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6 años
SEGUNDA PARTE
PREPARACIÓN
Para que el encuentro dé el mejor fruto se debe preparar muy bien. Se debe preparar al equipo
que lo va a dirigir y al grupo.
Los que forman el equipo se deben preparar espiritualmente; van a comunicar a Dios, van a influir
en los niños, deben tomar conciencia de esto y de la importancia de no hablar sólo con palabras,
sino con toda su vida.
El Organizador
Es el responsable de hablar con la maestra, de preparar al grupo: orientarlo y entusiasmarlo.
El consigue la casa de ejercicios o el lugar donde va a ser el encuentro. En el lugar donde
va a ser el encuentro debe haber: 1) Capilla; 2) un salón para que escriban y dibujen los niños a ser
posible con mesitas y sillitas; 3) otro salón más amplio para formar los dos círculos concéntricos: el
de las sillas para los papás y el interior con las sillitas para los niños; 4) lugar para preparar las
escenificaciones por equipos.
El organizador hace la circular a los papás, donde los invita y los orienta sobre el
encuentro.
El busca y motiva a las madrinas, una para cada equipo. A ser posible, que no sean
mamás de los niños del grupo, para que las mamás puedan asistir a las reuniones de padres.
Se encarga de que la maestra asista.
El debe revisar todo lo que se necesita, y es el responsable de que esté todo listo el día del
encuentro.
Se pone de acuerdo con el director y con el sacerdote.
Es responsable de que el trabajo posterior se continúe.
El Director
Debe conocer el encuentro y los detalles. Conviene que asista antes a uno bien llevado y que lea
con cuidado este folleto.
Debe leer el análisis de los chicos y saber cómo hablarles, preguntarles y tratarlos.
De su conocimiento de los niños y de su manera de tratarlos va a depender mucho el
fruto.
Conviene que lea el folleto sobre la pedagogía de los encuentros.
Debe ir dirigiendo con intervenciones claras, breves, oportunas. El grupo debe sentirlo
amigable y seguro. Debe mantener el orden que puede llevarse a esta edad con firmeza, pero con
paciencia y bondad.
El director es el que da el ambiente del encuentro. Este ambiente debe ser agradable, de
confianza, de cercanía con Dios y de orden.
Si un grupo dirige, en el grupo debe haber una cabeza y los niños deben saber quién es.
Conviene que el director conozca el encuentro como para no necesitar tener el manual en
la mano.
El sacerdote
A los niños les gusta que un sacerdote dirija el encuentro, y es preferible si conoce bien el
encuentro, se sabe adaptar a estos niños y puede estar todo el tiempo.
Si no puede asistir a todo el encuentro, conviene que el organizador o el director le
explique bien cómo es, para que la misa armonice con toda la experiencia. Esta misa puede ser
para los niños un bello recuerdo, si se adapta a 6 años.
Las madrinas
En general es de mejor que haya madrinas; a los padrinos les es más difícil trabajar en serio con
estos niños.
Es mejor que las madrinas no sean mamás de los niños.
Conviene que el organizador seleccione a las madrinas y las prepare.
Las madrinas deben conocer un poco el encuentro y saber lo que harán. En el horario
están marcadas sus actividades. Ellas se van encargar de que el equipo trabaje bien. Están con su
equipo, lo animan, lo ordenan en sus grupos; no en las reuniones generales.
Las madrinas deben ir preparadas a una convivencia continua con sus niños; no deben
dejarlos para conversar con otras señoras.
Conviene que los que van a dirigir el encuentro conozcan el objetivo y el engranaje de
ideas que está al final de esta segunda parte.
Es importante preparar al grupo, motivarlo a un encuentro con Dios, para saber qué nos quiere
comunicar y cómo quiere que nos portemos.
Conviene que vayan uniendo el encuentro con lo que se les da en clase de formación
religiosa.
Conviene hacer un cartel que anuncie el encuentro y decirles que va a estar muy bonito.
Sugerencia de circular
Gracias a Dios vamos a tener el encuentro con Cristo para el grupo donde está su hijo(a).
Los objetivos del encuentro van a ser:
Que los niños vivan una experiencia muy especial del encuentro con Dios, con sus papás y
con ellos mismos.
