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CUERPO NO NORMATIVO:
“El cuerpo y la corporalidad durante mucho tiempo no fue considerado como tema relevante
de estudio en las ciencias sociales, y solo hasta relativamente poco tiempo ha sido
reconocido como fundamental para entender múltiples dinámicas socioculturales actuales.”
“Para Csordas (1990) la noción de embodiment emerge a partir del postulado metodológico
de que el cuerpo no puede ser analizado en relación con la cultura, lo cual supondría su
existencia como una entidad relativamente autónoma, sino como el sujeto de la cultura, es
decir como el sustento existencial de ella. Así, no habría la posibilidad de pensar la relación
cuerpo/ cultura en términos duales, ya que constituyen una unidad analítica.”
“Por otra parte, resulta interesante constatar las diferentes maneras en que dentro de las
ciencias sociales se asigna un papel al cuerpo en la configuración del espacio, sea
interpersonal o social. En algunos casos en el intento de enfatizar la condición de
transversalidad del cuerpo se anticipa la idea de la embodiment, o incorporación, o en otros
casos, se trata más bien de perspectivas de carácter lineal o acumulativo. En ellas el
espacio es visto como la sucesión de un conjunto de escalas en donde el sujeto es el
centro, y a partir de la movilidad por entornos ambientales complejos va integrando estas
diversas esferas.”
“Así, la referencia al cuerpo hace intelegibles expresiones que asemejan lo alto con lo feliz,
lo bajo con la tristeza (de esta forma se levanta el ánimo o se cae en la depresión). De este
modo las dimensiones corporales permean nuestro lenguaje cotidiano y la manera de
expresar estados afectivos.”
“Es recurrente en términos contemporáneos la figura del sujeto que desde su sola
apariencia corporal irrumpe en el espacio público y al hacerlo desestabiliza el paisaje
conocido y esperado, volviéndolo otra cosa. Esta irrupción puede estar asociada con la
inseguridad, pero ese es también ya el nombre que se le da a lo que se ubica en los
márgenes de lo esperado. Presencias que marcan otredad generan una distancia que
involucra lo sensorial y lo simbólico; lo deleznable, abyecto, amenazante, se ubicarían en el
extremo de lo corporalmente humano. El análisis de estas presencias “otras” señalaría la
forma no solo se en que se construye socialmente la diferencia, sino también su carácter
definitorio de espacios desde su aparición fugaz, intersticial, y que sin embargo produce
efectos a través del tiempo.”
“Del mismo modo los medios de comunicación no son la única variable que hace que las
niñas asuman patrones sino que padres, amigos, colegio, otras instituciones y la sociedad
en general tienen su parte en este proceso (Presnell, Bearman y Stice, 2004).”
“Esta manera de ver el propio cuerpo “desde fuera” lo sitúa como en un escenario
desde el que se opera una especie de disociación entre el yo y el cuerpo. Dicha
disociación se presenta como alienante porque el cuerpo se entiende como “otro” lo cual
lógicamente influye en la elaboración e interpretación del yo así como en la presentación
ante los demás. Llevado al extremo, puede decirse que no soy yo, sino otra persona.”
“El cuerpo aparece en sus recuentos como un sujeto situado, no como “algo”, sino como
“alguien”. Es cierto que nuestra cultura el cuerpo se situaba a veces como sujeto de
demanda, lo que era posible percibir en frases como:
-“Hay que darle al cuerpo lo que pida”
-“El cuerpo sabe lo que necesita””
“Este enfoque cultural sigue existiendo aunque parece ser que el cuerpo es considerado
como objeto cuando se despieza en elementos aislados que deben ser objeto de
mantenimiento, reparación o vigilancia específica:
-“Mi cuerpo lo manejo yo”
-“Es que siempre hay algo de tu cuerpo que no te gusta””
“En esta tercera perspectiva, el cuerpo está presente en el discurso de las participantes,
como un conjunto de cualificaciones: se adorna, estropea, limpia o ensucia. Y además dice
algo de una misma cuando se adorna. Así, los tatuajes o el piercing o la depilación corporal
vendrían a ser cualificaciones del cuerpo:
-“Es que mi cuerpo lo dice todo de mí”
-“En el fondo, tu cuerpo una manera de... de decirles a los demás quién... bueno, lo que
eres”.”
