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YEAN LEZAMA

V.-30.258.078
CRITERIO PERSONAL DE LA SENTENCIA N°1070 DE FECHA 09 DE
DICIEMBRE DE 2016 DE LA SALA CONSTITUCIONAL DEL TRIBUNAL
SUPREMO DE JUSTICIA, QUE INSTITUYÓ EL DESAFECTO COMO CAUSAL
DE DIVORCIO Y EN LA SENTENCIA N° 136 DEL 30 DE MARZO DE 2017 DE
LA SALA DE CASACIÓN CIVIL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA.

En síntesis de esta sentencia, según mi criterio, el objetivo pleno de


la misma como hemos podido determinar a través su estudio, fue
establecer que las causales de divorcio contenidas en el artículo 185 del
Código Civil, no son las únicas por las cuales se puede solicitar el divorcio
en Venezuela, sino que además de las causales previstas en dicho
artículo, se podrá solicitar el divorcio por cualquier otra situación que el
cónyuge estime que impida la continuación de la vida en común, incluido
el desafecto (o falta de amor), incompatibilidad de caracteres, o ruptura
prolongada de la vida en común. En efecto, la Sala estableció su criterio
desestimando el carácter taxativo de las causales de divorcio referidas en
dicha norma, e incluyó cualquier otro motivo, como la incompatibilidad de
caracteres y el desafecto o desamor. Igualmente, determinó que el
procedimiento de divorcio por separación de hecho tiene efecto de cosa
juzgada, sin que exista la posibilidad de obligar a los cónyuges a mantener
el vínculo, pues ello implicaría violación al derecho constitucional al libre
desenvolvimiento de la personalidad. Consecuentemente, Al no
existir afecto, existe su antónimo que es el desafecto, el cual no va a
permitir que se cumplan con exactitud las obligaciones
del matrimonio como guardarse fidelidad o la vida en común. En vista de
esto, el divorcio como institución, ya no puede sostenerse a operar según
causales taxativa, pues, de hecho, además de suprimírsele dicho carácter
por la Sala Constitucional, se añaden nuevos motivos más dinámico y
prácticos, como son el desafecto o incompatibilidad de caracteres y el
mutuo consentimiento, lo que origina que hoy se pueda hablar de que en
Venezuela opera un sistema de divorcio libre. En cuanto al procedimiento,
se han simplificado las formas y, aunque se mantiene el procedimiento
contencioso, en la práctica la mayoría de los cónyuges recurrirán al
procedimiento de jurisdicción voluntaria que no demanda actividad
probatoria ni es contradictorio. Ademas, en vista de su inmediatez
procesal y la simplicidad que conlleva, es una de las causales mas
utilizadas para la determinación de la disolución del vinculo matrimonial,
llegando a la conclusión, que destaca entre las otras causales
establecidas en el código civil.
YEAN LEZAMA
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Existen diversas situaciones que afectan la institución del


matrimonio en su vida jurídica, ya sea en razón de que se
declare su nulidad, se suspenda el cumplimiento de ciertos
deberes conyugales, como ocurre con la separación judicial
de cuerpos –caso donde el vínculo subsiste aunque con
limitaciones– y, finalmente, los casos de disolución del
matrimonio, los cuales proceden por dos supuestos
concretos, en palabras del Código Civil: «Todo matrimonio
válido se disuelve por la muerte de uno de los cónyuges y
por divorcio» (artículo 184)

Debemos entender que el vinculo del matrimonio, va mucho


más allá de lo jurídico, puesto que para que dos personas
decidan vivir en pareja deben tenerse afecto, puesto que
el afecto será el axioma del matrimonio. Al no existir afecto,
existe su antónimo que es el desafecto, el cual no va a permitir
que se cumplan a cabalidad las obligaciones
del matrimonio como guardarse fidelidad o la vida en común.

El juez en esta sentencia, baso su decisión en la lógica, y en la


protección de los derechos constitucionales, porque si una
pareja siente desafecto entre sí, no podrán concurrir en sus
responsabilidades matrimoniales, y fracturarían a la familia, pues
seria una crueldad hacer que dos personas que no se quieren,
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se vean obligadas a vivir 5 años juntas para solicitar un divorcio
de mutuo acuerdo (185-A Código Civil)

Algunos tienen que esperar, se separan de cuerpos y esperan 5


años para solicitar su divorcio,  o deben ajustarse a las causales
de divorcio del artículo 185, algo que es injusto para las partes
que no se tienen afecto y se ven obligados a mantener una vida
en común, violentando así uno de los elementos del contrato
del matrimonio, que es la voluntad de hacer vida en común.

Gracias a esta sentencia, el hecho de no amar a tu pareja, y no


tenerse afecto entre sí, ya desde el 2017 es una causal de
divorcio, completamente legal y válida.

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