Que tomen mayor conciencia de ser personas, de su crecimiento como personas y del
trato que como tales deben darse.
Que sus papás conozcan este camino de formación para que lo valoren y apoyen.
Que juntos podamos ver con más claridad líneas de formación y así nos apoyemos
mutuamente.
Queremos tener este encuentro pensado para niños con sus papás con el mayor número de
niños del grupo. Sabemos que es una molestia el venir toda la mañana, pero sabemos también del
buen fruto que se logra no solo en los niños, sino en sus papás también. Por esto pedimos su
asistencia.
Como este encuentro es para niños y papás, si un niño viene solo se va a sentir mal. Por esto
pedimos que lo acompañen. En caso de que no puedan hacerlo envíen un representante, como su
abuelita o tía. Pero es mucho mejor que vengan sus dos papás.
El encuentro será de 5 horas, de…. A…. Será en…. Lo dirigirá…. Les rogamos sean puntuales.
El Organizador La Maestra
Nota: Se puede añadir algún motivo especial en ese colegio, se puede indicar si se pide algo de
dinero y para qué. El dinero que se pide a los niños es aparte y no se debe pedir a los papás, pues
se trata que lo ahorren los niños.
Reunión previa
3. Una carta de todos los niños a sus papás. La va a ir escribiendo la maestra con las
aportaciones de todos. Es una sola de todo el grupo.
4. Algo de comer y beber para media mañana. Esto es regalo de sus papás.
Guardería
Como a este encuentro conviene que asistan los dos papás, algunos no tienen donde dejar a sus
otros niños más chicos o más grandes y suelen llevarlos al encuentro, lo cual daña algo la
experiencia, pues los más chicos juegan, lloran y desconcentran al grupo, y los más grandes
quieren participar o se muestran aburridos, pues no son tomados en cuenta. Por esto conviene
organizar una guardería. Chicas de secundaria se pueden encargar del cuidar y divertir a los niños,
en una parte del colegio donde no distraigan al grupo. Deben saber que van a encargarse de
juegos, dibujos, etc., para tener todo preparado.
Si se ve conveniente se anuncia la guardería en la circular y se pide que digan cuántos
niños van a traer, para que las chicas encargadas se preparen.
Objetivo
El objetivo de este encuentro es facilitar a los niños un acercamiento a Dios, una mejor toma de
conciencia de sus ser de personas y del trato que como tales se deben dar.
A este encuentro asisten sus papás para que apoyen a los niños en el encuentro y
después.
A muchos papás este encuentro les ayuda a entender y tratar mejor a sus niños.
A esta edad muchos niños suelen iniciar la primaria. Por esto conviene que los papás del
grupo se conozcan y conversen, sobre cómo tratar a sus hijos como personas, para ir educándolos
mejor. Este encuentro puede facilitar el que los papás se sigan reuniendo una o dos veces al año
para reflexionar juntos sobre la educación de sus niños.
Engranaje de ideas
Al llegar dibujan para que luego comprendan mejor que Dios también pensó cómo nos iba a hacer
y quiso hacernos muy bien.
En la reunión con los papás, mientras los niños dibujan, se les explica todo el encuentro
para que lo sigan con más interés.
En la primera reunión en la capilla, los niños deben comprender que Dios pensó hacer
todo bien. Pero a nosotros quiso hacernos mejor que todo lo demás: pensó en hacernos como él:
pensó hacernos personas. Como personas somos distintos de los animales porque pensamos y
amamos como personas, y porque podemos ser creativos, servirnos unos a otros y así ser felices.
La porra o barra resume todo esto y lo fija en la mente de los niños.
En la primera reunión en círculos concéntricos, los niños deben ver que las plantas
necesitan riego y los animales alimento para crecer, y que ellos, como personas, necesitan para
crecer: conocimientos, pensar y ser creativos. Para esto van a la escuela. Además necesitan recibir
amor de sus padres y dar amor, en especial a sus padres.
Las cosas que les trajeron sus padres para comer confirman lo anterior.
En la segunda reunión en círculos concéntricos, los niños deben ver que las personas que
quieren crecer como personas se deben tratar como tales. Esto lo van a confirmar con las
escenificaciones que además graban las ideas.