“De ahí que se considere que no cuidar el cuerpo, dejarlo a su aire o no vigilar sus
voliciones, sus apetitos, sus imperfecciones sea ahora una manera incorrecta de tratarse a
uno mismo y lo que es peor, de tratar a los demás. No puede sorprender que las personas
feas, obesas, descuidadas, mal vestidas o simplemente no preocupadas por la moda sean
discretamente rechazadas en la medida en que no han sometido su voluntad, que no han
enfocado su virtud hacía su presentación física.”
“El discurso de moda y belleza de los medios se sirve de un lenguaje que apela a la
corporeidad de manera explícita e implícita, a través de imágenes y texto.”
“Cuerpo y corporalidad parecen no ser lo mismo. “Cuerpo” se define como una realidad
objetiva que, a la manera de un objeto, posee una forma definida. Diversos modelos
teóricos señalan que no tiene historia o historicidad (a diferencia de la corporalidad),
bastándole sólo
la espacialidad. Esto último permite sostener que el hombre muerto también posee un
cuerpo, aunque ya exánime. El cuerpo sufre desgaste según los avances evolutivos del
ciclo vital (pesa en la vejez), posee un carácter instrumental, “sirve” para el desplazamiento,
la aprehensión, etc.”
“La corporalidad, en tanto, hace referencia más bien a la realidad subjetiva, vivenciada o
experienciada; por ello está en la intencionalidad de la vida psíquica. La corporalidad
es historia vital interna, madura hacia la diferenciación; en tanto cada cual tiene su propia
historia individual y no se limita al volumen del cuerpo, es capaz de extenderse e incluso
tomar posesión de los objetos del espacio.”
“La medicina griega clásica establecía una íntima conexión entre “la belleza y la bondad”.
Su objetivo era hacer que los hombres fueran bellos y buenos, y no era posible conseguir
un fin sin el otro debido al convencimiento de que el cuerpo era el espejo del alma. Así las
cosas, el cuerpo alimentado, ejercitado y utilizado en armonía con la naturaleza es bello; en
cambio, es feo cuando evita la integración o cuando sucumbe indulgentemente ante el
placer. Uno lleva a la armonía y el otro a la destrucción.”
“Por otra parte, la apetencia de la mujer por un desarrollo muscular, incluso exagerado,
sumado a la eventual interrupción de la menstruación por la práctica de dietas restrictivas,
ha ido promoviendo cuerpos más androgénicos y menos diferenciados de la figura
masculina. La tendencia es preguntarse qué ha ocurrido durante las últimas décadas para
que se manifieste este fenómeno. Tal vez la mirada que se tiene hoy hacia lo femenino es
una mirada fragmentada, en la que no se integra la valoración de “sólo” el cuidado de la
prole, en la que se menoscaba el desempeño de la mujer y se la restringía únicamente al
quehacer doméstico.”
1-“En los inicios de las culturas originarias occidentales el cuerpo se entendió como una
unidad. La principal característica del hombre primitivo fue la necesidad de comunicarse con
sus semejantes. Ellos representaban sus emociones, sus ideas, sus necesidades, a través
de la imitación de la naturaleza, los animales y creaban diversos rituales a través de
danzas, movimientos y música. Crearon un lenguaje corporal simbólico que les
proporcionaba medios particulares para el tratamiento de diferentes temas como el de
agradecer o adorar a los dioses, un medio de honrar a los ancestros o un método para crear
magia.”
