpo, pues, aparte de este único vaso dorsal, la
sangre ocupa los espacios libres entre la cutícula y los órganos de la cavidad del cuerpo, sin
ocupar otros vasos menores. Así, pues, la sangre sirve principalmente para distribuir el
alimento digerido, recoger los produc- tos de excreción y, además, tiene importantes fun-
ciones hidrostáticas para mantener turgentes ciertas partes del cuerpo, para romper la
cutícula vieja y para desplegar las arrugas de las alas del insecto recién salido. Ciclo vital y
metamorfosis Los insectos ponen huevos que se convierten en larvas. Estas larvas suelen ser
completamente distintas del adulto y se llaman gusanos, orugas, etc., según la especie de
insecto. Por lo general, la larva es la etapa de alimentación y crecimiento -come vorazmente,
cambia la cutícula repetidamente y crece con gran rapidez-. Cuando ha alcanzado su tamaño
final, la larva queda inactiva, sin moverse ni alimentarse, y dentro de su cuerpo tiene lugar una
gran reorganización que da finalmente como resul- tado la forma de adulto o imago. Se llama
pupa a la etapa de cambios en la vida del insecto, y metamorfosis a los cambios en sí. Después,
los adultos se aparean y ponen huevos. Su hábitat, conducta, locomoción y forma de
alimentarse ya son completamente dife- rentes de los de las larvas. En algunos insectos, tales
como los efeméridos, la ninfa vive y crece en el agua durante un año, aproximadamente, pero
cuando es adulto vive sólo unas horas, el tiempo suficiente para aparearse y poner huevos.
Los peces
son animales vertebrados que viven en agua dulce o salada. Son poiquilotermos y se repro-
ducen por huevos. Tienen forma aerodinámica y su cuerpo está cubierto de escamas (Fig. 23).
Poiquilotermo. Se dice que un animal es poiquilo- termo cuando su temperatura varía con la
del medio que lo rodea. La temperatura de tales animales está generalmente unos cuantos
grados por encima de la de su medio ambiente, pero una elevación o un des- censo en la del
aire o agua en que viven produce cambios correspondientes en la temperatura del cuerpo del
animal. Puesto que la velocidad a la que la mayoría de los cambios químicos tienen lugar en los
organismos vivos aumenta con la elevación de la temperatura, la actividad de un animal
poiquilotermo dependerá en gran parte de la temperatura ambiente. Con el frío, algunos
animales quedan reducidos a un estado de sorpor, mientras que el calor propicia una vigorosa
actividad. El popular término "sangre fría" es inexacto, por- que da la impresión de una
temperatura constante; por ejemplo los peces que viven en los "cálidos" mares tropicales
serían, según la definición popular, de "sangre caliente".

CARACTERIZTICAS
Ojos: tienen las pupilas redondas y grandes y no varían de tamaño.

2. Oído: los peces no tienen orejas externamente visibles, pero pueden oír por la transmisión
de las vibraciones a través del cuerpo hasta las zonas sen- sibles del sáculo y del utrículo en el
oído interno. No poseen huesecillos ni cóclea.

3. Orificios nasales: delante de la boca hay un par de orificios nasales que no son utilizados,
como en los mamíferos, para la respiración, sino que condu- cen a los órganos del olfato, que
son, por lo general, muy sensibles, de forma que un pez puede percibir la presencia del
alimento en el agua a considerable distancia.

4. Boca: algunos peces tienen una gran abertura bucal y filtran plantas y animales
microscópicos de las aguas superficiales a medida que van nadando, atrapándolos en las
laminillas branquiales antes de expulsar el agua por el opérculo. La boca sirve no sólo para
tomar el alimento sino también para conducir el oxígeno de la corriente de agua.