El mensaje adornado que escriben los niños y la pequeña carta que escriben los papás
confirman el amor que hay entre los niños y sus papás.
En la misa los niños piden perdón por no haberse portado como personas, como hijos de
Dios.
Le ofrecen a Dios crecer como personas, para esto ofrecen su arbolito.
Ofrecen la limosna y su sacrificio personal para darla; con ella ayudarán a las personas
necesitadas, nuestros hermanos. Así se pone un objetivo concreto a la natural compasión e
intento de efectividad. Se incorpora a la maestra, figura muy importante para los niños, en el
proceso de formar personas con sensibilidad social. Los niños ven que ser buenos cristianos, ir a
misa, escuchar la palabra de Dios y recibirlo, está unido con la caridad que intenta ser efectiva.
La devoción a Jesús y al devoción a maría quedan integradas en estas líneas.
Con la bendición del sacerdote al niño y a sus papás se integra más todo en la unión
familiar.
El trabajo posterior de los padres y maestra es necesario para que la semilla del encuentro
de desarrolle.
TERCERA PARTE
REALIZACION DEL ENCUENTRO
Horario
8:00 llegada
Dibujos de los niños*
Reunión de los papás
11:00 Escenificaciones*
11:25 Cartas*
11:40 Misa
1:00 Salida
Este horario no se debe poner en público. Se debe adaptar a cada lugar conservando la
duración de las actividades. Los (*) indican las cuatro actividades en que las madrinas trabajan con
su equipo.
Cuando hay reunión conviene iniciar con la oración en la que el director dice:
“Vamos a Trabajar” y el grupo contesta: “Por Cristo y en Cristo”.
Conviene también que griten la porra o barra.
Las siguientes páginas van a explicar la actividad.
8:00 Llegada
En la circular hay que precisar que el encuentro se inicia a las 8 a.m.; que ojalá llegue un poco
antes. No conviene citar a las 7, por que los puntuales pierden el tiempo esperando y los niños se
alocan un poco. Es mejor que vayan llegando y se les va poniendo a dibujar, aunque algunos
tengan poco tiempo para hacerlo.
Antes de que llegue el grupo se deben preparar las mesas y las sillas en el lugar donde va
a reunirse el grupo. No se debe dejar este detalle para cuando lleguen los niños, pues es malo
iniciar con la confusión del movimiento de las mesas y las sillas y con la consiguiente pérdida de
tiempo y paz.
En las mesas deben estar las hojas cortadas por la mitad, media hoja para cada niño, los
colores, lápices y borradores.
A la hora se reúne a los niños, aunque sean pocos, se les saluda, si es posible se les dice
algo que les haga reír un poco, se les dan sugerencias para sus dibujos y se les pone a dibujar. Los
que van llegando se van integrando.
En este momento basta que esté con todos los niños en un salón una madrina que los
mantenga dibujando.
La maestra debe estar en la reunión con los papás
A los niños se les pide que se pongan a dibujar lo que quieran, que lo traten de hacer muy
bien, pus lo van a mostrar en la capilla a las 8:30. Se les puede dar varias sugerencias para que
tengan más deseo de dibujar.
En otro salón debe haber un círculo de sillas para la reunión con los papás. Este círculo lo debe
tener ya listo el organizador antes de las 8:00, hora en que llegan los papás.
En cuanto se ubican los niños en su salón, el director se reúne con los papás que hayan
llegado para:
1. Darles un saludo, agradecerles su presencia y decirles que sabemos que aunque es una
molestia venir de mañana a un encuentro con sus niños valdrá la pena.
2. Decirles que se pretende realizar un encuentro cada año con los niños para formarlos para
formarlos personas para amar y servir con espíritu cristiano.
Los encuentros pretenden responder a las necesidades y despertares que van teniendo los
chicos en su proceso evolutivo, conviene mucho conocer estos despertares para ir
sembrando la buena semilla en el tiempo oportuno.
3. Se les da el objetivo de este encuentro y se les explica cada paso para que vean su sentido
y aprecien el todo, sencillo, pero importante y hermoso.
