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Fuente: https://concepto.de/redes-sociales/#ixzz6x71RbHe6
Redes sociales horizontales o genéricas. Son aquellas redes sociales que no poseen una
temática determinada, sino que apuntan a todo tipo de usuarios. Estas redes funcionan
como medios de comunicación, información o entretenimiento. Son muy numerosas y
populares, por ejemplo: Facebook o Twitter.
Redes sociales verticales. Son aquellas redes sociales que relacionan personas con
intereses específicos en común, como música, hobbies, deportes. Por ejemplo: Flickr, red
social cuya temática es la fotografía. Dentro de estas redes se encuentran las redes verticales
profesionales, como LinkedIn, que involucra individuos que comparten el ámbito laboral o que
buscan ampliar sus fronteras laborales.
En general, ingresar en una red social es muy sencillo ya que simplemente implica rellenar un
cuestionario con datos personales básicos y así obtener un nombre de usuario y una contraseña que
le servirán al usuario para ingresar de manera privada a la red. Mientras el usuario cumpla los
requisitos para el registro en dicha red (por ejemplo, mayoría de edad), podrá hacerlo de manera
simple y rápida.
En 1997 se creó SixDegrees, una red que permitía contactar a otros miembros de la red, crear un
perfil, armar listas de amigos. SixDegrees se basó en la teoría de “seis grados de separación”, que
afirma que todas las personas se encuentran a seis personas de distancia de cualquier otra persona
del planeta. Esta red social estuvo activa hasta 2001.
En 2003 surgió Friendster, una red que permitía contactar a otros miembros y compartir contenido
online con ellos (fotos, videos, links). Estuvo activa con gran presencia de usuarios hasta 2015. En
2003 también se creó LinkedIn, red social laboral para buscar, recomendar u ofrecer un trabajo.
Como respuesta ante la popularidad de Friendster surgió en 2003, MySpace. Creada por una
agencia de marketing, esta red se dedicaba especialmente a la música y a la tecnología. Para 2009,
MySpace era la red social con mayor tráfico de usuarios.
MySpace perdió la pulseada con la llegada y el auge de Facebook, que surgió en 2004 y tuvo gran
popularidad debido a su plataforma, al creciente desarrollo de Internet y a la aparición de dispositivos
móviles con conexión a la red. De hecho, en la primera década del siglo XXI surgieron algunas de las
redes sociales con mayor cantidad de usuarios.
En 2005 surgió la plataforma de videos YouTube, que fue adquirida por Google en 2006. En 2006
apareció Twitter, red social de microblogging. En 2010 se creó Instagram, que permite compartir
videos y fotos; y Pinterest, que permite a los usuarios crear tableros personales con imágenes,
escritos y videos.
En 2011 se creó Snapchat, la red social que popularizó la mensajería efímera. Aunque tuvo una gran
popularidad y fue una de las aplicaciones de mayor crecimiento, Snapchat quedó atrás de Facebook
cuando esta empresa adquirió Instagram en 2012 y luego WhatsApp en 2014.
Uno de los últimos sucesos en las redes sociales es Tik-Tok, una plataforma de origen chino
que permite crear y compartir vídeos. En 2018 se fusionó con Musical.ly y es una de las redes con el
mayor flujo de usuarios jóvenes, disponible en 39 idiomas.
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Son inmediatas. Las redes sociales funcionan en tiempo real. La información, los videos, las
imágenes y las opiniones que se comparten en las redes suelen hacerse públicas y pueden
ser conocidas por cualquier usuario de la red en casi cualquier punto del globo de manera
inmediata. En algunas plataformas como Twitter, los acontecimientos sociales, culturales,
políticos o económicos, zonales o mundiales, son conocidos por todos sus usuarios de
manera instantánea.
Son masivas. Las redes sociales han derribado barreras culturales y etarias ya que llegan a
una gran porción de la población.
Acortan distancias. Las redes sociales permiten comunicarse con amigos, familiares y
cualquier usuario de la red sin importar la distancia geográfica.
Aumentan la visibilidad de las marcas. En los últimos años, la publicidad y la creación de
perfiles corporativos y de marcas han hecho de las redes sociales un nuevo mercado.
Permiten conectar compradores y vendedores de todas partes del mundo. Facilitan la
atención al cliente.
Funcionan como un canal de aprendizaje, entretenimiento e información. Las redes
sociales funcionan como medios para viralizar determinada información. Según el contenido
en el que esté interesado el usuario, podrá aprender, entretenerse o informarse.
Permiten compartir información. Las redes permiten compartir archivos de manera
instantánea y sencilla: documentos, música, fotografías, videos.
Brindan oportunidades laborales. Existen redes que permiten dar a conocer el perfil laboral
de los usuarios. Algunas, como LinkedIn, se crearon con el objetivo específico de formar
comunidades de profesionales. Allí, las empresas crean perfiles desde los que se ofrecen
oportunidades laborales a las que los usuarios interesados pueden aplicar.
