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LOS VERTEBRADOS

Vertebrados, aquellos animales cordados, que tienen una columna dorsal segmentada en su
estado adulto. En la mayoría de los sistemas de clasificación que gozan de mayor aceptación
estos animales se agrupan dentro del subfilo Vertebrata, que, junto con otras divisiones,
pertenece al filo Cordados. El subfilo incluye a los mamíferos (también a los seres humanos),
aves, reptiles, anfibios, peces óseos, peces cartilaginosos (rayas y tiburones) y lampreas. Los
animales vertebrados tienen una larga historia evolutiva. Los primeros vertebrados bien
diferenciados aparecen en los depósitos de los estratos rocosos del ordovícico de la era
paleozoica.

La forma típica del cuerpo de los vertebrados es alargada, con simetría bilateral. Lo normal es
que presenten dos pares de apéndices que pueden estar muy modificados, debido a que algunos
animales han debido adaptarse a hábitats que exigían gran especialización. Por ejemplo, las alas
que necesitan las aves para volar, o las aletas que precisan los peces para nadar. En ciertos
casos, estos apéndices no llegan a desarrollarse en absoluto, como en las lampreas. El sistema
nervioso central se compone de una médula espinal, que es una especie de tubo situado en
posición dorsal a la notocorda o columna vertebral (ver más adelante) y que discurre paralelo al
eje mayor del cuerpo. La médula espinal se alarga y se ensancha en su extremo anterior para
dar lugar al cerebro. En la cabeza de muchos vertebrados, el cerebro está protegido por una
cubierta ósea llamada cráneo. La cabeza, que se localiza en el extremo anterior del cuerpo,
contiene también los principales órganos de los sentidos de la vista, el oído, el olfato y el gusto.

En ciertas etapas del desarrollo de los animales vertebrados, la notocorda, una especie de barra
que sirve de soporte, se desarrolla a lo largo del eje dorsal medio del cuerpo. En muchos
vertebrados la notocorda es reemplazada más tarde por una columna vertebral segmentada, que
consiste en una serie de pequeños huesos articulados. La columna vertebral, o espina dorsal,
proporciona gran flexibilidad al cuerpo. Al tiempo que se desarrollan las vértebras, se forman
unas fisuras o hendiduras branquiales en las paredes de la faringe. En los organismos acuáticos
estas hendiduras branquiales se asocian con branquias filamentosas muy vascularizadas, y
juntos actúan como sistema respiratorio durante toda la vida. Los anfibios y los vertebrados
terrestres respiran mediante pulmones, pero utilizan las hendiduras branquiales sólo cuando
presentan estados larvarios en su desarrollo, y tienen un carácter vestigial en todos los individuos
adultos.
Los sistemas urogenital y excretor se sitúan al final del tracto digestivo y tienen aberturas
ventrales cerca del extremo posterior del cuerpo. El corazón y los principales conductos
circulatorios ocupan una posición dorsal con respecto al aparato digestivo. El tronco contiene una
cavidad corporal, o cavidad celómica, revestida de peritoneo, dentro de la cual están
suspendidos muchos de los órganos viscerales por medio del mesenterio. El sistema muscular
se compone de bloques segmentados de tejido muscular, y se caracteriza por su simetría
bilateral. Esta segmentación y esta simetría se repiten en los sistemas nervioso, circulatorio y
urogenital, así como en los elementos esqueléticos del cuerpo. La reproducción de todos los
vertebrados es sexual y los sexos están, casi siempre, separados. Las estructuras protectoras,
como las escamas, las plumas y el pelo, se forman a partir de la piel.

CLASIFICACION:

LOS ANFIBIOS: nombre común de cualquier animal de la clase de los vertebrados que, en la
escala evolutiva, se encuentra entre los peces y los reptiles. Cuando emergieron de los océanos,
hace casi 400 millones de años, los anfibios se convirtieron en los primeros vertebrados
(animales con espina dorsal) terrestres. La clase, que contiene unas 4.400 especies existentes,
abarca tres órdenes de anfibios vivos: los anfibios con cola, formados por las salamandras
(también los tritones) y las sirenas; los anfibios sin cola, entre los que se encuentran los sapos y
las ranas; y las cecilias, anfibios similares a gusanos, carentes de extremidades y ciegos.

