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Ciudad de México, 15 de diciembre de 2022

C.P. Olivia Rojo Martínez,


Titular del Área de Control y Auditorias,
en suplencia del Titular del
Órgano Interno de Control.
Presente.

Por medio de la presente quiero hacer una denuncia directa en contra


de la C. Bertha Isela Hernández Martínez, por actos de
discriminación, acoso laboral y abuso de sus funciones, así como la(s)
persona(s) responsable(s) de la investigación en mi contra vía la
DGTIC.

La funcionaria antes mencionada ostenta el cargo de Directora de


Área en la Dirección General de Difusión de Derechos Humanos de la
CNDH, ubicada en la sede de Jorge Carpizo y que tiene como
dirección Periférico Sur 3469
Col. San Jerónimo Lídice Magdalena Contreras, C.P. 10200. CDMX.

Mi relación laboral con la CNDH comenzó en la segunda quincena de


febrero del presente año por invitación de Juan José Sánchez
González, Director General de Difusión De los Derechos Humanos,
quién me ofreció el participar en la elaboración de campañas de
comunicación.

En un inició la relación fue de cordialidad con la C. Bertha Isela


Hernández Martínez, pero se comenzó a degradar desde una ocasión
en la que por instrucciones del director, Juan José Sánchez González,
se me ordenó grabar un evento en el Museo Casa de la Memoria
Indómita.

En esa ocasión yo estaba por concluir mis labores y la C. Bertha


Hernández me hizo del conocimiento que se requería el ‘apoyo’ para
grabar una conferencia que se dictaría en el lugar antes mencionado,
a lo que accedí viéndolo como una instrucción directa del director.
Para poder realizar esta labor eran necesarios equipos con los que no
contaba, por lo cual le pregunté a la C. Bertha Hernández que como
se resolvería esta situación, a lo que me respondió que usará los de la
CNDH y que los regresara al día siguiente al volver a la oficina.

En esta primera ocasión la C. Bertha Hernández me llevo en un auto


oficial hasta la zona centro donde se ubica el museo y donde se
llevaría a cabo la conferencia. Ella espero para trasladarme a mi
domicilio y llevarse los equipos que se habían ocupado.

Para la siguiente solicitud de apoyo fue necesario que personal


adscrito a la Dirección General de Difusión de los Derechos Humanos
me llevará hasta el MCMI, ya que no contaba con transporte propio, a
lo que la C. Bertha Hernández me sugirio que ‘me fuera en camión’.

Desde luego que me negué porque, por un lado, se trataba de equipos


de la CNDH y por otro la conferencia a grabar y transmitir por redes
sociales terminaría pasadas las 9 de la noche, cosa que hacía
sumamente inseguro el retorno a mi domicilio en transporte público.

Es así que se me proporcionó el traslado al MCMI, pero al momento


de ver el regreso a mi domicilio y ya contando con la presencia del
director Juan José Sánchez González, le solicité el apoyo para pagar
un taxi de aplicación, cosa que le molestó y me dijo que esa no era su
obligación.

Fue así que tuve que pagar de mi bolsa el transporte para el regreso a
mi domicilio y el traslado de mi casa a las oficinas de la CNDH, gasto
que jamás me fue reembolsado, por lo que en ocasiones
subsecuentes me negué a ‘apoyar’ generando el enojo de la C. Bertha
Hernández por mi poca disposición de apoyar la transformación de
México.

Debo de comentar que la práctica de que los traslados con equipo se


hagan vía transporte público, es muy común en la DGDDH, algo por
demás peligroso porque se llega a movilizar equipo caro y delicado
para su transportación.

Fue después de esta situación que la escalada de acoso y


señalamiento se hizo más virulenta. Presentándose comentarios, vía
mis jefes inmediatos, acerca de mi forma de vestir, mis tatuajes, mi
corte de cabello, hasta llegar al tema de mi posición ideológica respeto
a la 4T.

Esta escalada de acoso y señalamientos tuvo un momento decisivo al


darse a conocer la acción en contra de las bases de datos de la
SEDENA por parte de piratas informáticos, ya que en ese momento yo
estaba a cargo de las transmisiones en vivo de la CNDH.

Esta labor me daba acceso a las cuentas de redes sociales de la


CNDH por lo que me dejaba la responsabilidad de tener cuidado con
lo que se publicaba, así como de la información que en ellas está
contenida, por lo que tome de manera muy seria el tener esas claves
de acceso.

Lamentablemente, para mí, desde la cuenta de la CNDH de la red


social Twitter, se dio ‘like’ a una cuenta del grupo informático
Guacamayas Leaks, lo que generó que se comenzara una
investigación por parte de la Dirección General de las Tecnologías de
la Información y Comunicación.

Debo precisar que yo no era el único en poseer las claves de acceso a


las redes sociales. Hasta donde yo tuve entendido éramos cerca de 10
personas de diversas áreas, con acceso a las redes sociales de la
CNDH.

Y así fue que el día 12 de diciembre de 2022, en una reunión por


demás intempestiva y sin ningún tipo de aviso previo, tras cuatro días
de retenérseme mi pago quincenal y sin que ninguno de mis
superiores me diera alguna información al respecto, se me comunicó
que no se me renovaría el contrato con la CNDH.

Al preguntar cuál era el motivo de la decisión, la C. Bertha Isela


Hernández Martínez me comunicó que la investigación que había
iniciado la DGTIC por el incidente con la cuenta de Guacamaya Leaks,
había concluido que yo estaba señalado como uno de los posibles
responsables del incidente de la red social de la CNDH.
Le solicité a la C. Bertha Hernández, me presentarán las pruebas que
sustentaban ese dicho, a lo que me respondió que no estaban
obligados a hacerlo, que la orden venía de ‘arriba’ y que sencillamente
no me despedían, sino ya no me renovarían el contrato.

En los días posteriores me fueron revocados los permisos a la intranet,


el correo electrónico, así como el quedar fuera de los grupos de
comunicación de la DGDDH, y serme retirada mi identificación
personal de la CNDH.

En este momento me encuentro en una situación de preocupación


económica, ya que al no ser avisado con anticipación y prudencia del
fin de mi relación laboral, estoy en la incertidumbre de como terminar
mis compromisos económicos.

Sin esperar que se me renueve el contrato, pero dejando este


antecedente que permita que la labor de la CNDH se haga con apego
en sus principios, quedo a las órdenes de quien me solicite y requiera.

Atentamente:

Néstor Valentín Negrete Trejo.


Productor Audiovisual

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