2-“En la edad antigua, aparece la escritura y aunque los ritos espirituales y celebraciones a
través del cuerpo siguió evolucionando, aquí se inaugura el paradigma histórico de la
comprensión del ser a través del dualismo espíritu-cuerpo mente –cuerpo, los pensadores
de la época greco-romana, cómo Platón, plantearon que en el hombre encontramos dos
mundos opuestos; el cuerpo que nos vincula con la realidad material y pertenece al Mundo
Sensible, y el alma que es el principio inmaterial, divino e inmortal y que nos vincula con el
Mundo de las Ideas. Estas ideas tienen su origen en los planteamientos del ascetismo, que
es una propuesta moral de renuncia a los placeres y apetitos corporales con el fin de
purificar o llevar el alma del mundo corporal o sensible al mundo espiritual.”
3-“Es en la era del cristianismo, la Edad Media donde esta propuesta tiene una dimensión
más claramente trascendente: es la práctica que culmina en la unión mística con Dios, para
lo que se recomienda la vida virtuosa, la oración, la meditación y, en muchos casos, la
mortificación física. La edad media es la época de la gran renuncia al cuerpo.”
“el cuerpo contemporáneo “ha pasado de ser unidad y sentido, a ser solo función, medio y
vehículo de individualidad; una posesión”. Por otra parte el antropólogo David Le Breton nos
advierte que el cuerpo humano es percibido cada vez más como una metáfora informática,
de que la tecnociencia rompe las fronteras genéticas y éticas. “Se pretende encontrar
fundamentos genéticos ineluctables a todos los comportamientos humanos. Y por la misma
regla de tres a construir una humanidad perfecta gracias a la intervención genética en el
útero o a la cirugía genética”
“Nada aparenta ser más propio y “natural” que el cuerpo, y sin embargo no es más que el
efecto de múltiples mediaciones (sociales, políticas, económicas, de género): el modo en
que nos vemos es el resultado de un complejo proceso cultural.“
“En el caso de los cuerpos de las mujeres, algunos ejes permiten iluminar el recorrido del
modelo estético hegemónico hoy vigente en Occidente, que en la actualidad encuentra en
los medios de comunicación masiva su mayor difusión y reproducción ideológica. Los
modos sociales de procesar la imagen femenina también reflejan fenómenos de diversa
índole que involucran pautas de seducción y cortejo, permisos o prohibiciones sexuales,
cantidad de embarazos, criterios de salud, modelos de alimentación, cánones de belleza.”
“la presión de los nuevos cánones que impusieron culturalmente cuerpos cada vez más
flacos modificó incluso ciertos criterios médicos de “salud”, como las tablas de talla/peso
que manejaban como parámetro de lozanía y que se adecuaron (adelgazando las
correspondencias) al ser descartadas como palabra autorizada por las propias pacientes,
que reclamaban para sí otra figura, fuera o no saludable.”
“En los inicios del siglo XXI podemos referirnos ya a una verdadera cultura de la belleza,
con parámetros estéticos que resultan cada vez más prohibitivos, y cuya difusión mediática
construye estándares y genera expectativas cada vez más irreales para la población
femenina, con efectos tanto a nivel simbólico como material, por ejemplo en el ámbito de la
salud.”
“Este intento e interés por apropiarse del modelo propuesto por los medios no implica que
no exista reflexividad por parte de las mujeres, pero la experiencia concreta en la vida social
da cuenta de las ventajas que supone poseer una imagen corporal acorde a la socialmente
legitimada, ya sea para ser más valoradas a nivel personal, laboral o sentimental.”
“Hoy los looks se han diversificado y distintas subculturas con sus estéticas particulares
parecen convivir en armonía, pero sin embargo se trata de un “maquillaje de diversidad” que
sólo logran portar de manera legítima las corporalidades hegemónicas, para las cuales la
delgadez –principalmente– traza el límite entre lo dominante y lo subordinado.”
“Tanto los mensajes transmitidos por los medios de comunicación como el tipo de
alimentación, el sector social de pertenencia, las condiciones de trabajo, la generación
y el género suponen mediaciones sociales que producen a las diferentes corporalidades.