Con el transcurrir del tiempo la tecnología ha ido avanzando en gran magnitud y, con ello el uso de las redes
sociales sobre todo en los adolescentes; este medio puede ser usado de distintas formas, por un lado cuando son
usadas con recato y moderación en la comunicación y conversación entre amigos, familiares; conocer los sucesos
más impactantes en la sociedad; medios que utilizan para encontrar a personas con las que comparten intereses y
aficiones, creando un vínculo virtual; pueden además encontrar rápidamente vídeos, publicaciones, grupos o
páginas respecto a un tema específico, contactarte con personas con talento, acceso a tutoriales, libros virtuales
útiles en su quehacer académico; buscar información para realizar trabajos e informarse sobre todo lo que acontece
en el mundo. Por otro lado, su influencia también puede ser negativa, debido a su uso excesivo que generalmente
trae consigo adicciones, aislamiento social y problemas familiares; dejando muchas veces de lado actividades que
conlleven a un buen desarrollo personal, social y familiar. Este tipo de conductas los exponen a riesgos como al
relacionarse con personas desconocidas que les pueden causar algún daño, además de facilitar el acceso a
contenidos sexuales como la pornografía o imitar conductas inapropiadas. Las redes sociales influyen notablemente
en la vida de los adolescentes, puesto que se encuentran en una etapa donde buscan definir su identidad personal e
inclusión dentro de su entorno social, por ello es necesario orientarlos en el proceso de su desarrollo y así lograr que
hagan uso adecuado de las redes sociales.
Las redes sociales son una gran parte de la vida de muchas adolescentes. Una encuesta de 2018
del Centro de Investigación Pew realizada a casi 750 personas de 13 a 17 años encontró que el 45%
está en línea constantemente y el 97% usa una plataforma de redes sociales, como YouTube,
Facebook, Instagram o Snapchat.
Pero, ¿qué influencia tiene en ellas el uso de las redes sociales?
Las redes sociales permiten a las adolescentes crear identidades en línea, comunicarse con
otros y construir vínculos sociales. Así, pueden ser de ayuda para ellas, especialmente para
aquéllas que experimentan exclusión o tienen discapacidades o enfermedades crónicas.
Las adolescentes también usan las redes sociales para entretenerse y expresarse. Y estas
plataformas pueden informarlas de eventos actuales, permitirles interactuar a través de barreras
geográficas y enseñarles sobre una variedad de temas, incluidos comportamientos saludables.
Las redes sociales que son divertidas o que les proporcionan una conexión significativa con
compañeras, y con una amplia variedad de contactos, incluso podrían ayudarles a evitar la
depresión.
Sin embargo, el uso de las redes sociales también puede afectar negativamente a las
adolescentes, las distrae, altera sus patrones de sueño, y las expone a la intimidación, a rumores
falsos, a concepciones poco realistas sobre la vida de otras personas y a la presión grupal.
Los riesgos podrían relacionarse con la cantidad de tiempo invertido en redes sociales. Un estudio
de 2019, hecho a más de 6,500 adolescentes de 12 a 15 años (en EU), expuso que aquéllos que
pasaban más de tres horas al día usando las redes sociales podrían tener mayor riesgo de sufrir
problemas de salud mental.
Otros estudios apuntan a vínculos entre el uso frecuente de redes sociales y la ansiedad. Un
estudio de 2016 descubrió que a mayor uso nocturno de las redes sociales e inversión emocional en
ellas –como molestarse al no poder iniciar sesión- existe una peor calidad del sueño y mayores
niveles de ansiedad y depresión.
La forma en que las adolescentes usan las redes sociales también podría determinar su influencia.
Un estudio de 2015 encontró que cuando se comparan socialmente y buscan retroalimentación en
estos medios tienen más probabilidades de presentar síntomas depresivos.
Y un estudio anterior sobre el impacto de las redes sociales en estudiantes universitarias de
pregrado mostró que cuanto más tiempo usaban Facebook, más fuerte era su creencia de que otros
eran más felices que ellas. Pero cuanto más tiempo pasaban con amigas, menos se sentían así.
Debido a la naturaleza impulsiva de las adolescentes, los expertos sugieren que aquéllas que
publican contenido corren el riesgo de compartir asuntos muy personales. Esto puede ocasionar que
sean intimidadas o incluso chantajeadas. A menudo crean publicaciones sin tener en cuenta tales
consecuencias.
Con la proliferación de las redes sociales nos estamos volviendo cada vez más dependientes de nuestra vida virtual.