4. Se les explican los ovejitos de los encuentros de primaria para que vean cómo van a ir
dando como una columna vertebral de objetivos. Deben ver también el proceso de estas
experiencias para los adolescentes. Esto no hay que explicarlo, sólo decir que el proceso
va a cubrir todo el tiempo de colegio.
5. Se les explica por qué se pide en este encuentro la presencia de los papás.
Que conozcan esta línea de formación por la que van a entrar sus niños y tengan
experiencia directa.
Que den su opinión sobre en qué hay que insistir en la formación de los niños como
personas, para un mejor acuerdo entre padres y educadores.
Que se conozcan más todos los papás del grupo, conozcan algo de sus ideas sobre la
educación, y de ser posible se siembre una semilla de solidaridad, indispensable para una
pedagogía de la solidaridad.
Que nos sigan apoyando cuando hayan encuentros con su motivación, cartas,
colaboración como asesores y consolidación del fruto.
Que se vitalicen espiritualmente al contacto con sus niños y sientan más responsabilidad
como educadores.
Es conveniente advertirles que el encuentro va a ser importante para los niños, y que todos
debemos hacerlo con seriedad, pues el ver niños tan pequeños nos puede provocar cierto espíritu
de broma.
Los niños deben tener sus lugares delante de los papás, deben estar en sus sillas o en sus bancas
que serán sólo para ellos. Las madrinas se colocan atrás de los niños. Estos sólo deben llevar su
dibujo.
Al llegar se les indica rezar un padrenuestro. Para asegurar su atención se les puede decir
que levanten la mano los que saben rezar el padrenuestro. Se les felicita y se reza.
Luego se les va pidiendo que digan que dibujaron. Conviene hacer grupos, por ejemplo:
¿Quiénes dibujaron campos, montañas, mares o nubes?¿Quiénes dibujaron el sol?¿Quiénes
dibujaron casas?¿Quiénes dibujaron árboles y flores?¿Quiénes dibujaron personas?
Ellos van levantando las manos. Ya que se hacen estas preguntas se les pide que muestren
sus dibujos.
Primero los muestran al que dirige. Luego la fila de más atrás se vuelve hacia los papás y
muestran sus dibujos, se les aplaude, luego se sientan y los muestra la penúltima y así las
siguientes.
Luego se pide a las madrinas que recojan los dibujos del equipo esto para que no tengan
los papeles en la mano.
Luego vienen las dos preguntas que hacen el nexo entre los dibujos y el tema: ¿Pensaron
que iba a dibujar? ¿Lo quisieron hacer bonito? Los niños dicen que sí.
¿Creen ustedes que Dios pensó lo que iban hacer? ¿Creen que lo quiso hacer bien? Dios hizo el sol,
el mundo con sus mares…sus campos y montañas…el aire y las nubes… Hizo los árboles, las frutas
y las flores… Hizo los animales, los perritos y los pájaros.
Conviene hacerles reír y ver que bien hechas están las cosas haciéndoles preguntas donde
se vean que mal estarían las cosas de otro modo. Por ejemplo que la tierra no girara, que
estuviéramos muy cerca del sol, que el aire fuera café o el agua espesa.
Dios fue viendo las cosas que hizo estaban bien hechas.
Esta parte debe ser breve, pues la siguiente parte es más importante.
Dios vio que su creación estaba bien hecha, pero lo que quería hacer más bien que todo lo demás,
¿Qué creen que era? Muy bien, el hombre.
Al hombre lo quiso hacer muy bien y Dios pensó: lo voy hacer mejor que las plantas.
Imaginen que nos hubiera hecho como plantas…Lo voy a hacer mejor que los animales, imaginen
que fuéramos como animales…
Dios crea al hombre como El: persona
Dios dijo los voy hacer como Yo, los voy a hacer personas.
¿Qué diferencia hay entre un burro y una persona? Algunos suelen fijarse en las patas,
orejas. Etc., hasta que las personas tienen mente.
Muy bien Dios nos hizo como él, porque nos dio una mente para pensar, y también nos dio
un corazón para amar. Para poder conocerlo a él y amarlo. ¿Han visto a un perro haciendo
oración? ¿Podrán hablar o ir al colegio los gatos? ¿Pueden ir a casarse los burros a la Iglesia?