Debido a sus cuerpos esbeltos y largas colas, es fácil confundir a algunos anfibios, como las
salamandras, con los lagartos y otros reptiles. No obstante, al contrario que los reptiles, los
anfibios carecen de escamas y tienen que permanecer en las inmediaciones del agua para
sobrevivir.
Características físicas
La piel de muchos vertebrados está cubierta de pelo, plumas o escamas, pero la mayoría de los
anfibios carecen de cubierta alguna. En general son suaves y húmedos, a excepción de las
cecilias, que tienen pequeñas escamas en los pliegues exteriores del cuerpo. La parte interior de
la piel presenta abundantes vasos sanguíneos, que contribuyen a la respiración, y multitud de
glándulas que segregan un fluido a menudo irritante y venenoso. Las células cromatóforas de la
piel pueden, por contracción o expansión, producir cambios en la coloración de ésta, como
ocurre en el caso de algunas ranas arborícolas. La parte exterior de la piel se renueva de forma
continua y en ocasiones se desprenden grandes parches de la misma que el animal puede
comerse. Además de desarrollar piel nueva, algunas salamandras pueden regenerar
extremidades completas. Los anfibios macho y hembra difieren, por lo general, en tamaño y
coloración, y los machos pueden contar con sacos resonadores, dedos hipertrofiados y
repliegues dérmicos.
Estructura interna
Dado que los sistemas esquelético, muscular, digestivo, nervioso y otros del anfibio típico son
similares a los de los animales superiores, los estudiantes de biología estudian a la rana para
conocerlos. Sin embargo, en el cerebro de los anfibios hay que señalar que el cerebelo es
simplemente una banda conectora. El corazón del adulto está formado por un ventrículo
musculoso y dos aurículas, pero durante la fase larvaria, en que la respiración se realiza por
medio de branquias, la circulación es similar a la de los peces. Los dientes y la lengua varían en
su forma y, en algunos casos, no existen.
Temperatura corporal
Al igual que los reptiles, los anfibios son de sangre fría. Su temperatura corporal varía en función
de la temperatura ambiental y es, por lo general, muy inferior a la de las aves y los mamíferos.
Debido a que dependen de fuentes externas de calor, los anfibios que viven en regiones frescas
hibernan durante los meses fríos.

Comportamiento
En lo que se refiere a la obtención de comida y apareamiento, los anfibios son bastante activos
durante la noche. La mayoría de ellos pasa al menos parte de su vida en ambientes húmedos y
suele poner sus huevos, frágiles y gelatinosos, en el agua. En la mayoría de las especies, de
éstos salen larvas llamadas renacuajos, que respiran por medio de branquias y sufren una
metamorfosis, es decir, sus cuerpos cambian y se transforman hasta convertirse en adultos que
respiran en el medio aéreo. Algunos anfibios, no obstante, maduran sexualmente durante la fase
larvaria y jamás experimentan la metamorfosis. Los anfibios adultos son carnívoros y se
alimentan sobre todo de insectos, babosas y gusanos; los renacuajos son básicamente
herbívoros. La mayoría de los anfibios vive en regiones cálidas y húmedas, pero unos cuantos
viven en la zona templada y la distribución de algunas ranas llega hasta regiones muy
septentrionales.
Evolución
Los anfibios parecen haber evolucionado a partir de peces de aletas lobuladas a comienzos del
devónico. Es probable que durante los periodos de sequía estos animales salieron arrastrándose
de estanques casi desecados y con el tiempo se volvieron menos dependientes del agua. Los
anfibios prosperaron durante el carbonífero, pero muchos de ellos se habían extinguido antes de
que aparecieran los anfibios modernos, en el mesozoico.

Aún existe una gran variedad de anfibios, pero cuentan con menos especies que cualquier otra
clase de vertebrados terrestres. Amenazados principalmente por la destrucción de sus hábitats
debido a la presencia humana, el número de anfibios sigue disminuyendo. Véase Rana; Tritón;
Salamandra; Sirena (anfibio); Sapo. Véanse también los artículos dedicados a cada una de las
especies. Véase también Ave; Pez; Reptil.

Clasificación científica: los anfibios componen la clase Amphibia. Los anfibios con cola
componen el orden Caudados o Urodelos, los anfibios sin cola el orden Anuros y los cecílidos el
orden Gimnofiones.

