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María era niña que anhelaba ir al colegio, pero no

podía porque tenía que cuidar a sus hermanos


menores mientras que su mamá se iba a trabajar.
La mama de maría trabajaba en una fábrica textil,
donde la hacían trabajar mucho y le pagaban
poco.
Por eso maría se quedaba limpiando la casa
haciendo la comida y cuidando a sus hermanos.

María era
niña que
anhelaba ir
al colegio,
pero no
podía porque
tenía que
cuidar a sus
hermanos
menores
mientras que
su mamá se
iba a
trabajar.
La mamá de
maría
trabajaba en
una fábrica
textil, donde
la hacían
trabajar
mucho y le
pagaban
poco.
Por eso
maría se
quedaba
limpiando la
casa
haciendo la
comida y
cuidando a
sus
hermanos.
Que lo
habían
sembrado a
la entrada de
su casa;
pues su
abuelita le
había dicho
que, si el
jacarandá
florecía en
primavera,
su deseo se
haría
realidad: el
deseo era ir
al colegio
para
aprender.
Regar su
jacarandá
era lo más
hermoso que
ella hacía.
derramaba
lentamente
el agua
alrededor del
tronco y le
hablaba con
amor.
Una noche
tranquila,
maría se
asomó a la
ventana para
mirar la luna
y las
estrellas.
De pronto,
un ligero perfume
llego hasta la
ventana de María.
El corazón
de maría
empezó a
latir muy
deprisa, su
jacarandá
estaba
floreciendo.
Corrió
rápidamente
a la puerta,
pero al llegar
junto al árbol
no hallo
ninguna flor
en sus
ramas.
La había
robado el duende
de Ia medianoche.
Pero un día
su sueño se
hizo
realidad,
cuando la
flor de
jacarandá
floreció,
María pidió
su deseo y la
flor se lo
cumplió
Y un día de cielo azul y sol radiante, maría pudo estar feliz en el colegio e hizo
muchas amigos y amigas, aprendió nuevas cosas
Pero María a pesar de todas sus tareas,
siempre encontraba un momento para regar
su arbolito de jacarandá.
Que lo habían sembrado a la entrada de su
casa; pues su abuelita le había dicho que si
el jacarandá florecía en primavera, su deseo
se haría realidad: el deseo era ir al colegio
para aprender.
Regar su jacarandá era lo mas hermoso que
ella hacía. derramaba lentamente el agua
alrededor del tronco y le hablaba con amor.
Mi pequeño jacaranda le decía mi lindo
arbolito, ¡si florecieras en primavera!

Una noche tranquila, maría se asomó a la


ventana para mirar la luna y las estrellas.
Como siempre, su perrito yago dormía al pie del
jacarandá. El pequeño jacarandá bajo la luz
plateada, parecía dormir también.
De pronto, un ligero perfume llego hasta la
ventana de María.
La brisa con sus delgados dedos acariciaba la
flor azul que tímida nacía. El corazón de maría
empezó a latir muy deprisa, su jacarandá estaba
floreciendo.
Corrió rápidamente a la puerta, pero al llegar
junto al árbol no hallo ninguna flor en sus ramas.
La había robado el duende de Ia medianoche.

El duende llego y robo la Flor del jacarandá


y le pidió un deseo quiero que …
Pero la flor respondió: No conozco tu voz.
Y la flor de pétalos azules y violetas al
instante se marchito.
La niña pensó que tal vez lo había soñado.
Que el árbol no había florecido.
Que era una simple ilusión
Pero una mañana, al abrir la puerta la niña
se sorprendió al ver tres flores en las verdes
ramas del jacaranda, yago ladraba.
No estaba soñando, era una realidad
Tres hermosas flores color azul violeta
brillaban entre las ramas.
María acarició enseguida una de las tiernas
flores y le pidió su deseo:
Flor del jacarandá, quiero ir al colegio a
estudiar y lo deseaba tanto que su corazón
latía muy fuerte.
Y la flor de jacarandá le respondió:
Gracias, amiga, por tu bondad e inmenso
amor quiero que tu gran deseo se haga
realidad.
Y así fue…

Y un día de cielo azul y sol radiante, maría


pudo estar feliz en el colegio
Allí cada día aprendía cosas nuevas y
descubría nuevos mundos, también cada
día hacia nuevas amigas y amigos
Pero maría nunca dejó de ayudar a su
madre, todos los días se levantaba
temprano, recorría un largo camino y
regresaba con su balde lleno de agua con
su amigo yago.
Luego regaba su arbolito de jacarandá y
daba gracias porque había florecido.
Con una eterna sonrisa preparaba el
desayuno a sus hermanos y así todas las
mañanas.
Cuando su mamá regresaba del trabajo
María acudía al colegio. Y yago la esperaba
siempre bajo el pie del jacarandá.