La cultura condiciona, moldea y le da forma al cuerpo en tanto producto social. Como
portador y productor de signos, el cuerpo habla y es hablado por las pautas culturales
dentro de las cuales se lo reconoce como soporte de sentido: características como el
volumen, la forma y el peso, así como las posturas que adopta o las ropas que viste,
expresan la historia de su portador.”
“Te quiero contar un poco sobre la historia del IMC. El IMC en realidad no siempre se llamó
así. Antes se llamaba "Índice de Quetelet", en honor a Adolphe Quetelet, un estadista y
matemático belga de inicios del siglo XIX. No estudiaba medicina ni se dedicaba a ningún
tema relacionado con la salud. Más bien le gustaban los números y los cálculos. Él quería
generar un concepto del hombre promedio (ojo: sí, dije "hombre") que sería un ideal social
que alcanzar. En ese momento histórico, el racismo científico estaba en auge. De hecho,
Quetelet es parte de quienes fundaron los estudios de antropometría y la pseudociencia
llamada frenología, que definía a las personas por la circunferencia de su cráneo y que
perpetuó la esclavitud y otras atrocidades. Para calcular a su "hombre promedio", se basó
en las medidas de peso y altura de hombres franceses y escoceses (es decir, una medida
exclusiva para Europa occidental), y aunque su trabajo se utilizó para justificar el racismo
científico y la esterilización de poblaciones vulnerables, él fue muy claro: el IMC no fue
creado para ser una medida de grasa, composición o salud individual. Para Quetelet, sería
una medida poblacional, no individual, con propósitos estadísticos (no de salud).”
“El peso no se consideraba como un indicador de salud sino hasta inicios del sigo XX,
cuando las compañías de seguros en E.E.U.U. empezaron a generar tablas de alturas y
pesos para determinar cuánto cobrarle a sus clientes. Sumando a Quetelet, a las
aseguradoras y a algunos estudios de médicos gordofóbicos y racistas (como Ansel Keys,
quien afirmaba que la gordura era "asquerosa" y "repugnante"), para 1985, el Instituto
Nacional de Salud en Estados Unidos adoptó al IMC a su definición de "ob*sidad". De
hecho, en 1998 lo reajustaron, reduciendo el umbral y haciendo que -"millones de
americanos se volvieran gordos sin subir de peso de la noche a la mañana".”
“Gordofobia internalizada
Para entender esta dimensión, hablemos primero sobre qué es la opresión internalizada.
Según Marya Axner, ocurre cuando las personas de un grupo "cree (a menudo
inconscientemente) en la desinformación y los estereotipos que la sociedad comunica"
sobre ellxs mismxs. Esto quiere decir que las personas gordas nos compramos las
creencias de las que te conté antes: somos menos bonitxs, inteligentes, buenxs y
saludables que las personas delgadas (aunque no tengamos evidencia real de ello). Esta
dimensión la experimentan, exclusivamente, personas gordas.”
“Gordofobia intrapersonal
Esta dimensión la experimentan las personas delgadas, y tiene que ver con el miedo a ser
tratadas como personas gordas. Esta dimensión se expresa cuando hay miedo a engordar,
cuando las personas delgadas comienzan a notar "rollitos" en su cuerpo o cuando le
tenemos miedo a la comida. Esta dimensión de la gordofobia viene de la experiencia vicaria
de la opresión de la gordofobia (es decir, saber que las personas gordas la pasan mal y no
querer engodar para no ser tratada como tal).”
“Gordofobia interpersonal
Esta dimensión se expresa cuando hacemos chistes de gordxs, cuando hacemos
comentarios sobre los cuerpos de otrxs, cuando hacemos dietas o cuando hacemos
cumplidos relacionados a la pérdida de peso. Este tipo de gordofobia también puede
manifestarse cuando que oprimes a otrxs a través de tu gordofobia internalizada, por
ejemplo, juzgando a otras personas gordas con las mismas creencias que aprendimos
sobre nosotrxs mismxs.”