LOS PECES: peces que en el estado adulto descansan sobre un lado de su cuerpo y tienen los
ojos en el lado opuesto de la cabeza, orientada hacia arriba. Su cuerpo está muy aplastado
desde un extremo al otro, de modo que estos peces se ajustan a las superficies lisas sobre las
que se apoyan. La mayoría de las especies son marinas y se encuentran en todo el mundo. Por
lo general, nadan parcialmente cubiertos sobre el fondo o cerca de él y se alimentan de animales
marinos de pequeño tamaño. Las crías tienen simetría bilateral y nadan como lo hacen la
mayoría de los peces. A medida que se desarrollan, el ojo izquierdo migra por encima de la parte
superior de su cabeza y alcanza su posición sobre el ojo opuesto. En algunas especies esta
migración se produce de forma directa a través del cráneo. También se desarrolla una quilla ósea
que se extiende desde el hocico hasta la cola para sostener la aleta dorsal. El cráneo se
comprime mucho, de modo que la cara está distorsionada de forma permanente mirando hacia
arriba. Los ojos pueden moverse con independencia, por tanto, estos peces pueden ver en todas
las direcciones cuando están tumbados en el fondo. Los peces planos presentan una coloración
protectora. Los que viven sobre fondos arenosos tienen el lado superior de color castaño claro y
los que viven en fondos con guijarros, lo tienen salpicado con manchas. El lado escondido suele
ser claro. Muchas especies son capaces de cambiar su coloración como un camaleón,
aumentando su semejanza con el entorno.

Los fósiles de los peces planos más antiguos pertenecen al eoceno superior, desde hace 54
millones de años hasta hace 40 millones de años. La mayoría de los ictiólogos (científicos que
estudian estos peces) los relacionan con el grupo de las percas, pero están por aclarar las
etapas que en el curso de su historia evolutiva les han llevado a un desarrollo tan especializado.

El orden de los peces planos se compone de seis familias. La familia de la platija con los ojos en
el lado derecho incluye el halibut del Pacífico, el halibut del Atlántico y la solla. Sus mandíbulas
inferiores tienen unos dientes fuertes capaces de triturar el caparazón de sus presas. Los
miembros de la familia de los lenguados carecen de dientes y tienen unas aletas abdominales
rudimentarias. Los ojos tienen un tamaño reducido y se sitúan muy juntos en el lado derecho de
la cabeza. La familia de la platija con los ojos a la izquierda incluye el halibut de California y los
peces afines. Todos sus miembros tienen los ojos en el lado izquierdo y la aleta abdominal del
lado opuesto está acortada. Las especies de la familia de las peladas también tienen los ojos en
el lado izquierdo y suelen carecer de aleta abdominal en el derecho. La familia de los Psetódidos
contiene especies con los ojos a ambos lados y las aletas abdominales casi simétricas. La familia
de los Citáridos también contiene especies con los ojos a los dos lados, pero las aletas
abdominales son más asimétricas que las de los anteriores. La longitud media de los peces
planos es de 30 cm. Muchas especies son importantes en la alimentación humana.

Clasificación científica: los peces planos constituyen el orden de los Pleuronectiformes. La


platija con los ojos a la derecha, el halibut del Pacífico y del Atlántico y la solla pertenecen a la
familia Pleuronéctidos. Los lenguados constituyen la familia Soleidos. Las platijas con los ojos a
la izquierda y el halibut de California pertenecen a la familia Bótidos. Las peladas componen la
familia Cinoglósidos. Los psetódidos constituyen en sí la familia Psettodidae y los citáridos, la
familia Citharidae.

LOS REPTILES: nombre común de los miembros de la clase de vertebrados llamada Reptilia
(véase Animal), que engloba a las serpientes, los lagartos, las tortugas, los crocodilios, el tuátara
y numerosas especies fósiles extintas. Entre las formas vivientes hay unas 2.500 especies de
serpientes, 2.500 de lagartos, casi 250 de tortugas y 21 de crocodilios. Su distribución abarca las
regiones templadas y tropicales de todo el mundo; dado que son de sangre fría (su temperatura
corporal depende de la de su entorno), los reptiles no pueden desarrollarse ni vivir en regiones
más frías. Las aves, sus descendientes, se clasifican convencionalmente en una clase separada.
Características
La mayoría de los reptiles son ovíparos (ponen huevos), pero muchas especies de serpientes y
lagartos son ovovivíparas (alumbran crías vivas). Los reptiles existentes se caracterizan por el
desarrollo de dos membranas embrionarias: un amnios protector y un alantoides respiratorio, o
membrana vascular fetal. El amnios, común a los reptiles, aves y mamíferos, impide que el huevo
se seque, de modo que las primeras fases del ciclo vital de estos animales no tiene que
depender del agua. En la mayor parte de las serpientes y algunos lagartos sólo hay un pulmón
funcional; en otros reptiles, ambos pulmones están igualmente desarrollados. El tórax y el
abdomen no están separados por un diafragma y la respiración se realiza con la ayuda de
músculos de la pared del cuerpo.