Sólo nosotros somos personas como Dios, sólo nosotros podemos pensar y amar
como humanos.
Dios quiere que seamos felices pensando no sólo en nosotros mismos, sino en los demás, amando
a los demás.
Dios se puso muy contento de haber hecho todo y de que todo eso fuera bueno para
nosotros. Nosotros también vamos a ir creciendo alegres, si vamos aprendiendo a querer servir a
los demás. ¿Comprendieron todo? Muy bien.
Porra o barra
Ahora les voy a enseñar una porra o barra para que no olviden lo que les expliqué. Esta porra se
grita como en el estadio.
Dios-me –hizo-como-él
Persona-me-hizo-él
Pienso, -amo,-ser –viré
Alegre –yo-creceré.
Hay que ir golpeando con la voz cada línea, haciendo un como golpe de voz en la palabra o
par de palabras donde marcan los guiones. Estos golpes se subrayan con movimientos de los
puños que como que golpean de arriba para abajo a la altura de la cintura.
En serviré se bajan los brazos como en actitud de obediencia.
En la última línea, se levantan las manos abiertas y se mueven de derecha a izquierda.
El golpe de voz al finalizar cada línea es más marcado.
Al finalizar la porra, se les dice que vamos a terminar nuestro encuentro en la capilla para
invitar a la virgen maría a nuestro encuentro.
Como la queremos invitar no solo a nuestro encuentro, sino a que se quede en nuestro
corazón, al final de la misa le vamos a dar a cada uno una medalla de la Virgen María, para que
esté cerca de su corazón y les ayude a ser buenos, sino uno nos e porta bien, si le pedimos orden y
no nos obedece, no le daremos la medalla al fin de la misa. (Esto hay que evitarlo, es para facilitar
el control).
Se les muestran las medallas y se reza el Avemaría.
Al terminar van saliendo por bancas o por equipos rumbo al salón. Allí debe estar el doble
círculo concéntrico. La silla del director y la de los niños al interior.
Al llegar gritan la porra y luego cantan una canción que ya sepan y que ojalá lleven preparada.
En esta reunión vamos a dar un paso adelante; ya vimos que Dios nos hizo como él, que
nos hizo personas, nos dio mente para pensar, corazón para amar y manos para servir. Así vamos a
ser felices y dar felicidad a otros.
Ustedes eran hace 6 años unos bebés y dentro de 10 años ya van a ser unos muchachos
altos y fuertes, ustedes están creciendo.
Los arboles crecen, pero si no los riegan se van secando. Los cachorritos crecen, pero si no
los alimentan se mueren. Ustedes para crecer en su cuerpo necesitan alimento; pero para crecer
como personas, también necesitan alimento en su mente y en su corazón.
Sus papás que crezcan en su cuerpo, por eso los alimentan, quieren que crezcan en su
mente, por eso los pusieron en el colegio, para que aprendan. Por eso les dan amor y quieren que
ustedes den amor, para que su corazón sea más grande para amar.
Todo esto se debe ir haciendo ver a base de preguntas claras, breves, concatenadas, para
que los niños, al fin, tengan todo claro y como salido de ellos.
Como lo que más hace crecer a las personas como personas es recibir y dar amor, en
especial a sus papás.
1. Se pregunta a los niños cuándo y cómo han sentido que sus papás les han dado amor. Hay
que centrarlos para que digan casos concretos. Si el director ve que dejan una veta de
respuestas las puede señalar: ¿Cómo han recibido amor cuando están enfermos? ¿Cuándo
están en tiempo de clases y cuándo están en tiempo de vacaciones? ¿Cuándo hacen algo
mal?
Los niños deben decir las cosas; el director solo debe hacerlos hablar, hacerlos entender
que hablaron bien para que sientan confianza y todos se animen a decir lo que les va
llegando a su mente. El director no debe responder lo que les pregunta a los niños; pero si
puede reflejar lo dicho por algunos para que se oiga más claro y quede subrayado algo que
tiene especial fuerza. Estos reflejos deben ser muy breves.
2. Una vez que los niños han terminado, se les dice que vamos a escuchar como los papás les
muestran su cariño que hacen porque los aman. Van a decirnos lo que ustedes no dijeron.
