Se subió al colectivo, camino lentamente mientras observaba con cuidado algún asiento vacío

para sentarse. Mientras se acercaba al fondo del colectivo echaba un vistazo general y seguía
su camino.

Llego al último asiento disponible y metódicamente revisaba su flaca billetera, parecía que algo
le hacía falta.

No es un hombre muy alto, pero camina con la vista bien al frente e infla su pecho dando a
entender que nada lo intimida. Creo que esta apariencia es su escudo al miedo que le da el
mundo exterior.

Viste simple sin ser elegante, se truena los dedos cuando parece estar nervioso, su cara
relajada no tiene expresión más alguna que la amargura que transmite su marcado rostro.

Realiza arduos viajes a menudo, sube sus pies sobre los asientos vacíos para recostarse, apoya
su cabeza sobre la ventana y con su mirada se pierde en esos paisajes que vio una y mil veces.

Habitualmente según bajan y suben personas al colectivo las mira detalladamente y observa
sus facciones, suele quedarse clavado en el aire como si en su cabeza estuviera haciendo
películas que solo él puede ver y que apuesto son la expresión interna de sus deseos recluidos.

Lo poco que habla lo hace de forma concisa, sus modales no son muchos pero son lo suficiente
como para ser un tipo educado, saluda a los colectiveros antes de bajar y cede los asientos, es
capaz de devolver la plata que otros pierden.

Cuando llega a destino, cansado y aturdido, infla su pecho y levanta la mirada para no ser
abarcado por aquella ciudad que siempre visita. Tan rápido como baja del colectivo es como
viaja caminando a un nuevo destino incierto, lo que se sabe es que camina rápido pero no
corre por lo raro que piensa que eso se ve. En cierto sentido sufre pero tanto yo como el no
sabemos el motivo.

Llegando cada dia se sube al colectivo de forma presurosa y deja escapar unas malas palabras
que dan a entender que su día fue cansador.

Magullado por razones que nadie pregunta, el escupe empedernidamente para aparentar que
no le importa que lo vean e intenta hacerse ver como un hombre al cual el tiempo y los
problemas lo atraviesan.

Tiene muchas apariencias y actitudes destinadas a cumplir lo que el desea ser aunque no sepa
que quiere ser y que problemas enfrenta.

Sus actividades se repiten diariamente con religiosidad sin que a nadie le importe.