5. Opérculo: tiene un importante papel en el meca- nismo de la respiración. Es una estructura


ósea que cubre y protege las branquias

6. Línea lateral: se denomina así al tubo o canal lleno de una sustancia gelatinosa, que se halla
inmediatamente debajo de la piel, abriéndose al agua por una serie de diminutos poros. Su
función es detectar los movimientos del agua. Por ejemplo, un movimiento ocasionado por la
mano de una persona moviéndose en el agua hará que la gelatina vibre. El canal está revestido
de terminaciones nerviosas que son estimuladas por estas vibraciones y envían impulsos al
cerebro, haciendo posible que el pez sepa la intensidad y dirección del movimiento del agua.
La sensibilidad de este sistema origina que incluso un pez ciego sea difícil de atrapar.

7. Escamas: son placas óseas en la piel, que en los tiburones, rayas y lijas, crecen a través de
ella, mientras que en otros peces la recubren. Se superponen unas a otras y forman una
envoltura protectora. A través del microscopio se observan unos anillos en las escamas, en los
que se puede calcular la edad del pez. Un anillo no corresponde a un año, pero los grupos de
anillos aparecen próximos o espaciados 5. Opérculo: tiene un importante papel en el meca-
nismo de la respiración. Es una estructura ósea que cubre y protege las branquias 6. Línea
lateral: se denomina así al tubo o canal lleno de una sustancia gelatinosa, que se halla inme-
diatamente debajo de la piel, abriéndose al agua por una serie de diminutos poros. Su función
es detectar los movimientos del agua. Por ejemplo, un movi- miento ocasionado por la mano
de una persona moviéndose en el agua hará que la gelatina vibre. El canal está revestido de
terminaciones nerviosas que son estimuladas por estas vibraciones y envían impulsos al
cerebro, haciendo posible que el pez sepa la intensidad y dirección del movimiento del agua.
La sensibilidad de este sistema origina que incluso un pez ciego sea difícil de atrapar.

7. Escamas: son placas óseas en la piel, que en los tiburones, rayas y lijas, crecen a través de
ella, mientras que en otros peces la recubren. Se superponen unas a otras y forman una
envoltura protectora. A través del microscopio se observan unos anillos en las escamas, en los
que se puede calcular la edad del pez. Un anillo no corresponde a un año, pero los grupos de
anillos aparecen próximos o espaciados
LAS AVES
Las aves pertenecen a los vertebrados. Son de sangre caliente, es decir, mantienen constante
la temperatura del cuerpo, a pesar de los cambios de la temperatura ambiente. Sus miembros
anteriores están modificados en alas y tienen la piel cubiertas de plumas. Una de sus
características principales es la posibilidad de volar, y todas se reproducen poniendo huevos. El
cráneo se prolonga hacia ade- lante en dos mandíbulas que forman un pico. Las plumas se
forman en la piel, que es floja, seca y sin glándulas sudoríparas, y constituyen una capa aislante
alrededor del cuerpo del ave, que ayuda a mantener su temperatura constante y a repeler el
agua. Las alas están especialmente desarrolladas para volar, ya que tienen una gran superficie
y muy poco peso

Las barbillas de las plumas se entrelazan de tal forma que si una pluma resultase dañada, por
ejem- plo, durante el vuelo, al colocarla con el pico adop- taría de nuevo, perfectamente, su
primitiva forma. Los cañones de las plumas están unidos a unos músculos que pueden alterar
los ángulos que forman, como, por ejemplo, cuando un ave esponja las plumas en tiempo de
frío. También posee una red de nervios que, de tocar una pluma, se estimularía de manera
semejante a como ocurre en los bigotes de los gatos. Las plumas internas (el plumón) son
esponjosas y mantienen junto al cuerpo una capa de aire; las plu- mas remeras (las de las alas )
y las timoneras (las de la cola) son anchas y planas y ofrecen resistencia al paso del aire. La
forma del ave y la posición de las plumas la hacen aerodinámica en el vuelo. Las patas y los
dedos están cubiertos de escamas superpuestas. Las aves poseen un tercer párpado
transparente, la membrana nictitante, que corre horizontalmente a través del ojo

Estructura que hace posible el vuelo del ave


1. Los miembros anteriores son alas, con una gran superficie proporcionada por las plumas.

2. Grandes músculos pectorales sirven para ple- gar las alas. En algunas aves suponen hasta
una quinta parte del peso del cuerpo.