“Gordofobia institucional
La dimensión institucional tiende a ser la más invisible, pero tiene que ver con las formas en
las que la gordofobia está presente en los servicios de salud, en los salones de clases, en
los lugares de trabajo, en la política pública y en el lenguaje. Son las barreras estructurales
que existen en el mundo para que las personas gordas no puedan experimentar su vida ni
el mundo de la misma forma que las personas delgadas (incluyendo la ropa, el acceso a
servicios de salud, o el acceso a la diversión, por ejemplo).”
“Gordofobia ideológica
En este caso, la gordofobia es el mito ideológico de que las personas gordas son malas,
flojas y con falta de voluntad y control. Esta ideología posiciona a la delgadez como algo
inherentemente bueno. En este nivel, se involucran el que las personas gordas den "risa" o
"asco", solo por ser gordas. También es creer que las personas gordas no pueden cuidarse
a sí mismas.”
FOUCAULT:
«No se trata de expulsar sino, al contrario, de establecer, fijar, dar su lugar, asignar sitios,
definir presencias […]. No rechazo, sino inclusión. Deben darse cuenta de que no se trata
tampoco de una especie de partición masiva entre dos tipos, dos grupos de población: la
que es pura y la que es impura […]. Se trata, por el contrario, de una serie de diferencias
finas y constantemente observadas entre los individuos que están enfermos y los que no lo
están. Individualización, por consiguiente, división y subdivisión del poder, que llega hasta
coincidir con el grado fino de la individualidad».
«La idea de que la norma no se define en absoluto como una ley natural, sino por el papel de
exigencia y coerción que es capaz de ejercer con respecto a los ámbitos en que se aplica. La
norma, por consiguiente, es portadora de una pretensión de poder. No es simplemente, y ni
siquiera, un principio de inteligibilidad; es un elemento a partir del cual puede fundarse y
legitimarse cierto ejercicio del poder», Foucault habla sobre las ideas de Canguilhem en su
libro Le normal et la pathologie.
SILVIA CITRO:
“Como algunas veces se ha destacado, esta preocupación de Foucault por las múltiples y
sutiles formas de ejercicio del poder, estaría ligada a su propia historia de vida, pues por sus
opciones sexuales, profesionales e ideológico-políticas se vio confrontado con las normas y
poderes hegemónicos, lo cual incluso se evidenciaría, por ejemplo, en los varios intentos de
suicidio en su juventud.”
“las mujeres indígenas chaqueñas que trabajaban en los ingenios azucareros del norte
argentino, fueron representadas como "bestias de carga" por la mirada blanca y masculina
del capital, colaborando así en su explotación.”
“A medida que la mujer ingresa al mercado laboral y la vida política y que desde el
feminismo se cuestiona el rol que la burguesía le había otorgado -como centro de la familia
y el hogar, exenta de responsabilidades en la vida civil del trabajo y la política-, también
aparecen nuevos ideales de belleza del cuerpo femenino, nuevas modas y actitudes
corporales. Se produce así una metamorfosis en la que la delgadez, las líneas estiradas, los
gestos aligerados, los cabellos cortos a la garçonne, aquella belleza que ahora debe imitar
"al tallo y no a la flor", intentan acompañar la profunda transformación de la mujer; como
sostenía una revista francesa de moda de la época: "La mujer prendada por el movimiento y
la actividad exige elegancia apropiada, llena de desenvoltura y de libertad" (citado en
Vigarello, 2004: 195).”
“Como sostenía otra revista de la época (citada en Vigarello, 2004): "La mujer que trabaja
debe estar tan agradable a la vista al llegar como al retirarse del trabajo" (200),”
“Creemos que este contexto social en el que los cuerpos cada vez más se encuentran
tensionados entre la normalización y la personalización, la reproducción y la agencia, el
disciplinamiento y el empoderamiento, ha promovido la emergencia de modelos de carácter
dialéctico preocupados tanto por las sutiles formas de ejercicio del poder como por las
posibilidades de agencia que los sujetos viven en sus prácticas cotidianas y,
específicamente, en sus corporalidades.”