Dado que dependen de la temperatura de su medio ambiente, los reptiles hibernan en las
regiones donde el invierno es frío; algunas especies estivan —es decir, asumen un estado
latente— en regiones muy calientes y secas. Es común referirse a los reptiles como animales de
sangre fría, pero esto no es exactamente así ya que algunos de ellos, cuando están activos,
pueden tener una temperatura corporal superior a la de la mayoría de los mamíferos. La
diferencia importante en lo que se refiere a la fisiología de la temperatura corporal es que los
reptiles dependen de fuentes externas de calor para mantenerla, mientras que los mamíferos
generan el calor por procesos internos. Los reptiles regulan su temperatura aprovechando
diferentes fuentes de calor externo, como la luz solar directa o las piedras, los troncos y el suelo
calentados por el sol. Mediante el uso equilibrado de estas fuentes, las diferentes especies de
reptiles mantienen una temperatura corporal más o menos constante, característica de cada
especie, que suele ser superior a la del aire que la rodea. Sólo cuando el animal está en estado
latente o inactivo la temperatura de su cuerpo es más o menos igual que la de su entorno.

El esqueleto de los reptiles está osificado casi en su totalidad (no es cartilaginoso). Su cráneo
está unido a la columna vertebral por un único cóndilo, o superficie articular, como ocurre
también en sus descendientes, las aves. Las costillas torácicas están unidas al esternón y,
cuando existe un hueso sacro (parte de la espina dorsal conectada a la pelvis), las costillas
sacras se articulan con la cintura pélvica. Pueden tener dos juegos completos de extremidades o
haber perdido uno o ambos, como ocurre en las serpientes y algunos lagartos. Su piel está
cubierta de escamas y pueden tener placas óseas debajo de la piel.

El corazón de los reptiles está formado por tres cámaras: dos aurículas y un ventrículo. En los
crocodilios, no obstante, el ventrículo está casi totalmente dividido en dos cámaras por un septo
o tabique. Los dos arcos aórticos embrionarios (ramas arteriales presentes en los embriones de
los vertebrados) persisten en los reptiles, contrariamente a lo que ocurre en las aves y los
mamíferos, en los que sólo se desarrolla uno. La sangre venosa retorna al corazón desde la cola
y las extremidades traseras, pasando por los riñones, a través de un sistema renal portal (venas-
capilares); la sangre procedente de la región abdominal retorna por un sistema portal que
atraviesa el hígado. La vejiga urinaria sólo está presente en las tortugas y los lagartos.
Clasificación
Los primeros reptiles aparecieron durante el alto carbonífero del periodo paleozoico. Muchas
formas evolucionaron y florecieron durante el mesozoico, también conocido como era de los
reptiles. Desde entonces han desaparecido la mayoría de las especies de reptiles; sólo 5 de los
23 órdenes que llegaron a existir tienen representantes vivos. A continuación se mencionan los
más conocidos.
Rincocéfalos

Este orden contiene reptiles similares a lagartos, diferenciándose de éstos por características
osteológicas. Los rincocéfalos fueron abundantes en el triásico y el jurásico, pero hoy están todos
extintos, a excepción del tuátara de Nueva Zelanda, que pertenece al género Sphenodon.
Escamosos
Este orden constituye el mayor grupo de reptiles vivientes, con unas 5.000 especies de lagartos y
serpientes. Contiene también ciertas formas extintas, llamadas Fitonomorfos, que tenían un
cuerpo similar al de las serpientes y patas similares a las de los lagartos (véase Serpiente).
Quelónidos
Este orden, también llamado Testudinios, se había diferenciado ya de los demás reptiles en el
triásico, y en nuestros días comprende a las tortugas marinas y las tortugas terrestres. Las
especies de este orden son únicas, en el sentido de que tienen costillas planas sobre las que
descansa el caparazón, o escamas córneas o correosas; dado que esta coraza ósea hace que
las paredes del cuerpo sean rígidas, los animales tienen que respirar utilizando un proceso
similar a la deglución, en vez de recurrir a los músculos de la pared del cuerpo. Véase Tortugas:
Marinas; Terrestres.
Crocodilios
Los crocodilios aparecieron a finales del triásico y son los parientes vivos más próximos de los
dinosaurios y las aves. Su corazón está casi totalmente dividido en cuatro cámaras; el cerebro
muestra un mayor grado de desarrollo y la musculatura del abdomen está tan desarrollada que
se asemeja a la molleja de un ave. Véase Cocodrilo.
Ictiosaurios
Todos los miembros de este orden están extintos. El orden comprendía grandes reptiles marinos
que tenían un cuerpo similar al de los peces y extremidades en forma de pala o remo. Las
especie del género típico, Ichthyosaurus, alcanzaban longitudes superiores a los 4 metros.
Sauropterigios
Este orden de animales extintos englobaba individuos acuáticos de cuello largo con grandes
cuerpos y extremidades adaptadas para deslizarse a través del agua.
Saurisquios y Ornitisquios
Los dinosaurios más conocidos pertenecían a estos órdenes de reptiles de cuello y cola largos
que aparecen por primera vez en los estratos correspondientes al triásico. Llegaron a ser
comunes en tiempos posteriores hasta el final del mesozoico, cuando se extinguieron (a
excepción de las aves). Véase Dinosaurio.
Pterosaurios
Grupo de reptiles voladores extintos emparentados con los dinosaurios (véase Pterosaurio).
Terápsidos
Aunque comúnmente se dice que son "reptiles similares a los mamíferos", este grupo no estaba