Deben fijarse bien lo que dicen sus papás, pues ustedes no se habían fijado y es una pena
no darse cuenta de que alguien nos está mostrando afecto.
Los papás que quieran van diciendo cómo les muestra afecto a sus hijos, que hacen
porque los quieren. El director va facilitando las intervenciones. Si lo ve necesario les
simplifica lo dicho por los papás.
A los se les puede decir que recibir amor y no darse cuenta que se lo están dando es ser
muy bobo. Al ir diciendo los papás se les dice que no se habían dado cuenta y se van
midiendo con la mano el grado de la bobería. Al fin se les dice que se den cuenta para
bajar ese grado de ser bobos.
3. Al terminar esto se hace la segunda pregunta a los niños: ¿Cómo les muestran afecto a sus
papás, que hacen para que sepan ellos que los quieren?
4. Al terminar se pregunta a los papás: ¿Cómo les gusta que sus niños les muestren que los
quieren? A las mamás les gusta decir en qué saben ayudar a sus niñas en la cocina.
9:30 Descanso
Un poco antes de terminar la reflexión, conviene que algunas personas preparen lo que se va a
dar a los niños, para que al salir no tengan que esperar.
Unos cinco, minutos, antes de las 10 se va llamando a los niños para que se formen y
entren al salón para iniciar la hora.
El objetivo de esta segunda reunión es ver que las personas que quieren crecer como personas
se tienen que tratar con amor, como Dios quiere. Vamos a ver como se tratan las personas
que se tratan como personas. Ustedes lo van a ir diciendo.
El director tiene que ir apuntando en columna las actitudes que digan los niños. Ellos van
expresando, al principio con dificultad sus ideas. El director les dice la palabra conveniente
para concretizar las ideas de los niños.
Ya que éstos terminan, se preguntan a los papás a ver si quieren añadir algunas actitudes
que no hayan dicho los niños y que vean que las deben tener muy en cuenta a su edad.
Respeto
No pelear, ceder
Perdonar
Amabilidad
Compartir lo suyo
Ayudar
Invitarse
Cumplir
Ya que está la lista se comunica que cada equipo va escenificar una. Pueden mostrar lo
malo y lo bueno, o sólo lo bueno. La madrina o padrino va a ir narrando todo lo que va a ir
pasando y el equipo lo va a ir actuando. Lo van a ensayar muchas veces hasta que les salga muy
bien. Van a tener un poco más de 20 minutos para inventar la pantomima y ensayarla. Cada
equipo puede ir al sitio donde estén bien para trabajar. Conviene que la madrina escriba lo que va
a decir, aunque prefiera no leerlo. Las escenificaciones se presentarán a los papás.
Ya que en tienden todo lo que va a pasar se pide a las madrinas o padrinos que escojan
cual escenificación prefieren. Van a presentar una. El director va a ir anotando en la lista que
equipo quiere cada actitud. Si un equipo escoge una, ya no la puede escoger otro. El director
anota el número del equipo junto a la actitud y el equipo puede salir. Ahora se hacen los equipos
saliendo de 5, 6 o 7 en cada uno.
Ya que salen los equipos, se inicia la reunión con los papás que siguen en sus sitios. Esta reunión es
mientras los niños preparan su escenificación.
El director muestra su satisfacción al ver cómo los niños ya comprenden que son personas,
imágenes de Dios y que deben tratarse como personas.
Como padres de familia y como educadores, queremos formar personas para el amor y la
libertad. Esto, sobre todo, se logra con el trato diario con los niños. Ahora vamos a escuchar lo que
los padres aquí presentes ven conveniente que se debe tener en cuenta para ir formando a los
niños como personas.
Los papás que quieran pueden ir hablando sobre lo que han visto positivo o negativo, o
sobre lo que han leído. El director va dando la palabra y si lo ve conveniente completa brevemente
la idea. Esta reunión es sólo de 20-25 minutos así que debe ser ágil. Se deben evitar las
intervenciones largas. El que más se debe cuidar de esto es el director.
Esta reunión suele resultar muy interesante y provechosas por las aportaciones y el
conocimiento y acercamiento de los papás.
