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Si bien la escuela buscaba una nueva expresión artística en la era de la máquina,

Para elevar la calidad al producto industrial y la potencia artesana al mismo nivel


que las bellas artes, fue necesario recuperar los métodos artesanales de
elaboración de los objetos tanto en el diseño en comunicación visual como en la
actividad constructiva. Por ello es que los talleres, que retomaban de algún modo
la tradición del artesanado medieval, se convirtieron en el corazón de la
formación de la Bauhaus, lo cual se evidenciaba en su plan de estudios.

La base fundamental de la educación en la Bauhaus era el curso preparatorio–Vorkurs–,


núcleo de la enseñanza artística y politécnica (Bürdek 1999, 28-30) y una de las más
destacadas innovaciones de la escuela (Droeste 2015, 16), cuya dirección no solo iba a
determinar la orientación de la formación, sino los principios filosóficos que guiarían las
propuestas formales. Así se reconocen una primera etapa fundacional más expresionista,
idealista y romántica (1919-1923) y una más racional o de consolidación (1923-1928).
Ellas pueden identificarse a través de dos emblemas que representaron a la escuela.

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) tuvo un gran impacto en la Escuela de la


Bauhaus. La guerra y la posguerra crearon una gran escasez de materiales y recursos en
Alemania, lo que afectó negativamente a la producción y la enseñanza en la escuela.
Además, muchos de los fundadores de la Bauhaus, como Walter Gropius y Paul Klee,
tuvieron que servir en el ejército alemán durante la guerra, lo que interrumpió su
trabajo y enseñanza en la escuela. Sin embargo, la experiencia de la guerra y la
posguerra también inspiró a muchos artistas y diseñadores de la Bauhaus a buscar
nuevas formas de crear y producir, lo que eventualmente llevó a una mayor innovación
y experimentación en el diseño y las artes visuales.

Marianne Brandt, la diseñadora de la tetera Bauhaus, se inspiró en los diseños de la


Escuela de Deutscher Werkbund, un movimiento alemán de diseño que buscaba la
unión entre la industria y la artesanía. También se cree que se inspiró en la
funcionalidad y simplicidad del diseño de la cultura japonesa. En su diseño, Brandt
buscó la funcionalidad y la simplicidad, eliminando cualquier adorno superfluo y
enfocándose en la forma y la función. La tetera se convirtió en un icono del diseño
moderno y un ejemplo de la estética Bauhaus.

La tetera Bauhaus es un ejemplo icónico del diseño moderno y funcionalista que surgió
de la escuela de diseño Bauhaus en la década de 1920. El diseño de la tetera se
caracteriza por su simplicidad, funcionalidad y minimalismo, con una forma geométrica
básica y un enfoque en la utilidad práctica en lugar de la ornamentación. Este enfoque
en el diseño funcional y minimalista se convirtió en un sello distintivo del movimiento
Bauhaus y ha influido en el diseño industrial y de productos en todo el mundo hasta el
día de hoy. En resumen, la tetera Bauhaus es un ejemplo de cómo el diseño puede ser
bello, pero también altamente funcional y práctico al mismo tiempo.

La tetera de la Bauhaus es una de las piezas más icónicas del movimiento Bauhaus, y su
diseño se inspiró en la estética moderna y funcionalista que promovía la escuela. Sin
embargo, se pueden encontrar antecedentes de su diseño en piezas de la corriente del
Art Decó, que se caracterizaba por sus formas geométricas y líneas puras. En particular,
la tetera de la Bauhaus se inspiró en las líneas puras y sencillas de la cerámica y la
porcelana modernistas que se estaban produciendo en la época en Europa. Además,
algunos críticos han destacado similitudes entre la tetera de la Bauhaus y las piezas de
la corriente De Stijl, un movimiento artístico y arquitectónico que surgió en los Países
Bajos al principio del siglo XX y que se caracterizaba por la simplificación geométrica y
la abstracción.

La tetera Bauhaus en sí no existía durante ese período de tiempo, ya que fue


diseñada en 1924 por Marianne Brandt, una estudiante y más tarde profesora
en la Escuela Bauhaus. Sin embargo, durante el período de 1780 a 1914, se
desarrollaron una serie de movimientos artísticos y culturales que influyeron en
la creación de la Escuela Bauhaus y su enfoque en el diseño funcional.

Entre 1780 y 1914, se produjo la Revolución Industrial, lo que significó una


transformación en la producción de bienes y en la vida urbana en Europa y
Estados Unidos. El diseño comenzó a ser visto como una herramienta para
mejorar la vida cotidiana, lo que condujo a la creación del movimiento Arts and
Crafts en el Reino Unido y más tarde a la Secesión de Viena en Austria.

A finales del siglo XIX, el movimiento Art Nouveau surgió en Europa como una
respuesta a la producción en masa de bienes durante la Revolución Industrial. El
Art Nouveau se caracterizó por sus formas curvas y orgánicas inspiradas en la
naturaleza. Esta corriente artística influyó en el diseño y la arquitectura durante
varias décadas.

En 1919, la Escuela Bauhaus fue fundada por Walter Gropius en Weimar,


Alemania, con el objetivo de combinar la artesanía y la industria. La escuela
promovió un enfoque en el diseño funcional, la producción en masa y la
colaboración entre diferentes disciplinas. La tetera Bauhaus, diseñada por
Marianne Brandt en 1924, es un ejemplo de este enfoque en el diseño funcional
y en la fusión entre arte y tecnología.

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