compuesto por reptiles, sino por antecesores de los mamíferos, que se diferenciaron de la clase
Reptiles hacia finales del carbonífero
LAS AVES: nombre común para cualquier miembro de la clase de los vertebrados que incluye
animales con plumas. Todas las aves adultas tienen plumas, aunque algunos tipos como el
pelícano, el martín pescador, el pájaro carpintero y el arrendajo están completamente desnudos
cuando salen del huevo. El término pájaro se aplica a cualquier ave con capacidad para volar y
de pequeño tamaño.

Las aves comparten ciertos rasgos con los mamíferos, como ser animales de sangre caliente y
tener un corazón de cuatro cámaras. Sin embargo, se diferencian de éstos en que evolucionaron
de los dinosaurios mucho tiempo después de que se separaran los grupos de reptiles y
mamíferos. Como la mayoría de los reptiles y algunos mamíferos primitivos, se desarrollan a
partir de embriones localizados en huevos que están fuera del cuerpo materno. Los huevos de
las aves tienen cáscaras duras, son muy fuertes en los de las especies grandes y bastante
frágiles en las de pequeño tamaño. Esta característica los diferencia de los huevos de los
reptiles.
Anatomía y fisiología
La mayoría de las aves puede volar y desciende de antepasados que podían hacerlo, aunque
hay especies, que se han extinguido, que no eran voladoras. Además, el cuerpo de las aves está
modificado para aumentar la eficacia del vuelo. Los huesos de los dedos y las articulaciones de
las patas delanteras están fusionados formando un soporte rígido para las grandes plumas de
vuelo de las alas. También existe fusión ósea en el cráneo y en la cintura pelviana, así se obtiene
una mayor resistencia y ligereza. En las aves adultas muchos de los huesos están huecos,
carecen de médula y están conectados con un sistema de sacos o bolsas aéreos dispersos por
todo el cuerpo. El esternón, o hueso del pecho, de la mayoría de ellas es grande y tiene una
quilla o cresta central llamada carina. El esternón y la carina soportan algunos de los principales
músculos utilizados en el vuelo. En las aves de la subclase Ratites —como el avestruz, el kiwi y
afines— que han perdido la capacidad de volar, el esternón tiene un tamaño más reducido y la
carina se ha perdido.

Las mandíbulas de las aves actuales se alargan como picos sin dientes y están cubiertas con
una capa córnea llamada la ranfoteca. En la mayoría de las especies es dura, pero también
puede ser correosa, como en los andarríos y en los patos. La ausencia de dientes reduce el peso
del cráneo.

Las aves no tienen glándulas sudoríferas y no pueden enfriar su cuerpo por transpiración.
Durante el vuelo, el calor se dispersa con el paso del aire a través de su sistema de sacos aéreos
y, cuando están en reposo, jadeando.

Una técnica de supervivencia durante el invierno, muy común en los mamíferos,


pero rara en las aves, es la disminución del ritmo de los procesos fisiológicos.
Esto incluye la reducción de la temperatura corporal y, en los casos extremos, se
alcanza la hibernación. Durante mucho tiempo se pensó que las aves no
hibernaban. Sin embargo, las últimas investigaciones demuestran que diversas
especies de chotacabras, vencejos y colibríes del desierto o de áreas de alta
montaña, donde las noches de invierno son muy frías, pueden entrar en un
estado de letargo, similar a la hibernación, para conservar energía.
ORDEN CLASIFICACIÓN DE LAS AVES

Anseriformes Aves acuáticas (patos, gansos, cisnes)

