Laura Alzate Galeano

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Teologia II

Aportes a la reflexión Cristológica antes y después de Medellín

La cristología en América Latina ha experimentado un cambio significativo antes y después de la

Conferencia Episcopal de Medellín en 1968. Uno de los giros más importantes ha sido en la
comprensión de la cruz. Antes de Medellín, la cruz se entendía principalmente como un símbolo
de sufrimiento y sacrificio, con poco énfasis en la liberación social. Sin embargo, después de
Medellín, los teólogos comenzaron a ver la cruz como un símbolo de la lucha contra la injusticia
y la opresión, y como un llamado a la acción social para transformar las estructuras sociales que
oprimen a los pobres y marginados. Esta nueva comprensión de la cruz ha llevado a un enfoque
más integral y comprometido con la realidad social de América Latina por parte de la Iglesia y
los teólogos.

Además del cambio en la comprensión de la cruz, el texto sugiere que la Conferencia Episcopal
de Medellín en 1968 tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la cristología en América
Latina. La conferencia se centró en la opción preferencial por los pobres y en la necesidad de una
Iglesia comprometida con la transformación social y la justicia en América Latina. Esta visión
tuvo un gran impacto en los teólogos y líderes religiosos de la región, quienes comenzaron a
repensar la relación entre la fe y la realidad social. Como resultado, surgieron nuevas corrientes
teológicas que se enfocaron en la teología de la liberación y la construcción de una Iglesia más
cercana a los pobres y marginados. En resumen, el texto muestra que la Conferencia Episcopal
de Medellín fue un punto de inflexión en la historia de la Iglesia católica en América Latina, y
que su impacto se reflejó en la evolución de la cristología en la región.

No obstante, de los puntos mencionados anteriormente, el texto sugiere que la cristología en

América Latina antes de Medellín se centraba en la doctrina y la ortodoxia, sin prestar mucha
atención a las realidades sociales y políticas de la región. Sin embargo, después de la
conferencia, los teólogos comenzaron a tomar en cuenta los problemas de la pobreza, la
exclusión y la opresión en su reflexión teológica, lo que llevó a una mayor conexión entre la fe y
la vida diaria de las personas. Esto se reflejó en la aparición de nuevas corrientes teológicas,
como la teología de la liberación, que buscaba una práctica teológica más comprometida con la
realidad social de América Latina. En general, el texto muestra que la cristología en América
Latina ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, y que ha surgido una corriente
de pensamiento teológico más comprometida con la transformación social y la lucha contra la
injusticia y la opresión