Con esfuerzo y perseverancia se pueden


cumplir nuestros sueños. Y ayudar a la
familia es un valor muy grande que debemos
cultivar desde pequeños.

María era
niña que
anhelaba ir
al colegio,
pero no
podía porque
tenía que
cuidar a sus
hermanos
menores
mientras que
su mamá se
iba a
trabajar.
La mamá de
maría
trabajaba en
una fábrica
textil, donde
la hacían
trabajar
mucho y le
pagaban
poco.
Por eso
maría se
quedaba
limpiando la
casa
haciendo la
comida y
cuidando a
sus
hermanos.
Que lo
habían
sembrado a
la entrada de
su casa;
pues su
abuelita le
había dicho
que, si el
jacarandá
florecía en
primavera,
su deseo se
haría
realidad: el
deseo era ir
al colegio
para
aprender.
Regar su
jacarandá
era lo más
hermoso que
ella hacía.
derramaba
lentamente
el agua
alrededor del
tronco y le
hablaba con
amor.
Una noche
tranquila,
maría se
asomó a la
ventana para
mirar la luna
y las
estrellas.
De pronto,
un ligero perfume
llego hasta la
ventana de María.
El corazón
de maría
empezó a
latir muy
deprisa, su
jacarandá
estaba
floreciendo.
Corrió
rápidamente
a la puerta,
pero al llegar
junto al árbol
no hallo
ninguna flor
en sus
ramas.
La había
robado el duende
de Ia medianoche.
Pero un día
su sueño se
hizo
realidad,
cuando la
flor de
jacarandá
floreció,
María pidió
su deseo y la
flor se lo
cumplió
Y un día de cielo azul y sol radiante, maría pudo estar feliz en el colegio e hizo
muchas amigos y amigas, aprendió nuevas cosas
Institución Educativa Privada

“PRISMA”

NOMBRE:
ASTRID ALESSANDRA YOVERA RIVERA

PROFESORA:
SANDRA CHAVESTA GARNIQUE
TEMA:
LA NIÑA DEL JACARANDÁ

GRADO:
1° “B”
PRESENTACIÓN
El presente trabajo tiene como finalidad
El cuento de la niña del jacarandá nos deja muchos
valores: como la responsabilidad, generosidad,
educación.
Nos enseña que a pesar de los obstáculos debemos
de seguir adelante y nunca desistir, ayudar a
nuestra familia.
María era niña que anhelaba ir al colegio, pero no podía porque
tenía que cuidar a sus hermanos menores mientras que su
mamá se iba a trabajar.
La mamá de maría trabajaba en una fábrica textil, donde la
hacían trabajar mucho y le pagaban poco.
Por eso maría se quedaba limpiando la casa haciendo la comida
y cuidando a sus hermanos.
Que lo habían sembrado a la entrada de su casa; pues su
abuelita le había dicho que, si el jacarandá florecía en
primavera, su deseo se haría realidad: el deseo era ir al colegio
para aprender.
Regar su jacarandá era lo más hermoso que ella hacía.
derramaba lentamente el agua alrededor del tronco y le hablaba
con amor.
Una noche tranquila, maría se asomó a la ventana para mirar la
luna y las estrellas.
De pronto, un ligero perfume llego hasta la ventana de María.
El corazón de maría empezó a latir muy deprisa, su jacarandá
estaba floreciendo.
Corrió rápidamente a la puerta, pero al llegar junto al árbol no
hallo ninguna flor en sus ramas.
La había robado el duende de Ia medianoche.
Pero un día su sueño se hizo realidad, cuando la flor de
jacarandá floreció, María pidió su deseo y la flor se lo cumplió
Y un día de cielo azul y sol radiante, maría pudo estar feliz en el
colegio e hizo muchas amigos y amigas, aprendió nuevas cosas.

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