Apodiformes Vencejos, colibríes

Apterigiformes Kiwis

Caprimulgiformes Chotacabras

Casuariformes Casuarios, emúes

Caradriformes Limícolas, gaviotas, jacanas, págalos, golondrinas de mar,


rayadores

Ciconiformes Garzas, cigüeñas, ibis, espátulas, flamencos, avetoros

Coliformes Colios o aves ratón

Columbiformes Palomas

Coraciformes Martines pescadores, abejarucos, carracas, abubillas, cálaos

Cuculiformes Cucos, anís, correcaminos

Falconiformes Buitres, halcones, águilas

Galliformes Lagópodos, faisanes, pavos, codornices

Gaviformes Colimbos

Gruiformes Grullas, rascones, avutardas, caraus, fochas, calamones

Paseriformes Aves capaces de posarse (más de 70 familias), incluyendo


cuervos, tordos, gorriones, golondrinas, chochines, sílvidos,
papamoscas, alondras, trepadores, vireos, alcaudones, mirlos
Pelecaniformes Pelícanos, alcatraces, cormoranes, piqueros, anhingas

Piciformes Pájaros carpinteros, indicadores

Podicipediformes Somormujos

Procelariformes Albatros, pardelas, petreles

Psitaciformes Loros

Reiformes Ñandúes

Esfeniciformes Pingüinos
Estrigiformes Búhos

Estrucioniformes Avestruces

Tinamiformes Tinamúes

Trogoniformes Quetzales

Distribución
Las aves habitan en todos los continentes y en casi todas las islas del mundo y están adaptadas
a todos los hábitats ecológicos. Varias especies viven en desiertos estériles en apariencia, en la
Antártida, en las junglas, encima de la línea de la vegetación en las altas montañas, en pantanos
y marismas, en las costas rocosas, en los bosques y campos y en las ciudades.

Aunque la mayoría de las aves son móviles debido a su capacidad para volar, las diferentes
especies tienen una determinada distribución geográfica, que puede abarcar desde varios
continentes hasta una única isla de pequeño tamaño. Dos de las especies más ampliamente
distribuidas son el halcón peregrino y la lechuza común, cuyos nidos se han encontrado en todos
los continentes, excepto en la Antártida. Por contraste, los sílvidos de Semper sólo se han
localizado en la pequeña isla de Santa Lucía, al oeste de la India, donde podría estar a punto de
extinguirse. A veces, una familia entera de aves tiene una distribución limitada. Así ocurre con
algunas que sólo se localizan en Suramérica, África o Australia. Otras cinco están confinadas en
la gran isla de Madagascar, en el océano Índico y cuatro más, entre ellas los desaparecidos
moas, se conocen sólo en Nueva Zelanda. La familia con la distribución más limitada contiene
una única especie, el cagú. Este es un ave con cresta, de color gris y del tamaño de un pollo
grande que se encuentra sólo en la isla de Nueva Caledonia, en el Pacífico. Sólo una familia está
restringida a Asia (incluyendo las islas adyacentes al sur y al oeste) mientras que no existen
familias exclusivas de Europa y Norteamérica, aunque suele concederse la categoría de familia a
los pavos (dos especies de las zonas templadas y tropicales de Norteamérica), en lugar de
considerarles una subdivisión de la familia de los faisanes.

Varias familias de aves se localizan en todo el mundo en zonas cuyas condiciones ecológicas
son similares. Los colimbos y las alcas se crían en las regiones subárticas y septentrionales
templadas de Norteamérica, Europa y Asia. Algunas familias —entre las que destacan las
anhingas, los loros y los trogones— habitan en las zonas tropicales de Norte y Suramérica, África
y Asia y las dos primeras han alcanzado Australia.