Conviene que esta reunión la dirija el director del encuentro si tiene la seguridad.
Ojala tenga formación pedagógica, experiencia educativa y cierto ascendiente con los papás. Se
puede pedir al director de la primaria que lo haga. Hay que explicarle que no es una conferencia,
sino breves comentarios sobre lo que dicen los papás y que sólo cuenta con 20 o 25 minutos.
A los papás también se les pide que no hagan intervenciones largas, pues se va a tener
una lluvia de ideas y hay tiempo muy limitado.
Los papás van interviniendo. El director destaca, da importancia y si es necesario sintetiza.
Suele insistir en darles tiempo, atención y respeto a los niños. En considerarlos como
personas capaces de pensar y decidir y no tratarlos como paquetes o títeres. En la importancia de
darles seguridad y en lo negativo de quitarla mostrando que nos desilusionan y que no podemos
confiar en ellos.
Insisten en el ejemplo y la consecuencia entre lo que decimos y vivimos; en la importancia
de determinados valores y en la cercanía y dialogo.
Suelen hablar de la importancia de acercarlos a Dios y darles una visión positiva de Dios y
de nuestra relación con El.
No suelen insistir tanto en la formación de la libertad, del sentido social y de las actitudes
cristianas frente a los pobres.
Casi nunca mencionan la pedagogía de la decisión, de la solidaridad y de la expresión y en
formarles en el sentido del bien común.
Aunque los papás en la vida de todos los días les piden obediencia y algunos hablan dando
órdenes. Casi no hablan de hacerlos niños obedientes. En este punto conviene hacerles ver que
más importantes que hacerlos obedientes es ir formándolos para que sepan decidir y ser libre y los
peligros de lo contrario.
Algunos insisten en la atención a los sentimientos, en el sentido de pertenencia, casi no he
oído que se interesen en la pertenencia a la iglesia o al país.
Hay que saber cómo está la primaria para insistir en lo que va bien y atacar vicios que
suelen darse como las burlas, las faltas de respeto y la critica que tanto molesta a muchos.
Conviene que la maestra, no lo asista, sino que sea la secretaria de la reunión y luego
sintetice, haga que se multiplique y llegue a todos los papás.
10:55 Escenificaciones
Al terminar la reunión con los papás, que no se debe alargar hasta terminar el tema, se pide a los
papás que ayuden, si así conviene, a colocar las sillitas en el semicírculo para las escenificaciones y
atrás las sillas. Conviene que haya una mesita por si algún equipo necesita en su escena. Mientras,
alguien llama a los niños que entran formados.
Se les pide que griten la porra o barra, que digan la oración “Vamos a trabajar por Cristo y
en Cristo”, y luego se les anuncia que van a ir pasando primero el equipo, luego el 2, etc.
Pasa el equipo 1. La madrina presenta el tema y, si quiere. El director puede repetir el
tema para subrayar. Tiene que haber silencio para iniciar. Al terminar un equipo se pasa al
siguiente sin que se pregunte nada al grupo.
Al terminar todos los equipos, el director pasa su silla al lugar que hizo de escenario y
pregunta a los niños que aprendieron de las escenificaciones. Ellos responden. Esto es muy breve,
unos dos minutos. Dicen lo mismo que acaban de escenificar, pero se les queda más.
11:20 Cartas
Al terminar las escenificaciones y su pequeña reflexión se anuncia a los niños y a los papás que
habrá una misa. En ella, a la hora de la paz, los papás le van a leer una pequeña carta a su hijo que
van a escribir ahora.
En este momento se lee la carta que la maestra escribió con las ideas de los niños. Puede ir
diciendo quien dijo cada cosa.
Los niños van a escribir a sus papás un mensaje a ver que les dicen en él a sus papás en
este encuentro y lo van a adornar con dibujos. Vamos a ver ¿Qué les pueden decir a sus papás?
Ellos dan algunas sugerencias.
Luego se les piden sugerencias para los adornos: corazoncitos, florecitas, etcétera.
Cada equipo sale con su madrina o padrino, y todos los equipos van a su lugar de reunión.
Los papás se quedan en el salón. Se les dan hojas. Si no hay mesas, conviene tener prevenidas
unas tablitas o libros y dárselos para que sobre ellos escriban.