3. Una profunda expansión del esternón, la quIlla, permite la sujeción de los músculos
pectorales. Los huesos coracoides, muy desarrollados, transmiten al cuerpo el empuje
ascensional de las alas.

4. Un esqueleto rígido proporciona una firme armazón para la sujeción de los músculos
relaciona- dos con los movimientos del vuelo. Muchos de los huesos, articulados en los
mamíferos, están solda- dos en las aves, como, por ejemplo, las vértebras de la columna
vertebral en la región del tronco.

5. Hay huesos huecos que reducen el peso del ave.

6. El sistema respiratorio es muy eficaz: los sacos aéreos, al estar llenos de aire caliente,
reducen la densidad del ave hasta un nivel casi despreciable
ANFIBIOS

Forman parte de este grupo las ranas, los sapos, los tritones y las salamandras. Los anfibios
pueden, en general, moverse, alimentarse y respirar tanto en tierra como en agua dulce. Sin
embargo, en ciertos períodos de su ciclo vital o en determinadas estaciones muestran una
dependencia o preferencia por uno u otro medio.

La rana. Características La rana es un animal poiquilotermo, con la piel floja y húmeda. Los ojos
sobresalen de tal forma que permanecen por encima del agua cuando el resto del cuerpo se
encuentra sumergido. Tienen párpados móviles, y además todo el globo del ojo puede
hundirse en la cabeza por medio de unos músculos, y puede observarse, a veces, cuando la
rana traga. Las fosas nasales están situadas de modo que el animal pueda respirar aire cuando
nada en la superficie, y también las puede cerrar. Detrás de los ojos hay unos tímpanos
circulares; los sonidos en el aire o en el agua hacen vibrar estas delgadas membranas,
vibración que se transmite, a través de un pequeño hueso, a una región sensorial que envía
impulsos nerviosos al cerebro

1. Respiración: los anfibios, a diferencia de los mamíferos, no realizan movimientos


respiratorios regulares y rítmicos, sino que tragan aire espasmódicamente a medida
que lo necesitan.
2. La piel de la rana es suave y húmeda, bastante delgada y bien provista de vasos
sanguíneos, que se ramifican en una fina red de capilares de paredes delgadas. El
oxígeno del aire o del agua se disuelve en la película de humedad que hay en la piel,
difundiéndose a través de ella hasta las paredes de los capilares para pasar a la sangre,
donde se combina con el pigmento rojo o hemoglobina y es transporta- do, con la
circulación de retorno, al corazón y luego a todo el cuerpo. El exceso de dióxido de
carbono es eliminado de la sangre a la inversa, difundiéndose por los capilares,
pasando a través de la piel y saliendo a la atmósfera. La piel, de uso continuo, sirve
tanto para la respiración en tierra como en agua.
Los pulmones se hallan en la cavidad del cuerpo y no están separados de los otros
órganos por un diafragma, como ocurre en los mamíferos. La hume- dad que recubre
la enorme boca es también una superficie respiratoria. Así como la piel está en cons-
tante función, excepto cuando está sumergida, los movimientos del suelo de la boca
pueden servir para intercambiar aire.
3. Alimentación: las ranas adultas son carnívoras y se alimentan de gusanos, escarabajos,
moscas y otros insectos. Para cazar al insecto en pleno vuelo, la rana salta a veces
hacia él y lo atrapa con su gran boca, pero en otras ocasiones utiliza la lengua. Este
órgano está unido a la parte anterior de la boca y puede extenderse rápidamente por
medio de unos músculos, que lo hacen salir disparado formando un semicírculo. El
insecto queda atrapado en la saliva pegajosa que cubre la superficie de la lengua. La
rana traga la presa entera, pero en la mandíbula superior y en el cielo de la boca hay
hileras de diminutos dientes muy juntos que impiden que escape. Al tragar, se retraen
los ojos y presionan sobre la víctima