LOS MAMIFEROS: nombre común que se aplica a cualquier animal de sangre caliente (más
apropiado es el término homeotermo, es decir, que la temperatura corporal permanece constante
independientemente de las condiciones ambientales), que pertenece a la misma clase que el ser
humano y que tiene las siguientes características: el cuerpo recubierto de una cantidad variable
de pelo, posee glándulas mamarias y la cavidad corporal está dividida en dos partes (cavidad
torácica y cavidad abdominal) por medio de una membrana musculosa denominada diafragma, la
cual desempeña un papel muy importante en la respiración. Muestran además gran desarrollo de
su sistema nervioso, sobre todo la parte frontal del encéfalo, con la formación de una corteza
cerebral que se ha traducido en un desarrollo mayor de la inteligencia; por otro lado, sólo tienen
un único arco aórtico del corazón en el lado izquierdo del cuerpo, la existencia de una
articulación especial entre el hueso de la tibia y los huesos del tarso en el tobillo, el hecho de
tener tres huesecillos auditivos (martillo, yunque y estribo) en el oído medio. Por último, la
mandíbula, que en los mamíferos está compuesta por un solo hueso, el maxilar inferior o
dentario, que se articula con el hueso escamoso de la mandíbula superior. La mayoría de los
miembros del grupo tienen cuatro extremidades que pueden adaptarse a la natación (como en
las focas) o adaptadas al vuelo, como las alas de los murciélagos. Por el contrario, otros
mamíferos sólo tienen un par de extremidades y, en algunos casos, se han reducido hasta
convertirse en apéndices vestigiales (como es el caso de las ballenas) o se han perdido para
siempre, como en la vaca marina. Todos los mamíferos, excepto los monotremas (ponen
huevos), paren crías vivas (viviparismo), que pasan las primeras fases de su desarrollo
embrionario dentro de una cavidad del cuerpo de la madre (véase Desarrollo). Algunos
mamíferos nacen en un estado bastante indefenso, mientras que otros son capaces de andar e
incluso correr al poco tiempo de nacer. El tamaño de los mamíferos varía mucho: el más grande
es el de la ballena azul que suele medir más de 30 m de longitud, y los más pequeños (como
algunas especies de musarañas, ratones y murciélagos) no llegan a los 5 cm de largo, sin incluir
la cola.
Anatomía

La capa exterior de los mamíferos es la piel, que es un órgano elástico y flexible. Se renueva
continuamente, suele tener una cantidad variable de pelo y cumple diversas funciones: actúa
como capa protectora ante daños de tipo mecánico, evita la invasión de gérmenes y regula la
pérdida de calor y humedad del cuerpo. En muchos mamíferos, el color de la piel o del pelo se
confunde con el entorno donde habita el animal, de manera que le ofrece camuflaje y protección
frente a los depredadores. Otras veces existe un gran contraste, lo cual favorece la comunicación
visual y proporciona información sobre la identidad de la especie, el género, la edad o el estatus
jerárquico o social de un individuo. La piel también funciona como un órgano sensorial y excretor,
pues contiene diferentes tipos de glándulas especializadas, como las glándulas mamarias. Son
estructuras derivadas de glándulas dérmicas y son las productoras de la leche de la que se
alimentan las crías de los mamíferos después de nacer. La existencia de estas glándulas da
nombre a toda la clase (clase Mamíferos). Su estado de desarrollo es completo en todas las
hembras adultas, y se encuentran en estado rudimentario en la mayoría de los machos y de las
hembras inmaduras.

Otras estructuras importantes de la piel son las glándulas sudoríparas. Se hallan presentes en
casi todas las especies de mamíferos terrestres, aunque están ausentes en algunas, como son la
rata topo de El Cabo o el oso perezoso de dos dedos. Los mamíferos acuáticos (las ballenas, los
delfines y las vacas marinas) carecen de glándulas sudoríparas. Éstas se encuentran situadas en
la base de los pelos, excepto en aquellas regiones de la piel que bordean las membranas
mucosas, como son las que rodean los labios o las de los genitales; sin embargo, muchos
mamíferos tienen pocas de estas glándulas en estado funcional, tal y como sucede en los gatos y
perros, donde sólo las glándulas de las plantas de los pies son funcionales. Las glándulas
sudoríparas tienen una importancia fundamental en la regulación de la temperatura del cuerpo.
Otro tipo de glándulas presentes en los mamíferos son las glándulas sebáceas, que producen
una secreción grasienta útil para impermeabilizar el pelaje (sobre todo en las especies
acuáticas). Una modificación de aquellas origina otra clase de glándulas que se encargan de
producir diferentes tipos de olores: las glándulas odoríferas. El sentido del olfato suele ser de vital
importancia para muchos mamíferos y por lo tanto no es de extrañar que estas glándulas estén
situadas en casi cualquier zona del cuerpo. Con los olores, los individuos se comunican entre
ellos, bien para atraer y mantenerse juntos (por ejemplo en la atracción sexual), bien para
separarse (por ejemplo el marcaje del territorio).