11:35 Misa
Hay que preparar la misa mientras los papás escriben y los niños hacen su mensaje adornado con
flores o corazones, etc., dibujados.
Para que los niños participen lo más posible en la misa, conviene poner una mesa de poco
más de un metro de largo como altar y acercar las bancas o las sillas en forma de C en círculos
concéntricos, para que el grupo quede muy cerca del sacerdote. Deben quedar huecos entre ellos,
para que los niños puedan llegar al altar y volver con facilidad.
En la mesa-altar se pone todo lo necesario para la misa. En el altar grande, atrás se colocan
el Niño Dios y las medallas de la Virgen en un platito para repartirlas fácilmente. A la entrada se
pone el árbol símbolo del grupo que se ofrecerá en el momento de las ofrendas.
Como el árbol va a dar hojas así ustedes darán actos buenos.
Conviene hace participar a los niños. Pueden cantar, pedir perdón por algunas de sus
faltas, dar gracias en el prefacio, etcétera.
En el ofertorio se ofrece el árbol, símbolo del grupo. El grupo, otro día, va a ir con su
maestra y vana sembrar el árbol. Ese árbol va a ir creciendo. Cuando ustedes estén en tercero ya
habrá crecido un poco; cuando estén en quinto más; cuando salgan de la secundaria, ya será más
grande y cuando salgan del colegio ya será un gran árbol. Cuando ya sean abuelitos el árbol estará
muy grande y ustedes al verlo se acordaran que lo sembraron pequeño.
En el ofertorio, también, antes de ofrecer su limosna los niños pueden decir qué iban a
comprar con ese dinero. Se les puede explicar en ese momento para quiénes va a ser el dinero y
que cuando uno quiere ser bueno, debe ver a Cristo en los pobres y ayudarlo en ellos con oración,
y ayuda material que supone sacrificio. No basta rezar. Tenemos que intentar remediar en otros
los sufrimientos que podamos. Hacer esto es crecer como persona para amar.
Ustedes no se deben dejar ganar por el árbol. Como él va a crecer, ustedes también deben
crecer; no solo en su cuerpo, sino como personas; deben crecer en conocimientos, deben crecer
en compasión por los que sufren, de modo que tengan un corazón grande para amar, que reciba
mucho amor y que de mucho amor.
Es muy bueno antes de iniciar, explicar a los niños que el sacerdote se va a poner
la túnica porque va a ocupar el lugar de Jesús y así se vestía Jesús y se va a poner la estola porque
va a ser las manos de la Iglesia. Es mejor que no use la casulla.
Conviene invitar a los niños a participar con el sacerdote en la anáfora haciendo los
mismos ademanes que él.
Después de la consagración conviene hacerlos conscientes de que tienen lo que más
agrada al Eterno Padre: a su Hijo y que se lo vamos a ofrecer al Padre y al dárselo podemos
atrevernos a pedir por la unidad, nuestra Iglesia, nuestro difuntos y por las personas vivas que
queremos pedir.
En el momento de la paz, las madrinas dan a los niños los mensajes adornados que les
recogieron antes de la misa. Durante la misa no los deben tener en la mano. Al ir a dar la paz dan
su hoja a los papás y ellos les leen su pequeña carta, en el lugar de sus papás, en voz baja. Los
papás conservan las 2 cartas.
La maestra va a ir atrás dando a cada uno su medallita. Dice a cada niño en voz baja: que
tu madre del cielo te proteja, u otra breve frase.
A todos les daremos la misma medalla para significar que todos son hijos de la
misma madre, que se tienen que tratar bien como buenos hermanos; que ella estará en el corazón
de todos y los protegerá a todos.
El sacerdote va pasando frente a cada niño.
Al final vuelve al altar y pregunta desde allí si alguno quiere pedir una bendición para sus
papás. Algunos lo suelen hacer. Esto no conviene hacerlo mientras los papás van diciendo, pues
muchos niños dudan, se angustian y todo se hace más lento.
Después de la bendición se puede decir que quien quiera decir algo lo haga, allí mismo de
pie.
Puede al final plantarse el arbolito. El hoyo ya debe estar hecho y todo preparado para
plantarlo.