Un estudio realizado por la Chicago Booth School of Business señalaba, hace ya cinco años, que Facebook,
Twitter y otras redes sociales tienen una capacidad de adicción mayor que la del tabaco o el
alcohol porque, entre otras cosas, acceder a ellas es sencillo y gratuito. Además, si el mismísimo padre del iPad,
iPod, iPhone, Steve Jobs, no dejaba que sus hijos intimaran demasiado con la tecnología —les limitaba el
tiempo de uso— es que, probablemente, algo intuía acerca de cómo afectan las redes sociales a los más jóvenes.
Lo cierto es que, a juicio de muchos expertos, el uso de las redes sociales —aplicaciones de mensajería
instantánea incluidas— puede generar serias adicciones con sus consiguientes consecuencias: ansiedad,
depresión, irritabilidad, aislamiento, alejamiento de la vida real y de las relaciones familiares, pérdida de
control, etc. Pero, ¿qué entendemos realmente por adicción?
Entre las causas más reconocidas de la adicción a las redes sociales se encuentran la baja autoestima, la
insatisfacción personal, la depresión o hiperactividad e, incluso, la falta de afecto, carencia que con
frecuencia los adolescentes tratan de llenar con los famosos likes. De hecho, muchos jóvenes los buscan casi
compulsivamente para experimentar una intensa —pero siempre breve— sensación de satisfacción que, sin
embargo, puede ser contraproducente al hacerlos dependientes, a la larga, de la opinión de los demás.
El perfil mayoritario del adicto es el de un joven de entre 16 y 24 años. Los adolescentes son los que tienen
mayor riesgo de caer en la adición, según los expertos, por tres motivos fundamentales: su tendencia a la
impulsividad, la necesidad de tener una influencia social amplia y expansiva y, finalmente, la necesidad
de reafirmar la identidad de grupo.
Sherry Turkle, psicoanalista del Massachusetts Institute of Technology (MIT), ha investigado extensamente
sobre el impacto de las redes sociales en las relaciones y afirma que estas debilitan los lazos humanos.
¿Qué determina la adicción? La frontera es difusa, pero existen algunos indicios que dan bastantes pistas de si
existe o no esa dependencia a las redes sociales, aunque la última palabra corresponde siempre a un profesional
médico. Estos son los tics más habituales:
Nerviosismo cuando no se tiene acceso a Internet, la red social no funciona o va más lenta de lo normal.
Preferir la comunicación con amigos y familiares a través de redes sociales que cara a cara.
Creer que la vida de los demás es mejor que la nuestra, en función de lo que vemos en las redes.
2. Canal de entretenimiento
Cada vez las marcas tienen más claro que un uso muy importante que hacemos las
personas en las redes sociales está relacionado con el ocio.
Redes sociales como Tik Tok podrían ser un ejemplo utilizado por adolescentes como
canal de entretenimiento.
4. Te ayudan a encontrar trabajo
Muy relacionado con anterior punto, está las oportunidades laborales que nos pueden
ofrecer las redes sociales.
9. Comunicación al instante
Si algo caracteriza a las redes sociales es su inmediatez. Podemos comunicar cualquier
noticia al instante a un gran número de personas.
Pero incluso también nos pueden ayudar a mantener un contacto inmediato con cualquier
persona por muy lejos que es
11. Infoxicación
Con internet y las redes sociales al día recibimos miles de estímulos y es difícil prestar
atención en la era del exceso de información. Esta sobrecarga de contenidos hace
que sea complicado profundizar en un tema.
La clave será buscar soluciones que nos permitan digerir de manera más fácil toda esta
información: gestores de RSS, listas de twitter…
12. Adicción
La adicción se produce por un uso abusivo y descontrolado. Cuando aparecen
síntomas como depresión, intranquilidad, ansiedad… ante una pérdida temporal de
conexión podemos hablar de adicción a las redes sociales.
13. Estafas
Las estafas por redes sociales son comunes y tenemos que saberlo para poder estar
atentos. Cuidado con cupones descuentos falsos y supuestos premios, modifica el color
de tu Facebook, perfiles falsos exigiendo dinero, notificaciones de envío de paquetería
falsos, falsas ofertas de empleo, oportunidades de negocio, encuestas, donaciones, etc.
Como en la vida real, tenemos que ser muy prudentes y no aceptar cualquier propuesta
que nos llegue por redes sociales.
15. Ciberbullying/Groming/Sexting
Amenazas online como el ciberbullying, groming, sexting se producen sobre todo entre
los y las más jóvenes.
16. Reducción de la productividad
Las redes sociales pueden ayudarnos a mejorar nuestra productividad si sabemos
aprovechar todas sus ventajas, ahorraremos tiempo, pero si estamos continuamente
pendientes de notificaciones, podemos perder el foco de lo que estamos haciendo, y
como consecuencia, ser menos productivos.
Tenemos que tener cuidado si publicamos fotos de menores, la dirección dónde vivimos o
cualquier otro dato que pertenezca a la intimidad. Puedes poner en riesgo tu seguridad y
la de los que te rodean.