En cuanto a los sentidos de la visión y del oído, se puede comprobar con facilidad que también
tienen sus receptores específicos situados en la piel. Todos los mamíferos tienen dos ojos y la
visión binocular, esto ayuda en la percepción de la imagen y en la apreciación de la distancia; la
imagen se forma en los dos ojos desde puntos de vista ligeramente distintos y se superponen
para dar una única imagen al integrarse en el cerebro. El grado de visión estereoscópica varía de
unos mamíferos a otros. Otra característica del sentido de la vista es que la mayoría de los
mamíferos son casi ciegos en la apreciación del color, pues los conos (que son las células
nerviosas del ojo sensibles al color) son muy escasos en número. Respecto al sentido del oído,
la expresión externa de éste lo constituye el pabellón auditivo u oreja, que es un mecanismo de
recepción y ampliación de las ondas sonoras, las cuales serán transformadas en impulsos
nerviosos para ser recibidas por el cerebro. Al evolucionar los mamíferos, dos de los huesos que
formaban la articulación mandibular, el cuadrado y el articular, disminuyeron de tamaño y fueron
arrastrados al interior del oído medio para formar, junto con el hueso llamado estribo, los
huesecillos auditivos anteriormente mencionados; el articular pasó a ser el martillo y el cuadrado
se convirtió en el yunque. En los mamíferos terrestres y arborícolas, las orejas son estructuras
bien visibles de constitución cartilaginosa, mientras que en los mamíferos acuáticos, como por
ejemplo las ballenas, son simples orificios abiertos al exterior.

Los órganos internos de los mamíferos son los mismos tanto en la forma más primitiva como en
la más compleja. Todos los mamíferos, las aves y algunos reptiles tienen el corazón dividido en
cuatro cámaras, dos aurículas y dos ventrículos. Los glóbulos rojos carecen de núcleo después
del nacimiento. Por último, el cuello consta de siete vértebras cervicales, con la excepción de las
vacas marinas y ciertas especies de perezosos y osos hormigueros.
LOS ANIMALES
INVERTEBRADOS Características: Cuerpo posee cefalo
Carecen de columna vertebral y esqueleto torax y abdomen
1.-Su división en Phylum Posee cinco pares de
a) Espongiarios patas y dos antenas
Características: Marinos simples Ejemplo: Camaron, Cangrejo y
Viven en las rocas Langosta
No tiene organos Arácnidos Terrestres
diferenciados Características: Cuerpo posee cefalo
Reproducción sexual por torax y abdomen
gemacion Posee dos mandibulas
Ejemplo: Esponja de mar y cuatro pares de patas
Regadera de felipinas Respiración traqueal
b) Celentereos Ejemplo: Araña alacranesa
Características: Viven en lugares fijos y en Insectos Aereos
movimiento Características: Viven en cualquier
De forma cilíndrica medio
Posee tentáculos Poseen cuerpo,
Reproducción por cabeza, abdomen, torax
gemacion y estrobilacion Tienen dos pares de
Ejemplo: Malagua caracol, hidra antenas, tres pares de
c) Platelmintos patas,
Características: Cuerpo blando y aplanado dos pares de alas
Simétrico lateral Ejemplo: Mosca, Abeja,Zancudo,
Reproducción en huevos Grillo.
Ejemplo: Planaria y tenia solium
d) Equinodermo VERTEBRADOS
Características: Animales acuáticos Presentan huesos y columna vertebral
Tienen espinas 1.- Clasificacion:
Ejemplo: Erizo de mar, Estrella de a) Mamíferos
mar Características: Cuerpo cubierto de pelos
e) Asquelminto Su temperatura es constante
Características: Aparato digestivo Respiración pulmonar
desarrollado La hembra posee glandulas
Cuerpo alargado y mamarias
cilindrico, cubierto por una Tiene un organo llamado
capa utero
cuticula b) Aves
Tiene ano y boca Características: Cuerpo cubierto de
Ejemplo: Lombriz intestinal plumas
f) Anélido Su reproducción es
Características: Gusano acuatico ovípara
Cuerpo cilindrico , Respiración pulmonar
dividido en anillos Sus huesos son
Respiran acido cutáneo huecos
Ejemplo: Lombriz de tierra c) Reptiles
g) Moluscos Características: Cuerpo cubierto de
Características: El cuerpo es blanto y escamas
tiene caparazón Respiración pulmonar
Regiones de cabeza, Son ovíparos
masa visceral y pie d) Peces
Respiración branquial Características: Piel cubierta de
y pulmonar escamas
Reproducción ovípara Son ovíparas
Ejemplo: Pota, pulpo, calamar Su repiracion es
choros. branquial
h) Artropodos e) Anfibios
División Características: Piel desnuda
i)Crustáceos Acuáticos Son ovíparos
Sufren una serie de
cambios
Su respiración es
pulmonar y a traves de la piel.

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