Los reptiles
Los reptiles tienen la cabeza separada del tronco por un cuello más o menos largo y pueden
moverla hacia los lados, pues el cráneo está apoyado sobre la columna vertebral por medio de
una prominencia llamada cóndilo, que actúa como un pivote sobre el que puede girar. Son
animales vertebrados, con cuerpo general- mente alargado, en el que se suele distinguir la
cabeza, la cola y el tronco. Los reptiles poseen escamas o escudo corneo de origen epidérmico,
en algunos casos éstas se superponen, como por ejemplo en las serpientes, y en otras especies
estas son planas como en el caso de los cocodrilos. Estas escamas cumplen una función
protectora para el animal.

Aparato digestivo

En la cavidad bucal se pueden observar dientes de estructura sencilla y cónica, aunque en el


coco- drilo, éstos aparecen implantados en alveolos. Algu- nos reptiles como las víboras,
poseen en la mandí- bula superior un par de dientes venenosos. En la parte superior de la
cavidad bucal se encuen- tran los orificios de las coanas. En el centro, el orifi- cio del esófago y
en la parte inferior, el respiratorio. La lengua es replegada y bífida.

La articulación de las mandíbulas en ciertos reptiles, como las serpientes, permite abrir una
enorme boca, lo que les facilita la ingestión de gran- des presas.

A continuación de la boca, el tubo digestivo continúa con el esófago, que se comunica con el
estómago y posteriormente los intestinos, para ter- minar en una cloaca. Además, el aparato
digestivo consta de las glándulas anejas, el hígado y el páncreas. 2. Aparato circulatorio El
corazón, al igual que el de los anfibios, presenta un ventrículo y dos aurículas, pero se
diferencian ya que el ventrículo de los reptiles está parcial- mente dividido por un tabique
central. La arteria aorta esta formada por dos cayados, uno derecho que parte de la mitad
izquierda del ventrículo, y que lleva sangre arterial y otro izquierdo el cual nace de la zona de
comunicación de las dos mitades del ventrículo y que se encarga de irrigar el resto del cuerpo.

Aparato reproductor

Tanto en el macho como en las hembras, el aparato reproductor no presenta ninguna relación
con el excretor. Los espermiductos de los machos y los ovi- ductos de las hembras desembocan
en la cloaca. Para la fecundación existe acoplamiento en estos animales, penetrando los
espermatozoides por el oviducto de las hembras para fecundar los óvulos que descienden de
ellos. Posteriormente los huevos se rodean de dos envolturas protectoras, una de albúmina
interna y una cascara más externa.

Organo de los sentidos

1.El olfato. Es el sentido más desarrollado de los reptiles, consta de un par de fosas
nasales que se abren por sendas coanas a la cavidad bucal. La len- gua también cumple función
de olfateo, palpeando el suelo e introduciendo las partículas olorosas en las fosas nasales por
dentro de la cavidad bucal.

2.La vista. Los ojos pueden presentar párpados separados, en cuyo caso, el inferior
está más desarrollado que el superior.

3.El oído. Poseen oído interno y medio, excepto las culebras, los tímpanos aparecen a
flor de piel. Suelen ser animales carnívoros y cazadores, para lo cual muchos poseen
mandíbulas armadas de dientes poderosos, que no tienen un número fijo. En ciertas
serpientes hay también dientes especializados que inyectan veneno a sus víctimas.

García Rodríguez, B. L. (2010). Biología general. Miami, FL, United States of America: Firmas
Press. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/bibliounaat/36342?page=148.

García Rodríguez, B. L. (2010). Biología general. Miami, FL, United States of America: Firmas
Press. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/bibliounaat/36342?page=141.

García Rodríguez, B. L. (2010). Biología general. Miami, FL, United States of America: Firmas
Press. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/bibliounaat/36342?page=131.

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