“creemos que el desafío ante tal complejidad es evitar caer en un reduccionismo del cuerpo
que lo someta a la mirada unilateral de una sola disciplina, y tratar de avanzar, en cambio,
hacia una progresiva interdisciplinariedad.”
“Tomar posesión del espacio es el primer gesto de los seres vivos, de los hombres y de las
bestias, de las plantas y de las nubes, manifestación fundamental de equilibrio y de duración. La
primera prueba de existencia es ocupar espacio”
“En un obra concluida con éxito hay masas intencionales ocultas, un verdadero mundo que se
revela a quien tiene derecho, lo que quiere decir: a quien lo merece”
"Los estándares son cosas de lógica, de análisis, de estudio escrupuloso, y se establecen sobre
un problema bien planteado. La experimentación fija definitivamente el estándar." ("Ojos QUE
NO VEN" L'Esprit Nouveau, 1920, Y "HACIA UNA ARQUITECTURA",
1923.)
“Se puede afirmar desde ahora que esta regla se adapta al cuerpo
humano en sus puntos esenciales de ocupación de espacio, “
¡¡¡¡AFIRMAN??!?
Aún hoy en día nos hacemos una idea más clara del tamaño de un objeto si nos dicen que
mide tantos hombres de altura, tantos codos de longitud y tantos pies de anchura.
Estos son conceptos innatos, cuya magnitud llevamos por así decirlo, en las venas.
Por consiguiente, necesitamos tener una idea precisa y clara de esta unidad. Esto es lo que
hacen los promotores cuando miden los espacios de un edificio existente para hacerse una
idea de las medidas de los planos. Aquel que quiera aprender construcción, deberá
empezar haciéndose una idea clara del tamaño de los espacios y de los objetos que
contienen y practicar esta capacidad para que, al ver cualquier línea o acotación en un
plano, sepa ver el tamaño real del mueble, espacio o edificio a proyectar.
A menudo, a partir de estas fotografías nos hacemos una idea equivocada del tamaño de
estos edificios, y nos asombramos de lo diferentes que son en la realidad, generalmente
más pequeños. Este creo que es el motivo de la usual falta de relación entre los edificios, ya
que los proyectistas parten de escalas diferentes y arbitrarias y no toman en consideración
la única correcta, el hombre.
El ojo en movimiento avanza a lo largo de los obstáculos que encuentra delante de él.
Tales obstáculos, situados o intervalos iguales o irregulares, los percibe el ojo como un
ritmo que provoca estímulos parecidos a los que produce la música en el oído.
También el efecto que producen los espacios interiores depende de que la imagen esté en
reposo o en movimiento. Un espacio, cuyo límite superior (techo) podamos percibir como
una imagen en reposo, produce una sensación de intimidad, mientras que en caso contrario
puede provocar un efecto deprimente.
Los espacios con techo alto, que el ojo sólo puede percibir moviéndose, producen una
sensación de libertad y amplitud, pero es necesario que tanto la separación entre las
paredes como las proporciones globales sean concordantes.
En todos estos casos se ha de tener en cuenta que el ojo está sometido a ilusiones ópticas.
El ojo aprecia con mayor precisión la anchura que la profundidad o la altura, estas últimas
siempre parecen mayores de lo que son en realidad. Es sabido que una torre contemplada
desde arriba parece mucho más alta que la vista desde abajo. Las aristas verticales vistas
desde abajo parecen inclinarse hacia adelante, mientras que las horizontales parecen
combadas por el centro. “
Neufert:
«Probablemente el motivo de la usual falta de relación entre los edificios es que los
proyectistas parten de escalas diferentes y arbitrarias y no toman en consideración la única
correcta, el hombre».
El proyectista «tiene que saber en qué relación están las partes de una persona bien formada y
qué espacio ocupa en diferentes posiciones y al moverme».
Sin embargo, «el hombre no es solo un ser vivo que necesita espacio. Su faceta sensible es
también muy importante. Cómo se dimensiona un espacio, cómo se subdivide, cómo se pinta
y cómo se accede a él es de gran importancia pues condiciona la manera de cómo será
percibido».